"... a las casitas, como se jugaba mejor era en verano, al aire libre, con niños del campo que no tenían juguetes y se las tenían que ingeniar para construírselos con frutos, piedras y palitos, y que, precisamente por eso, nunca se aburrían. Cogían una teja plana y decían "esto era un plato"... y resultaba todo mucho más bonito, yo lo sentía, pero cuando llegaba el invierno, me olvidaba y sucumbía a las exigencias de una industria que fomentaba el descontento y el afán de consumo...
Mi amiga me lo había enseñado, me había descubierto el placer de la evasión solitaria, esa capacidad de invención que nos hace sentirnos a salvo de la muerte"
“Todo niño que juega se conduce como un poeta, creándose un mundo propio, o, más exactamente, situando las cosas de su mundo en un orden nuevo”. Reconoce la seriedad con la que el niño se entrega a sus juegos, la misma seriedad con la que el poeta crea su mundo fantástico."
(S. Freud, en “El poeta y los sueños diurnos”, 1908)
En nuestras Jornadas sobre 'Pobreza Infantil' (IES Cristóbal Colón), uno de los encuentros más emotivos fue el que mantuvieron aquel señor y aquella señora con nuestros alumnos, su infancia transcurrió en los chozos, en Doñana. Extendieron por el aula todos sus recuerdos. Contaron, entre otras cosas, que como no tenían juguetes, se los inventaban o los construían, con una rama, con una piedra... Nuestros chavales alucinaban. Al final, una niña les preguntó, ¿y eran felices? La respuesta fue "Más que ahora".
Al llegar a estas páginas de 'El cuarto de atrás', también me acordado de aquel fragmento de 'Platero y yo',
Cuando, en el crepúsculo del pueblo, Platero y yo entramos, ateridos, por la oscuridad morada de la calleja miserable que da al río seco, los niños pobres juegan a asustarse, fingiéndose mendigos. Uno se echa un saco a la cabeza, otro dice que no ve, otro se hace el cojo…
Después, en ese brusco cambiar de la infancia, como llevan unos zapatos y un vestido, y como sus madres, ellas sabrán cómo, les han dado algo de comer, se creen unos príncipes:
- Mi pare tié un reló e plata.
- Y er mío, un cabayo.
- Y er mío, una ejcopeta.
Reloj que levantará a la madrugada, escopeta que no matará el hambre, caballo que llevará a la miseria…
El corro, luego. Entre tanta negrura, una niña forastera que habla de otro modo, la sobrina del Pájaro Verde, con voz débil, hilo de cristal acuoso en la sombra, canta entonadamente, cual una princesa:
Yo soy laa viudiiitaaa
Del Condeee de Oréé…
…¡Sí, sí! ¡Cantad, soñad, niños pobres! Pronto, al amanecer vuestra adolescencia, la primavera os asustará, como un mendigo, enmascarada de invierno.
- Vamos, Platero…
'EL CUARTO DE ATRÁS'
(fragmento)
Mi hermana y yo teníamos una cocina de juguete bastante grande, uno de los últimos regalos de antes de la guerra, se enchufaba y se hacían comidas en un hornillo de verdad, nos la envidiaban todas las niñas. Aunque a las casitas, como se jugaba mejor era en verano, al aire libre, con niños del campo que no tenían juguetes y se las tenían que ingeniar para construírselos con frutos, piedras y palitos, y que, precisamente por eso, nunca se aburrían. Cogían una teja plana y decían "esto era un plato", machacaban un ladrillo y decían "esto era el pimentón", y resultaba todo mucho más bonito, yo lo sentía, pero cuando llegaba el invierno, me olvidaba y sucumbía a las exigencias de una industria que fomentaba el descontento y el afán de consumo (...)
