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'JAPONESADA', por Marta Sanz / '1984', de George Orwell (fragmento)

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"Los japoneses trabajan mucho; me cuentan que algunos mueren frente a sus ordenadores. Cortocircuito total. El suicidio se practica en los andenes del metro... Ahora me cuesta más distinguir el original de la copia, la tradición de la globalización, la realidad de los relatos, la libertad de las esclavitudes, lo honorable de lo cruel... Y ya no sé qué puede ser el infierno y qué el paraíso"

"El duro trabajo físico, el cuidado del hogar y de los hijos, las mezquinas peleas entre vecinos, el cine, el fútbol, la cerveza y sobre todo, el juego, llenaban su horizonte mental"('1984', George Orwell)
Imagen de Tokio

JAPONESADA

He pasado cuatro noches en Japón. Si hubiese pasado un año no podría escribir esta columna: habría llegado a la conclusión de que solo sé que no sé nada. Pero cinco días me alientan a la temeridad. He visto muchas cosas y he creído ver muchas otras. Me han contado historias. Comparto lo que siento. Es un derecho.
Al llegar a Japón me advierten: nunca debo dejar propina ni fumar en la calle ni hablar por el móvil en el metro. En los restaurantes la gente disfruta de sus cigarrillos mientras come sopitas, sashimi y sushi. En Japón no hay anisakis porque evisceran y limpian los pescados tan primorosamente que en la carne no quedan larvas ni excrecencias. En Japón hay casi pleno empleo y Tokio es una ciudad donde no me piden limosna ni veo perros abandonados. Los japoneses trabajan mucho; me cuentan que algunos mueren frente a sus ordenadores. Cortocircuito total. El suicidio se practica en los andenes del metro. Los suicidas dejan preparada la suma necesaria para limpiar su sangre de la estación; unas son más caras que otras: suicidios de centro y periferia, de primera y segunda. Me dicen que casi todas las mujeres aspiran a contraer matrimonio antes de los treinta. Ellas administran el dinero de sus infatigables esposos y les dan una cantidad semanal para sus gastos. Las mujeres tienen amantes, van al teatro y abarrotan las cafeterías donde degustan repostería europea. Los hombres que pierden el último tren pernoctan en karaokes y hoteles cápsula. Expresar sentimientos o mostrar afecto físico no es habitual. Pero hay sex shops de ocho pisos, graduados por la dureza de lo que se vende, que no llegan a culminar los más avezados pornógrafos occidentales. Nadie asiste a esas chicas borrachas que se acurrucan en pasadizos: prestarles ayuda sería humillante para ellas. Las japonesas se emborrachan con facilidad porque carecen de una enzima para metabolizar el alcohol. En el barrio de Shinjuku adivino a Godzilla entre dos rascacielos. Hay restaurantes de robots. Los neones son tan potentes que casi me producen ataques epilépticos. Si pierdes el ordenador, lo recuperarás. Nadie roba: hay quien da una razón animista —el alma impregna los objetos— y hay quien apela al budismo —lo que hagas en esta vida te será devuelto en la otra—. No entiendo de religiones. Por Takeshita pasean lolitas góticas y muchachas con peluches anudados a la cintura. Chicas que visten a sus novios a juego con su indumentaria. Los cazadores de tendencias paran a algunas y apuntan sus nombres en un papelito. Hay cafeterías de erizos y búhos. Muchas personas van enmascaradas para no contagiar o no contagiarse: en el avión una japonesa se quita la máscara, se maquilla, no se la vuelve a poner. Yo he visto cosas que vosotros no creeríais si es que aún los seres humanos conservamos la capacidad de asombro. He pasado por uno de los callejones donde se rodó Blade Runner y he atravesado diagonalmente el cruce de Shibuya. He estado cuatro noches en Japón e impugno la idea prepotente de ser habitante del futuro. Ahora me cuesta más distinguir el original de la copia, la tradición de la globalización, la realidad de los relatos, la libertad de las esclavitudes, lo honorable de lo cruel, la soledad del hikikomori del gregarismo, el ombliguismo occidental del exotismo papanatas. Y ya no sé qué puede ser el infierno y qué el paraíso.
(Fuente: El País, 10-06-2017)





'1984', de George Orwell 
(fragmento)

"... el Partido enseñaba que los proles eran inferiores por naturaleza y debían ser mantenidos bien sujetos, como animales, mediante la aplicación de unas cuantas reglas muy sencillas. En realidad, se sabía muy poco de los proles. Y no era necesario saber mucho de ellos. Mientras continuaran trabajando y teniendo hijos, sus demás actividades carecían de importancia. Dejándoles en libertad como ganado suelto en la pampa de la Argentina, tenían un estilo de vida que parecía serles natural. Se regían por normas ancestrales. Nacían, crecían en el arroyo, empezaban a trabajar a los doce años, pasaban por un breve período de belleza y deseo sexual, se casaban a los veinte años, empezaban a envejecer a los treinta y se morían casi todos ellos hacia los sesenta años. El duro trabajo físico, el cuidado del hogar y de los hijos, las mezquinas peleas entre vecinos, el cine, el fútbol, la cerveza y sobre todo, el juego, llenaban su horizonte mental. No era dificil mantenerlos a raya. Unos cuantos agentes de la Policía del Pensamiento circulaban entre ellos, esparciendo rumores falsos y eliminando a los pocos considerados capaces de convertirse en peligrosos; pero no se intentaba adoctrinarlos con la ideología del Partido. No era deseable que los proles tuvieran sentimientos políticos intensos. Todo lo que se les pedía era un patriotismo primitivo al que se recurría en caso de necesidad para que trabajaran horas extraordinarias o aceptaran raciones más pequeñas."






'MÁS QUE UNA PALABRA', de José A. Goytisolo

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"... la libertad, al igual que la democracia, "aparece y ya no está, la libertad hay que inventarla siempre", nunca llega y se queda. Otros la desplazan, la desnudan y, detrás de la cortina, quedamos las sobras... otros ni siquiera quedan... es un crimen contemplar y no actuar, es un crimen la resignación, "la libertad es comer y repartir el pan". Jamás la libertad y la democracia se quedarán con nosotros, si ven que nosotros nos quedamos quietos, sonriendo, callados... "la libertad si quieres será tuya, pero solo por un momento  porque cuando la tengas se escapará riendo entre tus manos y tendrás que buscarla y perseguirla por las calles..."



Como decía Nacho Vegas, vienen gigantes de azul con las bocas llenas de su democracia... Y todos llevamos, algunos más que otros, décadas cacareando como pavos reales esa cosa de que por fin somos un país libre, y nos quedamos tan panchos. El hecho de que lo digamos, no quiere decir que lo seamos, siempre pasa lo mismo, el primero que atrape la palabra se queda con ella. 

Lo que tendríamos que hacer es pensar de forma sosegada, y a la vez rebelde, en qué han quedado los significados de esas dos palabras fundamentales, libertad, democracia. De forma sosegada para poder mirar, pensar, por encima de la inmediatez. De forma rebelde, para actuar en consecuencia. Para intentar deshacernos del papel anónimo en el que se nos ha encorsetado, el humillante rol de súbditos consumidores, esclavos del sobrevivir (los que pueden), que además se pavonean de vivir en un país democrático, libre, como si los fondos buitre y el poder financiero no pudieran decidir quién puede ser el amo de la riqueza, y quiénes hemos sido elegidos para pagar el banquete de unos pocos, quiénes vamos a contemplar, como dice Goytisolo el festín de la ignominia. Con la sonrisa puesta, con la boca cerrada, sí somos libres, no existe la Ley Mordaza.

Dice bien el poeta, la libertad, al igual que la democracia, aparece y ya no está, la libertad hay que inventarla siempre, nunca llega y se queda. Otros la desplazan, la desnudan y, detrás de la cortina, quedamos las sobras... otros ni siquiera quedan.

Porque es un crimen contemplar y no actuar, es un crimen la resignación, porque, dice el verso, la libertad es comer y repartir el pan. Jamás la libertad y la democracia se quedarán con nosotros, si ven que nosotros nos quedamos quietos, sonriendo, callados... la libertad si quieres será tuya, pero solo por un momento  porque cuando la tengas se escapará riendo entre tus manos y tendrás que buscarla y perseguirla por las calles, ciudades, praderas y desiertos...

En el fondo todo está en la última frase de aquel maravilloso artículo de Gustavo Martín Garzo, "La última pregunta de Perceval, la más dolorosa de todas, solo puede ser entonces si puede llamarse democracia a esto que tenemos" ('Las preguntas de Perceval')

Intento imaginarme una conversación, a altas horas de la noche, entre Nacho Vegas, Gustavo Martín Garzo y José Agustín Goytisolo.

Seguro que está en el aire, sólo habrá que buscarla.

