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'LA LIBERTAD DEL LIBRO', Elvira Sastre (Elvira Sastre y Andrea Valbuena, próximo martes en el IES Cristóbal Colón, seguimos)

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En el IES Cristóbal Colón seguimos con los Refugiados, a su lado, y preparando encuentros con otros institutos solidarios. Pero, mientras tanto, también seguimos con nuestras citas anuales con la poesía en directo, tocándola. El próximo martes recibimos a Elvira Sastre y a Andrea Valbuena... que la palabra se extienda, y más ahí, entre nuestras paredes.

"Yo
me saltaré tus prohibiciones sobre mí
y no quedará rastro de tu voz
que cuente que algún día
le dimos a nuestro asesino
el cuchillo,
que demuestre que en aquel momento
te cedimos el poder
de nuestra leyenda"



LA LIBERTAD DEL LIBRO


Yo
voy a hacer que en tu tumba
sólo crezcan muertos.

Yo
voy a contares a tus hijos
lo mal padre que fuiste;
les enseñaré mis heridas para que aprendan
que acariciar el pasado también sirvi para torcer
     el camino
-les demostraré que jamás me alcanzaste-;
les haré darse cuenta de
que una cicatriz
es un recordatorio de la victoria;
les confesaré que tu cruz
sólo consiguió hacerme creer más en mí mismo.

Yo
voy a derrotarte con valentía
y gritar con fuerza,
porque la libertad sigue formando parte de mi definición
y tú no eres nadie para arañar el sentido de mi silencio.

Yo
voy a hacer que los ciegos vean, 
que los mancos llenen tu boca de puños,
que con tu ruido enloquezcan los sordos,
que el mudo escupa en tu silencio,
que el que no te conozca abra un libro,
que el que lo haga
se atreva a leerte como que aúlla.

Yo
voy a plantar semillas en el rastro de muertos que dejas,
y nuestro ejército de flores
arrancará de cuajo los sueños de tus fusiles.

Yo
voy a llevarte donde tus ojos no miran,
te pondré un espejo delante
y querrás morir de vergüenza
con lo que veas,
con lo que eres,
con lo que intentaste ser
y jamás conseguiste.

Yo
perseguiré tu maldad,
vomitaré sobre tu sombra
aquel miedo
y volveré a hacer nuestra la carcajada.

Yo
me saltaré tus prohibiciones sobre mí
y no quedará rastro de tu voz
que cuente que algún día
le dimos a nuestro asesino
el cuchillo,
que demuestre que en aquel momento
te cedimos el poder
de nuestra leyenda.

Yo
voy a ser feliz
sobre toda tu pena.

Yo
voy a conseguir todo aquello
que tú jamás lograste.

Porque
yo
soy el pueblo,
yo
soy la historia,
yo
soy el libro.

Y
un
simple
capítulo.



ENTRADAS RELACIONADAS:


(... Antes de la poesía vinieron tus manos... Antes de la felicidad vino tu caricia tu orgullo hecho nudo en la garganta, tus brazos gigantes y pequeños que protegen sin querer y salvan queriendo a cualquiera que se cruce en tu cariño...)



("... Hablaría de declararle la guerra a la misma noche, de librar batallas contra la sobriedad hasta el amanecer y ejercitar los músculos de la risa hasta que duelan..." "No quiero a alguien que llene mis vacíos, si acaso, alguien a quien no le importen y encuentre su espacio entre todos ellos")

'PAÍS DE POETAS', de Elvira Sastre / 'TENGO UN PLAN', Adriana Moragues y Elvira Sastre

(... En la calle sólo queda vivo un hambre feroz que aterra: el canibalismo de un capitalismo devorador. Quien dice defendernos nos acaricia y nos deja la cara llena de sangre... cabe más humanidad en estos cuerpos que mierda en todos vuestros discursos...)








'EL GURJA', por Leila Guerriero / 'PRIMERA ELEGÍA DE DUINO', de Rainer M. Rilke

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"¿Pueden los mercenarios cantar canciones de amor? ¿Qué hacer con la emoción que eso provoca: en qué me convierte esa emoción? Luminosos, llenos de rabia y podredumbre: así estamos todos. El arte es más grande que la vida, y la incomodidad que producen sus preguntas hace que uno sepa que ha entendido cosas que no podría explicarle (a) nadie."

"Porque lo bello no es sino
el comienzo de lo terrible, ése que todavía podemos soportar... Todo ángel es terrible" (Rilke)

Imagen de la representación de 'Campo minado'

EL GURJA

Vi hace tiempo Campo minado, la obra de la directora argentina Lola Arias protagonizada por seis combatientes de Malvinas, tres argentinos y tres ingleses. Soldados reales contando su guerra real. La obra avanza y retrocede, de modo que los espectadores saben lo que hicieron esos hombres antes, durante y después de la guerra. En un momento, Sukrim Rai, un gurja, cuenta lo que hizo en Malvinas. Los gurjas son nepaleses que sirven en la Armada británica, diestros en el uso del kukri, un cuchillo de hazañas desolladoras. Aquí, durante la guerra, la palabra gurja despertaba desprecio y pánico. Aún despierta. El de Rai es el relato de un guerrero que habla de su trabajo —matar— con respeto y serenidad. Al terminar, dice que cantará una canción de su país. La canción es bella. El auditorio, repleto de argentinos, lo aplaudió cálidamente. Yo, aún al borde del infarto emocional, no. Poco más tarde, se sabe qué hizo Rai después de la guerra. Si los otros soldados ingleses se dedicaron a la psicología y a enseñar a niños con problemas de aprendizaje, el trabajo de Rai es más difícil de encajar: es guardia de seguridad en una mina de oro en Ghana. Yo recibí la información como una patada en la nuca. Y ahí se detienen mis pensamientos y empieza todo lo demás. ¿Solo podemos comprender a quienes nos parecen aceptablemente probos? ¿Pueden los mercenarios cantar canciones de amor? ¿Qué hacer con la emoción que eso provoca: en qué me convierte esa emoción? Campo minado pone patas arriba toda idea acerca de consenso y memoria, y es una palpitante autopsia de la naturaleza humana: la de los combatientes, pero también la de los espectadores. Luminosos, llenos de rabia y podredumbre: así estamos todos. El arte es más grande que la vida, y la incomodidad que producen sus preguntas hace que uno sepa que ha entendido cosas que no podría explicarle (a) nadie.

(Fuente: El País, 15-02-2017)


PRIMERA ELEGÍA DE DUINO


Quién, si yo gritase, me oiría desde los coros       
de los ángeles? Y aun suponiendo que alguno de ellos
me acogiera de pronto en su corazón, yo desaparecería        
ante su existencia más poderosa. Porque lo bello no es sino 
el comienzo de lo terrible, ése que todavía podemos soportar;       
y lo admiramos tanto porque, sereno, desdeña el destruirnos.        
Todo ángel es terrible.
.....Y así me contengo, sofocando el llamado seductor  
de oscuros sollozos. Ay, ¿a quién podemos  
recurrir entonces? A los ángeles no, a los seres humanos tampoco
y los astutos animales advierten ya     
que no estamos muy confiados y como en casa     
en el mundo interpretado. Tal vez nos queda todavía   
algún árbol en la ladera que podamos contemplar       
de nuevo cada día; nos queda la calle de ayer     
y la mimada fidelidad de una costumbre      
que se complació en nosotros y así permaneció y ya no se fue.
----- Oh, y la noche, la noche, cuando el viento lleno de espacio sideral
nos muerde el rostro; ¿a quién no le queda al menos ella, la anhelada, 
que nos decepciona suavemente y con esfuerzo aguarda       
al corazón de cada cual? ¿Es la noche más leve para los enamorados?
Ay, ellos sólo se ocultan uno al otro su destino.   
----- ¿Aún no lo sabes? Arroja desde los brazos el vacío       
hacia los espacios que respiramos; quizá de modo que los pájaros        
sientan el aire ensanchando con un vuelo más íntimo. 

- Sí, al parecer las primaveras te necesitaban.      
Algunas estrellas te exigían que las percibieras.  
En el pasado se levantaba, acercándose, una ola
o cuando pasabas tú junto a la ventana abierta  
se entregaba un violín. Todo eso era misión.        
¿Pero pudiste con ello? ¿No estabas todavía       
distraído por las expectativas como si todo 
te anunciara una amada? (¿Dónde quieres albergarla,        
cuando grandes y extraños pensamientos entran y salen de ti        
y a menudo se quedan por la noche?) Pero,
si te abruma la nostalgia, canta a los amantes; mucho falta todavía      
para que su célebre sentimiento sea lo bastante inmortal.     
Y a esos abandonados que tú casi envidias y a quienes encontraste       
aún más capaces de amar que a los satisfechos.   
Una y otra vez recomienza la alabanza inalcanzable;  
piensa: el héroe perdura y hasta su mismo ocaso 
fue para él sólo un pretexto para ser: su último nacimiento. 
Pero la naturaleza, agotada, recoge de vuelta a los amantes
en su seno, como si le faltaran las fuerzas   
para llevar a cabo dos veces la tarea. ¿Has pensado bastante       
en Gaspara Stampa, para que así alguna muchacha    
a quien dejó su amado, ante el ejemplo señero de esta amante,      
sienta: y si yo llegase a ser como ella?
¿No deberían, al fin, hacérsenos más fecundos estos viejos dolores?      
¿No es tiempo ya de liberarnos, amando, del amado    
y de resistir estremecidos, como resiste la flecha a la cuerda,
para ser, concentrada en el salto, más que ella misma?
Porque no hay permanecer en parte alguna.        

- Voces, voces. Escucha, mi corazón, como antaño        
sólo escuchaban los santos, de tal modo que el llamado gigantesco       
los alzaba del suelo; pero ellos, los imposibles,   
seguían ahí de rodillas, indiferentes:  
Así estaban escuchando. No es que tú puedas soportar
la voz de Dios, ni mucho menos. Pero escucha el soplo,         
el mensaje incesante que se forma del silencio.     
Ahora susurra hacia ti desde aquellos jóvenes difuntos.        
Donde quiera que entraste, ¿no te habló quedamente  
su destino en iglesias de Nápoles y Roma?  
¿O se te impuso, sublime, una inscripción en relieve,    
como recientemente esa lápida en Santa María Formosa?    
¿Qué quieren ellos de mí? En voz baja debo deshacer  
la apariencia de injusticia que limita un tanto a veces 
el puro movimiento de sus espíritus.    

-- Por cierto que es extraño no habitar más la tierra,   
no seguir practicando las costumbres apenas aprendidas,    
no dar el significado de un porvenir humano a las rosas      
y a tantas otras cosas llenas de promesas;   
no seguir siendo lo que uno era 
en unas manos infinitamente angustiadas   
o incluso dejar de lado el propio nombre    
como un juguete destrozado.      
Es extraño el no seguir deseando los deseos. Es extraño        
ver ondear libre en el espacio todo lo que antes se amarró.  
Y el estar muerto es laborioso y tan lleno de recuperaciones 
que sólo lentamente percibe uno algo de eternidad. Pero los vivos
cometen todo el error de distinguir con demasiada vehemencia.    
Los ángeles (se dice) no sabrían a menudo 
si andan entre los vivos o los muertos.
A través de ambas regiones el eterno fluir   
siempre arrastra consigo a todas las edades, acallándolas.  

Por último, ya no nos necesitan ellos, los que se fueron temprano;
suavemente uno se va desacostumbrando de lo terrenal, así como 
se emancipa con ternura de los pechos de la madre. Pero nosotros,
que tenemos necesidad de tan grandes misterios, de los cuales,     
y desde la tristeza, surge a menudo una prosperidad bienaventurada:   
¿podríamos existir sin ellos? ¿Es vana la leyenda de que antaño, 
en el lamento funerario por Lino, la primera música, osada,
atravesó el arido estupor; y que recién en aquel espacio dominado        
por el terror, del cual el joven semidiós escapó de pronto y para siempre,      
entró el vacío mismo en aquella vibración   

que aún ahora nos arrebata, nos consuela y nos ayuda?


(Fuente: epdlp.com)

MÁS INFORMACIÓN SOBRE LA OBRA DE TEATRO 'CAMPO MINADO'

ACERCA DE RAINER MARÍA RILKE:

Poeta y novelista austro-germánico, considerado como uno de los más importantes e influyentes poetas modernos a causa de su preciso estilo lírico, sus simbólicas imágenes y sus reflexiones espirituales. Nació en Praga el 4 de diciembre de 1875. Después de una infancia solitaria y llena de conflictos emocionales, estudió en las universidades de Praga, Munich y Berlín. Sus primeras obras publicadas fueron poemas de amor, titulados Vida y canciones (1894). En 1897, Rilke conoció a Lou Andreas-Salomé, la hija de un general ruso, y dos años después viajaba con ella a su país natal. Inspirado por las dimensiones y la belleza del paisaje tanto como por la profundidad espiritual de la gente con que se encontró, Rilke se formó la creencia de que Dios está presente en todas las cosas. Estos sentimientos encontraron expresión poética enHistorias del buen Dios (1900). Después de 1900 Rilke eliminó de su poesía el vago lirismo que, al menos en parte, le habían inspirado los simbolistas franceses, y, en su lugar, adoptó un estilo preciso y concreto, del que pueden dar ejemplo los poemas recogidos en elLibro de las imágenes (1902) y las series de versos de El libro de las horas (1905). En París, en 1902, Rilke conoció al escultor Auguste Rodin y fue su secretario de 1905 a 1906. Rodin enseñó al poeta a contemplar la obra de arte como una actividad religiosa y a hacer sus versos tan consistentes y completos como esculturas. Los poemas de este período aparecieron en Nuevos poemas (2 volúmenes, 1907-1908). Hasta el estallido de la I Guerra Mundial, Rilke vivió en París, desde la que emprendió viajes por Europa y el norte de Africa. De 1910 a 1912 vivió en el castillo de Duino, cerca de Trieste (ahora en Italia), donde escribió los poemas que forman La vida de María (1913), a los que después pondría música el compositor alemán Paul Hindemith, y las dos primeras de las diez Elegías de Duino (1923). En su obra en prosa más importante, Los cuadernos de Malte Laurids Brigge(1910), novela comenzada en Roma en 1904, empleó corrosivas imágenes para transmitir las reacciones que la vida en París provoca en un joven escritor muy parecido a él mismo. Rilke residió en Munich durante casi toda la I Guerra Mundial y en 1919 se trasladó a Sierre (Suiza), donde se estableció, salvo visitas ocasionales a París y Venecia, para el resto de su vida. Allí completó las Elegías de Duino y escribió Sonetos a Orfeo (1923). Estos dos ciclos son considerados como su logro poético más importante. Las elegías presentan a la muerte como una transformación de la vida en una realidad interior que, junto con la vida, forman un todo unificado. La mayoría de los sonetos cantan la vida y la muerte como una experiencia cósmica. La obra de Rilke con su hermetismo, soledad, pereza llegó a un profundo existencialismo e influyó en los escritores de los años cincuenta tanto de Europa como de América. En lengua española, Rilke tuvo excelentes traductores -admiradores- como Francisco Ayala, Pablo Neruda, Gonzalo Torrente Ballester o José María Valverde. Rilke murió el 29 de diciembre de 1926 en Valmont (Suiza).

(Fuente: epdlp.com)








'RULFO', por Julio Llamazares / 'PEDRO PÁRAMO' (fragmento) y 'ES QUE SOMOS MUY POBRES', de Juan Rulfo

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"... le sirvió para conmover a los lectores del mundo entero, que vieron en esas vidas de mexicanos pobres y oprimidos el reflejo de las suyas y, aún más allá, el de la condición humana desde que la humanidad existe... ahí están los pobres mexicanos convertidos en el enemigo público número uno de un personaje y de una sociedad que han decidido culpar de sus frustraciones a los forasteros en la más rancia tradición del Far West"

“Hay pueblos que saben a desdicha. Se les conoce con sorber un poco de su aire viejo y entumido, pobre y flaco como todo lo viejo” ('Pedro Páramo')

Juan Rulfo

RULFO

Pocos escritores en la historia de la literatura universal han logrado el reconocimiento que el mexicano Juan Rulfo alcanzó con solo dos libros: la novelaPedro Páramo y el conjunto de relatos El llano en llamas (El gallo de oro, que sería el tercero, no pasó de ser un conato de guion de cine). Su retrato del México posrevolucionario, de esa Comala fantástica, trasunto literario del Jalisco natal del escritor, en la que conviven entre las ruinas vivos y muertos en un tiempo detenido y en un espacio simbólico que no es real ni irreal, simplemente es “apenado”, le sirvió para conmover a los lectores del mundo entero, que vieron en esas vidas de mexicanos pobres y oprimidos el reflejo de las suyas y, aún más allá, el de la condición humana desde que la humanidad existe. El centenario del nacimiento de Juan Rulfo, que se celebra este año, no podía por ello pasar desapercibido y más con lo que los mexicanos están sufriendo en estos momentos por la animadversión del presidente estadounidense, Donald Trump, que los ha elegido como los chivos expiatorios de todos los males de su país y en el principal objetivo, por esa razón, de la limpieza étnica que pretende en un momento de la historia en el que el mestizaje y el movimiento de personas hace imposible cualquier ilusión etnicista.
Pero ahí están los pobres mexicanos —los que emigraron al país del norte y los que simplemente podrían hacerlo— convertidos en el enemigo público número uno de un personaje y de una sociedad (la mitad al menos de la estadounidense, que votó a Donald Trump atraída por sus promesas) que han decidido culpar de sus frustraciones a los forasteros en la más rancia tradición del Far West hollywoodiense a la que tan aficionados son posiblemente la mayoría. La imagen de John Wayne o cualquier otro justiciero por el estilo ahuyentando de las fronteras estadounidenses a los malencarados y piojosos mexicanos, ladrones y mentirosos y vagos sin excepción, se ve que caló hondo en la fantasmagoría local, principalmente en la de los republicanos. ¡Qué poco tiene que ver con la realidad, con la vida de esos millones de personas que lo único que buscan en el país de John Wayne y de la Coca-Cola es un trabajo con el que sobrevivir!

