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'ALGUIEN SE FORRARÁ', por Juan José Millás / 'LOS HOMBRES VIEJOS', de Miguel Hernández

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"Nos pasamos la vida obedeciendo órdenes de Bruselas, de Merkel, de la troika, del FMI, del Ibex 35, etcétera, y resulta que para ser libres necesitamos gastarnos 4.000 millones de euros (más otros 1.000 de mantenimiento) en cinco artefactos que ni siquiera existen todavía... ¿Y si este gasto fuera una orden (otra más) de los fabricantes de armas?"

"...La vida es otra cosa, sucios señores míos, más clara, menos turbia de folios, de oficinas..."(Miguel Hernández)


ALGUIEN SE FORRARÁ

He aquí la imagen simulada de una fragata F-110. Significa que de momento solo es un delirio en la cabeza de alguien, como cuando te despiertas y le dices a tu mujer que se te ha ocurrido una idea para un best seller que os va a sacar de la miseria. La fragata, en cambio, nos va a hundir en ella, pues cuesta 800 millones de euros y dicen que necesitamos cinco. Para qué, se preguntarán ustedes. Pues, en palabras de Pedro Argüelles, secretario de Estado de Defensa, “para no perder la capacidad de ser operativamente independientes y, por tanto, un país soberano”. No tenemos ni idea de lo que significa ser “operativamente independientes”, pero lo de la soberanía tiene gracia, pues los políticos no cesan de explicarnos que nuestra capacidad de decisión es nula. Nos pasamos la vida obedeciendo órdenes de Bruselas, de Merkel, de la troika, del FMI, del Ibex 35, etcétera, y resulta que para ser libres necesitamos gastarnos 4.000 millones de euros (más otros 1.000 de mantenimiento) en cinco artefactos que ni siquiera existen todavía. En el Ministerio de Defensa, cuyo responsable viene de vender misiles y bombas de racimo, lo llaman “inversión”. Alguien obtendrá beneficios, de eso no hay duda, pero a usted y a mí nos va a costar un ojo de la cara: el segundo, si tenemos en cuenta que el ministerio de Morenés acumula una deuda de 30.000 millones de euros (ha leído usted bien, 30.000 millones), procedente de “inversiones” anteriores gracias a las que hemos mantenido esa soberanía de la que carecemos. ¿Y si este gasto fuera una orden (otra más) de los fabricantes de armas?

(Fuente: El País Semanal, 16-11-2014)

Nacéis inventariados, morís previa promesa 
de que seréis cubiertos de estatuas y coronas. 
Vais como procesados por el sol, que procesa 
aquello que señala delito en las personas

LOS HOMBRES VIEJOS

I

Nacen puestos de gafas, y una piel de levita,
y una perilla obscena de culo de bellota, 
y calvos, y caducos. Y nunca se les quita 
la joroba que dentro del alma les explota. 

Pedos con barbacana, ceremoniosos pedos,
de su senil niñez de polvo enlevitado, 
pasan a la edad plena con polvo entre los dedos, 
sonando a sepultura y oliendo a antepasado. 

Parecen candeleros infelices, escobas 
desplumadas, retiesas, con toga, con bonete: 
una congregación de gallardas jorobas 
con callos y verrugas al borde del retrete. 

Con callos y verrugas, y coles y misales, 
la dignidad del asno se rebela en la enjalma, 
mirando estos cochinos tan espirituales 
con callos y verrugas en la extension del alma. 

Alma verruguicida, callicida la vuestra. 
Habéis nacido tiesos como los monigotes, 
y vivís de puntillas, levantando la diestra 
para cornamentar la voz y los bigotes. 

Saludáis con el ano, no arrugáis nunca el traje, 
disimuláis los cuernos con laureles de lata. 
No paráis en la tierra, siempre vais de viaje 
por un pais de luna maquinal, mentecata. 

Nacéis inventariados, morís previa promesa 
de que seréis cubiertos de estatuas y coronas. 
Vais como procesados por el sol, que procesa 
aquello que señala delito en las personas. 

Os alimenta el aire sangriento de un juzgado, 
de un presidio siniestro de abogados y jueces. 
Y concedéis los pedos por audiencia de un lado, 
mientras del otro lado jodéis, meáis a veces. 

Herís, crucificáis con ojos compasivos,
cadáveres de todas la horas y los días: 
autos de poca fe, pastos de los archivos, 
habláis desde los púlpitos de muchas tonterías. 

Nunca tenga que ver yo con estos doctores, 
estas enciclopedias ahumanas, aplastantes. 
Nunca de estos filósofos me ataquen los humores, 
porque sus agudezas me resultan laxantes. 

Porque se ponen huecos igual que las gallinas 
para eructar sandeces creyéndose profundos: 
porque para pensar entran en las letrinas, 
en abismos rellenos de folios moribundos. 

Sentenciosas tinajas vacías, pero hinchadas, 
se repliegan sus frentes igual que acordeones, 
y ascienden y descienden, tortugas preocupadas, 
y el corazón les late por no sé qué rincones. 

No se han hecho para estos boñigos los barbechos, 
no se han hecho para estos gusanos las manzanas. 
Sólo hay chocolateras y sillones deshechos 
para estas incoherencias reumáticas y canas. 

Retretes de elegancia, cagan correctamente: 
hijos de puta ansiosos de politiquerías, 
publicidad y bombo, se corrigen la frente 
y preparan el gesto de las fotografías. 

Temblad, hijos de puta, por vuestra puta suerte, 
que unos soldados de alma patética deciden: 
ellos son los que tratan la verdadera muerte, 
ellos la verdadera, la ruda vida piden. 

La vida es otra cosa, sucios señores míos, 
más clara, menos turbia de folios, de oficinas.
Nadan radiantemente sus cuerpos en los ríos 
y no usan esa cara de múltiples esquinas. 

Nunca fuisteis muchachos, y queréis que persista 
un mundo aparatoso de cartón estirado, 
por donde el cartón vaya paticojo y turista, 
rey entre maniquíes de pulso congelado. 

Venís de la Edad Media donde no habéis nacido, 
porque no sois del tiempo presente ni del ausente. 
Os mata una verdad en el caduco nido: 
la que impone la vida del siempre adolescente. 

Yo soy viejo: tan viejo, que el primer hombre late 
dentro de mis vividos y veintisiete años, 
porque combato al tiempo y el tiempo me combate. 
A vosotros, vencidos, os trata como a extraños. 




II



Trapos, calcomanías, defunciones, objetos, 
muladares de todo, tinajas, oquedades, 
lápidas, catafalcos, legajos, mamotretos, 
inscripciones, sudarios, menudencias, ruindades. 

Polvos, palabrería, carcoma y escritura, 
cornisas; orinales que quieren ser severos, 
y se llevan la barba de goma a la cintura, 
y duermen rodeados de siglos y sombreros. 

Vilmente descosidos, pálidos de avaricia, 
lo que más les preocupa de todo es el bolsillo. 
Gotosos, desastrosos, malvados, la injusticia 
se viste de acta en ellos con papel amarillo. 

Los veréis adheridos a varios ministerios, 
a varias oficinas por el ocio amuebladas. 
Con el sexo en la boca canosa, van muy serios, 
trucosos, maniobreros, persiguiendo embajadas. 

Los veréis sumergidos entre trastos y coños
internacionalmente pagados, conocidos: 
pasear por Ginebra los cojones bisoños 
con cara de inventores mortalmente aburridos. 

Son los que recomiendan y los recomendados. 
La recomendación es su procedimiento. 
Por recomendación agonizan sentados 
donde la muerte cómoda pone su ayuntamiento. 

Cuando van a acostarse, se quitan la careta, 
el disfraz cotidiano, la diaria postura. 
Ante su sordidez se nubla la peseta, 
se agota en su paciencia la estatua más segura. 

A veces de la mala digestión de estos cuervos 
que quieren imponernos su vejez, su idioma, 
que quieren que seamos lenguas esclavas, siervos, 
dependen muchas vidas con signo de paloma. 

A veces son marquesas íntimas de ambiciones, 
insaciables de joyas, relumbronas de trato: 
fracasadas de título, caballares de acciones, 
dispuestas a llevar el mundo en el zapato. 

Putonas de importancia, miden bien la sonrisa 
con la categoría que quien las trata encierra: 
políticas jetudas, desgastan la camisa 
jodiendo mientras hablan del drama de la guerra. 

Se cae de viejo el mundo con tanto malotaje. 
Hijos de la rutina bisoja y contrahecha, 
valoran a los hombres por el precio del traje, 
cagan, y donde cagan colocan una fecha. 

Van del hotel al banco, del hotel al paseo 
con una cornamenta notable de aire insulso. 
Es humillar al prójimo su más noble deseo, 
y el esfuerzo mayor le hacen meando a pulso. 

Hemos de destrozaros en vuestras legaciones, 
en vuestros escenarios, en vuestras diplomacias. 
Con ametralladoras cálidas y canciones 
os ametralllaremos, prehistóricas desgracias. 

Porque, sabed: llevamos mucha verdad metida 
dentro del corazón, sangrando por la boca: 
y os vencerá la férrea juventud de la vida, 
pues para tanta fuerza tanta maldad es poca. 

La juventud, motores, ímpetus a raudales, 
contra vosotros, viejos exhombres, plena llueve: 
mueve unánimemente sus músculos frutales, 
sus máquinas de abril contra vosotros mueve. 

Viejos exhombres viejos: ni viejos tan siquiera. 
La vejez es un don que cederá mi frente, 
y a vuestro lado es joven como la primavera. 
Sois la decrepitud andante y maloliente. 

Sois mis enemiguitos: los del mundo que siento 
rodar sobre mi pecho más claro cada día. 
Y con un soplo sólo de mi caliente aliento, 
con este soplo dicté vuestra agonía. 

'EL HOMBRE ACECHA(1937-1939) 






'LA CARTA VII Y LA FUNDACIÓN DE PODEMOS', por Víctor A. Rocafort / PLATÓN, CARTA VII

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Víctor A. Rocafort es un analista solido, profundo y bastante lúcido, a nuestro entender. Como ha escrito suficientes artículos aplaudiendo el fenómeno Podemos, su crítica hoy nos parece especialmente pertinente.

"Me gustaba mucho más cuando en este país soñábamos que íbamos a traer, alejados de la idolatría y desde el protagonismo ciudadano, una democracia digna de tal nombre...

miles de personas estaban agrupándose colectivamente uniendo sus fuerzas en diversos sectores golpeados por la oligarquía. Y en los inicios de Podemos había quien pensaba que la formación iba a poder ser dirigida por quienes se organizaban en círculos por todo el país. Nada más lejos... La fundación del partido condena esta política cotidiana de base a la irrelevancia en las cuestiones fundamentales"



Carl Johan Wahlbom, La Academia de Platón

LA CARTA VII Y LA FUNDACIÓN DE PODEMOS

En la llamada Carta VII, atribuida a Platón, el filósofo nos narra las vicisitudes de su aventura como consejero del tirano de Siracusa, Dionisio. Piensa Michel Foucault que este episodio marca un antes y un después en el decir libre y veraz, la parresía, que era seña de identidad de la política en Atenas. En Sicilia no tenemos ya una ciudadanía capaz de tomar la palabra en la Asamblea, con responsabilidad, de cara a decidir sobre lo público.
Esta Carta VII simboliza así la amplia transformación de este decir veraz: de usarse democráticamente por cualquiera, pasa a ser utilizado por los consejeros más audaces de los príncipes. Decir la verdad a los líderes únicos de las poleis se convertiría en la única tarea posible allá donde no había democracia, y era peligrosa. El humor del príncipe, sus filias y fobias, importaban casi tanto o más que los argumentos esgrimidos para salir con éxito del envite. Su palabra era ley.
Platón piensa que puede cambiar a Dionisio. De tirano a monarca justo. En la Carta V —que ya se cree que no es suya, sino de seguidores posteriores— se dice bien claro que introducir el lenguaje de la democracia en la oligarquía no es recomendable. Lo mismo para la monarquía. Cada régimen tiene su lenguaje. Si no hablas en sus términos, no prosperas. Platón, desencantado de la democracia, atraído por valores aristocráticos y monárquicos, creía imposible ser comprendido en Atenas. Por eso emprendió sus viajes a Sicilia.
Allí intentó que Dionisio se percatase de que conjugando filosofía y autoridad, abrazando la virtud y la justicia, ofreciendo leyes a sus ciudadanos, su monarquía podía prosperar. Era la idea del filósofo rey. Sin embargo Platón cayó víctima de las redes intrigantes y envidiosas del lugar. Al ser calumniado por los enemigos de su protector Dión, caído previamente en desgracia, tuvo que huir para salvar la vida.
Visto lo sucedido con la fundación de Podemos, parece que a partir de ahora para influir en sus políticas habrá que escribir directamente a su Secretario General. A su alrededor ha configurado un equipo homogéneo al estilo de las viejas hermandades. Es el molde de los partidos clásicos, también de los grupos de poder universitarios. No hablamos de tiranos, pero sí estamos ante un punto de inflexión semejante al de la Carta VII.
Hasta hace nada se mantenía el discurso del "empoderamiento" de una ciudadanía capaz de organizarse y tomar la palabra para decidir. Durante estos últimos años, desde antes del surgimiento de Podemos, miles de personas estaban agrupándose colectivamente, uniendo sus fuerzas en diversos sectores golpeados por la oligarquía. Y en los inicios de Podemos había quien pensaba que la formación iba a poder ser dirigida por quienes se organizaban en círculos por todo el país. Nada más lejos.
La fundación del partido condena esta política cotidiana de base a la irrelevancia en las cuestiones fundamentales. Ni siquiera el sector mayoritario está siendo capaz de integrar a los disidentes. Esto ya lo hemos vivido antes demasiadas veces. Prohibición de la doble militancia contra Izquierda Anticapitalista, y lista completa de candidaturas para arrasar en las votaciones, son en esta ocasión los instrumentos.
En Podemos votan muchos, pero sigo convencido de que esto se parece cada vez más a la vieja Esparta. Para los grandes asuntos son cuatro o cinco líderes quienes deciden qué y cómo se vota, aunque sea a última hora y mal. El pueblo aclama o abuchea. La cosa solo cambia en que se hace mediante un clic telefónico. Por el momento, se aprueban por abrumadora mayoría las propuestas y equipos de Pablo Iglesias. Da igual el contenido, por lo que una vez más se hurta una auténtica deliberación ciudadana en la política española.
Pero el contenido importa. Podemos ya es un partido vertical, con casi todo el poder concentrado en el Secretario General, que sin duda será Pablo Iglesias. Los mecanismos revocatorios y de control siguen siendo débiles. Este contará con la potestad de escoger al equipo ejecutivo de coordinación. También ha escogido directamente a los 62 que  irán en la lista para el Consejo Ciudadano. Sabemos que saldrá, y dará igual quién vaya en ella. Es su lista. Hasta al Comité de Garantías que habrá de controlarlo ha sido escogido por él. No hay palabras.
Moverse mejor, más cómodo, en el terreno de la adulación antes que en el de la crítica siempre es peligroso. Echen un vistazo a la decadencia de este régimen. Y no es nuevo. Ya Platón, "pasmado", se quejaba de cómo Dionisio se afanaba porque le adulara a cada instante. En apenas unos meses se ha interiorizado en Podemos que quien se mueva no sale en la foto.
A mi entender el problema central que tiene que superar la cúpula de Podemos es ese, la aceptación de la crítica, tanto interna como externa. La de la derecha les viene bien, y en ella entran de manera inteligente. Pero se teme y rechaza al flanco izquierdo, cuando habría que aprender a dialogar con él.
Hace un año el escenario que dibujaba esta semana el CIS era inimaginable. Seguramente muchos lo hubiéramos firmado. Pero una vez instalados en el ahora, creo que hay que darlo todo para que salga bien. Tengo la triste sensación de que, con este modelo de partido, se ha cerrado una de las ventanas de oportunidad que teníamos. Espero que no estemos hablando en décadas. Los Ganemos, la esperada refundación de IU, o una nueva e inesperada Unidad Popular que pueda surgir, son ya las únicas esperanzas en este sentido que se me ocurren.
Los discípulos de Platón no tenían razón en su Carta V. En realidad esta se entiende mejor si la interpretamos como un escrito público para justificar al maestro frente a Atenas. Al contrario de lo que afirman, a la oligarquía se la vence con el lenguaje de la democracia. Esta es capaz de prosperar en terreno hostil, se crece en la resistencia. No es necesario adoptar su estructura de partido. Tampoco una "maquinaria de guerra" mediática y electoral. Menos aún renunciar a temas sensibles como el antimilitarismo, la derogación del Concordato, el republicanismo, el feminismo o la necesidad de otra política migratoria. A muchos, aunque reconozcamos que es muy preferible a lo que hay, no nos entusiasma demasiado que gane un PSOE 2.0. El momento es propicio para algo más audaz.
Algunos de quienes dirigen ya con paso firme Podemos proceden de los movimientos que gritaban que otro mundo era posible. Ahora  Iglesias afirma que ha madurado, y que no ve factible lo que pensaba con 17 años sobre el Ejército. Flaco favor a los antimilitaristas de edad madura. Se agradecerían otros argumentos. ¿Qué será lo siguiente, decir que es inmaduro apostar por la supresión de los antidisturbios? Iglesias estuvo en Génova, y eso debería ser una garantía, no una vergüenza.
El sistema de listas montado esta semana en Podemos responde al mismo esquema que las plazas universitarias en España. De cara a la galería varias normas que disfrazan el proceso. Pero por dentro es el dedazo del cuaderno azul del one el que ordena y manda. Nada nuevo a lo que Rajoy, Aznar o Felipe, alias Dios en sus tiempos, introdujeron como marca de la casa del régimen del 78.
Creo que Podemos trae la esperanza de poner fin a los desahucios, de reconstruir lo público, de parchear importantes desigualdades que están hundiendo al país. Ha generado ilusión y, hasta que se le ha empezado a cortar las alas desde dentro, estaba escandalizando democráticamente a propios y extraños. Estamos en una situación de emergencia social, de acuerdo. Son mejores que PP y PSOE. Pero hemos de decirlo claro: sus dirigentes nacionales no están haciendo nueva política.
El desencanto que se está empezando a provocar entre los activistas de estos años, tan solo superado a día de hoy por el que está generando el inmovilismo de la parte dominante de IU, es paralelo al ascenso entre los encuestados del CIS. Hay riesgo de estar ante un gigante con pies de barro, un ídolo más. La historia es mucho más magnánima con los generosos. Y el país lo agradecería.
Estamos ante una oportunidad única de transformación que prácticamente se toca con la punta de los dedos. Un régimen se desmorona. A quien se anime a ser consejero de príncipes, única parresía posible en el escenario actual que rodea Podemos, le diría que no pida un monarca justo, menos aún un politólogo rey. Tan solo un demócrata más, con cierta relevancia desde su talento discursivo, pero del que no se dependa para casi todo. Se trata en realidad de encarar la oligarquía con las voces de la democracia, poniendo en marcha un reparto equitativo del poder por abajo. Revertir, ahora que hay tiempo, lo que se está haciendo.
Sé que esto que hago es arriesgado, aunque claro que no tanto como lo que hacía Platón en Sicilia. Es una pena entrar en el universo de la Carta VII y tener que escribir tratando de influir en los humores de un príncipe. Me gustaba mucho más cuando en este país soñábamos que íbamos a traer, alejados de la idolatría y desde el protagonismo ciudadano, una democracia digna de tal nombre. Cuando creíamos firmemente, sin complejos, que otro mundo y otros partidos eran posibles.
(Fuente: eldiario.es, 08-11-2014)

