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'VIOLENCIA MACHISTA', SI YO TUVIERA UNA ESCOBA (programa íntegro)

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"Ve aquí los frutos de la educación. Esto es lo que se llama criar bien a una niña... Todo se las permite, menos la sinceridad... con tal que se presten a pronunciar, cuando se lo manden, un sí perjuro, sacrílego, origen de tantos escándalos, ya están bien criadas, y se llama excelente educación la que inspira en ellas el temor y el silencio de un esclavo"(Don Diego, 'El sí de las niñas')

"... mas no alcanzo que por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama… el verdadero amor no se divide, y ha de ser voluntario y no forzoso. … Yo nací libre" (Marcela, 'Don Quijote de la Mancha')


Programa de radio 'Si yo tuviera una escoba' (Asociación Cultural Costa de la Lua / Radio Esquina), dedicado a la Violencia Machista 16-11-2017). Moderación y Coordinación General, Darío Galo. Introducción, Luis Enrique Ibáñez. Reportaje internacional, Danniela Nery. Conclusión, Juan Antonio Gallardoski. Invitadas: Sofía Vega (Marea Violeta), Ifigenia Bueno (IU), Carmen Pérez (PP) y Gloria Jurado (Podemos)

Dejamos aquí todo el material (vídeo íntegro del programa incluido) para que quien lo desee pueda trabajar con él. Añadimos a ese material la película de Iciar Bollaín, 'Te doy mis ojos', y el cortometraje de la misma autora 'Amores que matan', sobre la violencia de género.


INTRODUCCIÓN, por Luis Enrique Ibáñez

Aquel día, en clase, estaba intentando cerrar la lista de alumnos de 2º de Bachillerato que iban a ir a una excursión cultural. Se acercó a una alumna (17 años) que todavía no había confirmado su asistencia. Cuando le pregunté por ello, la chica contestó: "Es que no sé, a mis padres les parece muy bien, pero mi novio no quiere..." Otro día, cuando estaba pagando la compra en un supermercado, escuché la conversación entre la cajera (unos 22 años) y su amiga. Esta le preguntaba si iba a salir con ellas esa tarde. La cajera contestó: "No puedo, mi novio tiene turno de trabajo hoy". Dos cursos antes, les pedí una redacción en la que hablaran, sólo era porque escribieran, de cómo pasaban un fin de semana normal. Una de mis mejores alumnas, siempre atendía, siempre hacía todo lo encomendado, leyó su redacción. En ella decía que los viernes estudiaba y también tenía clases de Inglés, los sábados por la mañana, además de estudiar, ayudaba a su madre en las tareas domésticas… y los sábados por la tarde, su novio iba a su casa y veía el partido de fútbol con su padre… ella y su madre les ponían las tapas. Al final, ella, en el patio, tenía un rato de conversación con su chico, antes de que él se marchara, pero, según lo contaba, imaginé que aquella escena era la más opuesta a la de Romeo y Julieta en el balcón… comprendí sin querer que los roles siguen ahí, inscritos en un inconsciente colectivo que se muestra tan poderoso que uno, además de bajar la cabeza, se queda, es lo mismo, sin palabras.

Y recordé entonces a Nora, ese personaje de Henrik Ibsen en 'Casa de muñecas, aquella conversación con el marido...

Nora: ¿A qué llamas tú mis deberes más sagrados?

Helmer:¿Necesitas que te lo diga? ¿No son tus deberes con tu marido y tus hijos?

Nora: Tengo otros debers no menos sagrados

Helmer: No los tienes ¿Qué deberes son ésos?

Nora: Mis deberes conmigo misma

Helmer: Ante todo eres esposa y madre

Nora: Ya no creo en eso. Creo que ante todo soy un ser humano, igual que tú... o, al menos, debo intentar serlo. Sé que la mayoría de los hombres te darán la razón, y que algo así está escrito en los libros. Pero ahora no puedo conformarme con lo que dicen los hombres y con lo que está escrito en los libros. Tengo que pensar por mi cuenta en todo esto y tratar de comprenderlo.

Helmer: Pero, ¿No entiendes cúal es tu puesto en tu propio hogar? ¿No tienes un guía infalible para estos dilemas?¿No tienes religión?

Nora: ¡Ay, Torvaldo! No sé qué es la religión

Helmer: ¿Cómo que no?

Nora: Solo sé lo que me dijo el pastor Hansen cuando me preparaba para la confirmación. Dijo que la religión era esto, y aquello y lo de más allá. Cuando esté sola y libre, examinaré también ese asunto. Y veré si era cierto lo que decía el pastor, o cuando menos, si era cierto para mi.

NORA (Sin variar de tono): Quiero decir que de manos de papá pasé a las tuyas. Lo arreglaste todo a tu gusto, y yo participaba de tu gusto, o lo simulaba; no lo sé a ciencia cierta; quizá lo uno y lo otro. Ahora, mirando hacia atrás, me parece que he vivido aquí como los pobres… al día. He vivido de las piruetas que hacía para recrearte, Torvaldo. Por eso te satisfacía. Tú y papá habéis sido muy culpables con respecto a mí. Ustedes tienen la culpa de que yo no sirva para nada…

UNA MIRADA A LA ADOLESCENCIA

Un 21% de los adolescentes españoles está de acuerdo con la afirmación de que los hombres no deben llorar. Uno de cada cinco cree que está bien que los chicos salgan con muchas chicas, pero no al revés. El 12,8% no considera maltrato amenazar —o recibir amenazas— en caso de que su pareja quiera romper la relación. El sexismo y los estereotipos de género perviven entre los adolescentes españoles. Y el retrato robot de cómo son y cómo viven sus relaciones muestra que, además, no son conscientes de ello. Conocen el discurso y la información sobre violencia de género, pero no la trasladan a su vida. La radiografía es llamativa: el 4% de las adolescentes de entre 14 y 19 años han sido agredidas por el chico con el que salen o salían; y casi una de cada cuatro confiesa que su novio o exnovio las controla hasta el punto de fiscalizar con quién hablan o como visten. Control, relatan, a golpe de Tuenti y WhatsApp.

Los adolescentes españoles, como muestra el estudio Evolución de la adolescencia española sobre la igualdad y la prevención de la violencia de género, empiezan sus relaciones sentimentales cada vez antes. Y mantienen y alimentan sus relaciones, sobre todo, gracias al contacto a través de las redes sociales o por teléfono. El plan común ya no es bajar a la calle, sino quedar en la Red. El estudio, realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid con las entrevistas online a 8.000 menores, muestra que efectivamente se ven menos (...) 

Un 25% de las chicas dice que su novio o exnovio la vigila a través del teléfono

Esa forma de vivir el noviazgo, creen psicólogos y educadores, unida a que los estereotipos que dibujan al hombre dominante y agresivo como alguien con atractivo y a la mujer como la sumisa, puede derivar en un incremento de las situaciones de control y, con el tiempo, de violencia (...)

La realidad se percibe en las cifras: el 25% de las chicas asegura que su novio o exnovio la controla a través del móvil; el 23,2% confiesa que su pareja la ha tratado de aislar de sus amistades. Comportamientos y situaciones que Estévez asegura encontrarse muy habitualmente. Su fundación imparte desde hace 10 años talleres en colegios e institutos de Andalucía, y esos seminarios son un buen termómetro para medir el problema (...) 

El porcentaje de chicas que afirma haber sufrido agresiones físicas se mantiene. Sin embargo, aumenta en un 7% el número de adolescentes que afirman haber sufrido situaciones de control extremo por parte de su novio o exnovio. Algo más preocupante aún si se analiza que más de un 12% de los adolescentes (chicos y chicas) no consideran como maltrato conductas como que un chaval le diga a su novia con quien puede hablar, dónde ir o qué hacer (...) 

“No identifican estas formas de control como violencia de género hasta que llegan a un punto grave”, explica Susana Martínez, presidenta de la Comisión de Estudios de Malos Tratos a Mujeres (...) “Cuando se utilizan mal y de manera inconsciente, las nuevas tecnologías son un elemento de riesgo, porque hay casos en los que, inconscientemente, las víctimas están permitiendo actitudes que se pueden llegar a convertir en armas contra ellas”, sigue Martínez.

Naida S. se ve reflejada en ese caso. Esta joven de 18 años cuenta que hace un año y medio mantuvo una relación con un chico de su barrio. Relata, como muchas otras mujeres que se ven envueltas en la espiral de la violencia o el acoso, que al principio era “la relación ideal”. “Después, cuando los celos y la agresividad me tiraron para atrás y quise dejarlo las cosas se pusieron feas”, relata. Cuando lo dejó, él entró en su cuenta de una red social y se dedicó a mandar mensajes insultantes a conocidos y amigos. “Yo le había dado mis claves, pero nunca pensé que me haría esto. Tampoco que enviaría a gente las fotografías algo comprometidas que nos habíamos hecho”, se lamenta. Finalmente, Naida pidió ayuda a su madre. “Habló con los padres de él y la cosa está calmada, pero yo sigo muy mal”, dice. Ahora participa en un taller de jóvenes que han vivido situaciones similares. No son pocas: el 14,8% de las adolescentes afirma que su novio o exnovio utilizó sus contraseñas para acciones similares.

Pero si la percepción del riesgo es baja cuando se trata de situaciones vividas con las parejas o exparejas, no es mucho mayor si los insultos o amenazas proceden de fuera de la relación; incluso de desconocidos. Un ejemplo: uno de cada cuatro adolescentes no considera arriesgado responder a un mensaje de alguien que no conocen y les ofrece cosas; tampoco ven peligro en responder a un mensaje insultante (...)  

Casi el 8% de los adolescentes creen, por ejemplo, que si una mujer es maltratada por su compañero y no le abandona es porque no le disgusta del todo esa situación. Y el 12,4% se muestra algo o muy de acuerdo con la afirmación de que para tener una buena relación de pareja es deseable que la mujer evite llevar la contraria al hombre. “Los estereotipos que creíamos superados se reiteran. Los patrones alimentados por la televisión, la literatura, el cine o las relaciones que ven en el entorno, terminan por sumir a muchas adolescentes en el papel de la mujer sumisa y al hombre en el de alguien dominante que debe hacer oír su voz por encima de las de los demás”, analiza la psicóloga Rosa López...  desde hace unos años, las nuevas tecnologías juegan un papel de protagonismo creciente en las conversaciones de sus grupos. “Las chicas cuentan por ejemplo que sus novios les leían todos los mensajes del móvil o el correo para saber con quien hablaban o que vigilaban su cuenta de redes sociales”, apunta. “Algunos llegan hasta un punto tal que le piden a su pareja que les hagan una videollamada para ver dónde están o les envíen un localizador de donde se encuentran”, incide. Es lo que los propios menores llaman pruebas de amor. Dar al otro la llave de la vida y la intimidad (...)

Los propios adolescentes explican que los mensajes sexistas les llegan desde su entorno. El 54,3% de los chicos y chicas de entre 14 y 19 años afirman haber escuchado a menudo o muchas a los adultos de su entorno la idea de que para tener una buena relación de pareja deben encontrar a su media naranja para “llegar a ser como una sola persona”. Es decir, la idea de amor romántico que, según los expertos, contribuye a crear relaciones de dependencia. Además, el 36,3% asegura que los adultos de su entorno les han dicho con frecuencia que los celos son “una expresión de amor”.

Ana Bella Estévez se revuelve con la idea. “Hay que ser tajante. Los celos no son amor, son lo contrario al amor”, dice. Esta mujer, que se define como una “agente del cambio para acabar con la violencia machista” apunta que hay que observar, además, los celos en su amplio sentido. “Puede haber celos de las relaciones con los amigos, la familia. Todo ello va conformando una situación de abuso emocional”, explica. ¿Cómo? De nuevo a través del control: de la ropa que las chicas se ponen, de si van a hacer deporte, de qué estudian, de cuánto tiempo dedican a los demás.

“Le di mis claves, pero no pensé que me haría esto”, dice una chica acosada

A Estévez y el resto de expertos les preocupa la radiografía que muestra el comportamiento adolescente. También que se alimenten de mensajes que les llegan de su entorno. Desde los adultos que les rodean hasta las películas o las series de televisión que contribuyen a perpetuar el estereotipo de género. “Muchas veces, las madres o los padres no nos hemos educado en igualdad y somos los primeros que inconscientemente contribuimos a que los roles sexistas permanezcan. Es importante que analicemos qué pasa en nuestra familia, que hablemos con nuestros hijos abiertamente del amor, de las relaciones, de las amistades”, dice (...)

La catedrática de Psicología María José Díaz-Aguado considera que una de las herramientas para erradicar estos comportamientos es hacer un diagnóstico de lo que ocurre para determinar dónde se puede actuar y con qué medios. “La violencia de género no es una fatalidad biológica con la que nos tenemos que conformar. Podemos cambiarla”, añade.



Si antes fue Nora, ahora es Prudencia quien llama a la puerta ('Algún amor que no mate', de Dulce Chacón)

“Es raro cómo cambian las cosas después del matrimonio. Y a Prudencia le extraña. Recuerda que, cuando eran novios, su marido estaba muy pendiente de ella, le hacía regalos, le mandaba flores y la llamaba por teléfono todo el rato. Después que se casaron, él perdió el interés. Y ella se quejaba a sus amigas. Lloraba y les decía que ya no la quería.

No entendía por qué su marido empezó a ponerse arisco con ella. Un día Prudencia le pidió una caricia. ¡Ay hija, qué pesada eres!, le dijo; y le dio un beso en la mano, como a un obispo. Tampoco sabía por qué dejó de sacarla de paseo por las tardes y se iba con los amigos a jugar al mus. La pobre, si le decía que le apetecía salir, él le preguntaba si no tenía cosas que hacer en casa. Su marido empezó a tomar decisiones sin contar con ella y Prudencia empezó a sufrir. Prudencia aprendió a esperar, y su marido aprendió a hacerla esperar. Un día no la llamaba para decir que no iría a cenar, otro se olvidaba de su aniversario. Ella se ponía muy triste y él le decía que no era para tanto.

Prudencia estaba que daba lástima, la pobre, y mi prima intentaba consolarla diciéndole que los hombres son todos así, raritos, y que cuando se casan se creen que han firmado un contrato de compra-venta y que ya son dueños de la mujer y no tienen que preocuparse de más.

  «Prudencia cometió un error. Y los errores se pagan. Creyó que su vida era la de su marido y, cuando quiso darse cuenta, el marido tenía su vida y ella no tenía la propia. Todo lo hacía calculando si a él le gustaría y jamás se preguntó qué le gustaba a ella».

   «Cuando hay que pedir amor todo está perdido. El amor no se pide, el amor se da.

    Prudencia lo supo al preguntar a su marido por primera vez si la quería. Estaban en la cama y ella se acercó, ofreciéndose. ¿Me quieres? Esas cosas no se preguntan, le respondió, déjame dormir, nenita.   Prudencia se levantó, se fue a la cocina, se bebió una copita de anís y se comió una tableta entera de chocolate. Con ansia.

   Nunca más preguntó, nunca más pidió, nunca más se ofreció.»

A partir de ahí, ya todo podría pasar, igual que a las hijas del Cid...

Allí los mantos y pieles les quitaron a las dos,
sólo camisa y brial sobre el cuerpo les quedó.
Espuelas llevan calzadas los traidores de Carrión,
cogen en las manos cinchas que fuertes y duras son.
Cuando esto vieron las damas así hablaba doña Sol:
“Vos, don Diego y don Fernando, os lo rogamos por Dios,

Las damas mucho rogaron, mas de nada les sirvió;
empezaron a azotarlas los infantes de Carrión,
con las cinchas corredizas les pegan sin compasión,
hiérenlas con las espuelas donde sientan mas dolor,
y les rasgan las camisas y las carnes a las dos,
sobre las telas de seda limpia la sangre asomó.
Las hijas del Cid lo sienten en lo hondo del corazón.

Se hace fácil agradecer a Giovanni Boccaccio su dedicatoria a las mujeres en 'El Decamerón'...

“¿Y quién negará que, sea como sea, no convenga mucho más ofrecerlo a las bellas señoras que a los hombres? Ellas, en sus delicados pechos, por temor o por vergüenza tienen las amorosas llamas ocultas... y además, obligadas por los deseos, los gustos, los mandatos de sus padres, de sus madres, de sus hermanos y de sus maridos, pasan la mayor parte del tiempo encerradas en el pequeño recinto de sus alcobas..."

La mirada, ahora, de Concha Caballero, cuánto la echamos de menos...

"Creemos haber puesto a salvo a nuestras hijas de la violencia machista. Las hemos educado en el ejercicio de la igualdad y estamos seguros de que ellas, tan libres y decididas, nunca consentirán que limiten sus vidas. Pero no hemos cuidado con igual esmero el terreno en el que crecen. No hemos eliminado complicidades, trampas sentimentales, discursos míticos en torno al amor y a las relaciones"

ES COSA DE HOMBRES, por Concha Caballero

Nos creemos a salvo. Tendemos a pensar que nuestra formación, nuestra cultura, nuestra forma de vida nos mantienen a salvo de la violencia canalla que asesina a varias mujeres cada semana. Estamos convencidos de que no formaremos parte de ese racimo de víctimas que se asoman débilmente a los informativos. Tenemos la seguridad de que esa escalera, ese bloque de pisos, esos vecinos no serán nunca los nuestros.

Aunque repetimos que no hay un perfil de víctima de la violencia de género, en el fondo creemos que es un mal que acecha a los otros, a los que no supieron defenderse, ni educar, ni rebelarse contra la discriminación. Esta semana hemos tenido pruebas evidentes de lo contrario: una mujer fuerte, feminista, que aconsejaba denunciar a la primera agresión y que participaba en los actos de violencia contra las mujeres, ha sido asesinada por su exmarido. Las flores de la igualdad no pueden crecer en un campo minado de malas hierbas, cruzado de amenazas, costumbres y viejas complicidades que nos obligan a ser “buenas” más allá de nuestros propios intereses.

Creemos haber puesto a salvo a nuestras hijas de la violencia machista. Las hemos educado en el ejercicio de la igualdad y estamos seguros de que ellas, tan libres y decididas, nunca consentirán que limiten sus vidas. Pero no hemos cuidado con igual esmero el terreno en el que crecen. No hemos eliminado complicidades, trampas sentimentales, discursos míticos en torno al amor y a las relaciones. Hemos levantado un ideal igualitario para las mujeres jóvenes pero no se ha construido un ideal masculino de nuevos valores que atraiga a los varones, que los haga parte indispensable de estas formas de vida igualitarias.

Hablamos a los jóvenes de igualdad, pero lo que detectan a diario en su vida cotidiana es la tremenda incomodidad masculina frente a la libertad de las mujeres. El inconsciente colectivo no se ha desprendido aún de la materia pegajosa y sucia de los viejos tiempos. Se renuevan viejos mitos contra la nueva libertad de las mujeres: son egoístas, astutas, golfas, interesadas o manipuladoras. Lo dicen escritores que lamentan la pérdida de la feminidad, jueces que intencionadamente lanzan el infundio de que la mayor parte de las denuncias de malos tratos son falsas, programas de televisión que ritualizan una lucha de sexos con los viejos esquemas o informativos que presentan un execrable crimen machista como una historia de amor.

Las nuevas redes sociales sirven de refugio al más viejo machismo. Las descalificaciones, los insultos contra las mujeres proliferan como setas venenosas. La crisis económica y la irritabilidad so cial son, además, un buen campo de cultivo del nuevo antifeminismo, de una revuelta anónima y clandestina contra la igualdad de las mujeres. Los amargos frutos de esta situación no se han hecho esperar. En varias comunidades el número de mujeres menores de 25 años atendidas por maltrato supone ya más del 25% del total. Los datos nos indican que no hay tampoco un perfil determinado de víctima. Que no hay vacuna que inmunice a nuestras chicas frente a las miles de caras y de estrategias de culpabilización con las que el machismo se disfraza, empezando por un concepto de amor romántico que es pura posesión. Pero donde realmente tenemos que poner los esfuerzos es en cambiarlos a ellos, a los agresores.

Para eso, nada mejor que presentar referentes masculinos igualitarios, defensores de este nuevo territorio recién conquistado. Hombres que pongan voz y acciones, que sean los primeros en denunciar los crímenes machistas, indignarse por la muerte de cada mujer y avergonzarse de cada acción que atente contra la igualdad de las mujeres.

Es el momento de que los hombres que han hecho suyos los ideales de igualdad se hagan visibles en las redes, en la educación, en los medios de comunicación. Si queremos que crezca la flor de la igualdad, es indispensable que hagamos visible, deseable y feliz una nueva masculinidad. La nueva etapa de la lucha contra la violencia de género, es ahora cosa de hombres.

Hombres como aquel Don Diego en 'El sí de las niñas', de Moratín...

DOÑA FRANCISCA.- Haré lo que mi madre me manda, y me casaré con usted., seré mujer de bien.

DON DIEGO.- Eso no lo puedo yo dudar... Pero si usted me considera como el que ha de ser hasta la muerte su compañero y su amigo, dígame usted, estos títulos ¿no me dan algún derecho para merecer de usted mayor confianza? ¿No he de lograr que usted me diga la causa de su dolor? Y no para satisfacer una impertinente curiosidad, sino para emplear método en su consuelo, en mejorar su suerte, en hacerla dichosa

DOÑA FRANCISCA.- ¡Dichas para mí!... Ya se acabaron.

DON DIEGO.- ¿Por qué?

DOÑA FRANCISCA.- Nunca diré por qué.

DON DIEGO.- Ve aquí los frutos de la educación. Esto es lo que se llama criar bien a una niña: enseñarla a que desmienta y oculte las pasiones más inocentes con una pérfida disimulación. Todo se las permite, menos la sinceridad. Con tal que no digan lo que sienten, con tal que finjan aborrecer lo que más desean, con tal que se presten a pronunciar, cuando se lo manden, un sí perjuro, sacrílego, origen de tantos escándalos, ya están bien criadas, y se llama excelente educación la que inspira en ellas el temor y el silencio de un esclavo.

Acabamos con lo que debería ser el futuro, Marcela en 'El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha'...

"Yo conozco con el natural entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermoso es amable; mas no alcanzo que por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama… el verdadero amor no se divide, y ha de ser voluntario y no forzoso. … Yo nací libre … Fuego soy apartado, y espada puesta lejos. A los que he enamorado con la vista he desengañado con las palabras..." 

YO NACÍ LIBRE, Y LIBRE QUIERO SER


LA MIRADA INTERNACIONAL, por Danniella Nery

Hoy vamos a empezar con un dilema… Hemos intentado traer para nuestros oyentes ejemplos de lugares que logran disminuir sus problemas con voluntad real de cambio y políticas serias. Pero, al hablar de los países que menos poseen desigualdad de género en la Unión Europea, por sus políticas avanzadas, es también hablar de los que más tienen violencia de género. Suecia, Finlandia y Dinamarca se encuentran entre los países con la mayor igualdad de género del mundo, pero, desproporcionadamente, tienen altas tasas de violencia de pareja contra las mujeres, fenómeno descrito como la ‘paradoja nórdica’.

Enrique Gracia, catedrático de Psicología Social de la Universitat de València, y Juan Merlo, de la Universidad de Lund, en Suecia, han publicado un artículo que da pistas sobre las causas y apunta la necesidad de promover nuevas investigaciones que ayuden a comprender esta paradoja.
La paradoja nórdica es una de las cuestiones más desconcertantes en el campo del estudio de la igualdad de género y la violencia contra la mujer, e incluso parece una situación contradictoria. La violencia de pareja contra las mujeres ha sido considerada por la Organización Mundial de la Salud como un problema de salud público global de proporciones epidémicas. En este contexto, investigadores, gobiernos e instituciones internacionales preocupados por su prevención han llamado a emprender acciones urgentes.
De hecho, un estudio de la Agencia Europea de los Derechos Fundamentales del año 2014 mostró que sobre un promedio del 22% de violencia de pareja en la Unión Europea, y un 13% en los países con los índices más bajos, Dinamarca, con un 32% (el índice más alto de la Unión), Finlandia (un 30%) y Suecia (un 28%), los tres países nórdicos dentro de la Unión Europea, están muy por encima de la media.
Igualmente, la violencia contra las mujeres fuera de la pareja, como la violación, y datos respecto a la aceptación y actitudes de culpabilización de las víctimas en los casos de violencia contra las mujeres en los países nórdicos, apoyan la visión de una alta prevalencia de la violencia contra la mujer en estos países.
Las cifras indican que países como Portugal, Italia o Grecia, con índices de prevalencia de la violencia de pareja de un 19%, tienen índices de Igualdad de Género más de 30 puntos más bajos que los países nórdicos, los cuales, a su vez, tienen índices de violencia de pareja entre un 9 y un 14% más altos que los países citados.
Los niveles de agresiones no han bajado en la última década en Suecia. En su expresión más extrema, los asesinatos, las cifras sí están descendiendo, pero tienen 13 muertes al año en un país de 10 millones de habitantes. En España, con una población de 46,5 millones, en 2016 fueron asesinadas 44 mujeres.
Los investigadores plantean varias líneas de trabajo para comprender qué ocurre. La primera hipótesis es que en los países nórdicos las mujeres han logrado más poder y eso suscitaría una reacción violenta del mundo más rígido y machista. La segunda sería que en estos países se denuncia más, pero eso, de ser cierto, no rompería la paradoja. Otra posibilidad tiene que ver con un factor de riesgo que comparten los nórdicos, y consiste en un patrón de consumo de alcohol diferente al de otras regiones. Los investigadores afirmas que aún no tenemos respuesta, hay que investigar.
El Consejo de Ministros Nórdico, que engloba a los tres países nórdicos de la Unión Europea (Suecia, Finlandia y Dinamarca), ha destacado este año 2016: “la igualdad de género se refiere a iguales derechos, responsabilidades y oportunidades en cada área de la vida de mujeres y hombres y niños y niñas. Significa que cada persona –independientemente del sexo– tiene el mismo poder e influencia en la sociedad”. “Por tanto –apuntan Enrique Gracia y Juan Merlo–, la igualdad entre mujeres y hombres es un valor fundamental en los países nórdicos, que ha contribuido a convertir la región en la zona con la mayor igualdad de género”.
Así, los tres países tienen el más alto Índice de Igualdad de Género, un indicador desarrollado por el Instituto Europeo para la Igualdad de Género y que está basado en seis dimensiones centrales como trabajo, dinero, conocimiento, tiempo, energía y salud y que permite establecer comparaciones entre todos los estados de la Unión Europea. Por ejemplo, en la UE los países nórdicos tienen índices entre 70,9 y 74,2 siendo la media 52,9, y el índice más bajo 33,7.
También Islandia, Noruega, Finlandia y Suecia son, de acuerdo al Informe Global de la Brecha de Género del año 2015, los países con la menor diferencia entre hombres y mujeres medida en cuatro categorías: participación económica y oportunidades, nivel de educación, salud y supervivencia y autonomía política. El Índice de Desarrollo de Género, basado en tres dimensiones de desarrollo humano: salud (esperanza de vida al nacer), educación (años de enseñanza) y control de los recursos económicos (ingresos estimados del trabajo femenino y masculino), estima que los países nórdicos alcanzan puntuaciones que van desde 0,975 a 0,999, donde uno significaría la igualdad absoluta.
Los suecos llevan décadas experimentando políticas para reducir la brecha de género. Tienen un Gobierno que se declara feminista y el esfuerzo por la equidad se extiende por escuelas, casas y oficinas.