Mi fe en el género humano no llega a tanto como para creer que los republicanos estadounidenses puedan leer a Juan Rulfo, pero si lo hicieran encontrarían palabras que les harían tambalearse con sus ideas, como estas de un personaje de Pedro Páramo: “Hay pueblos que saben a desdicha. Se les conoce con sorber un poco de su aire viejo y entumido, pobre y flaco como todo lo viejo”.
(Fuente: El País, 25-02-2017)
'PEDRO PÁRAMO' (fragmento)
»Ya para entonces soplaban vientos raros. Se decía que había gente levantada en armas. Nos llegaban rumores. Eso fue lo que aventó a tu padre por aquí. No por él, según me dijo en su carta, sino por tu seguridad, quería traerte a algún lugar viviente. 
»Sentí que se abría el cielo. Tuve ánimos de correr hacia ti. De rodearte de alegría. De llorar. Y lloré, Susana, cuando supe que al fin regresarías». 
—Hay pueblos que saben a desdicha. Se les conoce con sorber un poco de aire viejo y entumido, pobre y flaco como todo lo viejo. Éste es uno de esos pueblos, Susana. 
»Allá, de donde venimos ahora, al menos te entretenías mirando el nacimiento de las cosas: nubes y pájaros, el musgo, ¿te acuerdas? Aquí en cambio no sentirás sino ese olor amarillo y acedo que parece destilar por todas partes. Y es que éste es un pueblo desdichado; untado todo de desdicha. 
»Él nos ha pedido que volvamos. Nos ha prestado su casa. Nos ha dado todo lo que podamos necesitar. Pero no debemos estarle agradecidos. Somos infortunados por estar aquí, porque aquí no tendremos salvación ninguna. Lo presiento. 
»¿Sabes qué me ha pedido Pedro Páramo? Yo ya me imaginaba que esto que nos daba no era gratuito. Y estaba dispuesto a que se cobrara con mi trabajo, ya que teníamos 81 que pagar de algún modo. Le detallé todo lo referente a La Andrómeda y le hice ver que aquello tenía posibilidades, trabajándola con método. ¿Y sabes qué me contestó? “No me interesa su mina, Bartolomé San Juan. Lo único que quiero de usted es a su hija. Ése ha sido su mejor trabajo”.
ES QUE SOMOS MUY POBRES
Aquí todo va de mal en peor. La semana pasada se murió mi tía Jacinta, y el sábado, cuando ya la habíamos enterrado y comenzaba a bajársenos la tristeza, comenzó a llover como nunca. A mi papá eso le dio coraje, porque toda la cosecha de cebada estaba asoleándose en el solar. Y el aguacero llegó de repente, en grandes olas de agua, sin darnos tiempo ni siquiera a esconder aunque fuera un manojo; lo único que pudimos hacer, todos los de mi casa, fue estarnos arrimados debajo del tejabán, viendo cómo el agua fría que caía del cielo quemaba aquella cebada amarilla tan recién cortada.
Y apenas ayer, cuando mi hermana Tacha acababa de cumplir doce años, supimos que la vaca que mi papá le regaló para el día de su santo se la había llevado el río
El río comenzó a crecer hace tres noches, a eso de la madrugada. Yo estaba muy dormido y, sin embargo, el estruendo que traía el río al arrastrarse me hizo despertar en seguida y pegar el brinco de la cama con mi cobija en la mano, como si hubiera creído que se estaba derrumbando el techo de mi casa. Pero después me volví a dormir, porque reconocí el sonido del río y porque ese sonido se fue haciendo igual hasta traerme otra vez el sueño.
Cuando me levanté, la mañana estaba llena de nublazones y parecía que había seguido lloviendo sin parar. Se notaba en que el ruido del río era más fuerte y se oía más cerca. Se olía, como se huele una quemazón, el olor a podrido del agua revuelta.
A la hora en que me fui a asomar, el río ya había perdido sus orillas. Iba subiendo poco a poco por la calle real, y estaba metiéndose a toda prisa en la casa de esa mujer que le dicen la Tambora. El chapaleo del agua se oía al entrar por el corral y al salir en grandes chorros por la puerta. La Tambora iba y venía caminando por lo que era ya un pedazo de río, echando a la calle sus gallinas para que se fueran a esconder a algún lugar donde no les llegara la corriente.
Y por el otro lado, por donde está el recodo, el río se debía de haber llevado, quién sabe desde cuándo, el tamarindo que estaba en el solar de mi tía Jacinta, porque ahora ya no se ve ningún tamarindo. Era el único que había en el pueblo, y por eso nomás la gente se da cuenta de que la creciente esta que vemos es la más grande de todas las que ha bajado el río en muchos años.
Mi hermana y yo volvimos a ir por la tarde a mirar aquel amontonadero de agua que cada vez se hace más espesa y oscura y que pasa ya muy por encima de donde debe estar el puente. Allí nos estuvimos horas y horas sin cansarnos viendo la cosa aquella. Después nos subimos por la barranca, porque queríamos oír bien lo que decía la gente, pues abajo, junto al río, hay un gran ruidazal y sólo se ven las bocas de muchos que se abren y se cierran y como que quieren decir algo; pero no se oye nada. Por eso nos subimos por la barranca, donde también hay gente mirando el río y contando los perjuicios que ha hecho. Allí fue donde supimos que el río se había llevado a la Serpentina, la vaca esa que era de mi hermana Tacha porque mi papá se la regaló para el día de su cumpleaños y que tenía una oreja blanca y otra colorada y muy bonitos ojos.
No acabo de saber por qué se le ocurriría a la Serpentina pasar el río este, cuando sabía que no era el mismo río que ella conocía de a diario. La Serpentina nunca fue tan atarantada. Lo más seguro es que ha de haber venido dormida para dejarse matar así nomás por nomás. A mí muchas veces me tocó despertarla cuando le abría la puerta del corral porque si no, de su cuenta, allí se hubiera estado el día entero con los ojos cerrados, bien quieta y suspirando, como se oye suspirar a las vacas cuando duermen.
Y aquí ha de haber sucedido eso de que se durmió. Tal vez se le ocurrió despertar al sentir que el agua pesada le golpeaba las costillas. Tal vez entonces se asustó y trató de regresar; pero al volverse se encontró entreverada y acalambrada entre aquella agua negra y dura como tierra corrediza. Tal vez bramó pidiendo que le ayudaran. Bramó como sólo Dios sabe cómo.
Yo le pregunté a un señor que vio cuando la arrastraba el río si no había visto también al becerrito que andaba con ella. Pero el hombre dijo que no sabía si lo había visto. Sólo dijo que la vaca manchada pasó patas arriba muy cerquita de donde él estaba y que allí dio una voltereta y luego no volvió a ver ni los cuernos ni las patas ni ninguna señal de vaca. Por el río rodaban muchos troncos de árboles con todo y raíces y él estaba muy ocupado en sacar leña, de modo que no podía fijarse si eran animales o troncos los que arrastraba.
Nomás por eso, no sabemos si el becerro está vivo, o si se fue detrás de su madre río abajo. Si así fue, que Dios los ampare a los dos.
La apuración que tienen en mi casa es lo que pueda suceder el día de mañana, ahora que mi hermana Tacha se quedó sin nada. Porque mi papá con muchos trabajos había conseguido a la Serpentina, desde que era una vaquilla, para dársela a mi hermana, con el fin de que ella tuviera un capitalito y no se fuera a ir de piruja como lo hicieron mis otras dos hermanas, las más grandes.
Según mi papá, ellas se habían echado a perder porque éramos muy pobres en mi casa y ellas eran muy retobadas. Desde chiquillas ya eran rezongonas. Y tan luego que crecieron les dio por andar con hombres de lo peor, que les enseñaron cosas malas. Ellas aprendieron pronto y entendían muy bien los chiflidos, cuando las llamaban a altas horas de la noche. Después salían hasta de día. Iban cada rato por agua al río y a veces, cuando uno menos se lo esperaba, allí estaban en el corral, revolcándose en el suelo, todas encueradas y cada una con un hombre trepado encima.
Entonces mi papá las corrió a las dos. Primero les aguantó todo lo que pudo; pero más tarde ya no pudo aguantarlas más y les dio carrera para la calle. Ellas se fueron para Ayutla o no sé para dónde; pero andan de pirujas.
Por eso le entra la mortificación a mi papá, ahora por la Tacha, que no quiere vaya a resultar como sus otras dos hermanas, al sentir que se quedó muy pobre viendo la falta de su vaca, viendo que ya no va a tener con qué entretenerse mientras le da por crecer y pueda casarse con un hombre bueno, que la pueda querer para siempre. Y eso ahora va a estar difícil. Con la vaca era distinto, pues no hubiera faltado quién se hiciera el ánimo de casarse con ella, sólo por llevarse también aquella vaca tan bonita.
La única esperanza que nos queda es que el becerro esté todavía vivo. Ojalá no se le haya ocurrido pasar el río detrás de su madre. Porque si así fue, mi hermana Tacha está tantito así de retirado de hacerse piruja. Y mamá no quiere.
Mi mamá no sabe por qué Dios la ha castigado tanto al darle unas hijas de ese modo, cuando en su familia, desde su abuela para acá, nunca ha habido gente mala. Todos fueron criados en el temor de Dios y eran muy obedientes y no le cometían irreverencias a nadie. Todos fueron por el estilo. Quién sabe de dónde les vendría a ese par de hijas suyas aquel mal ejemplo. Ella no se acuerda. Le da vueltas a todos sus recuerdos y no ve claro dónde estuvo su mal o el pecado de nacerle una hija tras otra con la misma mala costumbre. No se acuerda. Y cada vez que piensa en ellas, llora y dice: “Que Dios las ampare a las dos.”
Pero mi papá alega que aquello ya no tiene remedio. La peligrosa es la que queda aquí, la Tacha, que va como palo de ocote crece y crece y que ya tiene unos comienzos de senos que prometen ser como los de sus hermanas: puntiagudos y altos y medio alborotados para llamar la atención.
-Sí -dice-, le llenará los ojos a cualquiera dondequiera que la vean. Y acabará mal; como que estoy viendo que acabará mal.
Ésa es la mortificación de mi papá.
Y Tacha llora al sentir que su vaca no volverá porque se la ha matado el río. Está aquí a mi lado, con su vestido color de rosa, mirando el río desde la barranca y sin dejar de llorar. Por su cara corren chorretes de agua sucia como si el río se hubiera metido dentro de ella.
Yo la abrazo tratando de consolarla, pero ella no entiende. Llora con más ganas. De su boca sale un ruido semejante al que se arrastra por las orillas del río, que la hace temblar y sacudirse todita, y, mientras, la creciente sigue subiendo. El sabor a podrido que viene de allá salpica la cara mojada de Tacha y los dos pechitos de ella se mueven de arriba abajo, sin parar, como si de repente comenzaran a hincharse para empezar a trabajar por su perdición.
(Fuente: Biblioteca Ciudad Seva)
PINCHAR EN LA IMAGEN PARA LEER 'PEDRO PÁRAMO'

ENTRADA RELACIONADA:
60 AÑOS DE 'EL LLANO EN LLAMAS', por Winston Manrique Sandoval / 'EL LLANO EN EN LLAMAS, de Juan Rulfo

("Pero no sabía que, además de contar esas historias de pueblos perdidos y polvorientos sin piedad y sin buenas intenciones, era posible además ese lenguaje escueto, riguroso. No sabía que cada palabra podía ser como una piedra")



'SANGRE AZUL', por Luis Enrique Ibáñez

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"Aquí, en este país, la justicia es igual para todos, por supuesto, nadie lo pone en duda. Aquí, en este país, nadie entra en la cárcel por un delito menor y, mucho menos, por un delito menor cometido hace ya bastantes años. Aquí, nadie entra en prisión por protestar, entre otras cosas, porque aquí no son necesarias las protestas, aquí todo va como la seda...

Lo peor es, tal vez, esa amarga sensación de haber perdido la necesaria sangre roja que antes hervía en nuestras venas"


SANGRE AZUL

Aquí, en este país, la justicia es igual para todos, por supuesto, nadie lo pone en duda. Aquí, en este país, nadie entra en la cárcel por un delito menor y, mucho menos, por un delito menor cometido hace ya bastantes años. Aquí, nadie entra en prisión por protestar, entre otras cosas, porque aquí no son necesarias las protestas, aquí todo va como la seda. Al contrario, aquí lo que se mira con lupa son los delitos cometidos por las clases superiores, a esos sí, a esos aquí les aplicamos sin titubear todo el rigor de la Ley. Aquí hacemos nuestro el consejo que Don Quijote regaló a Sancho, "hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre que las informaciones del rico". Aquí, como gozamos de un estado pleno de Derecho, todos los jueces y fiscales actúan con absoluta imparcialidad, jamás podrían recibir, jamás, presión alguna procedente de allá en las alturas. Aquí, la Ley es igual para todos.

No sé qué pasará en otros países, pero aquí, en el nuestro, la riqueza siempre está al servicio del interés general. Por eso tenemos nuestro maravilloso artículo 128 de la Constitución, por eso lo aplicamos hasta el extremo: "1. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general. 2. Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica. Mediante ley se podrá reservar al sector público recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de monopolio y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general."

Por eso, gracias a ese artículo que entre todos nos dimos, las grandes multinacionales de los sectores estratégicos, sobre todo las del sector energético, siempre miran por el bienestar de los ciudadanos. Aquí nunca podría darse el caso de que una familia sin recursos se quedara sin agua, se quedara sin luz. Las empresas saben que, si se portaran mal, todos los recursos pasarían a manos del Estado. De todas formas, como todos sabemos, en nuestro país no existe ninguna familia sin recursos. Aquí, como es lógico y porque somos humanos, se instauró hace ya muchos años una Renta Básica Universal, de manera que ningún ciudadano puede quedar desprotegido.

Aquí, el Poder Financiero no se inmiscuye, nunca, en el Poder Político. Por eso, aquí no se dan esos disparatados casos de políticos que pasan a formar parte de consejos de administración de grandes bancos, o de grandes multinacionales. Aquí no, aquí no existe eso que llaman puertas giratorias. En nuestro país sería imposible ver a un expresidente de gobierno colocado en, por ejemplo, Endesa o Gas Natural. Eso sería demasiado obsceno, y la gente no lo permitiría.

Aquí, en este país, hace ya muchas décadas que los bancos se muestran como verdaderas organizaciones solidarias, nunca perdieron ese espíritu social de las entrañables cajas de ahorro. Aquí sería imposible que un banco echara de su casa a una familia con todos los miembros en paro, y que además les exigiera seguir pagando, aunque ya vivieran en la calle. Qué tontería, si además aquí no hay ninguna familia con sus miembros en paro. Las buenas prácticas bancarias aquí son una realidad indiscutible. Jamás no hemos visto en la tesitura de tener que coger dinero público para rescatar a algún banco que hubiera sido malillo. Aquí no, aquí sabemos perfectamente que el dinero público está para eso, para lo público. Y, en todo caso, si le hubiéramos prestado nuestro dinero a algún banco travieso, posteriormente habría sido nacionalizado.

Aquí hay ciertas cosas que no se tocan. Si se hiciera, aquí, siendo como somos, se armaría la de Dios. Cuestiones como, por ejemplo, la Educación y la Sanidad públicas. En el hipotético caso de que algún día se produjera una crisis (o una estafa), a ningún gobierno de este país se le ocurriría recortar presupuesto en esos dos ámbitos fundamentales. Los ciudadanos no lo permitiríamos. En lo relativo a la Educación, cualquier joven español puede realizar estudios superiores, aunque no disponga de recursos económicos. Y en cuanto a la Sanidad, todo el mundo tiene la misma calidad y el mismo acceso. No existen  las listas de espera, y si existiesen, todas las personas estaría situadas en condiciones de igualdad, no habría privilegios de ningún tipo.

Aquí, en este país laico, no financiamos con dinero público ninguna confesión religiosa. Sería inadmisible, impensable, que el Estado regalara miles de millones a una institución como, por ejemplo, la Iglesia Católica. Aquí, repito, sabemos muy bien que el dinero público es para lo público, no para pagar creencias privadas, íntimas, eso sería una locura.

Aquí, en este país, los Medios de Comunicación funcionan de modo independiente, y con especial implicación en todo lo relativo a la Cultura. No existen tentáculos del Poder Financiero infiltrados en esos medios, sería grotesco porque de ese modo no podrían ser objetivos, y todos sabemos que lo son. Objetivos y muy cuidadores de que lo vulgar y lo inculto no se cuelen en sus espacios. Eso fomentaría una ciudadanía idiotizada, cerrada al pensamiento crítico, borrega. Y, si miramos a nuestro alrededor, no es eso lo que vemos.

Aquí somos conscientes de que vivimos en un estado absolutamente democrático. Sabemos que gozamos de un parlamento independiente y soberano. Y que por eso mismo, no puede llegar ninguna institución del exterior, antidemocrática, y decirnos lo que tenemos que hacer. Aquí no. Aquí decidimos nosotros.

Y si hay que hacerlo sobre una cuestión trascendental, siempre se nos llama a consulta en referéndum. No podría darse el caso de reformar un artículo principal de la Constitución sin consultar a los ciudadanos que votaron esa constitución. Sería de chiste. No, aquí no. 

Aquí los ciudadanos disfrutamos de una libertad al alcance de muy pocos países, de expresión, de reunión... de todo, de todo. Somos absolutamente libres. 

Nadie podría amordazarnos.

Aquí, en este país, estamos muy orgullosos de ser un estado ejemplarmente solidario. Si se produjera una crisis de refugiados, aquí sabemos que tanto el estado como la sociedad acogerían con toda humanidad a aquellos que huyen de la muerte. Nosotros somos así. Nosotros no levantaríamos, como hacen otros, muros inhumanos para separar ricos y pobres. A nosotros jamas se nos ocurriría levantar vallas, y mucho menos con concertinas. 

Nosotros estamos hechos de otra pasta.

Y si nosotros tenemos una Monarquía, es porque el pueblo así lo desea.

Puede que algunos tengan sangre azul. Y puede que lo peor no sea eso.

Lo peor es, tal vez, esa amarga sensación de haber perdido la necesaria sangre roja que antes hervía en nuestras venas.





Columna para el comentario crítico: 'ESCLAVOS', por Valeria Liselli: PROPUESTA DE EXAMEN (según PAU)

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"Somos adictos a la microdosis constante de información, junkies de los megabytes. ¿Y cómo no serlo?.. Nos sumergimos en el metro y, cuando volvimos a salir a la calle, 20 cuadras adelante, ya cayó otra bomba y desaparecieron 20 cuadras de Alepo... Nuestro problema no es ser observados y vigilados; sino no poder dejar de observar. El Gran Hermano somos nosotros... La pregunta es urgente: ¿cómo re-aprender a observar, pensar y participar en el mundo, sin alimentar la maquinaria del espectáculo?"


ESCLAVOS

Algo está pasando. No logro explicarlo y me aterra: nunca antes habían sido tan difíciles las actividades cotidianas más sencillas y placenteras: pensar, charlar, guardar silencio, leer un libro. En cambio, es incontrolable el impulso autodestructivo de pasar el día consumiendo malas noticias.
Somos adictos a la microdosis constante de información, junkies de los megabytes. ¿Y cómo no serlo? ¿Cómo desconectarnos del minuto-a-minuto si, mientras nos dormimos una siesta, se firmó una orden ejecutiva chingándose a miles de seres humanos? Nos sumergimos en el metro y, cuando volvimos a salir a la calle, 20 cuadras adelante, ya cayó otra bomba y desaparecieron 20 cuadras de Alepo.
El éxito del espectáculo radica en una triple confluencia. Primero, su contenido: la historia cautivadora y los arquetipos que la representan —villanos (Trump, Putin), héroes (los Obamas, Bernie), cretinos secundarios (Erdogan, Peña Nieto, Theresa May). Segundo, su formato: la estructura de thriller de la trama, la velocidad, y la multiplicidad de perspectivas que aportan los innumerables guionistas. Y tercero, el medio, o múltiples medios —teléfonos, computadoras— a través de los cuales podemos acceder a él inmediata y constantemente.
Somos esclavos del espectáculo. Ni siquiera los mitos catastrofico-futuristas más paranoicos lo previeron. En la distopía orwelliana, por ejemplo, el mal mayor era el Gran Hermano, que todo lo vigilaba. Pero para nosotros, el Gran Hermano es un mal menor: el espionaje estatal y de empresas son nuestro rancio pan de cada día. Nuestro problema no es ser observados y vigilados; sino no poder dejar de observar. El Gran Hermano somos nosotros.
Podríamos no ver más, no comprar periódicos, renunciar a Internet. ¿Pero de qué serviría cerrar los ojos? Ya lo dijo Jean Piaget: solo los bebés menores de ocho meses creen que las cosas dejan de existir cuando las dejamos de ver. Los demás no podemos darnos ese lujo metafísico.
Así que acá estamos, pasmados ante lo que vemos. Sentimos una pérdida de normalidad. Vivimos en estado de emergencia. Lloramos con nuevo tipo de llanto, desde un dolor moral y espiritual profundo. Presentimos que el alma humana se está deformando y se va vaciando, a medida que avanzan los episodios del horror y les damos retuit o like o forward. No entendemos nuestro nuevo papel confuso de espectadores-partícipes. Dormimos poco y mal. Y cuando despertamos, el espectáculo sigue ahí.
La pregunta es urgente: ¿cómo re-aprender a observar, pensar y participar en el mundo, sin alimentar la maquinaria del espectáculo?
(Fuente: El País, 27-0220179)
PROPUESTA DE EXAMEN

PREGUNTAS:

1ª ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS
2ª TEMA. RESUMEN


3ª COMENTARIO CRÍTICO

Preguntas guía para el comentario crítico

1ª ¿Cómo está organizado el texto? (Estructura)

2ª ¿Qué tesis defiende el autor? (Ver Orientaciones para determinar el tema...)
3ª ¿Podrías resumir brevemente el texto con tus propias palabras?
(Las tres primeras preguntas corresponden, evidentemente, a las preguntas de Selectividad, ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS, TEMA Y RESUMEN. A partir de la cuarta pregunta comenzaría -es sólo una propuesta- el COMENTARIO CRÍTICO)
4ª ¿Qué tipo de texto es? Si es un texto literario, ¿a qué momento histórico pertenece, está "encuadrado" en algún movimiento literario?
5ª ¿Es un tema actual? ¿Crees que hay alguna idea "secundaria" importante?
6ª ¿Es un tema polémico?
7ª ¿Es un tema local/universal
8ª ¿Qé argumentos utiliza el autor para defender su tesis?
9ª ¿Es objetivo en sus planteamientos, o es subjetivo?
10ª ¿Cuáles son las “marcas lingüísticas” de su supuesta subjetividad? ¿Cuáles son las expresiones más impactantes, más significativas? Coméntalas.
11ª ¿Es un tema original?
12ª Si no lo es, ¿lo es, al menos su tratamiento, su enfoque?
13ª ¿Cuál es tu opinión?
14ª ¿Qué argumentos añadirías?
15ª ¿Qué argumentos opondrías a los del autor?
16ª ¿Puedes relacionar el texto, su tema principal, con otros textos, noticias… que conozcas?
17ª Teniendo en cuenta la intención del autor, ¿crees que ha sido eficaz? ¿Qué funciones del lenguaje predominan?
18ª ¿Cómo concluyes tu análisis, tu comentario?

