"Y un libro, a su vez, es como una casa de múltiples habitaciones, puertas, escaleras, pasillos, sótanos, galerías, ventanas. En ese piso al que ahora ascendemos vamos a descubrir cosas que no habíamos visto en el piso anterior. Las habitaciones están amobladas de manera distinta, las ventanas dan a paisajes que no sospechábamos... Un amigo verdadero, recordemos, es aquel capaz de confiarnos sus secretos, sus intimidades. Y es lo que ocurre con los libros, que se abren sin condiciones para nosotros"
"... La biblioteca es el lugar que espera. Tal vez sea la espera de todos los hombres, porque también los hombres son allí diferentes..."
BIBLIOTECA ALEJANDRINA, EGIPTO Fundada en el siglo III a.C., la Antigua Biblioteca de Alejandría fue en su época la biblioteca más grande del mundo, llegando a albergar hasta 90.000 manuscritos. Rememorando la original y promovida por la Unesco, en 2002 fue inaugurada en la misma ciudad una nueva, recuperando así un enclave mítico de la Antigüedad / Foto: Bruno Morandi.
INFINITAS PUERTAS Y VENTANAS
Tengo un amigo en Mallorca que sostiene una relación clandestina con los libros. Su mujer, irritada de verlo aparecer cada día con nuevas adquisiciones, le prohibió llevar uno más a casa. Los incómodos huéspedes habían desbordado los estantes y se habían instalado en el comedor, en los pasillos y la cocina, para no hablar del dormitorio y el retrete, y estorbaban cada movimiento.
Entonces, lo que hizo fue alquilar de manera clandestina una buhardilla en el mismo edificio, armar allí unos estantes, y cuidando el ruido de sus pasos, pues para subir al escondite debía pasar frente a la puerta de su propio apartamento, tras de la cual acechaba la celosa mujer, empezó a subir con las bolsas de nuevos libros por la estrecha escalera, para meter con todo sigilo la llave en la cerradura y entrar al escondite. Era como si ahora tuviera una amante. Y estará ahora buscando un nuevo escondite, para ejercer su poligamia con los libros.
SALA DE LECTURA DEL BRITISH MUSEUM, LONDRES
Algunos de los libros que alberga la espectacular Sala de Lectura del Museo Británico, en el gran atrio de planta circular que conforma su característica cúpula central, pasaron por las manos de personalidades como Gandhi, Karl Marx, Oscar Wilde, Bernard Shaw, Kipling o H. G. Wells, que utilizaron esta biblioteca como centro de consulta.
Y tengo otro amigo en Buenos Aires, cuyos libros, de igual manera, ya no cabían en su apartamento, pero, en cambio, aquella no era una relación clandestina, sino compartida con su mujer. Así que empezaron a discutir lo que podían hacer frente a aquella presencia cada vez más creciente. ¿Más estantes? Ya no había espacio para más estantes. ¿Donar una parte? Tal vez, pero cuando se pusieron a hacer una selección, los libros terminaron por volver a sus sitios de siempre, viejos conocidos a los que no podía negarse asilo.
Entonces se les ocurrió que no había mejor remedio que dejar el apartamento a disposición de los libros, y buscarse ellos otro sitio donde vivir. Ahora los visitan todos los días, ven cómo están, los acomodan un poco, les sacuden el polvo, y luego se sientan a leer. Cumplida la visita, se despiden, apagan la luz, y hasta mañana.
Cuando los libros ya no caben en los pasillos, ni en la cocina, y llegan a los baños, no hay más que rendirse. Si desbordan la casa, desbordan la vida. Imponen su abundancia, y con su abundancia, su tiranía. Si intentaras deshacerte de ellos, más bien te cerrarían el paso y no te dejarían trasponer la puerta.
Y un libro, a su vez, es como una casa de múltiples habitaciones, puertas, escaleras, pasillos, sótanos, galerías, ventanas. En ese piso al que ahora ascendemos vamos a descubrir cosas que no habíamos visto en el piso anterior. Las habitaciones están amobladas de manera distinta, las ventanas dan a paisajes que no sospechábamos.
La lectura es un asunto de libertad de escogencia. “Si el relato no los lleva al deseo de saber qué ocurrió después, el autor no ha escrito para ustedes”, dice el doctor Johnson. “Déjenlo de lado, que la literatura es bastante rica para ofrecerles algún autor digno de su atención, o indigno hoy de su atención y que leerán mañana”.