Como inevitablemente nos ordena José Agustín Goytisolo en otro poema el oficio del poeta, el imperativo de todos, no es otro que este, "... Devolvamos las palabras reunidas a su auténtico dueño"


(Luis Enrique Ibáñez)

MÁS QUE UNA PALABRA

La libertad es más que una palabra

la libertad es una chica alegre

la libertad es una parabellum o una flor

la libertad es tomarse el café donde uno quiere

la libertad es una perdiz herida

la libertad es negarse a morir en una cama de hospital

la libertad es real igual que un sueño
la libertad aparece y ya no está
la libertad hay que inventarla siempre

la libertad puede ser del esclavo y fallarle al señor

la libertad es gritar frente a la boca gris de los fusiles

es amar a quien te ama

la libertad es comer y repartir el pan

la libertad es no ocupar asiento en el festín de la ignominia

la libertad a veces es una simple línea fronteriza

la libertad es la vida o es la muerte

la libertad es la ira

la libertad se bebe y se respira

la libertad es cantar en tiempos de silencio

la libertad si quieres será tuya

pero

solo por un momento

porque cuando la tengas

se escapará riendo entre tus manos

y tendrás que buscarla y perseguirla

por las calles, ciudades, praderas y desiertos

de todo el vasto mundo

porque se deja amar únicamente por amor por anas

porque ella

es más hermosa que una pluma al viento.







'MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y SOCIEDAD', por Cristina Robles (alumna de 2º de Bto. en el IES Cristóbal Colón)

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"... nos enseñan desde un libro, desde una frase, desde un aula, para salir del instituto y comernos el mundo, y que éste, no nos coma a nosotros ...comenzamos a analizar todos y cada uno de los elementos que componen una noticia, un texto, una frase. Entonces, vemos que cada palabra que leemos, no está puesta por casualidad, sino con un único propósito, minarnos la mente... a modo de distracción.


Nosotros no sabíamos que saldríamos a las calles... No sabíamos que sería una asignatura tan práctica...madurar esa parte de nosotros a nuestra edad"

LO QUE YO HE VISTO EN ESTA ASIGNATURA

Es sabido que en los tiempos que corren, la capacidad de ser autocríticos es totalmente necesaria, pues nos bombardean el subconsciente (y el consciente) constantemente, tratando de implantarnos la incultura, que nos distraigamos de lo que verdaderamente debe preocuparnos.

La publicidad subliminal es un gran desconocido que, nosotros, los jóvenes, debemos conocer para tomar conciencia de la manipulación a la que nos someten. Este tipo de publicidad, la cual es inevitable en los medios de comunicación, cuenta con una forma de contrarrestarla, es decir, deben existir las pautas de identificación para conocer los métodos de manipulación y los efectos que estos mismos provocan. Además, somos los adolescentes los más afectados, puede verse la influencia de diversos campos, como la música, los programas, etc. Nos enseñan a ser iguales, a seguir como borregos lo que nos imponen, a no ser capaces de decir “Basta ya”, a que nos conformemos con la mediocridad, a que no tengamos ambiciones de futuro debido a la incapacidad a la que nos adoctrinan, como si fuésemos máquinas programables.

Como dijo Mario Bunge, "Lo que importa es el conocimiento. No tiene interés, creo yo, insistir en la información. Hay que insistir más bien en la relación que ésta tiene con el conocimiento y el poder económico y político. Hay que averiguar quiénes son los dueños de las fuentes de información y de los medios de difusión. Si la información está distribuida equitativamente, puede beneficiar a todo el mundo. Si, en cambio, está concentrada en pocas manos, va a beneficiar primordialmente, sino exclusivamente, a los dueños de esas fábricas de información". 

Es por esto, por lo que tenemos la necesidad de saber distinguir lo subjetivo de lo objetivo, y partiendo de esa base, crear una opinión propia, una opinión que nos pertenezca, creada desde nuestros conocimientos hasta nuestras preferencias. En primer lugar, debemos ser capaces de reconocer la veracidad de lo que nos cuentan y lo que realmente ha ocurrido, y por supuesto, saber exprimir la información relevante de la parrafada que nos tiran. Es decir, cuestionarnos la hegemonía, la cual ha sido descrita por Antonio Gramsci (1891-1937) con total exactitud, siendo un preso político por el triunfo del fascismo italiano.

De acuerdo a esto, las clases dominantes imponen un sistema de significados propios, cómo es y cómo se debe estar en el mundo. Esto es la hegemonía, la cual se toma como correcta. La hegemonía cultural se difunde mediante el sistema educativo, religioso y los medios de comunicación, los cuales tienen como objetivo “educar” a los dominados para que conciban este sometimiento como “natural” y que nos lleva a una neutralización de la capacidad revolucionaria de los dominados.

La hegemonía no es estática, pues admite la generación de conflictos y rupturas en el corazón de la sociedad, ya que pueden resignificar prácticas y sentidos, lo que nos daría lugar a los movimientos contrahegemónicos, en el que hay diferentes intereses en pugna. Cuando un movimiento contrahegemónico cobra importancia, el Estado hace uso de los elementos coarsitivos, es decir, usan la dominación mediante organismos como la policía. 

Como resultado obtenido por Quino, nos damos cuenta cómo un simple palo, es decir, la porra, es el elemento de cambio ideológico favorito del Estado. Cuando nos damos cuenta que la información es un arma de doble filo, la cual te posiciona en el bando dominador o en el bando dominado, nos percatamos de la importancia que tiene saber las pautas para poder ser críticos ante toda información obtenida, así mismo, siempre que una persona del bando “dominado” difiera sobre la hegemonía, los “dominadores” ejercerán la fuerza con el objetivo de neutralizar las capacidades revolucionarias, que pueden ser obreras, literarias, musicales.... Por tanto, es ineludible conocer cómo ser contrahegemónico, ya que ello nos dará la capacidad de ser libres, de no ser sumisos, insisto, de podernos valer por nuestros pensamientos y transmitir estas capacidades. Pues digamos, y afirmemos, que esta asignatura, nos proporciona poder ser contrahegemónicos, a la vez de hacernos crecer como personas, tanto físicamente, porque el tiempo no perdona, como psíquicamente. 

Y es entonces, cuando cogemos la matrícula de 2º de bachiller y vemos "Medios de Comunicación"... No sabemos realmente qué haremos en esa asignatura, pero oye, tiene algo que nos llama a voces. Sin darnos cuenta, le hemos dado la oportunidad a una asignatura que, posteriormente, será determinante en nuestras vidas y es totalmente desconocida. Llegamos a clase, y aparece el profesor, con una ilusión enorme por poder formar a personas que luego saldrán a la calle y se enfrentarán a la sociedad actual, a la incultura actual. Esa misma ilusión con la que aparece, es contagiada a todas y cada una de las personas que conforman dicha clase. Comenzamos a generar interés por la actualidad, por las formas de expresión, comenzamos a analizar todos y cada uno de los elementos que componen una noticia, un texto, una frase. Entonces, vemos que cada palabra que leemos, no está puesta por casualidad, sino con un único propósito, minarnos la mente, ya sea de productos tóxicos, o de información irrelevante, a modo de distracción.

Nosotros no sabíamos que saldríamos a las calles a poner en práctica los conocimientos que hemos ido adquiriendo tan temprano, a base de análisis teóricos. No sabíamos que sería una asignatura tan práctica, en la que, además de reforzar las técnicas de argumentación mediante comentarios de texto, nos argumentaríamos a nosotros mismos porqué debemos ser autocríticos, porqué debemos madurar esa parte de nosotros a nuestra edad.

Entonces aparece la respuesta, definitivamente, nuestro futuro dependerá de las decisiones que tomemos, y las decisiones a su vez, del nivel de manipulación en el que nos encontremos sumidos. Siguiendo una lógica proposicional, esta asignatura nos da una oportunidad mayor en el futuro. Esta asignatura sería la inversa a la manipulación, sería la asignatura que nos da alas para poder decidir libremente, cuando todo a nuestro alrededor nos las cortarían sin dudarlo. Esta asignatura está para no conformarnos con lo que nos dicen que valemos, con lo que dicen que somos y con el futuro que nos han programado. Para que vayamos más allá, que nos superemos día a día. Honestamente, considero esta asignatura como un puente de transición desde lo que quieren que seamos, hacia donde realmente seremos lo que queremos ser, libres, sin miedos, con conocimientos.... Y aquí estamos, dispuestos a defender esta asignatura, ya que, nos enseñan desde un libro, desde una frase, desde un aula, para salir del instituto y comernos el mundo, y que éste, no nos coma a nosotros.


JUSTIFICACIÓN DE LA ASIGNATURA, DESDE EL IES CRISTÓBAL COLÓN (Departamento de Lengua y Literarura)



Parece indiscutible, vivimos en un momento en el que el amontonamiento de información es tan abrumador que puede convertirse, en lugar de en una ventaja, en un en un elemento distorsionador, en un factor que puede pervertir nuestra percepción de la realidad. Como afirma el filósofo Emilio Lledó, “nunca como hoy han tenido los seres humanos tantas posibilidades de información, de comunicación y, paradójicamente, nunca han estado tan silenciosos, tan inermes, tan deteriorados”. Y es cierto, el hecho de que tengamos herramientas asombrosas a nuestro alcance no significa que hayamos adquirido, previamente, las destrezas críticas, reflexivas, que nos permitan aspirar a un pensamiento autónomo, abierto y consciente.


En ese bombardeo continuo de informaciones se mezclan de modo atolondrado noticias de trascendencia real con noticias basura. Este hecho unido al vértigo tecnológico, a la rapidez, a la cultura de lo instantáneo, puede provocar que perdamos la capacidad de discernir entre lo importante y lo estúpido.