Platón, Carta VII

 "Siendo yo joven, pasé por la misma experiencia que otros muchos; pensé dedicarme a la política tan pronto como llegara a ser dueño de mis actos; y he aquí las vicisitudes de los asuntos públicos de mi patria a que hube de asistir. 
Siendo objeto de general censura el régimen político a la sazón imperante, se produjo una revolución; al frente de este movimiento revolucionario se instauraron como caudillos cincuenta y un hombres: diez en el Pireo y once en la capital, al cargo de los cuales estaba la administración pública en lo referente al ágora y a los asuntos municipales, mientras que treinta se instauraron con plenos poderes al frente del gobierno en general. Se daba la circunstancia que algunos de estos eran allegados y conocidos míos, y en consecuencia requirieron al punto mi colaboración, por entender que se trataba de actividades que me interesaban. La reacción mía no es de extrañar, dada mi juventud; yo pensé que ellos iban a gobernar la ciudad sacándola de un régimen de vida injusto y llevándola a un orden mejor, de suerte que les dediqué mi más apasionada atención, a ve lo que conseguían. 
Y vi que en poco tiempo hicieron parecer bueno como una edad de oro el anterior régimen. Entre otras tropelías que cometieron, estuvo la de enviar a mi amigo, el anciano Sócrates, de quien yo no tenía reparo en afirmar que fue el más justo de los hombres de su tiempo, a que, en unión de otras personas, prendiera a un ciudadano para conducirle por la fuerza para ser ejecutado; orden dada con el fin de que Sócrates quedara, de grado o por fuerza, complicado en sus crímenes; por cierto que él no obedeció, y se arriesgó a sufrir toda clase de castigos antes que hacerse cómplice de sus iniquidades. 
Viendo, digo, todas estas cosas y otras semejantes de la mayor gravedad, lleno de indignación me inhibí de las torpezas de aquel período. No mucho tiempo después cayó la tiranía de los Treinta y todo el sistema político imperante. De nuevo, aunque ya menos impetuosamente me arrastró el deseo de ocuparme de asuntos públicos de la ciudad. Ocurrían desde luego también bajo aquel gobierno, por tratarse de un período turbulento, muchas cosas que podrían ser objeto de desaprobación; y nada tiene de extraño que, en medio de una revolución, ciertas gentes tomaran venganzas excesivas de algunos adversarios. No obstante los entonces repatriados observaron una considerable moderación. Pero dio también la casualidad de que algunos de los que estaban en el poder llevaron a los tribunales a mi amigo Sócrates, a quién acabo de referirme, bajo la acusación más inicua y que menos le cuadraba: en efecto, unos causaron de impiedad y otros condenaron y ejecutaron al hombre que un día no consintió en ser cómplice del ilícito arresto de un partidario de los entonces proscritos, en ocasión en que ellos padecían las adversidades de destierro. 
Al observar yo cosas como éstas y a los hombres que ejercían los poderes públicos, así como las leyes y las costumbres, cuanto con mayor atención lo examinaba, al mismo tiempo que mi edad iba adquiriendo madurez, tanto más difícil consideraba administrar los asuntos públicos con rectitud; no me parecía, en efecto, que fuera posible hacerlo sin contar con amigos y colaboradores dignos de confianza; encontrar quienes lo fueran no era fácil, pues ya la ciudad no se regía por las costumbres y prácticas de nuestros antepasados, y adquirir otros nuevos con alguna facilidad era imposible; por otra parte, tanto la letra como el espíritu de las leyes se iba corrompiendo y en número de ellas crecía con extraordinaria rapidez. 
De esta suerte yo, que al principio estaba lleno de entusiasmo por dedicarme a la política, al volver mi atención a la vida pública y verla arrastrada en todas direcciones por toda clase de corrientes, terminé por verme atacado de vértigo, y sin bien no prescindí de reflexionar sobre la manera de poder introducir una mejora en ella, y en consecuencia en la totalidad del sistema político, si dejé, sin embargo, de esperar sucesivas oportunidades de intervenir activamente; y terminé por adquirir el convencimiento con respecto a todos los Estados actuales de que están, sin excepción, mal gobernados; en efecto, lo referente a su legislación no tiene remedio sin una extraordinaria reforma acompañada además de suerte para implantarla. 
Y me vi obligado a reconocer, en alabanza de la verdadera filosofía, que de ella depende el obtener una visión perfecta y total de lo que es justo, tanto en el terreno político como en el privado, y que no cesará en sus males el género humano hasta que los que son recta y verdaderamente filósofos ocupen los cargos públicos, o bien los que ejercen el poder en los Estados lleguen, por especial favor divino, a ser filósofos en el auténtico sentido de la palabra".


Película recomendada para hoy: 'CENTAUROS DEL DESIERTO', de John Ford (TCM, 22:00 horas)

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"¿Por qué Ulises siempre estaba fuera? El héroe sólo puede vivir enfermo de su libertad, encadenado a su desarraigo, abrazado al destierro... Ethan, Ulises, ha regresado a Itaca, pero Penélope es ahora la esposa de su hermano" 


¿Por qué Ulises siempre estaba fuera? ¿Por qué la mirada del héroe se desliza siempre hacia el otro lado, como intentando ver qué hay más allá, persiguiendo una excusa para poder continuar el viaje,  esa obligación, ese camino que siempre es eterno? 

El héroe sólo puede vivir enfermo de su libertad, encadenado a su desarraigo, abrazado al destierro.



Ethan, Ulises, ha regresado a Itaca, pero Penélope es ahora la esposa de su hermano. Ulises necesita una tragedia para seguir moviéndose, sabe que si se queda parado, morirá. Él no puede vivir en el sistema de los demás. Para él no existen las fechas, no existen los inicios, él no entiende de finales. La guerra no acaba cuando lo dicen los otros, las instituciones, la historia. La guerra sólo acabará cuando él la apague en su interior. Y sabe, orgulloso, que eso no ocurrirá nunca.



Todavía existen personas que cuando hablan del cine de John Ford, vomitan su discurso plano para hablar de racismo, de buenos y malos, de los pobres indios. Siguen sin comprender nada. John Ford, el autor de 'Las uvas de la ira' y de 'Que verde era mi valle', entre otras obras maestras. Ese director iba mucho más allá de lo que esas personas creían. Siempre hablaba de otra cosa, como los poetas, como el verdadero arte hace con nosotros, si le damos tiempo suficiente para que despliegue su palabra, si permitimos que desvele su contenido oculto, ese que siempre está más allá, ese, que al ser verdadero, no se muestra en primera instancia. Nos obliga, es su oficio, a forzar la mirada.

Es el significante esquivo que gira en torno a sí mismo, y se va, y nos obliga a seguirlo.

Forzar la mirada y enfrentarla al espacio abierto, al horizonte sin fin, el paisaje, la llanura, la naturaleza salvaje, los verdaderos amigos del héroe, los que siempre nos preguntan hasta dónde podemos llegar, qué hacemos aquí, qué nos sujeta, qué hemos perdido, esos que inciden sin hablar en la única pregunta, ¿quiénes somos?

El personaje interpretado por John Wayne se muestra como un enigma inquietante en el que todos nos podemos reconocer, como un poema moderno vestido de antisistema, como una duda imposible de resolver, como la vida, esa cosa tan extraña y maravillosa con la que nunca sabemos, del todo, cómo podemos relacionarnos.



Sólo cuando rescata a alguien se salva a sí mismo. Pero eso no impide que su único destino posible sea irse, huir de todo, y de todos, también de él mismo, caminar a solas sobre la tierra seca de la soledad infinita.



Él es el héroe. Sólo puede quedarse afuera. No hay más.

(Luis Enrique Ibáñez)





SHAKESPEARE Y 'ROMEO Y JULIETA': REUNIÓN DE MATERIALES (entrada revisada y ampliada)

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"Amor es fuego aventado por el aura de un suspiro; fuego que arde y centellea en los ojos del amante. O más bien es torrente desbordado que las lágrimas acrecen"











EL LENGUAJE EN 'ROMEO Y JULIETA', POR JOSÉ MARÍA VALVERDE (FRAGMENTO) / COMENTARIO DE TEXTO, ACTO III, ESCENA V (enlace)


'SHAKESPEARE, EL MAYOR INSPIRADOR, POR JAVIER MARÍAS


("... si uno se detiene a mirar mejor, o a analizar frases que ha comprendido en primera instancia, se percata a menudo de que no siempre las entiende, de que resultan enigmáticas, de que contienen más de lo que dicen, o de que, además de decir lo que dicen, dejan flotando en el aire una niebla de sentidos y posibilidades, de resonancias y ecos, de ambigüedades y contradicciones; de que no se agotan ni se acaban en su propia formulación, ni por lo tanto en lo escrito... Las historias de Shakespeare rara vez son originales, rara vez de su invención. Es una prueba más de lo secundario de los argu... Es su verbo, es su estilo, el que abre brechas por las que otros nos podemos atrever a asomarnos")






PELÍCULA RECOMENDADA: 'SHAKESPEARE IN LOVE'

WILLIAM SHAKESPEARE, NOTAS PARA UN ADN, POR MARCOS ORDOÑEZ / MONÓLOGO DE SHYLOC (AL PACINO) EN 'EL MERCADER DE VENECIA' / LA VOZ DE LAWRENCE OLIVIER PARA EL MONÓLOGO DE 'HAMLET' (subtitulado)

("Sus ojos, sus orejas, su imaginación estaban siempre alerta. Absorbía todo, la vida de la calle, los conflictos religiosos y políticos, lo que se había escrito hacía varios siglos y lo que se estaba escribiendo en una taberna cercana... sus obras se dirigían al público que buscaba entretenimiento, a los que anhelaban los alcoholes fieros de la emoción o la poesía, a los interesados en la psicología, la realidad social, la metafísica...
Nunca sabremos lo que pensaba porque su teatro no toma partido: muestra. Como si nos dijera: “Esto es así, pero también puede ser de esta otra forma: como gustéis”)
SELECTIVIDAD, EJEMPLO DE EXAMEN SOBRE UN FRAGMENTO DE ROMEO Y JULIETA

CERVANTES Y SHAKESPEARE, HAROLD BLOOM


("Cervantes y Shakespeare comparten la supremacía entre todos los escritores occidentales desde el Renacimiento hasta ahora. Las personalidades ficticias de los últimos cuatro siglos son cervantinas o shakespearianas, o, más frecuentemente, una mezcla de ambas...")











'EL TOREO SÍ ES CULTURA', por Santi Ortiz

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"Defensora del toro de lidia, de la ecología y de una manera humanista de concebir el mundo, la cultura taurina debería ser defendida por quienes la atacan al tiempo que se posicionan en contra del pensamiento único de la globalización. Estar a la vez en contra del toreo y a favor de la biodiversidad cultural de los pueblos, es caer en flagrante contradicción"



Escultura de Pilar Latorre Mateo (serie 'Tauromaquia', en acero)


EL TOREO SÍ ES CULTURA

Habíamos llegado en un artículo anterior a clasificar la materia en tres categorías con distinto grado de complejidad: la materia inerte, capaz de superar la selección fundamental; la materia viva, que superará una selección más compleja, como es la selección natural, y, por último, la materia culta –poseedora o fruto de la inteligencia abstracta–, capaz de prever y adelantarse a la incertidumbre del entorno al superar la selección cultural con el concurso de la inteligencia.

El hombre ya se sitúa de lleno dentro de la materia culta, pues la humana es la única especie dotada de inteligencia abstracta; pero el proceso selectivo a que nos referimos no termina en la materia culta, sino que continúa dentro de ella, diversificándose en función de los distintos entornos a los que debe vencer. Tales entornos pueden venir definidos geográficamente por las fronteras nacionales, más o menos rígidas entre países, o aquellas que separan comarcas, dentro de un mismo país; límites que dan como resultado la independencia y diferente desarrollo de las culturas autóctonas, cuya variedad en el seno de una misma nación posee una importancia creciente toda vez que la amenaza de la globalización tiende a engullirlas y hacerlas desaparecer en cuanto no son homologables a su modelo. 

También esta definición de entornos puede ser cultural, como ocurre con cada una de las distintas especializaciones que el hombre acomete. Por eso hay muchos menos especialistas de cada materia que hombres; porque el hombre para convertirse en especialista de algo ha debido vencer antes el antagonismo de otro entorno agregado: el que le obliga a enfrentarse a la problemática específica de su especialidad. 

En particular, el toreo también posee rango de especialización, porque tanto el torero como el ganadero son profesionales que, mientras están en activo, necesitan entregarse por entero y dedicar su vida a penetrar en el conocimiento y práctica del asunto. Deben sumergirse con entusiasmo, con heroísmo a veces, poniendo los cinco sentidos en superar las incertidumbres de la lidia si quieren aspirar a dominarla y hacerla suya. Por eso hay también muchos menos toreros que hombres; porque el hombre, para ser torero, necesita vencer de nuevo el antagonismo de un entorno añadido: el que le enfrenta al toro y al toreo. El toro, con su carga de muerte, y el toreo, con sus complejas reglas, son los filtros selectivos que el hombre debe superar para ser torero.

En primer lugar, debe sobreponerse al miedo que el toro impone venciendo el instinto de conservación, y fíjense en la importancia de este hecho: el instinto de conservación, que es fruto de la selección natural propia de todo ser vivo, ha de ser superado por la selección cultural que convierte al hombre en torero. En segundo lugar, el hombre debe reunir además las cualidades físicas y psíquicas necesarias para desarrollar los métodos y recursos del arte de la lidia y llevarlos a cabo con una estética que no desmerezca de las cotas alcanzadas por el toreo de la época en que lo desarrolla. Dicho lo cual, resulta evidente que el torero es un logro de la selección cultural.

También habíamos concluido en el susodicho artículo anterior que el toro de lidia era asimismo fruto de la selección cultural. Ahora bien, si el toro, para existir, y el torero, para ser, han necesitado superar la selección cultural, ambos pertenecen a la materia culta; y si ambos pertenecen a la materia culta, la actividad que une sus destinos –esto es: el toreo–, no tiene más remedio que formar parte de lo que se define por Cultura. Y cultura es, le pese a quien le pese.

El toreo pertenece así a la tercera fase de la historia de la materia, puesto que la emergencia de la cultura aparece después de la vida –segunda fase– y ésta después del origen del universo –fase primera–, además, forma parte importantísima del acervo cultural español de los últimos tres siglos. Con lo cual, se hace necesario seguir a Ortega y Gasset –don José–, quien sostenía que el toreo, nos guste o no, lo amemos o abominemos de él, tenemos la obligación de esclarecerlo, de ponerlo en claro, a fin de captar su esencia y entender su práctica, independientemente de nuestra posición respecto a su ocurrencia. A tal intento prometo dedicar un próximo artículo.

Ahora, sigamos con la cultura. El toreo, como variedad cultural, posee geográficamente un rango supranacional, puesto que, además de en España, se asienta actualmente en el sureste y sudoeste de Francia, en México, en Colombia, en Venezuela, en Perú, en Ecuador, en Barrancos y algún que otro pueblo más de Portugal, ciñéndome aquí a los lugares donde se celebra la corrida a la española. 

En el tiempo, y ateniéndonos a lo que conocemos por “corrida de toros”, que bien poco tiene que ver con las fiestas de toros en las que actuaba la nobleza, podemos decir que es en torno al ecuador del siglo XVIII cuando la Fiesta cuaja como obra de arte. Y lo hace de manera impremeditada, como casi todo lo que del pueblo viene, sin afán de crearla como tal, sino encontrándose dentro de ella, inmerso en ella, con total inocencia. Es un estallido de lo que se ha venido fraguando tras una lenta gestación de, al menos, medio siglo, en un tiempo en que el pueblo español decide desmarcarse totalmente de una nobleza inútil para la creación, desprestigiada en los asuntos políticos, administrativos y bélicos, y asume, educa y estiliza sus propios modelos, que serán los que marcarán los gustos y las modas del país para las dos centurias siguientes. A la efervescencia de los toros, le acompaña el entusiasmo que provoca el teatro, al que el pueblo llano acude en masa como en la antigüedad acudían los atenienses al teatro griego.

Prueba de la pronta madurez que la fiesta de los toros adquiere, del modo con que se generaliza su aceptación y de cómo se preceptúa y regula, es que cuando Charles Darwin publica en 1859 la primera edición de “El origen de las especies” o cuando Gregor Mendel hizo lo propio con sus leyes en 1865, ya contaba el toreo con dos preceptivas históricas: “La Tauromaquia o Ciencia del toreo”, de Pepe-Illo, publicada en 1796, y la “Tauromaquia completa o Arte de torear en plaza tanto a pie como a caballo”, de Francisco Montes, Paquiro, dada a la imprenta en 1836. Inciso: por si el dato nos fuera necesario, Franco no nacería hasta 1892.

En cuanto a su evolución, el toreo sigue las pautas de la evolución cultural en general, la cual va progresando a saltos conforme al principio dialéctico de la transformación de la cantidad en calidad. Lo que sostiene dicho principio es claro: las cosas se van transformando por pequeños cambios que se van acumulando. Sin embargo, esta acumulación de cambios pequeños y casi imperceptibles no puede producirse indefinidamente. Llega un momento en que, en lugar de pequeñas modificaciones, el cambio tiene lugar mediante un salto brusco. Así funciona todo lo natural, incluido la materia inerte. (Tómese, por ejemplo, el caso del agua. Si subimos su temperatura de 1ºC, a 2ºC, 3ºC…, hasta 99ºC, el cambio es continuo, pero si la subimos un grado más y llegamos a los 100ºC, se produce un salto brusco y el agua se transforma en vapor.) Y así funciona también la cultura, en general, y el toreo, en particular. 

Como acontece en casi todas las artes, las ciencias, la política, la historia y gran parte de la tecnología, el desarrollo del toreo está unido sobre todo a un pequeño número de personas que han ejercido una influencia extraordinaria en la evolución de sus modos. Ellos personifican los saltos cualitativos que han llevado al toreo a situarse en su estadio actual. Los nombres de Cúchares, Paquiro, El Gordito, Lagartijo, El Espartero y, sobre todos, Juan Belmonte –que es quien pega el radical golpe de timón que cambiará definitivamente el curso del toreo encaminándolo por los derroteros de las bellas artes–, al que seguirán después los de Manolete, El Cordobés, Paco Ojeda y José Tomás, para dejar puesta en suerte la evolución del toreo en los terrenos de la actualidad, representan los principales escalones donde el toreo ha experimentado saltos cualitativos en su proceso evolutivo.

Identificar en estos toreros los motores del cambio de la Fiesta, nos lleva a pensar en la diferencia de predisposición individual que, de forma innata, existe en ellos hacia la actividad taurina y, de aquí, no hay más que un paso para caer en la creencia de que hemos vuelto a ser regidos por la selección natural y que todo es una cuestión de genes. Pero no es así.

Un torero como Joselito El Gallo debía tener, sin duda, dotes genéticas excepcionales cuando, con tan solo nueve añitos, corrigió a un banderillero adulto que trataba infructuosamente de clavar un par de banderillas en una capea en Coria del Río, hasta el punto de tirarse al ruedo y clavárselas él. Sin embargo, esas dotes hubieran pasado totalmente inadvertidas de nacer en el seno de una familia de esquimales, en vez de en una familia sevillana donde su padre, su tío y sus dos hermanos eran toreros. La selección natural no desaparece en la materia culta; pero los condicionamientos socioculturales son determinantes para que la selección cultural siga evolucionando.