4ª SEÑALAR LAS FUNCIONES SINTÁCTICAS QUE DESEMPEÑAN LAS PALABRAS RESALTADAS (negrita) EN EL TEXTO

5ª EL LENGUAJE PERIODÍSTICO / LOS GÉNEROS DE OPINIÓN / LOS GÉNEROS INFORMATIVOS / CLASIFICACIÓN DE LOS GÉNEROS PERIODÍSTICOS







'EL ASESINO DEL PLANETA' y 'NUESTRO TIEMPO', de Jorge Guillen / 'ENOLA GAY', OMD

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Ya estamos con la Generación del 27 y, como tantas veces, al revisar poemas nos encontramos con palabras que parecen estar disparadas para nosotros, ahora...

"Tal vez se halla ahora soñando con el desenlace grandioso que satisfaría un instinto muy radical desde la entraña de la más ilustre de las bestias... Cruel en potencia acaso. Bien vestido. Un señor. Y  técnico. Un técnico subalterno con deberes en despachos, en edificios oficiales... Nunca faltan pretextos...¿vencerás a todos nuestros dioses juntos?"

"Ese otro, dignísimo presidente, entra en su despacho central... se dispone a telefonear, o dictar, mandar, siempre bajo la vigilancia del invisible jefe: Nuestro Tiempo"




De 'Clamor' (concretamente de la tercera parte, 'A la altura de las circunstancias') traemos aquí el siguiente poema, un texto sobre un tema estremecedor: la posibilidad de una catástrofe nuclear. Este poema de Guillén se relaciona claramente con aquel de su amigo Pedro Salinas, 'Cero' (abajo dejamos algunos fragmentos para poder establecer relacionas.

No sería un disparate dedicar 'El asesino del planeta' a Donald Trump, y el siguiente 'Nuestro tiempo', a todos nosotros



EL ASESINO DEL PLANETA
Alguien podría ser este asesino. Tal vez se halla ahora soñando con el desenlace grandioso que satisfaría un instinto muy radical desde la entraña de la más ilustre de las bestias,
Esa bestia que algunas veces consigue trepar hasta un nivel humano. El Sumo Desposorio podría consumarse; instinto de muerte con apocalipsis -¡Te quiero, te destruyo, mi Planeta!
Nuestro asesino no es , por supuesto, el Demonio encarnado ni el Mal en persona. Mediocre, eso sí. Y vulgar como todo el mundo a sus horas de televisión, de pornografía. ¿Cruel?
Cruel en potencia acaso. Bien vestido. Un señor. Y  técnico. Un técnico subalterno con deberes en despachos, en edificios oficiales.
Así, amasado con abstracciones, nutrido de papel y de número, sujeto dócilmente a la ficción sin imaginación, sordo a la ironía, el hombre se hunde en irrealidad, en su irrealidad.
Un vacío. Y de pronto, al borde de ese vacío, el poder. Conclusión: ¡si el poder invadiera ese vacío, si el vacío se fundiese con el poder! La mano  del mediocre sobre la Manivela.
El poder, mucho más fuerte que los más potentes, juega a la utopía, a la cruzada, alumbra antorchas entre pirámides de negocios. ¿Y si los Átomos desencadenaran su científico furor?
Nunca faltan pretextos. Un avión derribado, una frontera violada, el honor de… ¿el honor? El honor del país. ¡Oh libertad, oh comunidad! Todos cierran los ojos. Y la catástrofe.
Suicidio planetario, pureza del no ser. O por odio. Y como experimento. Los hombres han convertido un acto siempre toda sobrehumana o inhumana posibilidad: una especie de destino.
Las bombas están ahí y aguardan su plenitud. Los medios pesan más que los fines. Y tú, mediocre asesino en potencia máxima, ¿vencerás a todos nuestros dioses juntos?

NUESTRO TIEMPO
Libre, libérrimo, marcha de prisa, despacio, se detiene, recobra su andadura, su propia andadura por una calle en que no pesa ningún régimen de opresión… sino el de un multiforme tirano irresistible. Nuestro Tiempo
Ese otro, dignísimo presidente, entra en su despacho central. Firme sin énfasis, con elegancia autoritario, se dispone a telefonear, odictar, mandar, siempre bajo la vigilancia del invisible jefe: Nuestro Tiempo.
Pero Z, joven de profesión, docilísimo con orgullo, sabe quien dirige sus pasos y guía sus palabras originales, y cuál es el primer voto que le exige su Orden. Sí, sí, sí: voto ferviente de obediencia a Nuestro Tiempo.
Sutil, difuso o grueso, articulado, con persuasiones de fatalidad o de policía, en carteles industriales o políticos, entre pantallas y periódicos sea dios y sea rey para culto y para gloria Nuestro tiempo.

'CERO', de Pedro Salinas 
(fragmentos)

Invitación al llanto. Esto es un llanto,
ojos, sin fin, llorando,
escombrera adelante, por las ruinas
de innumerables días.
Ruinas que esparce un cero —autor de nadas,
obra del hombre—, un cero, cuando estalla.

Cayó ciega. La soltó,
la soltaron, a seis mil
metros de altura, a las cuatro.
¿Hay ojos que le distingan
a la Tierra sus primores
desde tan alto?
¿Mundo feliz? ¿Tramas, vidas,
que se tejen, se destejen,
mariposas, hombres, tigres,
amándose y desamándose?
(...)
Primer beso de amantes incipientes.
¡Asombro! ¿Es obra humana tanto gozo?
¿Podrán los labios repetirlo? Vuelan
hacia el segundo beso; más que beso,
claridad quieren, buscan la certeza
alegre de su don de hacer milagros
donde las bocas férvidas se encuentran.
¿ Por qué si ya los hálitos se juntan
los labios a posarse nunca llegan?
Tan al borde del beso, no se besan.
(...)
¿Y esa mano —¿de quién?—, la mano trunca
blanca, en el suelo, sin su brazo, huérfana,
que buscas en el rosal la única abierta,
y cuando ya la alcanza por el tallo
se desprende, dejándose a la rosa,
sin conocer los ojos de su dueña?
(...)
Sigo escombro adelante, solo, solo.
Hollando voy los restos
de tantas perfecciones abolidas.
(...)
Soy la sombra que busca en la escombrera.
Con sus siete dolores cada una
mil soledades vienen a mi encuentro.
Hay un crucificado que agoniza
en desolado Gólgota de escombros,
de su cruz separado, cara al cielo.
Como no tiene cruz parece un hombre.
Pero aúlla un perro, un infinito perro
—inmenso aullar nocturno ¿desde dónde?—,
voz clamante entre ruinas por su Dueño.


'ENOLA GAY', MANIOBRAS ORQUESTALES EN LA OSCURIDAD




LETRA:

Enola Gay, 
you should have stayed at home yesterday
Oh oh it can't describe the feeling and the way you lied.

These games you play, they're gonna end it all in tears someday
Oh oh Enola Gay, 
it shouldn't ever have to end this way.

(CHORUS)
It's 8:15, that's the time that it's always been
we got your message on the radio, condition's normal and you're coming home.

Enola Gay,
is mother proud of little boy today
Oh oh, this kiss you give, it's never ever gonna fade away.

Enola Gay, 
it shouldn't ever have to end this way
Oh oh Enola Gay, 
it should've faded our dreams away.


OMD lanzaron una canción de ritmo pegadizo y alegre que trataba sobre una historia trágica: el cruel desenlace de la Segunda Guerra Mundial sirvió de inspiración para su canción más emblemática, ‘Enola Gay’.
Enola Gay podía estar orgullosa de la criatura que albergaba en su vientre, conocido como “Little Boy”. Cuando “Little Boy” vio la luz, 200.000 personas perdieron su vida. Enola Gay era el nombre de una mujer, pero Enola Gay también era el nombre de un avión. El que el 6 de agosto de 1945 puso fin a la Segunda Guerra Mundial con el lanzamiento de aquel “Little Boy”, que en realidad era el nombre en clave para referirse a la bomba atómica que devastó Hiroshima...
(Héctor Sánchez, seguir leyendo en efeeme.com)






PALABRAS DE LUIS GARCÍA MONTERO, DÍA DE ANDALUCÍA/ 'LO NUESTRO', de Luis Cernuda

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Algunos pensamos que, tal vez, las palabras de L. García Montero, en vez de haber sido leídas al lado de Susana Díaz (para su regocijo, asimilación y posible pérdida de sentido), deberían haber sido disparadas en la calle, al lado de todos esos ciudadanos, valientes, indignados, que, mientras el boato y el artificio dominaban el interior, reclamaban justicia vestidos de dignidad, afuera, en la plaza que también reclamaba Vicente Aleixandre. No obstante, pensamos que esas palabras deben ser difundidas, constituyen una necesaria y hermosa lección de recuerdo, de historia, de literatura, de presente... de urgencia. Palabras necesarias para todos, también para nuestros alumnos, para los jóvenes.


"La telebasura y los grandes medios de información que están en manos de las élites económicas generan el producto de unas mayorías invitadas a la desmemoria, el racismo, el egoísmo, el miedo... Hacer de Andalucía una tierra de libertad, integración, igualdad y justicia social es el compromiso más digno que pueden asumir los que se sienten hijas e hijos de Andalucía"

Nosotros, aparte, queremos dedicar a Susana Díaz el poema de Luis Cernuda 'Vientres sentados'... "... lo que ven los ojos son canalladas y, en todo lugar, indignantes desigualdades en las que siempre resulta favorecido el estúpido... Es necesario acabar, destruir la sociedad caduca en que la vida actual se debate aprisionada. Esta sociedad chupa, agosta, destruye las energías jóvenes... Sonreís rasgando maliciosamente la hedionda boca... Y desde allí emitís como el antiguo oráculo Henchidas necedades... La verdad está en lucha y en ella os aguardamos"












(Fuente imagen: abc.es)






                  (Fuente imagen: Carmen Álvarez)

PALABRAS DE LUIS GARCÍA MONTERO, DÍA DE ANDALUCÍA


Señora presidenta de la Junta de Andalucía, señor presidente del Parlamento andaluz, señoras y señores:


Es un orgullo tomar la palabra para agradecer el generoso reconocimiento que nos hace la Junta de Andalucía este 28 de febrero. Como soy poeta y Andalucía es tierra de poetas, sabrán comprenderme si en mi intervención acudo una y otra vez a la herencia que he elegido para buscar una identidad.


Luis Cernuda salió al destierro en febrero de 1938. Durante años vivió en Inglaterra, Escocia y EE.UU. Cuando el exilio lo condujo hasta México, donde vivían Concha Méndez y Manuel Altolaguirre, reencontró algunas cosas importantes: la lengua, la amistad, la lentitud. Pero una de las cosas que más le conmovió fue reconocer la pobreza, la dignidad de la pobreza, que había vivido antes en Andalucía y en otras partes de España. Después de muchos años en sociedades mercantilizadas, hundidas en la prepotencia del consumo, sintió a la gente pobre muy rica en valores humanos. Lo contó en su libro Variaciones sobre tema mexicano (1952), en un poema titulado Lo nuestro. Cernuda se preguntó “¿Riqueza a costa del espíritu? ¿Espíritu a costa de la miseria? Ambos, espíritu y riqueza, parece imposible reunirlos… Oh gente mía, mía con toda su pobreza y su desolación, tan viva, tan entrañablemente viva”.



Recuerdo estas palabras de Cernuda precisamente ahora que los mexicanos sufren el desprecio del presidente de los Estados Unidos. Al pensar en lo nuestro, siempre he considerado que la tarea más importante es asumir el reto que Cernuda consideró imposible: salir de la pobreza sin caer en la prepotencia del lujo, progresar económicamente sin convertir en mercancía todo lo que pensamos, sentimos y tocamos. Buena tarea a la hora de buscar una identidad.



El saber democrático necesita de la ciencia, la técnica y las humanidades. Tan reaccionario es quien desprecia las ciencias y la técnica como quien desprecia el arte y la cultura. Sólo personas formadas en el recuerdo de su historia y en la imaginación moral que permite comprender el dolor ajeno, pueden utilizar la técnica y la ciencia en favor de la dignidad humana. Y de eso se trata.


Mi admirada María Galiana y yo tenemos la suerte de compartir el reconocimiento de hijos predilectos de Andalucía con unas medallas que representan la juventud y la experiencia, la formación y la información, la economía y la solidaridad, el arte, la ciencia y la técnica como elementos hermanos de un patrimonio común. Supongo que eso es lo que significa reunirnos en este escenario a la Asociación de Víctimas de la Talidomida, a la Coordinación Autonómica de Transplantes del Servicio Andaluz de Salud, al Instituto Vicente Espinel, al empresario Manuel Molina, al catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial Francisco Herrera Triguero, al periodista Antonio Caño, al doctor en robótica e ingeniero informático Ramón González, a la deportista Lourdes Mohedano, a la escritora e historiadora Antonina Rodrigo, a las músicas de India Martínez, Arcángel, Paco Cepero Elena Mendoza, a la actriz y profesora María Galiana y a mí, un poeta que se ha dedicado como profesor de literatura a estudiar la obra de poetas andaluces: Gustavo Adolfo BécquerAntonio Machado,Juan Ramón JiménezFederico García Lorca, Rafael AlbertiLuis Cernuda y Luis Rosales.

De estos poetas he aprendido a buscar en el Sur una identidad que se niega a la mercantilización y que no pierde nunca el deseo de una relación elegante y llena de sensualidad con la vida. Hace años, paseando por la Bahía de Cádiz, vi cómo la gente daba una ovación espontánea a una puesta de sol. Se celebraba la belleza y el paso natural del tiempo. Como tantos poetas, escribí entonces mi Teoría del Sur.

La reflexión sobre las identidades resulta un ejercicio imprescindible en esta época de globalización. Son, desde luego, una amenaza las identidades rocosas, fundamentalistas, colonizadoras, soberbias, que quieren imponerse como único modo de vida. Hay demasiadas banderas, demasiados credos, demasiados patriotismos, demasiadas costas y fronteras manchadas de sangre. Pero tampoco es muy alentadora la renuncia a una identidad, porque los individuos condenados a la soledad y al vacío son incapaces de habitar la palabra nosotros, y en esa palabra se edifican los valores de la convivencia, los vínculos de la solidaridad. Sin identidad nadie se siente responsable de nadie. Así que tan peligrosa es la soberbia del que se cree con derecho a matar en nombre de su Dios o de su bandera como la indiferencia del que no se conmueve con el hambre de la vecina del cuarto o con el desamparo de la persona que lleva años sin conseguir un trabajo. La ley del yo a lo mío es tan mezquina como la consigna de todos a obedecer mis mandamientos.

Conviene, pues, buscar un nosotros integrador, flexible, abierto, dispuesto al diálogo. Esa es la identidad andaluza en la que confío, la que me han enseñado los poetas del Sur. Famosas se han hecho estas palabras de Federico García Lorca: “Yo creo que el ser de Granada me inclina a la comprensión simpática de los perseguidos. Del gitano, del negro, del judío..., del morisco que todos llevamos dentro. Granada huele a misterio, a cosa que no pudo ser y, sin embargo, es. Que no existe, pero influye. O que influye por no existir...”.

Está bien eso de meditar sobre el nosotros en el espacio de lo que es, lo que no es y lo que puede ser, porque las identidades no dogmáticas ofrecen la posibilidad de una memoria no sometida a las alambradas.

Federico García Lorca empezó a meditar sobre estas cosas desde muy joven y por eso acabó componiendo libros como Poeta en Nueva York y el Diván del Tamarit, la gran ciudad del siglo XX y el recuerdo de la poesía andalusí. Ante el espectáculo de la Primera Guerra Mundial, cuando la ciencia y la técnica servían para provocar matanzas modernísimas, escribió en 1917 una denuncia del patriotismo: “Desde la escuela, en vez de enseñarnos a amarnos y a ayudarnos en nuestras miserias, nos enseñan la deplorable historia de nuestros países salpicados de sangre, de odios y nos dicen: Aprended a matar a vuestros enemigos. Mirad. ¿Veis este retrato? Pues es Felipe II, que quemó 8.000 herejes. ¡Admirad a este otro! Es el Cid Campeador, que luchó contra la cruel morisma y que en Valencia asesinó a muchos hombres… Y éste es Santiago, patrón de España, que luchó contra los moros y los exterminó”.

¿Qué educación recibimos? A esa pregunta volveré en un momento, pero antes quiero insistir en la idea de que ampliar la memoria es ampliar el futuro en la apuesta de los que desean edificar una identidad integradora.

Como muchos profesores he repetido cien veces la frase de Montaigne con la que se fundó el ensayo moderno para defender la libertad de pensamiento desde la propia experiencia:“Yo soy la materia de mi propio libro”. ¿Por qué no sentir también como mías estas palabras de Ibn Hazm al final del prólogo de El collar de la paloma?: “Perdóname que no traiga a cuento las historias de los beduinos y de los antiguos, pues sus caminos son muy diferentes a los nuestros. Podría haber usado de las noticias sin número que sobre ellos corren, pero no acostumbro a fatigar más cabalgadura que la mía ni a lucir joyas de prestado”.

Cuando Ibn Hazm se separó de la línea teológica oficial del Califato, sus libros ardieron en una hoguera. Este breve poema suyo me sirve para defender la libertad de expresión, tanto como los versos que escribió mi maestro Rafael Alberti contra la dictadura franquista:

Dejad de prender fuego a pergaminos y papeles
y mostrad vuestra ciencia para que se vea quién es el que sabe,
y es que aunque queméis el papel nunca quemaréis lo que contiene,
puesto que en mi interior lo llevo,
viaja siempre conmigo cuando cabalgo,
conmigo duerme cuando descanso
y en mi tumba será enterrado conmigo.

No estaría de más que a la hora de hablar del pensamiento en nuestra identidad, se recordaran en Andalucía y en España estas palabras escritas aquí por Averroes, en el siglo XII, en su Exposición de la República de Platón: “En estas sociedades nuestras se desconocen las habilidades de las mujeres porque ellas sólo se utilizan para la procreación, estando destinadas al servicio de sus maridos y relegadas al cuidado de la procreación, educación y crianza. Pero esto inutiliza sus otras posibles actividades. Como en dichas comunidades las mujeres no se preparan para ninguna de las virtudes humanas,  sucede que muchas veces se asemejan a las plantas en nuestras sociedades”.No conozco a ningún autor medieval que escribiese en latín o en castellano pensamientos como este para la literatura española.

Y me gusta recordar a la princesa Wallada, nacida en Córdoba en el año 994, poeta que bordaba los propios versos en sus vestidos: “Doy gustosa a mi amante mi mejilla / y doy mis besos para quien los quiera”. Cuando terminaron sus amores con otro gran poeta, Ibn Zaydún, echó en cara su infidelidad de esta manera:

Tu apodo es hexágono, un epíteto
que no se apartará de ti
ni siquiera tras la muerte.
Eres pederasta, puto, adúltero, cabrón, cornudo y ladrón.