El combate contra el sexismo impregna la vida cotidiana de los suecos, desde la escuela a las empresas. Es una sociedad donde surgen debates como el del mansplaining, esa situación en la que un hombre da una explicación condescendiente y no solicitada a una mujer, a menudo sobre materias en las que ella es experta. La idea de montar una línea de teléfono para denunciar esta práctica en las oficinas, aunque solo durara una semana del pasado noviembre, es un ejemplo del nivel de reflexión sobre género de los suecos. La impulsó uno de los principales sindicatos del país, Unionen. Christina Knight, una publicista especializada en el tema, respondió a decenas de llamadas en tres días. “Muchas mujeres estaban agradecidas de que se hablara de esto. Les aliviaba saber que el mansplaining que habían experimentado una y otra vez no eran imaginaciones o paranoias suyas; también les ocurría a otras”, cuenta.
La escuela infantil Egalia de Estocolmo, para niños de entre uno y seis años, es conocido como una escuela de género neutro, una experiencia aún minoritaria incluso en Suecia. Es público –lo financia el Ayuntamiento, y a los padres les cuesta al mes unos 100 euros incluyendo comida– y en él se refuerzan  los principios de igualdad que se enseñan en todos los colegios. En Egalia, los muñecos no tienen sexo. Son de trapo, blancos y negros, y sus caras tienen muecas de risa, llanto o ira para trabajar las emociones. En otra sala hay un póster con distintos grupos familiares: unos tienen dos padres y dos madres, otro es una madre y un niño; otro más un padre, una madre y dos bebés… Con ese cartel juegan a familias en vez de a papás y mamás. Los baños no tienen puerta y no son ni de niños ni de niñas.
A pesar de todos estos esfuerzos la ‘paradoja nórdica’ continua en Suecia y en otros países del norte de Europa: la mayor igualdad de género con los más altos índices de violencia de pareja europeos.

INVESTIGACIÓN:
http://www.tribunafeminista.org/2016/05/la-paradoja-nordica-la-mayor-igualdad-de-genero-con-los-mas-altos-indices-de-violencia-de-pareja-europeos/



'MIS PROBLEMAS CON LAS MUJERES'de Juan Antonio Gallardoski

Me fue criando una mujer. Las pasó canutas para hacerlo, pero con mis defectos, que los tengo, y mis virtudes, que las tendré, aquí estoy: criado. Uno ochenta y cuatro de hombre y más kilos de la cuenta.

Tuve una complicidad especial que tras cuatro décadas se mantiene intacta con dos mujeres, primas mías. Nos vemos y recuperamos enseguida ese cariño que se fragua en la infancia y que dura para siempre. Cuando de niño eliges esa forma de estar en el mundo de las mujeres, tus primos de la facción cafre se molestan contigo y, algunas veces, tenía que hacer un poco el cafre con ellos para poder seguir jugando al fútbol o para tirarnos piedras un barrio contra otro. Encontré refugio en los libros, que eso incluso a tan temprana edad te da cierta independencia de la manada. 

Algunas de mis mejores amigas fueron y son mujeres. Disfruto de su amistad, canto con ellas, celebro con ellas lo mejor de la vida.

Tuve durante más de quince años como compañera de trabajo a una mujer y supe lo que valía y lo que luchaba cada jornada por hacer bien las cosas, por progresar en la larga carrera, por ser una persona honrada.

Vivo desde hace más de veinticinco años con ella y no sé vivir sin ella. Y esto no es una declaración de amor, que también, hoy constato esta afirmación “no puedo, no sé vivir sin ella” como una realidad empírica.

Tengo una hija con veinticinco años y cada pequeña meta que se consigue en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, la celebro por ella, pero sobre todo por mí.

Me enseñaron, cuando iba uno de provocador y de papafrita, el esfuerzo que había significado la dura pelea con la vida y con el entorno social de algunas valientes; Marili, Paqui, Luisa, Lola Carrasco, Esperanza y muchas otras. Y siempre sucedía lo mismo: cuanto más libres eran ellas, más libre era yo. No saben cómo agradezco mis controversias con ellas, ni cuánto aprendí escuchándolas, les debo que me hicieran mejor persona. Nunca lo he dicho, hay muchas cosas que nunca he dicho pero que ya va siendo hora de ir diciendo.

Me enseñaron, como digo, a ser más libre yo también.

Libre de ser el macho de la manada, libre de ser la bestia de la tribu, libre de los parámetros fascistas del lenguaje, libre del aquí mando yo, esa agresión cateta y bestia a la convivencia entre seres humanos. Libre de la competición en la berrea, porque crecí para ser hombre, no para ser ciervo, ni ciervo macho. Libre de esos atavismos tan interiorizados, que sí, se manifiestan muchas veces, pero ahí están ellas, las que luchan para decirme que acabo de hacer el gilipollas, o que les sorprende que yo, con tantas ganas de alejarme del ciervo, me pueda comportar a veces como un ciervo.

Se deduce que mi devoción por su libertad, por su igualdad, es puro egoísmo. Qué esfuerzo el del bestia por mantenerse en la barbarie, qué esfuerzo absurdo y doloroso para todos.

Soy de esa parte, tomo partido, soy de la parte agredida, matada, violada, humillada. No tengo ni un gramo de empatía con el agresor y sus sicopatías, ni con el asesino y sus complejos horribles, ni con el violador y su espantosa cabeza con demonios, ni con el victimario que engorda su patético ego a costa de la humillación de su pareja. Los podría diseccionar sicológicamente, como puedo estudiar la figura del Nazi, pero me pueden el estupor y la náusea. No quiero que estén. Que se crucen en la vida de las mujeres a las que quiero. No quiero que existan, ni ellos ni la posibilidad de ser como ellos.


'TE DOY MIS OJOS', de Iciar Bollaín



'AMORES QUE MATAN', cortometraje de Iciar Bollaín sobre la violencia de género





















'EL COCIDO', por Juan José Millás / 'BALADA DEL CONSENTIMIENTO A ESTE MUNDO, de B. Brecht / 'EL HAMBRE', de M. Hernández / PROPUESTA DE EXAMEN

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"... a mí me duelen los mendigos, los explotados, los menesterosos, los jóvenes sin horizonte, las clases medias venidas a menos y los enriquecimientos repentinos, fruto de la especulación o de la evasión de impuestos... los oprimidos preferimos jugarnos la vida por entidades fantásticas como Dios o la patria antes que por un pedazo de pan tan real como nuestra hambre...

donde haya una bandera vistosa o un Dios airado, que se quite el cocido de los jueves"



EL COCIDO

Si los dos millones de seres humanos que en Cataluña han salido a la calle por la independencia se hubieran unido para enfrentarse a la desigualdad y a la pobreza, habrían provocado en el mundo y en el resto del Estado una cantidad tal de adhesiones que España sería hoy un modelo de progresismo. Nos hallaríamos de golpe en la vanguardia de un movimiento imparable de trabajadores que cumplirían el viejo sueño del internacionalismo obrero. Por desgracia, quienes continúan más unidas que nunca son las fuerzas del capital y de la reacción. Pero los oprimidos preferimos, y esto resulta una rareza histórica increíble, jugarnos la vida por entidades fantásticas como Dios o la patria antes que por un pedazo de pan tan real como nuestra hambre. De acuerdo, no se amontonen, servidor no es un buen ejemplo de oprimido. Hago tres comidas al día y aún puedo encender la calefacción, además de disponer de tribunas como la de este periódico en donde se me permite decir lo que quiera (¡lo que quiera!) siempre y cuando mantenga unos niveles de cordura que este texto no rebasará. Pero del mismo modo que a otros les dolía España, a mí me duelen los mendigos, los explotados, los menesterosos, los jóvenes sin horizonte, las clases medias venidas a menos y los enriquecimientos repentinos, fruto de la especulación o de la evasión de impuestos, y no del sudor de la frente.
Imaginemos, pues, que las cantidades de soberanismo puestas en marcha durante el procés se transformaran en energías solidarias que, en vez de alimentar a Rajoy (y de rebote, a Puigdemont o a Mas), hubieran creado un caldo de cultivo para unir a los perdedores del sistema. Pero donde haya una bandera vistosa o un Dios airado, que se quite el cocido de los jueves.'
(Fuente: El País, 24-11-2017)
'BALADA DEL CONSENTIMIENTO A ESTE MUNDO

1

No soy injusto, pero tampoco soy valiente
Hoy me enseñaron el mundo tal cual es
Me lo mostraron con un dedo ensangrentado
y yo me apresuré a decir que sí, que por mí estaba bien.

2

El palo sobre mi cabeza, los ojos bien abiertos,
noche y día el mundo entero ví,
vi que los carniceros, como carniceros sirven,
y a la pregunta:¿Te alegra lo que ves? Yo dije: sí.

3

Desde ese día dije que sí a todo:
mejor cobarde que hombre muerto, me oí decir.
Y sólo por no caer en esas manos,
consentí en todo lo que no se puede consentir.

4

Vi al estanciero revender cereales,
y al pueblo hambriento aplaudir con humildad.
Rodeado de intelectuales dije en voz alta:
es algo caro, pero de buena calidad.

5

Vi a los patrones allí: solo a uno de cada tres
lo necesitan, e incluso le pagan.
A los que no son elegidos, les digo:
hablen con ellos. De economía, yo no sé nada.

6

Vi a los militares planeando sus saqueos;
vi que por cobardía los dejan andar sueltos.
Sospenchando lo peor, les cedí el paso y grité:
¡Bravo! Para estos, la técnica no tiene secretos.

7

Vi a los diputados que a sus hambrientos votantes
juran que ellos todo lo cambiarán.
No mienten, digo, son grandes oradores,
pasa que los supera la realidad.

8

Vi a los burócratas enmohecidos
mantener funcionando el superinodoro,
mal pagados, por presionar y patear entre quejidos.
Para ellos pido más sueldo y más decoro.

9

No quiero olvidar a los agentes del orden
bastión insobornable de la honestidad.
Les alcanzo la toalla llena de sangre
con tal de que me defiendan mi seguridad.

10

Veo a los jueces, patrones de las leyes,
encubrir evidencias con el mayor cinismo.
Salvar la propiedad, las amistades.
Si fuera juez, sin ofender, haría lo mismo.

11

Y digo: esos señores son incorruptibles.
No hay importe que los pueda tentar.
Cuidar las leyes y dictar sentencia. ¿No es
suficiente incorruptibilidad?

12

Allí a pocos metros, veo unos delincuentes
golpeando a un anciano, a una mujer y a un niño;
veo también que sus palos son de goma…
Y me doy cuenta que no son bandidos.

13

La policía que combate la pobreza,
para que la miseria detenga su invasión,
tiene trabajo a manos llenas. Mi última camisa
es para ellos que salvan del ladrón.

14

Así demuestro que no tengo agravios,
y espero que aprecien mi transparencia,
más aún si me identifico
con los que han sido calumniados por la prensa.

15

Para los periodistas: la sangre de sus víctimas
suele hacerles de tinta: “Los asesinos no lo hicieron”.
Yo ayudo a distribuir las hojas aún mojadas,
y afirmo: buen estilo, tienen que leerlo.

16

El poeta nos envía su Montaña Mágica para la lectura.
¡Lo que él (por dinero) allí dice, lo dice con razón!
¡Lo que él (gratuitamente) calla, podría ser la verdad!
Yo digo: no confundir ceguera con mala intención.

17

Un comerciante convenciendo a los que pasan:
“soy yo el que huele mal, no mi pescado.” Pienso:
ese no come su pescado podrido. A lo mejor tengo suerte
y me vende en el mercado. Por las dudas lo cuido.

18

La piel medio comida por las infecciones,
un viejo compra a una jovencita con plata robada.
Le doy la mano (con cuidado), con mis congratulaciones,
agradeciéndole que ayude a la muchacha.

19

A los médicos, que a los pacientes pobres
como pescado chico devuelven a las aguas,
no dejo por eso de pedirles turno, y sobre
sus camillas me tiendo y encomiendo el alma.

20

A los ingenieros creadores de las cintas sin fin
que al desgraciado obrero quita toda energía,
les canto loas por su técnico perfil,
el triunfo del espíritu me exalta de alegría.

21

Vi a los maestros, pobres represores,
formar niños a su imagen y semejanza.
Del Estado cobran sus remuneraciones.
No retarlos. Ni para morirse de hambre les alcanza.

22

Y veo chicos de catorce años,
del tamaño de seis y que hablan como ancianos.
Y digo: así nomás. Y a la muda pregunta:
¿Por qué? Contesto: No sé. ¿No es humano?

23

Los profesores, que con bellas palabras
justifican lo que su mandatario hace,
hablan de crisis financiera en vez de crímenes.
No son peores que lo que puede imaginarse.

24

A la ciencia que multiplica nuestro conocimiento,
que a su vez hace crecer nuestra miseria,
la ensalzan como a una religión, que en su momento
estimula nuestra ignorancia, que también se revela.

25

No quiero hablar de más. A los curas los siento mis amigos.
Las guerras y las matanzas no los cambian. En alto
sostienen la fe en el amor y la asistencia al vecino.
Nada de todo eso será echado en el olvido.

26

Vi a todo el mundo alabando a dios y al usurero.
Y escuché al hambre gritar: ¿dónde hay que pedir?
Y vi unos dedos gordos señalando hacia el cielo.
Y entonces dije: ¡vieron que hay algo allí!

27

Los gordos pelados, que hace ya un tiempo
bocetara George Grosz, están a punto
de degollar a la humanidad en un planeado intento.
Si es un plan ordenado, estoy con el asunto.

28

He visto a las victimas y a los asesinos.
Sé distinguir entre coraje y compasión,
y frente a la valentía del asesino digo:
bien hecho, es una doble elección.

29

Veo venir las formaciones de matarifes,
quiero gritarles ¡Alto! Pero también veo que
estoy rodeado de un montón de guardias,
y grito lo que gritan todos: ¡HEIL!

30

Como detesto bajezas y necesidades
mi arte no tiene aprobación en este tiempo.
Porque a la mugre de vuestro mundo de maldades
le hace falta -lo sé- mi consentimiento.
(Fuente: rubenlenguas.com)


EL HAMBRE

Tened presente el hambre: recordad su pasado
turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
con yugos en el alma, con golpes en el lomo.

El hambre paseaba sus vacas exprimidas,
sus mujeres resecas, sus devoradas ubres,
sus ávidas quijadas, sus miserables vidas
frente a los comedores y los cuerpos salubres.

Los años de abundancia, la saciedad, la hartura
eran sólo de aquellos que se llamaban amos.
Para que venga el pan justo a la dentadura
del hambre de los pobres aquí estoy, aquí estamos.

Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.

Años del hambre han sido para el pobre sus años.
Sumaban para el otro su cantidad los panes.
Y el hambre alobadaba sus rapaces rebaños
de cuervos, de tenazas, de lobos, de alacranes.

Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas,
cicatrices y heridas, señales y recuerdos
del hambre, contra tantas barrigas satisfechas:
cerdos con un origen peor que el de los cerdos.

Por haber engordado tan baja y brutalmente,
más abajo de donde los cerdos se solazan,
seréis atravesados por esta gran corriente
de espigas que llamean, de puños que amenazan.

No habéis querido oír con orejas abiertas
el llanto de millones de niños jornaleros.
Ladrábais cuando el hambre llegaba a vuestras puertas
a pedir con la boca de los mismos luceros.

En cada casa, un odio como una higuera fosca,
como un tremante toro con los cuernos tremantes,
rompe por los tejados, os cerca y os embosca,
y os destruye a cornadas, perros agonizantes.


('El hombre acecha')


PROPUESTA DE EXAMEN 

PREGUNTAS:

1ª ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS
2ª TEMA. RESUMEN


3ª COMENTARIO CRÍTICO

Preguntas guía para el comentario crítico

1ª ¿Cómo está organizado el texto? (Estructura)

2ª ¿Qué tesis defiende el autor? (Ver Orientaciones para determinar el tema...)
3ª ¿Podrías resumir brevemente el texto con tus propias palabras?
(Las tres primeras preguntas corresponden, evidentemente, a las preguntas de Selectividad, ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS, TEMA Y RESUMEN. A partir de la cuarta pregunta comenzaría -es sólo una propuesta- el COMENTARIO CRÍTICO)
4ª ¿Qué tipo de texto es? Si es un texto literario, ¿a qué momento histórico pertenece, está "encuadrado" en algún movimiento literario?
5ª ¿Es un tema actual? ¿Crees que hay alguna idea "secundaria" importante?
6ª ¿Es un tema polémico?
7ª ¿Es un tema local/universal
8ª ¿Qé argumentos utiliza el autor para defender su tesis?
9ª ¿Es objetivo en sus planteamientos, o es subjetivo?
10ª ¿Cuáles son las “marcas lingüísticas” de su supuesta subjetividad? ¿Cuáles son las expresiones más impactantes, más significativas? Coméntalas.
11ª ¿Es un tema original?
12ª Si no lo es, ¿lo es, al menos su tratamiento, su enfoque?
13ª ¿Cuál es tu opinión?
14ª ¿Qué argumentos añadirías?
15ª ¿Qué argumentos opondrías a los del autor?
16ª ¿Puedes relacionar el texto, su tema principal, con otros textos, noticias… que conozcas?
17ª Teniendo en cuenta la intención del autor, ¿crees que ha sido eficaz? ¿Qué funciones del lenguaje predominan?
18ª ¿Cómo concluyes tu análisis, tu comentario?

4ª EXPLIQUE LA FUNCIÓN SINTÁCTICA DE LAS PALABRAS SEÑALADAS (negrita)
5ª EL LENGUAJE PERIODÍSTICO / 
LOS GÉNEROS DE OPINIÓN / 
LOS GÉNEROS INFORMATIVOS / 
CLASIFICACIÓN DE LOS GÉNEROS PERIODÍSTICOS


VER OTRA CLASIFICACIÓN DE LOS GÉNEROS PERIODÍSTICOS 





'CLOACAS', por Manuel Vicent / 'ALGUIEN TIENE QUE PAGAR', Mamá Ladilla / 'ARDEN LAS REDES', de Juan Soto Ivars (Fragmentos de Presentación) / PROPUESTA DE EXAMEN

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"En la actualidad, la cloaca máxima discurre a través de las redes sociales... esa corriente de odio y frustración que aflora desde el anonimato en millones de tuits llenos de rebuznos, insultos, calumnias, mentiras y venganzas. Sobre la cloaca de las redes se eleva hoy el trono de un invisible rey Tarquinio con todo su poder digital, capaz de alterar el curso de la historia solo con los dedos sobre un teclado"

"... y esas ganas de chillar ¿sobre qué puedes chillar? Sobre algo tendrás que chillar... pues a mí no me chilles... alguien tiene que pagar... enemigos, ¿dónde hay enemigos? ¡Que te cargas los odres Don Quijote! 

Ostium Cloacae Maximae. (VICIPAEDIA)

CLOACAS

El último rey de Roma, llamado Tarquinio Prisco, en el siglo VI antes de Cristo, mandó construir la cloaca máxima para canalizar y verter en el Tíber las infectas marismas junto con todos los desechos de la ciudad. Esa obra monumental ejecutada por etruscos está todavía en servicio. Con el tiempo sobre ella se levantaron templos, palacios, arcos de triunfo, el foro imperial, el Coliseo, el Vaticano y las basílicas cristianas. Por la raíz de estos mármoles sagrados discurría una corriente putrefacta y en ella navegaba toda clase de despojos. El derecho, el arte y la cultura clásica, que nos han nutrido, se elaboraron sobre esta inmundicia. La cloaca máxima, que en su origen fue una gran obra de ingeniería, a lo largo de la historia ha tomado otras formas invisibles e igualmente nauseabundas. El Estado moderno, y todos los crímenes que llevan su nombre, se asientan sobre una ciénaga semejante a la de Roma. Los bajos fondos del poder están llenos de reptiles que se pasean con un pistolón colgado de la axila y sobre este pozo ciego gritan y gesticulan los políticos, dictan sentencias los jueces, desfilan los ejércitos. En la actualidad, la cloaca máxima discurre a través de las redes sociales. El albañal que soportaba los mármoles de la ciudad eterna y la caja de Pandora, que contiene un nudo de serpientes, fundamento del Estado moderno, se han transformado en esa corriente de odio y frustración que aflora desde el anonimato en millones de tuits llenos de rebuznos, insultos, calumnias, mentiras y venganzas. Sobre la cloaca de las redes se eleva hoy el trono de un invisible rey Tarquinio con todo su poder digital, capaz de alterar el curso de la historia solo con los dedos sobre un teclado. ¿Pero, qué templos, qué palacios, qué arcos de triunfo, qué clase de cultura se puede levantar sobre este basurero?
(Fuente: El País, 26-11-2017)



LETRA:
Así que por fin formo parte de tu negra lista
Ni siquiera te conozco y ya soy tu feroz antagonista
porque soy machista, fascista, autista, egoísta, multicopista,
artista, bromista, dentista, turista, sofista, carlista, corto de vista.

Me preocupa,
si no me preocupara no me ocuparía en rimar lo tontorrón que me pareces
pero te advierto que al final de la canción desapareces,
desapareces, falleces, pereces, feneces, te caes al mar y te comen los peces.


Tú lo que buscas es un gurú, y hallaste un puto juglar
y esas ganas de chillar
esas ganas de chillar
¿sobre qué puedes chillar?
sobre algo tendrás que chillar... pues a mí no me chilles

Todos tus amigos tienen su gurú para no tener que pensar
y se ponen a chillar
y se ponen a chillar
¿cómo no vas a chillar?
Tú también tendrás que chillar a los cuatro vientos

Tu problema no es que estés acojonao, lo terrible es que tú no lo sabes
y alguien tiene que pagar
alguien tiene que pagar
se la tienes jurada,
enemigos, ¿dónde hay enemigos?
¡Que te cargas los odres, Don Quijote!
Te estás cargando los odres

Así que profané tu entorno correcto, así que lo contaminé
Si yo no soy de tu equipo
yo no soy de tu equipo,
nunca fui de tu equipo,
si yo odio a todos los bandos.
¡que nunca estuve en tu casa!
¡que yo no le di al botón de "play"!

yo no le di al botón de "play"
yo no le di al botón de "play"
yo no le di al botón de "play"
yo no le di al botón de "play".

Esa letra de canción precede a la Presentación en el libro de Juan Soto Ivars


"El precio de la libertad en tiempos de internet fue sumergirnos en el torrente incesante y virulento de las opiniones ajenas, y muchas veces encontrábamos esas opiniones muy ofensivas. Nuestra forma de entender el mundo había dejado de refugiarse en las conversaciones privadas y los grupos de amigos. La esfera íntima se convirtió en esfera pública sin que fuéramos conscientes por completo de la dimensión del cambio y, por lo tanto, sin que pudiéramos prever las consecuencias"

'ARDEN LAS REDES', de Juan Soto Ivars (Fragmentos de Presentación)

George Orwell escribió que «si la mayoría de la gente está interesada en la libertad de expresión, habrá libertad de expresión, incluso si las leyes la persiguen». Sin retorcer sus palabras, se puede extraer la conclusión inversa: si la mayoría de la gente deja de estar interesada en la libertad de expresión, dejará de haber libertad de expresión, incluso aunque las leyes la permitan. Esta es la idea central del libro que el lector tiene entre las manos.
Nunca habíamos disfrutado de unos medios tan accesibles para comunicarnos ni de una libertad de expresión tan extendida, pero de repente empezó a molestarnos. El precio de la libertad en tiempos de internet fue sumergirnos en el torrente incesante y virulento de las opiniones ajenas, y muchas veces encontrábamos esas opiniones muy ofensivas. Nuestra forma de entender el mundo había dejado de refugiarse en las conversaciones privadas y los grupos de amigos. La esfera íntima se convirtió en esfera pública sin que fuéramos conscientes por completo de la dimensión del cambio y, por lo tanto, sin que pudiéramos prever las consecuencias. De pronto estábamos en tensión constante al descubrir lo que pasaba por la cabeza de los demás, que habían sido seres silenciosos con los que nos comunicábamos según las pautas de la cortesía y la vecindad. Luego estalló una crisis y el peso de la actualidad se volvió desmesurado en nuestras vidas. Estábamos permanentemente conectados y no todos sabíamos gestionar los sentimientos que este poder despertaba en nosotros. Las apariciones de la ofensa en la sociedad se multiplicaron. La misma herramienta que nos irritaba nos permitía desahogarnos. Los medios de comunicación en crisis, buscando el clic, expandieron y legitimaron estos sentimientos. La política se volvió sentimental, la economía se volvió sentimental, todo era público, todo manchaba. Las masas descritas por Ortega se habían convertido en protagonistas de algo. Por todas partes florecía una especie nueva: los pajilleros de la indignación.
Yo me había pasado los últimos tres años obsesionado con esta furia cotidiana, fijándome en sus efectos sobre la libertad de expresión. A finales de 2016 este libro estaba encarrilado, pero de pronto me di cuenta de que faltaba algo. Quizá una prueba de fuego. Había intentado describir lo que identifiqué rápidamente como un nuevo tipo de censura: investigué los linchamientos digitales, perseguí a las víctimas y a los verdugos, observé cuáles eran las reacciones del poder frente al jaleo constante de las redes, y las conclusiones encajaban como las piezas del Tetris. Todo parecía indicar que, aunque no se hable de ello más que de manera dispersa, en artículos elocuentes pero aislados, la libertad de expresión se había encontrado con una amenaza concreta y peligrosa en internet. En mis notas empecé a referirme al fenómeno como «poscensura».
Llevaba mucho leído cuando empezaron a asomar nuevas teorías que cogían el testigo de Zygmunt Bauman y su modernidad líquida para esbozar el concepto de «posverdad», una vuelta de tuerca del relativismo que se había acentuado con internet. Intelectuales tan poco dados al alarmismo como Katharine Viner, directora de The Guardian, relacionaban este fenómeno escurridizo con la victoria de Donald Trump en Estados Unidos y el triunfo del Brexit en Reino Unido. La crisis de credibilidad de los medios de comunicación había alumbrado el nacimiento de nuevos diarios dedicados a la mentira y la difamación, y su mensaje se adaptó muy bien al estado de ánimo de las redes sociales. Por todas partes aparecían individuos voceando su visión del mundo, llamando farsantes o estúpidos a quienes se la discutieran, exigiendo que se censurase a quienes manifestaban una opinión incómoda para ellos, a los que atribuían etiquetas disuasorias como «machista», «fascista» o «buenista», sinónimos de «traidor».
Mis intuiciones y devaneos sobre la poscensura encontraron puntos de referencia, anclajes que me permitieron ir más lejos. Pasaron por mi mesa de trabajo cientos de artículos y decenas de libros, llamé a puertas extrañas y mantuve conversaciones con desconocidos. Todo me conducía a la misma conclusión, y fue ahí cuando empecé a preocuparme. Siempre que estoy convencido de que tengo razón temo haber dedicado demasiados recursos a responder a una pregunta sin sentido. A medida que cerraba la teoría de la poscensura, las palabras de Karl Popper se volvían cada vez más incómodas en mi cabeza:
Debo enseñarme a mí mismo a desconfiar de ese peligroso sentimiento o convencimiento intuitivo de que soy yo quien tiene razón. Debo desconfiar de ese sentimiento por poderoso que pueda ser. De hecho, cuanto más poderoso sea, más debo recelar de él, porque cuanto más poderoso sea, mayor será el peligro de que pueda engañarme a mí mismo; y, con ello, el peligro de que pueda convertirme en un fanático intolerante.