Fue cuando (mi amiga) me empezó a hablar de Robinson Crusoe, me dijo que a ella los juguetes comprados la aburrían, que prefería jugar de otra manera. "¿De qué manera?""Inventando; cuando todo se pone en contra de uno, lo mejor es inventar, como hizo Robinson" (...) "Sí, es muy bonito -dije yo-, pero nosotras ¿qué? nosotras no tenemos una isla donde inventar cosas". Y entonces dijo ella: "Pero podemos inventar la isla entre las dos, si quieres". Me pareció una idea luminosa y así fundamos Bergai; esa misma noche, cuando nos separamos, ya le habíamos puesto el nombre, aunque quedaban muchos detalles. Pero se había hecho tardísimo, ella nunca tenía prisa porque no la podía reñir nadie, yo en cambio tenía miedo de que me riñeran. "Si te riñen, te vas a Bergai -dijo ella-, ya existe. Es para eso, para refugiarse (...)
Al día siguiente, inauguramos las anotaciones de Bergai, cada una en nuestro diario, con dibujos y planos; esos cuadernos los teníamos muy escondidos, sólo nos los enseñábamos una a otra (...)
Ya no volví a disgustarme por los juguetes que se me rompían y siempre que me negaban algún permiso o me reprendían por algo, me iba a Bergai (...)
Mi amiga me lo había enseñado, me había descubierto el placer de la evasión solitaria, esa capacidad de invención que nos hace sentirnos a salvo de la muerte.
ACTIVIDAD, ELABORACIÓN DE UN TEXTO ARGUMENTATIVO:
¿Cree usted que la perfección, la sofisticación de la moderna industria del juguete influye negativamente en la capacidad de invención, de imaginación, de los niños? Elabore un texto argumentativo, entre 200 y 250 palabras, respondiendo a la pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuada. Se amplía hasta 250 palabras la extensión del texto argumentativo. (2 puntos)
ENTRADA DE APOYO:
(El modelo de examen para la prueba de acceso y admisión a la Universidad ha sufrido algunos cambios en la asignatura de Lengua Castellana y Literatura. Uno de ellos ha sido la sustitución del comentario crítico por la elaboración de un discurso argumentativo que responda a una pregunta previamente planteada... algunas pautas que pueden ayudar a la redacción de ese texto. (...) Imaginemos que estamos defendiendo la tesis de que la Educación, el Conocimiento, constituyen los pilares fundamentales de una sociedad. Podríamos acordarnos de Sócrates y apuntar que según el filósofo griego, "La ignorancia es el único mal")
ENTRADAS RELACIONADAS:
("... cumpliríamos nuestra misión de españolas, aprenderíamos a hacer la señal de la cruz sobre la frente de nuestros hijos, a ventilar un cuarto, a aprovechar los recortes de cartulina y de carne, a quitar manchas, tejer bufandas y lavar visillos, a sonreír al esposo cuando llega disgustado... a decorar una cocina con aire coquetón, a prevenir las grietas del cutis y a preparar con nuestras propias manos la canastilla del bebé... Bajo el machaconeo de aquella propaganda ñoña y optimista de los años cuarenta... crecieron mis ansias de libertad y se afianzó la alianza con el desorden que había firmado")
("¿Dónde quedó aquel cuarto en el que jugábamos, casi siempre a escondidas, cuando eramos niños? Era ahí donde se refugiaba el relato, el de cada uno, el de todos, en la intimidad, en ese miedo mezclado con el deseo y con ese no saber si crecer o firmar un pacto con la infancia soñada. nuestros alumnos de 2º de Bachillerato... sí han comenzado ya a recordar, a sufrir y a gozar pensando en su infancia... Momentos en los que vuelven a entrar en aquel cuarto en el que jugaban con su hermana, con su amigo...")
'EL CUARTO DE ATRÁS', de Carmen Martín Gaite (fragmento) / PROPUESTA DE EXAMEN
("Franco es el primer gobernante que yo he sentido en mi vida como tal, porque desde el principio se notó que era unigénito, indiscutible y omnipresente, que había conseguido infiltrarse en todas las casas, escuelas, cines y cafés, allanar la sorpresa y la variedad, despertar un temor religioso y uniforme, amortiguar las conversaciones y las risas para que ninguna se oyera más alta que otra. Hágase cargo de que yo tenía nueve años cuando empecé a verlo impreso en los periódicos y por las paredes, sonriendo con aquel gorrito militar de borla...")