Tenía fuerza la princesa Wallada. Claro que con este tipo de palabras conviene tener más cuidado ahora que antes, porque se están poniendo de moda como seña de identidad en las redes sociales y en los comentarios que convierten los escenarios de la opinión pública en un paisaje degradado. Junto a la mercantilización del tiempo y de las personas como objetos de usar y tirar –objetos sin pasado y sin futuro, sólo instante en la cadena del consumo–, brilla también el orgullo de un nuevo tipo de analfabetismo, un analfabetismo orgulloso de serlo. Y enlazo aquí con la importancia de la educación, aunque por desgracia las agresiones a la educación pública y el dominio de la telebasura están marcando también nuestro modo de vida.

Durante la Guerra Civil, en la revista la Hora de España, don Antonio Machado publicó una carta a David Vigodsky en la que, siguiendo el recuerdo de su padre, Demófilo, hacía esta declaración de amor al pueblo: “En España lo mejor es el pueblo. Por eso la heroica y abnegada defensa de Madrid, que ha asombrado al mundo, a mí me conmueve, pero no me sorprende. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros,los señoritos –nuestros barinas– invocan la patria y la vendenel pueblo no la nombra siquierapero la compra con su sangre y la salvaEn España, no hay modo de ser persona bien nacida sin amar al pueblo. La demofilia es entre nosotros un deber elementalísimo de gratitud”.

Esta es la base del amor de los poetas andaluces a la cultura popular y al cante jondo, empezando por Gustavo Adolfo Bécquer. Un pueblo cultivado por la verdad de la vida, por la pobreza y la solidaridad de la resistencia, se convertía en refugio de la soberbia de los señoritos. Llevar la cultura a ese pueblo fue la mayor apuesta de la Segunda República, siguiendo la pedagogía de otro andaluz, Francisco Giner de los Ríos y de su Institución Libre de Enseñanza.

Confieso que cuando veo algunos programas de telebasura, cuando observo el modo en el que se remueven de forma calculada los bajos instintos, me entran muchas dudas sobre la posibilidad de que sobreviva la entereza de un pueblo parecido a aquel en el que confiaba Antonio Machado. Las tradiciones del arte popular educan en una relación con la vida de valor sentimental, sensible y experimentada a través de generaciones. La telebasura y los grandes medios de información que están en manos de las élites económicas generan el producto de unas mayorías invitadas a la desmemoria, el racismo, el egoísmo, el miedo, dispuestas pare ser manipuladas por cualquier demagogo de extrema derecha, cualquier iluminado capaz de violar los derechos humanos y de suspender el debate argumentado de la razón pública. Un hijo de emigrantes trata de enemigos a los emigrantes. Lo que ocurre en EE.UU, lo que puede ocurrir en Francia y en otros países de Europa, es una ruidosa señal de alarma. No juguemos con el Nosotros.

Si la democracia se degrada, si la gente pierde la confianza en la justicia, si las instituciones públicas y el derecho son invadidos por la corrupción y el impudor, es posible que el pueblo educado hoy por las grandes cadenas del consumo ponga su indignación en manos muy poco amigas de ese pueblo. Las encuestas sobre la lectura en España resultan desalentadoras no ya porque se lea poco, algo por desgracia tradicional, sino por el orgullo con el que se declara el desprecio por la lectura y la educación, el orgullo de ser analfabetos, de no escuchar, de llenar las redes y las televisiones de basura. Por seguir con Antonio Machado, no nos cansemos de recordar lo que Juan de Mairena enseñó a sus alumnos: para que una sociedad sea libre, no basta con poder decir lo que pensamos, hay también que poder pensar lo que decimos.

Soy consciente de que vivo en un país con un 30 % de la población en peligro de exclusión social, con un empleo tan precario que la mitad de los nuevos contratos firmados no duran más de un mes y con unos salarios tan bajos que no salvan a los trabajadores de la pobreza. Y soy consciente de que esto tiene difícil solución mientras se degrade la cultura popular y se castigue la dignidad del tiempo de ocio con la misma saña que se castiga la del tiempo laboral.

Las instituciones deben trabajar para evitarlo, sabiendo que son ellas la encarnación cotidiana de la virtud pública, del imperio del derecho democrático y de los amparos sociales que aseguran una convivencia justa. La importancia de estos reconocimientos que hoy recibimos no está sólo en el alto valor sentimental de nuestra identidad andaluza, sino también en su carácter institucional, en su dimensión pública. Es una institución, la institución de todos los andaluces y las andaluzas, la Junta de Andalucía, quien los concede. Una institución que conseguimos alcanzar gracias a una esforzada lucha democrática. Las instituciones son el lugar en el que lo privado desemboca en lo público, lo particular en dominio común, lo local en un ámbito de convivencia colectiva. Olvidar el valor de las instituciones es tan peligroso como alejar a las instituciones de la gente que camina y camina por las calles.

Juan Ramón Jiménez se concedió a sí mismo el título de“andaluz universal”. Tenía derecho, porque era un poeta de valor universal y porque la identidad andaluza de calidad, más que encerrarse en el costumbrismo, ha querido siempre transcender las fronteras, articular un compromiso con su tierra, con España y con la Humanidad.

Empecé con Luis Cernuda y quiero concluir también con él, con su amor al Sur, con su identificación con un modo de vida capaz de valorar la belleza de una puesta de sol. Las identidades abiertas viven en el “como si”, en el “pudiera ser”, no en el dogma de lo inmutable. La herencia recibida de los mayores, igual que el reconocimiento público, es un legado que nos compromete con el futuro. Hacer de Andalucía una tierra de libertad, integración, igualdad y justicia social es el compromiso más digno que pueden asumir los que se sienten hijas e hijos de Andalucía. Aclarando por cuestión de edad que cada vez valoro más la sabiduría de los cuerpos y de las inteligencias que aprenden a envejecer, repito aquí para terminar esta divagación que Luis Cernuda escribió en 1933, todavía joven:

“Confesaré que sólo encuentro apetecible un edén donde mis ojos vean el mar transparente y la luz radiante de este mundo; donde los cuerpos sean jóvenes, oscuros y ligeros; donde el tiempo se deslice insensiblemente entre las hojas de las palmas y el lánguido aroma de las flores meridionales. Un edén, en suma, que para mí bien pudiera estar situado en Andalucía”.

Muchas gracias.

(Fuente: infolibre.es)


LO NUESTRO
(Variaciones sobre tema mexicano)

«Apenas pasada la frontera, en el primer pueblo desastrado y polvoriento, donde viste aquellos niños pidiendo limosna, aquellas mozas con trajes y velos negros, comenzaron a despertar en ti, penosos, los recuerdos. Recuerdos de tu tierra, también pobre y también grave. Y te sentiste tentado de volver a cruzar, sin más, el otro lado de la frontera.

El primer contacto con aquel ambiente, que es tu ambiente, fue difícil después de tantos años. Sólo veías ya su desolación y su miseria, contra las cuales querías protegerte negando cuantas posibilidades, a pesar de todo, pudieran surgir tras ellas. Mas sobrepasado el primer movimiento de rencor atávico, comenzaste a entrever, a recobrar algo bien distinto.

Aquella tierra estaba viva. Y entonces comprendiste todo el valor de esa palabra y su entero significado, porque casi te habías olvidado de que estabas vivo. Acaso el precio de estar vivo sea esa pobreza y duelo que veías en torno; acaso la vida exija, para estar viva, ese abono ruin de miseria y tristeza, entre las cuales ella, como una flor, crece acrisolada. ¿Sofismas? Nada quedaba allá de la trivialidad y el vacío de la vida en las tierras de donde venías.

¿Riqueza a costa del espíritu? ¿Espíritu a costa de la miseria? Ambos, espíritu y riqueza, parece imposible reunirlos. Mas no eres tú, ni acaso nadie, quien ahí pueda decidir. Piensa sólo, si lo que te importa es el espíritu, adónde debes inclinar tu simpatía. Aunque sin tu decisión racional, ya aquélla, sin vacilar un momento, se te va instintivamente a un lado. Oh gente mía, mía con toda su pobreza y su desolación, tan viva, tan entrañablemente viva.»





'PIRATEAR LA FILOSOFÍA', por A. Fernández-Savater / 'EL ÁRBOL DE LA CIENCIA' (fragmento)

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Pensar para no ser pensados... No delegar el relato sobre lo que somos... Es interferir el discurso (cualquier pedazo de discurso) con nuestras experiencias: colocar junto a las palabras que leemos o escuchamos nuestras propias vivencias... Un "buen profesor" de filosofía pirata sería quien favorece "buenos encuentros" entre algo que nos pasa... y un pedazo de discurso”


"Si eso no es filosofía ni nada... Ahora, como vosotros no las comprendéis, os parecen extraordinarias"
('El árbol de la ciencia')


PIRATEAR LA FILOSOFÍA
"Pensar es aprender de nuevo a ver y a dirigir la atención" (Albert Camus)
Se siente lejana la filosofía. Como algo que incumbe a otros: los "especialistas" que la escriben y la disfrutan. Que se hace en lugares separados de la vida cotidiana: facultades, academia. Que se enseña con largas peroratas y se aprende memorizando muchas citas. ¿Podemos piratear la filosofía? Mancharla de las preguntas que nos pone la vida día a día. Llevarla a otros lugares, habitados. Reapropiarnos de la capacidad de plantear problemas e inventar respuestas.

Filosofía contra Historia de la Filosofía

En el colegio aprendí muy poca filosofía (y tampoco mucha más en la Universidad). En todo caso, algo de Historia de la Filosofía. Pero no es lo mismo. ¿Qué quiero decir? Pues que allí no se enseñaban los "procesos de pensamiento" propios de tal o cual autor (es decir, su manera singular de plantear un problema e inventar respuestas), sino más bien los "resultados" o las "conclusiones" a las que había podido llegar. La filosofía se convertía de ese modo en un especie de archivo o de armario en el que se distribuían por cajones las distintas ideas filosóficas. Tal antiguo pensador griego afirmaba que "todo era agua", otro que "todo era fuego", Platón dividía la realidad en un mundo sensible y un mundo ideal, etc. Se nos mostraba algo inmóvil e inmovilizado. Y así ni siquiera nos quedaban ganas de husmear en los cajones.
Menos mal que siempre hay un "profe distinto". Una voz capaz de desviar de los caminos trillados a quien la escucha activamente y cambiarle la vida. En el colegio por ejemplo me acuerdo de Luis, que impartía de otro modo las clases y nos hacía sentir capaces e inteligentes a los alumnos (sobre todo a los que sacábamos peores notas y dedicábamos toda nuestra energía a diseñar la siguiente trastada). Recuerdo que el último día de curso, Luis dedicó la clase entera a recomendarnos a cada uno de nosotros un libro distinto (de filosofía o de literatura), aconsejado con delicadeza y mucha gracia (ironía incluso en algún caso). Me impactó advertir que Luis pensaba en cada uno de nosotros, como alguien especial y singular, no como parte de una masa distraída a disciplinar y aleccionar. Por supuesto, ese verano leí aquel libro con avidez, tratando de descifrar en qué sentido podía contener un "mensaje" para mí.
En la Universidad me acuerdo sobre todo de Carlos, que conseguía hacer pasar en sus clases intensidades insospechadas para un aula de filosofía. Lo que hacía Carlos en el fondo era muy sencillo (y a la vez un auténtico reto): mostrar el camino de pensamiento de tal o cual filósofo (Platón, Marx, Freud). Es decir, Carlos no "explicaba" a los autores (clasificando las ideas filosóficas por cajones), sino que desplegaba sus mismos procesos de pensamiento. Reproducía (ante nosotros, con nosotros) su razonamiento: cómo dedujo Platón la idea de Idea, cómo llegó Marx a pensar la plusvalía, etc. Acompañado de ese modo, uno recorría el mismo sendero de pensamiento abierto o creado por cada autor (no hay camino, se hace camino al pensar). Mostrar el proceso, y no sólo los resultados, tenía una eficacia pedagógica insuperable: aquellos contenidos se me grabaron en la cabeza (porque de alguna forma era yo quien había recorrido el camino), mientras que he olvidado felizmente la mayoría de los demás, toda aquella lista de autores e ideas que se trataba de memorizar para vomitar en el examen final.

Pensar para no ser pensados

Sin embargo, a mí no me interesaba realmente aprender filosofía como tal (ni siquiera cursé esa carrera, simplemente me matriculaba en algunas clases de libre configuración). Lo que me movía más bien era entender algunas cosas relacionadas con mi vida y dar mayor consistencia a inquietudes políticas incipientes. Por tanto, para bien y para mal, mi aprendizaje era muy autodidacta: algo que pasaba reclamaba tal lectura, un libro llevaba a otro y así todo. Nunca en soledad, siempre en compañía de amigos y compañeros de colectivos políticos universitarios, pasándonos libros y referencias, compartiendo nuestros descubrimientos, volviéndonos nosotros también "autores" en artesanales fanzines.
A lo largo de los años, siempre enredado con otros, he seguido insistiendo más o menos en la misma relación con el pensamiento: precaria y desordenada, movilizada desde preguntas o pasiones vitales, sin aspiración a "saber", sino más bien a construir una mirada propia, como parte de una pelea por la autonomía. Hay que pensar si no queremos ser pensados por otros, si no queremos limitarnos a vivir según las categorías establecidas.
Una definición clásica de la filosofía (que podemos encontrar en los diálogos platónicos) dice así: es el diálogo de uno consigo mismo. Lo podemos traducir y entender del modo siguiente: pensar es el esfuerzo por recuperar y mantener una relación de intimidad con nosotros mismos. Es decir, por plantear nuestros propios problemas e inventar nuestras propias respuestas (que no "soluciones"). No delegar el relato sobre lo que somos. Pero parece preciso añadir algo a la definición clásica: no se trata de una conversación solitaria, algún tipo de monólogo o soliloquio, sino que se desarrolla con otros, en compañía de otros, a través de otros, tomando ("robando") las palabras de otros para construir las nuestras.
Llegamos así a la "filosofía pirata", que es el nombre que le vamos a dar aquí a esta otra relación con el pensamiento de que venimos hablando. Aunque sería mejor hablar de "piratear la filosofía", porque se trata de una acción, de una práctica y no de una doctrina (ni siquiera pirata). Le decimos "pirata" porque agarramos la filosofía desde algo no filosófico. La abordamos más bien, es un abordaje. Ese "algo" puede ser una pregunta, un problema, un choque con la realidad, una pasión... Es algo que nos afecta vitalmente en todo caso y nos empuja a pensar.

Cuatro calas para el abordaje

Planteo ahora cuatro calas (ensayos, tanteos) para pensar este abordaje pirata de la filosofía:
— La filosofía digamos oficial (no pirata) se piensa a sí misma persiguiendo lo verdadero, contra las ilusiones que nos engañan y dominan (opiniones, dogmas, mitos, supersticiones, ideologías, etc.). La verdad no tiene que ver contigo o conmigo, es un "discurso de nadie" nos explicaba precisamente Carlos en sus clases. "La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero", decía en ese mismo sentido el Mairena de Machado ("conforme" responde Agamenón y "no me convence" dice el porquero).
La filosofía pirata relaja esta preocupación por la Verdad y lo Verdadero (y relaja también la crítica de esa pretensión, que es lo mismo pero al revés). Se trata más bien de pensar (desde) ese "algo" que nos pone en movimiento: situación, problema, pregunta. Construir una mirada sobre el mundo a partir de ahí. Poner algo en perspectiva. Organizar un punto de vista situado en un lugar concreto, pero que puede alcanzar muy lejos.
— Pensar, según la filosofía pirata, tiene que ver con activar la imaginación sensible (considerada desde la filosofía oficial como la fuente misma del error y de la ilusión). Piratear la filosofía es relacionarnos con los afectos disimulados en los textos, despertar sus deseos dormidos. Es interferir el discurso (cualquier pedazo de discurso) con nuestras experiencias: colocar junto a las palabras que leemos o escuchamos nuestras propias vivencias. Nada de "buena distancia" pues. Entender no exige nuestra "inmovilización" (transmisión sin emoción, recepción desafectada, imparcialidad), sino justo lo contrario: el paso de energía afectiva de un texto a un cuerpo que lee, de un cuerpo que lee a un texto.
Un "buen profesor" de filosofía pirata (que puede ser simplemente un amigo o una amiga) sería quien favorece "buenos encuentros" entre algo que nos pasa y nos pone en búsqueda, y un pedazo de discurso que nos puede ayudar. Encuentros amorosos, singulares, respetando los tiempos y los ritmos de los cuerpos que se atraen (cuerpo de letra, cuerpo físico), no acercamientos banales, mecánicos o instrumentales. El filósofo pirata es más una "celestina" que la "partera" que dice Sócrates.
— Piratear no significa repetir el viaje del otro, sino emprender nuestro viaje a partir del viaje del otro: abrir una bifurcación o hacer una deriva. En la filosofía oficial, entender significa repetir sin transformar (y es lo que se valora con la máxima nota en un examen). Un "buen alumno" tiene pues algo de robótico: repite lo mismo, reproduce en serie, replica sin alterar. El texto teórico se plantea así como un modelo a ser imitado. Piratear la filosofía es, por el contrario, abrir posibilidades inéditas a lo que leemos o escuchamos. Hacer una variación propia a los autores que trabajamos. No hacer lo ya hecho, sino re-hacer.
El investigador no es un autómata que imita, sino un viajero que va abriendo su propio recorrido, agrega o plantea otros axiomas, experimenta nuevas conexiones y combinaciones (este pedazo de filosofía y este pedazo de cine y este pedazo de conversación y...). La filosofía pirata tiene forma de patchwork (muy distinto al copy-paste carnicero): teje con cuidado distintos jirones, añade nuevos pedazos de realidad a la realidad.
— Por último, la filosofía pirata se hace entre amigos. ¿Quiénes son aquí los amigos? Son los afectados por lo mismo (pregunta, problema o pasión), aunque no sean afectados de la misma manera. La amistad pirata es el vínculo de afecto entre quienes se necesitan unos a otros para pensar juntos lo que les pasa (y no pudrirse en soledad o "ser pensados" por los poderes que pretenden clasificar y dirigir las conductas humanas, los diferentes modos de conducirse). "Entre amigos" no equivale a "colectivamente": es más el vínculo tenso y vivo entre lo personal/singular (la afectación de cada quien) y lo común/compartido (aquello que permite encontrar siempre nuevos amigos).
Comunidades de afectados por tal o cual problema, amigos que necesitan pensar (desde) una diferencia sexual, mental o corporal, etc. Cualquiera de estos grupos de amigos es un barco pirata a la deriva, a la búsqueda de galeones españoles que asaltar para liberar el tesoro del pensamiento y ponerlo al servicio de la vida.