"¿Por qué cualquier burrada que se le ocurra escribir a un imbécil en una red social se eleva a la categoría de noticia hasta el punto de dedicar a difundir estos exabruptos minutos y minutos de informativos y otros programas de televisión y radio? A lo mejor convendría no distraer nuestra atención y dedicar ese tiempo a informarnos de otros asuntos que sí nos afectan a todos"
¿Y si mi deseo de acertar había manipulado mis investigaciones? ¿Y si mi certeza era producto de esa ofuscación que identificamos enseguida en los apóstoles de las teorías conspiranoicas? Como he dicho, todo partía de una sensación: que estamos constantemente envueltos en un estado de irritación y de censura, y que los medios lo legitiman. Mi duda se refería al adverbio «constantemente». Cuando aprendemos una palabra que no conocíamos, empezamos a oírla por todas partes. La atención es muy traicionera: puede hacernos creer que un hecho irrelevante es importante, o que varios hechos aislados están relacionados. Dispuesto a echarlo todo por tierra, durante noviembre de 2016 abrí todos los días al azar un par de medios españoles y copié los titulares del tipo de noticias en que se apoya todo cuanto había escrito. Si eran muchísimas, podría enviar el libro a mi editor. Si el número me resultaba decepcionante, eso querría decir que me había dejado llevar por la ofuscación. Que había impuesto mi visión del mundo a la realidad, ignorando las pruebas en contra.
La lista de noticias sobre la ofensa en noviembre se recoge en el apéndice (página 255) porque no quiero entorpecer la lectura. Su contenido carece del más mínimo interés, pero demuestra un hecho insólito: durante el mes de noviembre de 2016 hubo al menos 34 polémicas en las redes sociales relacionadas con el escándalo y la ofensa colectivos; todas ellas llegaron a los medios de comunicación más importantes de nuestro país, y todas daban voz a quienes querían que otros se callasen o se arrepintieran de haber expresado algo públicamente.
Noviembre no había sido un mes inusual. Terminé el libro sin desconectar la antena, y a inicios de diciembre se sucedieron sin parar episodios parecidos. Un grupo de estudiantes de bachillerato escribió una petición en Change.org para que Telecinco censurase una serie biográfica sobre Ramón Serrano Suñer. Consideraban que era una apología del franquismo, y 48.000 personas la firmaron. Un día antes, 200.000 habían firmado otra petición exigiendo que se prohibiera la canción de un artista de reguetón, cuya letra era machista. Al mismo tiempo llegaba a la prensa la noticia de que un grupo de mujeres de León se habían organizado para exigir que el Centro Cultural Niemeyer cancelase la invitación a Arturo Pérez-Reverte, pues consideraban que el autor es machista. Mientras tanto, decenas de miles de personas celebraban el fracaso en taquilla de la última película de Fernando Trueba, La reina de España, que habían instado a boicotear porque el cineasta, un año y medio antes, había dicho que no se sentía español. A los cómicos de Mongolia trataron de impedirles la representación de su musical. En esta ocasión, quienes querían censurar eran católicos.
El mismo fenómeno se repite todos los meses con igual intensidad, y no es exclusivo de España sino que ocurre lo mismo en Estados Unidos, Reino Unido o Francia. Elena Ramírez, la directora de Seix Barral, explicó en Facebook que la librería Barnes & Noble de Nueva York y algunos medios de comunicación notificaron a la autora de una novela que «se negaban a adquirir copias o reseñar el libro si lo titulaba finalmente tal y como figuraba en las galeradas recibidas». El título incluía la palabra bullet («bala»), considerada políticamente incorrecta en un país donde los supermercados venden armas con total impunidad. «Ofende la palabra y no el objeto que representa», reflexionaba Ramírez, que había decidido restituir el título original de la novela para la edición española. El asunto tampoco era un hecho aislado, como supe más tarde: en 1997, el equipo de la NBA Washington Bullets pasó a llamarse Washington Wizards. Por algún extraño motivo, los asesinatos a sangre fría y los tiroteos en lugares públicos no descendieron después de este heroico maquillaje léxico-deportivo, de la misma forma que el racismo y la xenofobia estadounidenses se mantuvieron intactos durante tres décadas y media de corrección política en torno a las minorías.
Ni las noticias que recopilé ni las que he resumido después cuentan gran cosa, pero en conjunto dicen algo sobre nuestra época. Cada noticia remite a centenares, miles o decenas de miles de tuits, lo que significa que durante unas horas, todos los días, auténticas multitudes anduvieron persiguiendo al pecador o la pecadora de turno, a quien otros defendían con igual beligerancia. Husmeé cada escándalo y pasaron por la pantalla de mi ordenador comentarios sentenciosos, insultos brutales, acusaciones categóricas, preguntas retóricas, discusiones sin sentido y también artículos firmados por insignes intelectuales y comunicadores; una minoría tomaba partido por el protagonista y una mayoría estaba en contra de él.

"... la hiperconexión de las sociedades democráticas nos ha sumido en una guerra intransigente de puntos de vista, en una batalla cultural de batallones líquidos, a los que uno se adscribe sin más compromiso que la necesidad de que el grupo le dé la razón"
Otro ejemplo: Elvira Lindo entrevistó a Pedro Almodóvar en Nueva York. En The New Yorker le dedicaban al reportaje las páginas centrales, y en El País, bajo la entrevista de Lindo, abrieron los comentarios a los lectores. Almodóvar defendía a Trueba del boicot que había sufrido, y Elvira comentaba descorazonada:
Hay ahí más de mil personas insultándole: Que si se ha hecho millonario por las subvenciones. Que si se ha llevado el dinero al extranjero. Que si tiene la culpa de una violación en El último tango. Que si Trueba tiene un ojo de monstruo. Que si lo que quiere es seguir viviendo del cuento. Que es una mierda de pijo progre. Que le cierra el paso a la gente joven. Que sus películas son una puta mierda. Que si ya basta de dar por culo con la tolerancia en los ochenta. Que ya está bien de que estemos manteniendo a estos jetas con nuestro dinero.
Y así, así todo. Me entristece mucho. Mucho.
Puede que se haga usted un par de preguntas: ¿qué importancia tiene lo que digan unos cuantos miles, incluso decenas de miles de usuarios de las redes sociales para un país de cuarenta y cinco millones de habitantes?; ¿qué más dan todas esas polémicas cuando tenemos problemas graves sobre los que la discusión en las redes sociales pasa de puntillas o de refilón? Un hombre llamado Sebastián Navarrete se hacía la misma pregunta en la sección de cartas al director de El País:
¿Por qué cualquier burrada que se le ocurra escribir a un imbécil en una red social se eleva a la categoría de noticia hasta el punto de dedicar a difundir estos exabruptos minutos y minutos de informativos y otros programas de televisión y radio? ¿Acaso no es así como el provocador consigue su objetivo? A lo mejor convendría no distraer nuestra atención y dedicar ese tiempo a informarnos de otros asuntos que sí nos afectan a todos.
Otro lector lo expresaría un par de meses después con más gracia todavía:
Ayer se me cayó un vaso de cristal y se rompió. Lo cuento aquí porque, como hay tanta gente que lo cuenta todo por Twitter y demás redes sociales, he pensado que también podría interesar a los lectores de este periódico. Hoy se me ha caído un vaso de cristal, y después he tenido que recogerlo.
Las mismas preguntas, explícitas e implícitas, me habían llevado a pensar tanto sobre el fenómeno que he llamado «poscensura». Mi respuesta es que la hiperconexión de las sociedades democráticas nos ha sumido en una guerra intransigente de puntos de vista, en una batalla cultural de batallones líquidos, a los que uno se adscribe sin más compromiso que la necesidad de que el grupo le dé la razón, y que un nuevo tipo de prensa sensacionalista promociona y legitima estos sentimientos exacerbados, de forma que el debate racional es prácticamente imposible en el entorno de las redes sociales. Estas se han convertido en un canal por el que la ofensa corre libremente hasta infectar a los periódicos, la radio y la televisión. Las masas se levantan en grupos que exigen, según lo que afecta a sus sensibilidades, recortar la libertad de expresión. El proceso nos hace a todos menos libres por miedo a que una multitud de desconocidos venga a decirnos que somos malas personas. A medida que la ofensa se vuelve libre, el pensamiento se acobarda.
Polémica a polémica, tuit a tuit, nos hemos visto envueltos en el clima censor sobre el que me voy a extender en las siguientes páginas. La concepción clásica de la censura requería un poder totalitario y unas leyes que la sustentasen, pero lo que llamo «poscensura» es un fenómeno desordenado de silenciamiento en medio del ruido que provoca la libertad.

(Fuente: megustaleer.com)


ENTRADAS RELACIONADAS:


("Entretener con toda suerte de chucherías desinformativas al ciudadano pasivo, y culpable, y bombardear, como destellos sin cuerpo real, todo tipo de noticias, a velocidad de vértigo, sin solución de continuidad, minando la posibilidad de diferenciar lo importante, por un lado, y el veneno de lo huero, por otro. Mezclando, en el mismo plato, lo trascendente con la caca... Y siguiendo a Hristo Botev, vosotros, los que habláis de esas necedades, los que las publicáis, vosotros... vosotros... ¡sois idiotas!")

'TUITEO, LUEGO EXISTO', por Umberto Eco / 'INFORMÁTICA', de María Eloy García

(Twitter es como el bar Sport de cualquier pueblo o suburbio. Habla el tonto del pueblo, el pequeño terrateniente que cree que le persigue Hacienda, el médico amargado porque no le han dado la cátedra de anatomía comparada en la gran universidad, el que está de paso y se ha tomado ya muchas copitas de grapa, el camionero que habla de prostitutas fabulosas en la vía de circunvalación, y (a veces) el que expone opiniones sensatas...")

'VENENO', por Manuel Vicent / 'MASS MEDIA', de Mario Benedetti
("Nuestra conciencia largamente intoxicada acepta con normalidad el veneno diario que recibe en lo que uno lee, oye, contempla, huele y respira, de forma que el ciudadano se comporta con toda naturalidad en la vida, creyéndose sano y libre, sin saber que está envenenado")

'ME GUSTA / NO ME GUSTA', por Concha Caballero

("Mis alumnos no leen los periódicos. Ni en formato digital ni en papel. Las noticias llegan a ellos... solo cuando tienen carga emocional. Tampoco son tan distintos a gran parte de la sociedad donde triunfa el género de la emo-noticia: violencia, amenazas, sexo, rarezas y escándalos... El selfie es una gran metáfora de la vida actual. Ya no interesa lo que ocurre alrededor sino lo que nos ocurre a nosotros: a mí y a mis amigos, a mí y a mi grupo. Las segundas y terceras personas han desaparecido por ajenas, problemáticas, difíciles. Más allá del yo y del nosotros está el abismo")

'TELARAÑA', por Manuel Vicent

("... De pronto un día se sintió perseguido y acorralado en la red por una multitud de seguidores y amigos que trataban de devorarlo. Cortó por lo sano, arrojó el móvil a un pozo y comenzó a vivir por dentro como un hombre nuevo, no como un insecto capturado.")

("Igual que los empleados de El círculo, vivimos cada vez más fiscalizados por los otros, ya no podemos perdernos ni desaparecer porque tantas ventanas al exterior transparentan nuestra casa, nos la han convertido en una casa de cristal... en este siglo desaparecer resulta casi imposible, a quién no abre la puerta o no contesta el teléfono, se le contacta por e-mail, o por SMS, por WhatsApp o Skype, o se irrumpe en mitad del salón o en la cama")

("En los whatsapps la rapidez en responder a las llamadas es más determinante que el contenido de los propios mensajes...  hoy los móviles se diseñan para poder expresar una idiotez cada día un segundo más rápido")

PROPUESTA DE EXAMEN 

PREGUNTAS:

1ª ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS
2ª TEMA. RESUMEN


3ª COMENTARIO CRÍTICO

Preguntas guía para el comentario crítico

1ª ¿Cómo está organizado el texto? (Estructura)

2ª ¿Qué tesis defiende el autor? (Ver Orientaciones para determinar el tema...)
3ª ¿Podrías resumir brevemente el texto con tus propias palabras?
(Las tres primeras preguntas corresponden, evidentemente, a las preguntas de Selectividad, ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS, TEMA Y RESUMEN. A partir de la cuarta pregunta comenzaría -es sólo una propuesta- el COMENTARIO CRÍTICO)
4ª ¿Qué tipo de texto es? Si es un texto literario, ¿a qué momento histórico pertenece, está "encuadrado" en algún movimiento literario?
5ª ¿Es un tema actual? ¿Crees que hay alguna idea "secundaria" importante?
6ª ¿Es un tema polémico?
7ª ¿Es un tema local/universal
8ª ¿Qé argumentos utiliza el autor para defender su tesis?
9ª ¿Es objetivo en sus planteamientos, o es subjetivo?
10ª ¿Cuáles son las “marcas lingüísticas” de su supuesta subjetividad? ¿Cuáles son las expresiones más impactantes, más significativas? Coméntalas.
11ª ¿Es un tema original?
12ª Si no lo es, ¿lo es, al menos su tratamiento, su enfoque?
13ª ¿Cuál es tu opinión?
14ª ¿Qué argumentos añadirías?
15ª ¿Qué argumentos opondrías a los del autor?
16ª ¿Puedes relacionar el texto, su tema principal, con otros textos, noticias… que conozcas?
(VER 'ENTRADAS RELACIONADAS' ARRIBA)
17ª Teniendo en cuenta la intención del autor, ¿crees que ha sido eficaz? ¿Qué funciones del lenguaje predominan?
18ª ¿Cómo concluyes tu análisis, tu comentario?

4ª ANÁLISIS SINTÁCTICO:
El Estado moderno, y todos los crímenes que llevan su nombre, se asientan sobre una ciénaga semejante a la de Roma. 
5ª EL LENGUAJE PERIODÍSTICO / 
LOS GÉNEROS DE OPINIÓN / 
LOS GÉNEROS INFORMATIVOS / 



'LAICISMO' EN 'SI YO TUVIERA UNA ESCOBA' (programa de radio)

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"Los días iban pasando como las hojas de un libro mal leído y, con ellos, también se iban diluyendo mis pobres remordimientos... Dada la delegación municipal que yo presidía, tuve que recibir en numerosas ocasiones a los representantes de hermandades, cofradías y demás..."('Antes de acceder al cargo', Luis Enrique Ibáñez)

"Fascinados por ese estado de fantasía y de ebriedad, los carnívoros glotones empezaron a pedirle que compartiera su magia... La brujería no existe, pero los embrujados sí"('Los brujos',Juan Antonio Gallardoski)


Programa 'Si yo atuviera una escoba', 23-11-2017, dedicado al Laicismo. Coordinación y moderación, Darío Galo. Colaboradores: Luis Enrique Ibáñez, Daniella Nery, Juan Antonio Gallardoski y Juan Romero.

Invitados: Antonio Tauste de Plataforma Laica, Sanlúcar (entrevista), Fernando Cabral (IU), Manuel Comesaña y Manuel Pérez (Podemos)

Dejamos aquí el programa completo y el material de texto empleado


ANTES DE ACCEDER AL CARGO, por Luis Enrique Ibáñez

Antes de acceder al cargo, yo subrayaba con cierta frecuencia mi condición de ciudadano republicano y laico. Y lo hacía además con un orgullo casi autoritario, como el de esos profesores que siempre gustan de tener ellos la última e incontestable palabra. Y, la verdad, no resultaba difícil la persuasión. Tan sólo bastaba con soltar esos argumentos que, en realidad, nunca nadie podría discutir. Ya saben, esos de "resulta absolutamente inconcebible que un estado moderno y democrático sostenga, con el dinero de todos, una institución medieval heredada por derechos de sangre..." y "España es un estado laico y aconfesional... la fe, las creencias son cuestiones de carácter privado, íntimo, y de ningún modo pueden estar sostenidas, otra vez, con el dinero de todos. Ni financiadas ni omnipresentes en lo mediático y en el espacio público, ese que a todos pertenece."

Cuando pronunciaba esas palabras, yo las creía de verdad, al menos eso pensaba. Luego, despacio y a la vez no tan despacio, las cosas fueron cambiando, pero yo no era del todo consciente de ese cambio. Siempre hay una primera vez y es ahí donde en el ámbito individual uno cruza la línea, la misma que el colectivo te impele a cruzar, y es por eso, por la balsa de inconsciencia que el grupo te vende, por lo que incluso después uno cree que hace las cosas de un modo correcto. 

Aquel día era la ofrenda a la virgen del pueblo, y me dijeron que, debido a mi cargo, yo debía llevar el estandarte, ni siquiera sabía qué significaba esa palabra. Dije, como Bartleby, ese personaje entrañable de Melville, que preferiría no hacerlo. Insistieron, acepté. Al principio iba nervioso y, es verdad, con la sensación de ridículo pegada a mi espalda. Un compañero lo notó, se acercó a mí y me dijo al oído, "no seas tonto, tendremos más votantes y podremos hacer más cosas por el pueblo... más votantes y podremos hacer más cosas por el pueblo... más votantes, más cosas por el pueblo...". Más o menos funcionó, o yo quise creer que había funcionado. Al cabo de unos minutos, además, sentí el calor indescriptible de los vecinos de mi barrio que, orgullosos, aplaudían la presencia floral de un amigo de la calle. Empecé a sentirme mejor, y quise abrazar el aplauso y más votantes, más cosas... todo el mundo me miraba. Un buen aplauso, y la sonrisa de tu pueblo, pueden constituir la mejor aspirina para aliviar una conciencia maltrecha.

Sin embargo, algo cambió al doblar la esquina, me topé, como si de un disparo se tratase, con la contundente mirada de un excompañero de partido, examigo de infancia, excolega de manifestaciones... fue expulsado del partido cuando denunció lo que él llamaba su prostitución, su venta al sistema, su traición a esos postulados fundamentales que justificaban unas siglas históricas.

Cuando, fue imposible evitarlo, pasé a pocos centímetros de él, sus palabras susurradas taladraron mi conciencia... "republicano y laico... ja".

Pero no crean, me sobrepuse, sabía perfectamente que estaba haciendo lo correcto... más votantes, más cosas...

Los días iban pasando como las hojas de un libro mal leído y, con ellos, también se iban diluyendo mis pobres remordimientos, qué palabra tan religiosa, remordimiento, cada vez me sentía mejor, ya apenas tenía pensamientos molestos que turbaran mi grata condición de personaje público. Dada la delegación municipal que yo presidía, tuve que recibir en numerosas ocasiones a los representantes de hermandades, cofradías y demás. Yo era el responsable de acordar, de cerrar con ellos los acuerdos sobre subvenciones, colaboraciones y otras cosillas. Eran reuniones agradables en las que ellos, muy convincentes, me persuadían de que todas las cosas que estábamos haciendo (utilizaban esa primera personal del plural, es decir, yo estaba ahí, estaba dentro) eran muy positivas no sólo para el hecho religioso, sino, fíjate bien, decían, para la economía del pueblo. A mí esas conversaciones me hacían mucho bien, reconfortaban mi espíritu y me animaban a seguir adelante, a luchar por mi ciudad.

Todo fue normalizándose, aunque por el camino fui perdiendo algunas lecturas que antes eran fundamentales para mí. Ya no me gustaban aquellos textos de, por ejemplo, Azorín, ahora me parecían palabras fruto del rencor, "Este es un pueblo feliz -piensa Azorín-; tiene muchos clérigos, tiene muchos militares, van a misa, creen en el demonio, pagan sus contribuciones, se acuestan a las ocho... ¿Qué más pueden desear? Tienen la felicidad de la Fe, y como son católicos y tienen horror al infierno, encuentran doble voluptuosidad en los pecados que a los demás mortales, escépticos de las chamusquinas eternas, apenas nos enardecen."

Más votos, más cosas... Y fue cierto, fueron muchas las cosas que hice. Recuerdo, entre otras, aquel acto multitudinario en el que acompañé al obispo en la inauguración de un monumento a la virgen. Fue un mediodía perfecto. También recuerdo aquel día en el que, acogido por el afecto de mis vecinos, leí algunos fragmentos de la Biblia en el centro del pueblo, a pesar del ruido de un grupo de mujeres histéricas que, a pocos metros, se concentraban, decían, para luchar por sus derechos, para acabar, insistían, con la violencia machista. No fueron educadas, interrumpían con sus quejas el bonito acto que otros ciudadanos libres estábamos celebrando... más votos, más cosas.

Había llegado a un punto en el que ya me resultaba enormemente fácil olvidar cualquier momento engorroso. Como aquella tarde en la que volví a encontrarme con aquel antiguo amigo. Nos paramos, nos quedamos quietos, mirándonos directamente a los ojos, hasta que él dijo: "Republicano, laico... ¿qué habéis hecho con los desahuciados, con los si techo, dónde están los comedores sociales? ¿Dónde...? Va, déjalo..." Se dio media vuelta y se fue, iba cojeando. Sólo llevaba unos pasos cuando se volvió y me espetó aquellos versos de Miguel Hernández que cuando éramos jóvenes parecían emocionarnos a los dos:

"Me libré de los templos: sonreídme 
Sonreídme, que voy a donde estáis vosotros los de siempre,
los que cubrís de espigas y racimos la boca del que nos escupe,
los que conmigo en surcos, andamios, fraguas, hornos,
os arrancáis la corona del sudor a diario."

Más votos, más cosas...

Todo esto ocurrió después de acceder al cargo.

Más votos, más cosas.


POLÍTICOS Y RELIGIÓN CATÓLICA, 
Antonio Muñoz Molina

La tradición integrista española había proclamado durante siglos la religión católica como uno de los pilares de la identidad nacional. La disidencia política se había asimilado a la herejía. ser liberal en el siglo XIX defender la separación entre la iglesia y el estado o la libertad de cultos equivalía a ser menos español o directamente a no serlo. Algunas de las mejores energías progresistas se habían consagrado al empeño de limitar el influjo de la iglesia y de la religión católica en todos ámbitos de la vida: a rescatar la educación del poder de las órdenes religiosas y a imponer la primacía de la ley civil. Por definición una cultura democrática debería ser laica, y un país soberano no podía aceptar la hegemonía de una sola confesión religiosa, por muchos fieles que tuviera, por muchos siglos de arraigo que esgrimiera como argumento para exigir privilegios. Que la derecha española no se haya desembarazado de la reverencia servil hacia la iglesia católica o del entusiasmo por sus rituales no tiene nada extraño. Que la izquierda los abrazara con tanta convicción fue otra de las grandes sorpresas que nos deparó el cambio de los tiempos.

La religión ya no era el opio del pueblo. La religión era ahora una parte de las culturas vernáculas, de las identidades colectivas inmemoriales que era preciso rescatar o preservar: incluso inventar, si era preciso, y literalmente al precio que fuera; porque ahora el dinero público que había empezado a fluir con tanta abundancia y a financiar tantos simulacros, fiestas, protocolos, solemnidades, efemérides, también se dedicó a pagar las facturas crecientes de las celebraciones católicas. Por cobardía ideológica, por falta de verdaderas convicciones laicas, por oportunismo electoral, la izquierda en el poder se volvió cómplice de las liturgias aparatosas de la iglesia y secundó y fortaleció su ocupación de los espacios públicos. En Granada, hacia mediados de los ochenta, un concejal comunista enamorado de las pompas barrocas inventó una Ofrenda Floral a la Virgen de las Angustias; un día determinado, creo que en septiembre, particulares, instituciones, colegios profesionales, cofradías, escuelas, equipos deportivos, llevaban ramos y coronas de flores que iban cubriendo poco a poco la fachada entera de la basílica de la Virgen. El entusiasmo de los medios fue inmediato: los periódicos de la ciudad invitaban a participar en la convocatoria y publicaban imágenes de las ofrendas en la primera página; las emisoras de radio la transmitían en directo. Al cabo de dos o tres años aquella iniciativa ya se había convertido en una tradición de la ciudad. Lo decía el periódico, lo repetían los locutores en la televisión y la radio: "la tradicional ofrenda a la Virgen de las Angustias".

En un país sofocado durante siglos por la omnipresencia de la iglesia católica era urgente una pedagogía visual que marcara la separación educacional y tajante entre la religión y la vida cívica. Pero ahí siguen, al cabo de los años, los representantes de la soberanía popular marchando con paso solemne delante de los cristos y las vírgenes, asistiendo a misas y recitando votos de fe y rogativas, solicitando en público la protección divina, como si no hubiera en España otros creyentes que los de la religión católica, como si solo hubiera creyentes. Y ahora que estamos en quiebra y que no hay dinero para pagar lo más necesario habría que calcular cuánto dinero público se ha gastado desde 1979 en la opulencia de las semanas santas y los corpus christis y los rocíos y las ofrendas florales, en sufragar nuevos mantos bordados de vírgenes y nuevos pasos procesionales, en transmitir en directo por las televisiones oficiales los desfiles de todas y cada una de las cofradías.


Pero quizás ese dinero no sea nada en comparación con todo el que reciben los colegios religiosos: debajo del carnaval de todas las entrañables fiestas y tradiciones católicas se esconde uno de los mayores expolios y de los mayores escándalos de la democracia española: con dinero público se subvenciona al cien por cien la enseñanza religiosa; las escuelas religiosas privadas se sostienen con los impuestos de todos, no con las contribuciones de los fieles de cada confesión que quieran educar en ella a sus hijos; en financiar el privilegio y la educación religiosa se van los fondos que por ser de todos deberían sostener la enseñanza pública.

('Todo lo que era sólido', de Antonio Muñoz Molina,  p. 70, 71 y 72, Seix Barral)

'LOS BRUJOS', 
por Juan Antonio Gallardoski

Una tarde, el ser humano no era perseguido por algún bicho más fuerte, más ágil y más letal que él mismo. Aquella tarde, por lo que fuera, estaba siendo tranquila y en vez de dar saltos de risco en risco mientras el tigre de dientes de sable agarraba al más débil de la tribu, o al más lento y se lo zampaba en dos o tres mordiscos, se quedaron nuestros ancestros mirando cómo iba poniéndose el sol. 

Uno de ellos que, pongamos, se había quedado cojo en alguna de esas persecuciones y que como apenas participa en otras a la inversa, la caza por ejemplo del oso cavernario, se vio obligado a nutrirse con raíces y tubérculos, porque la tribu no había descubierto aún lo de las prestaciones por invalidez, ni la ley de dependencia. Para eso faltaban algunos millones de años y duraría, el descubrimiento, lo que dura una revolución, nada, un corto espacio de tiempo. 

Así que, mientras los chulos se comían la carne cruda de la caza, nuestro renco antepasado tenía que conformarse con plantas silvestres y con algún gusano que por allí reptara o anduviera. Entre esas plantas descubrió algunas que elevaban su mente a estadios de percepción rarísimos, serían seguramente antepasadas del peyote o de la “amanita muscaria”, con aquellas melopeas y con el estómago medio vacío, nuestro amigo cojo amagaba extrañas danzas, gruñía como una bestia malherida y a veces daba risa al resto de la tribu, y a veces daba miedo. 

Cuando daba risa, si alguno de los machos se hartaba de la tabarra del cojo, le pegaba con un hacha de piedra un hachazo en la cabeza y se acababa la ópera. Pero, la mayoría de las veces, el cojo daba miedo, porque hasta de su cojera, es decir de su dolor, se olvidaba cuando estaba inmerso en alguno de aquellos momentos alucinados y viajaba su cerebro a inexplicables regiones de maravilla e inconsciencia. 

Fascinados por ese estado de fantasía y de ebriedad, los carnívoros glotones empezaron a pedirle que compartiera su magia y él, dueño del secreto, fue repartiendo con cicatería las dosis a los compañeros a cambio, al principio porque no se atrevía a más, de algunas sobras del banquete, pero poco a poco exigió para él los mejores cachos. Los más nutritivos y exquisitos. 