Defensora del toro de lidia, de la ecología y de una manera humanista de concebir el mundo, la cultura taurina debería ser defendida por quienes la atacan al tiempo que se posicionan en contra del pensamiento único de la globalización. Estar a la vez en contra del toreo y a favor de la biodiversidad cultural de los pueblos, es caer en flagrante contradicción. Puede que el origen de dicha fobia –al margen de la beatería animalista– se encuentre en la identificación que se hace del toreo con el franquismo y con la “España profunda”. Sin embargo, ninguna de las dos se sostiene en cuanto nos acercamos a su historia. La primera, porque como hemos señalado, mucho antes de nacer Franco ya contaba el toreo con sendos tratados paradigmáticos y había llenado España de plazas de toros y competencias taurinas del calibre de la que habían sostenido, por más de veinte años, Lagartijo y Frascuelo. La segunda, viene contradicha por su origen, que entronca con las culturas mediterráneas de Creta (minoica) y Roma (a través del dios Mitra). Además, como gran creación cultural, el toreo está ligado simultáneamente a una antropología particular y a la expresión de valores universales, como la valentía, la belleza, el sacrificio, la grandeza, la nobleza, la solidaridad, el esfuerzo, el juego…, igual que la tragedia griega, a la vez de pertenecer a Atenas, sembraba prototipos de sentimientos y pasiones en los que poder reconocernos los humanos: la fatalidad, el deseo, la traición, el crimen, la venganza, la generosidad… En concomitancia con lo que señalaba acertadamente el filósofo Francis Wolff, reducir la fiesta de los toros a la “España negra” sería tan absurdo como reducir la antigua tragedia griega al esclavismo entonces imperante.

Por sus valores universales, la cultura griega y la cultura taurina conquistaron el mundo. Y ahora, el fanatismo animalista y la colonización anglosajona y yanqui se la quieren cargar, y es nuestro deber cultural impedirlo.


ARTÍCULOS ANTERIORES: 


("... mientras que la agresividad del toro es un concepto biológico regido por la selección natural, la bravura es un concepto taurómaco determinado por la selección cultural aplicada por los ganaderos...es la bravura el rasgo diferenciador –transmitido genéticamente– cuya funcionalidad permite calificar al bovino de lidia como raza")

TOROS Y TAUROMAQUIA: UN DESTINO COMÚN

("El destino del toro de lidia va indisolublemente ligado a la suerte que corra la Tauromaquia. Todo lo que se diga en contra de esta aseveración son ganas de negar la evidencia buscando soslayar una de las contradicciones más incómodas con que tienen que vérselas los abolicionistas del toreo: poner al toro que dicen defender en peligro de extinción")










Artículo de opinión: 'ÉPOCA DE LOBOS', por Olga Rodríguez

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"No habrá cambios sin rupturas y sin las escenificaciones de tales rupturas... No es tiempo de suaves trasvases de poder... Es época de lobos... las víctimas siguen creciendo. Más de 26.500 familias perdieron su casa en el primer semestre del año... la empresa ACS ya ha cobrado la indemnización del Proyecto Castor, más de 1.350 millones de euros aprobado por el Gobierno, que pagaremos entre todos. El presidente de ACS, Florentino Pérez, es el mismo que vendió recientemente un hospital público a un fondo de inversión... A la voracidad de ciertos lobos sólo se la detiene con rotundidad"

ÉPOCA DE LOBOS

Decía Gramsci que cada proceso revolucionario lleva la restauración dentro, la reforma, la regresión. Estamos en ese punto en el que la clase dominante ha perdido el consenso, pero mantiene su dominación artificialmente, evitando ser reemplazada, prolongando esta transición en la que lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de llegar.
Ha crecido la corrupción, la desigualdad, la pobreza, la estafa, y por eso no basta con negociar relevos, con cambiar algo para que todo siga igual. Desde sectores muy diferentes de la sociedad hay un clamor, una urgencia, una necesidad que requieren reacciones responsables y rotundos golpes de timón.
No habrá cambios sin rupturas y sin las escenificaciones de tales rupturas, y de ello deberían tomar buena nota quienes se empeñan en mantener en sus partidos a corruptos e inmovilistas, y también quienes creen que basta con limpiar las cosas a puerta cerrada, sin dimisiones públicas, sin acusaciones públicas, sin necesidad de que nadie entone el mea culpa.
No es tiempo de suaves trasvases de poder con palmaditas en la espalda incluidas. El “que se vayan todos” que se coreó en la Argentina del corralito y que en España se exige con otras palabras desde diversos sectores es una legítima exigencia precisa para poner fin a una época infame en la que la corrupción económica y moral ha estado presente en prácticamente todos los sectores y ámbitos.
Es época de lobos que nos hablan como si fueran corderos mientras devoran nuestros derechos, nuestros espacios, nuestra vida. Quienes se aferran al poder –no sólo en el Estado, sino también en los partidos políticos– no lo soltarán a base de acuerdos cordiales en los despachos. Y, en caso de que lo hicieran, a estas alturas eso no sería suficiente de cara a la ciudadanía.
Sería terriblemente triste y frustrante que después de tanto como se está logrando construir frente a las viejas formas de hacer política y de hablar sobre política, todo quedara en un transformismo que diera espacio a unos pocos críticos para seguir legitimando el paisaje podrido.
En esta guerra sin balas declarada por la corrupción y la desigualdad las víctimas siguen creciendo. Más de 26.500 familias perdieron su casa en el primer semestre del año, y ha aumentado un 18% las que han entregado sus viviendas sin alternativa habitacional. Mientras tanto, la empresa ACS ya ha cobrado la indemnización del Proyecto Castor, un pago de más de 1.350 millones de euros aprobado por el Gobierno, que pagaremos entre todos. El presidente de ACS, Florentino Pérez, es el mismo que vendió recientemente un hospital público a un fondo de inversión o el que, sin especialización pedagógica, ha logrado la adjudicación de la gestión de varias guarderías en Madrid.
A la voracidad de ciertos lobos sólo se la detiene con rotundidad. Y esto es aplicable no sólo al país, sino a los políticos que siguen creyendo que no hay mejor y más urgente patriotismo que el de su partido. Por encima de las siglas está el futuro de millones de personas. Ha surgido un nuevo escenario político en el que el bipartidismo mantiene su poder pero pierde su credibilidad. Ante ello algunos aúllan, nerviosos, temerosos de perder sus privilegios.
Hay herramientas políticas para tumbar en el ring a los responsables de la corrupción, de la crisis, de la estafa. Pero los defensores del statu quo despliegan ya su estrategia de contraataque para los meses venideros. No será un año fácil.
(Fuente: eldiario.es)

OTROS ARTÍCULOS DE LA AUTORA EN ESTE SITIO:
("Nuestro problema no es la desobediencia civil, sino la obediencia" (Howard Zinn, historiador y activista estadounidense) "Las leyes no son siempre justas. La ley amparó la persecución de judíos en la Alemania nazi, la ley permite la discriminación de los palestinos, la ley facilitó el apartheid en Suráfrica o condenó a los negros a la esclavitud en Estados Unidos... ... Muchos de los avances de la humanidad, en lo referido a los derechos y libertades, han sido conquistados a través de reivindicaciones y desobediencias... si no, se mantendrá el bucle que permite a todos presentarse a las elecciones pero no a ganarlas, porque el poder político está reservado para aquellos que actúan en connivencia con el poder económico y financiero")
("El Tribunal Constitucional no ha hecho nada para detener los desahucios, ha avalado las partes centrales de la reforma laboral, se sigue permitiendo el rescate a los bancos... Las leyes pueden cambiarse, porque legalidad no siempre es sinónimo de justicia... nuestros derechos son vistos como un obstáculo por quienes más se benefician de la desigualdad... Como dijo Martin Luther King, la injusticia en cualquier sitio es una amenaza para la justicia en todo el mundo")


'LIFE VEST UNDER YOUR SEAT', de Luis García Montero / EL POETA HABLA DE LA POESÍA

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"... vivir sin vínculo y sin límites... estar en los cristales
del alba, regresando...
bajo edificios de temblor acuático..."

"... Dejar la rebeldía a los héroes es una forma de renunciar a la rebeldía. No se trata de romper el lenguaje, sino de apropiárselo"



LIFE VEST UNDER YOUR SEAT

Señores pasajeros buenas tardes
y Nueva York al fondo todavía,
delicadas las torres de Manhattan
con la luz sumergida en una muchacha triste,
buenas tardes señores pasajeros,
mantendremos en vuelo doce mil pies de altura,
altos como su cuerpo en el pasillo
de la Universidad, una pregunta,
podría repetirme el título del libro,
cumpliendo normas internacionales,
las cuatro ventanillas de emergencia,
pero habrá que cenar, tal vez alguna copa,
casi vivir sin vínculo y sin límites,
modos de ver la noche y estar en los cristales
del alba, regresando,
y muchas otras noches regresando
bajo edificios de temblor acuático,
a una velocidad de novecientos
kilómetros, te dije
que nunca resistí las despedidas,
al aeropuerto no,
prefiero tu recuerdo por mi casa,
apoyado en el piano del Bar Andalucía,
bajo el cielo violeta
de los amaneceres de Manhattan,
igual que dos desnudes en penumbra
con Nueva Cork al fondo, todavía
al aeropuerto no,
rogamos hagan uso
del cinturón, no fumen
hasta que despeguemos,
cuiden que estén derechos los respaldos,
me tienes que llamar, de sus asientos.


"... La poesía es esa reivindicación de la individualidad, pero de una individualidad dialogante, ni egoísta, ni identitaria, ni esencialista"


LUIS GARCÍA DE MONTERO HABLA DE SU POESÍA

(...) Mi poesía es un país humilde de la Europa mediterránea, con ciudadanos educados, pero muy vitalistas y enamoradizos, que limita al norte con la vanguardia juvenil, al este con la poesía social, al oeste con la retórica clásica y al sur con el mar de las letras de tango o de bolero y con las canciones de Joaquín Sabina.(...)

Para mí la poesía es un punto de llegada, no de partida. Es la consecuencia de un proceso de reflexión moral, no una mera expresión de sentimientos. Nada hay más falso que la sinceridad espontánea. Bajo la supuesta espontaneidad suelen esconderse acríticamente valores que uno cree propios pero que son los de una sociedad homologada. Por eso creo que la poesía es un género de ficción, una construcción, un asunto de ciudadanos y no de héroes. Dejar la rebeldía a los héroes es una forma de renunciar a la rebeldía. No se trata de romper el lenguaje, sino de apropiárselo.

(...) Por un momento tuve la tentación del ensimismamiento. Al final decidí no dormir en la misma cama que mis sueños. De ahí el título del libro siguiente: Habitaciones separadas. El reto era no caer ni en el cinismo ni en el silencio y apostar por la conciencia como espacio entre la intimidad y los vínculos colectivos. Hay que reivindicar la individualidad porque la ideología neoliberal lo está homologando todo y liquidando los espacios públicos a costa de liquidar las conciencias. La poesía es esa reivindicación de la individualidad, pero de una individualidad dialogante, ni egoísta, ni identitaria, ni esencialista.

(Fuente: El País, 07-10-2006)




'AUNQUE TÚ NO LO SEPAS', Enrique Urquijo y Los Problemas / 'AUNQUE TÚ NO LO SEPAS', de Luis García Montero

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Otra maravillosa sugerencia de Juan Carlos Rodríguez. Quique González compuso para el añorado Enrique Urquijo una canción inspirada en el poema de Luis García Montero.

... Aunque tú no lo sepas...

Inventamos mareas, 

tripulábamos barcos 

y encendía con besos 
el mar de tus labios




y al llegar la mañana 

no me di ni cuenta 

de que ya nunca estabas


LETRA:

Aunque tú no lo sepas 
me he inventado tu nombre, 
me drogué con promesas 
y he dormido en los coches. 
Aunque tú no lo entiendas 
nunca escribo el remite en el  sobre 
por no dejar mis huellas. 

Aunque tú no lo sepas 
me he acostado a tu espalda 
y mi cama se queja 
fría cuando te marchas. 
He blindado mi puerta 

y al llegar la mañana 
no me di ni cuenta 
de que ya nunca estabas. 

Aunque tú no lo sepas 
nos decíamos tanto, 
con las manos tan llenas, 
cada día más flacos. 
Inventamos mareas, 
tripulábamos barcos 
y encendía con besos 
el mar de tus labios.


AUNQUE TÚ NO LO SEPAS, de Luis García Montero

Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo,
iluminando
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos.


Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.
También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes,
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuando te marchas.


Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.
Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando despiertas.

(Luis García Montero, "Habitaciones separadas")






'UN BESO', por Juan José Millás. PROPUESTA DE EXAMEN (según PAU) / 'A SKY FULL OF STARS', COLDPLAY

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"La cuestión es que ambos esperamos el rayo de sol que nos ponga en marcha, que nos movilice y active... viajamos, ciegos, sordos y mudos... por la negrura inmensa de un universo incomprensible, lleno de planetas vacíos y helados en los que las tormentas de aire levantan polvaredas de muerte"


UN BESO

Estos días, antes de dormirme, acurrucado en la zona de sombra de mi cama, pienso en la sonda Philae, que ha ido a caer en la parte oscura de esa roca negra que recuerda a un tubérculo. Con los ojos cerrados, viajo imaginariamente hasta el cometa para observar el artefacto, que tiene el tamaño y la forma de una lavadora, aunque dispone de unas patas como de moscardón metalizado. Ahí está, más solo que un perro perdido, en una grieta de esa patata anómala a la que no llegan los rayos del Sol. La Philae tiene algo de bella durmiente tecnológica a la espera de un beso. El beso llegará, dicen sus creadores, cuando, en una de las evoluciones del tubérculo por el hondo espacio, se acerque al astro rey. Quizá entonces se desplieguen como las alas de una mariposa sus paneles solares y sus entrañas se calienten produciendo, como en el viejo olmo de Machado, uno de esos milagros de la primavera. El milagro, en vez de traducirse en una rama verde, se manifestará en señales digitales que decodificaremos a 500 millones de kilómetros, y de las que deduciremos nuevos datos sobre esa historia de terror que fue la formación del sistema solar y la aparición espantada de nosotros mismos sobre la Tierra.
Mi identificación con la Philae es intensa, aunque yo he tardado más años en llegar a la zona de sombra en la que vivo que ella a la del 67P/Churyamov-Gerasimenco. La cuestión es que ambos esperamos el rayo de sol que nos ponga en marcha, que nos movilice y active. Entretanto, una y otro viajamos, ciegos, sordos y mudos, a bordo de sendas rocas que se mueven a velocidades siderales por la negrura inmensa de un universo incomprensible, lleno de planetas vacíos y helados en los que las tormentas de aire levantan polvaredas de muerte.
(Fuente: El País, 21-11-2014)
'A SKY FULL OF STARS'', COLDPLAY

LETRA:

Cause you´re a sky 
Cause you´re a sky full of stars 
I´m going to give you my heart 
Cause you´re a sky 
Cause you´re a sky full of stars 
And cause you light up the path 

I don´t care 
Gon on altear us apart 
I don´t care if you do 
Cause in a sky 
Cause in a sky full of stars 
I think I saw you 

Cause you´re a sky 
Cause you´re a sky full of stars 
I want to die in your arms, arms 
Cause you get lighter the more it gets darks 
I´m going to give you my heart 
And I don´t care 
Go on and tear me apart 
I don´t care if you do 
Cause in a sky 
Cause in a sky full of stars 
I think I see you 
I think I see you 

Because you´re a sky 
You´re a sky full of stars 
Such a heavenly view 
It´s such a heavenly view



PREGUNTAS:
1ª ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS
2ª TEMA. RESUMEN

3ª COMENTARIO CRÍTICO
Preguntas guía para el comentario crítico

1ª ¿Cómo está organizado el texto? (Estructura)
2ª ¿Qué tesis defiende el autor? (Ver Orientaciones para determinar el tema...)
3ª ¿Podrías resumir brevemente el texto con tus propias palabras?
(Las tres primeras preguntas corresponden, evidentemente, a las preguntas de Selectividad, ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS, TEMA Y RESUMEN. A partir de la cuarta pregunta comenzaría -es sólo una propuesta- el COMENTARIO CRÍTICO)
4ª ¿Qué tipo de texto es? Si es un texto literario, ¿a qué momento histórico pertenece, está "encuadrado" en algún movimiento literario?
5ª ¿Es un tema actual? ¿Crees que hay alguna idea "secundaria" importante?
6ª ¿Es un tema polémico?
7ª ¿Es un tema local/universal
8ª ¿Qé argumentos utiliza el autor para defender su tesis?
9ª ¿Es objetivo en sus planteamientos, o es subjetivo?
10ª ¿Cuáles son las “marcas lingüísticas” de su supuesta subjetividad? ¿Cuáles son las expresiones más impactantes, más significativas? Coméntalas.
11ª ¿Es un tema original?
12ª Si no lo es, ¿lo es, al menos su tratamiento, su enfoque?
13ª ¿Cuál es tu opinión?
14ª ¿Qué argumentos añadirías?
15ª ¿Qué argumentos opondrías a los del autor?
16ª ¿Puedes relacionar el texto, su tema principal, con otros textos, noticias… que conozcas?
17ª Teniendo en cuenta la intención del autor, ¿crees que ha sido eficaz? ¿Qué funciones del lenguaje predominan?
18ª ¿Cómo concluyes tu análisis, tu comentario?
4ª ANÁLISIS SINTÁCTICO:
La cuestión es que ambos esperamos el rayo de sol que nos ponga en marcha, que nos movilice y active
5ª EL LENGUAJE PERIODÍSTICO / LOS GÉNEROS DE OPINIÓN / LOS GÉNEROS INFORMATIVOS / CLASIFICACIÓN DE LOS GÉNEROS PERIODÍSTICOS



'PODEMOS EN LA ENCRUCIJADA' (CARTA ABIERTA A PABLO IGLESIAS), por Luis Enrique Ibáñez

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"... la sensación no deseada de que Podemos pudiera estar jugando, incluso sin saberlo, el papel de bombero en ese incendio necesario, urgente, de esa revolución que, partiendo del lenguaje claro, primigenio, desnude las tripas de toda esta estafa... y las muestre, y provoque un deseo. Un deseo que no puede, no debe, estar ubicado en la inteligencia, en el carisma, de unas cuantas personas, de una persona"

Imagen de los principales líderes de 'Podemos' en la Asamblea celebrada en Vistalegre, Madrid (europapress.es)

PODEMOS EN LA ENCRUCIJADA

En su artículo 'Época de lobos', Olga Rodríguez afirma "No habrá cambios sin rupturas y sin las escenificaciones de tales rupturas..." Y no puede estar más cargada de razón. El sistema de poder siempre ha mostrado su ancestral habilidad para asimilar los movimientos que aparecen en su contra, incluso osados, para después exhibirlos como parte propia del sistema. En ese proceso, los movimientos nacidos con voluntad emancipadora pierden su energía de cambio radical, y quedan convertidos en adornos transformistas, que no rupturistas, travestidos en guirnaldas luminosas que apuntalan el sistema. Terminan siendo esos enfermeros bondadosos que sin pensar limpian las heridas de un sistema podrido. Le devuelven la vida.

Así ocurrió, por ejemplo, con el joven rock, emblema ahora de la cultura oficial del Imperio. Y así ocurre continuamente con las palabras, con el lenguaje.

Ciertamente, en las estructuras de poder social, político, institucional, se pueden observar las mismas pautas de comportamiento que en la lengua como sistema: aquello que molesta puede ser absorbido y mostrado como producción propia. 