BIBLIOTECA NACIONAL DE FRANCIA, PARÍS Catorce millones de libros, pero también manuscritos, fotografías, mapas, planos, monedas y documentos sonoros dan idea del espíritu enciclopédico de una de las más importantes edificaciones de París. Además de por la cultura de sus fondos, también destaca por su valor histórico y por la cantidad de actividades y exposiciones que realiza regularmente.
Un libro se convierte en un clásico cuando tiene siempre algo nuevo que enseñarnos, dice Ítalo Calvino. Tiene la virtud de abrirse a nosotros de una manera novedosa cada vez que lo buscamos, aunque viva en nuestra cabeza, y al mismo tiempo en los estantes de la biblioteca. Un amigo verdadero, recordemos, es aquel capaz de confiarnos sus secretos, sus intimidades. Y es lo que ocurre con los libros, que se abren sin condiciones para nosotros.
Un libro que pretende ser pedagógico, y que entre las descripciones de la acción va intercalando lecciones morales o filosóficas, o prevenciones, o advertencias, o máximas, es un libro muerto de antemano porque le va metiendo palos a la rueda de la vida que en las páginas de una novela debe girar sin tropiezos.
La consabida frase final “y vivieron felices para siempre…” indica el cierre de una historia llena de peripecias que hemos seguido con desazón, y a la vez la apertura de otra que ya a nadie interesa, y que ocurre fuera de las páginas del libro. Se trata de lo que pasa después del drama, y no vale la pena contarlo porque la felicidad siempre es monótona. Y lo que como lectores nos apasiona son los obstáculos, la interrupción constante de la felicidad.
Me hago estas reflexiones en ocasión de que el Instituto Cervantes de Hamburgo es bautizado con mi nombre, lo que significa darme una biblioteca por casa. Borges dijo una vez que siempre imaginó el paraíso como una biblioteca.
Ahora yo viviré aquí entre libros, en este paraíso de infinitas puertas y ventanas.
(Fuente: El País, 26-11-2019)
LA BIBLIOTECA
El aire es allí diferente.
Está erizado todo por una corriente
Que no viene de este o aquel texto,
Sino que los enlaza a todos
Como un círculo mágico.
El silencio es allí diferente.
Todo el amor reunido, todo el miedo reunido,
Todo el pensar reunido, casi toda la muerte,
Casi toda la vida y además todo el sueño
Que pudo despejarse del árbol de la noche.
Y el sonido es allí diferente.
Hay que aprender a oírlo
Como se oye una música sin ningún instrumento,
Algo que se desliza entre las hojas,
Las imágenes, la escritura y el blanco.
Pero más allá de la memoria y los signos que la imitan,
Más allá de los fantasmas y los Ángeles que copian la memoria
Y desdibujan los contornos del tiempo,
Que además carece de dibujo,
La biblioteca es el lugar que espera.
Tal vez sea la espera de todos los hombres,
porque también los hombres son allí diferentes.
O tal vez sea la espera de que todo lo escrito
Vuelva nuevamente a escribirse,
Pero de alguna otra forma, en algún otro mundo,
Por alguien parecido a los hombres,
Cuando los hombres ya no existan.
O tal vez sea tan solo la espera
De que todos los libros se abran de repente,
Como una metafísica consigna,
Para que se haga de golpe la suma de toda la lectura,
Ese encuentro mayor que quizá salve al hombre.
Pero, sobre todo, la biblioteca es una espera
Que va más allá de letra,
Más allá del abismo.
La espera concentrada de acabar con la espera,
De ser más que la espera,
De ser más que los libros,
De ser más que la muerte.