Así, este marginado social, se fue haciendo con el poder en la tribu. Ya digo, si sobrevivía a la risa y al garrotazo y conseguía provocar miedo entre sus congéneres. Acabábamos de inventar la ebriedad y la brujería. 

Erigido ya en brujo, se fue corrompiendo como lo hace todo poder. No se conoce poder que no haya sido corrupto, como no se conoce cadáver que tampoco, salvo el brazo de Santa Teresa y, me parece, que la momia de Lenin. 

Empezó nuestro brujo cojitranco a tener caprichos y poco a poco iba haciendo sus apuestas, que eran cada vez más arriesgadas. Les decía a sus coetáneos, ya casi súbditos y sumidos todos en una borrachera considerable gracias a sus preparados de raíces y savias: 

-¡Como no me traigáis un buen entrecot de Mamut ese sol que estáis viendo ponerse entre las montañas y que mañana debiera salir otra vez, no lo hará, no habrá amanecida y será la noche eterna! 

Y entre la trompa que llevaban y el miedo al castigo que tenían, hasta los más cachas de los cavernícolas se plegaban a los deseos del antaño marginado social. 

Los caprichos cada vez eran más delirantes y las amenazas de no cumplirlos, más apocalípticas. 

Fuegos eternos en los que se quemarían los cuerpos, diluvios universales que ahogarían a todos, quimeras monstruosas que emergerían de los mares para zamparse a conocidos y vecinos. El brujo tenía ya altares en los que echaba cosas, una tienda de campaña hecha con pieles de bisonte más buena y más lustrosa que las del resto, sin moscas asquerosas y enormes alrededor chupando los restos de carne del animal muerto. 

Incluso se hizo con una pequeña policía que le protegiera de posibles revueltas. Acabábamos de inventar la religión y el poder. 

Y con esta milonga ha vivido y vive la humanidad su historia, soporta las más grandes infamias y las tribulaciones más horrorosas, pendiente de una vida ultraterrena, que cada brujo cuenta a su manera. 

Y cohabitan el planeta quienes andan convencidos de que con un chaleco de dinamita y saltando en pedazos para llevarse por delante a unos cuantos infieles, tocarán un cielo de huríes, con los que con anillos de diamantes y palacios de oro exigen humildad y votos de pobreza a cambio de ser propietarios, tras la muerte, del reino de los cielos, o como mínimo de una parcelita en el Edén. 

La brujería no existe, pero los embrujados sí. 

ENTRADAS RELACIONADAS:

'MI PLEGARIA', DE HRISTO BOTEV (ADAPTACIÓN MUSICAL DE PACO LUQUE)

("... no tú, quien al esclavo dictas rezar, someterse, y le nutres hasta la tumba con falsas esperanzas; Sino tú, Dios del intelecto, defensor de los caídos, cuyo día los pueblos festejarán ya muy pronto...")


'LA VISITA DEL OBISPO'

("Ayer sábado, el Obispo Asidonia Jerez, José Mazuelos Pérez visitó la ciudad de Sanlúcar de Barrameda. En principio, su presencia en la localidad estaba prevista para inaugurar no se qué monumento a una virgen. Sin embargo, lo que ocurrió dejó sin palabras a todos los presentes. El obispo se presentó en el lugar destinado al monumento vestido de paisano, en plan humilde, sin ninguna túnica lujosa...")




'TECHO Y COMIDA', CINE Y CRISIS

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"Hemos llegado a un punto tan obsceno y siniestro en el que asumimos con culpable displicencia el terrible hecho de que la sociedad está partida en dos, los visibles, por un lado, y los invisibles, por otro...

Cuando estás en el bando vencedor, apenas te das cuenta de que hay una guerra: no se ven las grietas en las aceras... ni los comercios cerrados, ni las urgencias de los hospitales públicos, ni las personas sin techo"


... Son los olvidados, son los que jamás nos podrán perdonar que nosotros no habláramos de ellos, que los sostuviéramos, que les diéramos visibilidad"

El abrazo de la desesperación mientras los aficionados celebran un triunfo de la selección española de fútbol

Hemos llegado a un punto tan obsceno y siniestro en el que asumimos con culpable displicencia el terrible hecho de que la sociedad está partida en dos, los visibles, por un lado, y los invisibles, por otro. Lo han conseguido, qué horror, han conseguido que las noticias sean las que deben ser, y que la realidad se vaya al carajo por el desagüe de nuestra cotidianidad, de nuestras cuitas sin sentido, mientras esos niños, esas madres son censuradas mientras buscan comida donde no la hay, mientras se ofrecen a hacer lo que sea... Rocío, (personaje principal de 'Techo y Comida): “Puedo trabajar de lo que sea, cualquier cosa”. Ella se zumbe en la desesperación y hace de ese sufrimiento una costumbre, sabiendo, además, que está sola, que los demás estamos a otras cosas, que los demás, incluso, sonreímos, ante la recuperación económica.

Son los olvidados, son los que jamás nos podrán perdonar que nosotros no habláramos de ellos, que los sostuviéramos, que les diéramos visibilidad, que vieran, dentro de nuestra imperdonable torpeza, que seguimos vivos, que seguimos, de algún modo, siendo seres humanos... qué difícil es todo, y qué difícil es dejar de hacer lo que hay que hacer... ¿Tú no comes mamá?, le preguntaba el hijo a la madre de la película, de la realidad que nos hiere... No, no podía comer... sólo había eso.

"España ha sabido superar la mayor crisis sin que nadie quedara al borde del camino... el país ha demostrado su energía y su enorme capacidad de superación para sobreponerse en tiempo récord a una situación delicadísima...la nación española ha vuelto a dar muestra de su extraordinario potencial y de su afán de superación... hemos conseguido avanzar en empleo, crecimiento y confianza" (M. Rajoy)

Amén.

MÁS DE MEDIO MILLÓN DE DESAHUCIOS DESDE QUE EMPEZÓ ESTA ESTAFA

Parece que está prohibido hablar de los miles, y miles, de suicidios provocados por esta estafa que padecemos...

¿Qué tal va Operación Triunfo?

¿Alguien recuerda a algún ministro (o a algún alcalde, añadimos nosotros) hablando de la desigualdad y de la eficacia de las políticas sociales? Cuando estás en el bando vencedor, apenas te das cuenta de que hay una guerra: no se ven las grietas en las aceras, ni las hierbas creciendo en las juntas, ni los comercios cerrados, ni las urgencias de los hospitales públicos, ni las personas sin techo. Pero están ahí. Al lado de los miles y miles de consumidores del Black Friday. (Joaquín Estefanía)

No vemos mañana a las siete de la tarde en 'La Morera', para hablar de lo que tenemos que hablar... no falten.






'ÉRASE UNA VEZ...' por Luis Enrique Ibáñez / 'EMPATÍA', por Ana Merino

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"En esa misma ciudad, la de 'Érase una vez', la gente descubrió, qué cosas, que madres sin niños, sin nada, se habían quedado en la puta calle. En esa misma ciudad, descubrimos que decenas de familias expulsadas de la vida habían ocupado viviendas vacías... En esa misma ciudad, en algún oscuro lugar se proyectó 'Techo y Comida'... sólo a las pocas horas... pudimos ver al equipo de gobierno de esa ciudad de érase una vez, reunirse con todos los belenistas, con todos, con todos... Justo después, a esas familias les habían cortado la luz, pero el alcalde hizo una buena inauguración... Qué siga la fiesta."

Sanlucar de Barrameda, Calle Alcoba

'ÉRASE UNA VEZ...' 

Érase una vez un pueblo que, como tantos otros, preparaba, casi sin pensar, la llegada de la Navidad. Érase una vez que, como todos los años, Diciembre (imposible no acordarse de esa canción) llegó sin avisar, nos pilló desnudos, con frío, mucho frío, no en el cuerpo, más bien en el pensamiento. Érase una vez, son tantas, en el que algunos habitantes de ese pueblo no se habían dado cuenta de que que ya había pasado la Semana Santa, incluso ya habían concluido las entrañables celebraciones y pasos de agosto, de septiembre... de tantos días, de tantas horas sin que nos dé tiempo a pensar.

Érase una vez en que impelidos por las inercias de la costumbre, uno empieza a acordarse del pasado, de la infancia, de los seres a los que ya no puede hablar, abrazar, para ser más precisos.

Érase una vez, en ese mismo pueblo, que algunos, no demasiados, pero valientes, y por supuesto, locos, intentaban concienciar a ese pueblo de érase una vez. Incluso organizaban actos reivindicativos, incluso intentaban, ilusos ellos, cambiar el curso de la vida, ilusos.

En ese pueblo, no era el de Dickens (o más bien, sí), pero hay que volver él, se intentaban hacer cosas, pocas y sólo unos pocos, pero sembrando, siempre sembrando... 

Érase una vez que en esa ciudad, muchos estuvieron pendientes de lo que les ocurría a los sin techo, y lo hacían estando cansados de intentarlo, lo hacían porque no creían que hubiera otro modo de mirarse al espejo y descubrir, además de su cara, que no preparó café.

En esa misma ciudad, la de 'Érase una vez', la gente descubrió, qué cosas, que madres sin niños, sin nada, se habían quedado en la puta calle. En esa misma ciudad, descubrimos que decenas de familias expulsadas de la vida habían ocupado viviendas vacías, tenían que vivir.

En esa misma ciudad, en algún oscuro lugar se proyectó 'Techo y Comida'. En esa misma isla mínima, en ese acto, mujeres con sus hijas hablaron... hablaron, y poco más podíamos contestar.

Y érase una vez que sólo a las pocas horas de llorar con las mujeres olvidadas, con sus hijos, con sus lágrimas, pudimos ver al equipo de gobierno de esa ciudad de érase una vez, reunirse con todos los belenistas, con todos, con todos... 

Justo después, a esas familias les habían cortado la luz, pero el alcalde hizo una buena inauguración... Qué siga la fiesta.

Feliz Navidad. Hoy, alguien pensaba en una columna de opinión para sus alumnos. Pero al final resultó que la quería para todo el mundo. Incluso aunque no le gustara el final, porque algunos piensan que esa nueva asignatura debería llevar. como trabajo final, la exigencia inapelable de que los distintos gobiernos, todos, se preocuparan, de verdad, por la Desigualdad Social, y no sólo (y mal), por las supuestas capas visibles de la sociedad... Ana Merino.

Y, por supuesto, lo que Ana Merino, y tantos, pensamos para los alumnos, lo pensamos también, y antes que nada, para los dirigentes ciegos y recompensados de esto que llamamos, hasta da corte nombrarla, España... camisa blanca de mi esperanza... qué difícil todo.

'EMPATÍA', por Ana Merino

¿Y si hacemos que la empatía sea una asignatura obligatoria en los institutos de enseñanzas secundarias? Básicamente, obligaríamos a los estudiantes a ponerse en el lugar de las otras personas. Sí, nos esforzaríamos por elaborar un plan pedagógico que ayudase a nuestros adolescentes a desarrollar la emocionalidad de la empatía. Sería un laboratorio de prácticas con tareas precisas. La primera lección duraría tres semanas y les tocaría vivir en la calle con indigentes. Tendrían que acompañar a los hombres y mujeres de edad y nacionalidad indefinida que deambulan melancólicos y sin apenas posesiones por las ciudades y pueblos. Buscar en las miradas de esos rostros arrugados algún vestigio de la luz de su primera juventud.
Los alumnos no solo deben encontrarse con los necesitados sin hogar, sino que, al ejercicio de escoltarlos, acompañarlos y observarlos, se debe sumar el esfuerzo de escucharlos y tratar de imaginar cómo fue su vida a través de las cosas que les cuenten. Nuestros adolescentes con esta asignatura aprenderían de los que han vivido vidas amargas y están allí para contarlo y darles las claves de la supervivencia más atroz. Se recuperaría la noble tradición de honrar a los que sufren. También se celebraría la dura vida errante y desprendida del que no tiene nada. A nuestros jóvenes, les ayudaría pensarse a ellos mismos tal vez con 80 años deambulando por las calles y viviendo el día a día. El Carpe diem más puro y humilde.
Por otra parte, si se coordina bien la asignatura y se reparten las semanas de forma organizada, tal vez podamos garantizar compañía y seguridad sobre todo para los ancianos indigentes durante casi todo el año. Así evitaríamos que les dieran palizas esos grupos de monstruos desalmados alérgicos a la pobreza. La asignatura de la empatía tendría ese lado práctico con el primer laboratorio de apoyo a las gentes sin hogar. Luego le sumaríamos visitas semanales a los centros de acogida de mujeres maltratadas y otros lugares marcados por la urgencia social.
Los estudiantes evidenciarán sus capacidades y lo mucho que aprendieron siendo amables con todo el mundo. Mostrarán afecto y respeto por sus profesores, sus padres, sus compañeros de clase y los desconocidos. Deberán lamentarse con los desdichados y acompañarles en el sentimiento. Dedicar unos minutos al día para entender a sus semejantes y hacer de la desgracia ajena un motivo de reflexión compasiva. Para que nunca olviden lo vivido se escribirán una carta a ellos mismos pensando en los demás, y la recibirán dentro de 50 años.


'CUANDO NADA ES MENTIRA, PERO NO TODO ES VERDAD', por María Márquez (alumna de 2º de Bto. en el IES Cristóbal Colón)

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"... no solo estamos enormemente influenciados por los medios de comunicación, sino que somos adictos a ellos. Desde hace años se han encargado de moldear nuestro pensamiento a su antojo, para así crear una población ignorante de todo lo que le rodea y de todo lo que le afecta...existen cientos de programas basura cuyo único fundamento es cotillear acerca de la vida ajena. De esta forma, causa una sensación de armonía en el receptor, que evade de sus propias situaciones para concentrarse en la de terceros y de esta forma consolarse. Pero es que además, fomentan la ignorancia y la incultura desde que somos pequeños"

En la asignatura de Medios de Comunicación y Sociedad (Optativa, 2º Bachillerato) propusimos a los alumnos que escogieran una cita sobre la prensa de entre las que aparecen en una página digital. A partir de la cita escogida debían hacer una reflexión sobre todo el trabajo realizado durante el primer trimestre.

Dejamos aquí una de esas reflexiones, la de María Márquez, 2º de Bachillerato, modalidad Ciencias de la Salud.


CUANDO NADA ES MENTIRA, PERO NO TODO ES VERDAD

“Con una hábil manipulación de la prensa, pueden hacer que la víctima parezca un criminal y el criminal, la víctima.”Malcolm X




El autor de esta frase es Malcolm X (1925-1965). Se trata de un orador, ministro religioso y activista estadounidense. Era defensor de los derechos de los afroestadounidenses y fue encarcelado por ser relacionado con algunos crímenes cometidos por este sector de la población. El 21 de febrero de 1965 fue asesinado.

En esta declaración, el autor reflexiona acerca de la manipulación a la que estamos sometidos por parte de la prensa. Esta influencia se da desde diferentes ámbitos e inconscientemente estamos expuestos a ella.

La prensa, hace uso de 10 estrategias de manipulación de masas esencialmente. Estas estrategias están explicadas en el vídeo de Chomsky. En él, se alude primero al interés de los medios de comunicación de distraernos, inundándonos con continuas informaciones insignificantes para mantener al público ocupado. Además, se encargan de crear problemas ficticios y proporcionar la información gradualmente, para luego ofrecer soluciones, que no sean más que una excusa para normalizar la pérdida causada desde los gobiernos. Otra de las estrategias mencionadas en el vídeo, es la estimulación del receptor a la idiotización y a la ignorancia. Hoy día, nos ofrecen múltiples programas banales, que enganchan al receptor y fomentan la mediocridad. Con todo esto, consiguen tener a un público alejado de las preocupaciones que afectan realmente a la población y cuando esta es tan honda que cala hasta los ciudadanos, se encargan de disfrazarla para llevar nuestro pensamiento hasta el punto de vista que nos quieran transmitir.


"... un pueblo distraído es un pueblo ocupado y por lo tanto manso"

La manipulación por parte de los mass media, se ofrece de forma inconsciente. Si preguntáramos a un gran sector de la población sobre la influencia de los medios en sus vidas, la mayoría afirmaría que esta es nula. Las personas creen que son conscientes del consumo que hacen de las diferentes transformaciones, pero realmente, no tenemos ni idea de hasta que punto esta nos controla, domina y captura para convertirnos en sus títeres. Como bien dice la columna 'Veneno' de Manuel Vicent, creemos que estamos sanos y libres, sin saber que estamos envenenados.

Aparecen informaciones relevantes como la pasarela de moda de 
París (a la cual dedican 4 minutos), y omiten otras como las miles de personas que mueren a diario intentando buscar una vida mejor

Pero desde los diferentes medios de comunicación, se han diseñado múltiples estrategias para influir en el comportamiento de la población sin que se note es exceso.  Una de las formas que utilizan, es la selección de la ubicación en un periódico. El ser humano, tiene una gran disposición a estructurar la información que se le da, esto lo podemos ver en el artículo de opinión 'La información desestructurada' de AlexGrijelmo. De esta forma, las noticias que se encuentren en la portada, adquirirán mayor importancia que las que se encuentren en el lateral derecho de la página 3.Así como el tamaño de la letra del titular, o el trazo que tenga también afectará y será una propiedad subjetiva, presentada de manera muy sutil. Otro factor es el uso de titulares que llamen la atención del receptor y estos han sido extraídos del contexto y a veces incluso inventados. Los medios dan continuamente noticias falsas para así conseguir un mayor número de receptores y luego, ni siquiera se limitan a corregirlo. Este hecho se ve reflejado en el artículo Por qué no están en el manicomio de Javier Marías. En el texto hace una crítica al engaño que proporcionan los medios y la credulidad de los receptores para creernos lo falso y de esta forma sentirnos complacidos.

Pero esto traspasa el mundo de la prensa. Nos adentramos en la televisión, ¿imagináis un informativo absolutamente objetivo? Efectivamente, esto es una utopía. No solo se presenta la subjetividad con el vocabulario que utilizan, sino que la propia elección de la información ya es subjetiva. Actualmente, los informativos se han convertido en un circo de la mediocridad y la banalidad. Aparecen informaciones relevantes como la pasarela de moda de París (a la cual dedican 4 minutos), y omiten otras como las miles de personas que mueren a diario intentando buscar una vida mejor que la suya, robada por sus gobiernos y también por el nuestro. Hablo de aquellos a los que denominaron “refugiados”, para así hacer creer a la población europea que somos solidarios, cuando no hacemos más que darle la espalda a aquellos que fueron separados por una frontera y un color de piel, aludiendo al hecho de que son personas. 

Ahora bien, si nos centramos en la frase de Malcolm X, podemos encontrar que esta perversión por parte de los medios de comunicación no es un tema actual, ya que hace más de 50 años también se daba.

Cuando la población abra los ojos para mirar la basura que se encuentra a su alrededor, se dará cuenta que hace mucho que dejamos de decidir

Podemos encontrar titulares como el siguiente: “El déficit del Estado se redujo un 16% hasta el mes de octubre”. Los más ingenuos podrían pensar que estamos mejorando, sin embargo cuando nos paramos a leer la noticia, nos damos cuenta de que lo que realmente quieren transmitir es que el déficit ha aumentado, pero que el ritmo de este aumento se ha ralentizado. Realmente significa que si el año anterior era 250000 millones de euros, en lo que va de año este ha aumentado 30856 millones de euros. Una ligera diferencia, ¿no?


Resulta incluso irónico que tales expresiones puedan aparecer en periódicos que son leídos a diario por ciento de personas. Podemos observar como intentan desprestigiar a los asistentes de la manifestación. Por un lado, dice “escasa asistencia” y por otro “unos pocos miles”, desde mi punto de vista estos no son poco precisamente. Además el titular aparece con un grueso trazo y si una persona se limita a mirarlo únicamente, o se deja llevar por estas expresiones, pensaría que tanto UGT Y CCOO, ambos partidos luchando por los derechos de los trabajadores, no tienen ninguna fuerza.

Si analizamos la frase del autor, observamos cómo utiliza un sustantivo valorativo “manipulación”, de esta forma consigue causar un gran efecto en el receptor. Además, lo acompaña con un adjetivoa también valorativo también, “hábil”, para así enfatizar más su intención de advertencia al lector. Por otro lado, expone su frase con un ejemplo que va acompañado de dos sustantivos “víctima” y “criminal”, con esto hace una advertencia del poder que tienen los medios para influir y las falacias que pueden llegar a crear.




Basándome en estas imágenes, me gustaría concluir mi artículo.

En mi opinión, no solo estamos enormemente influenciados por los medios de comunicación, sino que somos adictos a ellos. Desde hace años se han encargado de moldear nuestro pensamiento a su antojo, para así crear una población ignorante de todo lo que le rodea y de todo lo que le afecta.

Empezando por la televisión, en la actualidad existen cientos de programas basura cuyo único fundamento es cotillear acerca de la vida ajena. De esta forma, causa una sensación de armonía en el receptor, que evade de sus propias situaciones para concentrarse en la de terceros y de esta forma consolarse. Pero es que además, fomentan la ignorancia y la incultura desde que somos pequeños. Se encargan de crearnos estereotipos y de engañarnos a base de mentiras, o de realidades moldeadas a su libre antojo. Pero es que claro, hay que tener en cuenta que un pueblo distraído es un pueblo ocupado y por lo tanto manso. Cuando la población abra los ojos para mirar la basura que se encuentra a su alrededor, se dará cuenta que hace mucho que dejamos de decidir. Pero claro, los recortes en Sanidad, Educación etc., son nada comparados con la pelea de Belén Esteban con su exmarido, y claro, así nos va.

Pero esta manipulación también se da a través de la prensa. Seleccionan las noticias, su ubicación, el tamaño de su letra, el grosor y las columnas que van a ocupar, y muchas veces, las utilizan para lo más banal y absurdo del momento. Pero es que además, están mintiéndonos constantemente. Seleccionan titulares que no tiene nada que ver con el tema del que se trata, se saca de contexto las entrevistas y a veces incluso nos mienten, y todo esto en nuestra cara y con la pasividad del lector de volverlo a comprar a la mañana siguiente.

No somos conscientes de los problemas que estas nuevas tecnologías nos causan, somos la más clara interpretación de La Caverna de Platón, pero en lugar de ver sombras, vemos durante horas la televisión que se inyecta directamente en nuestras neuronas y nos impide pensar por nosotros mismos, más allá de la ideología y pensamiento de cualquier individuo.

En conclusión, no somos más que títeres a manos de aquellos que redactan nuestros pensamientos. Hemos dejado de ser personas para ser máquinas, memorizando información y transmitiéndola, sin capacidad alguna para discernir lo que sí es moral, verdadero, de lo que en absoluto lo es.









'EL ASUNTO', por Juan José Millás / 'INVIERNO PARA BEBERLO', de Vicente Huidobro

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"La palabra “frío” provoca más solidaridad que el eufemismo “pobreza energética”... Ahora mismo, mientras los telediarios hablan de nimiedades dignas de una reunión de vecinos que se llevan a matar, hay gente con los labios morados y sin sensibilidad en los dedos de las manos y los pies... Ciérrenles una semana la calefacción a los subsecretarios, apaguen las calderas del Congreso. A ver de qué hablan estos señores pasados cuatro días"

"... El salón se hincha con el vapor de las boca
Las miradas congeladas cuelgan de la lámpara
Y hay moscas
Sobre los suspiros petrificados..."


EL ASUNTO

La palabra “frío” provoca más solidaridad que el eufemismo “pobreza energética”. Pobreza energética suena a problema de orden técnico que se arregla con la creación de un comité, es decir, que no se arregla. Tú ves en la calle a un niño tiritando de frío y corres a abrigarlo. A veces ni siquiera hace falta que sea un niño: hay gente que salva la vida con su propio aliento a un gorrión. Pero si ves a un pobre energético piensas que ya lo arreglarán el Gobierno o una ONG. Ahora mismo, mientras los telediarios hablan de nimiedades dignas de una reunión de vecinos que se llevan a matar, hay gente con los labios morados y sin sensibilidad en los dedos de las manos y los pies. Cuando una casa se enfría, se enfría el mango de los tenedores y de las cucharas. Se enfrían los bordes de la taza del retrete o del bidé, incluso la pastilla de jabón. Se enfrían también los mandos del grifo y el suelo de la ducha. Se enfrían los picaportes de las puertas, los interruptores de la luz, los vasos, los barrotes del cabecero de la cama, las sartenes, los platos, los lomos de los libros y hasta la montura de las gafas. Todo quema en una casa fría. Y tú, dentro de ella, no eres más eres un témpano de hielo con la televisión encendida y las manos tendidas hacia la pantalla. Pero la tele, pese a los colorines, también despide frío, más que un aparato de aire acondicionado. ¿De qué habla toda esa gente que sale en las noticias cuando el único asunto, para el que tiene frío, es el frío?
Dejen ustedes que se enfríen los despachos de los ministros, el palacio de la Moncloa, el de la Zarzuela. Ciérrenles una semana la calefacción a los subsecretarios, apaguen las calderas del Congreso. A ver de qué hablan estos señores pasados cuatro días.
(Fuente: El País, 08-12-2017)
INVIERNO PARA BEBERLO
El invierno ha llegado al llamado de alguien

Y las miradas emigran hacia los calores conocidos
Esta noche el viento arrastra sus chales de viento
Tejed queridos pájaros míos un techo de cantos sobre las avenidas

Oíd crepitar el arcoiris mojado
Bajo el peso de los pájaros se ha plegado
La amargura teme a las interperies
Pero nos queda un poco de ceniza del ocaso
Golondrinas de mi pecho qué mal hacéis
Sacudiendo siempre ese abanico vegetal
Seducciones de antesala en grado de aguardiente
Alejemos en seguida el coche de las nieves
Bebo lentamente tus miradas de justas calorías
El salón se hincha con el vapor de las bocas
Las miradas congeladas cuelgan de la lámpara
Y hay moscas
Sobre los suspiros petrificados
Los ojos están llenos de un líquido viajero
Y cada ojo tiene un perfume especial
El silencio es una planta que brota al interior
Si el corazón conserva su calefacción igual
Afuera se acerca el coche de las nieves 
Trayendo su termómetro de ultratumba
Y me adormezco con el ruido del piano lunar
Cuando se estrujan las nubes y cae la lluvia
Cae
Nieve con gusto a universo
Cae
Nieve que huele a mar
Cae
Nieve perfecta de los violines
Cae
La nieve sobre las mariposas
Cae
Nieve en copos de olores
La nieve en tubo inconsistente
Cae
Nieve a paso de flor
Nieva nieve sobre todos los rincones del tiempo
Simiente de sonido de campanas
Sobre los naufragios más lejanos
Calentad vuestros suspiros en los bolsillos
Que el cielo peina sus nubes antiguas
Siguiendo los gestos de nuestras manos
Lágrimas astrológicas sobre nuestras miserias
Y sobre la cabeza del patriarca guardián del frío
El cielo emblanquece nuestra atmósfera
Entre las palabras heladas a medio camino
Ahora que el patriarca se ha dormido
La nieve se desliza se desliza
se desliza
Desde su barba pulida

ENTRADAS RELACIONADAS:

'ERASE UNA VEZ...', por Luis Enrique Ibáñez


("En esa misma ciudad, la de 'Érase una vez', la gente descubrió, qué cosas, que madres sin niños, sin nada, se habían quedado en la puta calle. En esa misma ciudad, descubrimos que decenas de familias expulsadas de la vida habían ocupado viviendas vacías... En esa misma ciudad, en algún oscuro lugar se proyectó 'Techo y Comida'... sólo a las pocas horas... pudimos ver al equipo de gobierno de esa ciudad de érase una vez, reunirse con todos los belenistas, con todos, con todos... Justo después, a esas familias les habían cortado la luz, pero el alcalde hizo una buena inauguración... Qué siga la fiesta.")