Simultáneamente, ese aquello perderá su capacidad para molestar. La palabra que brota salvaje goza de gran vitalidad y poder transformador. Después, la autoridad se encarga de educarla para que pueda ser admitida en el diccionario, donde, inevitablemente, muere. Hubo un tiempo en que la palabra guay olía a clandestinidad y a aires contestatarios. Ahora, esa palabra ya reside en el Palace, en el diccionario. Ahora, esa palabra es asociada automáticamente con la más estúpida y ñoña publicidad infantil. 

Viene todo esto al miedo a la pesadilla que siempre vuelve, viene a cómo uno se barrunta, se teme, estar a las puertas, otra vez, de un paisaje conocido, de una llanura infinita habitada por todas las esperanzas rotas.

¿Estamos de nuevo ante otra maniobra del sistema para lavarse la cara y perpetuarse y, de paso, apagar el lenguaje nacido en las plazas de España, traducido luego en las mareas y en tantos, y tantos movimientos que, de verdad, están (¿o estaban?) cambiando la consciencia de la ciudadanía? 

Decía Gramsci que la consecuencia más importante que tenían los movimientos revolucionarios podría no residir en los resultados más concretos, sino, tal vez, en el cambio en la conciencia individual de cada ciudadano, en su forma de ver y de estar en el mundo, una consciencia que, sin duda, tendría su recompensa lenta. Y que, sobre todo, mantendría vivo el espíritu que provocó su nacimiento.

Causa desasosiego y temor esa sensación no deseada de que el tándem Pablo Iglesias/Podemos pudiera estar jugando, incluso sin saberlo (espero), el papel de bombero en ese incendio necesario, urgente, de esa revolución que, partiendo del lenguaje claro, primigenio, desnude las tripas de toda esta estafa... y las muestre, y provoque un deseo. Un deseo que no puede, no debe, estar ubicado en la inteligencia, en el carisma, de unas cuantas personas, de una persona.

Sí, sé perfectamente que Podemos ni siquiera pone en duda la estructura fundamental, que habla de un capitalismo reformado, keynesiano, que no predica el cambio absolutamente radical. Pero mucho me temo que quizá ni siquiera aspira a ese transformismo dentro del sistema, que, tal vez, lo mismo deliro, esté hasta pensado como una herramienta más del sistema cuya apariencia de cambio quedará diluida en cuanto sonría allí, dentro del edificio en ruinas, tocando poder.


Tres sombras se ciernen peligrosas sobre el cielo de Pablo Iglesias/Podemos.

1ª La consolidación, parece, de una estructura jerárquica de partido con enorme concentración de poder, en detrimento de esa democracia directa, real y asamblearia que al principio se propugnaba. Dicha estructura queda abrazada, además, al excesivo protagonismo de su líder, a su casi exclusiva presencia y a su excesivo gusto por lo televisivo. Sí, todo forma parte de la estrategia, pero hay algo que me huele mal en esa extraña excitación ante tanta entrevista. 'Plaza, Pueblo y Palabra', te seguimos recordando, José Luis Sampedro.

2ª El debilitamiento, cada vez más notorio, de algunos posicionamientos fundamentales, imprescindibles. Por ejemplo, ahora se habla de "reestructuración de la Deuda", cuando antes lo hacíamos de "negación de la deuda". A lo sumo, de "auditoría de la deuda", para ver qué cantidad de la misma puede ser considerada real, legal. De cualquier modo, sabemos ya, perfectamente, que un gran porcentaje de eso que llaman Deuda es ilegítimo. No es deuda nuestra. Es de otros. Y hay que decir claramente que no se va a pagar.

En relación con lo anterior se encuentra el tema nuclear de toda esta estafa: la relación de los bancos con el Estado. De todos es sabido que la mala gestión de las entidades financieras ha constituido el epicentro de todo este infierno. Y, para que el esperpento fuera absoluto, mientras esos bancos continuaban con sus prácticas asesinas (desahucios criminales, inducción al suicidio), nosotros, los ciudadanos los rescatábamos con miles, y miles, y miles de millones. ¿Vamos a nacionalizar esos bancos, sí, o no? ¿O vamos a seguir haciendo el gilipollas)

Antes de que todo estallara, aquí, en Europa, contemplábamos con criminal pasividad, las actuaciones de instituciones como el FMI en África, América Latina, Asia. Observábamos cómo esos "usureros modernos" esquilmaban los recursos de tantos países a cambio de préstamos imposibles. Les daban lo justo para comer un día, a cambio de que sus recursos (materias primas, gas, agua, etc.) pasaran a manos de multinacionales sin alma. A cambio, también de destrozar su medio ambiente.  Ahora esos lobos ya están aquí, ahora ya nos toca a nosotros. ¿Cuál va a ser nuestra relación con esas mafias? ¿Vamos a seguir siendo sus esclavos, o vamos a cortar ese cordón umbilical que nos está matando? ¿Que eso no se puede hacer? Hay que verlo.

Los anteriores son sólo algunos de entre los diversos temas que últimamente vemos demasiado adelgazados en el discurso de Pablo Iglesias/Podemos. Hay más, como el tema de la "renta básica", que debería ir naturalmente unido al de un ataque abierto, frontal, al de la vergonzante evasión fiscal, con el lógico reforzamiento del cuerpo superior de Técnicos de Hacienda, grupo esencial, tantas veces descabezado. Sí, son muchos temas.

3ª Aunque el fin de semana pasado, Pablo Iglesias sí utilizó la expresión, creo que deliberadamente se está dejando evaporar la fuerza de un significante esencial: "Proceso Constituyente".

Porque sería una necedad llegar al poder para gestionar la res pública con las mismas reglas de juego. La continuidad de esas reglas imposibilitaría de modo absoluto la posibilidad de un cambio real.

Si Pablo Iglesias lograra bajar al sótano y sumarse a esa siniestra timba, tal vez podría dar algo de frescura en ese aire envenenado. Pero si las cartas siguen marcadas, si la baraja es la misma, ocurrirá lo de siempre, que gana la Banca.

El objetivo del Proceso Constituyente no puede quedarse sólo en un posible horizonte deseado. La creación de una nueva Constitución que dispare de verdad una democracia de la ciudadanía es el objetivo, el primero, el único que puede hacer posible que todas las demandas justas, que todos los sueños de realidad democrática, se hagan reales. Por eso, esa expresión, "Proceso Constituyente", debería ir atada con cien nudos a cualquier frase que salga de la boca de Pablo Iglesias/Podemos.

Como dice
Víctor A. Rocafort (Doctor, especializado en 'Teoría Política'), en 'La Carta VII y la fundación de Podemos', "Estamos en una situación de emergencia social, de acuerdo. Son mejores que PP y PSOE. Pero hemos de decirlo claro: sus dirigentes nacionales no están haciendo nueva política". Es cierto, y lo más triste es, continúa Rocafort, que "Estamos ante una oportunidad única de transformación que prácticamente se toca con la punta de los dedos". Perder esa oportunidad constituiría un pecado imperdonable. Porque es mucha, muchísima, la energía de cambio que todavía se respira en la indignación de millones de ciudadanos de este país. 

Demasiada energía, y demasiada ilusión, como para ser desaprovechadas, como para caer, casi sin darnos cuenta, en las mismas inercias que nos han conducido hasta aquí. "El momento es propicio para algo más audaz", remata Rocafort

Tal vez debamos centrar la mirada en las
Plataformas ciudadanas que deseen revertir el Poder, devolvérselo  a los ciudadanos, y hacerlo desde abajo, siempre desde abajo.

Claro que ahora, siguiendo la invitación de nuestra presidenta no votada, Susana Díaz, debemos interrumpir la reflexión. Ha muerto la duquesa de Alba, esa terrateniente venida de otro tiempo, y que cobraba subvenciones por sus tierras sin trabajar, mientras miles de jornaleros pasaban hambre. Dicen los informativos que tan sólo ayer fueron más de 80.000 personas las que pasaron por la capilla ardiente para presentar sus condolencias. Supongo que algunas de esas personas están sin trabajo. Tal vez no tengamos remedio.

Cómo no acordarse de aquellas palabras de Andrés Hurtado, el protagonista de 'El árbol de la ciencia', de Pío Baroja, "Los pueblos como Alcolea están perdidos, porque el egoísmo y el dinero no está repartido equitativamente; no lo tienen más que unos cuantos ricos... El día que cada alcoleano se sienta a sí mismo y diga: “No transijo”, ese día el pueblo marchará hacia adelante... indigna ver a esa gente, que no tiene nada que ganar con la maquinaria social... no les da más que miseria y hambre para la vejez, y que aun así la defienden".

En fin, señores de Podemos, que no volvamos a sufrir la misma amargura que sentimos cuando asistimos al final de la película La isla mínima. Fue un segundo infinito en el que comprobamos que, después de haber caminado kilómetros, nos encontrábamos en el mismo lugar.

Que todo seguía en el mismo puto orden.

Que habíamos sido devorados por el fantasma de una transición que no lo fue.

Si llegáis, gente de Podemos,  ¿volverá a pasar?

Hay que ir a la raíz de todo, eso significa ser radical. Vuestro discurso, por tanto, debe armarse de radicalidad. Si perdéis esta, pensando en favores, o en ganar adeptos por el otro lado, perderéis los que antes teníais por el lado bueno, por el de verdad.

Un saludo.

(Nota: No creo que sea necesario, pero por si acaso alguien quiere situarme al lado de esos altavoces rabiosos que, insultando la inteligencia, ladran contra Podemos, como asustados ante la pérdida de poder, esos voceros de sus amos financieros, quiero recordar que en este mismo lugar, no sólo alabé su irrupción, sino que también denuncié el apagón informativo a que estaba siendo sometido Podemos, antes, y durante la pasada campaña electoral,Lo que no es noticia: "Podemos" no existe para la cadena SER y El País.)






'JUAN MARSÉ, ENTRE EL RESCOLDO DE LA MEMORIA Y EL ASCO DEL PRESENTE', por Carles Geli / 'RETRATO DEL ARTISTA ADOLESCENTE', de James Joyce (traducción de Dámaso Alonso)

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El escritor barcelonés publica la novela 'Noticias felices en aviones de papel'

“... concentro más la escritura: soy cada vez más exigente, no me conformo con la frase que escribo... Me cago en los sueños que vuelan… Soy bastante pesimista con lo que está pasando; mi sueño es acabar una novela que esté bien; y seguro que lo que ya no sueño es en un buen gobierno para este país...

“Me estás hablando de nacionalidad, de soberanía, de lengua, de religión. Pues bien, estas son las redes de las que estoy intentando escapar” 
(Dedalus en el 'Retrato del artista adolescente', de Joyce)

Juan Marsé

JUAN MARSÉ, ENTRE EL RESCOLDO DE LA MEMORIA Y EL ASCO DEL PRESENTE

“Tal vez un primer latido, no consciente, está en la imagen de mi abuelo materno haciéndome aviones de papel con hojas de periódico; pero la primera chispa fue la fotografía de seis adolescentes judíos descalzos y desarrapados, sentados en el bordillo de una acera en el gueto de Varsovia”. Esa instantánea provocó otro latigazo en la memoria de Juan Marsé, de la primera posguerra y de cuando niño: “En la calle Camelias, cerca de donde vivía, había un centro de ayuda social donde daban un vaso de leche gratis a los críos; hasta ahí bajaban chavales de las barracas del monte Carmelo, descalzos, tiñosos, con sarna entre los dedos de las manos, y costra en sus cabezas peladas… Eran unas pandillas temibles, unos golfos, pero eran bien libres y yo les envidiaba eso”.
De esas esquirlas de realidad muy lijadas acaba de nacer Noticias felices en aviones de papel (Lumen), novela breve que ampliará el elenco de imágenes y personajes míticos del autor de Rabos de lagartija (2000): al Jan Julivert (Un día volveré), a Teresa Serrat y El Pijoaparte (Últimas tardes con Teresa) o al Teniente Bravo (que da nombre al libro de relatos) quizá se añada la imagen de la anciana polaca Hana Pawli, exbailarina del Paralelo, judía que huyó del gueto de Varsovia como pareja de un oficial alemán, lanzando desde el balcón aviones de papel (a veces, también, yogures y fruta caducada…) con noticias buenas de periódicos en la Barcelona de los años 80. Y ello ante la mirada de Bruno, el quinceañero del piso de abajo hastiado de que su madre le envíe a ver qué necesita la loca vecina...
La fotografía es la portada de un libro que había de servir de documentación para un capítulo de la novela en la que trabaja Marsé (“ya tengo 100 páginas bastante acabadas de unas 250”) y que “creció”. Podría parecer que el tema de la obra es la imposibilidad de deshacerse de la memoria, leitmotiv querido en su trayectoria (“el puñetero aguijón de nuestra memoria”, escribe), pero no va muy lejos de su catálogo: “El eje es el aprendizaje de la solidaridad y la comprensión en la aventura del conocimiento de un adolescente resentido con el mundo de los adultos, medroso y desconcertado ante el testimonio espectral de un pasado horrible que pervive en la memoria herida de una anciana”, fija Marsé. El libro, con ilustraciones de María Hergueta (“siempre me cuesta esa traslación: ya me ocurría al ver los rostros de los personajes ilustrados de las novelas del oeste que yo imaginaba distintos al leer”) termina con la reproducción de la foto de los niños de Varsovia, en lo que podría parecer esa mezcolanza realidad-ficción tan vigente en la literatura actual. “Ningún libro mío antes llevó una imagen real: pero no creo en esto de la novela de no ficción o la ficción real, no lo veo, no me interesa en absoluto; son modas… La cantidad de hechos reales que puede contener una novela mía solo me interesa a mí; una novela ha de ser un todo: con que sea creíble para el lector es suficiente”.
“Estoy hasta el gorro, saturado; sospecho que la imagen que da España al mundo es para llorar; nuestro politicastro corrupto de cada día salta a los medios, puntual y sonriente"
Le incomoda que la actualidad aparezca en la ficción, pero cuesta no ver en Noticias felices… alguna coz o lamento sobre los días actuales: el “país gritón y malhablado” del que se queja la vieja Pawli (“Señora Pauli” para los vecinos), la gente que no quiere ver la realidad, (“da apuro mirar”, constata la anciana), una visión de cierta miseria, de posguerra alargada que hace pensar en la pobreza de hoy… “El hecho consciente y metódico de buscar engarces entre ayer y hoy no está; lo que dice Pawli está primero en función del personaje; si luego logro que en mis novelas haya resonancias de la realidad, mejor, pero primero está la novela, la ficción; para que la actualidad sea material novelesco en mí necesito que pase mucho tiempo”.
Aunque sí, la situación actual es “muy cansada”. Y aflora en el Marsé ciudadano. “Estoy hasta el gorro, saturado; sospecho que la imagen que da España al mundo es para llorar; nuestro politicastro corrupto de cada día salta a los medios, puntual y sonriente, algunos con una verborrea excusatoria tan burda y risible como insultante; otros envolviéndose en la bandera en la que previamente se han meado, como Jordi Pujol y señora, aunque son ovacionados; es fantástico…”. Pero “lo peor, lo más desvergonzado” dice, cuando se les escucha hablar, “como al presidente de Extremadura, Monago”, es comprobar “hasta qué punto son lerdos, incompetentes, mentirosos y vacuos, de una insolvencia verbal y una imbecilidad ostentosamente insultante… ‘¡Qué un burdo papanatas como este nos haya estafado!’, piensa uno; ¿cómo librarnos de la garrulería y la insidiosa memez de nuestros dirigentes?”.
Si Pawli podría ser un personaje a recordar (“es un poco Frankenstein de mujeres que conocí; por ejemplo, su manera de caminar es la de la portera que había en casa; creo que se refuerza el realismo de un personaje si lo construyes de detalles que hagan pensar al lector”), Marsé también cree que ha asesinado a un personaje con mucho juego en la figura de Raciocinio, el padre de Bruno que, como muchos progenitores de su literatura, va y viene por la vida del hijo. “Es un irresponsable; es un padre que no sabe ni puede ni quiere serlo”. Vive y ha salido de una comuna de hippies de los años 70, con los que Marsé, claro, ironiza, “como cualquier otro movimiento, o creencia o congregación o fe salvadora o como se llame lo que les unía… Aquellos hippies me daban una impresión de ingenuidad, de una bonhomía voluntariosa y perseverante que, sin embargo, no llevaba a nada… “No es ningún referente autobiográfico, si bien no es totalmente inventado”, corre a matizar, quizá pensando en la biografía que ha escrito José María Cuenca sobre él y que podría aparecer a principios del año próximo en Anagrama. “No, no habrá más giros dickensianos”, dice recordando el episodio de su adopción en un taxi. “Detalles sobre mi familia biológica que yo nunca me preocupé en seguir”, cierra.
Con “menos verbosidad”, como ya ocurría en Caligrafía de los sueños, (“concentro más la escritura: soy cada vez más exigente, no me conformo con la frase que escribo”) el joven de Noticias felices…se acaba inventando a su padre, o siendo hijo de sí mismo, otro hilo conductor narrativo del escritor; Bruno rechaza el mundo de los adultos y se niega a alimentar el pasado familiar, lo lamenta. Marsé no está en esa fase: “Nunca se me ocurriría rechazar el pasado; me puede estimular o no, pero el pasado es la materia de la que nos nutrimos: para un escritor, el pasado nunca acaba de pasar”.
Hay un cierto aire mentolado en el abarrotado despacho del terriblemente resfriado Marsé. Entre una navaja considerable, un dibujo de Batman de unos de sus nietos, figuritas de Betty Boop, imágenes anticlericales, su histórica foto en camiseta de tirantes en el taller de joyería, un libro sobre el papel de las mujeres en la novela negra y un papel reproduciendo una cita (“El esmero es la única convicción moral del escritor”), admite el escritor que comenta que por fuerza algunos sueños han volado, de alguna manera como dice Bruno atacando a su padre: “Me cago en los sueños que vuelan…”. Por fuerza. “Soy bastante pesimista con lo que está pasando; mi sueño es acabar una novela que esté bien; y seguro que lo que ya no sueño es en un buen gobierno para este país”. Aparece el “francotirador fronterizo, la posición idónea del escritor” que, dice, es lo único que puede ser quien es más “un simple narrador y no un intelectual que ejerce como tal”. Cataluña-España: ¿Soberanismo, confederación, independencia? “Estoy harto de eso: un servidor no es nacionalista, ni independentista, ni soberanista, ni españolista, ni catalanista, ni baturrista, ni feminista, ni ciclista, ni lampista, ni golfista, ni saxofonista… ¿Queda claro?”. Y ya más literario, se refugia en una variante de la respuesta que ofrece Stephen Dedalus en el Retrato del artista adolescente de Joyce: “Me estás hablando de nacionalidad, de soberanía, de lengua, de religión. Pues bien, estas son las redes de las que estoy intentando escapar”.