TAMBIÉN DE SERGIO RAMÍREZ EN ESTE SITIO:
("Cuenta Plutarco que Pompeyo Magno veía que los marineros de su armada no querían hacerse a la mar tempestuosa, y entonces los arengó... “navegar es necesario, vivir no es necesario”... Toda lectura, o toda vida que empieza a adentrarse en lo desconocido, es una promesa de felicidad... Ulises quiere llegar cuanto antes a su hogar en Ítaca... Pero no puede... Si no, no habría historia que contar... La felicidad prolongada se queda fuera del viaje, y fuera de las páginas del libro")
'MUY ANTIGUO Y MUY MODERNO' (acerca de Rubén Darío)
("... eligió colocarse entre dos mundos que fue capaz de contemplar mirando hacia atrás y hacia adelante como el dios bifronte Jano, aunarlos revolviéndolos y, a partir de allí, saltar hacia la construcción de su propio universo... prisionero de esa otra dualidad entre “la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos”... Entre Thánatos y Eros, su escritura es siempre una aventura de búsqueda y renovación")
'LA LENGUA QUE NUNCA TERMINA'
("No vino al fin Cervantes, pero nos heredó una lengua en estado de perpetua invención... Y de Cervantes aprendimos que, viviendo en el mito, nunca podremos huir de la realidad...Es de lo que los escritores nos ocupamos. Todo irá a desembocar tarde o temprano en el relato, todo entrará sin remedio en las aguas de la novela. Y lo que calla o mal escribe la historia, lo dirá la imaginación")
'EL PÁJARO DEL DULCE ENCANTO'
("Se trata de un pájaro de bello plumaje y colores refulgentes que vuela sobre las cabezas incitando a cogerlo, y cuando alguien alza las manos y lo atrapa, sólo le queda en ellas un montón de excremento... Donde la democracia, las instituciones firmes, la libertad de elegir a los gobernantes, serán siempre sólo un remedo, o una burla, una pantomima trágica... hasta ahora el que ha revoloteado sobre nuestras cabezas es el pájaro falso. El otro, el verdadero, hay que hacerlo entre todos, pluma por pluma")
'EL CÍRCULO DE TIZA'
("El caudillo... busca convertir a las instituciones en meros decorados para imponer su voluntad única que termina siendo la razón de estado. Es la misma soledad sin ecos de Zacarías, el dictador de El otoño del patriarca... A través de la ficción aprendemos que el poder, su erótica y sus trasuntos no cambian nunca, enquistado como está en las entretelas del corazón humano, una bestia peligrosa que algunos logran domesticar y otros más bien azuzan dentro de sí mismos")
("... Y me queda su ejemplar devoción, no menos incesante, por la ética, convencido de que las convicciones existen para defenderlas, y que uno tiene la obligación de no callarse nunca. Fuentes queda de cara al futuro, de pie en esa frontera entre el papel del escritor y el papel del ciudadano, entre la imaginación y la convicción.")
("... nostálgicos que aprendimos en las páginas de Rayuela a despreciar el orden establecido... Rayuela enseñaba conductas libres y llevaba de la mano a sus lectores juveniles a la inconformidad perpetua")
(Soy un escritor de una lengua vasta, cambiante y múltiple, sin fronteras ni compartimientos, que en lugar de recogerse sobre sí misma se expande cada día, haciéndose más rica en la medida en que camina territorios, emigra, muta, se viste y de desviste... lengua caminante, revoltosa... El Gran Lengua seguirá siendo el vocero de la tribu. El que tiene el don de la palabra y representa así a los que no tienen voz... Guarda y publica la memoria de las ocurrencias del pasado, inventa, imagina, interpreta, recrea, explica, y seduce con las palabras.¿A qué otra cosa mejor puede aspirar un escritor, sino a ser lengua de una tribu tan variada y tan vasta?)
SOBRE ROBERTO JUARROZ:
Poeta y ensayista argentino, nacido en Dorrego (provincia de Buenos Aires). Ha sido profesor de letras y de bibliotecología en la universidad porteña. Entre 1958 y 1965 codirigió la revista Poesía-Poesía junto con Mario Morales. Ha traducido a diversos poetas europeos contemporáneos. Salvo su colección Seis poemas sueltos (1960) su obra se agrupa en una serie de volúmenes correlativamente numerados y que se titulan Poesía vertical, el primero de los cuales se data en 1958. En sus notas de doctrina se advierte su parentesco con el creacionismo del chileno Vicente Huidobro y, a través de él, con el simbolismo del francés Stéphane Mallarmé. El lenguaje de Juarroz es escueto y austero, y sus piezas tienden a la brevedad y la concisión. Su poesía es conceptual, y medita sobre los límites del entendimiento humano y la perplejidad ante la existencia del mundo, así como sobre los poderes y límites de la palabra. Es poesía de revelación, no ajena a momentos de la filosofía de Martin Heidegger.