La confusa cultura del entretenimiento también coadyuva, y de forma contundente, a que se extienda aquella estrategia de manipulación de masas de la que hablaba Noam Chomsky: hacer creer que lo vulgar, lo inculto está de moda. Si nos fijamos en las programaciones de los distintos canales de televisión, en los programas que obtienen las máximas audiencias, comprendemos fácilmente por qué hechos y personajes de dudoso interés han pasado a formar parte importante en la cotidianidad de nuestros alumnos. De nuestros alumnos, y también del mundo adulto, hay que decirlo.


Insistiendo en el ámbito de la información es necesario, crucial, reflexionar sobre la selección de noticias, la repetición de noticias, el ocultamiento de otras. Fundamental será también analizar cómo se conduce el proceso de selección de la información, cuáles son los canales principales (agencias y demás) que facilitan, cocinan, esas informaciones, cómo un mismo hecho puede ser tratado de formas tan diferentes, según el medio que elijamos para informarnos.  Porque como afirma Juan Goytisolo, “Los devoradores pasivos de los noticieros se han vuelto insensibles al dolor ajeno a fuerza de contemplarlo como un espectáculo. Pasan de las hazañas futboleras de un “genial” mediocentro...  al lanzamiento de barriles con explosivos sobre Alepo sin establecer una diferencia clara entre ambos. La sobreinformación mediática encubre y desclasifica la escala de valores y mala suerte para aquello que no es noticia.


Internet es sin duda el medio natural de nuestros alumnos. La Red se ha convertido, además, en un valioso contrapunto a la información oficial proveniente de los medios tradicionales. Pero esa red también puede ser un gigantesco vertedero donde cabe todo, donde todo vale. Pensamos que es absolutamente necesario reflexionar con nuestros alumnos sobre estos contrastes tan significativos.


Desde el Departamento de Lengua y Literatura estamos convencidos de la necesidad de un tiempo, de una asignatura, en la que tenga cabida el debate sobre las cuestiones anteriormente planteadas. No nos cansamos de repetir eso del fomento de un pensamiento crítico en nuestros alumnos. Sin embargo, a veces parece que esa expresión se queda en eso, en una expresión. Es absolutamente urgente crear herramientas concretas, útiles, con las que hacer real ese deseo: recuperar con nuestros alumnos un discurso adulto, y libre, que nos permita a todos ser mejores personas.


Si ciertos espacios para la reflexión crítica se van cerrando (la Filosofía, por ejemplo), nuestro deber moral, social, como educadores, no puede ser otro que el de abrir nuevas puertas para esa reflexión.


Y está asignatura, 'Medios de Comunicación y Sociedad' está pensada para que así sea.


Todo ello se llevará a la práctica con el manejo real de medios de comunicación y/o redes sociales. Los alumnos tendrán a su disposición material TIC con el que desarrollar esta vertiente práctica de la materia, así como un aula de mayor tamaño para cuando este debate recurra a las herramientas más tradicionales, y no por ello menos contundentes, la oratoria, los argumentos y la palabra.



'TOWER OF SONG', Leornard Cohen

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"Mis amigos se han ido y tengo el pelo gris...
veintisiete ángeles del gran más allá
me ataron a esta mesa en la torre de la canción...no dejan que una mujer te mate, no en la torre de la canción...Di que me he vuelto amargo, pero de esto puedes estar seguro:
Los ricos tienen sus canales en los dormitorios de los pobres,
y se acerca un gran juicio, aunque quizás me equivoque.
Se oyen unas voces tan extrañas en la torre de la canción..."


"... Así que me despido de ti, no sé cuándo volveré.
Mañana nos trasladan a otra torre más abajo.
Pero sabrás de mí, nena, mucho después de que me haya ido.
Te estaré susurrando desde mi ventana en la torre de la canción..."



LETRA:

Well, my friends are gone and my hair is grey
I ache in the places where I used to play
And I'm crazy for love but I'm not coming on
I'm just paying my rent every day in the Tower of Song
I said to Hank Williams, how lonely does it get?
Hank Williams hasn't answered yet
But I hear him coughing all night long
Oh, a hundred floors above me in the Tower of Song
I was born like this, I had no choice
I was born with the gift of a golden voice
And twenty-seven angels from the Great Beyond
They tied me to this table right here in the Tower of Song
So you can stick your little pins in that voodoo doll
I'm very sorry, baby, doesn't look like me at all
I'm standing by the window where the light is strong
Ah, they don't let a woman kill you, not in the Tower of Song
Now, you can say that I've grown bitter but of this you may be sure
The rich have got their channels in the bedrooms of the poor
And there's a mighty judgment coming, but I may be wrong
You see, you hear these funny voices in the Tower of Song
I see you standing on the other side
I don't know how the river got so wide
I loved you baby, way back when
And all the bridges are burning that we might have crossed
But I feel so close to everything that we lost
We'll never, we'll never have to lose it again
Now I bid you farewell, I don't know when I'll be back
They're moving us tomorrow to that tower down the track
But you'll be hearing from me baby, long after I'm gone
I'll be speaking to you sweetly from a window in the Tower of Song
Yeah, my friends are gone and my hair is gray
I ache in the places where I used to play
And I'm crazy for love but I'm not coming on
I'm just paying my rent every day in the Tower of Song

And I'm crazy for love but I'm not coming on
I'm just paying my rent every day in the Tower of Song

TRADUCCIÓN:

Mis amigos se han ido y tengo el pelo gris.
Me duelen las partes con las que antes jugaba.
Y estoy loco de amor pero no tengo éxito.
Pago mi alquiler diario en la torre de la canción.
Le pregunté a Hank Williams, “¿Se está muy solo ahí?”
Hank Williams aún no me ha contestado,
pero le oigo toser toda la noche,
cien pisos más arriba en la torre de la canción.

Nací así, no tuve elección.
Nací con el don de una voz de oro.
Y veintisiete ángeles del gran más allá
me ataron a esta mesa en la torre de la canción.
Así que ya puedes clavar tus alfileres en ese muñeco vudú
- Lo siento, cariño, pero no se parece a mí lo más mínimo.
Estoy en la ventana donde brilla una gran luz,
no dejan que una mujer te mate, no en la torre de la canción.


Di que me he vuelto amargo, pero de esto puedes estar seguro:
Los ricos tienen sus canales en los dormitorios de los pobres,
y se acerca un gran juicio, aunque quizás me equivoque.
Se oyen unas voces tan extrañas en la torre de la canción.
Te veo al otro lado.
No sé cómo el río se hizo tan ancho.
Te quise, nena, eso fue hace mucho tiempo –
Y todos los puentes que pudimos haber cruzado están ardiendo,
pero me siento tan cerca de todo lo que perdimos –
Ya no tendremos que volver a perderlo.


Así que me despido de ti, no sé cuándo volveré.
Mañana nos trasladan a otra torre más abajo.
Pero sabrás de mí, nena, mucho después de que me haya ido.
Te estaré susurrando desde mi ventana en la torre de la canción.
Mis amigos se han ido y tengo el pelo gris.
Me duelen las partes con las que antes jugaba.
Y estoy loco de amor pero no tengo éxito.
Pago mi alquiler diario en la torre de la canción.

(Fuente traducción: unedasturias.es)




ENTRADA RELACIONADA:


("Palabras que nos acariciaban con su tristeza y nos obligaban a pensar, empujándonos a recordar cuándo dimos aquel paso que nos expulsó del paraíso, en qué momento fuimos exiliados de la infancia, por qué la música duele con tanta dulzura... quiénes queríamos ser y qué somos, y, también, por qué es obligado mirarnos en el rostro de otros")


'LO QUE DE VERDAD ME GUSTARÍA', por Juan J. Millás / 'MEEN ERHABI' (¿Quién es el terrorista?), DAM

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"Ocurrió en Gaza, tras una incursión de la aviación israelí en un área ocupada por civiles. Significa que no es noticia. La repetición constituye un mecanismo normalizador de enorme eficacia. No fue, pues, el ataque lo que nos conmovió... Nos trastornó, en cambio, la forma en que la niña del centro de la imagen se aferra a sus peluches como un náufrago a una tabla... Ahora bien, puestos a pedir, lo que de verdad de verdad me gustaría es que los israelíes no me exterminaran"

SAID KHATIB (AFP)