(Hemos sabido que las tres grandes eléctricas españolas han ganado 4.300 millones en nueve meses mientras el recibo de la luz sube casi un 13%; que los beneficios de las grandes corporaciones están ya en los niveles previos a la crisis, pero que el salario medio de los españoles cayó en 2016 por primera vez desde hace una década; que la gran banca ha ganado casi 80.000 millones de euros desde 2009, un 40% más de lo que costó a los contribuyentes el rescate del sector financiero (principalmente las cajas); que Fomento considera razonable pagar a auditoras privadas para establecer las condiciones de la relicitación de las autopistas de peaje rescatadas por los contribuyentes)






' LITERATURA Y NACIÓN', por Manuel Vilas / 'COTO VEDADO', de Juan Goytisolo (fragmento)

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Ahora que tanto se habla de patrias y naciones...

"Tal vez el primer apátrida de la modernidad fuese Lord Byron, el primero que experimentó la desavenencia con su identidad nacional como un logro ético y estético... La vida errante se instituía en las letras occidentales como una forma hermosa de desafección patriótica..."

"...el intercambio y ósmosis de culturas crearían poco a poco el ámbito en el que se desenvolverían mi vida y escritura, al margen de los valores e ideas, menos estériles que castradores, ligados a las nociones de credo, patria, Estado, doctrina o civilización..."('Coto vedado', Juan Goytisolo)

El escritor Juan Goytisolo, en la puerta de su casa en Marrakech. Bernardo Pérez

LITERATURA Y NACIÓN

Fue en el siglo XIX cuando la literatura descubrió su poder para la representación social del presente y lo hizo a través de la novela. Esas sociedades de las que se hablaba en las novelas tenían nombre: Francia, Rusia, Inglaterra, España. El XIX fue el siglo del nacionalismo y lo fue también de las ficciones de largo aliento, que se convirtieron en el espejo de las identidades colectivas. Ya no hacía falta la fuerza bruta de un ejército, o la solemnidad de un Estado, o la efigie de un rey para contemplar una nación: la novela era un reflejo más moderno, más sofisticado, más universal. La novela componía naciones: la Inglaterra de Dickens, la Francia de Balzac, la Rusia de Tolstói o la España de Galdós. Los novelistas triunfaron, pero también cargaron en sus hombros con los recién estrenados fantasmas de las naciones. La modernidad aceptaba el pacto de novela y nación a cambio de que el reflejo de las sociedades fuese crítico. Pero el maridaje entre escritor y país ya estaba formulado. Ese maridaje, en el siglo XX, acabó teniendo toda clase de desencuentros. Thomas Bernhard murió odiando un país entero: Austria. Vladímir Nabokov abandonó la lengua rusa y a partir de 1938 escribió en inglés. Tras la Segunda Guerra Mundial, los escritores huyeron del nacionalismo como de la peste, pero eran conscientes de que iban a ser adjetivados en función de su origen nacional. Nadie escapaba a su país, de modo que el Premio Nobel a Albert Camus fue el Premio Nobel a un escritor francés. O el Premio Nobel a Juan Ramón Jiménez, un poeta en el exilio, fue el Nobel a un escritor español. La nacionalidad adjetiva siempre a la literatura.
Tal vez el primer apátrida de la modernidad fuese Lord Byron, el primero que experimentó la desavenencia con su identidad nacional como un logro ético y estético. Byron insultó a Inglaterra, pero Inglaterra no se sintió insultada por él. Todo lo contrario, acabó integrando el insulto byroniano como una nueva forma de ser inglés. Byron fue el apátrida errante. La vida errante se instituía en las letras occidentales como una forma hermosa de desafección patriótica y perfilaba el mito de lo que luego se llamó cosmopolitismo, que fue una gran invención tras la que se podían disimular orígenes nacionales exóticos, y estoy pensando en Rubén Darío. Del cosmopolitismo, que fue una utopía parisiense, se pasó a “mi patria es mi lengua”, una solución que evitaba al escritor tener que sufrir la toxicidad de los Estados y zanjar el oscuro asunto de la patria. Aun hubo un remedio casi enternecedor en aquellos escritores que usaban y usan el “mi patria es mi infancia”, que fue un hallazgo de Rilke.
Por mucho que Oscar Wilde maldijera Inglaterra, su destino es estar en el cuadro de honor de la literatura de lengua inglesa. Hasta la poesía irreductible de Rimbaud sabía que su destino era Francia. Estados Unidos sigue siendo feudo de Walt Whitman. Y España pertenece a Antonio Machado. La identidad nacional necesita escritores para existir. Pero los lectores también consiguen articular su identidad personal cuando ven su país representado literariamente, incluso cuando su ciudad es satirizada, caso de Dublín en el Ulises de Joyce. La representación negativa de un país, si tiene fuerza artística, es válida. De la representación realista de las sociedades crecidas bajo el nacionalismo decimonónico, la literatura, ya en el siglo XX, sondeó zonas simbólicas y resbaladizas, como ocurre en Pedro Páramo, de Juan Rulfo, novela que presenta un retrato distorsionado de un ente fantasmal llamado México. Luces de Bohemia,de Valle-Inclán, contribuyó a la construcción del mito literario de España, que pasó de la literatura a la política, y que, lo estamos viendo hoy, aún perdura. Insistiendo en esa idea, y ya casi a título de perversa ironía, si España perdiera su identidad histórica, obras muy críticas con esa identidad, como la de Luis Cernuda o Juan Goytisolo, se volverían incomprensibles. Estoy pensando en que un libro como Coto vedado será comprensible para un lector futuro en tanto en cuanto siga existiendo España.
Es muy difícil que un escritor no lleve la sociedad y el país que le ha tocado en suerte a las páginas de sus libros. Cien años de soledad consagraba una épica fantasiosa de un país que parecía de ficción, pero que acabó siendo Colombia. Muy sabedor de esto fue el propio García Márquez cuando eligió como vestimenta de gala en la recepción del Premio Nobel de 1982 el liquilique que ahora se expone en el Museo Nacional de Colombia. Hoy día la incomodidad persiste, y ningún escritor civilizado quiere ver su nombre al lado de ninguna clase de nacionalismo identitario. El apátrida más fascinante fue Franz Kafka. La nacionalidad de Kafka es un vacío. Nadie podría decir de él que fuese alemán, ni checo, ni judío. Cuando Roberto Bolaño escribió Los detectives salvajes formuló una idea del poeta latinoamericano como apátrida y pobre. El vagabundeo byroniano se encarnaba, en versión low cost, en los personajes de la novela de Bolaño, quien en su propia vida también alcanzó un alto grado de escritor sin patria, o escritor con tres patrias: Chile, México y España. Los poetas mendigos de Bolaño son una buena metáfora de la desafección de la literatura hacia la patria.
(Fuente: babelia.com)

'COTO VEDADO' 
(fragmento)

La fecundidad de cuanto permanece fuera de las murallas y campos atrincherados, el vasto dominio de las aspiraciones latentes y preguntas mudas, los pensamientos nuevos e inacabados, el intercambio y ósmosis de culturas crearían poco a poco el ámbito en el que se desenvolverían mi vida y escritura, al margen de los valores e ideas, menos estériles que castradores, ligados a las nociones de credo, patria, Estado, doctrina o civilización. Hoy día, cuando la fanfarria hispana reproduce a diario las celebraciones de las patrias chicas medianas o grandes a nuestras glorias literarias y artísticas, el silencio, extrañeza y vacío que envuelven a mí y a unos cuantos, lejos de entristecerme, me convence de que el binomio fidelidad/desarraigo tocante a la lengua y país de origen es el mejor indicativo de un valor estético y moral en cuya hondura no cala por fortuna el dador de homenajes. La libertad y aislamiento serán la recompensa del creador inmerso hasta las cejas en una cultura múltiple y sin frontera, capaz de trashumar a su aire al pasto que le convenga y sin aquerenciarse a ninguno. La guerra civil íntima de mi sexo y lengua, preludio quizá de mi futura oralidad fálica y literaria, se dirimió de forma subterránea a través del conflicto cultural protagonizado por mi familia. Muerta mi madre, el terreno iba a quedar despejado, pero la victoria de un castellano vuelto bumerán de sí mismo fue bastantes años posterior a mi entrega juvenil a la escritura: obra, no de una supuesta partenogénesis del catalán, sino de una temporal, pero necesaria defensa frente a la solapada invasión galicista. Mi conquista tenaz de un idioma propio y orgulloso de su diferencia se hizo pues en oposición dialéctica al estímulo generador de otras lenguas: sin esta correlación dinámica con el francés, el inglés o el árabe en la encrucijada feraz de varias culturas opuestas, no habría podido tributar mi modesto y respetuoso homenaje al Arcipreste de Hita en el ágora de Xemáa el Fna. 

ENTRADAS RELACIONADAS:

'A JUAN GOYTISOLO'
("... sufriste pensando que querías hacer literatura política, y no hacías ni literatura, ni política... Pero no tenías razón, sembraste literatura, provocaste política... Nos hiciste ver que es el lenguaje la primera opción de despertar y que, precisamente por eso, había que destruirlo, regenerarlo, explotarlo, obligándole a estar en ese lugar, en el que nunca había estado, renaciendo, mareando la percepción, espabilándola... nos obligarás a pasear por Níjar, y ver allí tu rostro en los rostros de los que allí viven. Y recordar el sufrimiento, y confundirnos, fue la confusión creativa tu mejor aliada, y a ella nos sumaste... Y entre todos seguiremos destruyendo todas las mentirosas señas de identidad")

'LA CONDICIÓN HUMANA', por Juan Goytisolo
("La obra literaria —novela o poesía— es una simbiosis de elementos racionales e irracionales en los que unos predominan sobre otros en grados muy diversos... Un examen de un buen puñado de autores de diversas épocas nos muestra la imposibilidad de juzgarlos sin tener en cuenta dicha mezcla. ¿Cómo imponer una corrección política o ética a Rimbaud, Lautréamont o a los surrealistas? Empeño inútil: sin su irracionalidad desafiante simplemente no existirían. Los fantasmas del yo profundo, de un extravío sin límites, arramblan con los diques de contención de la ética y la razón. El artista impone la soberanía de sus fantasmas más allá de toda otra consideración y su libertad gozosa nos ilumina")

'LA FUERZA DEL HAMBRE', por Juan Goytisolo

("La indiferencia a cuanto ocurre en las avanzadillas de la Casa Común Europea por parte de unas sociedades adormecidas... no es fruto del desconocimiento...ahora todo se ve en directo y nadie puede alegar ignorancia. El silencio es complicidad... La indignación me sobrecoge: es la de la impotencia ante estas imágenes reiteradas que abruman la conciencia... ¿Puede una persona ser ilegal, me pregunto, por nacer donde ha nacido?")

'NOVELA, MÚSICA Y POESÍA', por Juan Goytisolo

("... salvo raras excepciones, el relato anterior a Cervantes era como un instrumento musical de una sola cuerda, nuestro primer escritor inventó otro en el que diversos instrumentos se conjugan de forma armónica: el de esas variaciones sinfónicas que se impondrían en la narrativa del siglo XIX... Paul Valéry definía el poema como “una oscilación entre el sentido y el sonido”...¿No sería mejor por ejemplo hablar de conjunción de intensidad semántica y belleza musical?")



("... No hay redes ni esquemas abstractos que den cuenta cabal del flujo y decantación de la literatura... ... Los narradores en nuestra lengua deberían leer más poesía: no la prosa que se toma por tal sin serlo sino la que verdaderamente lo es. Con ello evitarían esa prosa zurcida y llena de frases hechas que tanto abunda en el universo mediático de las superventas (allí solo cuenta la trama: intriga, policiaca, novela histórica y otros materiales de rebaja que según los expertos en mercadotecnia “agarran al lector”, aunque no aclaran por dónde)... En los últimos diez años, la incesante renovación de las tecnologías de punta tampoco anuncia el fin de ésta (la novela): muy al contrario, la induce a adoptar formas nuevas en las que Internet, los móviles y las redes sociales desempeñan un importante papel)


("Tanto Gide como Cortázar tenían plena conciencia de que la novela decimonónica llevaba fecha de caducidad.... Sus novelas son contranovelas en las que la deconstrucción del material narrado equivale a una obra de ingeniería. El autor no se dirige al lector perezoso , sino a un cómplice capaz de manejar el material que tiene entre las manos y construir mentalmente lo que se le ofrece en pleno proceso de elaboración... Leer es así reconstruir lo fragmentado y disperso por voluntad del autor")


("... imagino al hidalgo manchego montado a lomos de Rocinante acometiendo lanza en ristre contra los esbirros de la Santa Hermandad que proceden al desalojo de los desahuciados, contra los corruptos de la ingeniería financiera o, a Estrecho traviesa, al pie de las verjas de Ceuta y Melilla... Las razones para indignarse son múltiples y el escritor no puede ignorarlas sin traicionarse a sí mismo... Los contaminados por nuestro primer escritor no nos resignamos a la injusticia")


("Los monólogos de Arcipreste de Talavera, como una buena parte de la literatura popular de la época, reflejan la convulsa realidad social de la España que fue pero que oficialmente no ha sido: la de una conflictiva pero fecunda mezcla de creencias y lenguas... ... la prosa del Arcipreste constituye un singular precedente del monólogo interior joyciano: la voz narrada se dirige a un lector o auditor que no nos es descrito nunca...")

("...la lectura como elemento esencial en la formación del espíritu humano o la preservación en cada uno de nosotros del acervo cultural de un pasado lo más amplio y diverso posible frente al conocimiento instantáneo y efímero que nos brinda la continua innovación tecnológica...")
LO QUE NO ES NOTICIA
("...tras la quiebra de Lehman Brothers, inesperada para los accionistas crédulos, pero no para sus directores ni para las hoy célebres agencias de notación, aquellos apresuraron a privatizar los beneficios de la venta de sus activos tóxicos en favor de los responsables de la bancarrota y a “socializar” las ingentes pérdidas a costa de los estafados...")






'LA LLORONA', MAFALDA

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Una sugerencia de Roberto Patón Ibáñez...


"... Viva la ley, viva su ley,

ella me ha encarcelado, dictaminado, nombrado, casado y postulado. 
Cuando la norma cívica transciende se transforma en arma política, ellas las escriben, solo ellas las entienden..."



"... Marginadas mostradnos el futuro
y enséñame ese corazón, libertario y puro..."



LETRA:

Uhhh ahhh uhh ahh uuhhh ahhh aaaaaarrrrrhhhh Uhhh ahhh uhh ahh uuhhh ahhh aaaaaarrrrrhhhh Uhhh ahhh uhh ahh uuhhh ahhh aaaaaarrrrrhhhh
Sunshine boogie, hap, birap birapiribi, haps Pues tenían razón, todas las que decían que ahora queda lo peor. Quién se ríe, quién sonríe, se sincera. Alguien mira al cielo y dice espera. Comenzando a recuperar lo humano que me queda, Me paré a pensar en aquellas a las que les toca luchar. 1 Por la homosexualidad normalizada 2 Por la discapacidad que te hace digna 3 Por las presas victimas del estado 4 Por las feministas que hacen justicia 5 Por las que dan su vida 6 Veis, sabéis qué hay que hacer 7 … Ara vos tocar lluitar, ens toca lluitar, ara tocarà ser fortes ara més que mai. I ens tocar lluitar, vos toca lluitar, ara tocarà ser fortes ara més que mai. Viva la ley, viva su ley, ella me ha encarcelado, dictaminado, nombrado, casado y postulado. Cuando la norma cívica transciende se transforma en arma política, ellas las escriben, solo ellas las entienden. Tengo la certeza de vivir un hito único, se requiere de mi fuerza para cambiar lo insólito. Pertenezco al expolio capitalista del sur de Europa, pertenezco a un país que por el miedo, vota y apela al fascismo. Como has podido observar sus leyes nos afectan, hipster milita, despierta Todo es política, da igual, mires dónde mires, o la fas o te la fan. No me lo invento no son prejucios, mi odio hacía ellos tiene nombres y apellidos. Somos conscientes de nuestra clase nuestro pasado y objetivo. Aprendiendo de lo raro del mundo, que no es raro sino nuevo y nos enseña desde cero. Marginadas mostradnos el futuro y enséñame ese corazón, libertario y puro. Uhhhhh ba meinama meinama ahhhhhhhhh ba meinama meinama (Tengo una niña encerrada en mis ojos) (y últimamente solo hace…) Que llorar, solo hace que llorar, solo hace que llorar, solo hace que llorar, solo hace que llorar, solo hace que llorar, solo hace que llorar, solo hace que llorar, solo hace que llorar… Llorar, llorar…llorar, llorar…llorar, llorar…llorar, llorar… Cry, you will cry. Cry, you will cry. 1…2…3… Basta de llorar, ahora para afuera que tenemos que pelear, llorona ya no llores las flores se pudrirán. Y todos sus colores, vaya listo, a marchar, a ocupar este lugar. Si tan solo una manzana seguimos, sí se puede. Del sur de la tierra suenan gritos de mujeres. Alzando voces por las que mataron y no pueden. Quedamos las que estamos, ni una menos, sí se puede. Atrás a tu machismo, machito machista, a tu idea tecnocráctica facho-capitalista. Juguemos al ahorcado, está muriendo el patriarcado, Nos vamos a cobrar todo lo que nos han robado. 1…2… preparadas? Fuego! Ara vos tocar lluitar ens toca lluitar, ara tocarà ser fortes ara més que mai. I ens tocar lluitar, vos toca lluitar, ara tocarà ser fo



'REGALOS', por Beatriz Sarlo / 'LAS CONFESIONES DE UN PEQUEÑO FILÓSOFO', de Azorín (fragmento)

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"... Me mostraban que yo no podía entenderlos, que me faltaba algo para convertirme en lectora, excepto que aceptara serlo solamente de libros especialmente escritos para niños. Me di cuenta mucho después de que esa experiencia de lejanía y rechazo fue la que me llevó a la literatura, justamente porque caí bajo masas de palabras inabordables. Yo era una desposeída que iba a lanzarme, con la furia de los desposeídos, al ataque de la ciudadela"

"... para lograr que caiga sobre el papel, y el lector la reciba, una sensación ondulante, flexible, ingenua de mi vida pasada, yo tomaré entre mis recuerdos algunas notas vivaces e inconexas-como lo es la realidad-..."

José María Martínez Ruiz, Azorín, paseando por las calles de Madrid. EFE

REGALOS

Una señora boliviana le regaló a mi padre el tomo, suntuosamente encuadernado en cuero verde, cantos dorados, papel de seda, de las Obras de Azorín. También le regaló una chalina de vicuña, de la que se iban apropiando, por turnos, varios miembros de la familia. El tomo de Azorín quedó para mi padre y para mí. A veces, de noche, me leía unos párrafos. Mis ocho años y mi vocabulario estrictamente rioplatense me impedían entender gran cosa. Pero me fascinaba el tono un poco alambicado que mi padre imaginaba como el mejor para un escritor español del que yo solo sabía que era uno de “los de la generación del 98”. Imaginaba quegeneración era algo así como el grupo de quienes promocionan juntos, el mismo año, del mismo colegio; y que 98 podía haber sido un aniversario importante para los españoles, una nación de la que solo sabía que hablaban parecido a nosotros, pero con sonidos cambiados, y que de allí habían llegado mi abuelo materno y un bisabuelo paterno. Ambos impecablemente gallegos.
Pero fue decisivo ese Azorín del que no entendía gran cosa. Una prima bastante mayor me dijo que otro de esa generación era Pío Baroja, escritor más divertido. Eso es todo. Pero el lujo del libro de Azorín me atraía más que las modestas ediciones de Baroja en la colección Austral de Espasa Calpe. A los 12 años, decidí secuestrar el tomo verde y dorado y empezar a leerlo metódicamente. Me aburrí muy rápido, porque estaba acostumbrada a las novelas de Julio Verne, que hoy se las juzgaría morosas, pero que entonces nos parecían atiborradas de acción (por supuesto, salteábamos las disquisiciones sobre geografía, botánica, astronomía o técnica). Pensaba que saltearse estaba mal, pero no tenía otro remedio. Décadas después, leyendo a Roland Barthes, aprendí que el lector estaba autorizado a saltear letra en determinado tipo de textos. Esa absolución fue un alivio tardío de mi conciencia.
Más o menos en esa época (téngase en cuenta que la infancia duraba más que ahora), un camión me pasó por encima y quedé tirada varios meses en una cama de hospital. Alguien me trajo de regalo Tartarín de Tarascón, de Alphonse Daudet, profesando el malentendido de que era una novela infantil o juvenil. De nuevo, como con Azorín, me aburrí a las pocas páginas. No le encontraba ni comicidad ni intriga. Otra visitante quiso leerme Zalacaín el aventurero. Con el primer párrafo ya se planteó un problema que ni la lectora ni yo estábamos en condiciones de resolver: un “camino real” (lo contrario quizá de un camino imaginario) “tropieza” con una iglesia a la que “coge dejando parte del ábside fuera…”. Para lectoras argentinas, que el camino coja a la iglesia por el ábside era, sencillamente, un sacrilegio. La anfibología del verbo coger nos resultaba insuperable y también tentadora. Aprendí esas indeterminaciones del lenguaje. Lo mismo sucedía con la poesía gauchesca. No tenía el vocabulario para entender los modismos ni las particularidades fonéticas.
No conservo ninguno de esos libros. No pensaba entonces que, a contracorriente, estaban cumpliendo un papel en mi vida. Excepto Stevenson, no eran entretenidos ni conseguían divertirme, pero me enfrentaban con una atrayente y terca resistencia. Me mostraban que yo no podía entenderlos, que me faltaba algo para convertirme en lectora, excepto que aceptara serlo solamente de libros especialmente escritos para niños. Me di cuenta mucho después de que esa experiencia de lejanía y rechazo fue la que me llevó a la literatura, justamente porque caí bajo masas de palabras inabordables. Yo era una desposeída que iba a lanzarme, con la furia de los desposeídos, al ataque de la ciudadela.
Incluso libros más sencillos (si se me permite este adjetivo) me planteaban dificultades que no podía resolver: la cuestión de la esclavitud en Huckleberry Finn; la escuela dominical de la iglesia a la que obligaba a Tom Sawyer a que asistiera; la independencia de esas cuatro chicas sin padre que habían formado una especie de cooperativa capitalista y piadosa en Mujercitas, de Louisa May Al­cott. Nadie consideraba necesario explicarme estas cuestiones de sustancia social. Finalmente, un visitante sensato me regaló La isla del tesoro, como si, con este gesto inteligente, me estuviera preparando para leer a Borges. Pero con la novela de Stevenson me paso al revés: como no me parecía difícil y podía entenderla, no creí que estuviera leyendo un “libro de verdad”.
Años después, a los 17, me inscribí en la Facultad de Filosofía y Letras. Ya había leído BaudelaireRimbaud, algún surrealista. Caigo decepcionada, traicionada, cuando el primer texto obligatorio es Un pueblecito, de Azorín. Mi soberbia adolescente se apoyaba en saber de memoria algunos poemas en francés y en haberme fascinado hasta enamorarme de Julien Sorel, cuando leí Rojo y negro durante mis últimas vacaciones escolares. No esperaba que, dos meses después, la universidad me pusiera en la obligación de estudiar el libro de cantos dorados de mi infancia.
(Fuente: babelia.com)
'LAS CONFESIONES DE UN PEQUEÑO FILÓSOFO
(fragmento)
Lector: yo soy un pequeño filósofo; yo tengo una cajita de plata de fino y oloroso polvo de tabaco, un sombrero grande de copa y un paraguas de seda con recia armadura de ballena. Lector: yo emborrono estas páginas en la pequeña biblioteca del Collado de Salinas. Quiero evocar mi vida. Es medianoche; el campo reposa en un silencio augusto; cantan los grillos en un coro suave y melódico; las estrellas fulguran en el cielo fuliginoso; de la inmensa llanura de las viñas sube una frescura grata y fragante. 

Yo estoy sentado ante la mesa; sobre ella hay puesto un velón con una redonda pantalla verde que hace un círculo luminoso sobre el tablero y deja en una suave penumbra el resto de la sala. Los volúmenes reposan en sus armarios; apenas si en la oscuridad destacan los blancos rótulos que cada estante lleva—Cervantes, Garcilaso, Gracián, Montaigne, Leopardi, Mariana, Vives, Taine, La Fontaine —, a fin de que me sea más fácil recordarlos y pedir, estando ausente, un libro.

Yo quiero evocar mi vida; en esta soledad, entre estos volúmenes, que tantas cosas me han revelado, en estas noches plácidas, solemnes, del verano, parece que resurge en mí, viva y angustiosa, toda mi vida de niño y de adolescente. Y si dejo la mesa y salgo un momento al balcón, siento como un aguzamiento doloroso de la sensibilidad cuando oigo en la lejanía el aullido plañidero y persistente de un perro, cuando contemplo el titileo misterioso de una estrella en la inmensidad infinita.

Y entonces, estremecido, enervado, retorno a la mesa y dudo ante las cuartillas de si un pobre hombre como yo, es decir, de si un pequeño filósofo, que vive en un grano de arena perdido en lo infinito, debe estampar en el papel los minúsculos acontecimientos de su vida prosaica...