(Fuente: El País)

ENTRADAS RELACIONADAS:


("Actualmente los medios de comunicación son tan abrumadores y omnipresentes, se siente uno tan asediado las 24 horas del día por una información tan apremiante, insidiosa y reiterativa, que casi no hay tiempo para la reflexión. La televisión debería contribuir a reconocer y asumir la variedad lingüística del país, y es de suponer que en cierta medida lo hace, pero no parece que nadie se pare a pensar en los contenidos de esa televisión ni en su nefasta influencia cultural y educativa. A riesgo de equivocarme, soy del parecer que más de la mitad de lo que hoy entendemos por cultura popular proviene y se nutre de lo que no merece ser visto ni oído en la televisión. En la lengua que sea")


("... no siento el menor respeto hacia la mayoría de políticos que nos gobiernan... Hace ya mucho tiempo que los envié a todos a hacer puñetas, a unos por falta de coraje, la izquierda, los míos, a otros porque Dios les hizo así de cabrones, me refiero a los de la derecha, los de su Eminencia Reverendísima... ... No soy nacionalista, no comparto ese sentimiento identitario tan ilusionante y montonero. Creo que los de la España eterna y los sufridos de la Cataluña ochocentista-victimista se cuecen en la misma olla podrida")


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'VILLANCICO', por Manuel Vicent / 'LOS MENDIGOS PELEAN POR ESPAÑA', de César Vallejo / 'LES MISERABLES, GAVROCHE´S PARTS. PROPUESTA DE EXAMEN

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"A este supermercado solo pueden acceder los muy adinerados...

para llegar hasta sus cochazos aparcados en tercera fila deberán vadear el bulto de una pordiosera en la acera que tiene un niño Jesús drogado y dormido en su regazo... Sale un dependiente del supermercado, deposita en el suelo unas cajas de comida caducada y la refriega se calma"


VILLANCICO

En este supermercado de lujo suena el villancico Adeste fideles y su melodía resbala sobre baterías de jamones de Jabugo y barricadas de patés, embutidos, mariscos, turrones, vinos y licores, pirámides de frutas importadas de países exóticos, gollerías encajadas como joyas en estuches dorados. A este supermercado solo pueden acceder los muy adinerados, señores con la mandíbula violácea y mujeres muy perfumadas. Los precios son un puro esnobismo y marcan la línea roja infranqueable para una clase media desaparecida. El resto de los mortales no cuenta. Ha nacido el Rey de los ángeles, venid a adorar al Señor, dice el villancico, pero en este establecimiento el único Rey es el jamón de pata negra orlado con guirnaldas de plata. Movidos por la dulce llamada de Belén, los clientes cargan con las bolsas repletas de bienes, la caja registradora los despide con un alegre tintineo y para llegar hasta sus cochazos aparcados en tercera fila deberán vadear el bulto de una pordiosera en la acera que tiene un niño Jesús drogado y dormido en su regazo. En la esquina, una docena de mendigos aguarda la hora alrededor de un cartel con una flecha que indica que ese lugar es el punto de recogida solidario. Cada uno lleva un carrito de la compra cargado de latas, paraguas rotos, antenas, cables, varillas. Sobre estos desechos extraídos de los contenedores de basura un mendigo rumano ha plantado una gran bandera española, que exhibe como un trofeo. Por esa bandera se produce de repente un grave altercado. Un mendigo español ha intentado arrebatársela. No se trata de ningún patriota. Conoce a un chamarilero que le dará un euro por su asta de aluminio. Sale un dependiente del supermercado, deposita en el suelo unas cajas de comida caducada y la refriega se calma.

(Fuente: El País, 23-11-2014)

Los mendigos pelean por España,
mendigando en París, en Roma, en Praga
y refrendando así, con mano gótica, rogante,
los pies de los Apóstoles, en Londres, en Nueva York, en México.
Los pordioseros luchan suplicando infernalmente
a Dios por Santander,
la lid en que ya nadie es derrotado.
Al sufrimiento antiguo
danse encarnízanse en llorar plomo social
al pie del individuo,
y atacan a gemidos, los mendigos.
Ruegos de infantería,
en que el arma ruega del metal para arriba,
y ruega la ira, más acá de la pólvora iracunda.
Tácitos escuadrones que disparan,
con cadencia mortal, su mansedumbre,
desde un umbral, desde sí mismos, ¡ay! desde sí mismos.
Potenciales guerreros
sin calcetines al calzar el trueno,
satánicos, numéricos,
arrastrando sus títulos de fuerza,
migaja al cinto,
fusil doble calibre: sangre y sangre.
¡El poeta saluda al sufrimiento armado
Cesar Vallejo De: “España aparta de mí este cáliz” – 1939  – IV (Publicación póstuma)
Look down and see the  beggars at your feet
Look down and show some merey
if you can

LES MISERABLES, GAVROCHE´S PARTS


PREGUNTAS:
1ª ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS
2ª TEMA. RESUMEN

3ª COMENTARIO CRÍTICO
Preguntas guía para el comentario crítico

1ª ¿Cómo está organizado el texto? (Estructura)
2ª ¿Qué tesis defiende el autor? (Ver Orientaciones para determinar el tema...)
3ª ¿Podrías resumir brevemente el texto con tus propias palabras?
(Las tres primeras preguntas corresponden, evidentemente, a las preguntas de Selectividad, ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS, TEMA Y RESUMEN. A partir de la cuarta pregunta comenzaría -es sólo una propuesta- el COMENTARIO CRÍTICO)
4ª ¿Qué tipo de texto es? Si es un texto literario, ¿a qué momento histórico pertenece, está "encuadrado" en algún movimiento literario?
5ª ¿Es un tema actual? ¿Crees que hay alguna idea "secundaria" importante?
6ª ¿Es un tema polémico?
7ª ¿Es un tema local/universal
8ª ¿Qé argumentos utiliza el autor para defender su tesis?
9ª ¿Es objetivo en sus planteamientos, o es subjetivo?
10ª ¿Cuáles son las “marcas lingüísticas” de su supuesta subjetividad? ¿Cuáles son las expresiones más impactantes, más significativas? Coméntalas.
11ª ¿Es un tema original?
12ª Si no lo es, ¿lo es, al menos su tratamiento, su enfoque?
13ª ¿Cuál es tu opinión?
14ª ¿Qué argumentos añadirías?
15ª ¿Qué argumentos opondrías a los del autor?
16ª ¿Puedes relacionar el texto, su tema principal, con otros textos, noticias… que conozcas?
17ª Teniendo en cuenta la intención del autor, ¿crees que ha sido eficaz? ¿Qué funciones del lenguaje predominan?
18ª ¿Cómo concluyes tu análisis, tu comentario?
4ª LOCALIZAR Y CLASIFICAR LAS PERÍFRASIS VERBALES
5ª EL LENGUAJE PERIODÍSTICO / LOS GÉNEROS DE OPINIÓN / LOS GÉNEROS INFORMATIVOS / CLASIFICACIÓN DE LOS GÉNEROS PERIODÍSTICOS




'ARRANCAR UN VERBO PEGAJOSO', por Alex Grijelmo

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"Las etapas, los congresos, los campeonatos no empiezan o comienzan: arrancan. Las obras, los empeños o los programas no se acometen, se emprenden o se inician: arrancan. Los procesos, las tormentas o los acontecimientos no se desencadenan o se desatan: arrancan. Las ideas no se activan o se impulsan: arrancan.
Y, luego, cuando se trata de arrancar el coche, resulta que lo ponemos en marcha"



ARRANCAR UN VERBO PEGAJOSO

El idioma español dispone de muchos verbos para significar la acción de que algo da comienzo: iniciar, empezar, acometer, principiar, emprender, desatar, despegar, comenzar, desencadenar, activar, impulsar, fundar, irrumpir... Y, sin embargo, se ha extendido como una plaga en los medios informativos la reiteración hasta lo inverosímil del verbo “arrancar”. Así, “arranca el partido”, “arranca la inauguración”, “arranca la campaña electoral”, “arranca el juicio contra Fulano”... Y no hay manera de arrancar ese verbo del vocabulario de locutores y redactores.
Las etapas, los congresos, los campeonatos no empiezan o comienzan: arrancan. Las obras, los empeños o los programas no se acometen, se emprenden o se inician: arrancan. Los procesos, las tormentas o los acontecimientos no se desencadenan o se desatan: arrancan. Las ideas no se activan o se impulsan: arrancan.
Y, luego, cuando se trata de arrancar el coche, resulta que lo ponemos en marcha.
Esta costumbre de algunos periodistas de engancharse a determinadas palabras se va dando por rachas. Unas veces se imanta durante dos o tres años el verbo “apostar” (“el Gobierno apuesta por un cambio de estrategia”, “la empresa apuesta por la continuidad”); después puede reemplazarlo en su obsesiva presencia el verbo “dejar”, sobre todo para casos de catástrofes (“el terremoto dejó cientos de víctimas”, “el huracán dejó muchos destrozos”...), o también “tumbar”, en el uso judicial, político y deportivo (“el Parlamento tumba la iniciativa de la oposición”, “Alemania tumba a Brasil”, “el Constitucional tumbó la ley recurrida”).
Otro tanto ocurrió tiempo atrás con “realizar”, hasta el punto de que lo mismo se realizaba una obra de caridad que se realizaba un asesinato.
Y en el caso de cuanto signifique dar un comienzo a algo, durante años padecimos el abuso del verbo “iniciar”, defendido por muchos periodistas en nombre de su brevedad y por la finura de sus tres íes, que facilita el ajuste de los titulares.
En efecto, la cuadratura de los encabezamientos (una especie de crucigrama que hay que resolver deprisa) se facilita con letras cortas y delgadas, pues no ocupa el mismo espacio una eme (m) que una ele (l). “Iniciar” cobra así ventaja respecto a “comenzar”, gracias a su fisonomía. Esa percutiente presencia informativa, debida al menor peso que da en la báscula, se explicaba con claridad en los diarios impresos y en Internet; no tanto su uso machacón también en la televisión y en la radio.
Y ahora “iniciar” deja paso a “arrancar” en ese papel de abducir los amplios espacios semánticos que dan idea de que algo comienza.
Curiosamente, “arrancar” no se inventó para que equivaliera a “comenzar”, “empezar” o “iniciar”. Su significado primitivo se acercaba a “desbandar”: sacar a alguien de las filas (des-bandar), “separar”; y de ahí luego “desarraigar, extirpar, arrebatar” (Corominas y Pascual).
El Diccionario académico ofrece 11 acepciones de este verbo (sacar de raíz, obtener con fuerza, embestir...) antes de anotar ésta: “Partir de carrera para seguir corriendo”; y a continuación: “Dicho de una máquina, iniciar el funcionamiento”. Y en la acepción 17ª, “empezar a hacer algo de modo inesperado” (“se arrancó a cantar”); en todos estos casos como usos figurados que se iban fosilizando.

Por tanto, arranca una carrera, arranca un motor, arrancamos una raíz. Tales sentidos evocan algo que cambia de estado bruscamente o que entraña incluso cierta violencia, ya sea espiritual, física o sonora. Arranca lo que empieza con ruido (la lavadora), o de forma inesperada (la manada de bisontes que se encamina de pronto hacia el río), o con esfuerzo (el atleta que sale tras el pistoletazo). Sin embargo, el verbo “arrancar” se aplica hoy con frecuencia en los medios informativos a cualquier hecho que comience; sin matices, sin rigor, con descuido. Y así, a veces arranca una procesión, arranca un pase de modelos y hasta arranca un minuto de silencio.
(Fuente: El País, 23-11-2014)
OTROS ARTÍCULOS DEL AUTOR EN ESTE SITIO:
("El idioma nos sirve para comunicarnos, y todas sus herramientas son buenas o malas en función de los interlocutores. Muchos vocablos expresan lo que tanto el emisor como el receptor entienden... “Pifostio” tampoco ha entrado en el nuevo Diccionario, y sin embargo miles de lectores entenderán la oración “se montó un pifostio”... “Jo, tengo la pantalla de la tableta muy dedoseada”)

(Acerca de una palabra amable que, además de ser maltratada, es utilizada para mafiosos cambios semánticos. "... el Consejo de Administración de Telefónica había aprobado una aportación única de 35 millones de euros para el “plan de pensiones” de su presidente... La voz “pensión” nos evoca de ese modo el esfuerzo previo y el pequeño fruto de lo que se logra al ahorrar de a poquito... ahora nos topamos con un nuevo sentido de “pensión”: una pensión rica, tremendamente rica incluso; que se beneficia de la connotación de la palabra pero se parece poco a las circunstancias en que este prestigio se ha forjado")

(Sobre significado y sentido, dos conceptos con los que algunos juegan demasiado bien... cuidado con ellos. "Esa técnica de llevar al lector a entender lo que no se dice (estudiada en la pragmática, una rama de la lingüística) se usa con demasiada frecuencia en la prensa, en el lenguaje político y en el sindical. ¿Se está mintiendo cuando se induce a una conclusión falsa? Como explica Williams, si vemos a un ciego que camina hacia un precipicio y no le advertimos de ello, nosotros no lo matamos; pero ¿qué diferencia hay?")
("... los agentes actúan antes de preguntar y de analizar. Arrojan a la persona inmigrante al otro lado de la linde sin saber si está enferma o exhausta, sin decirle ni buenos días, sin saber si es objeto de persecución política o discriminatoria, si ha caído en una red de trata de personas o si huye de un violador... la lavadora de palabras ya se ha puesto en marcha. El poder y su entorno no hablan de "expulsiones en caliente", sino de que se quiere "adecuar la ley a la práctica" )
(Para la reflexión y el debate. Cuando tratamos el tema de 'El lenguaje periodístico' con nuestros alumnos de Bachillerato, hacemos especial hincapié en la obligación que tienen los distintos medios de comunicación de diferenciar claramente los géneros informativos, por un lado, y los géneros de opinión, por otro. A raíz del falso documental (falsedad aclarada al final del programa) emitido en el famoso programa de Jordi Évole sobre el intento de golpe de estado del 23-F, Alex Grijelmo reflexiona sobre las difusas fronteras que separan información, opinión... y ficción. "El programa de La Sexta se hallaba en su derecho de ofrecer un espectáculo, o una provocación para demostrar lo fácil que resulta engañar a un público. Pero lo estaba haciendo con un formato que los telespectadores habían entendido, hasta ese momento, destinado a contenidos rigurosos, serios, precisos. Un formato de documental")
("Este cibermundo sin jerarquías vivirá mucho tiempo. Por eso convendría responder a su desafío reforzando las estructuras previas del pensamiento de los escolares, de modo que procesen con inteligencia la información desestructurada, tan inadvertida como fenómeno que ni siquiera la calificamos con ese adjetivo. Casi nadie usa una palabra de connotación negativa para algo que ahora se ve tan prestigioso")


("... las palabras tienen su propio inconsciente y, por tanto, se pueden psicoanalizar también... El lenguaje político está repleto del verbo “querer”, pero con la idea dentro de él de hacer, de decidir, de ordenar... si entre el “quiero” de un ciudadano y el logro de su anhelo media un tramo largo, apenas se aprecia distancia psicológica entre estos “quiero” tan repetidos por los poderosos...)

("Los políticos abusan de estas fórmulas, que suelen sonarnos ajenas. Nuestra desconfianza se activa quizás con dos indicios: lo artificioso del vocablo y el hecho de que sólo se pueda pensar en su lado bueno, pues casi nunca tienen un antónimo simétrico... En esto se ha producido una nueva expropiación de la calle, y también de las palabras. Podían haberlo denominado internalización, sin embargo se llamó casting. Ya está todo listo para que algún día ese vocablo pueda funcionar como eufemismo de la censura")
("... resulta curioso que las mismas personas que dicen "catalanes y catalanas", o "españoles y españolas", o "murcianos y murcianas", para que las catalanas, las españolas y las murcianas no queden fuera del discurso, acudan luego a fórmulas como "Cataluña no está de acuerdo", "España piensa tal cosa" o "Murcia prefiere", expresiones con las cuales se silencia a los ciudadanos y ciudadanas que, dentro de esos sujetos colectivos, tienen posiciones divergentes... cualquier catalán puede presumir, si así lo desea, de que en su tradición literaria figuren tanto el Quijote como Tirant lo Blanc, obras ambas que leerá sin problema en la lengua original")
("... una cosa es el sistema de la lengua, que permitiría esa fórmula, y otra el empleo que cada cual decida hacer de ella. Quizás a muchos eso del “natural” les suene poco natural, paradójicamente; pero se les podría replicar que más raro será el derechazo de un zurdo... el genio del idioma lo adapta todo cuando esa actividad se populariza. Entonces los complejos iniciales ante el inglés se desvanecen y ya no hace falta distinguirse con palabras selectivas")
("Un objeto no puede sentirse ofendido. Tampoco una idea. Por mucho que lo intentemos... ¿cómo se pueden regular las ofensas y los ultrajes a España, a la bandera, a las comunidades y, ya puestos, también a los ayuntamientos, las diputaciones, las comarcas, las vegas y los valles? Malamente... Está en marcha una ley que se prevé incluya palabras desviadas de su significado, como “ofender” o “ultrajar”; verbos que tampoco se realizan por sí mismos, sino que necesitan la contribución del complemento que recibe la acción. Y los complementos de esta ley no pueden contribuir a ello porque no son personas")
("... comprobamos a veces que alguien se queda más ancho que largo ante un caso de corrupción tras anunciar que “se van a depurar responsabilidades”. Y cuando un significado se fuerza, cuando no responde a lo que el Diccionario viene diciendo de él, conviene reflexionar al respecto. Sobre todo si la manipulación semántica procede del poder, ya sea político, económico o sindical: cuando viene de los que pontifican ante el micrófono, y no de lo que circula entre el pueblo... esas expresiones hacen luego que algunos se sientan cómodos al proferirlas, porque inconscientemente les sirven de escondrijo... nos gustaría más que ... se propusieran en su lugar “la dimisión de todos los culpables")

("Cristiano Ronaldo no recibe el apelativo de “inmigrante”, sino el de “extranjero”, pese a que técnicamente cumple los requisitos del inmigrante... los hijos de los inmigrantes marroquíes o colombianos de empleos más menestrales tienen reservado otro nombre en las estadísticas y en nuestro imaginario: son “inmigrantes de segunda generación”... ... a menudo les negamos lo más definitivo, lo que va por la vía emocional: las palabras. La palabra español, la palabra igual, la palabra votante, la palabra ciudadano, la palabra vecino, la palabra contribuyente. El término “inmigrante”, hereditario además, las aniquila todas, ocupa sus espacios y, a veces, también arrincona los derechos que se vinculan a ellas")
("La pragmática (una rama de los estudios sobre el lenguaje) estudia el sentido de lo que decimos por encima del significado que tenga cada palabra pronunciada. Abundantes análisis han ido descubriendo y precisando los mecanismos que nos conducen a inferir obligatoriamente aquello que no se ha dicho y que, sin embargo, forma parte de lo que estamos diciendo")
(Alex Grijelmo nos regala un paseo generoso por esa ciencia tan española, la del insulto popular, ciego. "En un hipotético código penal de los insultos, algunos (como “nazi”) deberían acarrear una indemnización severa, y otros sólo una buena multa pagadera en cómodos plazos. Pero todos ellos han de provocar la descalificación simétrica de quien los ha proferido; nunca la de quien los recibe. Así que, por favor, señorías: ya que van a descalificarse ustedes mismos, les sugerimos que insulten con más cuidado.")
("La política y el periodismo abundan en pleonasmos malos. Y queríamos llegar hasta aquí para preguntarnos si la abundancia de pleonasmos no implicará que algunas personas están dejando de creer en la fuerza de muchas palabras y en sus significados redondos... Quienes se expresan así imaginan acaso fisuras en las palabras más sólidas; o quizás esos vocablos se les han desgastado por su desempeño falso y artificial... Dentro de un cuento infantil o dentro de algún que otro programa electoral")

("El episodio da pie a deducir un Cervantes que asume el léxico hermano (también escribe lladres, en vez de ladrones) y que retrata el deseo de entendimiento de la época por encima de diferencias entre catalanes y castellanos o bandoleros y caballeros... ... Pistoletes o pedreñales, galgos o podencos, amigo Sancho, son poco más que palabras, sí. Pero con palabras creamos la amistad y la convivencia, y a veces las palabras son en sí mismas hechos que hablan")

(“Auditoría”, “evolución”, “sostenible”, ”crecimiento”, ”racionalizar”, “transparencia”… son vocablos de prestigio... palabras de prestigio se impregnan de respeto y bendicen todo cuanto tocan, pues llevan dentro connotaciones positivas, objetivas, ajenas al debate. Y que a veces nos engañan... ... El discurso político regala vocablos como estos, que endulzan la frase... valdrá la pena fijarse bien en todas las palabras que haya alrededor")
(Una lección de gramática para hacer una crítica al, con tanta frecuencia, falaz lenguaje de los políticos. "Los políticos (por acá y por acullá) abusan de la ambigüedad y de los conceptos amplios: “Futuro”, “libertad”, “institucionalización”... Es el lenguaje que le sirve al poder, no el que le sirve a la gente. Y cuando ellos se expresan así, los demás tenemos derecho a decidir que preferimos sustantivos precisos y verbos con todos sus complementos")

(Por eso son tan importantes los matices que, en nuestro idioma, las formas verbales nos regalan. Son inmensas las posibilidades que, por ejemplo, la coexistencia del pretérito perfecto simple, el pretérito imperfecto y el pretérito perfecto compuesto, pongamos, abren para nuestra expresividad... y también para la manipulación. Qué razón tiene el autor, porque ¿cuánto duró tu error, amiguete? 
"Esa elección (“en dos palabras”) de la forma “me equivoqué”, cuyo tiempo verbal (pretérito perfecto simple) presenta además la acción como terminada hace mucho, modifica nuestra percepción subliminal de lo ocurrido. Al ser expresada de ese modo, se reducen los daños al momento en que una persona decide apoyar a otra porque confía en ella. Y se diluye la circunstancia de que el nombrado defraudó una y otra vez esa confianza, y no de repente ni de forma inopinada, sino martilleando...")