LO QUE DE VERDAD ME GUSTARÍA

Acierta usted: ha habido un bombardeo que ha roto la sintaxis de una vivienda entre cuyos escombros un hombre evalúa los daños seguido por una cría en pijama. Ocurrió en Gaza, tras una incursión de la aviación israelí en un área ocupada por civiles. Significa que no es noticia. La repetición constituye un mecanismo normalizador de enorme eficacia. No fue, pues, el ataque lo que nos conmovió. Tampoco las ruinas domésticas, a cuya visión estamos tan acostumbrados. Nos trastornó, en cambio, la forma en que la niña del centro de la imagen se aferra a sus peluches como un náufrago a una tabla. Si los muñecos se salvan, ella también y con ella el resto de la familia. Quizá la cama vuelva a ser una cama; el armario, un armario; la ventana, una ventana, y la pared, una pared. La vida, una vida.
Con frecuencia se les pregunta a los personajes públicos qué obra salvarían de incendiarse tal o cual museo. La gente se lo piensa para quedar bien, lo que constituye un modo de huir de la quema. Si a un escritor se le preguntara qué objeto pondría a salvo de una inundación en su propia casa, diría que una edición especial de El Quijote, o de la Divina Comedia, por ejemplo. Cada uno tiene sus fetiches, solo que los de los adultos no siempre resultan creíbles. En este instante, tras contemplar esta imagen, yo confieso que trataría de rescatar los peluches de mis hijos, que deben de llevar años guardados en las entrañas de un armario, envueltos en plástico con naftalina. Ahora bien, puestos a pedir, lo que de verdad de verdad me gustaría es que los israelíes no me exterminaran.
(Fuente: El País Semanal, 16-06-2019) 
DAM (o Da Arabian MCs), que afirma ser el primer grupo de rap palestino, fue fundado en el año 2000 por Tamer Nafar, su hermano Suheil y Mahmoud Jreri, todos ellos de Lod, una ciudad mixta cerca de Tel Aviv. La pobreza, el desempleo, el racismo y la segregación racial marcan las experiencias de los jóvenes palestinos en ciudades mixtas como Lod y Acre, muchos de los cuales provienen de familias de refugiados desplazadas de sus hogares o de pueblos destruidos. Para los jóvenes palestinos que se han criado en Israel, el rap progresivo a menudo habla de sus experiencias al crecer como minoría racializada y enfrentándose a la brutalidad de la policía, las drogas, la violencia y la cárcel. El éxito de DAM ha inspirado a un creciente movimiento de raperos palestinos en Israel (como Wlad al Hara, Saz, MWR, Abeer y el dúo femenino Arapiat), así como en Cisjordania, en Gaza, en los campamentos de refugiados y en la diáspora, que están utilizando los nuevos medios de comunicación para distribuir su música a través del hip hop underground.

DAM (que significa ‘persistente’ en árabe) se hizo internacionalmente famoso con su mordaz primer single, “Meen erhabi” (¿Quién es el terrorista?), publicado en 2001

Los miembros de DAM posan en un parque de atracciones de Lod. Foto de Jackie Salloum. Imagen cortesía de DAM (Fuente reseña e imagen: http://revistaculturas.org)
¿Quién es el terrorista?
¿soy yo un terrorista?
¿cómo puedo ser yo un terrorista
si eres tú el que ha ocupado mi país?
¡El terrorista eres tú!
Has cogido todo lo que tengo, aunque vivo en mi tierra natal.
¿Quieres que recurra a la ley?
Tú eres el testigo, el abogado y el juez.
Me condenarás a muerte,
para acabar la mayoría en el cementerio.
. . .
Me atacas, pero sigues gritando,
cuando te recuerdo que fuiste tú el que atacaste primero.
Me haces callar y gritas:
“¿Es que no tienen padres que los mantengan en casa?”






'LA ESPAÑA REAL', por Luis Enrique Ibáñez

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"La España real no está en esas familias acomodadas que pueden pagar tres másteres a sus hijos. Está en las otras familias, las que no saben cómo van a pagar las tasas universitarias para que sus hijos, los de todos, cursen estudios superiores... La España real sí es la que... siempre está por hacer, desde el trabajo, la cultura, la honradez y la educación. No es la vieja España que amenaza, sino la que debería despertar, porque esta ahí, porque está siendo maltratada, pero respira...
Esa España, ese mundo, está en nuestros alumnos. Están ahí. Son nuestros jóvenes, y casi nadie, desde el discurso oficial, habla de ellos. Vamos a hacerlo nosotros"


LA ESPAÑA REAL

La España real no es la del obsceno mercadeo de pactos innombrables, sino la de ese 18% de la población que, según Cáritas, está en riesgo de exclusión, o vive en ella, 8 millones de personas.

La España real no es la que aparece en los amañados telediarios, sino la de las noticias que en reuniones previas decidieron ser tapadas, censuradas, como, por ejemplo, los datos de pobreza infantil, las bofetadas ocultadas de la pobreza real.

La España real no es la de la boda de Sergio Ramos, sino la de aquellos ciudadanos olvidados que contemplan desde su cueva olvidada las imágenes del evento como si estuvieran viendo una película de ciencia ficción, incluso los hay que sonríen, ya ven.

La España real no se representa con las limosnas de Amancio Ortega. La España real sí está representada por miles de trabajadores de la Sanidad Pública que medio sostienen, gracias a su conciencia, su dignidad, un sistema que está siendo abandonado a la intemperie, al alcance de los lobos. Sí, hay un lobo en tu puerta.

La España real nada tiene que ver con un consejero de Educación en Andalucía que es dueño de una multiempresa privada de Educación (cómo no acordarse de Morenés, de presidente de una multinacional armamentística, a Ministro de Defensa, acojonante). La España real sí tiene que ver con miles de profesores, trabajadores públicos, que, a pesar de tanta agresión, de tantas zancadillas, de tanto insulto, siguen creyendo que la Educación es un sueño digno de ser perseguido, porque ellos sí trabajan en lo Real, en lo inmediato, viendo, sufriendo  y sintiendo las caras de tantos niños, al lado de ellos.

La España real no la podemos encontrar en las sonrisas de plástico de Letizia y Felipe, sino en los restos de todos los que yacen en las cunetas, los que no duermen, no descansan, después de décadas, en el olvido, para la vergüenza de todos, de los que aún guardan algo de dignidad, de los que no soportan que la Historia se apague, que los criminales sonrían, que sus portavoces en el presente campen a sus anchas, y tomen decisiones... maravilla de Democracia.

Tampoco la vemos en el cabreo del ciudadano Felipe porque una bandera no estaba bien puesta en no sé qué cosa que costó una pasta que podría haberse utilizado para otras necesidades, las hay, aunque él las obvie. Sí la vemos en la rabia y la idea, ay Machado, de tantos de aquí que estamos hasta las narices de tanta bandera.

La España real no está en esas 10 calas que, según me ordena El País, no puedo dejar de visitar. Está allá abajo, en el fondo del Mediterráneo, esa morgue siniestra que vigila nuestra agradable puesta de sol.

La España real sí es la que, otra vez él, siempre está por hacer, desde el trabajo, la cultura, la honradez y la educación. No es la vieja España que amenaza, sino la que debería despertar, porque esta ahí, porque está siendo maltratada, pero respira.

La España real no está en esas familias acomodadas que pueden pagar tres másteres a sus hijos. Está en las otras familias, las que no saben cómo van a pagar las tasas universitarias para que sus hijos, los de todos, cursen estudios superiores, accedan a la palabra que les está siendo robada.

La España real no se ve en esos reality shows disfrazados de debate político. Se podría ver en esas plazas olvidadas en las que la palabra real desnudó el discurso oficial. Fueron muchos los usurparon el lenguaje real, lo apartaron, pero sigue estando ahí. Vayamos a por él.

La España real está en mis compañeros que, a veces no entiendo cómo, se siguen partiendo la espalda por hacer lo que tienen que hacer, creer en esa intrahistoria de la que hablaba Unamuno, la de los seres anónimos que, sin agradecimiento, pero siempre con pasión, consiguen que la rueda siga girando, y, encima, nos obligan, nos sostienen.

Y sí, la España real también está en esos representantes políticos de a pie que luchan por la inmediatez, por la subsistencia y por la solidaridad, incluso aunque sepan que las cartas son las que son. No podemos olvidarlos, ni tampoco dejar de decirles lo que creamos conveniente.

La España real está en ese pueblo escondido del que hablaba Gramsci, al que hay que hablar, con el que hay que contar, al que hay que exigir.

Esa España, ese mundo, está en nuestros alumnos. Están ahí. Son nuestros jóvenes, y casi nadie, desde el discurso oficial, habla de ellos. Vamos a hacerlo nosotros.

Porque el futuro es un coche averiado en la puerta de casa. Habrá que arrancarlo.

Se trata, en definitiva, como decía José Agustín Goytisolo, de recuperar las palabras perdidas y devolvérselas a toda la tribu.

Y sí, hay gente para ello, claro que sí.














'LA POÉSIE', Dominique A (traducción de Álvaro Márquez)

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"El Emboscado, César Figueras... cuando ya crees que no va a volver a llamar al timbre, te pega una colleja por detrás y vuelve a alumbrarte con otra canción...  además, uno se encuentra con gente de la que siempre aprende... Nos hemos tocado el punto eléctrico, el del Lenguaje... Situar en el espejo dos idiomas, e intentar descubrir los pasadizos secretos que podrían comunicarlos, más allá de la inútil literalidad... Sí, hablar con Álvaro Márquez ha sido un regalo, lo hacíamos, y era como situarnos en el corazón del Lenguaje, como si incluso cada coma, cada signo de puntuación, cada giro hacia lo medidamente coloquial, fuera una manera de situarnos en el mundo, en la Poesía..."


"... La fragilidad, en mi mente, no es en absoluto lo mismo que la debilidad: es un vínculo entre todos los seres humanos, eso es un hecho. Aceptar la propia fragilidad no es someterse; al contrario, es una forma de resistencia a la opresión liberal del culto a la eficacia, a la eterna juventud. Es una fuerza moral...

Creo que el arte puede ayudarnos a superar el disgusto que el espectáculo de la realidad, y la realidad misma, pueden generar. Tal vez este sea un punto de vista privilegiado. Sin embargo, muchos testimonios atestiguan que en situaciones extremas, hombres y mujeres se han aferrado a los poemas y a la lectura de recuerdos para sobrevivir...