La copia infinita

Cuando uno se hace pirata de la filosofía descubre casi inmediatamente que hay y ha habido otros muchos "hermanos de la costa", que la filosofía está llena de ellos, que algunos nombres de los que pasan por autores oficiales fueron piratas en su día (y pueden ser de nuevo perfectamente pirateados). Y se pregunta: ¿no serán precisamente esos piratas los "salvadores" de la filosofía, es decir, quienes la mantienen viva?
Busquemos ahora la analogía con los piratas contemporáneos. ¿Qué es lo que estos hacen? Multiplicar las cosas, como en el milagro de los panes y los peces. Multiplican los programas informáticos, los CD's y los polos Lacoste. Ya Platón advertía por esto mismo contra los sofistas: "Cuidado, eso no es filosofía. Lo parece pero no lo es". El peligro de los piratas es la calidad de los simulacros que producen (las artes retóricas de los sofistas, en este caso). Me imagino a los dueños de Lacoste hablando un poco en los mismos términos: "Cuidado, ese polo que se vende por la calle no es Lacoste. Lo parece pero no lo es". Es un simulacro, muy parecido (incluso puede ser que lo hayan hecho las mismas manos y en el mismo taller), pero falso. No está bien firmado, no se vende donde debiera, etc.
En el "pirateo" hay un efecto de circulación, multiplicación, democratización, accesibilidad, devaluación de los códigos propietarios y el copyright (el nombre-marca del autor, el valor único del original). Y esta copia infinita –que no es copia, sino variación– es en realidad la "salvación" de la filosofía. Porque pone un lujo –la posibilidad de pensar lo que nos pasa en lugar de vivir simplemente según el pensamiento de otros– al alcance de cualquiera.
* Este artículo parte de las notas leídas en el encuentro organizado por la asociación "Escuela y Autogestión" y realizado en la librería Muga de Vallecas el lunes 20 de febrero de 2017. Se nutre del diálogo posterior con tantos amigos y amigas filibusteras que estuvieron allí: Paco, Marinete, Marta, Irene, Acacio, Soledad, Juan, Frauke, Jun, Jaime...
** El autor más pirateado para este texto es Jean-François Lyotard, en especial la última parte ("Economía de este escrito") de su libro Economía libidinal.
*** Durante tres años, entre varios amigos (Marga, Raquel, Eva, Óscar y yo), hicimos Una Línea sobre el Mar, un programa dedicado a este tipo de filosofía profana y amateur que llamábamos entonces "filosofía de garaje"

(Fuente: eldiario.es)

'EL ÁRBOL DE LA CIENCIA
(fragmento)

La palabrería de Letamendi produjo en Andrés un deseo de asomarse al mundo filosófico y con este objeto compró en unas ediciones económicas los libros de Kant, de Fichte y de Schopenhauer. 

Leyó primero “La Ciencia del Conocimiento”, de Fichte, y no pudo enterarse de nada. Sacó la impresión de que el mismo traductor no había comprendido lo que traducía; después comenzó la lectura de “Parerga y Paralipomena”, y le pareció un libro casi ameno, en parte cándido, y le divirtió más de lo que suponía. Por último, intentó descibrar “La crítica de la razón pura”. Veía que con un esfuerzo de atención podía seguir el razonamiento del autor como quien sigue el desarrollo de un teorema matemático; pero le pareció demasiado esfuerzo para su cerebro y dejó Kant para más adelante, y siguió leyendo a Schopenhauer, que tenía para él el atractivo de ser un consejero chusco y divertido. 

Algunos pedantes le decían que Schopenhauer había pasado de moda, como si la labor de un hombre de inteligencia extraordinaria fuera como la forma de un sombrero de copa. 

Los condiscípulos, a quien asombraban estos buceamientos de Andrés Hurtado, le decían: 

—¿Pero no te basta con la filosofía de Letamendi? 

—Si eso no es filosofía ni nada —replicaba Andrés—. Letamendi es un hombre sin una idea profunda; no tiene en la cabeza más que palabras y frases. Ahora, como vosotros no las comprendéis, os parecen extraordinarias. 







¿ME MUERO?, por Juan José Millás / ' EL AHORCADO', de Sylvia Plath

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"Las cosas no van bien, como dice el Gobierno... Las cosas van bien para ahorcarse, pero no para mirar el futuro con esperanza. Al contrario, todo apunta a que se van a poner peor para los jóvenes y para los pensionistas, aunque quizá a Urdangarin le rebajen la pena y aquí no haya pasado nada... Miente quien afirma que solo van bien o que solo van mal. El problema es de qué lado cae la bondad y de cuál la maldad... Pero ahora, ¿en qué parte de la cuerda está el bien, en la del ahorcado o en la del verdugo?"

"...Las noches se volvieron invisibles, como el tercer párpado de un lagarto..." (Sylvia Plath)



¿ME MUERO?

Las cosas no van bien, como dice el Gobierno. Ni mal, como digo yo. Van bien y mal a la vez, lo mismo que una soga trenzada con hilos de diferentes calidades. El problema es lo que intentes colgar de ella. Quizá sirva para ahorcarte, pero no para soportar el peso de una caja fuerte en una mudanza. Las cosas van bien para ahorcarse, pero no para mirar el futuro con esperanza. Al contrario, todo apunta a que se van a poner peor para los jóvenes y para los pensionistas, aunque quizá a Urdangarin le rebajen la pena en el Supremo y aquí no haya pasado nada. Las cosas están bien y mal a la vez. Miente quien afirma que solo van bien o que solo van mal. El problema es de qué lado cae la bondad y de cuál la maldad.

Me lo dijo el médico tras estudiar mi analítica. Usted está bien y mal al mismo tiempo. ¿Pero me voy a morir?, le pregunté. Todos nos tenemos que morir, respondió ambiguamente. Esto es lo que viene a decir el ministro Catalá, por poner un ejemplo, cuando niega presiones políticas sobre la fiscalía. No las hay, pero todos nos tenemos que morir. Así las cosas, la cuestión es a quién le tocará pasar por debajo de la caja fuerte sostenida por la soga mal hecha de la que se hablaba más arriba. ¿Lo dictará el azar, la clase social, el nivel de estudios? Que cada uno responda desde el fondo de su corazón. Por cierto, ¿qué habrá en el interior de esa caja fuerte? A ver si encima de ser aplastado por pobre, te matan los papeles extraviados del Ministerio del Interior.

Claro que no todo se puede reducir a una cuestión de subjetividades. Muchas folclóricas alababan la dictadura porque con Franco, decían, les había ido bien. Pero ahora, ¿en qué parte de la cuerda está el bien, en la del ahorcado o en la del verdugo?

(Fuente: El País, 03-03-2017) 


EL AHORCADO

Asiéndome del cabello, un dios se adueñó de mí.
Sus descargas azules me achicharraron como a un profeta del desierto.

Las noches se volvieron invisibles, como el tercer párpado de un lagarto, 
un mundo de días blancos y escuetos en una cuenca sin sombra.

Un hastío rapaz me ató a este árbol.

Si ese dios fuera yo haría lo que hice


ENTRADA RELACIONADA:

SANGRE AZUL


("Aquí, en este país, la justicia es igual para todos, por supuesto, nadie lo pone en duda. Aquí, en este país, nadie entra en la cárcel por un delito menor y, mucho menos, por un delito menor cometido hace ya bastantes años. Aquí, nadie entra en prisión por protestar, entre otras cosas, porque aquí no son necesarias las protestas, aquí todo va como la seda... Lo peor es, tal vez, esa amarga sensación de haber perdido la necesaria sangre roja que antes hervía en nuestras venas")

PARA COMPENSAR (pensando en nuestros jóvenes, en nuestros alumnos):


(Yérguete y mira la raya azul del increíble crepúsculo, la raya de la esperanza en el límite de la tierra. Y con grandes pasos seguros, enderézate, y allí apoyado, confiado, solo, échate a andar...")


(No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo... (No te detengas) No te quedes inmóvil al borde del camino no congeles el júbilo no quieras con desgana  no te salves ahora... (No te salves)



ACERCA SYLVIA PLATH:

Poetisa y novelista estadounidense. Empezó a escribir poesía de niña, estudió en la Universidad de Smith y, gracias a una beca Fulbright, en la Cambridge. Su primer libro, El coloso (1960), puso en evidencia la meticulosidad de su oficio y un estilo muy personal. Ariel (1965) está considerado como su mejor libro de poemas que, al igual que su poesía posterior publicada después de su suicidio, refleja un ensimismamiento y una obsesión por la muerte crecientes. Poemas completos, que ganó el Premio Pulitzer en 1982, fue editado por su marido, el poeta británico Ted Hughes, en 1981. La campana de cristal (1963), novela que publicó con el seudónimo de Victoria Lewis, es el relato autobiográfico del colapso nervioso de una joven. Su correspondencia, Cartas a casa, 1950-1963, preparada por su madre y publicada en 1975, ayuda a comprender sus fuentes de inspiración y su desesperación. Otras obras, publicadas póstumamente, son Cruzando el agua (1971) y Arboles de invierno (1972), ambos libros de poesía, y Johnny Panic y la Biblia de sueños, libro de cuentos. En 1982 se publicaron sus Diarios.

(Fuente reseña: epdlp.com)















'SUEÑOS ROTOS', de Blanca Romero Sayago (1º Bto. IES Cristóbal Colón)

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No pensábamos, y nos alegramos, que las Jornadas sobre el drama de los No Refugiados nos iban a arrastrar en la necesaria inercia. El caso es que no podemos, no queremos salir. Pasaron los días, las horas, pero nuestro  instituto seguía oliendo a solidaridad. Los relatos que han escrito nuestros alumnos han vuelto a recordarnos  quiénes somos y qué debemos hacer. Dejamos aquí, seguiremos, esa maravilla escrita por Blanca, gracias., 2º Premio del Concurso Relatos 'Refugiados', IES  Cristóbal Colón

"Mi madre mejoró rápidamente, sufrió migrañas por el estrés del viaje. Ahora que nos encontramos en el campamento de Lesbos dudo que mi vida vuelva a la normalidad. Nos dan largas cuando preguntamos por el permiso de residencia... Yo, que imaginaba que iba a cambiar mi país, que lucharía por la igualdad y la democracia. Yo, que ahora estoy derrotada y con todos los sueños rotos"

SUEÑOS ROTOS

Cada estallido de bomba hace que mil imágenes vengan a mi cabeza, y que las palabras de mi abuela resuenen sin cesar, - Esto acabará pronto - decía, y yo en un principio la creí. Pero sé que ella en el fondo sospechaba que esto no iba a ser así. Recuerdo cuando le preguntaba cómo era su vida cuando era pequeña, cómo era aquella tierra llamada Palestina, que hoy está reducida a la sombra de lo que era entonces. Aunque la mayoría de sus historias no eran un cuento de hadas me gustaba escucharlas, era como si ella me estuviese preparando para esto. Ella, que tuvo que abandonar su país por ser judía. Ella, que ya fue refugiada. Ella, que ya no está.

            Mi abuela fue otro daño colateral de este enfrentamiento, donde sólo manda el poder, y donde las víctimas sólo son un número: 500.000 desde que empezó la guerra. Una bomba cayó sobre el hospital en el que estaba ingresada. Desde ese día me prometí que lucharía porque esto acabara, porque no hubiese más víctimas, y porque la Siria que hoy está bajo escombros renaciera como el ave Fénix.

            Estoy escuchando mucho ruido en la escalera de mi bloque de pisos cuando mi padre llega muy alterado del trabajo, dice que debemos marcharnos, que ha oído que la próxima bomba caerá demasiado cerca de nuestra casa. Nos cuenta también que un compañero suyo le ha presentado a un hombre que puede ayudarnos a escapar, por sólo 2.000 euros estaremos los cuatro en unos días en Europa, sólo tenemos que desplazarnos hasta Turquía y allí nos subirán en una embarcación que en menos de un día nos llevará hasta Grecia. Cuando lo oigo no puedo evitar que una lágrima resbale por mi mejilla, sé que allí todo será diferente. Europa es el futuro, la felicidad, la libertad; pero Siria es mi casa, y aunque no soporte pasar un segundo más en este país, no puedo evitar conmoverme, aquí he crecido, aquí he sido feliz y aquí ahora estoy muriendo.

            Me pongo ropa abrigada, en alta mar hace muchísimo frío y debo estar preparada para soportar el viaje. Nos dicen que sólo podemos llevar un objeto personal que no ocupe mucho espacio, en la barca estaremos muy apretados. Cojo el diario que me dio mi abuela para tener su recuerdo siempre presente. Vamos en coche hasta Turquía, tardamos unas 6 horas y cuando llegamos al puerto es de madrugada. Nos dan unos chalecos salvavidas, y nos meten a todos en la barca a toda prisa, la policía no puede darse cuenta de que estamos abandonando el país ilegalmente. Estoy muy agobiada en la barca, es muy pequeña y somos unas 30 personas, pero debo aguantar, sólo serán unos días, intento convencerme de eso. Cuando lleguemos nos espera una nueva vida, donde no habrá lugar para la guerra, donde todo volverá a ser normal, o eso dicen.

            Al amanecer sentimos un poco de alivio, el sol pega en nuestra piel y nos calienta, después de la rociada de la noche necesitamos sentir esa luz solar. Confío en que llegaremos antes de que anochezca de nuevo, nos dijeron que llegaríamos en menos de un día. Cuando veo que el sol va escondiéndose empiezo a preocuparme, me da mucha ansiedad, siento que nos perdemos en la inmensidad del mar, que vamos a la deriva, sin ningún rumbo, y no puedo evitar pensar que quizás esos hombres nos han engañado para quedarse con nuestro dinero. Mi hermano pequeño duerme tranquilamente pero la poca luz que hay me permite ver que mi madre tiene muy mala cara, me dice que le duele la cabeza y que tiene mucho frío. Necesitamos llegar a tierra ya, mi padre no sabe cómo ayudarla y está entrando en pánico. De repente, oigo el grito de una mujer que pide a gritos ayuda. Su hijo sufre de hipotermia, no se mueve y nadie sabe qué hacer.

            En pocos minutos vislumbramos una luz a lo lejos, que poco a poco va acercándose. Nuestra salvación es un barco de pesca que estaba faenando en esa zona y que inmediatamente llama a la Cruz Roja para que venga a recogernos. Se llevan a mi madre, al niño con hipotermia y a un anciano que estaba en shock, para que los médicos puedan atenderlos rápidamente.

No puedo creer que esta pesadilla esté acabando, la situación me sobrecoge y no sé qué hacer. Por fin llegan a por nosotros, nos dan mantas y agua, todos tenemos mucho frío y estamos deshidratados. Sólo podemos dar gracias: gracias Europa por acogernos. Lo logramos, increíblemente, lo logramos. Cuando llegamos a la costa nos llevan hasta un campamento donde dicen que  pasaremos unos días hasta que nuestros papeles se regularicen.

            Mi madre mejoró rápidamente, sufrió migrañas por el estrés del viaje. Ahora que nos encontramos en el campamento de Lesbos dudo que mi vida vuelva a la normalidad. Nos dan largas cuando preguntamos por el permiso de residencia. Oímos historias de personas a las que devuelven a su país y tememos que nos pase a nosotros. Todo lo prometido fue una farsa. Europa no es lo que parecía. Europa es el lobo disfrazado de oveja.


Hoy hace tres semanas desde que llegué aquí, a este campamento donde lo único que puedo hacer es esperar y pensar. Pensar en cómo hemos llegado a esta situación. Pensar en por qué hacen esto, en cómo puede algún ser humano exterminar a todo un pueblo por conseguir el poder. Sé que quizás nunca obtenga respuesta. Yo, que imaginaba que iba a cambiar mi país, que lucharía por la igualdad y la democracia. Yo, que ahora estoy derrotada y con todos los sueños rotos.


ENTRADAS RELACIONADAS:


("Sanlúcar, 30 de enero de 2017. Mediodía. Cerca de 400 alumnos, vestidos de negro y acompañados de sus profesores, atraviesan, ante la mirada atónita de los transeúntes, la Calle Ancha. Lo hacen con la cara alta, orgullosos de saber que están haciendo algo importante, algo que seguro recordarán cuando el tiempo pase...")


("Culpable de haber nacido en la orilla equivocada, de no soportar el hambre, de hablar con otras palabras, culpable... de las bombas y los gritos, los escombros y las lágrimas, culpable... Culpable, limpio culpable de tu inalcanzable dignidad, culpable de nuestra sucia mirada, culpable de tu risa, de tu valentía, culpable por creer que somos humanos...")


("Protestan contra el muro que Donald Trump quiere levantar... gentes de todas las ideologías... protestan hasta personas que durante años no han dicho ni mú del muro que ya existe entre Estados Unidos y México... muros hay y se siguen haciendo por todo el planeta... Ello si no consideramos un gran muro, que lo es, ese mar Mediterráneo en cuya travesía pierden la vida centenares de personas cada año... el muro que divide el mundo en dos es más mental que real... Lo dijo ya hace unos años Eduardo Haro Tecglen... desde que cayó el muro de Berlín ya no hay ideologías, sólo hay pobres y ricos")


("... otro niño ha muerto ahogado y su cuerpo ha sido descubierto en una playa no menos turística, en este caso de Barbate, en Cádiz. Se llamaba Samuel, tenía seis años y su familia se lo había llevado consigo huyendo de los horrores del Congo... Un niño tan desamparado como Aylan, que interpela a las conciencias lo mismo que los demás ahogados en el Mediterráneo, pero cuya muerte pasa a ser una cifra en el macabro conteo" "...  Tu cuerpo, con la sombra violeta de mis manos, ra, muerto en la orilla, un arcángel de frío" (García Lorca)



("No hay día sin que en las páginas de la prensa, que algunos llaman escaparate, aparezca un cadáver sirio. O dos. O una docena... Unas veces los vemos entre cascotes, otras en el medio del campo, y en ocasiones de pie, con los ojos abiertos... Estos pobres, en cambio, se van con menos de lo que trajeron y se van pronto porque la esperanza de vida, en su barrio, es nula. Esperamos sin mala conciencia la próxima fotografía con alguna curiosidad de carácter étnico")


("Perdiendo la calma, ¿dónde está exiliada? Voces silenciadas, la muerte anunciada Y tú, la espina clavada que nos saca del mapa... Cruzando horizontes de lengua extranjera... Vidas obligadas a ser refugiadas cruzan la frontera. Nadie es profeta en su tierra, solo es portadores de vergüenza ajena.... Si me ves volver será para arrancar del labio la mordaza. Quitar el pan de quien nos quiere mal traer con sus migajas... Esto es el canto de la gente desterrada")



("... Miran y miran al otro lado de la alambrada. Nadie quiere verlos nadie. Dejaron sus muertos atrás para ir a ningún sitio. Ellos los mil nadie...)


("Se han encontrado cadáveres de inmigrantes congelados en las fronteras de Europa y nadie lleva la cuenta, pero las muertes por los efectos del frío en los campamentos son muchas más de las que aparecen en las estadísticas... Esas imágenes nos hablan de la miseria moral de una Europa insensible ante el dolor de los demás, de unos dirigentes políticos que miran para otro lado... Hoy son ellos, mañana podemos ser nosotros los abandonados" "... Desplazados y deshonrados / Enfrentados a las fronteras de otros / Extraviados y erráticos / Sin otra salida que la de huir...")

(Fuente: Refugio del Sonido, por Javier Limón, Mar de Libia, El País)

("... la palabra 'asistencia' monta un número esperpéntico en mi cerebro, y me lleva, otra vez, a las fronteras de Grecia, de Turquía, de Serbia... Intento adentrarme en el significado profundo de esa palabra, y lo único que encuentro es soledad, la soledad infinita de todos esos seres humanos que han sido tachados de nuestros ordenadores... esa niña, perdida, sola y sin palabras, me da una acogedora colleja diciéndome, ¿de qué estás hablando?")


'HUMILLADOS', por Jorge M. Reverte / Poema 'HOGAR', de Warsan Shire / PROPUESTA DE EXAMEN (según PAU)

("... me siento humillado cada vez que veo una foto en el periódico de inmigrantes pasando frío, o hundidos en el barro, o huyendo de las explosiones... leamos enteras las noticias, las que explican que la gente hace cola para conseguir una sopa a una temperatura ambiente de veinte grados bajo cero. Y entonces, apartamos ligeramente el café humeante que tenemos en la barra del bar, y nos imaginamos que alguno de nuestros hijos está ahí, esperando la sopa...")


'REFUGEE BLUES', ADAPTACIÓN MUSICAL DEL POEMA DE W.H. AUDEN

("El cónsul golpeó la mesa y dijo: “Si no hay pasaporte están oficialmente muertos”: pero aún vivimos, querida, aún estamos vivos... Fui a un mitin público; el orador se puso de pie y dijo: “Si los dejamos entrar se robarán el pan”; hablaba de nosotros, querida, hablaba de nosotros...")




("... el año terminará esta noche... con las luminarias y las campanadas de siempre, con la alegría repetitiva y artificial de todos los años, esa que nos sirve a todos para engañar a nuestras conciencias... sobre la Tierra brillarán también en la noche mezclándose con sus luces las almas de los anónimos miles de muertos de las guerras de Siria y de Irak, las de los desaparecidos en el Mediterráneo, esa insaciable fosa común... Por cada uno de ellos yo arrojo una rosa negra que nadie verá caer")


("... Respiro el aire que respiras y bebo el agua que tú bebes. Si piso el mismo suelo que tú pisas, dime por qué tanto duele  la dulce y silenciosa forma en la que tú me miras...")