ENTRADAS RELACIONADAS:
("Todo parece conspirar contra el libro. Contra el tiempo de lectura. Esa es la gran materia prima en la era virtual, el tiempo humano, y este recurso planetario está siendo disputado por los gigantes tecnológicos palmo a palmo, cuerpo a cuerpo, minuto a minuto, día y noche, como la Ciudad sin Nombre en la fiebre del oro... tenemos en las manos, por fin, el instrumento mágico de los cuentos de la infancia. Pero somos los primeros hechizados")
De Lectura:
("Era un mundo donde no había televisión, donde no había pantallas... Soy sobre todo lector... Para mí, leer es entrar en un mundo de horizontes casi diría que infinitos... Quien no lee está limitado a sus circunstancias más próximas: los vecinos, la tele, los juegos... Quien no lee está limitado a sus circunstancias más próximas: los vecinos, la tele, los juegos... Esta es una batalla, la batalla de las humanidades, perdida... Hay que volver a las barricadas... El lector seguirá existiendo, aunque sea en este mundo hostil. Serán minoría, pero existirán")
'MAMÁ', por Juan José Millás
("El proceso por el que la materialidad de la letra impresa se convierte en una sustancia mental, capaz de transformarse a su vez en imágenes que lo mismo nos llevan a la intimidad de una alcoba que a la cubierta de un ballenero, es un enigma semejante al del misterio eucarístico... en la novela, gracias a un conjunto de sustantivos, adjetivos, etcétera, adecuadamente combinados, el lector abandona su identidad para transformarse en uno de los personajes de la peripecia narrativa, a veces en el mismísimo protagonista")
(“leer, según el retrato de Chardin, es un acto silencioso y solitario”. ¿Y a quién puede interesarle ese recogimiento en una sociedad tan vibrante como la nuestra, tan volcada hacia delante, tan hiperconectada gracias a las nuevas tecnologías? ¿Qué diablos pinta, en verdad, un tipo con sombrero pasando las hojas de un libro cuando con un clic la Red te sirve cualquier tipo de conocimiento de manera instantánea?...Eso sí... “hay muchos que se creen a sí mismos seres emancipados cuando lo único que han hecho ha sido desabotonarse la ropa”
'A MÍ, DE ADOLESCENTE, ME PROHIBIERON LAS NOVELAS', por Juan José Millás / 'UN LECTOR', de J.L. Borges
("El libro ha tenido siempre algo de callejón frecuentado por personas huidizas con tendencia, como decíamos, a la clandestinidad... el joven verdaderamente peligroso es aquel que un viernes o un sábado por la noche se queda en casa leyendo Madame Bovary... Ese individuo que se queda a leer Madame Bovary, les aseguro, es una bomba... Porque la realidad está hecha de palabras, de modo que quien domina las palabras domina la realidad... invito siempre a los alumnos a preguntarse hasta qué punto es real la realidad")
CELEBRACIÓN DE LA LECTURA, ELOGIO DE LA LENTITUD
("... ¿quién tiene tiempo hoy para zambullirse en una novela o para liarse en los vericuetos de un ensayo o para andarse con un montón de versos que tratan de vanos amoríos o del desastre de vivir? leer no es más que eso: apartarse del ruido y entrar en otro mundo habitado por palabras. Siempre toca hacerlo solo y con tiempo, eligiendo la lentitud frente a la velocidad de nuestras circunstancias. Merece la pena. Ese “acto silencioso y solitario” está tan lleno de riquezas y placeres que quizá tenían razón aquellos antiguos cuando se esforzaban en arreglarse para vivir un momento tan especial")
("... Justo en el momento en el que Tolstoi parece haber suspendido ligeramente la intriga, Anna se coloca en las rodillas un almohadón... Después, pide a Aniuska una linterna, que sujeta en el brazo de la butaca, y saca de su bolsita roja un cortapapeles y una novela inglesa... toda lectura activa contiene el gesto más profundamente democrático que conozco. Es el gesto de quien sabe abrirse al mundo y a las verdades relativas del otro... Si se exige talento a un escritor, debe exigírsele también al lector... Los escritores fallan a los lectores, pero también ocurre al revés")
("Los profesores nos quejamos sin cesar, y más ahora que Bolonia nos “obliga” a organizar seminarios y prácticas que suelen requerir lectura. No leen libros, no son capaces de seguir un artículo académico; por no leer muchos ni siquiera se acercan a una novela. Sin embargo, en secundaria y en bachillerato sí lo hacen: es obligatorio... Ahora pretendemos que los alumnos aprendan en cuatro meses lo que antes procesaban en ocho. La primera víctima de esta recorte fue la lectura sosegada, solitaria y fecunda de libros académicos")