No voy a contar mi vida de muchacho y mi adolescencia punto por punto, tilde por tilde. ¿Qué importan y qué podrían decir los títulos de mis libros primeros, la relación de mis artículos agraces, los pasos que di en tales redacciones o mis andanzas primitivas a caza de editores? Yo no quiero ser dogmático y hierático; y para lograr que caiga sobre el papel, y el lector la reciba, una sensación ondulante, flexible, ingenua de mi vida pasada, yo tomaré entre mis recuerdos algunas notas vivaces e inconexas-como lo es la realidad-, y con ellas saldré del grave aprieto en que me han colocado mis amigos, y pintaré mejor mi carácter, que no con una seca y odiosa ringla de fechas y de títulos. Y sea el lector bondadoso, que a la postre todos hemos sido muchachos, y estas liviandades de la mocedad no son sino prólogos ineludibles de otras hazañas más fructuosas y trascendentales que realizamos -¡si las realizamos!- en el apogeo de nuestra vida.
(Fuente: epdlp.com)
ENTRADAS RELACIONADAS:
("... Justo en el momento en el que Tolstoi parece haber suspendido ligeramente la intriga, Anna se coloca en las rodillas un almohadón... Después, pide a Aniuska una linterna, que sujeta en el brazo de la butaca, y saca de su bolsita roja un cortapapeles y una novela inglesa... toda lectura activa contiene el gesto más profundamente democrático que conozco. Es el gesto de quien sabe abrirse al mundo y a las verdades relativas del otro... Si se exige talento a un escritor, debe exigírsele también al lector... Los escritores fallan a los lectores, pero también ocurre al revés")
("A los 16 años eres lo bastante joven y pretencioso como para saber cualquier cosa. De pronto, empiezas a tener ideas propias y a ir en busca de lo que te produce placer... Llega un día que desertas de los planes educativos y te aventuras en tus lecturas... Es tiempo de aborrecer la autoridad, aunque sea en forma de libros obligatorios... Los actos de rebelión en la adolescencia a veces incluyen leer lo imprevisto... entrabas en la biblioteca y te llevabas Así habló Zaratustra, de ­Nietzsche, por cambiar, o por presumir. No entendías demasiado y, como seguías sin criterio, lo abandonabas por Lolita")
("El libro ha tenido siempre algo de callejón frecuentado por personas huidizas con tendencia, como decíamos, a la clandestinidad... el joven verdaderamente peligroso es aquel que un viernes o un sábado por la noche se queda en casa leyendo Madame Bovary... Ese individuo que se queda a leer Madame Bovary, les aseguro, es una bomba... Porque la realidad está hecha de palabras, de modo que quien domina las palabras domina la realidad... invito siempre a los alumnos a preguntarse hasta qué punto es real la realidad")
("... ¿quién tiene tiempo hoy para zambullirse en una novela o para liarse en los vericuetos de un ensayo o para andarse con un montón de versos que tratan de vanos amoríos o del desastre de vivir? leer no es más que eso: apartarse del ruido y entrar en otro mundo habitado por palabras. Siempre toca hacerlo solo y con tiempo, eligiendo la lentitud frente a la velocidad de nuestras circunstancias. Merece la pena. Ese “acto silencioso y solitario” está tan lleno de riquezas y placeres que quizá tenían razón aquellos antiguos cuando se esforzaban en arreglarse para vivir un momento tan especial")

("Los profesores nos quejamos sin cesar, y más ahora que Bolonia nos “obliga” a organizar seminarios y prácticas que suelen requerir lectura. No leen libros, no son capaces de seguir un artículo académico; por no leer muchos ni siquiera se acercan a una novela. Sin embargo, en secundaria y en bachillerato sí lo hacen: es obligatorio... Ahora pretendemos que los alumnos aprendan en cuatro meses lo que antes procesaban en ocho. La primera víctima de esta recorte fue la lectura sosegada, solitaria y fecunda de libros académicos")

("No es el aprendizaje de un idioma lo que su padre le otorga. Lo que está ante sus ojos es el extraordinario advenimiento en el lenguaje. No se trata de un conocimiento que necesite ser inventariado. Se trata de dejarse invadir dulcemente por el lenguaje que, a partir de ese momento, hablará a través de ella. Ella será su enviada")

TAMBIÉN DE BEATRIZ SARLO EN ESTE SITIO:
("Porque durante esa espera se puede construir una escritura y esa forma difícil y huidiza que es un personaje... en la espera puede descubrirse que fuera del yo hay cosas más interesantes. Alguien podría darse cuenta de que la experiencia propia suele necesitar un largo trabajo para convertirse en experiencia de otro. Alguien puede tomarse un tiempo para explorar la distancia y lograr que su personaje sea un “extranjero”. Alguien puede descubrir una mirada al sesgo, desplazada...")






'ATRÁS', por David Trueba / 'CINEMA PARADISO' (fragmento) / 'CONTRA LA CENSURA', de J.M. Coetzee (fragmentos)

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"La cultura significa establecer un marco de comprensión para las obras artísticas. Atiende a las condiciones sociales de toda expresión, evitando que se cometa el mayor crimen sobre ellas, la prohibición... La mirada censora es perversa, porque evoca dentro del propio individuo que mira una pieza artística sus enfermizas obsesiones, delata su cochina mente"

"La censura no es una ocupación que atraiga a mentes inteligentes y sutiles... ignorantes, imperiosos y negligentes, o vilmente codiciosos. Es decir, que las personas que nos tocan como censores son las que menos falta nos hacen..." (Coetzee)

'El sueño de Teresa', de Baltasar Klossowski Balthus

ATRÁS

Uno de los errores clásicos de las sociedades es considerar que el progreso siempre es hacia adelante. Pero hay progresos hacia atrás, regresos mientras se avanza en el futuro. Una de las más hondas aficiones del ser humano es la de prohibir. Nos gusta prohibir más que gozar, porque prohibir nos parece más democrático, más al alcance de todos. Salvo por instantes históricos muy concretos, el proceso natural es el de ir prohibiéndolo todo por propia desconfianza del ser humano en sí mismo y sus congéneres. La automatización nace de la base de la incapacidad humana para regirse a sí misma, por eso la cisterna de váter automatizada descarga de responsabilidad a quien no tira de la cadena después de hacer sus necesidades en los baños públicos. Si el instinto prohibicionista se alía con la tecnología vamos teniendo policía personalizada y anticipatoria, pero si además abraza el puritanismo, ahí ya tenemos un festival censor.
Si puritano es aquel que padece al pensar que otro en algún lugar anda en ese momento pasándolo bien, nada más urgente que su labor prohibitiva. En la misma semana en que los ultras religiosos brasileños han estallado en guerra contra los artistas brasileños, culpables de haber hecho universal la cultura de aquel país dañado en casi todos los demás frentes, una espectadora del Metropolitan de Nueva York pedía la retirada del magistral lienzo de Balthus El sueño de Teresa por cosificar la sexualidad adolescente. La petición, firmada ya por algunos miles de personas, ha topado con la resistencia del museo. Habrá que calificar la resistencia de heroica si son capaces de frenar la oleada censora hasta el final, cosa muy dudosa, pues las redes sociales conceden el don del linchamiento cuando ya creíamos, ingenuos, que no cabalgaban los jueces de la horca.
La cultura significa establecer un marco de comprensión para las obras artísticas. Atiende a las condiciones sociales de toda expresión, evitando que se cometa el mayor crimen sobre ellas, la prohibición, cuando atiende a lecturas cerriles, incapaces de discriminar el tiempo, el sentido, la calidad, el legado. De seguir por este camino ordenarán borrar las pinturas rupestres porque fomentan la caza y el maltrato animal. La mirada censora es perversa, porque evoca dentro del propio individuo que mira una pieza artística sus enfermizas obsesiones, delata su cochina mente. El censor busca aliados en la corrección, en la buena educación, en el moralismo y en el proteccionismo tratando de confundirlos a la hora de distinguir entre ficción y realidad. Torpes serían los bienintencionados si se dejan fagocitar por esos repugnantes compañeros de baile.
(Fuente: El País, 12-12-2017)

'CONTRA LA CENSURA' , de J.M. Coetzee (fragmentos)

En la práctica, sin embargo, los censores que controlan los límites de la política y de la estética son los mismos. Al no trazar ninguna línea definida entre la censura por motivos políticos y la debida a razones morales, imito al censor cuando sigue la pista de «lo indeseable», la categoría bajo la cual equipara de manera forzada e incluso caprichosa lo subversivo (lo políticamente indeseable) y lo repugnante (lo moralmente indeseable).
«Indeseable» es una palabra curiosa. En el sentido de «indigno de ser deseado», no coincide con la mayoría de los adjetivos que empiezan por «in-» y acaban en «-ble». «Inexplicable» significa «que no se puede explicar», pero desde luego «indeseable» no significa «que no se puede desear». Al contrario, lo que el censor trata de refrenar es precisamente el entusiasmo por los libros, las imágenes o las ideas sometidos a escrutinio. En su vocabulario, «indeseable» significa «que no se debería desear» o incluso «que no está permitido desear» (...) La censura no es una ocupación que atraiga a mentes inteligentes y sutiles...
El censor actúa, o cree que actúa, en interés de la comunidad. En la práctica, es frecuente que exprese la indignación de la comunidad o que imagine dicha indignación y la exprese; en ocasiones imagina tanto la comunidad como la indignación de esta... podemos prever fácilmente la clase de [censores] que podemos esperar en el futuro: o ignorantes, imperiosos y negligentes, o vilmente codiciosos. Es decir, que las personas que nos tocan como censores son las que menos falta nos hacen...
Uno reflexiona que, si las representaciones, puras sombras, son de verdad tan peligrosas, seguramente las medidas adecuadas contra ellas son otras representaciones, contrarrepresentaciones. Si la burla corroe el respeto por el Estado, si la blasfemia insulta a Dios, si la pornografía degrada las pasiones, sin duda bastará con que se alcen voces contrarias, más fuertes y convincentes, que defiendan la autoridad del Estado, alaben a Dios y exalten el amor casto...
... hemos llegado al punto de entrada a un debate sobre los derechos del individuo frente a los derechos de la colectividad que es lo bastante conocido para no requerir una explicación amplia y al cual no tengo nada que aportar, con la posible excepción de una advertencia contra la clase de vigilancia moral que define clases vulnerables de personas y se dedica a protegerlas de males de cuya naturaleza hay que mantenerlas desconocedoras porque (según reza el argumento) el simple hecho de conocer el mal equivale a sufrirlo. En este caso me refiero principalmente a los niños, aunque se ha planteado el mismo argumento respecto a los llamados «creyentes sencillos». Nos preocupa proteger a los niños, en buena parte protegerlos de su curiosidad ilimitada sobre las cuestiones sexuales. Sin embargo, no deberíamos olvidar que los niños no experimentan el control de sus exploraciones —un control que, por sus propias premisas, no puede explicar en detalle y con exactitud lo que está prohibido— como una protección, sino como una frustración. ¿No es posible que de las medidas que adoptan los adultos para denegar la satisfacción de la curiosidad de los niños estos infieran justificadamente que dicha curiosidad es censurable? ¿No es posible que de las explicaciones que se les proporcionan del hecho de cohibirlos —unas explicaciones repletas de lagunas— infieran que no se los respeta como agentes morales? ¿No es posible que el daño ético que se inflige al niño con ello sea más duradero que cualquier daño que pueda sufrir por ir a donde lo lleve la curiosidad?
Los órganos sexuales, comenta san Agustín, actúan independientemente de la voluntad. En ocasiones responden a lo que no queremos que respondan; a veces permanecen «congelados» cuando queremos emplearlos. De esta desobediencia de la carne, señal de nuestra condición de seres caídos, no están exentos ni siquiera los guardianes de nuestra moral. Un censor que dicta una prohibición, sea contra un espectáculo obsceno o contra una imitación burlona, es como un hombre que trata de impedir que el pene se le ponga erecto. El espectáculo es ridículo, tan ridículo que no tarda en ser víctima no solo de su miembro rebelde, sino también de los dedos que lo señalan, de las voces que ríen. Esa es la razón por la cual la institución de la censura ha de rodearse de prohibiciones secundarias contra la vulneración de su dignidad. Pasar de estar malhumorado a que se rían de uno porque lo está y a prohibir que se rían del mal humor es una conocidísima evolución de la tiranía, que debería darnos aún más motivos para la cautela...

(Fuente: megustaleer.com)
ACERCA DE BALTHUS:
Pintor francés, sus figuras realistas consiguen que sintamos un ambiente frío y a menudo inquietante. El realismo de Courbet le influyó mucho. En Abril de 1934 tiene lugar su primera exposición personal en la Galería Pierre de París. De 1933 a 1938 Balthus hace una serie de retratos en los que los personajes muestran un gesto de una gran reflexión y una gran concentración. Este autor representa la intimidad familiar en muchas de sus obras como en dos retratos Roger y su hijo y en Miró y su hija Dolores. En 1953 Balthus abandona París y compra y restaura el castillo de Chassy, una casa solariega en donde termina de madurar su estilo, evolucionando hacia una gran sencillez representativa.

(Fuente: epdlp.com)




'POR EL EMPLEO', SI YO TUVIERA UNA ESCOBA (Programa de radio)

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"Nos están pegando una paliza, nos están ganando la batalla más crucial, la del lenguaje. Han pervertido todas las palabras, todos los datos, todas las cifras siniestras, han pervertido la realidad... Nos están regresando a la Edad Media... las columnas del sistema que nos explota no se han movido un ápice, al contrario se han fortalecido... Hay, hermanos, muchísimo que hacer… decía César Vallejo" (Luis Enrique Ibáñez)
"... ¿cómo administramos el miedo?
Todos lo tenemos, la paliza ha sido muy grande y eran muy gordos, impíos y forzudos los perros de presa que vinieron a dárnosla..." (Juan Antonio Gallardoski)


Programa de Radio "SI YO TUVIERA UNA ESCOBA" del 14 de diciembre de 2017, especial dedicado a la Manifestación del 17D en Cádiz convocada por la Mesa por el Empleo de la Bahía de Cádiz, con nuestros invitados Kiko Senra (Mesa Empleo, Sanlúcar), Teresa Almagro (Marea Blanca, Cádiz), Manuel Comesaña (Marea Verde, Sanlúcar), Ángel Ocaña (Asociación “Los corrales”, lucha contra la marginación, Cádiz), Juan Manuel Barrios (Asociación Bahía de Cádiz “Recursos Naturales de la Bahía”), Lola Rodríguez (Precariedad Laboral de Puerto Real), Eva María Espino (Feminismo, Pto. Sta. María) e Ifigenia Bueno (Marea Violeta e IU Sanlúcar), y nuestros colaboradores habituales, Quique Ibáñez (Introducción al Tema), Juan Antonio Gallardoski (Conclusión Final) y Darío Galo (Presentación y Coordinación General).

POR EL EMPLEO


Pues insistimos, han conseguido partir la sociedad en dos, por una parte, los que han dejado que sean visibles y, por otra, los que han sido tapados, olvidados, los que ya no cuentan, los que molestan, los que no tienen apenas oportunidad de hacer oír su voz, son aquellos, incluso, a los que les da vergüenza que se hable de ellos. Conozco parados, odio la palabra, nunca se quedaron quietos, hasta que los eliminaron, que hasta piensan que son merecedores del destino que alguien ha dibujado para ellos.

Nos están pegando una paliza, nos están ganando la batalla más crucial, la del lenguaje. Han pervertido todas las palabras, todos los datos, todas las cifras siniestras, han pervertido la realidad. Y así, nos han introducido a todos en un insano retablo de las maravillas, en un estúpido show de Truman en el que, mientras sonreímos sin saber por qué, quizá por los tiernos anuncios de la Navidad, mientras sonreímos, digo, se presenta como verdad lo que no deja de ser una puta mentira.

Sonreímos como idiotas mientras el presidente del gobierno, sé fuerte estamos haciendo lo que podemos, declara ufano, sin que se le caiga la cara, que "España ha sabido superar la mayor crisis sin que nadie quedara al borde del camino... el país ha demostrado su energía y su enorme capacidad de superación para sobreponerse en tiempo récord a una situación delicadísima... la nación española ha vuelto a dar muestra de su extraordinario potencial y de su afán de superación... hemos conseguido avanzar en empleo, crecimiento y confianza". Nos quedamos quietos, sonriendo, cuando la máxima responsable en la creación de empleo, la ministra Fátima Báñez, pide a los parados que recen a la Virgen del Rocío, para que les ayude a salir de su situación. No hacemos nada, si acaso, algún chiste malo, cuando el anterior ministro de interior, el de las concertinas, el de las balas de goma para los que medio ahogados quería llegar a la playa, el de la Ley Mordaza, el de la policía política, el de tantas cosas… ese, nos decía muy en serio que en estos tiempos recios, Santa Teresa lucha, reza por nosotros… Es lo que hay. Es como aquello que afirmaba el gran Sixto Rodríguez en su necesaria canción ‘The establishment blues’, vemos a "Los políticos usando y abusando de la gente. Vemos cómo la mafia crece y crece, como la contaminación en el río. Y tú me dices que esto es lo que hay...” En el mismo tema, Sixto Rodríguez afirmaba que “este sistema va a caer pronto" Ojalá, añado yo, aunque lo dudo.

Una persona sin hogar de unos 31 años de edad ha fallecido esta semana en una plaza del casco histórico la ciudad de Cádiz, según han indicado desde la asociación humanitaria 'Calor en la noche' desde su perfil de la red social Facebook, consultado por Europa Press.

Lo dudo, y mucho, porque, como afirma Jesús Maraña, "... el 15-M... suponía sobre todo una impugnación sistémica... poner fin a las prácticas de dominación social ejercidas por grupos poderosos insaciables en su voracidad sobre beneficios y privilegios. ¿Ha sido derrotado el establishment? ¿Están hoy más vigilados, controlados y regulados esos poderes corporativos y financieros...? La respuesta es que no... los mimbres que temblaron ante los movimientos indignados no sólo se mantienen firmes sino que incluso acarician la tentación de plantear respuestas regresivas...". De hecho las están imponiendo. Nos están regresando a la Edad Media mientras una gran parte de la población está más pendiente de las evoluciones de Operación Triunfo que de esa familia vecina, la de la puerta de al lado, que acaba de ser desahuciada.

Todo ello mientras nos enteramos sonriendo, con cara de bobos, de que “las tres grandes eléctricas españolas han ganado 4.300 millones en nueve meses mientras el recibo de la luz sube casi un 13%, eso mientras aquí en nuestra entrañable ciudad de Sanlúcar de Barrameda, esos vampiros cortan la luz a madres y niños que se han visto obligadas a ocupar viviendas vacías porque se han quedado sin nada, ay, nadie se ha quedado al borde del camino, ¿verdad Mariano? Sé fuerte Barcenas. Nos enteramos de que los beneficios de las grandes corporaciones están ya en los niveles previos a la crisis, pero que el salario medio de los españoles cayó en 2016 por primera vez desde hace una década; que la gran banca ha ganado casi 80.000 millones de euros desde 2009, un 40% más de lo que costó a los contribuyentes el rescate del sector financiero” Nos enteramos de tantas cosas, pero parece como si nada.

Efectivamente, las columnas del sistema que nos explota no se han movido un ápice, al contrario se han fortalecido. Desde que empezó esta estafa, todo parece haber ido al revés… Se ha producido, como recordaba Juan Diego Botto, lo mismo que ocurría en la Edad Media, “un trasvase masivo de dinero de las clases populares y clases trabajadoras a las grandes oligarquías industriales, fundamentalmente financieras. A través de monumentales socializaciones de deuda privada, por arte de magia y con la mediación de diversos "rescates", se transforma la deuda de unos pocos en deuda de todos, que pagarán durante generaciones los que menos tienen". Son palabras contundentes, son ideas como bombas, verdades que antes denunciábamos, mientras que ahora convivimos con ellas. Y hay que leer, hay que recordar aquellos versos de Federico Garcia Lorca,

"Porque ya no hay quien reparte el pan ni el vino...
un millón de herreros forjando cadenas para los niños que han de venir... queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra
que da sus frutos para todos"

Ayer nos enteramos de que a un amigo nuestro, a un exalumno del Cristóbal Colón le han dado un premio, La Asociación de Periodistas Hispanohablantes de Bulgaria ha reconocido la labor de Marco Vidal en la categoría de medios digitales por la divulgación de la cultura búlgara. Y por eso nos acordamos de Botev, gracias a Marco y a Zhivka Baltadzhieva pudimos traer la palabra del poeta búlgaro a nuestra ciudad. Y también volvimos, sobre todo cuando palpamos la flagrante pasividad de tantos, volvimos al dedo que señala, al verbo fiero de Hristo Botev,

¡Oh, oprime! ¡Vino dadme!
Ebrio, quizás olvide
lo que, necios, no sabéis
si es gloria o deshonra.
Olvidar. Mi tierra madre,
el hogar paterno dulce,
y los que me han legado
ansias de vivir libre.

Olvidar. A mi estirpe,
la paterna tumba negra, el llanto lúgubre
materno. Los que roban, elegantes,
el bocado de mi boca,

de la boca del pueblo...
Roba el ricachón cobarde,
roba el avaro mercante y el cura
con el salmo.

¡Despójenle, indolentes,
despójenle! ¿Qué os frena?
El esclavo no se levanta,
estamos todos copa en mano.

Y bebemos, y cantamos feroces cantos fervorosos,
rabiosos enseñamos los dientes al tirano.
Oh, estrechas se nos quedan las tabernas,
y gritamos: ¡Al Balcán, al Balcán, hrmanos!

Gritamos... Pero la resaca
borra gritos, juramentos,
enmudecemos y reímos
ante el martirio del pueblo.

Y el tirano deshonra
nuestro hogar paterno
decapita, ahorca, humilla,
y esquilma al esclavo...

¿Oh, verte el vino tinto!
¡Beberé! A olvidarme.
A aliviar mi alma. A no sentir
nada cuerdo. Y que mi brazo se ablande.

Beberé. A pesar vuestro, a pesar vuestro,
patriotas. A despecho
del tirano. Yo ya no añoro nada.
Y vosotros...  (los que os quedáis quietos, los que os resignáis -1-) vosotros... ¡sois idiotas!

Esa narcotización de la ciudadanía, urdida por el poder con la complicidad de esos dóciles medios de comunicación, en medios en poder de los bancos, esto es, en poder del poder, esa narcotización hace que les sea tan fácil vetar a tantos grupos de población, borrarlos de las pantallas, anularlos.

Ya han sido anulados los palestinos, ¿qué fue de los No Refugiados?

Ya no existen esas decenas de miles de jóvenes españoles, preparadísimos, con tanta energía y talento, ¿cómo va eso, peque? obligados al exilio, “espíritu aventurero’, lo llamaba la inefable Fátima Báñez, la de la Virgen del Rocío.

Ya no existen los parados, y si existen, según nos dan a entender, será por su culpa.

Ya no existen los esclavos, el sistema los llama víctimas de la precariedad laboral, no se cansan de crear eufemismos que nublen el pensamiento.

Corramos las cortinas, dejemos que se vea el paisaje,

Sanlúcar de Barrameda es el segundo municipio con más paro de España, con un 37,9% de paro, seguido de Jerez de la Frontera (36,1%) y La Línea (35,2%). Cádiz es una de las provincias dentro del estado Español donde se dan las más altas cifras de desempleo: el 27,6% en el tercer trimestre de este año (en Cádiz capital llega hasta el 36,8%)

Ahora ya nadie puede discutir que sí, que la recuperación económica es un hecho incontestable, un hecho incontestable para esas elites financieras y empresariales, para esos multimillonarios cuyo número ha crecido en un obsceno porcentaje (24%) desde que empezó esta estafa, no le llamen crisis por favor.

Volvamos a la poesía, volvamos a César Vallejo,


LOS NUEVE MONSTRUOS

Y, DESGRACIADAMENTE,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora voraz,
es el dolor dos veces…
Jamás, hombres humanos,
hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera,
en el vaso, en la carnicería, en la aritmética!
Jamás tanto cariño doloroso,
jamás tan cerca arremetió lo lejos,
jamás el fuego nunca
jugó mejor su rol de frío muerto!
Jamás, señor ministro de salud, fue la salud
más mortal…
Crece la desdicha, hermanos hombres…
El dolor nos agarra, hermanos hombres…
Pues de resultas
del dolor, hay algunos
que nacen, otros crecen, otros mueren,
y otros que nacen y no mueren, otros
que sin haber nacido, mueren, y otros
que no nacen ni mueren (son los más)
¡Cómo, hermanos humanos,
no deciros que ya no puedo
con tanto tanto minuto, tanta
inversión, tanto lejos y tanta sed de sed!

Señor Ministro de Salud; ¿qué hacer?
!Ah! desgraciadamente, hombres humanos,
hay, hermanos, muchísimo que hacer...

Hay, hermanos, muchísimo que hacer… decía César Vallejo. Afotunadamente, todavía contamos con hombres, con mujeres, a los que, como decía Juan José Millás, les duelen “los mendigos, los explotados, los menesterosos, los jóvenes sin horizonte, las clases medias venidas a menos y los enriquecimientos repentinos, fruto de la especulación o de la evasión de impuestos...


Son, por ejemplo, todos los que se están dejando la piel en esa urgente movilización de este próximo domingo… 

-1- (Añadimos nosotros)

EL MIEDO Y LA PRECARIEDAD

Ella tiene mucho miedo, las hemos pasado putas y los dos sabemos que guitarreando por aquí y por allá, vendiendo algunas poesías como los traperos, haciéndonos a nuestra edad un poco jipis, no vamos a llegar muy lejos. Pero sobre todo hay otra persona que vive con nosotros y a la que nos hemos propuesto hacer todo el bien que podamos. De ahí que uno mantenga estos trabajos con tanto ahínco, que no se ponga uno enfermo nunca, que jamás llegue tarde y que vaya uno dejándose la piel en el laboro cada día. La piel. Nos dejaremos la piel, porque esa es nuestra corteza y lo bueno, lo pata negra de nuestra humanidad, está más abajo, más adentro.

Por eso,  cuando hoy le contaba que había llegado al límite y que le había dicho basta, que había puesto una frontera entre dignidad y trabajo y que no vamos a consentirle a nadie, so pena de que suframos el destierro, ya lo sé, que esa frontera sea traspasada, ella ha sentido un escalofrío, un “dios, ya va a joderse todo otra vez”, un “aguanta niño, aguanta que tras la puerta sólo hay desolación y angustia”.

Luego la he tranquilizado explicándole que el jefe al que me había enfrentado se había disculpado tres o cuatro veces, había intentado explicarse el hombre, e incluso me había dado las gracias por pararle los pies, porque venía, así lo dijo, “encabronado”.

Que yo no tengo rencor, ella lo sabe bien, pero, aun así, me ha interrogado varias veces: ¿Pero le aceptarías las disculpas, no? O... ¿No habrás estado ya todo el día en plan chulito como tú te pones?
Al final, casi tuvimos la bronca ella y yo, cuando el otro fuego estaba más que apagado.

Parece ser que soy más irascible de lo que pensaba, que cuando me pongo utilizo una artillería de palabritas “menudas” y que cuando quiero herir, con esa arrogancia y esos humos que... ¿uno tiene?... hiero bien, y luego hay que coser puntos de sutura. Que, por eso, cuando algún papafrita –eso me dijo ella- que sin embargo es amigo suyo, o compañero de ocios culturales, profiere delante de mí alguna chorrada, ella se pone siempre tensa, temiendo que salte yo, que ironice sin piedad, o, peor todavía, tenga un enfrentamiento dialéctico de los que siempre, por narices, aunque esté equivocado, pretendo salir invicto.

¡Vaya! Y pensaba uno postularse a premio Nobel de la paz por su buen carácter y su estupenda disposición para la vida.

Terminó, resumiendo que sí, que todo era producto del miedo. Ahora a mi alto sentido de la dignidad, a mi galleo proletario.

Y se me fue quitando el enfado porque no se puede uno enfadar con el temor de los otros. En todo caso, mitigarlo, darle consuelo.
Porque: ¿cómo administramos el miedo?

Todos lo tenemos, la paliza ha sido muy grande y eran muy gordos, impíos y forzudos los perros de presa que vinieron a dárnosla. No consiguieron destruirnos, pero nos dejaron maltrechos, sonados como los boxeadores que buscan el rincón del ring en el que pueden sentarse. Aliviarse. Cuando por escapismo, azar, o victoria conseguimos librarnos de esa tenaza brutal, nos queda como una cicatriz que será imborrable, el miedo.

¿Cómo lo administramos?




Alguien, durante el programa, pedía, o deseaba, que lucháramos por algo parecido a lo que significó el 15M,















'RABIOSA ACTUALIDAD', por Luis García Montero / 'INDULTO', de Luis García Montero

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"Carecen de actualidad rabiosa los miles de cadáveres que han flotado en la espuma sucia de nuestros amaneceres junto a la costa que no pudieron pisar. La causa es el hambre, la guerra, el deseo de vivir, pero también unas leyes de extranjería que asumen sin vergüenza la separación entre los derechos democráticos de la ciudadanía y los derechos humanos... Tan pendientes estamos de la rabiosa actualidad que se nos olvidan las verdades de siempre...