("Nació como nacimos todos pero a él le tocó el lado negro del mar... hay tantos ahogados que hasta el oceano se va a secar... Peor que matar a un hombre es cerrarle el camino mucho peor es ahogar su destino. El mundo es de todos tienen que pasar aquí entramos todos")



("...unos versos de León Felipe describen la expresión monótona con la que los lectores y en cierto modo sepultureros de la prensa diaria observamos este tipo de fotografías antes de pasar la página en dirección a las farmacias de guardia o a la lista de los fallecidos ayer en nuestra ciudad. Nada nos impresiona ya ni nos conmueve..." "Sensibles a todo viento... poetas, nunca cantemos la vida de un mismo pueblo ni la flor de un solo huerto. Que sean todos los pueblos y todos los huertos nuestros" (León Felipe)



("De eso trata Astral...echarse al mar a salvar vidas de esa olla gigante y voraz que se las traga a puñados mientras Europa bosteza... Nos habla a nosotros. Nos pregunta por qué no hacemos más, por qué no hacemos nada, por qué no nos hemos plantado para exigir a nuestros gobiernos que actúen. Ya. Ahora.... Los que vengan detrás nos preguntarán por qué no hicimos nada para detener el genocidio, si lo estábamos viendo, y tendremos que bajar la cabeza porque no sabremos qué contestar")

EL VIENTO

("¿Cuándo aceptaremos que somos nosotros los que nos ahogamos en el mar frente a las costas de Europa junto con los inmigrantes desesperados? ¿Cuándo aceptaremos que ningún armamento es inocente y somos nosotros los que bombardeamos hospitales, familias, niños en Alepo?... La respuesta, amigos, como canta Bob Dylan, está flotando en el viento, pero no por eso dejamos de ser culpables")


("En Turquía el régimen de Erdogan hacina en campos de prisioneros a refugiados y opositores sin que nadie diga una palabra... En el mar los muertos se cuentan por miles porque siguen huyendo a millones de la guerra y la muerte, como haríamos usted y yo, mientras un país rico como España, con su gobierno a la cabeza, sólo ha sido capaz de acoger a un centenar de refugiados. Esa es la realidad. No va a desaparecer por mucho que la quitemos de los telediarios" "... Todo vive condenado a ser mostrado y mengua..." (Zhivka Baltadzhieva)

("Cuánto es demasiado, cuánto es suficiente... El mundo, la verdad, no parecía muy conmovido: no hubo explosiones de indignación, no hubo escándalo en los noticieros, y días después nadie recordaba el episodio... la humanidad se habitúa rápido a moverse en la mugre, a convivir con la basura en su ojo de cíclope hasta que la basura se hace callo y el ojo queda confortablemente ciego")
("Pasa como con las palabras, los sentimientos también se desgastan... La humanidad de las personas está en poder empatizar con el dolor de los otros, en ponerse en el lugar de los otros... Ese acomodamiento nos hace daño a nosotros, y también a los otros... hace daño a los otros, porque nuestra actitud los deja totalmente vulnerables ante la injusticia")


("Los refugiados (y en general los pobres) son en cierto modo los restos de la combustión de una parte de esa economía, las cenizas que expulsa la maquinaria del sistema... Es costoso deshacerse de las cenizas, sí, pero gracias a esas cenizas se ha movido, por poner un solo ejemplo, el tráfico de armas, cuya industria constituye una de las locomotora de la economía global...)


("... culpable de haber nacido, de haber nacido al otro lado, en la cara mala del mundo, en la otra orilla. Eres culpable de no soportar tu hambre amarilla, eres culpable de asomarte sin permiso al otro lado, a este lugar prohibido y mentiroso. Eres culpable de creer en los sueños azules, de pensar que una valla es sólo una valla...")



("Viendo a esos miles de refugiados que, después de haber cruzado el mar jugándose la vida (y viendo cómo otros la perdían, muchos de ellos niños aún), son obligados de nuevo a cruzarlo contra su voluntad... ¿Qué sentimientos albergarán hacia nosotros después de haber visto cómo los expulsábamos contradiciendo nuestras propias leyes? ¿Pensarán que todos participamos en su expulsión o distinguirán entre unos y otros?" "... No conozco ya los nombres de un mundo que me niega...")

("Esta es una larga historia, que comenzó con la destrucción de algunos países bajo las bombas humanitarias... La mayoría de los que escapan del desastre no tenían, cinco años atrás, planes de fuga.... Su plan ahora... escapar, llegar al norte, sacrificarse hasta la última gota de sudor para que sus descendientes tengan una perspectiva decente. Este es el único plan de un emigrante" "Llovió el invierno a mares lodos, hambre. Navegó la miseria a plena vela... Hubo más muertos. Pero nunca, jamás, la violencia" "... perdimos la verdad, perdimos las palabras")
("Las más auténticas procesiones de Semana Santa de este año son las de refugiados por las fronteras de espinas envueltas en bruma de Europa. Desde que falleció ahogado Aylan Kurdi, han muerto más de quinientos niños en este éxodo... México, hizo infinitamente más en un año por los españoles que lo que España ha hecho por todos los refugiados durante años en el Mediterráneo" "-Ni demasiado tarde ni demasiado lejos. La isla “Aquí” está en todos lados... El ambiente se volvió incómodo, cayó el silencio. Las verdades generales tienen ese problema")

NO ME LLAMEN EUROPEO, por Luis Enrique Ibáñez
("No, no me llamen europeo. Yo soy africano, y llegué aquí hace miles de años, lo mismo que ustedes... hemos cometido el imperdonable pecado de olvidar, de amputar, el significado de las palabras que nos fundaron... hospitalidad, justicia... belleza... No me llamen europeo... dolor, culpabilidad, complicidad, lo dócilmente sometido, imperio de la apatía, placer de la esclavitud, extravío de las palabras, lenguaje invisible. idioma disfrazado, de mentira, de asco, de nada")

'IR Y QUEDARSE, Y CON QUEDAR PARTIRSE', DE LOPE DE VEGA / 'COPENHAGUE', VETUSTA MORLA

("Ir y quedarse, y con quedar partirse...fuego en el alma, y en la vida infierno""... El valor para marcharse,el miedo a llegar...Ella duerme tras el vendaval No se quitó la ropa.Sueña con despertar en otro tiempo y en otra ciudad"

'LA HISTORIA NOS JUZGARÁ' Luis Gonzalo / 'SOBRE LA DENOMINACIÓN DE EMIGRANTES', Bertolt Brecht

("... seremos juzgados como genocidas y las próximas generaciones se avergonzarán de nuestro comportamiento. Seremos un ejemplo en las clases de historia sobre la inhumanidad de nuestra sociedad y la violación constante de los derechos humanos... Estudiarán cómo invadimos países para convertirlos en estados fallidos y arrebatarles sus recursos en una nueva forma de colonialismo""... Cada unode los que vamos con los zapatos rotos entre la multitudla ignominia mostramos..." (Brecht)
("Europa renuncia a sus principios éticos y fundacionales, consagra las devoluciones en caliente y se entrega a un régimen corrupto gobernado por un sátrapa que cierra periódicos críticos y oprime a la disidencia. Nos han vendido por un puñado de euros...  casi todos los países han incumplidos sus promesas de acogida y les tratan como prisioneros de guerra y animales... Los mismos que lloraban la muerte de Aylán, provocan su muerte" "No aceptes lo habitual como cosa natural"   (Bertolt Brecht)

'LA SERPIENTE', por Julio Llamazares / 'DEVOCIONES PARA OCASIONES EMERGENTES', de John Donne

("Un numeroso grupo de vecinos de Bautzen celebró el incendio... de un antiguo hotel habilitado para acoger a refugiados extranjeros al tiempo que estorbaba las labores de extinción... ¿A qué les suenan estas escenas? ¿Acaso no les recuerdan a aquéllas que describían los años previos a la ascensión del nazismo...?""... Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta...")

("Compartiremos las injurias, los reproches, las necias burlas resistiremos... el destino penoso del ser humano" (Hristo Botev) "¿Cuántas voces son necesarias para no entender el mundo?" (Zhivka Baltadzhieva) 

("Da lo mismo, el asunto no se aborda. Significa que el hombre, además de chillar a los suyos, nos interpela a nosotros. Lleva casi cinco meses gritándonos bajo la tormenta: –¡Joder, haced algo, que llevo a una criatura encima!... ahí lo tienen, en pie, gritándole al mundo civilizado que, joder, le eche una mano. El mundo civilizado, como el que oye llover" (J.J. Millás) "... Han muerto todas las ideas capaces de sostener un sueño... La única raza ha desahuciado al inquilino en el propio domicilio de su cráneo..." (Juan Carlos Mestre) 


("Ante el orden existente...)



("Sesenta o setenta personas son las dueñas de un mundo en el que la mayoría pasa hambre, sed, frío y un sinfín de calamidades. Es lo que llamamos estabilidad... No precisan de un ejército porque tienen a su disposición los de todo el mundo, ni de una policía porque todas están a sus órdenes... Menos mal que nos quedan las rastas y el amamantamiento como materia para el análisis político riguroso" (J.J. Millás) "la globalización de los hambrientos es el aperitivo de los amos" (M. Benedetti)












'LLAÜT', por Julio Llamazares / 'BEATUS ILLE', de Horacio / 'EPÍSTOLA MORAL A FABIO', de A. Fernández de Andrada

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"Hay personas que eligen surcar la vida en llaüt pudiendo hacerlo en barcos más grandes... Yo conozco muchos así y tengo para mí que son los que están en el camino cierto, que los equivocados somos los demás, los que nos afanamos en prosperar y en crecer más de lo que deberíamos a costa de dejar nuestro tiempo en ello...

la ambición no es el mejor camino para la felicidad por más que nos lo diga la publicidad, esa ideología moderna que consagra la competitividad y la inmediatez por encima de todo"

Cuadro de Elmer Nelson Bischoff

LLAÜT

En la mallorquina bahía de Alcudia, a donde llego en ferry desde Menorca, tenía su llaüt el escritor soriano Avelino Hernández, el hombre que mejor supo contar la decadencia de la meseta y la despoblación del mundo rural en el que nació y al que dedicó la mayor parte de sus escritos ¿Qué pensaría viendo las velas blancas de otros veleros y la animación del mar de Mallorca mientras navegaba en su pequeñito llaüt, él, que venía de la tierra adentro? ¿Soñaría como un Ulises castellano en regresar a su Ítaca natal, tan lejana y tan cercana en su memoria al mismo tiempo? El escritor soriano murió aquí finalmente, pero su espíritu vaga por donde van sus libros como les pasa a todos los escritores y a estos pequeños llaüts que todavía surcan las aguas mediterráneas entre los enormes ferrys de pasajeros y los fabulosos yates de los adinerados.
Hay personas que eligen surcar la vida en llaüt pudiendo hacerlo en barcos más grandes. Son esos para los que lo principal de aquélla es la paz, el silencio de una tarde a solas o en compañía de unos pocos amigos, los olores de la naturaleza, el sabor de unas sardinas asadas junto al mar o de una torrada de sobrasada al calor de la parrilla y a la luz de las estrellas. Yo conozco muchos así y tengo para mí que son los que están en el camino cierto, que los equivocados somos los demás, los que nos afanamos en prosperar y en crecer más de lo que deberíamos a costa de dejar nuestro tiempo en ello. Cierto que la descansada vida de los que huyen del mundanal ruido que cantó Fray Luis de León tiene también sus inconvenientes y que la falta de ambición da muchas satisfacciones pero exige también sacrificios, pero lo que parece claro es que la ambición no es el mejor camino para la felicidad por más que nos lo diga la publicidad, esa ideología moderna que consagra la competitividad y la inmediatez por encima de todo. No hay más que ver a toda esa gente que compite de la noche a la mañana por navegar más rápido que los otros y por tener el barco más grande de todos.
(Fuente: El País, 04-03-2017)
'BEATUS ILLE'
“Feliz aquel que, ajeno a los negocios, 
como los primitivos,
labra tierra paterna con sus bueyes
libre de toda usura; 
que no oye el agrio son de la corneta,
ni teme el mar airado,
y evita el Foro y las soberbias puertas
de los más poderosos;
y los largos sarmientos de las vides
une a los altos álamos,
o contempla de lejos su vacada 
en un valle apartado;
y, las ramas inútiles podando,
injerta otras más fértiles,
o guarda espesa miel en limpias ánforas,
o esquila sus ovejas.
O, cuando Otoño adorna su cabeza 
de fruta sazonada,
cómo goza coger peras de injerto
y las uvas de púrpura,
que a ti, Príapo, da y a ti, Silvano,
que cuidas de las lindes.
Grato es yacer bajo una vieja encina 
o sobre espeso prado.
Mientras, fluye el arroyo por su cauce,  
trina el ave en el bosque 
y hay un rumor de fuentes manantiales
que invita a sueños leves.
Pero, en invierno, cuando Jove envía  
lluvias y nieves juntas,
acosa al jabalí con su jauría
a las abiertas trampas, 
o extiende redes ralas con un palo,
engaños para tordos,
y la liebre y la grulla coge a lazo,
presas muy agradables.
Ante estos goces, ¿quién no olvidaría
las penas que Amor trae?    
Mas si una mujer fiel cuida en su parte
de la casa y los hijos,  
como una de Sabina o bien de Apulia
por soles abrasada,
apila en el lar sacro leña seca
para su hombre cansado,
y, llevando al redil la grey alegre,
ordeña las ovejas,
y saca del barril vino del año
e improvisa una cena,
no me placieran más ostras lucrinas,
o escaro o rodaballo,
si el invierno en las olas orientales
en este mar los vierte.
Ni ave africana, ni faisán de Jonia
descienden en mi vientre
con más gusto que olivas escogidas
en las ramas del árbol,
o la acedera, amante de los prados,
y las salubres malvas,
o un cabrito salvado de los lobos,
o un cordero en las fiestas.
En la mesa, qué bien ver las ovejas
recogerse de prisa, 
ver los bueyes exhaustos arrastrando  
la reja, el cuello flojo,
ver esclavos nacidos en la casa
en torno de los lares.”

Esto enunciado, el usurero Alfio,
campesino futuro,
cobró en los Idus todo su dinero
y lo presta en Calendas.
'EPÍSTOLA MORAL A FABIO'
Fabio, las esperanzas cortesanas
prisiones son do el ambicioso muere
y donde al más activo nacen canas;

el que no las limare o las rompiere
ni el nombre de varón ha merecido,
ni subir al honor que pretendiere.

El ánimo plebeyo y abatido
elija en sus intentos temeroso
primero estar suspenso que caído;

que el corazón entero y generoso
al caso adverso inclinará la frente
antes que la rodilla al poderoso.

Más triunfos, más coronas dio al prudente
que supo retirarse, la fortuna,
que al que esperó obstinada y locamente.

Esta invasión terrible e importuna
de contrarios sucesos nos espera
desde el primer sollozo de la cuna.

Dejémosla pasar como a la fiera
corriente del gran Betis, cuando airado
dilata hasta los montes su ribera.

Aquel entre los héroes es contado
que el premio mereció, no quien la alcanza
por vanas consecuencias del estado.

Peculio propio es ya de la privanza
cuanto de Astrea fue, cuanto regía
con su temida espada y su balanza.

El oro, la maldad, la tiranía
del inicuo, precede y pasa al bueno,
¿qué espera la virtud o en qué confía?

Vente, y reposa en el materno seno
de la antigua Romúlea, cuyo clima
te será más humano y más sereno.

Adonde, por lo menos, cuando oprima
nuestro cuerpo la tierra, dirá alguno:
"Blanda le sea", al derramarla encima;

donde no dejará la mesa ayuno
cuando en ella te falte el pece raro
o cuando su pavón nos niegue Juno.

Busca, pues, el sosiego dulce y caro,
como en la oscura noche del Egeo
busca el piloto el eminente faro;

que si acortas y ciñes tu deseo
dirás: "Lo que desprecio he conseguido;
que la opinión vulgar es devaneo."

Más quiere el ruiseñor su pobre nido
de pluma y leves pajas, más sus quejas
en el bosque repuesto y escondido,

que agradar lisonjero las orejas
de algún príncipe insigne, aprisionado
en el metal de las doradas rejas.

Triste de aquel que vive destinado
a esa antigua colonia de los vicios,
augur de los semblantes del privado.

Cese el ansia y la sed de los oficios;
que acepta el don y burla del intento
el ídolo a quien haces sacrificios.

Iguala con la vida el pensamiento,
y no le pasarás de hoy a mañana,
ni aun quizá de uno a otro momento.

Casi no tienes ni una sombra vana
de nuestra grande Itálica, y, ¿esperas?
¡Oh terror perpetuo de la vida humana!

Las enseñas grecianas, las banderas
del senado y romana monarquía
murieron, y pasaron sus carreras.

¿Qué es nuestra vida más que un breve día,
do apenas sale el sol, cuando se pierde
en las tinieblas de la noche fría?

¿Qué más que el heno, a la mañana verde,
seco a la tarde? ¡Oh ciego desvarío!
¿Será que de este sueño me despierte?

¿Será que pueda ver que me desvío
de la vida viviendo, y que está unida
la cauta muerte al simple vivir mío?

Como los ríos, que en veloz corrida
se llevan a la mar, tal soy llevado
al último suspiro de mi vida.

De la pasada edad, ¿qué me ha quedado?,
o, ¿qué tengo yo a dicha, en la que espero,
sino alguna noticia de mi hado?

¡Oh si acabase, viendo cómo muero,
de aprender a morir, antes que llegue
aquel forzoso término postrero;

antes que aquesta mies inútil siegue
de la severa muerte dura mano,
y a la común materia se la entregue!

Pasáronse las flores del verano,
el otoño pasó con sus racimos,
pasó el invierno con sus nieves cano;

las hojas que en las altas selvas vimos
cayeron, ¡y nosotros a porfía
en nuestro engaño inmóviles vivimos!

Temamos al Señor que nos envía
las espigas del año y la hartura,
y la temprana lluvia y la tardía.

No imitemos la tierra siempre dura
a las aguas del cielo y al arado,
ni la vid cuyo fruto no madura.

¿Piensas acaso tú que fue criado
el varón para el rayo de la guerra,
para surcar el piélago salado,

para medir el orbe de la tierra
y el cerco por do el sol siempre camina?
¡Oh, quien así lo entiende, cuánto yerra!

Esta nuestra porción alta y divina,
a mayores acciones es llamada
y en más nobles objetos se termina.

Así aquella, que al hombre sólo es dada,
sacra razón y pura, me despierta,
de esplendor y de rayos coronada,

y en la fría región, dura y desierta,
de aqueste pecho enciende nueva llama,
y la luz vuelve a arder que estaba muerta.

Quiero, Fabio, seguir a quien me llama,
y callado pasar entre la gente
que no afecto a los nombres ni a la fama.

El soberbio tirano del Oriente,
que maciza las torres de cien codos
del cándido metal puro y luciente,

apenas puede ya comprar los modos
del pecar; la virtud es más barata,
ella consigo misma ruega a todos.

¡Mísero aquel que corre y se dilata
por cuantos son los climas y los mares,
perseguidor del oro y de la plata!

Un ángulo me basta entre mis lares,
un libro y un amigo, un sueño breve,
que no perturben deudas ni pesares.

Esto tan solamente es cuanto debe
naturaleza al parco y al discreto,
y algún manjar común, honesto y leve.

No, porque así te escribo, hagas conceto
que pongo la virtud en ejercicio:
que aun esto fue difícil a Epiteto.

Basta, al que empieza, aborrecer el vicio,
y el ánimo enseñar a ser modesto;
después le será el cielo más propicio.

Despreciar el deleite no es supuesto
de sólida virtud; que aun el vicioso
en sí proprio le nota de molesto.

Mas no podrás negarme cuán forzoso
este camino sea al alto asiento,
morada de la paz y del reposo.

No sazona la fruta en un momento
aquella inteligencia que mensura
la duración de todo a su talento.

Flor la vimos ayer hermosa y pura,
luego materia acerba y desabrida,
y sabrosa después, dulce y madura.