... es precisamente más emocionante ser un cantante francés, español o turco, y tratar de casar su lengua materna con música que no es «local», ya que está muy influenciada por Inglaterra y los Estados Unidos, que ser un músico anglosajón más. Todavía hay muchas cosas por inventar, el terreno parece más claro artísticamente (no estoy hablando de oportunidades comerciales, por supuesto) para un cantante de Lisboa que para un cantante de Manchester abrumado por las referencias relacionadas con su ciudad. Después de eso, no me importa la idea del rock, ya no significa nada para mí. Ahora sabemos que el rock era, antes de Internet, el agente del poder blando capitalista, así que, francamente, no me hace soñar..."

ENTREVISTA COMPLETA EN 'EL CULTURAL'

El Emboscado, César Figueras, aparece y desaparece, es como una leyenda urbana, cuando ya crees que no va a volver a llamar al timbre, te pega una colleja por detrás y vuelve a alumbrarte con otra canción. Es algo así como aquella novia traviesa de la que hablaban los colegas de Gabinete Caligari, esa que, viniendo desde atrás, un beso te va a dar, un beso te va a dar..., la novia se llamaba Tristeza, y sí tiene que ver con el regalo, como también tiene que ver con el amor por las palabras, por la vida.

Pero es que además de El Emboscado, uno se encuentra con gente de la que siempre aprende, con la que siempre resulta un placer conversar, sobre música, sobre las palabras. 

Me refiero a Álvaro Márquez, mi compañero, profesor de Francés en el IES Cristóbal Colón, autor de la traducción, pensada, cocinada, que aparece aquí. La verdad es que lo mejor para uno ha sido, y lo seguirá siendo, seguro, hablar con él. Nos hemos tocado el punto eléctrico, el del Lenguaje. Él disfruta con la traducción, con el Lenguaje. Ha sido un gustazo enorme oírle hablar de algo que, en lo que tanto hemos pensado, en el hecho de traducir poesía, comunicar vida.

Situar en el espejo dos idiomas, e intentar descubrir los pasadizos secretos que podrían comunicarlos, más allá, por supuesto, de la inútil literalidad. Reflexionar sobre el hecho de que Dominique A. compuso esta canción a los días de la muerte de Leonard Cohen, y, a partir de ahí, empezar a hablar de la necesidad de un pretérito perfecto compuesto que nos situara a todos en un tiempo psicológico cercano, eso no es traducir, eso es encontrar lo que el deseo de Lenguaje buscaba cuando alguien, entre los tachones, encontraba una pista. Sí, hablar con Álvaro Márquez ha sido un regalo, lo hacíamos, y era como situarnos en el corazón del Lenguaje, como si incluso cada coma, cada signo de puntuación, cada giro hacia lo medidamente coloquial, fuera una manera de situarnos en el mundo, en la Poesía.

Esta canción, La poésie, fue compuesta, como hemos dicho, a los dos días de la muerte de Leonard Cohen (7 de noviembre de 2016) y se convierte en un sublime homenaje, no sólo al mito desaparecido, sino también a la propia escritura, a la composición poética, a esas palabras perdidas que esperan, bajo los desordenados papeles, que alguien les dé la oportunidad que merecen. Allí donde inspiración, dulzura y la nostalgia del lenguaje se citan para ver qué sucede.

Es un tema triste, y no lo es. Nos cuenta que la Poesía se ha ido entre intentos de recuerdos y de creación. Nos habla de pérdida, y también, de alguna manera, de negar esa pérdida.

Porque, si somos niños perdidos, sin un poema para salvarnos, si la poesía se ha ido, ella misma nos llama para buscar los rastros perdidos que ha dejado, amable, sobre nuestra piel.

Muchas Gracias, César Figueras. Muchas gracias, Álvaro Márquez. Con vosotros, seguirá teniendo sentido buscar la huella mágica de las palabras que se escurren, las que nos llaman.
(Luis Enrique Ibáñez)


LETRA:

La poésie s’en est allée 

Je la soupçonne d’être passé par chez toi 
De s’être allongée dans ton lit 
Et d’avoir écouté la pluie sur le toit 
Elle avait si peu à confier 
Pas du genre à trop s’épancher quelques mots 
Qu’elle a laissé sur ton bureau 
Quelques ratures au stylo 
Puis elle s’en est allée 
Puis elle s’en est allée
Il nous a fallu quelques jours 

Pour être moins aveugle et sourd et trouver 
Que l’air était un peu plus lourd 
Nos épaules un peu plus rentrées et penser 
Qu’après avoir tant annoncé 
Un départ mille fois reporté, elle rêve 
Ôter le manteau du crochet 
Où depuis des siècles il pendait 
Puis s’en était allé 
Puis s’en était allé
Sommes-nous des enfants perdus?

La forêt à perte de vue pour le soir 
Refuse de nous abandonner 
De laisser à l’obscurité tout pouvoir 
Sur notre histoire mal engagée 
La pleine lune est convoquée pour déjouer 
Les pièges d’une nuit trop noire 
Aux abords d’un abattoir 
Sans un poème pour nous sauver 
Sans un poème pour nous sauver
Je n’sais pas pourquoi je pensais 

Qu’elle n’avait pas pu s’en aller, sans passer 
Par chez toi et sur ton bureau 
J’ai vu les ratures au stylo, quelques mots 
Qui se sont glissés sur ma peau 
Sur ton visage et sur tes mains ils ont pris 
Le rythme d’un coeur en sursit 
Et leur peau était faible aussi 
Mais il faudrait s’y accrocher 
Mais il faudrait s’y accrocher

TRADUCCIÓN:


La poesía se ha ido,
sospecho que ha pasado por tu casa,
se ha echado sobre tu cama
y ha escuchado la lluvia sobre el tejado.
Tenía tan poco para confiar
-no es de esos   que derraman palabras-
que ha dejado sobre tu escritorio
algunos tachones a bolígrafo.

Después se ha ido.
Después se ha ido.

Nos han sido necesarios algunos días
para estar menos ciegos y sordos, y notar
que el aire era un poco más pesado,
nuestros hombros un poco más hundidos y pensar
que tras haber anunciado tanto
una partida mil veces pospuesta, sueña
con quitar el abrigo de la percha
donde colgaba desde hacía siglos.

Después se ha ido.
Después se ha ido.

¿Somos niños perdidos?
El bosque, que se pierde de vista en la tarde,
rechaza abandonarnos,
dejar a la oscuridad todo poder
sobre nuestra historia mal comprometida.
La luna llena es convocada para desbaratar
las trampas de una noche demasiado negra
en los alrededores de un matadero.

Sin un poema para salvarnos.
Sin un poema para salvarnos.

No sé por qué pensaba
que no había podido irse, sin pasar
por tu casa y sobre tu escritorio
he visto los tachones a bolígrafo, algunas palabras
que se han deslizado sobre mi piel,
sobre tu rostro y sobre tus manos;
han tomado
el ritmo de un corazón en suspenso
y su pulso era débil también
pero a él habría que aferrarse

pero a él habría que aferrarse.




'THE RESURRECTION', de Luis Suñén

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"...Había desaparecido el pavor de los sermones
porque la resurrección no era
un alarde de trompetas
ni un repicar de truenos y el fuego
no aparecía por ninguna parte
y nadie pensaba, entre tanta
alegría, en el Juicio,
por eso los hombres y las mujeres,
se abrazaban olvidando las riñas de la noche..."

'The resurrection', de Stanley Spencer

THE RESURRECTION

El cuadro muy de ese momento
que me hubiera gustado vivir
de principio a fin
representaba a los muertos
saliendo de sus tumbas
el día de la resurrección.
Salían como aturdidos,
sin haberse despejado del todo
del sueño que muchos habían creído eterno,
desperezándose, quitándose de encima un velo
que podría ser la placenta de la tierra
que primero se tragó su carne
y luego separó sus huesos
como en una infantil
lección de anatomía.
Unos dejaban los panteones familiares
decorados con el lujo que
seguramente no disfrutaron en vida.
Otros llevaban pegados todavía
pedazos de barro,
rastros vegetales.
Eran los enterrados directamente
en el suelo del cementerio, sin caja
ni lápida, los más pobres,
y habían servido como humus cálido y acogedor
a los rosales y a los brezos.
Había también negros
que conservaban un cuerpo fuerte y anguloso,
como si el músculo hecho en el trabajo
muchas veces atroz hubiera
sobrevivido al esfuerzo, más aún,
se hubiera reforzado bajo tierra,
tomando el mismo alimento
que yerbas y gusanos.
Todos salían sin dolor y los ayudaban
los últimos vivos,
aquellos que no habían tenido que morir
porque el día de la resurrección los pilló todavía
en el mundo,
trabajando, durmiendo,
acostados con sus hombres o sus mujeres,
ordeñando a los animales,
quizá robando o levantando
falso testimonio.
Sus rostros reflejaban los de todos
la alegría de encontrarse con sus padres
tal vez con los hijos muertos antes que ellos
en la decisión más atroz de la naturaleza
de ver de repente el cielo de su pueblo
y en sus descendientes su propio rostro,
las marcas familiares heredadas de generación en generación,
y sus casas, los árboles, aquello
que un día fuera suyo,
que ganaron con su trabajo
y que no necesitarían nunca más,
acudían las mujeres terminándose de atar los delantales
y los hombres limpiándose la grasa
en sus monos azules, sudando todavía,
asombrados de lo que veían,
serenos también porque
sabían que el momento habría de llegar,
que los vivos recibirían a los muertos.
Había desaparecido el pavor de los sermones
porque la resurrección no era
un alarde de trompetas
ni un repicar de truenos y el fuego
no aparecía por ninguna parte
y nadie pensaba, entre tanta
alegría, en el Juicio,
por eso los hombres y las mujeres,
se abrazaban olvidando las riñas de la noche,
los gritos de los niños más pequeños,
las quejas de los ancianos o de los enfermos,
la mano levantada contra el otro,
el oído del vecino impertinente,
la envidia y la maldición.
Los muertos que volvían a la vida
no recordaban sus fracasos,
ni su vivir como
la sucesión de la suerte o la desgracia
sino como aquello que les había
esperado, perfecto ya
en su anhelo, olvidando
dónde estarían
los que no merecieron
la vida eterna
y sabiendo que
al fin todo era ya
principio para siempre.