("Dentro de la misma maniobra, la expresión “rueda de prensa” se va arrinconando para dejar paso a esta “comparecencia” voluntaria. El compareciente, además, suele explicarse de pie, con tribuna o atril, en posición superior. No con la cabeza a similar o inferior altura como sucedería en el juzgado. Para eso es un alto cargo, para estar en alto")

("La verdad jurídica de las palabras difiere a veces de su verdad semántica y etimológica, y de cómo las entiende la sociedad. Eso suele generar disgusto y derivar en controversia; pero, sobre todo, alienta la desconfianza.... generalmente el sentido de las palabras coincide con el sentido común")



("El problema sobreviene cuando alguien se topa con un lenguaje vulgar en un ámbito donde esperaba un léxico esmerado, o, por el contrario, cuando quien está diciendo algo suelta unas cuantas frases pedantes que no casan con el ambiente de desenfreno y cachondeo que le envuelve")


("Las oraciones adversativas y las concesivas muestran a veces nuestro subconsciente: Alguna vez habremos oído: “Es un restaurante marroquí, pero muy bueno”, o algo similar. Y ahí la conjunción “pero” delata el pensamiento estropeado.... en algunas ocasiones los periodistas transferimos nuestros prejuicios junto con la información que difundimos.")


("... La austeridad consiste ahora en que las medicinas se conviertan para muchos en un lujo... en que llegar a fin de mes constituya todo un alarde. Austeridad es que a alguien lo echen de su casa y que por tanto recorte sus gastos en calefacción y en electricidad.")


("Tal vez la calidad de la vida pública se pueda medir contabilizando el léxico circulante (cabría componer un índice con el aumento de eufemismos, la abundancia de archisílabos o la profusión de tecnicismos oscuros); pero también la calidad de los periódicos tendrá algo que ver con el número de rumores que publiquen.") 




Dos fragmentos de 'ANATOMÍA POÉTICA', de J.M. Caballero Bonald, seleccionados por Juan Carlos Rodríguez

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"Me indigna la hipocresía, el cinismo generalizado, la inmoralidad de los manejos financieros, los abusos de poder, las mentiras sistemáticas"

"... El atributo que mejor define a estos personajes quizá sea el de haber contribuido notablemente a la proliferación del ya nutrido censo de mediocres encumbrados"


ADULADORES SIN PALIATIVOS

"Es juicio normalmente aceptado que el mucho incienso espanta al feligrés. Los únicos que parecen desdeñar semejante evidencia, si se descarta sectarios y animadores a sueldo, son los que ejercen de continuo la acreditada tarea de glorificar imbéciles. Estos personajes acaban siendo más numerosos de lo que a primera vista pudiera pensarse y aparecen indistintamente distribuidos en cuantiosos centros urbanos: ministerios, casinos, hemiciclos, canchas académicas y demás agrupaciones gremiales englobadas bajo el eventual epígrafe de sociedad. Lucen una tez del color de la púrpura de alta gama y propenden a atisbar los salones por detrás de esos tapices que narran historias egregias, normalmente referidas a la últimas casas reinantes y a la exaltación de papanatas. Apegados a las lámparas votivas, las catapultas, los baberos y, por supuesto, a los gritos de rigor, suelen deslizarse sin apenas ser notados por los más eximios reductos de la prosopopeya nacional. No practican el trato con subalternos.


Los nombres de estos aduladores sin paliativos varían de acuerdo con las condiciones del terreno y las predicciones meteorológicas Ya se llamen lisonjeros, pelotilleros, halagadores, limpiapeanas, o bien carezcan de apelativo concreto, todos presentan un tejido adiposo sumamente fláccido, a manera de apéndice colgante, del que gotea en ocasiones de mucho embeleco una especie de unto parecido al barniz oratorio. No todos, pero un buen número de estos individuos han desarrollado una mano diestra en forma de abanico, muy eficiente para aliviar sofocos ajenos y cuya especialización remite al mismo proceso evolutivo que ha vuelto prensil la lengua del camaleón, Tampoco faltan aduladores que han sabido incorporar al azogue de los espejos una emulsión jabonosa destinada a la higiene mental de los egos más remisos.

El atributo que mejor define a estos personajes quizá sea el de haber contribuido notablemente a la proliferación del ya nutrido censo de mediocres encumbrados. En esta operación han llegado a adquirir una pericia realmente demoledora: los mediocres encumbrados forman ya una onerosa multitud de eminencias grises. A veces, los aduladores más conspicuos trabajan en encrucijadas difíciles o en anfiteatros abarrotados y esperan el paso del investido de poderes para aplicarle ese ventajoso parabién consistente en un amasijo de encomios, floreos y loores cuya densidad evoca a la cataplasma. No reciben por ello gratificación alguna, ni siquiera en especie, pero se reconfortan de modo lapidario con la insatisfacción del deber cumplido."

CULPABLES EN VÍAS DE EXPANSIÓN

"Los análisis psicotrópicos relativos a la delincuencia no suelen ser demasiado rigurosos. O no lo han sido hasta ahora en un país dominado por los azotes inmemoriales de la sevicia. La tribu de los delincuentes es nutrida y de varia lección: malhechores, truhanes, trotaconventos, rateros, atracadores, falsarios. Reos de ellos mismos, actúan en la irrestricta frontera del consentimiento universal y merecen ser tratados de inmunes en no pocos estrados del fanatismo. Proliferan los casos de delincuentes adheridos al indulto perenne y, tal vez en menor escala, de presuntos culpables a perpetuidad. Tampoco son escasos aquellos que proceden del infortunio histórico del franquismo y han sobrevivido a innúmeras recogidas de basuras y organigramas de intrincada superchería. Se adhieren preferentemente al orden establecido y a las visitas pastorales. A ninguno de ellos se le ha ocurrido nunca desestimar el prestigio social del indulto."

Ilustración de José Luis Fajardo para el libro 'Anatomia Poeticá,' de Caballero Bonald. (EL PAÍS)

“Anatomía poética” es el primer libro publicado por la editorial española Círculo de Tiza que une los versos del reconocido poeta José Manuel Caballero Bonald (Jerez, Cádiz, 1926), con la pintura de José Luis Fajardo (La Laguna, Tenerife, 1941). 
Se trata de una propuesta que busca unir estas dos artes para proponer una crítica lúcida sobre lo que ocurre a nuestro alrededor. Según Caballero Bonald, la idea es plasmar críticamente aquello que más le indigna, es decir,"la hipocresía, el cinismo generalizado, la inmoralidad de los manejos financieros, los abusos de poder, las mentiras sistemáticas", declaró el poeta jerezano a Efe.  

MÁS DE CABALLERO BONALD EN ESTE SITIO:

CABALLERO BONALD, EL ESCRITOR QUE SIEMPRE HA SIDO PELEÓN (encuentro con Juan Cruz)
("... estamos en un momento peor si cabe; la gente ya no cree en nada ni en nadie, hay mucho gregario y mucho sumiso, los corruptos se alían con los corruptos, las ideologías se fueron al carajo, los políticos andan todo el día diciendo cosas que ellos mismos saben que son mentira. Ya solo sobreviven las manipulaciones del poder financiero... Ganas de salir de estos atolladeros dando la cara”)


TEMPUS FUGIT: 'THIS IS THE DAY', MAT JOHNSON / MANIC STREET PREACHERS

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El otro día hablábamos en clase de los tópicos literarios, del 'Ubi sunt', de cómo el tiempo pasa, tempus fugit... Es el espejismo de la mentalidad adulta que, cuando se pone flojona, siempre tiende a la tristeza...

"Hoy no te has levantado, porque ayer no llegaste a acostarte... sonríes pensando en cuánto has cambiado, crees que ni siquiera todo el dinero del mundo podría devolverte aquellos días... Todo el mundo te dice que eres afortunado, pero ellos no ven tu otra cara, esa que muestras cuando estás a solas con tus recuerdos... este es el día que tu vida cambiará"


El otro día hablábamos en clase de los tópicos literarios, del 'Ubi sunt', de cómo el tiempo pasa, tempus fugit, demasiado rápido, demasiado veloz, de cómo la melancolía puede convertirse en una inquilina molesta, siembre hablando de todos esos recuerdos que arañan nuestra estabilidad, que nos acercan al miedo de seguir pasando, como los días del calendario, como si nos estuviéramos yendo y no lo pudiéramos evitar. 

Menos mal que dejamos para el final el comentario sobre la necesidad de carpe diem y entonces decidimos que sí, que si el tiempo pasa tan rápido y orgulloso delante de nuestras narices, lo oportuno, lo justo, será atrapar todos los momentos felices que siempre están ahí, anunciándose, escondidos, pero esperando que hablemos con ellos. Pues eso.

El tema compuesto por Mat Johnson (The The) habla de ese tiempo fugaz, de ese echar de menos tantas cosas,  del inevitable duende cabroncete que nos habla al oído, de noche, y nos empuja a pensar que hemos ido perdiendo todo lo que, además de ser nuestro, era alegre, era de verdad. Es el espejismo de la mentalidad adulta que, cuando se pone flojona, siempre tiende a la tristeza.

Y también el texto de Mat Johnson, igual que nosotros hicimos en clase, da un giro al final y nos dice que cada día está por construirse, que este es día, descorre las cortinas, mira ese avión surcando el cielo azul, este es el día en que tu vida cambiará.

La festiva versión que Manic Street Preachers hace del mismo tema quiere confirmar la vuelta de la sonrisa, la victoria sobre los recuerdos, el triunfo del día, de este, de ninguno más.

(Luis Enrique Ibáñez)



LETRA:

You didn't wake up this morning cause you didn't go to bed.
You were watching the whites of your eyes turn red.
The calendar on your wall is ticking the days off.
You've been reading some old letters,
You smile and you think how much you've changed,
And all the money in the world couldn't bring back those days.

You pull back the curtains, and the sun burns into your eyes,
You watch a plane flying, across a clear blue sky.
This is the day your life will surely change.
This is the day when things fall into place.

You could've done anything, if you'd wanted
And all your friends and family think that you're lucky,
But the side of you they'll never see
Is when you're left alone with the memories
That hold your life together, together like glue.

You pull back the curtains, and the sun burns into your eyes,
You watch a plane flying, across a clear blue sky.
This is the day your life will surely change.
This is the day when things fall into place.
This is the day your life will surely change.
This is the day when things fall into place.
This is the day,
This is the day.




TAMBIÉN DE MAT JOHNSON EN ESTE SITIO:


("Mineros, obreros, en la calle, golpes, mensajes medievales... un giro político social que ahora se está consumando, como terminando el trabajo... And our youth, oh youth, are being seduced by the greedy hands of politics and half truths... The beaten generation, the beaten generation Open your eyes, open your imagination...")



("All the bankers gettin sweaty, beneath their white collars... 

Esta es la tierra donde los pensionistas son violados...")


(Envuelto en una melodía angelical, Mat Johnson nos regala este cuento de terror para explicarnos, volviendo al pasado, cómo es el presente duro que masticamos sin digerir. La dulce ironía de lo siniestro, la tragedia vestida de belleza y anunciando la perfección del infierno...  'PERFECT'"... la gente, por ahí, con ojos que no ven, buscando algo que no existe")


INFECTED
("Nos han cebado con información inútil... 

I've been deformed by emotional scars... Another year older & what have I done - 

My aspirations have shriveled in the sun... I

'm crippled by guilt, blinded by science - 
 
I've been waiting for tomorrow - all of my life.... My mind has been polluted & my energy diluted)







ESCLARECER EL TOREO (I), por Santi Ortiz

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"... el toreo es un espectáculo tan único, tan distinto a todo lo demás, que se resiste a ser encorsetado en cualquier cuadrícula previamente establecida, sea ésta la que fuere. Por exceso o por defecto, a ninguna se acomoda. Siempre le sobra o le falta algo. Y se me ocurre que, tal vez el fallo esté en tratar de integrarlo en algo distinto a lo que él es, cuando lo procedente sería reconocer su radical singularidad"

Fresco del palacio de Cnosos, Creta

ESCLARECER EL TOREO (I)

     Una vez justificada la naturaleza cultural de la Tauromaquia en el artículo anterior, y siguiendo el consejo de Ortega y Gasset, acometamos la empresa de tratar de esclarecer el toreo. ¿Qué es el toreo? ¿En qué categoría habríamos de encuadrarlo dentro de la cultura?... No es tarea nada fácil despejar estas incógnitas. Si huimos apresuradamente de los tópicos, si nos salimos del “lo más bonito del mundo”, de los taurófilos, y del “salvajismo y tortura”, de los taurófobos –juicios de valor que ningún conocimiento arrojan sobre ese espectáculo extraño, complejo fascinante y único–, desentrañar las claves definidoras de su naturaleza requiere un esfuerzo intelectual que hace parecer ridículos tanto el panegírico del aficionado, como la insultante descalificación del antitaurino.

     Antes de ponernos manos a la obra, sería conveniente resaltar que vamos a ceñirnos a hablar de la corrida, del espectáculo taurino, que es como atender sólo a la punta visible de un iceberg, puesto que el toreo es un mundo mucho más vasto y amplio que abarca desde las dehesas donde se crían y seleccionan las reses bravas hasta los cafés, peñas, bares y barberías donde se reúnen los aficionados y profesionales para conversar, discutir o estar al tanto de lo que ocurre en el mundillo taurino.

     De momento, rompamos el fuego diciendo que el toreo es una actividad que pone en relación a un hombre con un toro de lidia. Esa relación es de enfrentamiento; luego, en principio, el toreo es un enfrentamiento entre dos individuos de dos especies diferentes, lo que excluye la igualdad de nivel vital entre ambos. Esta desigualdad hay que subrayarla, pues, en contra de la pretendida igualdad animal tan cacareada por el animalismo, existe una jerarquía vital entre las distintas especies, máxime en este caso, cuando la humana es la única dotada de inteligencia abstracta, lo que supone un tremendo salto cualitativo en el discurrir de la evolución. El hombre, con su inteligencia, es vitalmente superior al toro. Esto no impide, como de hecho ocurre, que el toro supere al hombre en ciertas dotes; por ejemplo, que sea incomparablemente más fuerte y potente y con una agresividad muy superior. Tanto que, en una lucha cuerpo a cuerpo, el hombre nada tendría que hacer frente a un simple novillo de dos años.

     Esta superioridad del hombre –del torero– sobre el toro no puede ser absoluta si ha de haber toreo. La inteligencia ha de ponerse coto a sí misma para que la desigualdad no se dispare y el animal tenga su chance. La propia evolución del toreo ilustra cómo el torero ha ido acumulando hándicaps, buscando conceder ventajas al toro para nivelar las desigualdades de partida. No hace esto el torero por un espíritu caballeroso o por pura gentileza, aunque lo acepte y proponga con plena voluntad; lo hace por exigencias del toreo. Porque si no lo hiciera, si no limitara su poder destructor y su superioridad, no sólo aniquilaría a las reses, sino que, de paso, destruiría al toreo mismo. En el toreo hay pues una espontánea renuncia del torero a la supremacía de su humanidad. He aquí uno de los principios que rigen la ética taurina, cuyo trasfondo no es otro que el deber que asume el torero de poder perder la vida, como condición inexcusable para tener derecho a matar al animal (De la muerte del toro ya hablaremos próximamente). 

     Urge aclarar que estas concesiones que el torero concede no responden a ningún espíritu deportivo. El toreo no es un deporte, aunque, como éste, exija al hombre que lo practica un duro entrenamiento físico. Y no lo es, porque no pretende partir de una igualdad que ofrezca la misma probabilidad de ganar la lid a los dos contendientes, como si fueran dos equipos de fútbol enfrentados en un partido o dos púgiles cruzando sus guantes. En el toreo se parte de la base que es el toro y sólo el toro el que debe morir, aunque para ello, como hemos señalado, el torero arrostre obligatoriamente el peligro de perder su vida en el empeño.

     Aprovechemos este merodeo, que nos permite acotar algo nuestro objetivo señalando lo que el toreo no es, y estrechemos el cerco afirmando que el toreo tampoco es caza. En ésta, la relación entre el hombre y el animal es totalmente asimétrica. El hombre es el agente y la pieza a cobrar el paciente; uno es el cazador y el otro el cazado. Porque si el cazado fuese simultáneamente también cazador, no habría caza, sino un combate, ya que la lucha es una acción recíproca. Si la pieza a cobrar luchase normalmente con el cazador al punto de definir su relación por ese pugilato, no habría cacería, sino un fenómeno radicalmente distinto. 

     De ahí que torear no es cazar. Ni el torero se plantea cazar al toro ni éste, al embestir, lo hace con intención cinegética. En la caza, el cazador pretende apoderarse de la pieza a cobrar; en el toreo, el torero no pretende apoderarse del toro ni el toro del torero; antes al contrario, cuando el toro le embiste lo hace con la intención de aniquilarlo, suprimirlo, quitárselo de en medio, borrarlo de su presencia; de ahí que, si lo coge y lo cornea a placer y tiene la impresión de haber acabado con él, lo deje donde está, lo abandone y pase a ocuparse de otros menesteres. 

     ¿Nos permite lo dicho definir el toreo como una lucha? Me temo que tampoco. Algo de lucha tiene, no cabe duda; pero es una lucha tan peculiar, tan sui generis, que, a la postre, acaba por no serlo. Lucha sin paliativos es la que podía enfrentar en el circo romano al bestiario pertrechado de red y tridente con el leopardo o la pantera. Ahí la finalidad de ambos radicaba en dar muerte al contrincante y no ser muerto. Toda la estrategia de ambos estaba focalizada en ese objetivo: matar antes de ser matado. Y no mediaba regla alguna para lograrlo.