Tal la humana prudencia es bien que mida
y compase y dispense las acciones
que han de ser compañeras de la vida.

No quiera Dios que siga los varones
que moran nuestras plazas macilentos,
de la verdad infames histrïones;

estos inmundos, trágicos, atentos
al aplauso común, cuyas entrañas
son oscuros e infaustos monumentos.

¡Cuán callada que pasa las montañas
el aura, respirando mansamente!
¡Qué gárrula y sonora por las cañas!

¡Qué muda la virtud por el prudente!
¡Qué redundante y llena de ruido
por el vano, ambicioso y aparente!

Quiero imitar al pueblo en el vestido,
en las costumbres sólo a los mejores,
sin presumir de roto y mal ceñido.

No resplandezca el oro y las colores
en nuestro traje, ni tampoco sea
igual al de los dóricos cantores.

Una mediana vida yo posea,
un estilo común y moderado,
que no le note nadie que le vea.

En el plebeyo barro mal tostado
hubo ya quien bebió tan ambicioso
como en el vaso Múrino preciado;

y alguno tan ilustre y generoso
que usó, como si fuera vil gaveta,
del cristal transparente y luminoso.

Sin la templanza, ¿viste tú perfeta
alguna cosa? ¡Oh muerte! Ven callada,
como sueles venir en la saeta;

no en la tonante máquina preñada
de fuego y de rumor; que no es mi puerta
de doblados metales fabricada.

Así, Fabio, me enseña descubierta
su esencia la verdad, y mi albedrío
con ella se compone y se concierta.

No te burles de ver cuánto confío,
ni al arte de decir, vana y pomposa,
el ardor atribuyas de este brío.

¿Es, por ventura, menos poderosa
que el vicio la verdad? ¿O menos fuerte?
No la arguyas de flaca y temerosa.

La codicia en las manos de la suerte
se arroja al mar, la ira a las espadas,
y la ambición se ríe de la muerte.

Y ¿no serán siquiera tan osadas
las opuestas acciones, si las miro
de más nobles objetos ayudadas?

Ya, dulce amigo, huyo y me retiro
de cuanto simple amé: rompí los lazos;
ven y sabrás al alto fin que aspiro
antes que el tiempo muera en nuestros brazos.


'COMPORTAMIENTO INTACHABLE Y CABAL', por Luis Enrique Ibáñez

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"Otra vez nos tememos que Miguel Hernández, igual que la paloma de Alberti, se equivocó, sí somos una tierra de bueyes, vamos con la cabeza tirada al suelo, arrastrando la culpa y las ganancias de los que nos fustigan el lomo para que vayamos más rápido, sin pensar, agachados, sin hablar, obedeciendo. Somos lo que somos, aunque no tengamos ni siquiera la valentía de reconocerlo, un pueblo de bueyes, saqueado, ultrajado y, además, sonriendo... es carnaval y, además, hoy hay partido"

Ramón Blesa y Rodrigo Rato

COMPORTAMIENTO INTACHABLE Y CABAL


Comportamiento intachable y cabal, comportamiento intachable y cabal, comportamiento intachable y cabal... Palabras que tamborean la conciencia y nos dejan con la dignidad tirada por el desagüe de una realidad insoportable, de una realidad que soportamos como si fuéramos tan imbéciles como realmente somos. Comportamiento intachable y cabal, esa ha sido una de las expresiones utilizadas por la Audiencia Nacional para referirse a Ramón Blesa y Rodrigo Rato al anunciar que los dejaba en libertad, sin fianza, porque durante todo el sainete, el juicio, su comportamiento ha sido intachable y cabal. A partir de ahora, todos los delincuentes de poca monta ya saben cómo eludir la cárcel, sólo tienen que mostrar durante el juicio un comportamiento intachable y cabal, y, también, afirmar que no merodea entre sus pensamientos la idea de una fuga, qué estupidez, si no tienen dinero, pero, eso sí, intachables y cabales.

Otra vez nos tememos que Miguel Hernández, igual que la paloma de Alberti, se equivocó, sí somos una tierra de bueyes, vamos con la cabeza tirada al suelo, arrastrando la culpa y las ganancias de los que nos fustigan el lomo para que vayamos más rápido, sin pensar, agachados, sin hablar, obedeciendo. Somos lo que somos, aunque no tengamos ni siquiera la valentía de reconocerlo, un pueblo de bueyes, saqueado, ultrajado y, además, sonriendo... es carnaval y, además, hoy hay partido.

A mi padre, castellano de pura cepa, le endosaron unas preferentes. Lo hizo alguien que, además, cuando mi padre iba la sucursal, del BBVA, salían y se tomaban unos vinos juntos, qué bonito, mi madre, viuda, ha perdido varios miles de euros.

Sin embargo, Ramón Blesa y Rodrigo Rato están en libertad, sin fianza, de la misma manera que no sé qué gente que tiene que ver con la Realeza.

Desde 2011 sabemos, y el que no quiera que no lea, hoy hay fútbol, y es carnaval,  que más del 80% del fraude fiscal estaba, está, en las grandes empresas, en las multinacionales, eran en aquella fecha más de 80.000 millones, ¿de verdad tengo que discutir con alguien de mi instituto para aumentare la inversión, qué risa, en actividades extraescolares, en actividades, digamos, solidarias, como, por ejemplo, exigir a nuestro gobierno, a Europa, que se comporten como si fueran Homo Sapiens... ¿verda Zhivka? Estamos perdidos, y no lo queremos reconocer.

A don Miguel de Unamuno fueron a visitarle en su destierro, jóvenes, y no tan jóvenes. Le preguntaron ¿hasta cuándo?

Hasta que ustedes quieran, contestó.


'ÉXTASIS', por Manuel Vicent / 'NOCHE OSCURA', de Juan de la Cruz / 'NOCHE OSCURA', Adaptación musical de Amancio Prada

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"El cuerpo se queda sin peso y sumamente ligero se eleva muy alto hasta darle a la caza alcance que, según Juan de la Cruz, consiste en una armonía y un placer innombrables. Hay quien asegura haber experimentado esta sensación en la guerra mientras caían bombas alrededor y puede que alguno haya logrado por fin esa unidad con el Todo en el paredón un momento antes de ser fusilado"

"... con su mano serena en mi cuello hería, y todos mis sentidos suspendía... cesó todo, y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado" (Juan de la Cruz)

'Éxtasis de Santa Teresa', de Gian Lorezo Bernini, detalle (1)

ÉXTASIS

El éxtasis es un estado en que la persona pierde la conciencia del mundo exterior y consigue disolver su individualidad en un ser ilimitado superior. Se trata de una experiencia mística que unas veces se consigue con la meditación y otras con la ayuda de una droga propicia. El cuerpo se queda sin peso y sumamente ligero se eleva muy alto hasta darle a la caza alcance que, según Juan de la Cruz, consiste en una armonía y un placer innombrables. Hay quien asegura haber experimentado esta sensación en la guerra mientras caían bombas alrededor y puede que alguno haya logrado por fin esa unidad con el Todo en el paredón un momento antes de ser fusilado. En el rostro de Teresa de Ávila que esculpió Bernini se expresa esa subida a tan señalada cumbre donde el orgasmo acrecentado por la santidad se funde con la llamada pequeña muerte. Pero no es necesario ser un místico. Mucha gente corriente sabe que el éxtasis también se halla en el vértice de cada uno de los cinco sentidos. La conciencia cósmica se puede obtener también ante una escorpa braseada si se acompaña con un vino exacto. La iluminación interior, que coloca a una persona en un plano existencial elevado, se produce al sorprender a una gota del deshielo que cae como una nota musical desde el abeto y un pájaro escarlata se la bebe en el aire. El estado de júbilo y felicidad se instala en el fondo del cerebro más vulgar al oler a pan de payés en una profunda tahona de pueblo, a enebro sangrante recién trasquilado, a la melaza que se expande al abrir un libro antiguo de donde se escapa una tijereta. El sentido de la inmortalidad está también en la decisión de negarte a morir simplemente hasta oír al último pianista tocar Amapola en ese hotel donde nunca estuvo ni Churchill ni los duques de Windsor. La mística moderna está ya al alcance de cualquiera. 

(Fuente: El País, 29-01-2017)


NOCHE OSCURA

Canciones del alma que se goza de haber

llegado al alto estado de la perfección,
que es la unión con Dios, por el camino
de la negación espiritual.

1. En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

2. A oscuras, y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!
a oscuras, y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

3. En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía,
sino la que en el corazón ardía.

4. Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

5. ¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada:
oh noche que juntaste
Amado con Amada.
Amada en el Amado transformada!

6. En mi pecho florido,
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.

7. El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.

8. Quedéme, y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.







(1) ACERCA DE GIAN LORENZO BERNINI:

Fue uno de los artistas más sobresalientes del barroco italiano. Su actividad artística no se reduce a la escultura, también fue un gran arquitecto, pintor, dibujante y escenógrafo; concibió espectáculos de fuegos artificiales, realizó monumentos funerarios y fue autor teatral. Su arte es la quintaesencia de la energía y solidez del barroco en su apogeo. En la escultura, su gran habilidad para plasmar las texturas de la piel o de los ropajes, así como su capacidad para reflejar la emoción y el movimiento, eran asombrosas. Bernini introdujo cambios en algunas manifestaciones escultóricas como los bustos, las fuentes y las tumbas. Su influencia fue enorme durante los siglos XVII y XVIII, y puede comprobarse en la obra de maestros como Pierre Puget, Pietro Bracci y Andreas Schlüter. Toda su vida la dedicó al trabajo y su trayectoria se caracteriza por el gran número de proyectos que emprendió. Desarrolló su carrera casi por completo en Roma, aunque había nacido en Nápoles el 7 de diciembre de 1598. Su padre, Pietro Bernini, un escultor de talento del manierismo tardío, fue su primer maestro. Sin embargo, pronto el hijo superó al padre, según señalan las principales fuentes de información sobre Bernini: la biografía de Filippo Baldinucci (1682) y la de su hijo Domenico Bernini (1713). Muchas de sus primeras esculturas estaban inspiradas en el arte helenístico. La cabra Amaltea amamantando a Zeus niño y un joven sátiro (que últimamente se cree es de 1609, Galería Borghese, Roma) es un ejemplo típico del gusto por lo clásico del entonces joven escultor. Los grupos escultóricos de maestros anteriores, como Giambologna, se caracterizaban por el hecho de haber sido concebidos para poder ser rodeados por el espectador y ser vistos desde diferentes ángulos. Sin embargo, los grupos escultóricos de Bernini de la década de 1620, como El rapto de Proserpina (1621-1622, Galería Borghese, Roma), presentan al espectador una visión desde una perspectiva única sin sacrificar por ello nada del dramatismo inherente a la escena. 

También de la década de 1620 son sus primeros proyectos arquitectónicos, como la fachada de la iglesia de Santa Bibiana de Roma (1624-1626) y la creación del magnífico baldaquino (1624-1633), dosel sobre el altar mayor de la basílica de San Pedro, que fue un encargo del papa Urbano VIII, primero de los siete pontífices para los que trabajó. Este proyecto, obra maestra de ingeniería, arquitectura y escultura, fue la primera de una serie de obras monumentales para la basílica de San Pedro. Más adelante realizó las tumbas de Urbano VIII (1628-1647) y Alejandro VII (1671-1678), ambas en la basílica de San Pedro, que, al incorporar figuras tridimensionales en actitud dinámica, difieren notablemente del enfoque puramente arquitectónico de los sepulcros realizados por artistas anteriores. En la colosal Cátedra de San Pedro (la silla gestatoria, 1657-1666), en el ábside de la basílica, utilizó el mármol, el bronce dorado y el estuco en una espléndida composición en movimiento ascendente, que adquiere un mayor dramatismo con la ventana oval de oro que tiene en el centro y que se convierte en el punto focal de toda la basílica. Bernini fue el primer escultor que tuvo en cuenta el dramatismo potencial de la luz en los grupos escultóricos. Esto se evidencia aún más en su famoso Éxtasis de santa Teresa (1645-1652, Santa Maria della Vittoria, Roma), donde los rayos del sol, surgidos de una fuente invisible, iluminan a la santa en trance y al ángel sonriente que está a punto de traspasarle el corazón con una flecha de oro. Los numerosos bustos que realizó expresan un sentimiento análogo de convincente realismo dramático, tanto los de carácter alegórico como El alma condenada y El alma salvada (ambas de aproximadamente 1619, Casa de España, Roma), como los que eran retratos, por ejemplo el del Cardenal Scipione Borghese (1632, Galería Borghese) o el de Luis XIV de Francia (1665, Palacio de Versalles). 

Dentro de las obras arquitectónicas no religiosas de Bernini se incluyen proyectos para diversos palacios: el palacio Ludovisi (actualmente palacio Montecitorio, 1650) y el palacio Chigi de Roma (1664), así como unos diseños para el Louvre, proyecto que no llegó a ejecutarse y que presentó a Luis XIV en 1665, durante una estancia de cinco meses en París. Bernini proyectó también tres iglesias: la de Castelgandolfo (1658-1661) construida sobre planta de cruz griega, y la de Ariccia (1662-1664) con planta circular. La tercera es su mayor logro dentro de la arquitectura religiosa: el templo de San Andrés del Quirinal (1658-1670) de Roma se construyó sobre planta oval con un porche ovoide que se extiende por delante de la fachada, reproduciendo los ritmos interiores del edificio. El interior, decorado con mármol oscuro de diferentes colores, tiene una bóveda oval decorada en blanco y oro. También son de la década de 1660 la Scala Regia (Escalera real, 1663-1666), que conecta las habitaciones papales del palacio del Vaticano con la basílica de San Pedro, y la magnífica Plaza de San Pedro (diseñada en 1667), que enmarca la entrada a la basílica dentro de un espacio oval dinámico formado por dos columnatas semicirculares. Entre las fuentes de carácter escultórico diseñadas por Bernini destaca la espectacular Fuente de los cuatro ríos (1648-1651) en la piazza Navona. Bernini ejerció su actividad prácticamente hasta su muerte, el 28 de noviembre de 1680. Su última obra, El busto del Salvador (Museo Chrysler, Norfolk, Virginia), presenta una imagen de Cristo sobria y contenida que hoy día ha sido interpretada como la actitud de calma y resignación de Bernini ante la muerte.

(Fuente: epdlp.com, el poder de la palabra, página especialmente recomendable)






'LUCES DE BOHEMIA' (escena XIV, fragmento).PROPUESTA DE EXAMEN (según PAU)

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"En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo..."

Ramón María del Valle-Inclán

Un patio en el cementerio del Este. La tarde fría. El viento adusto. La luz de la tarde, sobre los muros de lápidas, tiene una aridez agresiva. Dos sepultureros apisonan la tierra de una fosa. Un momento suspenden la tarea: Sacan lumbre del yesquero, y las colillas de tras la oreja. Fuman sentados al pie del hoyo.

UN SEPULTURERO: Ese sujeto era un hombre de pluma.

OTRO SEPULTURERO: ¡Pobre entierro ha tenido!

UN SEPULTURERO: Los papeles lo ponen por hombre de mérito.

OTRO SEPULTURERO: En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo.

UN SEPULTURERO: ¡No hay que poner las cosas tan negras!

OTRO SEPULTURERO: ¡Ahí tienes al Pollo del Arete!

UN SEPULTURERO: ¿Y ése qué ha sacado?

OTRO SEPULTURERO: Pasarlo como un rey siendo un malasangre. Míralo, disfrutando a la viuda de un concejal.

UN SEPULTURERO: Di un ladrón del Ayuntamiento.

OTRO SEPULTURERO: Ponlo por dicho. ¿Te parece que una mujer de posición se chifle así por un tal sujeto?

UN SEPULTURERO: Cegueras. Es propio del sexo.

OTRO SEPULTURERO: ¡Ahí tienes el mérito que triunfa! ¡Y para todo la misma ley!

UN SEPULTURERO: ¿Tú conoces a la sujeta? ¿Es buena mujer?

OTRO SEPULTURERO: Una mujer en carnes. ¡Al andar, unas nalgas que le tiemblan! ¡Buena!

UN SEPULTURERO: ¡Releche con la suerte de ese gatera!


PREGUNTAS:

1ª ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS
2ª TEMA. RESUMEN

3ª COMENTARIO CRÍTICO

Preguntas guía para el comentario crítico

1ª ¿Cómo está organizado el texto? (Estructura)

2ª ¿Qué tesis defiende el autor? (Ver Orientaciones para determinar el tema...)
3ª ¿Podrías resumir brevemente el texto con tus propias palabras?
(Las tres primeras preguntas corresponden, evidentemente, a las preguntas de Selectividad, ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS, TEMA Y RESUMEN. A partir de la cuarta pregunta comenzaría -es sólo una propuesta- el COMENTARIO CRÍTICO)
4ª ¿Qué tipo de texto es? Si es un texto literario, ¿a qué momento histórico pertenece, está "encuadrado" en algún movimiento literario?
5ª ¿Es un tema actual? ¿Crees que hay alguna idea "secundaria" importante?
6ª ¿Es un tema polémico?
7ª ¿Es un tema local/universal
8ª ¿Qé argumentos utiliza el autor para defender su tesis?
9ª ¿Es objetivo en sus planteamientos, o es subjetivo?
10ª ¿Cuáles son las “marcas lingüísticas” de su supuesta subjetividad? ¿Cuáles son las expresiones más impactantes, más significativas? Coméntalas.
11ª ¿Es un tema original?
12ª Si no lo es, ¿lo es, al menos su tratamiento, su enfoque?
13ª ¿Cuál es tu opinión?
14ª ¿Qué argumentos añadirías?
15ª ¿Qué argumentos opondrías a los del autor?
16ª ¿Puedes relacionar el texto, su tema principal, con otros textos, noticias… que conozcas?
17ª Teniendo en cuenta la intención del autor, ¿crees que ha sido eficaz? ¿Qué funciones del lenguaje predominan?
18ª ¿Cómo concluyes tu análisis, tu comentario?

4ª EXPLICAR EL SIGNIFICADO DE LAS EXPRESIONES SUBRAYADAS
5ª CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DEL GÉNERO DRAMÁTICO / EL TEATRO ESPAÑOL HASTA 1939

ENTRADAS RELACIONADAS:
MAX ESTRELLA Y EL ANARQUISTA / PROPUESTA DE EXAMEN / 'LUCES DE BOHEMIA, LA PELÍCULA

("Soy lo que me han hecho las Leyes... En España el trabajo y la inteligencia siempre se han visto menospreciados. Aquí todo lo manda el dinero... Hay que establecer la guillotina eléctrica en la Puerta del Sol... Soy tachado de rebelde… Van a matarme… ¿Qué dirá mañana esa Prensa canalla? Lo que le manden...")

DE VALLE-INCLÁN AL #25S (montaje realizado por alumnos)

("Nuestra vida es un círculo dantesco. Rabia y vergüenza")

'LUCES DE BOHEMIA' (reunión de materiales)


 


'EL EXTRANJERO' y ' EL JUGUETE DEL POBRE', de Charles Baudelaire

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"Quiero a las nubes…, a las nubes que pasan… por allá…. ¡a las nubes maravillosas!"




EL EXTRANJERO

-¿A quién quieres más, hombre enigmático, dime, a tu padre, a tu madre, a tu hermana o a tu hermano?
-Ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano tengo.
-¿A tus amigos?
-Empleáis una palabra cuyo sentido, hasta hoy, no he llegado a conocer.
-¿A tu patria?
-Ignoro en qué latitud está situada.
-¿A la belleza?
-Bien la querría, ya que es diosa e inmortal.
-¿Al oro?
-Lo aborrezco lo mismo que aborrecéis vosotros a Dios.
-Pues ¿a quién quieres, extraordinario extranjero?
-Quiero a las nubes…, a las nubes que pasan… por allá…. ¡a las nubes maravillosas!