(Fuente: elmardeletras.blogspot)



ACERCA DE LUIS SUÑÉN:

Luis Suñén (Madrid, 1951) es editor, crítico literario y musical. Dirigió Alfaguara, Acento y Espasa Calpe, y ha sido director adjunto de Aguilar y director general de Alianza. Ha escrito sobre literatura y música en los diarios Informaciones y El País, además de en revistas como Ínsula y El Ciervo, entre otras muchas publicaciones. Es director de la revistaScherzo y colaborador de Radio Clásica, de Radio Nacional de España. Su poesía, que arranca con El lugar del aire (1981), está recogida en El que oye llover. 1978-2006 (2007). Le ha dedicado un ensayo aJorge Manrique (1980) y dos antologías a la obra de Pedro Salinas (1984 y 1992).   
(Fuente: La nave de los locos, nalocos.blogspot)

SOBRE STANLEY SPENCER:

Pintor inglés, artista figurativo sumamente individual, cuya importancia fue reconocida al final de su carrera. Nació en Cookham, Berkshire, el 30 de junio de 1891 y estudió entre los años 1908 a 1912 en la Escuela Slade de Londres. Su estilo figurativo se desarrolló bajo diversas influencias, incluyéndose las de los artistas del primer renacimiento y de los prerrafaelistas. Durante la I Guerra Mundial fue enviado a Macedonia, experiencia que le sirvió de inspiración en la decoración para la capilla memorial de Sandham (1927-1932) en Burghclere, Hampshire. En 1927 llevó a cabo su primera exposición individual en la galería Goupil de Londres. Durante la década de 1930 estuvo aquejado por dificultades tanto personales como profesionales. Su carrera se reactivó con su nombramiento como artista oficial durante la II Guerra Mundial. La obra artística de Spencer tiene mucho que ver con la imaginería cristiana, que combinó con referencias a su villa natal de Cookham, como en La Resurrección, Cookham (1923-1927, Tate Gallery, Londres). En las series de autorretratos con su amante Patricia Preece, aparece también un fuerte componente erótico, al igual que en el extraordinario Amor entre las naciones (1935-1936, Museo Fitzwilliam de Cambridge). Fue además un consumado paisajista y retratista. Aunque el estilo conservador de Spencer y su personalidad solitaria le distanciaron de las corrientes principales del arte moderno británico, ejerció una influencia esencial en un amplio número de artistas, incluyendo a su hermano menor Gilbert Spencer y a pintores posteriores como Lucian Freud.

(Fuente: epdlp.com)









'EL SONAJERO DE MARTÌN'', Joaquín Carbonell

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Tema sugerido por Rosa Suárez.

Poesía en la sangre / Águilas de latón. / Un sonajero nuevo / En un pozo sin fin / Catalina le guarda a Martín

"Son tantas las historias ajusticiadas, como la vida de aquel médico que ayudaba a los obreros, como la desesperación de esa maestra arrodillada ante el sacerdote, pidiéndole que intercediera para para que no llevaran a su marido al paseíllo, esa maestra obligada a dar sus clases al día siguiente de que su marido no volviera de aquel funesto paseo, esa maestra que tuvo que dar esas clases ante la vigilante y demoníaca presencia de miembros de la autoridad..."


Es difícil olvidar, yo no quiero hacerlo. Y me aparto con rabia de la equidistancia, del buenismo y, por supuesto, de eso de que aquí estamos ya otra cosa. No estamos a nada, pero, al menos, que no nos escupan en la cara, que no tengamos la hipocresía de no recordar, demasiado olvido en nuestras conciencias, demasiadas concesiones, demasiadas derrotas, no sólo las que magistralmente relató Alberto Méndez... las derrotas siguen creciendo, brotando, mientras seguimos aguantando palabras oficiales que apuntalan todo lo que significa la pérdida, la pérdida de la memoria, la perdida del sentido.

Son tantas las historias ajusticiadas, como la vida de aquel médico que ayudaba a los obreros, como la desesperación de esa maestra arrodillada ante el sacerdote, pidiéndole que intercediera para para que no llevaran a su marido al paseíllo, esa maestra obligada a dar sus clases al día siguiente de que su marido no volviera de aquel funesto paseo, esa maestra que tuvo que dar esas clases ante la vigilante y demoníaca presencia de miembros de la autoridad... al parecer querían comprobar que su tragedia no afectaba al cumplimiento de su obligación.

Cevico de la Torre también es mi pueblo. Es el pueblo de mis padres, de mis tíos, de mis primos, es el territorio de una infancia soñada. Para mis hermanos y para mí constituía un lugar mágico, como si estuviéramos dentro de una novela, un lugar que significaba libertad, aunque esta sólo fuera un pájaro distraído en el campanario de la iglesia. Libertad para correr por los cotarros, para merendar en la bodega, para adentrarnos en cuevas que escondían tesoros, que escondían secretos, para no darnos cuenta de que estaba amaneciendo porque estábamos jugando a las cartas, ¿te acuerdas Juncal?

Cevico de la Torre es otro pueblo, como todos los de este país, en el que las palabras fueron arrancadas de cuajo, en el que el terror destruyó la risa, sí, fue aquel tiempo en el que el futuro fue secuestrado, y las palabras, como las vidas, se fueron mal enterradas.

Tal vez, eso que llaman, hasta el cansancio, modélica transición, no fue sino un bajar la cabeza, un mirar a otro lado, sin ver nada, mientras nos llenábamos los bolsillos con una amnesia obligada. 

Tal vez esté prohibido perdonar a un terrorista arrepentido. Sin embargo, al parecer, tenemos todos la obligación de perdonar a los criminales que nunca se arrepintieron, a los que siguen sin arrepentirse, por los siglos de los siglos.

Son miles las Catalinas perdidas en este país. Son miles los ecos de vidas que desde el subsuelo de la ignominia nos llaman pidiendo dignidad. Ocurre que vivimos en medio de la banalidad, la banalidad del mal. Habitamos sin pestañear en esas conversaciones en las que algunos (muchos) no se percatan de que sus interlocutores son los portavoces del Mal, los mismos a los que prestamos todos los micrófonos para que escupan sus barbaridades como, por ejemplo, la negación del deber que todos tenemos con la memoria, con la Memoria Histórica, con la verdad. Resulta imposible creerse libres, dignos, si vivimos en un país que olvida sus crímenes, que olvida a sus hijos, a todos los desahuciados de una historia que nunca termina de escribirse. Hemos normalizado la barbarie, todo sigue, los olvidados en el Mediterráneo, los olvidados en las cunetas.

En muchas ocasiones la vida se muestra como un montaje en paralelo. Llega la historia del sonajero de Martín cuando uno está terminando de leer 'La piedra oscura'. En esta obra de teatro, de Alberto Conejero, se recrean los últimos días de Rafael Rodríguez Rapún, estudiante de Ingeniero de Minas, secretario de la Barraca y compañero de Federico García Lorca en los últimos años de sus vidas. En la habitación de un hospital militar, Rafael espera su fusilamiento, al amanecer; lo hace en compañía del joven soldado que lo vigila.

En un momento de enorme tensión en la obra, Rafael interpela al joven vigilante:

Cuando todo haya terminado. Si lo lográis, si ganáis esta guerra que habéis querido, ¿qué vais a hacer luego? ¿Cómo vais a vivir con toda esta sangre bajo los zapatos? ¿Cómo os vais a abrazar a vuestras mujeres por la noche? ¿Cómo vais a mirar a vuestros hijos a la cara y les vais a decir "yo maté a mil hombres"?

Probablemente, para algunos la respuesta sería:"Si ningún problema".


(Luis Enrique Ibáñez)




LETRA:


Con agosto en la boca / Y la paja al pajar / En Palencia escucharon / Los quejidos del mar / Catalina en la feria. 
Le compró al charlatán / Un sonajero y algo de azafrán / Era un año perplejo / Corazón fraternal / Por los pueblos brotaron / Gritos de General.
Y Tomás su marido / Acabó en la prisión / Cuatro hijos, cuatro le dejó.
Amenazas de fuego / Con un Cristo matón / Poesía en la sangre / Águilas de latón. / Un sonajero nuevo / En un pozo sin fin / Catalina le guarda a Martín. 
Ese trapo amarillo / Con morado y carmín / Que colgaba en le patio / Ya huele a polvorín. 
Amapolas heridas / La inocencia lloró / Cien mujeres tiradas al sol.
Con septiembre en la boca / Y el miedo en el hogar / Esta España despierta / Antes de despertar.
Catalina se esconde / El juguete infantil / Una tapia cerca de un fusil .
Amenazas de fuego / Con un Cristo matón / Poesía en la sangre / Águilas de latón. / Un sonajero nuevo / En un pozo sin  fin / Catalina le guardia a Martín. / Catalina le entrega a Martín. 