Hay un momento en el que las banderas dan asco y en el que las lágrimas de los patriotas producen escalofríos... Este naufragio rompe por dentro la palabra Nosotros"

Policías húngaros arrestan a una familia siria que trataba de cruzar la frontera ( REUTERS)

RABIOSA ACTUALIDAD

Uno se sienta algunas mañanas de sábado para escribir el artículo del domingo y siente que no tiene nada que escribir porque ya lo ha dicho todo. Los desarreglos entre el sentarse y el sentir son un verdadero problema entre los políticos y los escritores. Eso ocurre, por ejemplo, cuando la actualidad está dominada por un tema insistente que a lo largo de las semanas provoca emociones, indignaciones, matices, deslices, gritos, pitos, verdades, maldades, iras y mentiras. La existencia se vuelve una mala rima que cae sobre sí misma con una fatiga ruidosa y desinteresada.

El amanecer es así una espuma sucia y la rabiosa actualidad deja de morder. El día parece un burócrata del escándalo, un oficinista de la confrontación. Lo bueno del cansancio es queacaba convirtiéndose en una forma de meditación tanto para el alma como para el cuerpo. Aparecen preguntas. ¿No será conveniente cambiar de camino esta mañana? ¿Es que no hay otras cosas sobre las que mirar, aunque estén tapadas por una rabiosa actualidad sin colmillos?


Esas preguntas bien pueden llevarnos a los asuntos de siempre, cuestiones que casi nunca adquieren la condición de actualidad porque están ahí casi todos los días. ¡Es tan viejo el diálogo entre la vida y la muerte! ¡Es tan vieja la discusión entre la dignidad humana y las leyes! Y es que el recién llegado que aparece en la espuma rojiza de la primera luz es siempre el ser humano. Se levanta en la frontera de la oscuridad y la luz con su piel, su lengua, su historia y su necesidad de vivir. Puesto a hablar de degradación democrática, nada es más hiriente que la capacidad de distinguir entre el concepto de ciudadanía y los derechos humanos.


Carecen de actualidad rabiosa los miles de cadáveres que han flotado en la espuma sucia de nuestros amaneceres junto a la costa que no pudieron pisar. La causa es el hambre, la guerra, el deseo de vivir, pero también unas leyes de extranjería que asumen sin vergüenza la separación entre los derechos democráticos de la ciudadanía y los derechos humanos. Eso es lo que ocurre en nuestro mundo, es ahí donde está la lógica última del dinero y la desigualdad, la lógica del miedo y la necesidad de devorar o ser devorado. Tan pendientes estamos de la rabiosa actualidad que se nos olvidan las verdades de siempre.

Helena Maleno es una periodista que lleva años mirando hacia la Frontera Sur para dejar constancia de la historia trágica de las migraciones. Escribe, reflexiona, informa a sus lectores, pero sobre todo ha aprendido a informar a los Servicios de Salvamento cuando las víctimas o sus familiares la llaman para advertir que hay una patera a la deriva. La solidaridad, lo mismo que la barbarie, crea sus costumbres y salva vidas. La policía española la acusó como traficante de seres humanos por esta costumbre de remediar la muerte. La policía es vengativa cuando alguien se queja de sus desmanes. Habitamos un mundo en el que puede considerarse delito avisar a los servicios de rescate cuando hay embarcaciones en riesgo sobre las aguas del Mediterráneo. La Audiencia Nacional no encontró delito y archivó el caso, pero la policía española envió la misma acusación a Marruecos. Helena Maleno tendrá que declarar ante la justicia marroquí el próximo día 27.

Esa es la realidad cotidiana de nuestro mundo. El pasado mes de noviembre el Ministerio del Interior rebautizó una cárcel nueva en Archidona para convertirla sobre la marcha en Centro de Internamiento de Extranjeros. Había que encerrar sin juicio ni delito a más de medio millar de inmigrantes.  Los magistrados responsables de los Centros de Internamiento acaban de anular unas órdenes del Ministerio del Interior que intentaban obstaculizar el trabajo de las ONG para impedirles su vigilancia en defensa de los derechos humanos. Lo ha denunciado SOS Racismo.

Cansarse de la rabiosa actualidad que nos arrastra permite mirarnos en nuestro Interior. Hay un momento en el que las banderas dan asco y en el que las lágrimas de los patriotas producen escalofríos. No es un momento de demagogia, sino de reflexión democrática: el momento en el que los derechos de ciudadanía sólo sirven para borrar los derechos humanos. Este naufragio rompe por dentro la palabra Nosotros.

(Fuente: infolibre, 17-12-2017)


INDULTO

A Joan y José Emilio

Llamo a conserjería. Tengo frío en el cuarto
y no funciona la calefacción.
Miro por la ventana este paisaje
de vertederos en la niebla sucia.
Ni siquiera la niebla puede ocultar los plásticos,
las latas, la carroña convertida en silencio.
Sólo un rayo de luz
al desnudarlo todo delante de mis ojos
me concede el indulto.
Es una petición en esta vida.

Se han olvidado. Nadie responde a tus llamadas.
¿De qué te quejas?, pienso. Ya lo sabes,
te vas a morir solo.
La muerte es ejercicio solitario
y no habrá nadie más que tú
allí donde se duerman los recuerdos
y las preocupaciones.
Pero pasos de luz en la escalera
-apenas un rumor en el que están los otros-
me suben el indulto.
Es una petición en esta vida.

Como un gato que sale del estiércol,
como el murmullo de la gente
que sufre y se sostiene,
como una habitación en la frontera,
la poesía te indulta.
Con su equipaje pobre para viajar contigo,
más real que el silencio y la carroña,
incompleta, sin tiempo, mal doblada,
la poesía te indulta.



ENTRADAS RELACIONADAS:


("Lo que soy, ya pueden empezar a darme, es alguien que odia las banderas, sobre todo las de ahora, las que pretenden tapar la desvergüenza, la infamia, las que quieren, y al parecer lo están consiguiendo, que olvidemos la Gran Estafa... Qué razón tenían los chicos de Vetusta Morla, "...vienen decididos a arrancar de cada expresión su significado... todas las palabras del lugar se han intoxicado...". Ley, Democracia, Pueblo, Patria, Nación, Nosotros, Vosotros... Ellos..., ahora ya todas producen un siniestro escalofrío, ahora ya todas dan miedo")


("Los No Refugiados han conseguido algo impensable, bajar un escalón más, ahora ya se pueden sentir satisfechos, son palestinos, esto es, ya no se habla de ellos. Es más, cuando alguno seguimos sacando el tema, en la conversación, en el trabajo, en la vida, notamos la mirada displicente, indolente, de aquellos con los que creíamos que podíamos contar. Es así. Todos somos extranjeros, ¿verdad Zhivka?")


("¿Se han planteado mandar a los concursantes a un campo de refugiados durante varios meses? Vivir el día a día, por ejemplo, con esos miles de personas abandonadas a su suerte que deambulan por las fronteras de Europa... Administrarse los escasísimos recursos y desesperarse junto a los que lo han perdido todo... un campo de refugiados es el escenario que más se acerca al espíritu puro de la supervivencia precaria y robinsona... Tengo verdadera curiosidad por conocer el día a día de los que habitan sin nada en tierra de nadie")




("Lamentablemente, un año y medio después nada se ha sabido de esos 10.000 niños perdidos... su destino ha sido el más trágico: la muerte, el secuestro, el abuso sexual, la explotación laboral, la esclavitud; en la mayoría de los casos, de manera organizada... Hagamos el duro ejercicio de pensar en cada una de esas niñas como si fueran nuestra sobrina. Nos resulta insoportable. Y nos hace muy difícil seguir con nuestra vida cotidiana, seguir como si eso no les estuviera pasando a esos niños y niñas que algún día también fueron los hijos, las sobrinas y los nietos de alguien")


'GUERRA' (VÍDEO JORNADAS NO REFUGIADOS IES CRISTÓBAL COLÓN)

("Los que trabajamos en esta profesión, la más hermosa del mundo (a pesar de todo, y a pesar de Ellos) sabemos perfectamente que la única recompensa que podemos recibir no es otra que el trabajo de nuestros alumnos, su decir, su ver, su palabra, y a esa palabra es a lo único que nos podemos agarrar los que seguimos creyendo en esto")

REFUGIADOS, EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA EN EL IES CRISTÓBAL COLÓN

(Y los espacios inquietos del IES Cristóbal Colón se colmaron de denuncia, de información, de la necesaria solidaridad. Creamos, alumnos, padres y profesores, un escenario nuevo, un lugar en el que reconocernos a nosotros y a todos los olvidados, a los que sufren, a los que mueren, a los No Refugiados...)



("Mis pensamientos gritan por la desesperación de no poder ser hablados. Por ello te hablo cada noche antes de intentar dormir. A ti que llevas cinco meses dentro de mí... Quiero que no veas las personas en color, sino en estados de la música y sepas diferenciar con esto, la armonía del ruido... si algún día, mi niño, llegas lejos no olvides de dónde vienes... Eres un rayo de luz en los ojos de una ciega. Una flor en el desierto")

 SUEÑOS ROTOS

 ("Mi madre mejoró rápidamente, sufrió migrañas por el estrés del viaje. Ahora que nos encontramos en el campamento de Lesbos dudo que mi vida vuelva a la normalidad. Nos dan largas cuando preguntamos por el permiso de residencia... Yo, que imaginaba que iba a cambiar mi país, que lucharía por la igualdad y la democracia. Yo, que ahora estoy derrotada y con todos los sueños rotos")  




("Sanlúcar, 30 de enero de 2017. Mediodía. Cerca de 400 alumnos, vestidos de negro y acompañados de sus profesores, atraviesan, ante la mirada atónita de los transeúntes, la Calle Ancha. Lo hacen con la cara alta, orgullosos de saber que están haciendo algo importante, algo que seguro recordarán cuando el tiempo pase...")


("Culpable de haber nacido en la orilla equivocada, de no soportar el hambre, de hablar con otras palabras, culpable... de las bombas y los gritos, los escombros y las lágrimas, culpable... Culpable, limpio culpable de tu inalcanzable dignidad, culpable de nuestra sucia mirada, culpable de tu risa, de tu valentía, culpable por creer que somos humanos...")


("Protestan contra el muro que Donald Trump quiere levantar... gentes de todas las ideologías... protestan hasta personas que durante años no han dicho ni mú del muro que ya existe entre Estados Unidos y México... muros hay y se siguen haciendo por todo el planeta... Ello si no consideramos un gran muro, que lo es, ese mar Mediterráneo en cuya travesía pierden la vida centenares de personas cada año... el muro que divide el mundo en dos es más mental que real... Lo dijo ya hace unos años Eduardo Haro Tecglen... desde que cayó el muro de Berlín ya no hay ideologías, sólo hay pobres y ricos")


("... otro niño ha muerto ahogado y su cuerpo ha sido descubierto en una playa no menos turística, en este caso de Barbate, en Cádiz. Se llamaba Samuel, tenía seis años y su familia se lo había llevado consigo huyendo de los horrores del Congo... Un niño tan desamparado como Aylan, que interpela a las conciencias lo mismo que los demás ahogados en el Mediterráneo, pero cuya muerte pasa a ser una cifra en el macabro conteo" "...  Tu cuerpo, con la sombra violeta de mis manos, ra, muerto en la orilla, un arcángel de frío" (García Lorca)


("No hay día sin que en las páginas de la prensa, que algunos llaman escaparate, aparezca un cadáver sirio. O dos. O una docena... Unas veces los vemos entre cascotes, otras en el medio del campo, y en ocasiones de pie, con los ojos abiertos... Estos pobres, en cambio, se van con menos de lo que trajeron y se van pronto porque la esperanza de vida, en su barrio, es nula. Esperamos sin mala conciencia la próxima fotografía con alguna curiosidad de carácter étnico")


("Perdiendo la calma, ¿dónde está exiliada? Voces silenciadas, la muerte anunciada Y tú, la espina clavada que nos saca del mapa... Cruzando horizontes de lengua extranjera... Vidas obligadas a ser refugiadas cruzan la frontera. Nadie es profeta en su tierra, solo es portadores de vergüenza ajena.... Si me ves volver será para arrancar del labio la mordaza. Quitar el pan de quien nos quiere mal traer con sus migajas... Esto es el canto de la gente desterrada")


("... Miran y miran al otro lado de la alambrada. Nadie quiere verlos nadie. Dejaron sus muertos atrás para ir a ningún sitio. Ellos los mil nadie...)





("Se han encontrado cadáveres de inmigrantes congelados en las fronteras de Europa y nadie lleva la cuenta, pero las muertes por los efectos del frío en los campamentos son muchas más de las que aparecen en las estadísticas... Esas imágenes nos hablan de la miseria moral de una Europa insensible ante el dolor de los demás, de unos dirigentes políticos que miran para otro lado... Hoy son ellos, mañana podemos ser nosotros los abandonados" "... Desplazados y deshonrados / Enfrentados a las fronteras de otros / Extraviados y erráticos / Sin otra salida que la de huir...")

(Fuente: Refugio del Sonido, por Javier Limón, Mar de Libia, El País)

("... la palabra 'asistencia' monta un número esperpéntico en mi cerebro, y me lleva, otra vez, a las fronteras de Grecia, de Turquía, de Serbia... Intento adentrarme en el significado profundo de esa palabra, y lo único que encuentro es soledad, la soledad infinita de todos esos seres humanos que han sido tachados de nuestros ordenadores... esa niña, perdida, sola y sin palabras, me da una acogedora colleja diciéndome, ¿de qué estás hablando?")


'HUMILLADOS', por Jorge M. Reverte / Poema 'HOGAR', de Warsan Shire / PROPUESTA DE EXAMEN (según PAU)

("... me siento humillado cada vez que veo una foto en el periódico de inmigrantes pasando frío, o hundidos en el barro, o huyendo de las explosiones... leamos enteras las noticias, las que explican que la gente hace cola para conseguir una sopa a una temperatura ambiente de veinte grados bajo cero. Y entonces, apartamos ligeramente el café humeante que tenemos en la barra del bar, y nos imaginamos que alguno de nuestros hijos está ahí, esperando la sopa...")


'REFUGEE BLUES', ADAPTACIÓN MUSICAL DEL POEMA DE W.H. AUDEN

("El cónsul golpeó la mesa y dijo: “Si no hay pasaporte están oficialmente muertos”: pero aún vivimos, querida, aún estamos vivos... Fui a un mitin público; el orador se puso de pie y dijo: “Si los dejamos entrar se robarán el pan”; hablaba de nosotros, querida, hablaba de nosotros...")


("... el año terminará esta noche... con las luminarias y las campanadas de siempre, con la alegría repetitiva y artificial de todos los años, esa que nos sirve a todos para engañar a nuestras conciencias... sobre la Tierra brillarán también en la noche mezclándose con sus luces las almas de los anónimos miles de muertos de las guerras de Siria y de Irak, las de los desaparecidos en el Mediterráneo, esa insaciable fosa común... Por cada uno de ellos yo arrojo una rosa negra que nadie verá caer")


("... Respiro el aire que respiras y bebo el agua que tú bebes. Si piso el mismo suelo que tú pisas, dime por qué tanto duele  la dulce y silenciosa forma en la que tú me miras...")

("Nació como nacimos todos pero a él le tocó el lado negro del mar... hay tantos ahogados que hasta el oceano se va a secar... Peor que matar a un hombre es cerrarle el camino mucho peor es ahogar su destino. El mundo es de todos tienen que pasar aquí entramos todos")



("...unos versos de León Felipe describen la expresión monótona con la que los lectores y en cierto modo sepultureros de la prensa diaria observamos este tipo de fotografías antes de pasar la página en dirección a las farmacias de guardia o a la lista de los fallecidos ayer en nuestra ciudad. Nada nos impresiona ya ni nos conmueve..." "Sensibles a todo viento... poetas, nunca cantemos la vida de un mismo pueblo ni la flor de un solo huerto. Que sean todos los pueblos y todos los huertos nuestros" (León Felipe)



("De eso trata Astral...echarse al mar a salvar vidas de esa olla gigante y voraz que se las traga a puñados mientras Europa bosteza... Nos habla a nosotros. Nos pregunta por qué no hacemos más, por qué no hacemos nada, por qué no nos hemos plantado para exigir a nuestros gobiernos que actúen. Ya. Ahora.... Los que vengan detrás nos preguntarán por qué no hicimos nada para detener el genocidio, si lo estábamos viendo, y tendremos que bajar la cabeza porque no sabremos qué contestar")

EL VIENTO

("¿Cuándo aceptaremos que somos nosotros los que nos ahogamos en el mar frente a las costas de Europa junto con los inmigrantes desesperados? ¿Cuándo aceptaremos que ningún armamento es inocente y somos nosotros los que bombardeamos hospitales, familias, niños en Alepo?... La respuesta, amigos, como canta Bob Dylan, está flotando en el viento, pero no por eso dejamos de ser culpables")


("En Turquía el régimen de Erdogan hacina en campos de prisioneros a refugiados y opositores sin que nadie diga una palabra... En el mar los muertos se cuentan por miles porque siguen huyendo a millones de la guerra y la muerte, como haríamos usted y yo, mientras un país rico como España, con su gobierno a la cabeza, sólo ha sido capaz de acoger a un centenar de refugiados. Esa es la realidad. No va a desaparecer por mucho que la quitemos de los telediarios" "... Todo vive condenado a ser mostrado y mengua..." (Zhivka Baltadzhieva)

("Cuánto es demasiado, cuánto es suficiente... El mundo, la verdad, no parecía muy conmovido: no hubo explosiones de indignación, no hubo escándalo en los noticieros, y días después nadie recordaba el episodio... la humanidad se habitúa rápido a moverse en la mugre, a convivir con la basura en su ojo de cíclope hasta que la basura se hace callo y el ojo queda confortablemente ciego")
("Pasa como con las palabras, los sentimientos también se desgastan... La humanidad de las personas está en poder empatizar con el dolor de los otros, en ponerse en el lugar de los otros... Ese acomodamiento nos hace daño a nosotros, y también a los otros... hace daño a los otros, porque nuestra actitud los deja totalmente vulnerables ante la injusticia")


("Los refugiados (y en general los pobres) son en cierto modo los restos de la combustión de una parte de esa economía, las cenizas que expulsa la maquinaria del sistema... Es costoso deshacerse de las cenizas, sí, pero gracias a esas cenizas se ha movido, por poner un solo ejemplo, el tráfico de armas, cuya industria constituye una de las locomotora de la economía global...)


("... culpable de haber nacido, de haber nacido al otro lado, en la cara mala del mundo, en la otra orilla. Eres culpable de no soportar tu hambre amarilla, eres culpable de asomarte sin permiso al otro lado, a este lugar prohibido y mentiroso. Eres culpable de creer en los sueños azules, de pensar que una valla es sólo una valla...")



("Viendo a esos miles de refugiados que, después de haber cruzado el mar jugándose la vida (y viendo cómo otros la perdían, muchos de ellos niños aún), son obligados de nuevo a cruzarlo contra su voluntad... ¿Qué sentimientos albergarán hacia nosotros después de haber visto cómo los expulsábamos contradiciendo nuestras propias leyes? ¿Pensarán que todos participamos en su expulsión o distinguirán entre unos y otros?" "... No conozco ya los nombres de un mundo que me niega...")

("Esta es una larga historia, que comenzó con la destrucción de algunos países bajo las bombas humanitarias... La mayoría de los que escapan del desastre no tenían, cinco años atrás, planes de fuga.... Su plan ahora... escapar, llegar al norte, sacrificarse hasta la última gota de sudor para que sus descendientes tengan una perspectiva decente. Este es el único plan de un emigrante" "Llovió el invierno a mares lodos, hambre. Navegó la miseria a plena vela... Hubo más muertos. Pero nunca, jamás, la violencia" "... perdimos la verdad, perdimos las palabras")
("Las más auténticas procesiones de Semana Santa de este año son las de refugiados por las fronteras de espinas envueltas en bruma de Europa. Desde que falleció ahogado Aylan Kurdi, han muerto más de quinientos niños en este éxodo... México, hizo infinitamente más en un año por los españoles que lo que España ha hecho por todos los refugiados durante años en el Mediterráneo" "-Ni demasiado tarde ni demasiado lejos. La isla “Aquí” está en todos lados... El ambiente se volvió incómodo, cayó el silencio. Las verdades generales tienen ese problema")

NO ME LLAMEN EUROPEO, por Luis Enrique Ibáñez
("No, no me llamen europeo. Yo soy africano, y llegué aquí hace miles de años, lo mismo que ustedes... hemos cometido el imperdonable pecado de olvidar, de amputar, el significado de las palabras que nos fundaron... hospitalidad, justicia... belleza... No me llamen europeo... dolor, culpabilidad, complicidad, lo dócilmente sometido, imperio de la apatía, placer de la esclavitud, extravío de las palabras, lenguaje invisible. idioma disfrazado, de mentira, de asco, de nada")

'IR Y QUEDARSE, Y CON QUEDAR PARTIRSE', DE LOPE DE VEGA / 'COPENHAGUE', VETUSTA MORLA

("Ir y quedarse, y con quedar partirse...fuego en el alma, y en la vida infierno""... El valor para marcharse,el miedo a llegar...Ella duerme tras el vendaval No se quitó la ropa.Sueña con despertar en otro tiempo y en otra ciudad"

'LA HISTORIA NOS JUZGARÁ' Luis Gonzalo / 'SOBRE LA DENOMINACIÓN DE EMIGRANTES', Bertolt Brecht

("... seremos juzgados como genocidas y las próximas generaciones se avergonzarán de nuestro comportamiento. Seremos un ejemplo en las clases de historia sobre la inhumanidad de nuestra sociedad y la violación constante de los derechos humanos... Estudiarán cómo invadimos países para convertirlos en estados fallidos y arrebatarles sus recursos en una nueva forma de colonialismo""... Cada unode los que vamos con los zapatos rotos entre la multitudla ignominia mostramos..." (Brecht)
("Europa renuncia a sus principios éticos y fundacionales, consagra las devoluciones en caliente y se entrega a un régimen corrupto gobernado por un sátrapa que cierra periódicos críticos y oprime a la disidencia. Nos han vendido por un puñado de euros...  casi todos los países han incumplidos sus promesas de acogida y les tratan como prisioneros de guerra y animales... Los mismos que lloraban la muerte de Aylán, provocan su muerte" "No aceptes lo habitual como cosa natural"   (Bertolt Brecht)

'LA SERPIENTE', por Julio Llamazares / 'DEVOCIONES PARA OCASIONES EMERGENTES', de John Donne

("Un numeroso grupo de vecinos de Bautzen celebró el incendio... de un antiguo hotel habilitado para acoger a refugiados extranjeros al tiempo que estorbaba las labores de extinción... ¿A qué les suenan estas escenas? ¿Acaso no les recuerdan a aquéllas que describían los años previos a la ascensión del nazismo...?""... Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta...")

("Compartiremos las injurias, los reproches, las necias burlas resistiremos... el destino penoso del ser humano" (Hristo Botev) "¿Cuántas voces son necesarias para no entender el mundo?" (Zhivka Baltadzhieva) 

("Da lo mismo, el asunto no se aborda. Significa que el hombre, además de chillar a los suyos, nos interpela a nosotros. Lleva casi cinco meses gritándonos bajo la tormenta: –¡Joder, haced algo, que llevo a una criatura encima!... ahí lo tienen, en pie, gritándole al mundo civilizado que, joder, le eche una mano. El mundo civilizado, como el que oye llover" (J.J. Millás) "... Han muerto todas las ideas capaces de sostener un sueño... La única raza ha desahuciado al inquilino en el propio domicilio de su cráneo..." (Juan Carlos Mestre) 


("Ante el orden existente...)


("Sesenta o setenta personas son las dueñas de un mundo en el que la mayoría pasa hambre, sed, frío y un sinfín de calamidades. Es lo que llamamos estabilidad... No precisan de un ejército porque tienen a su disposición los de todo el mundo, ni de una policía porque todas están a sus órdenes... Menos mal que nos quedan las rastas y el amamantamiento como materia para el análisis político riguroso" (J.J. Millás) "la globalización de los hambrientos es el aperitivo de los amos" (M. Benedetti)








'NACÍ EN AGOSTO...', de Sara Búho (próximamente en el IES Cristóbal Colón)

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En el IES Cristóbal Colón, Sanlúcar de Barrameda, mientras acabamos como podemos el primer trimestre, ya  estamos trabajando en nuestras próximas Jornadas de carácter social. Si el curso pasado nos metimos en la piel de los No Refugiados (hay que seguir haciéndolo), este año, en febrero trataremos el tema de la Pobreza Infantil, la de fuera y, por supuesto, la de aquí. Sin embargo, no podemos olvidarnos de nuestro encuentro anual con la Poesía, llevamos más de diez años, este año estará con nosotros Sara Búho... os dejamos aquí un suculento aperitivo, para ir haciendo boca, aunque no haga falta. 
Entre otras cosas, afirma ella “La poesía es una forma casi agresiva de expresarme”

"... Nunca fui muy popular,

la verdad,
me gustaba no serlo.
Aun así tuve suerte,
a día de hoy sé que tuve los mejores compañeros que podía tener..."





NACÍ EN AGOSTO...

Nací en agosto,
estoy libre de bautismo porque mis padres pensaron
que decidiera yo misma en lo que creer una vez supiera hablar.
Crecí en un colegio de curas,
he recitado el avemaría todas las mañanas a las ocho
desde los séis años hasta los dieciséis.
Mentiría si dijera que no echo de menos el uniforme,
las verbenas de fin de curso
y muchos profesores.
Lo de rezar no.

Nunca se me dio bien relacionarme;
el llevar un corsé ortopédico media adolescencia no ayudó.
Nunca fui muy popular,
la verdad,
me gustaba no serlo.
Aun así tuve suerte,
a día de hoy sé que tuve los mejores compañeros que podía tener.

He tenido cinco mejores amigas,
soy hija única aunque una vez juré tener una hermana
dentro de esas cinco.
Hoy me debato en esa creencia firme de que la amistad existe
tal y como yo la siento o como veo que es;
todo iba mejor cuando no nos planteábamos tantas cosas
la verdad.

Me crié en un barrio linense
a base de los potajes, guisos,
pucheros y otras delicias de mi abuela Ani,
bajo la voz callada y mirada atenta y protectora de mi abuelo Juan.
La primera de las nietas,
mimada sí,
pero no consentida.

Mi bisabuelo fue poeta,
escribía desde la cárcel
y mi abuela Tere solía recitarme sus poemas
antes de tan siquiera ser capaz de comprenderlos
mientras yo jugaba con una caja de botones.
Prometí a mi abuelo Pepe leer la Biblia y ya he cumplido la mitad.

Adoro a mi familia,
desde mis padres hasta lo que alcanzo a conocer
y sigo conociendo a día de hoy.
Los disfruto, y aunque los quiero les cuento poco
pero aun así saben mucho más de lo que parece.

Amé el metal a los trece,
el punk a los 14,
y el rap a los 15,
ahora ando enamorada de muchos cantautores
y detesto a aquellos que juzgan a otros por escuchar reggaeton
si ellos mismos se vuelven locos cuando suena
un tema clásico en cualquier discoteca.
Yo los bailo,
qué pasa.

Descubrí el amor a los trece,
lloré por amor por primera vez a los catorce.
Lo he confundido con cariño,
lo he transformado en olvido.
He tenido cuatro novios
y no he besado a muchos más.
Me han juzgado por eso de que según dicen eso no es vivir la vida,
que tengo que experimentar;
yo qué sé,
siempre me ha pesado más el latir del corazón
que el de la entrepierna.

Luego acaban reconociendo que los mejores polvos no son los de una noche.
Pero eso es otro tema.