EL JUGUETE DEL POBRE
Quiero dar idea de una diversión inocente. ¡Hay tan pocos entretenimientos que no sean culpables!
Cuando salgáis por la mañana con decidida intención de vagar por la carretera, llenaos los bolsillos de esos menudos inventos de a dos cuartos, tales como el polichinela sin relieve, movido por un hilo no más; los herreros que martillan sobre el yunque; el jinete de un caballo, que tiene un silbato por cola; y por delante de las tabernas, al pie de los árboles, regaládselos a los chicuelos desconocidos y pobres que encontréis. Veréis cómo se les agrandan desmesuradamente los ojos. Al principio no se atreverán a tomarlos, dudosos de su ventura. Luego, sus manos agarrarán vivamente el regalo, y echarán a correr como los gatos que van a comerse lejos la tajada que les disteis, porque han aprendido a desconfiar del hombre.
En una carretera, detrás de la verja de un vasto jardín, al extremo del cual aparecía la blancura de un lindo castillo herido por el sol, estaba en pie un niño, guapo y fresco, vestido con uno de esos trajes de campo, tan llenos de coquetería.
El lujo, la despreocupación, el espectáculo habitual de la riqueza, hacen tan guapos a esos chicos, que se les creyera formados de otra pasta que los hijos de la mediocridad o de la pobreza.
A su lado, yacía en la hierba un juguete espléndido, tan nuevo como su amo, brillante, dorado, vestido con traje de púrpura y cubierto de penachos y cuentas de vidrio. Pero el niño no se ocupaba de su juguete predilecto, y ved lo que estaba mirando:
Del lado de allá de la verja, en la carretera, entre cardos y ortigas, había otro chico, sucio, desmedrado, fuliginoso, uno de esos chiquillos parias, cuya hermosura descubrirían ojos imparciales, si, como los ojos de un aficionado adivinan una pintura ideal bajo un barniz de coche, lo limpiaran de la repugnante pátina de la miseria.
A través de los barrotes simbólicos que separaban dos mundos, la carretera y el castillo, el niño pobre enseñaba al niño rico su propio juguete, y éste lo examinaba con avidez, como objeto raro y desconocido. Y aquel juguete que el desharrapado hostigaba, agitaba y sacudía en una jaula, era un ratón vivo. Los padres, por economía, sin duda, habían sacado el juguete de la vida misma.
Y los dos niños se reían de uno a otro, fraternalmente, con dientes de igual blancura.

ENTRADAS RELACIONADAS:
("Había, pues, digerido todas las elucubraciones de esos contratistas de la felicidad pública de los que aconsejan a todos los pobres que se hagan esclavos... Su voz, pues, me cuchicheaba esto: «Sólo es igual a otro quien lo demuestra, y sólo es digno de libertad quien sabe conquistarla.»... acuérdese, si es filántropo de veras, que a todos sus colegas, cuando pidan limosna, hay que aplicarles la teoría que he tenido el dolor de ensayar en sus espaldas.»)
"... Cuando mordisqueo tus cabellos elásticos y rebeldes, me parece que como recuerdos" ('Un hemisferio en tu cabellera') "... toda esa agitación de los que parten y de los que regresan, de los que tienen aún fuerzas para querer, deseos de enriquecerse o de viajar" ('El puerto)

("Yo quiero, para componer castamente mis églogas, Acostarme cerca del cielo, como los astrólogos, Y vecino de los campanarios, escuchar soñando Sus himnos solemnes arrastrados por el viento...")







'UNA FLOR EN EL DESIERTO', por María Fernández Muñoz (2º Bto., IES Cristóbal Colón)

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Hoy alojamos aquí el Primer Premio del Concurso de Relatos 'Refugiados' del IES Cristóbal Colón (segundo nivel, 4º ESO, Bachilleratos y Ciclos)

"Mis pensamientos gritan por la desesperación de no poder ser hablados. Por ello te hablo cada noche antes de intentar dormir. A ti que llevas cinco meses dentro de mí... Quiero que no veas las personas en color, sino en estados de la música y sepas diferenciar con esto, la armonía del ruido... si algún día, mi niño, llegas lejos no olvides de dónde vienes... Eres un rayo de luz en los ojos de una ciega. Una flor en el desierto"

(Fotograma del documental 'Contramarea', que fue visionado en el IES Cristóbal Colón durante las recién celebradas Jornadas sobre Refugiados. Aquel día contamos, además, con la presencia de los directores del documental mencionado)

UNA FLOR EN EL DESIERTO

'FARSANTE', por Leila Guerriero / 'LA SOLEDAD DEL HÉROE' (JOHN WAYNE EN 'THE SEARCHERS')

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"Yo quería ser John Wayne... O Gregory Peck, en El oro de Mackenna. En todo caso, cuando yo era niña no quería ser princesa, ni azafata, ni madre, ni esposa. Quería ser un cowboy... quería ser alguien igual a esa gente que llevaba todas sus posesiones sobre el lomo de un caballo... Gente que andaba por ahí sin más rumbo que la inmensidad, que no se quedaba nunca en ninguna parte, que no tenía más patria que la de su sombra, más ansia que la de partir..."

John Wayne en '(The searchers', 'Centauros del desierto')

FARSANTE

Yo quería ser John Wayne. O Clint Eastwood. O Franco Nero. O Gregory Peck, en El oro de Mackenna. En todo caso, cuando yo era niña no quería ser princesa, ni azafata, ni madre, ni esposa. Quería ser un cowboy. No es que quisiera ser un hombre: quería ser mujer (supongo: tampoco es que me lo preguntara por entonces), pero, sobre todo, quería ser alguien igual a esa gente que llevaba todas sus posesiones sobre el lomo de un caballo. Gente austera y valiente, que necesitaba poco, que se arreglaba con una hoguera, una cantimplora, una sartén, un plato de frijoles (en la Argentina decimos “porotos”, pero “frijoles” suena más épico), una manta. Gente que andaba por ahí sin más rumbo que la inmensidad, que no se quedaba nunca en ninguna parte, que no tenía más patria que la de su sombra, más ansia que la de partir. Entonces, de niña, si me preguntaban qué quería ser, yo decía “no sé”, pero, en el fondo, mi corazón gritaba: “¡Cowboy!”.Leo, en una entrevista que le hicieron hace ya tiempo al escritor argentino Fabián Casas: “En los primeros años de tu vida cargás combustible. Después no cargás muchas veces más. Depende de la calidad de ese combustible que cargaste si te va a durar durante toda la vida. Vos sos una determinada persona cuando las papas queman. La próxima estación de servicio está muy lejos. Cuando nacés tenés esencia. Después, empieza a aparecer la personalidad. La personalidad trabaja en contra de la esencia. En nuestra cultura capitalista, de demanda constante, rinde la personalidad. La personalidad como algo totalmente ficticio, de construcción, es una máscara. La esencia es lo que te sostiene”. Será eso, entonces. Que yo quería ser John Wayne. Que ese combustible a veces queda demasiado lejos. Y que, como supongo que les sucede a todos, en ocasiones me siento una máscara.

(Fuente: El País, 08-03-2017)

"¿Por qué Ulises siempre estaba fuera? El héroe sólo puede vivir enfermo de su libertad, encadenado a su desarraigo, abrazado al destierro... Ethan, Ulises, ha regresado a Itaca, pero Penélope es ahora la esposa de su hermano" 

'LA SOLEDAD DEL HÉROE' (JOHN WAYNE EN 'THE SEARCHERS')

¿Por qué Ulises siempre estaba fuera? ¿Por qué la mirada del héroe se desliza siempre hacia el otro lado, como intentando ver qué hay más allá, persiguiendo una excusa para poder continuar el viaje,  esa obligación, ese camino que siempre es eterno? 

El héroe sólo puede vivir enfermo de su libertad, encadenado a su desarraigo, abrazado al destierro.

Ethan, Ulises, ha regresado a Itaca, pero Penélope es ahora la esposa de su hermano. Ulises necesita una tragedia para seguir moviéndose, sabe que si se queda parado, morirá. Él no puede vivir en el sistema de los demás. Para él no existen las fechas, no existen los inicios, él no entiende de finales. La guerra no acaba cuando lo dicen los otros, las instituciones, la historia. La guerra sólo acabará cuando él la apague en su interior. Y sabe, orgulloso, que eso no ocurrirá nunca.

Todavía existen personas que cuando hablan del cine de John Ford, vomitan su discurso plano para hablar de racismo, de buenos y malos, de los pobres indios. Siguen sin comprender nada. John Ford, el autor de 'Las uvas de la ira' y de 'Que verde era mi valle', entre otras obras maestras. Ese director iba mucho más allá de lo que esas personas creían. Siempre hablaba de otra cosa, como los poetas, como el verdadero arte hace con nosotros, si le damos tiempo suficiente para que despliegue su palabra, si permitimos que desvele su contenido oculto, ese que siempre está más allá, ese, que al ser verdadero, no se muestra en primera instancia. Nos obliga, es su oficio, a forzar la mirada.

Es el significante esquivo que gira en torno a sí mismo, y se va, y nos obliga a seguirlo.

Forzar la mirada y enfrentarla al espacio abierto, al horizonte sin fin, el paisaje, la llanura, la naturaleza salvaje, los verdaderos amigos del héroe, los que siempre nos preguntan hasta dónde podemos llegar, qué hacemos aquí, qué nos sujeta, qué hemos perdido, esos que inciden sin hablar en la única pregunta, ¿quiénes somos?

El personaje interpretado por John Wayne se muestra como un enigma inquietante en el que todos nos podemos reconocer, como un poema moderno vestido de antisistema, como una duda imposible de resolver, como la vida, esa cosa tan extraña y maravillosa con la que nunca sabemos, del todo, cómo podemos relacionarnos.




Sólo cuando rescata a alguien se salva a sí mismo. Pero eso no impide que su único destino posible sea irse, huir de todo, y de todos, también de él mismo, caminar a solas sobre la tierra seca de la soledad infinita.



Él es el héroe. Sólo puede quedarse afuera. No hay más.

(Luis Enrique Ibáñez)















'SÍ, MAÑANA HAGO HUELGA', por Luis Enrique Ibáñez

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"Lo que uno quiere, porque no le queda otra, es estar al lado de cualquier movimiento que reivindique la calle, de cualquier joven, en estos tiempos,  que quiera reivindicar su futuro, el nuestro, el de mi hija, el de mis alumnos. Ahí siempre voy a estar, aunque para los teóricos de la pasividad, esté equivocado, teóricos ensanchados que sólo son capaces... de analizar, para sentirse bien, perdonados. Yo quiero estar siempre en la duda. Y eso me lleva, siempre, a la calle... 
Mañana, en la Plaza del Cabildo, nos vemos y luego, si acaso, hablamos de cómo acabó el partido"

SÍ, MAÑANA HAGO HUELGA

Todo es desconcertante y, a la vez, provocador. Hoy he estado, aquí, en Sanlúcar de Barrameda, en la concentración de Marea Violeta, demasiadas mujeres asesinadas, demasiado silencio, demasiada inercia sin sentido, como en todo. Después he ido a graduarme la vista, un desastre que no merece comentario. 

Visto lo no visto,  me he ido a la mesa informativa que Marea Joven había instalado en la Plaza del Cabildo para informar de la Huelga de mañana, en Educación, en la que se convoca a todos los sectores de la Comunidad Educativa, a todos, Estudiantes, Padres, y Profesores, sí, también, profesores.

Ya uno es mayorcito, y está cansado, o torpe, de escuchar los mismo argumentos. Por eso mismo, como a uno ya no se le ocurren ideas que que nos lleven a la Revolución, esa de la que hablaba Pío Baroja, a uno sólo le queda intentar seguir cualquier movimiento que intente recuperar la calle, prostituida por tantos, incluso por los que se autodenominan 'herederos del 15-M', en fin, tan difícil explicar todo.

Lo que ya uno no soporta es escuchar en en la voz de sus compañeros, ultrajados, que una huelga de un día no sirve para nada, yo también lo creo. Lo que ya uno, mayorcito, tampoco soporta es pensar, confirmar que los que afirman eso, jamás harían una huelga indefinida, la burguesía es cómoda, y nos exige autocomplacencia, saber estar, criticar a los sindicatos a los que uno no puede soportar, porque los considera parte del pecado, a los que uno quiere, si hace falta olvidar, denunciar (hay tantas razones), pero no crucificar, al menos, el primigenio sentido de ellos, el único que algunos podemos defender, pero, en fin, todo es tan difícil.

Lo que uno quiere, porque no le queda otra, es estar al lado de cualquier movimiento que reivindique la calle, de cualquier joven, en estos tiempos,  que quiera reivindicar su futuro, el nuestro, el de mi hija, el de mis alumnos.

Ahí siempre voy a estar, aunque para los teóricos de la pasividad, esté equivocado, teóricos ensanchados que sólo son capaces,  a su manera, cómoda, de analizar, para sentirse bien, perdonados.

Yo quiero estar siempre en la duda. Y eso me lleva, siempre, a la calle. Los demás, que sigan parapetados en su argumentario.

En la mesa informativa de Marea Joven, aquí, en Sanlúcar de Barrameda, me han pedido que escriba algo en una de las camisetas que llevarán mañana. Esto es lo que he escrito:



Mañana, en la Plaza del Cabildo, nos vemos y luego, si acaso, hablamos de cómo acabó el partido.

ENTRADA RELACIONADA:


("Cuando damos clase, lo queramos o no, adquirimos una responsabilidad que va mucho más allá del tema concreto que estemos explicando. Todo lo que decimos y hacemos dentro del aula implica un posicionamiento ideológico. Todos nuestros mensajes, incluso aquellos que no lo desean, llevan implícita una forma de ver el mundo... ...tenemos la voz, tenemos la cultura. Y tenemos que decidir qué hacer con ellas. Y sólo cabe una respuesta. Lo demás sería vegetar sin alma por las aulas perdidas de la derrota segura")




'NIÑO TRAS UN CRISTAL', de Luis Cernuda / 'EL ÁNGEL DE LOS NÚMEROS', de Rafael Alberti

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"... El colegio se aleja. Es ahora
La tregua, con el libro
De historias y de estampas
Bajo la lámpara, la noche,
El sueño, las horas sin medida..."

'Niño viendo por la ventana', de Elena Shullimova

NIÑO TRAS UN CRISTAL

Al caer la tarde, absorto
Tas el cristal, el niño mira
Llover. La luz que se ha encendido
En un farol contrasta
La lluvia blanca con el aire oscuro.

La habitación a solas
Le envuelve tibiamente,
y el visillo, velando
Sobre el cristal, como una nube,
Le susurra lunar encantamiento.

El colegio se aleja. Es ahora
La tregua, con el libro
De historias y de estampas
Bajo la lámpara, la noche,
El sueño, las horas sin medida.

Vive en el seno de su fuerza tierna,
Todavía sin deseo, sin memoria,
El niño, y sin presagio
Que afuera el tiempo aguarda
Con la vida, al acecho.

En su sombra ya se forma la perla.


EL ÁNGEL DE LOS NÚMEROS

Vírgenes con escuadras
y compases, velando
las celestes pizarras.

Y el ángel de los números,
pensativo, volando
del 1 al 2, del 2
al 3, del 3 al 4.

Tizas frías y esponjas
rayaban y borraban
la luz de los espacios.

Ni sol, luna ni estrellas,
ni el repentino verde
del rayo y el relámpago,
ni el aire. Solo nieblas.

Vírgenes sin escuadras,
sin compases, llorando.

Y en las muertas pizarras,
el ángel de los números,
sin vida, amortajado
sobre el 1 y el 2,
sobre el 3, sobre el 4...







'CUENTO DE ARENA', de Jairo Anibal / 'DE SUEÑO', de Giovanni Papini

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Dos microcuentos para entendernos mejor...


"Un día la ciudad desapareció..."

"No soy un hombre real..."


CUENTO DE ARENA
Un día la ciudad desapareció. De cara al desierto y con los pies hundidos en la arena, todos comprendieron que durante treinta largos años habían estado viviendo en un espejismo.


DE SUEÑO

 No soy un hombre real. No soy un hombre como los otros, un hombre con huesos y músculos, un hombre generado por hombres. Yo soy —y quiero decirlo a pesar de que tal vez no quiera creerme— yo no soy más que la figura de un sueño. Una imagen de Shakespeare es, con respecto a mí, literal y trágicamente exacta: ¡Yo soy de la misma sustancia de que están hechos los sueños! Existo porque hay uno que me sueña, hay uno que duerme y sueña y me ve obrar y vivir y moverme y en este momento sueña que yo digo todo esto. Cuando ese uno empezó a soñarme, yo empecé a existir; cuando se despierte cesaré de existir. Y soy una imaginación, una creación, un huésped de sus largas fantasías nocturnas. El sueño de este uno es tan intenso que me ha hecho visible incluso a los hombres que están despiertos. Pero el mundo de la vigilia no es el mío. Mi verdadera vida es la que discurre lentamente en el alma de mi durmiente creador.



ENTRADAS RELACIONADAS:

EL SUJETO ESCINDIDO: 'VALIENTE', DE VETUSTA MORLA

("¿De dónde vienen esas palabras que salen de mi boca...?", se preguntaba 'El Innombrable', de Samuel Beckett... "no digo lo que digo, hago lo que no hago", contesta Vetusta Morla... Puede que no seamos nosotros los que estemos hablando. Puede que nosotros seamos hablados por algo, o por alguien. Esto empieza a inquietar, desubicación existencial, masticando confusión, perdidos en un laberinto de sintaxis imposible...")

UN EJERCICIO DE LITERATURA COMPARADA: FRAGMENTO DE 'NIEBLA', DE UNAMUNO, Y 'LOS TEMORES OCULTOS', DE LUIS MATEO DÍEZ



ACERCA DE JAIRO ANIBAL:

(Moniquirá, Boyacá, 1941 - Bogotá, 2010) Escritor colombiano dedicado fundamentalmente a la literatura infantil y juvenil, campo en el que produjo algunas de las obras más importantes de Latinoamérica, aunque cultivó asimismo la narrativa para adultos, la poesía y, especialmente, el teatro.

(Fuente: biografiasyvidas.com)

ACERCA DE GIOVANNI PAPINI:

Escritor nacido en Florencia, en 1881. Sus letras marcaron toda una época y tuvieron honda influencia en la literatura italiana, así como le allegaron al autor el reconocimiento internacional. Polemista apasionado, Papini dejó en su autobiografía, Un hombre acabado, una melancolía en páginas que para muchos representa su obra maestra. Como ensayista se hizo célebre con sus libros El diabloDon Quijote del engaño y Gog. Ya en la madurez, se convirtió al catolicismo y escribió las biografías de Miguel ÁngelDante y la célebre Historia de Cristo. En palabras de Jorge Luis Borges, "Si alguien en este siglo es equiparable al egipcio Proteo, ese alguien es Giovanni Papini, que alguna vez firmara Gian Falco, historiador de la literatura y poeta, pragmatista y romántico, ateo y después teólogo". El propio Borges dice que "hay estilos que no permiten al autor hablar en voz baja. Papini, en la polémica, solía ser sonoro y enfático". En estos cuentos apenas se escucha la voz del autor son narraciones en murmullos. El lector de estas páginas recorrerá los laberintos compartidos y enigmáticos de la intimidad humana. Los personajes parecen fantasmas desconocidos; figuras que sólo aparecen en las páginas de un libro y, al mismo tiempo, delatan rostros que vemos todos los días en los espejos. Papini narra con una sencillez y claridad cuya lectura no sólo entretiene sino también provoca. Que un hombre sea preso de él mismo, que los hombres se puedan apropiar de los demás, que las almas sean una mercancía cotizada y que nuestros propios retratos sean caras cambiantes; nos provoca una reflexión personal más allá de los párrafos. Papini también provoca al escritor que todos deberíamos llevar dentro; parecería entonces fácil emular sus fábulas, continuar sus cuentos y seguir su ejemplo de letras, pero esta provocación es engañosa, pues pocos han logrado narraciones de tal perfección como la alcanzada por Papini en estos breves cuentos. Quizá la provocación más evidente de estas páginas sea la inevitable invitación a proseguir la lectura, pues como todos los grandes escritores, Papini es un autor que no sólo debe leerse, sino que se deja releer fácilmente y ése es el mejor homenaje que le podemos rendir.

(Fuente: epdlp.com)

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