'A MI HERMANO ANTONIO CALVILLO', por Luis Enrique Ibáñez

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Te voy, te vamos, a echar de menos. Echaré de menos simplemente dirigirme al aula y encontrarme los pasillos llenos de música y de niños alegres, felices porque estaban haciendo algo distinto, porque estaban creando... Siempre has sido, y lo seguirás siendo, un torrente, no sólo de eso que llaman innovación, sino de imaginación, también de risas, demostrando siempre que conoces perfectamente el significado de la palabra compartir, por eso siempre has ido regalando por ahí pedazos de ese significado, trozos de futuro..."



A MI HERMANO ANTONIO CALVILLO

Has decidido cambiar de aires, irte de casa, dejar el Colón. Y, aunque me has explicado varias veces las razones que te han llevado a ello, es como si mi cerebro renunciase a entender ninguna de ellas, como si el Colón y yo nos negásemos a escuchar. El caso es que te vas.

Recuerdo que en una ocasión, cuando terminamos uno de nuestros muchísimos trabajos juntos, escribiste en Musikawa: "mi hermano Quique, ha decidido “liarme” una vez más con una nueva idea (y es de agradecer que cuente conmigo para tantas y tantas cosas)." Mentías en algo, eras tú el que me ha liado a mí en tantísimas historias. Nos has dado mucho, al instituto, a tus compañeros, a los alumnos, imposible contar, contabilizar, todo lo que estos se han llevado contigo. Y a mí me has dado muchísimo, yo no olvido.

Por culpa de tu inteligente insistencia, hoy existe esta cosa llamada Dueloliterae. Me decías que no podía ser que tuviera tanto material, tantas sugerencias, y que estuvieran dispersas, como yo. Me decías que todo eso tenía que estar visible, debía ser público, merecía estar compartido. Por eso te estoy escribiendo desde aquí. Gracias a ti, hoy este hotel es visitado por muchos docentes, y por otras personas curiosas que, al parecer encuentran interesantes algunas de las habitaciones que aquí se ofrecen. Tú fuiste el que configuró esta página, y aquí sigue, ya tiene diez años, cómo pasa el tiempo... y rodé, y rodé, como resbalan los años, ¿verdad, Antonio?

Escribiéndote esta carta no dejan de repiquetear en mi cabeza aquellas dos viejas palabras latinas, ubi sunt? ¿Dónde están, dónde se fueron, todos esos trabajos, esos proyectos cargados de ilusión, a los que tú me llevabas de la mano?

Juntos, en aquel centenario del Quijote (trabajaron muchos compañeros), convertimos los pasillos del instituto en un multiescenario, en distintos espacios distintas versiones de la obra, clásica, dibujos animados para los peques, entrevistas... y cómo no, ordenadores para consultar fuera del aula cualquier tipo de información.

Juntos,  y con aquel equipazo, creamos un cuento musical para dispositivos móviles, 'Andrea y el violín que lloraba', qué trabajazo te pegaste, y qué bien lo pasamos.

Juntos, conseguimos que en aquel Homenaje a García Lorca participaran otros centros e instituciones de Sanlúcar, fue en el Picacho, todavía te recuerdo en aquella cabina del salón de actos montando toda tu maquinaria, qué nerviosos nos pusimos cuando al principio comprobamos que el sonido del montaje había decidido largarse, tú, claro, lo solucionaste.

Juntos, conseguimos sacar a la calle a institutos de toda España, a la calle a dar clase de todas las asignaturas de nuestras madres, las Humanidades. Tú y yo bautizamos ese día como ¡Las Humanidades... a la calle! Otra vez fue una gran fiesta, para nosotros, para los compañeros que se apuntaron y, sobre todo, para los alumnos. 

Tampoco puedo olvidar (ni nadie de mi familia) cómo me ayudaste, junto con Santi, a sacar adelante aquel homenaje a la memoria de mi padre, te dejaste la piel...

Ni nuestra Marsellesa, ni nuestro Tango Tremens, ni...

Podría seguir, pero tendría que quedarme todo el día pegado al ordenador.

Te voy, te vamos, a echar de menos. Echaré de menos simplemente dirigirme al aula y encontrarme los pasillos llenos de música y de niños alegres, felices porque estaban haciendo algo distinto, porque estaban creando. Me sentiré muy raro cuando entre en el aula de Música del IES Cristóbal Colón.

Siempre has sido, y lo seguirás siendo, un torrente, no sólo de eso que llaman innovación, sino de imaginación, también de risas, demostrando siempre que conoces perfectamente el significado de la palabra compartir, por eso siempre has ido regalando por ahí pedazos de ese significado, trozos de futuro.

Me parece a mí que la gente del IES Doñana no sabe todavía que les ha tocado la lotería, muy pronto entenderán por qué. Como todavía no he conseguido perdonar tu decisión, quiero pensar que al menos sirva para que muchos de los futuros sueños nazcan simultáneamente en dos centros. Dos institutos que pueden a partir de ahora, si se lo proponen, quedar conectados entre ellos, haciendo que Barrio Alto y Barrio Bajo se den la mano.

Sí, es cierto, te echaré de menos.

Tendré que reunir otra vez al Consejo de Sabios.

Suerte, valiente, seguiremos, de la manera que sea, juntos, bailando hasta el apagón.

Cruzaremos este nuevo umbral con fuel para volver.

Un abrazo.






'TRANQUILIDAD', por J. J. Millás / 'AURORA ROJA', de P. Baroja (fragmento) / PROPUESTA DE EXAMEN

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"Hay que priorizar. ¿De qué hablamos primero, a ver, de constitucionalismo o de desigualdad? Dígalo usted que duerme en la calle. ¿Resolvemos su problema de orden práctico o debatimos sobre la vertebración de la patria? Evidentemente, prima la vertebración... Primero la filosofía, después, las lentejas. Queridos conciudadanos, tranquilizaos, pues. El Gobierno y la oposición, o las oposiciones, están en lo que deben. Una cosa después de otra. Entretanto, a ver la tele, que es gratis. O casi."

Jóvenes voluntarios ofrecen café a una indigente en Plaza Mayor (Madrid)

TRANQUILIDAD

Queridos pensionistas, queridos pobres, queridas familias menesterosas o al borde de la exclusión, queridos desahuciados, queridos falsos autónomos, queridos trabajadores precarios, queridos becarios, queridos asalariados que no llegáis a fin de mes, queridas parejas cuya situación económica no os permite tener hijos, queridos niños sin escolarizar, españoles todos: paciencia. Vuestros problemas, aun siendo graves, no pueden compararse con los de Sánchez o Iglesias, tampoco con los de Rivera, Casado, Abascal y demás líderes políticos que no gozan todavía de la estabilidad personal deseable. Tienen sus ansiedades, sus conflictos, sus vástagos, sus hipotecas, sus ambiciones, su vanidad, sus heridas narcisistas. Y lo que decimos de ellos podría aplicarse también a losrufianes, los torras, los puigdemonts, los junqueras, los forns, los cuixarts, etc.
Hay que priorizar. ¿De qué hablamos primero, a ver, de constitucionalismo o de desigualdad? Dígalo usted que duerme en la calle. ¿Resolvemos su problema de orden práctico o debatimos sobre la vertebración de la patria? Evidentemente, prima la vertebración. Dígalo usted, si no, señora de la limpieza que tarda dos horas en llegar al trabajo y en regresar de él. ¿Es más importante que pongan el metro en su barrio o que discutamos sobre la pertinencia del referéndum catalán?
Lo bueno es que pudiera hacerse todo a la vez, pero la de andar y mascar chicle al mismo tiempo es una utopía que nos ha hecho daño a lo largo de la historia. Primero la filosofía, después, las lentejas. Queridos conciudadanos, tranquilizaos, pues. El Gobierno y la oposición, o las oposiciones, están en lo que deben. Una cosa después de otra. Entretanto, a ver la tele, que es gratis. O casi.

(Fuente: El País, 28-06-2019)

'AURORA ROJA'
(fragmento)

"Esta sería la aurora de un nuevo día, la aurora de la justicia, el clamor del pueblo entero, durante tantos años vejado, martirizado, explotado, reducido a la miserable situación de bestia de carga. Sería una aurora sangrienta en donde a la luz de los incendios crujirá el viejo edificio social, sustentado en la ignominia y en el privilegio, y no quedaría de él ni ruinas, ni cenizas, y sólo un recuerdo de desprecio por la vida abyecta de nuestros miserables días. Sería el barro negro de las Injurias y de las Cambroneras, que ahogaría a los ricos, la venganza justa contra las clases directoras, que hacían del Estado una policía para salvar sus intereses, obtenidos por el robo y la explotación, que hacían del Estado un medio de calmar a tiros el hambre de los desesperados.
PREGUNTAS:

1ª Indique las ideas del texto y exponga esquemáticamente su organización.

2ª Indique y explique la intención comunicativa del autor, y comente dos mecanismos de cohesión que refuercen la coherencia textual.