("No es el aprendizaje de un idioma lo que su padre le otorga. Lo que está ante sus ojos es el extraordinario advenimiento en el lenguaje. No se trata de un conocimiento que necesite ser inventariado. Se trata de dejarse invadir dulcemente por el lenguaje que, a partir de ese momento, hablará a través de ella. Ella será su enviada")
De móviles, adicciones y demás:
("Harto de memes, de whatsapps, de facebooks y de instagrams este joven rebelde en un momento de lucidez arrojó el móvil a un pozo y se echó al monte para enfrentarse a la gelatinosa realidad virtual que lo atenazaba... Desde la cumbre alcanzada se veía la ciudad allá abajo envuelta en la carga de basura que transportan las redes... El joven rebelde pensó que cualquiera podía echarse al monte sin salir de casa, incluso sin levantarse de la cama")
("Los memes se propagan como una pandemia de modo incontrolado y su capacidad de réplica y acumulación genera estructuras que se insertan en el cerebro humano en forma de teorías, religiones, fobias, filias, rechazos, banderas, patrias, nacionalismos y pasiones deportivas... se clavan en el encéfalo del receptor y allí se multiplican saltando a todos los que entran en contacto con el infectado... A un adolescente le quitas el móvil y comienza a berrear como cuando de bebé le quitabas el chupete. Así sucede con el resto de la humanidad, que enganchada a esta droga se está volviendo idiota")
("... antes se viajaba a París para ver La Gioconda y ahora se viaja para no verla. Pero los que ahora no la ven obtienen la misma satisfacción que los que antes la veían. A lo mejor lo que hacían aquellos y hacen estos es consumirla... Lo que no está claro, dada la incómoda aglomeración que nos muestra la foto, es quién consume a quién: si los turistas a la obra de arte o la obra de arte, en su quietud, a los turistas")
("Hace poco conocí a Ada Salas, poeta y profesora excelente, que se lamentó de lo que le costaba conseguir que sus estudiantes aprendiesen a no temer la soledad. Silencio y soledad, como estados de introspección crítica contrapuestos al yo visceral que grita publicitariamente en las redes... Bauman afirma que el éxito de Facebook reside en un miedo a estar solos que, a su vez, nos aísla de lo inmediato... nos diluimos en las redes y padecemos un miedo cerval a disentir en lo profundo... No sabemos vivir en soledad, pero nos empapamos de una soledad líquida, terminal, paralizante...")
("Mis alumnos no leen los periódicos. Ni en formato digital ni en papel. Las noticias llegan a ellos... solo cuando tienen carga emocional. Tampoco son tan distintos a gran parte de la sociedad donde triunfa el género de la emo-noticia: violencia, amenazas, sexo, rarezas y escándalos... El selfie es una gran metáfora de la vida actual. Ya no interesa lo que ocurre alrededor sino lo que nos ocurre a nosotros: a mí y a mis amigos, a mí y a mi grupo. Las segundas y terceras personas han desaparecido por ajenas, problemáticas, difíciles. Más allá del yo y del nosotros está el abismo")
'INTERNET O EL ENGAÑOSO COBIJO DE LA INTEMPERIE', por Manuel Cruz / 'EN LA PLAZA', de Vicente Aleixandre ("En determinadas redes sociales sus usuarios acuden a encontrarse única y exclusivamente con los suyos, terminando por convertir el ámbito en cuestión en un lugar de reafirmación y reforzamiento mutuo donde la dinámica que se establece no es la de quién plantea el comentario más razonable, atinado o crítico, sino la de quién deja caer el zasca (antes colleja) más ingenioso, agudo o hiriente para los enemigos del grupo... Lo que alguien... podría considerar sin más como la tupida trama de banalidades en que ha venido a dar el imaginario colectivo hegemónico en el mundo actual constituye en realidad un formidable dispositivo de control (objetivo) y autoengaño (subjetivo)" 'PRIVACIDAD', por Julio Llamazares / 'DUBLINESCA', de Enrique Vila-Matas (fragmento) ("... sé a lo que me expongo al criticar aquí una moda social que ha convertido el cotilleo de toda la vida en universal y el mundo en un inmenso patio de vecindad en el que todos se ponen verdes y se controlan unos a otros. No discuto la utilidad de las redes sociales para la comunicación entre las personas, sí la necesidad de tener que comunicarse todo el rato, da igual que sea lo que van a comer y con quién...")