     El enfrentamiento –prefiero llamarlo así y no lucha o combate– que se establece entre el torero y el toro no es de esa índole. No es un ataque recíproco. El toro ataca al torero; pero no puede decirse que el torero ataque propiamente al toro, salvo en el momento de ejecutar la estocada. Lo que le interesa al diestro no es suprimir al toro matándolo. Eso es tan sólo el previsto e insoslayable colofón a todo lo que ha ocurrido antes. Y todo eso que ha acontecido antes entre el torero y el toro, a diferencia de la lucha en el circo romano, está lleno de reglas, de preceptos, que, lejos de perseguir la eliminación física del animal, tratan de buscar dos logros: por un lado, establecer a priori un orden espaciotemporal en el teatro de operaciones –el ruedo–, que neutralice el caos que el toro, con su agresividad y violencia, trae consigo; por otro, atañendo a la forma de relacionarse el torero con el toro, hacer aflorar la emoción por medio del deleite estético o por la sublime bizarría del riesgo asumido por el hombre.

     ¿Y qué busca el torero con el toro?... Torearle; esto es: engañarlo sin mentirle, burlarlo sin perderle el respeto –y no crea el lector que, al decir esto, estoy haciendo un ejercicio de retórica; es que el toreo es así de sutil, de fugitivo, de vaporoso, de etéreo–, crear belleza con él, exteriorizar lo que lleva por dentro: algo que podríamos denominar sueño, deseo, vocación o sentimiento. Simultáneamente, y a ser posible sin que se note, también se persigue dominarlo, doblegar su potencia, lograr que se sienta vencido, que se entregue a la voluntad creadora del hombre y se convierta en un fiel colaborador, para poder lograr ese deleite estético del que antes hablábamos.

     Hagamos un alto y pasemos revista a lo que hemos conseguido hasta ahora en nuestro esfuerzo por esclarecer el toreo. Hemos concluido que es una relación de enfrentamiento entre un hombre y un toro de lidia; que no es un deporte, porque en un aspecto el resultado final está fijado de antemano: la muerte del toro; que no es caza, pues ningún ánimo venatorio asiste a los protagonistas, y que no es propiamente una lucha, aunque la lidia tenga algo de combate y eso sea para el toro. 

     ¿Podíamos identificarlo con un rito? Si tomamos el término en su acepción de conjunto de normas prescritas para la realización de un determinado culto, o de acto repetido de manera invariable que se respeta como religiosamente, no cabe duda de que el toreo responde a tal categoría, pues no existe un espectáculo en el mundo tan ritualizado como éste. Desde el toque de clarín, el ordenamiento y lugar que cada lidiador ocupa en el paseíllo y posteriormente en el ruedo, el vestido que llevan, la secuencia inmutable de la lidia…, hasta el código de colores que el presidente de la corrida luce en sus pañuelos, todo en la corrida es un ritual que se repite toro a toro y tarde a tarde cada día de corrida. Nada en el toreo es gratuito. Todo tiene su sentido y su razón de ser. El único azar o improvisación es el que el toro lleva en su comportamiento, lo que hace de cada lidia un acontecimiento distinto y garantiza que ninguna corrida –resulte buena, mala, tediosa o apasionante– sea igual a otra.

     Como todo este ritual gira en torno a la inmolación pública del toro, ¿podríamos definir el toreo como un rito sacrificial?... Tampoco del todo, puesto que rito e inmolación, hay; pero, ¿hay sacrificio? Para ello deberían darse dos preceptos que el toreo no cumple: un dios al que ofrendar la muerte del toro y la pasividad de éste. El primero no se cumple porque no existe tal divinidad. Y el segundo tampoco, porque el toro muere luchando, no está pasivamente jugando su papel de víctima, como el sacrificio prescribe. 

     Sin embargo, podríamos proponer un par de modificaciones que obviaran estas dificultades. Por un lado, sustituir al dios por otro ente que fuera el beneficiario de la ofrenda, y por otro, cambiar el objeto del sacrificio. Si eliminamos al dios, tendríamos entonces un rito sacrificial profano o, mejor aún, ateo. En cuanto al segundo cambio, lo efectuaríamos aprovechando que la lidia del toro muestra en su liturgia y en el ideal que persigue una notable similitud al sacrificio de ofrenda cuando éste, en su evolución histórica –como señala Ernst Cassirer–, deja de restringirse unilateralmente al contenido de la misma y se concentra en la forma de dar, de ofrecer –lo que en la lidia equivaldría a la forma de realizar el toreo–, considerando que ahí se ubica la parte medular del sacrificio. De ese modo, más que la vida de la res, lo que se ofrenda es la interioridad del hombre, del torero, que aparece como única ofrenda valiosa y significativa. 

     ¿Quién sería, en este caso, el receptor de dicha ofrenda? Podría ser el público: el conjunto de seres humanos para el que torean los toreros. Se me podrá advertir que algunos diestros torean para sí; mas ello no empece lo dicho, porque, en cualquier caso, los toreros actúan ante el público para que éste los vea; es más, las personas que lo componen han abandonado su ocio o sus ocupaciones y se han dirigido a la plaza sólo con ese fin: verlos torear. No obstante, esa elección chirría por cuanto nunca el sacrificio va ofrecido a los fieles y en este caso el público encarnaría tal papel. En realidad, sería para el Arte, para ese ideal de belleza que el torero como artista busca, el receptor final de su toreo, puesto que en su fuero interno e independientemente de lo que el público valore, el torero ofrenda su toreo a esa finalidad.

     Rito sacrificial ateo donde la inmolación del toro no es lo ofrendado, sino la interioridad espiritual del torero, elevada a la sagrada idea del Arte, ¿eso es el toreo?... Sinceramente, no estoy muy convencido, porque no sé hasta qué punto estamos forzando las cosas tratando de conseguir ese esclarecimiento que no me acaba de llegar. Cuando comencé esta serie de artículos, me propuse escribirlos con absoluta sinceridad y ahora me veo en riesgo de dejarme llevar por conjeturas que me aparten de la senda emprendida. No voy a hacerlo. 

     Sin embargo, lo que sí tengo claro después de este esfuerzo es que el toreo es un espectáculo tan único, tan distinto a todo lo demás, que se resiste a ser encorsetado en cualquier cuadrícula previamente establecida, sea ésta la que fuere. Por exceso o por defecto, a ninguna se acomoda. Siempre le sobra o le falta algo. Y se me ocurre que, tal vez el fallo esté en tratar de integrarlo en algo distinto a lo que él es, cuando lo procedente sería reconocer su radical singularidad y crear una nueva clase con ella. Estoy proponiendo algo similar a lo que les ocurrió a los griegos con el número π, que no encontraba acomodo en ningún conjunto de los números conocidos hasta entonces (naturales, enteros y racionales) y hubo que crear una nueva clase –la de los números irracionales– para ubicarle.

     El toreo es… ¡toreo! No obstante, nadie piense que estamos igual que al principio y todo esto no ha valido de nada. Concluir que el toreo no pertenece a las categorías existentes y que hemos de incardinarlo en otra para él exclusiva, no es nada baladí. Antes al contrario, es una muestra de lo incomparable y sin par que es este rito único y extraordinario: otra razón más para luchar por la conservación de este raro espécimen cultural, al que no podemos permitirnos el lujo de perder.

     Llegamos al final, pero no hemos acabado. Queda una pregunta por responder y muchos aspectos que analizar. A ello dedicaré los siguientes artículos.


ARTÍCULOS ANTERIORES:

EL TOREO SÍ ES CULTURA

("Defensora del toro de lidia, de la ecología y de una manera humanista de concebir el mundo, la cultura taurina debería ser defendida por quienes la atacan al tiempo que se posicionan en contra del pensamiento único de la globalización. Estar a la vez en contra del toreo y a favor de la biodiversidad cultural de los pueblos, es caer en flagrante contradicción")



("... mientras que la agresividad del toro es un concepto biológico regido por la selección natural, la bravura es un concepto taurómaco determinado por la selección cultural aplicada por los ganaderos...es la bravura el rasgo diferenciador –transmitido genéticamente– cuya funcionalidad permite calificar al bovino de lidia como raza")

TOROS Y TAUROMAQUIA: UN DESTINO COMÚN

("El destino del toro de lidia va indisolublemente ligado a la suerte que corra la Tauromaquia. Todo lo que se diga en contra de esta aseveración son ganas de negar la evidencia buscando soslayar una de las contradicciones más incómodas con que tienen que vérselas los abolicionistas del toreo: poner al toro que dicen defender en peligro de extinción")
 






'FRIKISMO', por Rosa Montero. PROPUESTA DE EXAMEN (según PAU)

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Recordad que ayer en clase estuvimos trabajando sobre las 10 estrategias de manipulación mediática, establecidas por Noam Chomsky, y que la primera era "la estrategia de la distracción". 


"los medios hablan hasta el hastío de él como si fuera un tema serio. No sé, a mí me parecen serias otras cosas, como, por ejemplo, que España sea el segundo país de los 28 de la UE con mayor tasa de pobreza infantil (un 30%, sólo nos supera RumanIa). No sé si morirme de pena o de risa"


FRIKISMO

Me agota la intensidad de este país. España es una total anomalía. A lo largo de mi existencia he tenido que apechugar, como tantos de mis coetáneos, con una dictadura; con las luces y los soponcios de la Transición, que fueron de órdago (anónimos amenazantes, avisos o estallidos de bombas, matanza de Atocha..); con un golpe de Estado; con la feroz sangría y el terror que imponía ETA (llegó a asesinar a casi 100 personas al año); con la desolación de las torturas y los crímenes perpetrados por el GAL; con el paroxismo de fractura social que se derivó del atentado del 11-M; con el brutal, agónico empobrecimiento que ha traído la crisis; con el inaudito nivel de corrupción y mangoneo; con un secesionismo catalanista y un inmovilismo españolista que a mí me parecen de opereta… Qué ganas de ser suiza, por ejemplo, y hartarme de normalidad hasta aburrirme.
Y ahora, como guinda del pastel, el pequeño Nicolás. Nos lo merecemos. Puesto que somos un país tan anómalo, una nación tan friki, lo suyo es que el frikismo estalle en esta apoteosis nicolasiana. Supongo que hubo quien metió la pata y lo apadrinó a modo de mascota; pero lo que más pavor da es que alguien (desde los políticos que lo trataron a los ciudadanos) se haya podido creer el delirante relato de este chico: estamos tan acostumbrados a que la realidad nacional sea estrafalaria que ya nos tragamos cualquier cosa. Para más bochorno, ahora lo hemos convertido en el personaje de moda: los medios hablan hasta el hastío de él como si fuera un tema serio. No sé, a mí me parecen serias otras cosas, como, por ejemplo, que España sea el segundo país de los 28 de la UE con mayor tasa de pobreza infantil (un 30%, sólo nos supera RumanIa). No sé si morirme de pena o de risa.
(Fuente: El País, 25-11-2014)
PREGUNTAS:
1ª ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS
2ª TEMA. RESUMEN

3ª COMENTARIO CRÍTICO
Preguntas guía para el comentario crítico

1ª ¿Cómo está organizado el texto? (Estructura)
2ª ¿Qué tesis defiende el autor? (Ver Orientaciones para determinar el tema...)
3ª ¿Podrías resumir brevemente el texto con tus propias palabras?
(Las tres primeras preguntas corresponden, evidentemente, a las preguntas de Selectividad, ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS, TEMA Y RESUMEN. A partir de la cuarta pregunta comenzaría -es sólo una propuesta- el COMENTARIO CRÍTICO)
4ª ¿Qué tipo de texto es? Si es un texto literario, ¿a qué momento histórico pertenece, está "encuadrado" en algún movimiento literario?
5ª ¿Es un tema actual? ¿Crees que hay alguna idea "secundaria" importante?
6ª ¿Es un tema polémico?
7ª ¿Es un tema local/universal
8ª ¿Qé argumentos utiliza el autor para defender su tesis?
9ª ¿Es objetivo en sus planteamientos, o es subjetivo?
10ª ¿Cuáles son las “marcas lingüísticas” de su supuesta subjetividad? ¿Cuáles son las expresiones más impactantes, más significativas? Coméntalas.
11ª ¿Es un tema original?
12ª Si no lo es, ¿lo es, al menos su tratamiento, su enfoque?
13ª ¿Cuál es tu opinión?
14ª ¿Qué argumentos añadirías?
15ª ¿Qué argumentos opondrías a los del autor?
16ª ¿Puedes relacionar el texto, su tema principal, con otros textos, noticias… que conozcas?
("... un chico de veinte años consiguió acceder a la élite político y económica del país, haciéndose pasar por asesor de vicepresidencia y colaborador de diferentes organismos para presuntamente sacar provecho mediante tráfico de influencias... Dany, de 22 años... tras saltar la valla de Melilla y caer en territorio español, fue golpeado y devuelto a Marruecos mientras estaba inconsciente... También ellos reflejan la sociedad de donde vienen: desesperada, enfurecida y frustrada")
17ª Teniendo en cuenta la intención del autor, ¿crees que ha sido eficaz? ¿Qué funciones del lenguaje predominan?
18ª ¿Cómo concluyes tu análisis, tu comentario?
4ª ANÁLISIS SINTÁCTICO:
Puesto que somos un país tan anómalo, una nación tan friki, lo suyo es que el frikismo estalle en esta apoteosis nicolasiana
5ª EL LENGUAJE PERIODÍSTICO / LOS GÉNEROS DE OPINIÓN / LOS GÉNEROS INFORMATIVOS / CLASIFICACIÓN DE LOS GÉNEROS PERIODÍSTICOS




'NOVELA, MÚSICA Y POESÍA', por Juan Goytisolo

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"... salvo raras excepciones, el relato anterior a Cervantes era como un instrumento musical de una sola cuerda, nuestro primer escritor inventó otro en el que diversos instrumentos se conjugan de forma armónica: el de esas variaciones sinfónicas que se impondrían en la narrativa del siglo XIX... 

Paul Valéry definía el poema como “una oscilación entre el sentido y el sonido”...¿No sería mejor por ejemplo hablar de conjunción de intensidad semántica y belleza musical?"


"Trabajar con la palabra es volver al arte humilde del calígrafo, a la época en la que el material prefabricado no existía y el arte surgía con sencillez de las manos curtidas del artesano"

NOVELA, MÚSICA Y POESÍA

Uno. La relación entre poesía y novela parte de un hecho diferencial: mientras la segunda no cabe en el ámbito estricto de la primera, la poesía a la inversa sí. La prosa de aquella puede asumir un ritmo poético si el autor dispone de un oído musical abierto a los diferentes registros del habla e invita a una lectura en voz alta. Desde la cadencia y el uso de símiles que hallamos en Faulkner a la concepción de la obra total como un vasto poema conforme al modelo de La muerte de Virgilio de Broch el abanico de posibilidades es infinito.
Releyendo recientemente Bajo el volcán de Malcom Lowry encontré imágenes (“nubes como cisnes sombríos”) de belleza conmovedora. Al dar con la “súplica muda de los alcornoques” evoqué el tronco descorchado rojizo de los que contemplaba en los veraneos de mi niñez e imaginé al punto los del Parque Natural de la Almoraima con su imploratorio ademán ante la crasa barbarie que los amenaza: la devastación de aquel bello paraje ecológico en aras del insaciable apetito inmobiliario que nos llevó a la maldita burbuja. Un hotel de cinco estrellas con bungalows, piscinas y campos de golf destinados, a falta de un hipotético comprador indígena, a algún honestísimo magnate ruso o a un jeque golfante de los del Golfo.
Ulises marca también un punto de inflexión que pone fecha de caducidad a la reiteración de las formas narrativas de Balzac y Galdós
Dos. Si, salvo raras excepciones, el relato anterior a Cervantes era como un instrumento musical de una sola cuerda, nuestro primer escritor inventó otro en el que diversos instrumentos se conjugan de forma armónica: el de esas variaciones sinfónicas que se impondrían en la narrativa del siglo XIX. La novela como sinfonía alcanzó su cumbre en dicha centuria. Ulises marca también un punto de inflexión que pone fecha de caducidad a la reiteración de las formas narrativas de Balzac y Galdós. Sin su novedad constitutiva la obra de arte cesa de existir aunque el público lector, atento solo a la trama argumental de la novela que tiene entre las manos, no se percate de ello.
Como esa flor que milagrosamente se abre paso entre el agrietado alquitrán al borde de un sendero así la belleza del poema emerge con fuerza del subsuelo que abriga lo clandestino
Tres. Paul Valéry definía el poema como “una oscilación entre el sentido y el sonido”. Tal formulación, aunque válida, es solo aproximativa en cuanto no abarca la complejidad de los problemas que nos planteamos. ¿No sería mejor por ejemplo hablar de conjunción de intensidad semántica y belleza musical? La poesía, según la concebimos a partir de Baudelaire, comprende una gama de registros distintos, pero excluye todo tipo de retórica y didactismo, por no hablar de la facilidad ripiosa en la que tanto incurrieron nuestros románticos. Es, por decirlo así, una poesía antilírica, centrada en un esfuerzo de decantación. Dicho esfuerzo por partida doble —reducción del vocabulario y ahondamiento de la relación sintáctica en el interior de éste (Kundera dixit)— marca con su sello inconfundible la modernidad intemporal a la que aspira el poeta: libre de toda ornamentación verbal, del jadeo cansino de quien estira el verso para alcanzar la meta de cumplir ingenuamente consigo mismo o de responder a la espera del público (tal fue el caso a veces de Victor Hugo y en nuestra lengua del Neruda propagandístico).
Cuatro. Como esa flor que milagrosamente se abre paso entre el agrietado alquitrán al borde de un sendero así la belleza del poema emerge con fuerza del subsuelo que abriga lo clandestino. Es el murmullo que llega a nuestro oído en medio del ruido mediático de lo inane y efímero. Trabajar con la palabra es volver al arte humilde del calígrafo, a la época en la que el material prefabricado no existía y el arte surgía con sencillez de las manos curtidas del artesano.
El artista, ya sea músico, poeta o novelista que abandona el recurso a las cláusulas del canon establecido y se exilia del mismo, busca como un zahorí la radicalidad del origen, de lo increado que aguarda con paciencia el acto virtual de la creación.
Cinco. “Lo que importa en un poema”, dice I. A. Richards citado por Eliot, “no es nunca lo que dice sino lo que es”. La observación se ciñe escrupulosamente a la verdad y vale tanto para Góngora como para San Juan de la Cruz. El argumento de Las soledades (¿cabe hablar de él en la inabarcable creación gongorina?) carece de relevancia. La obra es lo que es, una extraordinaria construcción verbal entretejida de tensiones semánticas que el artífice ha elaborado con enrevesada nitidez. Lo mismo se aplica al verbo alquitarado de San Juan: lo que nos dice puede ser interpretado de modos muy distintos sin alterar por ello la unidad y substancia de lo que es (la interpretación del autor en su prólogo a Canto espiritual es una entre mil otras y en vez de aclarar su sentido lo complica y extravía al lector y al otro posible destinatario del mismo: el señor inquisidor).
Como esa flor que milagrosamente se abre paso entre el agrietado alquitrán al borde de un sendero así la belleza del poema emerge con fuerza del subsuelo que abriga lo clandestino
Seis. Mientras redacto estas notas releo a Octavio Paz: pocos escritores han señalado con tanta justeza y nitidez la urgencia de introducir el pensamiento crítico del lenguaje en el ámbito de la creación poética y novelesca e, inversamente, de una aconsejable dosis de imaginación en el pensamiento crítico. Lo que en los medios de comunicación se vende por crítica es una mera apreciación subjetiva, y a veces venal, carente en cualquier caso del conocimiento interdisciplinario y de la sensibilidad indispensable para captar el significado de la obra en el contexto de la evolución de los géneros. Dicha seudocrítica mide a menudo la importancia de un libro por el número de quienes lo adquieren obviando el hecho de que una cosa es la innovación y otra muy distinta la visibilidad y apoteosis mediática. La mayor parte de las obras que se imponen en el mercado pertenecen al “género de las ya leídas antes de haber sido escritas”: simple reiteración, pura redundancia. Pero vuelvo a Octavio Paz y a su reflexión luminosa en unos tiempos en los que la mediocre cultura ambiental y la indigencia crítica reducen la vida literaria a los avatares de una grotesca y pueril competición deportiva (Fulano de tal “triunfa” en Fráncfort, Mengano bate récords de venta en su caseta-jaula del zoo-Feria de Madrid, etcétera): “Prosa y poesía libran en el interior de la novela una batalla, y esa batalla es la esencia de la novela: el triunfo de la prosa convierte a la novela en documento psicológico, social o antropológico; el de la poesía la transforma en poema. En ambos casos desaparece como novela. Como esa flor que milagrosamente se abre paso entre el agrietado alquitrán al borde de un sendero así la belleza del poema emerge con fuerza del subsuelo que abriga lo clandestino
Siete. El lector de la gran poesía se adentra en un mundo que exige de él una sensibilidad, rigor y experiencia que trascienden las coordenadas de la época y del ámbito local. Los lectores apresurados de ella suelen errar y transmitir su yerro a las generaciones sucesivas. Consulto, porque lo tengo a mano, Función de la poesía y función de la crítica de T. S. Eliot traducido hace más de medio siglo a nuestra lengua por Jaime Gil de Biedma: “La persona de experiencia limitada está siempre dispuesta a dejarse engañar por la falsificación o el artículo adulterado y así vemos generación tras generación de lectores bisoños engañarse con lo ficticio y amañado de la propia época, prefiriéndolo incluso, por ser más fácilmente asimilable, al producto genuino”.
La obra de San Juan de la Cruz y de Góngora, por citar dos ejemplos, no incidió en la de nuestros poetas de los siguientes siglos y público y crítica se extasiaron en cambio ante Espronceda (“un piano tocado con un solo dedo”, dijo de él con humor Eugenio d’Ors) y aún ante Zorrilla (“una pianola”, añadiría d’Ors, “y como el que se cansa pedaleando es él...”). Con todo, el verdadero poeta obliga a regresar a la fuente de la que mana el verso. Leer poesía es avezarse al arte del regreso, a la vuelta atrás. La verdadera poesía, como el vino añejo, se decanta y mejora con el tiempo.
Ocho. “Considero el verso una cosa intermedia, un paso de la música a la prosa. En la prosa hablamos libres. Podemos incluir ritmos musicales y, a pesar de ello, pensar. Podemos incluir ritmos poéticos y, sin embargo, estar fuera de ellos. Un ritmo ocasional de verso no estorba a la prosa; un ritmo ocasional de prosa hace tropezar al verso” (Fernando Pessoa, Libro del desasosiego,traducción de Ángel Crespo).
(Fuente: El País, 25-11-2014)
ENTRADAS RELACIONADAS:

POETAS QUE HABLAN DE MÚSICA... Y POESÍA (4)

(Es en la música, quizá, donde el alma alcanza de manera más íntima ese gran final por el que lucha al recibir la inspiración del sentimiento poético: la creación de belleza celeste....)

POETAS QUE HABLAN DE MÚSICA... Y POESÍA (3)

(La eficacia de los "encantamientos" no estaba tanto en la significación resultante de sus términos, como en sus sonoridades de su forma)

POETAS QUE HABLAN DE MÚSICA... Y POESÍA (2)

(Es a la vez en la poesía y a través de la poesía, en y a través de la música, como el alma entrevé los esplendores situados después de la tumba)

POETAS QUE HABLAN DE MÚSICA... Y POESÍA (1)

("... música, en sus diversas facetas -metro, ritmo y rima-, es un momento tan vasto de la poesía que no es posible rechazarla sabiamente; sé bien que es un soporte de tan vital importancia que sería un necio quien declinara su ayuda")

ALGUNOS ARTÍCULOS DE JUAN GOYTISOLO EN ESTE SITIO:


("... No hay redes ni esquemas abstractos que den cuenta cabal del flujo y decantación de la literatura... ... Los narradores en nuestra lengua deberían leer más poesía: no la prosa que se toma por tal sin serlo sino la que verdaderamente lo es. Con ello evitarían esa prosa zurcida y llena de frases hechas que tanto abunda en el universo mediático de las superventas (allí solo cuenta la trama: intriga, policiaca, novela histórica y otros materiales de rebaja que según los expertos en mercadotecnia “agarran al lector”, aunque no aclaran por dónde)... En los últimos diez años, la incesante renovación de las tecnologías de punta tampoco anuncia el fin de ésta (la novela): muy al contrario, la induce a adoptar formas nuevas en las que Internet, los móviles y las redes sociales desempeñan un importante papel)
 

LA FUERZA DEL HAMBRE

("La indiferencia a cuanto ocurre en las avanzadillas de la Casa Común Europea por parte de unas sociedades adormecidas... no es fruto del desconocimiento...ahora todo se ve en directo y nadie puede alegar ignorancia. El silencio es complicidad... La indignación me sobrecoge: es la de la impotencia ante estas imágenes reiteradas que abruman la conciencia... ¿Puede una persona ser ilegal, me pregunto, por nacer donde ha nacido?")

RUEDO IBÉRICO, AL FIN EN ESPAÑA

LA DESTRUCCIÓN DEL PAISAJE


("Eramos pobres, nos soñamos ricos y al despertar del sueño descubrimos que somos pobres de nuevo y, como hace medio siglo, tenemos que buscarnos no ya los garbanzos sino el menú de los fast-food fuera de nuestras fronteras... El culto al hormigón y al dinero fácil... cuajaron en un agobiador panorama de ladrillo y una grotesca ostentación de nuevo rico... dejando tras sí un erial de apartamentos vacíos y un horizonte de vacuidad desolada")


("... el conformismo contra el que lucharon el pasado siglo figuras tan dispares como Valle-Inclán y Manuel Azaña configura de nuevo el horizonte hostil que nos aprisca en rebaño... celebración del vacío en un país donde se recortan despiadadamente los presupuestos educativos y culturales, se suprimen las becas de estudio y se empuja al exilio a millares de universitarios hipotecando así el futuro de las generaciones venideras... La ignorancia y corrupción campean como en otras épocas y en razón de ello no nos auguran, mucho me temo, un porvenir brillante")







'REIVINDICACIÓN DEL CONDE GOYTISOLO', por David Torres / ENTREVISTA A JUAN GOYTISOLO (rnw)

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"... Wert no puede recibir una bofetada mayor que la de estrechar la mano de un escritor que ha apareado gozosamente el español con el árabe...

sigue recluido en su voluntario destierro de Marrakech, junto a los contadores de cuentos y los encantadores de serpientes... soñando con una invasión que abra de una vez las puertas a los miserables y hambrientos de la tierra"


REIVINDICACIÓN DEL CONDE GOYTISOLO

En la Reivindicación del Conde don Julián hay un episodio famoso, cuando el protagonista entra en la biblioteca española de Tánger, selecciona unos cuantos tomos de Calderón y de Quevedo y, aprovechando que no mira nadie, vacía una bolsa llena de moscas muertas entre las páginas de los libros para espachurrarlas de un solo golpe justiciero. Ese pequeño atentado culturicida recuerda el odio que el joven Goytisolo sentía por la literatura clásica española, el mismo que le atenazaba ante cualquier ídolo dictado desde el colegio. Algún tiempo después tuvo oportunidad de leer a esos mismos clásicos que había despreciado en un acto reflejo (Calderón, Quevedo, Lope, Cervantes, Fernando de Rojas) y comprendió que se había equivocado: “Los odiados manuales de literatura tenían razón”.

Con la concesión del premio Cervantes a Juan Goytisolo se premia a uno de los narradores fundamentales de la posguerra, quizá el más arriesgado de todos, y, al mismo tiempo, el que más ha trabajado por enlazar con la gran tradición literaria española. En su obra hay guiños a La lozana andaluza y al Librode Buen Amor, referencias cruzadas a Santa Teresa y a San Juan de la Cruz en una tentativa de recobrar una vía perdida desde el Siglo de Oro: la sensualidad elevada al plano de la mística y la espiritualidad traducida a carne y piel. De ahí que el anónimo exiliado en Tánger planeara una invasión de la península a través del lenguaje, un acto de barbarie simbolizado en la sangre de esos insectos con los que intentaba reanimar la letra muerta. Para quienes se preguntaban si Juan Goytisolo rechazaría el premio, habría que señalar que Wert no puede recibir una bofetada mayor que la de estrechar la mano de un escritor que ha apareado gozosamente el español con el árabe. Wert, un ministro con nombre y pinta de rey godo, va a asistir a la reivindicación del Conde Goytisolo, un novelista que hace más de cuatro décadas certificó la defenestración de una cultura putrefacta para tomar el camino del Magreb.

En aquellos tiempos, a finales de los sesenta, mientras sus libros seguían prohibidos en España, Goytisolo se fue apartando del realismo social de sus inicios en una trilogía que empezó en Señas de identidad, prosperó en Reivindicación del Conde don Julián y culminó en Juan sin Tierra, tres estaciones de un viacrucis narrativo que lo encaminaba al exilio y a una serie de descubrimientos personales que lo transformaron completamente como escritor. En Coto vedado, el primero de sus dos grandes libros de memorias, cuenta su estupefacción al descubrir que, con apenas un puñado de novelas publicadas y gracias a sus contactos en Gallimard, se había convertido en el autor español más traducido al lado del mismísimo Cervantes. Decidió hacerse digno de ese honor forjando una narrativa martilleada al límite del idioma, consciente de que el deber más alto de un escritor es devolver una lengua distinta a la que en su día le fue entregada. Lo hizo sin apartar la mirada de los pobres y los desposeídos que habían poblado sus primeras novelas, sin abandonar el tono de denuncia de Campos de Níjar, pero dotándolo de una cadencia oral, un poderío metafórico y una imaginería visionaria que lo llevaban mucho más lejos, como el vagabundo de las orejas arrancadas que protagoniza Makbara, con las solapas del abrigo alzadas sobre “una doble ausencia”. Lo hizo también sin olvidar ni el compromiso político ni la autobiografía, en una apuesta literaria a todo o nada.

Ya dijo una vez, hace exactamente seis años, al recibir la noticia de la concesión del Premio Nacional, que no le produce ninguna emoción especial recibir un premio y que en realidad desconfía de ellos tanto como abomina de los cenáculos y camarillas literarias. También advirtió que hoy en día la censura no es política sino comercial, cuando el alcance y el valor de un libro se miden únicamente en el número de ejemplares vendidos. Por eso sigue recluido en su voluntario destierro de Marrakech, muy cerca de la plaza de Xemaá-el-Fná, junto a los contadores de cuentos y los encantadores de serpientes, estampando moscas dentro de los clásicos, soñando con una invasión que abra de una vez las puertas a los miserables y hambrientos de la tierra.

(Fuente: publico.es)

ENTREVISTA A JUAN GOYTISOLO (rnw)




OTROS ARTÍCULOS DE DAVID TORRES EN ESTE SITIO:


(“Los griegos –dije– nos lo disteis todo. La lírica, la épica, las matemáticas, la ciencia, la música, la tragedia, la democracia. Me hace gracia que Alemania hable de la deuda griega, cuando la deuda de Europa con vosotros es impagable”... "... los cientos de miles de muertos, los edificios destruidos, los campos arrasados, el pillaje y el robo provocados por la invasión nazi, una multimillonaria indemnización de guerra que Alemania se ha negado a pagar reiteradamente")



("Al menos cien niños mueren en el naufragio de un bote frente a las costas de Malta... hace mucho que el periodismo reemplazó la denuncia social por la alta costura... escribir o leer sobre el tráfico de seres humanos, sobre supervivientes de guerras atroces que intentan huir de los infiernos de África y se ven embarcados en la balsa de la Medusa; embriones de esclavos que mueren gratis, por docenas, por cientos, sin ocupar más que una línea en los periódicos, es como beber un buche de agua de mar")


("Estos días África asoma en los telediarios con una epidemia de ébola, más de setecientos muertos y un virus letal que puede saltar a Europa cualquier día de estos. Qué miedo, tú. Por lo que no hay preocupación ninguna es por la hambruna que está matando a docenas de miles de personas en Sudán del Sur: este verano hay demasiada competencia funeraria...")

("... porque quien vive entre libros nunca deja de aprender. Sólo dicen que están vuelta de todo los que jamás han ido a ningún sitio... viajamos en la calesa cerrada donde Emma y Leon consuman el adulterio más movido y elíptico de la literatura y descubrimos esa ley extraña por la cual detrás de toda gran mujer generalmente hay un don nadie" "... un escritor ha de luchar contra el poder, sea del signo que sea, aunque la señal de su triunfo resulte tan minúscula como una picadura de mosquito en el culo de un elefante.")


("... algo que siempre le agradeceremos... a todos y cada uno de los mandamases que siguieron promocionando una España de charanga y pandereta, un país de servicios, de camareros, de chapuzas, de banqueros impunes, de juerga y chirigota... Lo que ha quedado, después de la juerga, es un lodazal devastado, una olla podrida...")







'EL TARRO MÁGICO', por Raquel González Delgado (Primer Premio Sanlúcar Relato Corto sobre Violencia de Género)

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Raquel González Delgado, alumna de 2º de Bachillerato en el IES Cristóbal Colón, se ha alzado con el Primer Premio de Relato Corto sobre la Violencia de Género organizado por el Ayuntamiento de Sanlúcar. 

"... Observé el tarro mientras escuchaba a mi tía decir entre lágrimas que mi padre era una flor. O un capullo, daba lo mismo..."

Una de las pinturas de 'Bestiario', de Domenico Gnoli (1933-1970)

La gran virtud del relato, en nuestra opinión, reside en el hecho de que constituye una férrea defensa del hecho literario, del valor de la insinuación, de la apuesta por la imaginación. Y ello tiene especial trascendencia, si tenemos en cuenta que el tema de la convocatoria podía hacer fácil un deslizamiento no deseado hacia lo tétrico, hacia el mensaje plano y, por tanto, ineficaz. Pero no, Raquel Delgado rechaza la previsible directez, y se amarra a la literatura. Y nos lleva de nuevo a la infancia, a la ambigüedad de la percepción vaporosa, a los monstruos de las pesadillas de todos, a las sombras de ese armario que siempre está ahí. Y, sobre todo, nos traslada a esos momentos inciertos en los que el acceso al Lenguaje todavía es una aventura por afrontar. Es la vida la que nos está esperando, el mandato insoslayable que nos exilia de la niñez, que nos enfrenta al mundo. Y ahí estamos.
(LEI)

EL TARRO MÁGICO

Nictofobia, fobia o miedo a la oscuridad. Apenas hace unos años que aprendí esta palabra, pero desde pequeño siempre la he padecido a gran escala. Mi madre, cansada de mis llantos y mis escapadas a su cama, me regaló un tarro de cristal hermético cuando tenía cuatro años. “Es un tarro mágico”, dijo mientras se maquillaba unas manchas liláceas en su cara, se había dado un mal golpe con el mueble y se había hecho daño, “es mágico porque atrapa la luz del sol. Así, por la noche lo podrás poner en tu escritorio, brillará, y no tendrás miedo”. Todos los días ponía el tarro en mi ventana al despertarme, esperanzado de que el recipiente se transformase en mi bombilla protectora al caer la noche. No solo de la espesa oscuridad que se cernía sobre mis sábanas al anochecer, escondida durante el día para después hincarme el diente mientras dormía, sino del monstruo que dormitaba en mi armario, que a veces se despertaba enfurecido. Cuando lo hacía, vociferaba iracundo que no-sé-quién era una fruta y una fresca o no sabía limpiar bien. Yo no entendía nada, ¿cómo una persona iba a ser una fruta?

En ese momento corría a la habitación de mis padres, que daba pared con pared con la mía, justo por la parte de mi armario, y entonces el monstruo mágicamente acallaba sus réplicas. Siempre, mi madre estaba llorando, y mi padre parecía enfadado. Seguramente a mi madre le daba miedo el horripilante ser y mi padre intentaba que se fuese, pero no le hacía caso. La primera noche que llegué coloqué el tarro en mi mesita de noche. Ese día mi padre me dejó en casa de mis primos, ya que según él tenía que hablar con mi madre de “cosas de adultos”. Acababa de llegar a casa y me había ido directamente a la cama. Antes de acostarme, puse unas moras liláceas delante de la puerta del armario. Era una fruta, y estaba fresca. Tal y como decía el monstruo, a lo mejor solo tuviese hambre. Entonces, me tumbé en la cama y me tapé hasta arriba antes de apagar la luz. Aquella noche no escuché al monstruo, la primera desde hacía meses. Pero, a la mañana siguiente, la fruta seguía ahí. Tal vez solo me hubiese dormido antes de que el monstruo se despertase.

Era domingo, así que mi madre me llevaría al parque. Fui a despertarla cuando estaba en el baño, maquillándose. Tenía manchas en los brazos y en la cara del mismo color morado de la fruta que le dejé el monstruo. Al parecer, se había caído por las escaleras por ir con demasiadas bolsas después de venir del mercado. La pobre era muy patosa, siempre se estaba cayendo.

De noche, el monstruo aulló con mas fuerza que nunca, colérico, espantoso. No pude hacer nada más que taparme los oídos y cubrirme con las mantas hasta la cabeza, hasta que me quedé dormido. Mi tía me despertó más tarde. Miré el reloj, eran las siete de la mañana. Recuerdo balbucear que no tenía ganas de jugar con mis primos, que me dejara dormir. Pero ella, con los ojos húmedos y rojos, me cogió en brazos y me llevó a su casa. 

En los días siguientes, escuché las palabras asesinato y suicidio, pero no supe qué querían decir. Solo sabía que mis padres no estaban, se habían tenido que ir y no volverían nunca. No me dijeron qué había pasado hasta mucho después.

Un día me llevaron al cementerio, donde mi madre estaba durmiendo. Antes de salir cogí corriendo el tarro hermético mágico. Lo llevé conmigo todo el camino, a pesar de que era del tamaño de mi cabeza. Cuando llegamos, lo coloqué encima de su tumba. Observé el tarro mientras escuchaba a mi tía decir entre lágrimas que mi padre era una flor. O un capullo, daba lo mismo. Esa noche, como todas y cada una de las noches desde que mi madre me lo había dado, coloqué el tarro a mi lado.

Casi todas las mañanas antes de irse a trabajar mi padre le pedía perdón a mi madre entre susurros. Nunca me había enterado el motivo del todo bien. Una vez alcancé a oir un “No volveré a hacerlo”. No volvería a no poder espantar al monstruo, seguramente. Justo entonces, después de que mi madre dijese que no importaba, que le amaba, mi padre siempre decía que la luz de la sonrisa de mi madre era la luz más bonita que había visto. Y, en efecto, el tarro brilló esa noche más que nunca. 

En el IES Cristóbal Colón, Raquel cursa 2º de Bachillerato, en la modalidad de Ciencias Sociales . Según ella, la decisión sobre sus futuro estudios se encuentra en un "punto caótico". Mientras tanto, sigue devorando historias en su continuo viaje por los libros. Algunas de sus paradas favoritas son 'Alicia en el país de las maravillas', 'Tras el espejo, lo que Alicia encontró allí', los libros de Mathias Malzieu, Stephen King, 'Doctor Jekill y mister Hyde', 'Ventajas de ser un marginado', y muchos más.




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