Me han roto el corazón dos veces
y yo he roto otros dos.
Para qué hablar de platos.
De la primera vez aprendí que tirar la toalla a destiempo
es sólo una excusa para no afrontar
que el amor cuando se quema sigue oliendo bien;
la última descubrí que no había aprendido una mierda,
además de que la mentira como patología existe.
De las veces en las que hice daño aprendí que
que se te vaya el amor es otra forma de arrancarte
el corazón del pecho y no tener a quién dárselo
porque sabes que no es justo.
Que es lo peor porque es una carretera de un solo sentido
y sólo tú tienes el freno.

Estudio derecho para dedicarme a otra cosa,
nunca me he permitido equivocarme
por miedo a ser juzgada,
para con veintidós daños
 acabar dándome cuenta de que equivocarse no es un error.

Y todo esto para acabar diciendo
que somos los únicos jueces sin oposición que perdemos el juicio contra nosotros mismos
cuando somos todos los que creamos lo "socialmente establecido",
y aun así inventamos la palabra prejuicio sólo para excusarnos cuando la cagamos.




ACERCA DE SARA BÚHO:


Sara Búho (La Línea de la Concepción, Cádiz, 1991). Graduada en Derecho y Master en Marketing Digital y Comercio Electrónico. Desde 2005 empezó a compartir sus poemas en un blog y pronto alcanzó gran notoriedad a través de las redes sociales. En 2016, Valparaíso Ediciones publicó su primer libro, La ataraxia del corazón. Su poesía la ha llevado a participar en diversos encuentros internacionales de poesía en México o Colombia y Estados Unidos.

(Fuente: valparaisoediciones.es)








'INJUSTICIA', por Juan José Millás / 'LAS DESIERTAS ABARCAS', de Miguel Hernández

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Volvemos. Aquí tenéis, chicos, la columna de opinión para el comentario crítico de esta semana. Seguimos preparando las Jornadas sobre Pobreza Infantil en el IES Cristóbal Colón. De los No Refugiados, aunque ya dé vergüenza, seguiremos hablando, se acabó la Navidad, llega el Invierno... Acompañamos el texto de Millás con el poema sugerido por nuestra amiga Rosa Suárez, pensando ya en esas Jornadas.

"La chica muerta se encuentra con su padre, también muerto, en el portal. Se besan, suben juntos en el ascensor y entran en un piso frío con las luces apagadas. El padre muerto comienza a preparar la cena mientras la chica hace los deberes envuelta en una manta. Sobre las nueve llega la madre, que es la esposa del hombre, y que está viva. Comen los tres bajo la bombilla de bajo consumo de una lámpara sucia..." 
"Por el cinco de enero de la majada mía mi calzado cabrero a la escarcha salía"
Una luz led y una lata de refresco que sirve como hornillo son dos piezas clave en la vida de Pilar

INJUSTICIA

En mi cabeza, un poco mayor que la de mi perro, cabe un autobús grande. Grande, rojo y municipal que admite, sin distinción, vivos y muertos. El autobús recorre la periferia de toda la ciudad porque en mi cabeza cabe también una ciudad grande. Si cierro los ojos y me recuesto en el sofá, puedo pasar la tarde siguiendo el autobús. Aquí se baja un hombre gordo cuyo nudo de la corbata tiene la forma y la textura de un tumor, la coloración de una víscera. Las grietas de sus zapatos negros se abren como heridas al tocar el suelo. Allí se suben unas chicas que acaban de salir del instituto. Una de ellas está muerta, pero nadie se lo reprocha gracias a los derechos civiles recientemente conquistados. Cuando ya estoy a punto de dormirme, el autobús da un frenazo dentro de mi cabeza y vuelvo en mí, aunque no abro los ojos. Entonces veo bajar del autobús a la chica muerta en un barrio de las afueras. Son las seis de la tarde, ha comenzado a anochecer y la temperatura ha caído en picado. La chica muerta se desliza por la calle como una sombra, excepto cuando pasa por debajo de un farol que la ilumina brevemente, como un cono de luz a una actriz.
La chica muerta se encuentra con su padre, también muerto, en el portal. Se besan, suben juntos en el ascensor y entran en un piso frío con las luces apagadas. El padre muerto comienza a preparar la cena mientras la chica hace los deberes envuelta en una manta. Sobre las nueve llega la madre, que es la esposa del hombre, y que está viva. Comen los tres bajo la bombilla de bajo consumo de una lámpara sucia comentando el programa de la tele. ¿No te parece injusto, hipócrita lector, mi semejante, mi hermano, que en una cabeza poco más grande que la de un perro quepa tanta pena?
(Fuente: El País, 05-01-2018)
'LAS DESIERTAS ABARCAS'
Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.


Y encontraba los días
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.

Por el cinco de enero
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.
Poemas sueltos IV. Poesías completas.
Madrid: Aguilar, 1979, pp. 517-518
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'ENERO', por Luis Enrique Ibáñez

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Próximamente, en el IES Cristóbal Colón de Sanlúcar de Barrameda, Jornadas sobre Pobreza Infantil...

"Uno se vuelve y le dice a enero que le deje en paz, que no tiene ganas ni tiempo para hablar con él. Enero se ríe, helado, se ríe y pregunta mirando a ningún lugar qué tengo que hacer, enero sabe que esa diabólica pregunta escuece... Uno le dice... que tiene que trabajar en el tema de Pobreza Infantil, enero se descojona mientras grita ¡pobreza infantil, ahora se trata de pobreza infantil, estáis locos!... Ayer miles de niños españoles no tenían nada para cenar, lo que sí tenían era mucho frío, porque ya les habían cortado la luz, porque ya llevaban meses sin ella, porque ya no hablamos de ellos, qué guapa la niña triunfadora del concurso... enero espetó, y, por lo visto, ya os habéis olvidado de los No Refugiados, siempre hacéis lo mismo, empezáis algo, y nunca sois capaces de acabarlo... "


ENERO

Y aquí está, siempre vuelve. 

Va uno tranquilo por la calle, pensando en nada, pensando en todo, sin acertar la elección sobre qué pensar, refugiado en el pensar la rutina, ahora tengo que hacer esto, que no se me olvide luego llevar eso, me he quedado sin zanahorias, quiero cambiar la marca de café, aunque no sé por qué quiero hacerlo, quizá porque lo que realmente quiero cambiar sea otra cosa, otras cosas, otro párrafo... y mientras uno sigue buscando el lugar, por detrás llega él, te da un manotazo en el hombro y te dice eh soy yo, ya he vuelto, te acuerdas de mí, soy enero. 

Uno sabía que volvería, pero se hacía el tonto, para qué preocuparse por lo inevitable, lo inevitable... ahí estuvo lo peor, lo peor alojado en el adjetivo asesino, inevitable, puto adjetivo,  todo parecía inevitable al tiempo que comprobaba que la frutería en la que iba a rescatar las zanahorias había cerrado, se traspasa, ladraba el local. A lo lejos, bajo un paraguas roto, vi a esa señora mayor que había llevado esa frutería durante tantos años, vendiendo verdura, alumbrando legumbres, descubriendo frutas y, sobre todo, regalando conversación, ofreciendo gratis palabras que nos hacían creer que todavía podíamos comunicarnos, que todavía éramos humanos.

Uno se vuelve y le dice a enero que le deje en paz, que no tiene ganas ni tiempo para hablar con él. Enero se ríe, helado, se ríe y pregunta mirando a ningún lugar qué tengo que hacer, enero sabe que esa diabólica pregunta escuece, como escuece todo lo que pasa, todo lo que ocurre. Uno le dice, apresurando el paso, que tiene que trabajar en el tema de Pobreza Infantil, enero se descojona mientras grita pobreza infantil, ahora se trata de pobreza infantil, estáis locos y no lo sabéis, pobreza infantil, dice, enero sigue desencajado, disfrutando, nunca uno lo había visto así, viene peor que nunca, como extrañamente vengativo.

Rescatar zanahorias, me concentré corriendo mirando hacia atrás, mientras enero a lo lejos, como una conciencia extraviada, gritaba ¡y a mí quién me rescata!

¿A mí quién me rescata? Malditas sean las asociaciones, la absurda escritura, el desquiciado internet. 

Pero mejor, el cabrón de enero consiguió que uno se pusiera las pilas, como cuando Nexus 6 se clava algo a sí mismo para espabilarse... ¿a mí quién me rescata...?



Pues eso, enero, ¿qué hacemos? 

Ayer una niña que debería haber estado durmiendo a esas horas, ganó no sé qué concurso de marstechef, menuda palabrota. 

Ayer miles de niños españoles no tenían nada para cenar, lo que sí tenían era mucho frío, porque ya les habían cortado la luz, porque ya llevaban meses sin ella, porque ya no hablamos de ellos, qué guapa la niña triunfadora del concurso.

Ayer nos enteramos de las obscenas ganancias de bancos que desahucian, de empresas eléctricas que congelan la vida mientras pagan a sus mercenarios de la clase política, ayer, siempre ayer, siempre hoy.

Enero, lo siento, pero mis amigos y yo tenemos mucho que hacer, vete un poquito a la mierda.

Cuando uno pensó que había ganado ese combate, enero espetó, y, por lo visto, ya os habéis olvidado de los No Refugiados, siempre hacéis lo mismo, empezáis algo, y nunca sois capaces de acabarlo...

Llevas razón, enero, pero vamos a intentar cambiarlo, espero.


Nos vemos pronto en el IES Cristóbal Colón, os esperamos.

'HOSTILIDAD', por Juan José Millás / 'INFANCIA Y MUERTE', de Federico García Lorca / PROPUESTA DE EXAMEN

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"... en su mente se fue abriendo paso una sospecha como un buque en medio de la niebla. A lo largo del día, y aunque intentaba pensar en otras cosas, la quilla del buque, afilada como la de un rompehielos, quebraba todas sus defensas y progresaba hacia realidades desconocidas, pero de las que había oído hablar... Ella viajaba en ese buque, asomada a un horizonte que la alejaba del mundo de la infancia para ingresar en otro que, aun de lejos, le pareció hostil"
 
"... mi infancia era una rata que huía por un jardín oscurísimo,
una rata satisfecha mojada por el agua simple..."



HOSTILIDAD

Esta niña de siete años ya no cree en los Reyes, pero todavía no lo sabe. El pasado día 6 se levantó pronto y fue al salón, donde estaban expuestos los regalos. La envoltura del suyo así como la cinta que adornaba el paquete le resultaron familiares. Eran las mismas de un obsequio que había recibido meses antes su hermana mayor por el cumpleaños. Sintió una extrañeza muda y apartó una idea turbadora de la cabeza para centrarse en el juguete electrónico, muy deseado, que le habían traído los Magos. Mientras lo manipulaba, observó de reojo que sus padres, ajenos a lo que ocurría por debajo de sus rodillas, se daban las gracias mutuamente, ella por el portátil y él por la cartera de piel que les habían dejado Melchor, Gaspar y Baltasar. Le pareció raro este intercambio, pero siguió a lo suyo.
El lunes, cuando regresó al colegio, una compañera le dijo que los Reyes eran los padres. ¿Los padres de quién?, preguntó la niña, y su amiga se rio: los padres en general, respondió. Pensó en unos padres abstractos, con el rostro borroso, entrando en las casas por las noches cargados de regalos. Entre tanto, en su mente se fue abriendo paso una sospecha como un buque en medio de la niebla. A lo largo del día, y aunque intentaba pensar en otras cosas, la quilla del buque, afilada como la de un rompehielos, quebraba todas sus defensas y progresaba hacia realidades desconocidas, pero de las que había oído hablar. Realidades en las que dos y dos eran cuatro y donde la gente no vivía en las nubes. Ella viajaba en ese buque, asomada a un horizonte que la alejaba del mundo de la infancia para ingresar en otro que, aun de lejos, le pareció hostil. Durante la cena, su madre le preguntó si le ocurría algo, y ella dijo que no, que nada.
(Fuente: El País, 12-01-2018)
INFANCIA Y MUERTE
Para buscar mi infancia, ¡Dios mío!
comí naranjas podridas, papeles viejos, palomares vacíos,
y encontré mi cuerpecito comido por las ratas,
en el fondo del aljibe y con las cabelleras de los locos.
Mi traje de marinero
no estaba empapado con el aceite de las ballenas,
pero tenía la eternidad vulnerable de las fotografías.
Ahogado, sí, bien ahogado. Duerme, hijito mío, duerme.
Niño vencido en el colegio y en el vals de la rosa herida,
asombrado con el alba oscura del vello sobre los muslos,
agonizando con su propio hombre que masticaba tabaco en su costado
siniestro.
Oigo un río seco lleno de latas de conserva
donde cantan las alcantarillas y arrojan las camisas llenas de sangre;
un río de gatos podridos que fingen corolas y anémonas
para engañar a la luna y que se apoye dulcemente en ellos.
Aquí solo con mi ahogado.
Aquí solo con la brisa de musgos fríos y tapaderas de hojalata.
Aquí sólo veo que ya me han cerrado la puerta.
Me han cerrado la puerta y hay un grupo de muertos
que juega al tiro al blanco, y otro grupo de muertos
que busca por la cocina las cáscaras de melón,
y un solitario, azul, inexplicable muerto
que me busca por las escaleras, que mete las manos en el aljibe
mientras los astros llenan de ceniza las cerraduras de las catedrales
y las gentes se quedan de pronto con todos las trajes pequeños.
Para buscar mi infancia, ¡Dios mío!,
comí limones estrujados, establos, periódicos marchitos.
Pero mi infancia era una rata que huía por un jardín oscurísimo,
una rata satisfecha mojada por el agua simple,
y que llevaba un anda de oro entre los dientes diminutos.


7 de octubre, 1929.
New York.

ENTRADAS RELACIONADAS:

'MAC Y SU CONTRATIEMPO', de Enrique Vila-Matas (fragmento) / 'PRIMER EXILIO', de Pedro Sevilla 

("Durante muchos años fue para mí un gran enigma que Soteras hubiera repetido Párvulos. Hasta que una tarde... - No me creerás -me dijo-, pero se lo pedí mis padres porque me daba miedo pasar a Elemental (...) añadió que había espiado cómo era el curso siguiente, Elemental, y deducido que allí había que estudiar y que, además, era un lugar pensado sólo para que hiciera frío""... sensaciones nuevas que te producen miedo,y deseo, y vergüenza,cuando tú lo que quieres es seguir siendo niño...")
 
'ESE PARAÍSO PERDIDO'... 'DIARIO DE INVIERNO', de Paul Auster (fragmento)


("Día tras día y hasta el atardecer, los largos crepúsculos del verano, tan lentos en desaparecer, y tú en la hierba, corriendo como alma que lleva el diablo, el pulso latiéndote en los oídos, el aire en la cara. Algo más adelante... )
 
 
PROPUESTA DE EXAMEN 

PREGUNTAS:

1ª ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS
2ª TEMA. RESUMEN


3ª COMENTARIO CRÍTICO

Preguntas guía para el comentario crítico

1ª ¿Cómo está organizado el texto? (Estructura)

2ª ¿Qué tesis defiende el autor? (Ver Orientaciones para determinar el tema...)
3ª ¿Podrías resumir brevemente el texto con tus propias palabras?
(Las tres primeras preguntas corresponden, evidentemente, a las preguntas de Selectividad, ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS, TEMA Y RESUMEN. A partir de la cuarta pregunta comenzaría -es sólo una propuesta- el COMENTARIO CRÍTICO)
4ª ¿Qué tipo de texto es? Si es un texto literario, ¿a qué momento histórico pertenece, está "encuadrado" en algún movimiento literario?
5ª ¿Es un tema actual? ¿Crees que hay alguna idea "secundaria" importante?
6ª ¿Es un tema polémico?
7ª ¿Es un tema local/universal
8ª ¿Qé argumentos utiliza el autor para defender su tesis?
9ª ¿Es objetivo en sus planteamientos, o es subjetivo?
10ª ¿Cuáles son las “marcas lingüísticas” de su supuesta subjetividad? ¿Cuáles son las expresiones más impactantes, más significativas? Coméntalas.
11ª ¿Es un tema original?
12ª Si no lo es, ¿lo es, al menos su tratamiento, su enfoque?
13ª ¿Cuál es tu opinión?
14ª ¿Qué argumentos añadirías?
15ª ¿Qué argumentos opondrías a los del autor?
16ª ¿Puedes relacionar el texto, su tema principal, con otros textos, noticias… que conozcas?
(VER 'ENTRADAS RELACIONADAS' ARRIBA)
17ª Teniendo en cuenta la intención del autor, ¿crees que ha sido eficaz? ¿Qué funciones del lenguaje predominan?
18ª ¿Cómo concluyes tu análisis, tu comentario?

4ª ANÁLISIS SINTÁCTICO:
cuando regresó al colegio, una compañera le dijo que los Reyes eran los padres 
5ª EL LENGUAJE PERIODÍSTICO / 
LOS GÉNEROS DE OPINIÓN / 
LOS GÉNEROS INFORMATIVOS / 





'CAERÁN LOS BANCOS', Niños Mutantes

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"Caerán todos los bancos, caerán,

y el dinero será un mal recuerdo.
Arderán los ladrones, arderán,
y sus cenizas se irán con el viento.

"Como no se han cansado de repetir el economista James Galbraith y el economista y penalista William Black, no podemos resolver la crisis económica a menos que metamos en la cárcel a los delincuentes que han cometido actos fraudulentos"


. Y el ganador del premio Nobel de economía George Akerlof ha demostrado que la negligencia en punto a castigar a los delincuentes de guante blanco, y a fortiori, el rescatarlos, crea incentivos para que se cometan más delitos económicos y se proceda a una ulterior destrucción de la economía en el futuro. El premio Nobel de economía Joseph Stiglitz acaba de expresar la misma idea...




Caerán todos los bancos, caerán,
y el dinero será un mal recuerdo.
Arderán los ladrones, arderán,
y sus cenizas se irán con el viento.

Vosotros no sois más que reptiles,
sanguijuelas, alimañas,
piratas del aire, malnacidos,
devolvednos la luz a los ciegos.

Y todo será mucho mejor que ayer,
y al final...

Caerán todos los bancos, caerán,
y sus ruinas serán el cemento,
la semilla de la nueva cacería
y no oiremos vuestros lamentos.

Y todo será mucho mejor que ayer,
prepárate bien, abre tu mente y siente la...
música que anuncia la caída del imperio.
música que barre el suelo del universo,
música resuena en el centro de tu cuerpo,
música ayúdanos siempre.


'ANACRONISMOS EN SERIE', por Alex Grijelmo / 'DON QUIJOTE', CAPÍTULO XLIII, SEGUNDA PARTE (fragmento)

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"La filología cuenta con muchos licenciados en paro. No estaría mal que las series españolas contrataran a algunos de ellos para cuidar mejor los guiones... Esas ficciones le dan al espectador cierta cultura sobre la historia y la vida cotidiana de otro tiempo. Sería instructivo también que la lengua no quedase al margen de tan precisas recreaciones. Aún podemos evitar que el día menos pensado un actor que encarne a Cervantes diga: “Esto me mola mogollón”

"... cuando algunos no entienden estos términos, importa poco, que el uso los irá introduciendo con el tiempo, que con facilidad se entiendan; y esto es enriquecer la lengua, sobre quien tiene poder el vulgo y el uso" (Don Quijote)

Pere Ponce y Víctor Clavijo son Cervantes y Lope de Vega en 'El Ministerio del Tiempo'

ANACRONISMOS EN SERIE

Los agentes de El ministerio del Tiempo que viajan al pasado deberían ser descubiertos enseguida. La pronunciación de ciertos fonemas y la presencia de giros y palabras que no existían en épocas pretéritas los habrían de delatar como seres de otro tiempo. Pero nadie parece reparar en ello.
Por descontado, se trata de una ficción. Si estamos dispuestos a creer que uno sale por una puerta y se planta sin más en la revuelta de los comuneros (1521), cómo no vamos a dar por bueno lo demás.
Pero ya resulta más extraño que los españoles de aquellos siglos adopten significados que entonces no se habían inventado. Sabemos, sí, que ninguna película de romanos se ha rodado en latín, y que las convenciones de la creación literaria nos invitan a dejarnos engañar sin poner mayores dificultades en detalles accesorios. Pero no costaría tanto que los personajes evitaran al menos algunos neologismos actuales cuando viajan al pasado, y que el lenguaje de la serie estuviera tan ambientado como el vestuario.
Así, por ejemplo, se puso en boca de Lope de Vega (nada menos) esta oración dirigida a Cervantes: “Solamente sois el cronista de este evento”. El término “evento” se refería ahí a la ratificación en Valladolid del acuerdo de paz entre Inglaterra y España, pero en el siglo XVII no se definía con esa palabra un acto previsto y ordenado.
“Evento” (del remoto verbo “evenir”) se aplicaba entonces a un acaecimiento, es decir, a algo que sucedía “impensadamente o contra lo que se presumía o esperaba”; por tanto, algo inseguro (de ahí su relación con “eventual” y “eventualidad”). Hoy en día, sin embargo, esa cadena cromosómica se ha roto con la descuidada clonación del inglés event, y “evento” se aplica ya a cualquier acto organizado.
Anacronismos de ese estilo se pueden apreciar en todo tipo de ficciones históricas, a nada que uno pare la oreja. Por ejemplo, en El secreto de Puente Viejo (principios del siglo XX), un personaje le dice a otro que quiere hablarle “con privacidad”, el de más allá comete “un fallo puntual” y un tercero reconoce haber disfrutado de una “aventura” con una moza. Ésas y otras expresiones corresponden al español de nuestro tiempo, y no al del momento en que se desarrolla la ficción. Pero incluso hoy sería inverosímil que una criada que dice “quedo muy agradecía de tos vosotros” soltase a continuación “aquí han habidomuchas alegrías”, expresión dialectal de Cataluña y otras zonas que no casa con el léxico y la dicción que usa ese personaje en el resto de los capítulos.
También resulta extraño que un cura, don Anselmo, diga en un entierro “requiem cantim pacem” (en vez de “requiescat in pace”: descanse en paz). Los sacerdotes de aquella época aprendían latín y lo practicaban en la misa y otros ritos, por lo que parece poco verosímil un error de esa naturaleza.
La filología cuenta con muchos licenciados en paro. No estaría mal que las series españolas (magníficas en otros aspectos) contrataran a algunos de ellos para cuidar mejor los guiones y situarlos a la altura del talento y el mimo que se aprecia en la interpretación de los actores, en la gran calidad de las tramas y en el vestuario y la decoración.
Esas ficciones le dan al espectador cierta cultura sobre la historia y la vida cotidiana de otro tiempo. Sería instructivo también que la lengua no quedase al margen de tan precisas recreaciones. Aún podemos evitar que el día menos pensado un actor que encarne a Cervantes diga: “Esto me mola mogollón”.
(Fuente: El País, 14-01-2018)

'DON QUIJOTE', CAPÍTULO XLIII, SEGUNDA PARTE (fragmento)
... Toma con discreción el pulso a lo que pudiere valer tu oficio, y si sufriere que des librea a tus criados, dásela honesta y provechosa más que vistosa y bizarra, y repártela entre tus criados y los pobres: quiero decir que si has de vestir seis pajes, viste tres y otros tres pobres, y así tendrás pajes para el cielo y para el suelo; y este nuevo modo de dar librea no la alcanzan los vanagloriosos. No comas ajos ni cebollas, porque no saquen por el olor tu villanería. Anda despacio; habla con reposo, pero no de manera que parezca que te escuchas a ti mismo, que toda afectación es mala. Come poco y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago. Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra. Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de erutar delante de nadie. 
 
-Eso de erutar no entiendo -dijo Sancho. 
 
Y don Quijote le dijo: 
 
-Erutar, Sancho, quiere decir regoldar, y éste es uno de los más torpes vocablos que tiene la lengua castellana, aunque es muy sinificativo; y así, la gente curiosa se ha acogido al latín, y al regoldar dice erutar, y a los regüeldos, erutaciones; y, cuando algunos no entienden estos términos, importa poco, que el uso los irá introduciendo con el tiempo, que con facilidad se entiendan; y esto es enriquecer la lengua, sobre quien tiene poder el vulgo y el uso. 
 
-En verdad, señor -dijo Sancho-, que uno de los consejos y avisos que pienso llevar en la memoria ha de ser el de no regoldar, porque lo suelo hacer muy a menudo. 
 
-Erutar, Sancho, que no regoldar -dijo don Quijote. 
 
-Erutar diré de aquí adelante -respondió Sancho-, y a fee que no se me olvide. 
 
-También, Sancho, no has de mezclar en tus pláticas la muchedumbre de refranes que sueles; que, puesto que los refranes son sentencias breves, muchas veces los traes tan por los cabellos, que más parecen disparates que sentencias. 
 
-Eso Dios lo puede remediar -respondió Sancho-, porque sé más refranes que un libro, y viénenseme tantos juntos a la boca cuando hablo, que riñen por salir unos con otros, pero la lengua va arrojando los primeros que encuentra, aunque no vengan a pelo. Mas yo tendré cuenta de aquí adelante de decir los que convengan a la gravedad de mi cargo, que en casa llena presto se guisa la cena, y quien destaja no baraja, y a buen salvo está el que repica, y el dar y el tener seso ha menester. 
 
-¡Eso sí, Sancho! -dijo don Quijote-: ¡encaja, ensarta, enhila refranes, que nadie te va a la mano! ¡Castígame mi madre, y yo trómpogelas! Estoyte diciendo que escuses refranes, y en un instante has echado aquí una letanía dellos, que así cuadran con lo que vamos tratando como por los cerros de Úbeda. Mira, Sancho, no te digo yo que parece mal un refrán traído a propósito, pero cargar y ensartar refranes a troche moche hace la plática desmayada y baja. Cuando subieres a caballo, no vayas echando el cuerpo sobre el arzón postrero, ni lleves las piernas tiesas y tiradas y desviadas de la barriga del caballo, ni tampoco vayas tan flojo que parezca que vas sobre el rucio: que el andar a caballo a unos hace caballeros; a otros, caballerizos. Sea moderado tu sueño, que el que no madruga con el sol, no goza del día; y advierte, ¡oh Sancho!, que la diligencia es madre de la buena ventura, y la pereza, su contraria, jamás llegó al término que pide un buen deseo. Este último consejo que ahora darte quiero, puesto que no sirva para adorno del cuerpo, quiero que le lleves muy en la memoria, que creo que no te será de menos provecho que los que hasta aquí te he dado; y es que jamás te pongas a disputar de linajes, a lo menos, comparándolos entre sí, pues, por fuerza, en los que se comparan uno ha de ser el mejor, y del que abatieres serás aborrecido, y del que levantares en ninguna manera premiado. Tu vestido será calza entera, ropilla larga, herreruelo un poco más largo; greguescos, ni por pienso, que no les están bien ni a los caballeros ni a los gobernadores. Por ahora, esto se me ha ofrecido, Sancho, que aconsejarte; andará el tiempo, y, según las ocasiones, así serán mis documentos, como tú tengas cuidado de avisarme el estado en que te hallares. 
 
-Señor -respondió Sancho-, bien veo que todo cuanto vuestra merced me ha dicho son cosas buenas, santas y provechosas, pero ¿de qué han de servir, si de ninguna me acuerdo? Verdad sea que aquello de no dejarme crecer las uñas y de casarme otra vez, si se ofreciere, no se me pasará del magín, pero esotros badulaques y enredos y revoltillos, no se me acuerda ni acordará más dellos que de las nubes de antaño, y así, será menester que se me den por escrito, que, puesto que no sé leer ni escribir, yo se los daré a mi confesor para que me los encaje y recapacite cuando fuere menester.





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