("Pero a lo que íbamos: ¿por qué se nos cae tanto el móvil al retrete? Podríamos evitarlo atándonoslo con una cadena al cuello, o bien reflexionando sobre esa compulsión a la repetición que tantos disgustos nos proporciona. ¿Por qué precisamente al retrete estando la vida llena de charcos? ¿Quizá porque es de donde más asco nos da recuperarlo?")
PESTE NEGRA ("... aquella bacteria, bajo distintas formas, no ha cesado de mutar... en la cultura, en la política y en la moral. La bacteria de la peste llegó en medio de la ignorancia y del fanatismo, caldos de cultivo que todavía perviven... hoy las pulgas de la peste negra se han refugiado en las costuras de la Red, cuyos enlaces expanden una imbecilidad planetaria con fiebre y delirios en la mayoría de los usuarios") 'TUITEO, LUEGO EXISTO', por Umberto Eco (Twitter es como el bar Sport de cualquier pueblo o suburbio. Habla el tonto del pueblo, el pequeño terrateniente que cree que le persigue Hacienda, el médico amargado porque no le han dado la cátedra de anatomía comparada en la gran universidad, el que está de paso y se ha tomado ya muchas copitas de grapa, el camionero que habla de prostitutas fabulosas en la vía de circunvalación, y (a veces) el que expone opiniones sensatas...") 'VENENO', por Manuel Vicent ("Nuestra conciencia largamente intoxicada acepta con normalidad el veneno diario que recibe en lo que uno lee, oye, contempla, huele y respira, de forma que el ciudadano se comporta con toda naturalidad en la vida, creyéndose sano y libre, sin saber que está envenenado") 'DAR LA MANO', por Manuel Vicent ("Hay en el mundo más de dos mil millones de pollos y gallinas picoteando día y noche banalidades, rebuznos y sandeces en los teclados de las tabletas. Nadie ha acertado todavía con la forma de eludir esta basura, que se ha apoderado del espacio amparada por el anonimato. No basta con tirar el móvil a un pozo") 'LO RECIENTE QUEDA ANTIGUO', por Luis Goytisolo (".... la Red establece una relación íntima con el usuario puesto que, a la vez que este entra en ella, sea para resolver un problema o una duda, sea por puro placer adictivo, en justa reciprocidad, la Red entra en el usuario tocando o afectando sus puntos más sensibles, trazándole o configurándole un carácter, un perfil... Para el usuario —y aunque no sea consciente de ello— más estimulante que utilizar la Red es la posibilidad de ser él quien se vuelque en ella") 'RETRETE GLOBAL', por Elvira Lindo ("... Internet se ha convertido en ese gran váter global, el retrete de la escuela, del bar de carretera, en el que leemos y escribimos aquello que no se nos está permitido decir ni delante de nuestros amigos...")
("Igual que los empleados de El círculo, vivimos cada vez más fiscalizados por los otros, ya no podemos perdernos ni desaparecer porque tantas ventanas al exterior transparentan nuestra casa, nos la han convertido en una casa de cristal... en este siglo desaparecer resulta casi imposible, a quién no abre la puerta o no contesta el teléfono, se le contacta por e-mail, o por SMS, por WhatsApp o Skype, o se irrumpe en mitad del salón o en la cama")
("En los whatsapps la rapidez en responder a las llamadas es más determinante que el contenido de los propios mensajes... hoy los móviles se diseñan para poder expresar una idiotez cada día un segundo más rápido")
("... De pronto un día se sintió perseguido y acorralado en la red por una multitud de seguidores y amigos que trataban de devorarlo. Cortó por lo sano, arrojó el móvil a un pozo y comenzó a vivir por dentro como un hombre nuevo, no como un insecto capturado.")
("En la mutación continua que como especie estamos experimentando los humanos desde la aparición del teléfono móvil, ese aparato que acerca a los que están lejos y aleja a los que están cerca y que últimamente sirve incluso para hablar, el último escalón ya no es el selfie...")