3ª ¿Cree usted que la clase política se ocupa prioritariamenate de los problemas fundamentales de la población? Elabore un texto argumentativo, entre 150 y 200 palabras, respondiendo a la pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuada.

4ªa Identifique la categoría gramatical y la función sintáctica de las palabras señaladas en el texto (negrita)


4ªb Señale dos marcas de subjetividad presentes en el texto, y comente su efecto.

5ªa La novela española del siglo XX hasta 1939.

5ªb Explique cómo aparece el tema del desastre del 98, de la guerra con Estados Unidos, las reacciones de la población... en 'El árbol de la ciencia'.



ENTRADA RELACIONADA:


("La España real no es la del obsceno mercadeo de pactos innombrables, sino la de ese 18% de la población que, según Cáritas, está en riesgo de exclusión, o vive en ella, 8 millones de personas. La España real no es la que aparece en los amañados telediarios, sino la de las noticias que en reuniones previas decidieron ser tapadas, censuradas, como, por ejemplo, los datos de pobreza infantil, las bofetadas ocultadas de la pobreza real")


ENTRADAS DE APOYO:

ELABORAR UN DISCURSO ARGUMENTATIVO

(El modelo de examen para la prueba de acceso y admisión a la Universidad ha sufrido algunos cambios en la asignatura de Lengua Castellana y Literatura. Uno de ellos ha sido la sustitución del comentario crítico por la elaboración de un discurso argumentativo que responda a una pregunta previamente planteada... algunas pautas que pueden ayudar a la redacción de ese texto. (...) Imaginemos que estamos defendiendo la tesis de que la Educación, el Conocimiento, constituyen los pilares fundamentales de una sociedad. Podríamos acordarnos de Sócrates y apuntar que según el filósofo griego, "La ignorancia es el único mal")

APUNTE SOBRE LA INTENCIÓN COMUNICATIVA

(En las nuevas directrices para PEvVAU en Andalucía, la primera parte de la segunda pregunta dice así: "Indique y explique la intención comunicativa del autor..." Lo primero que podríamos hacer es imaginar que tenemos al autor del texto delante y que le podemos hacer la siguiente pregunta. "Oiga, ¿usted qué pretendía al escribir este texto?El autor se vería obligado a contestar en primer lugar con un verbo en infinitivo: advertir, denunciar, reflexionar... podríamos dividir la respuesta a la pregunta planteada en dos partes...")











'LA DEMOCRACIA EUROPEA AMPARA LO ANTIDEMOCRÁTICO', por Joaquín Caretti

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"Los ciudadanos europeos participan en la elección de los eurodiputados, pero no tienen voz ni voto en la conformación de la Comisión Europea que es el verdadero órgano ejecutivo de la UE... ¿Por qué no hay una elección directa? ¿Es una casualidad este modo de elección? De ningún modo, es la manera que se da la burocracia funcionarial y los partidos políticos mayoritarios europeos para controlar la que llaman "la Europa que queremos", distanciando a los ciudadanos de las decisiones...

las autoridades del Banco Central Europeo son elegidas también por el Consejo Europeo sin contar con el Parlamento... Se busca, de este modo, tener cautivos a los gobiernos de los diferentes países para que no se les ocurra tomar medida alguna que ataque la sacrosanta estabilidad presupuestaria..."


LA DEMOCRACIA EUROPEA AMPARA LO ANTIDEMOCRÁTICO

Veamos cómo se elige el gobierno de Europa: es una elección por cooptación. Los ciudadanos europeos participan en la elección de los eurodiputados, pero no tienen voz ni voto en la conformación de la Comisión Europea que es el verdadero órgano ejecutivo de la UE. El candidato a presidente de la Comisión es elegido por el Consejo Europeo, que está compuesto por los presidentes de los diferentes países y por el presidente saliente de la Comisión. El candidato, elegido dentro de la línea ideológica del grupo político más votado, es sometido posteriormente a la aprobación del Parlamento. El nuevo presidente elige a sus comisarios, que son sus ministros. Por lo tanto, el órgano ejecutivo de la UE sale de los pactos entre los presidentes nacionales y los partidos y no de la votación popular. Demasiadas intermediaciones entre el pueblo y su presidente, demasiada lejanía entre el órgano ejecutivo y los ciudadanos europeos. ¿Por qué no hay una elección directa? ¿Es una casualidad este modo de elección? De ningún modo, es la manera que se da la burocracia funcionarial y los partidos políticos mayoritarios europeos para controlar la que llaman "la Europa que queremos", distanciando a los ciudadanos de las decisiones.
¿podemos considerar liberal un sistema cuya democracia no respeta la soberanía del pueblo y se encierra en una maraña de normas que impiden la participación viva de los ciudadanos? ¿Una comunidad europea que delega la soberanía en un órgano de gobierno que prácticamente se autoelige en un movimiento que nos acerca a los estados de excepción?
Por otra parte, las autoridades del Banco Central Europeo -que instrumenta la política monetaria de la segunda economía del mundo- son elegidas también por el Consejo Europeo (los presidentes de los países) sin contar con el Parlamento, duran ocho años y van a desarrollar su política de una manera teóricamente independiente. ¿Por qué es tan insistente la idea de que los bancos centrales queden fuera del control político del parlamento y del poder ejecutivo, salvo falta grave? Lo que regula la moneda queda excluido del control político inmediato. Se busca, de este modo, tener cautivos a los gobiernos de los diferentes países para que no se les ocurra tomar medida alguna que ataque la sacrosanta estabilidad presupuestaria y que puedan valerse de la moneda para mejorar la economía. Es por ello por lo que, al no poder jugar con la moneda, la medida que se toma es una devaluación interna que consiste en el recorte de los salarios y de las políticas sociales.
Hoy este sistema antidemocrático no asombra nadie y cualquiera que quiera modificarlo es tildado de populista. La reducción, conscientemente causada, de los espacios para la política aleja a los ciudadanos europeos de la idea de Europa, pues perciben que no tienen ninguna posibilidad de incidir en ella. La respuesta ante este agujero democrático es entonces rellenarlo votando a los que descreen de una Europa unida, llevándolos a conseguir grandes resultados electorales que ponen en riesgo a la propia Unión Europea. Entonces saltan las alarmas. Pero ¿podemos considerar liberal un sistema cuya democracia no respeta la soberanía del pueblo y se encierra en una maraña de normas que impiden la participación viva de los ciudadanos? ¿Una comunidad europea que delega la soberanía en un órgano de gobierno que prácticamente se autoelige en un movimiento que nos acerca a los estados de excepción? Lo que se denomina pospolítica, la política posideológica del consenso, se ha impuesto.
De ahí que Rancière tilde a nuestras democracias de Estados de derecho oligárquicos, en los que el poder está en manos de unas pocas personas pertenecientes a una clase social privilegiada y en los que hay una sólida colusión entre la oligarquía estatal de los grandes funcionarios, los partidos políticos y la oligarquía económica y financiera para acaparar la cosa pública, convirtiéndolos en verdaderos depredadores. Piénsese, como ejemplo, en el rescate bancario en España que le costó al contribuyente 42.000 millones de euros y del cual no se menciona ninguna devolución sustantiva. ¿Por qué se permite esta enorme transferencia de ingresos de los ciudadanos comunes a los ricos? ¿Por qué los políticos, salvo alguna honrosa excepción, no se ocupan de esta estafa? Las razones son fáciles de deducir: por la profunda trama de intereses, favores, créditos y deudas que sostiene este sistema.

ARTÍCULO ÍNTEGRO EN ELDIARIO.ES

ENTRADA RELACIONADA:

'DEMOCRACIA CADÁVER', ENTREVISTA A LUCIANO CANFORA (filólogo clásico, historiador y ensayista)
("Para mí la democracia... es el Estado social, el hecho de que quienes no poseen la riqueza cuenten en la vida política y tengan el modo de hacerlo... la democracia ha muerto, solo permanece el cadáver que camina —se hacen elecciones, leyes…—, porque quien decide realmente lo hace sin contar con un parlamento... Los grandes grupos financieros que tienen un poder mundial e ilimitado pueden decidir el destino de todos... El Parlamento Europeo, no tiene ningún poder real, solo aquel de crear una clase de parásitos muy bien pagados, preciosísimos para el sistema, porque sirven para hacer ver que existe un parlamento")





'LA CULTURA MEDITERRÁNEA Y LOS NÁUFRAGOS DE LA MISERIA', por José Ángel Valente / 'LA ODISEA' (fragmento) / EXAMEN

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Parece mentira, este artículo fue escrito por José Ángel Valente en 1996, demasiados años habitando la indecencia...

"Los cantos quinto y sexto de la Odisea narran la llegada del héroe, maltrecho por las fuerzas enemigas del dios del mar, a la acogedora costa de los feacios... Cuando Nausícaa encuentra al héroe, detiene a sus esclavas y les dice: "Éste es un infeliz que viene perdido y es necesario socorrerle, pues todos los forasteros y pobres son de Zeus"... El extranjero de la cultura mediterránea actual que queremos mantener en el discurso y en el pensamiento, porque en el fondo quisiéramos exculparnos, en nada responde al mundo mediterráneo originario..."

Nausícaa encuentra a Odiseo

LA CULTURA MEDITERRÁNEA Y LOS NÁUFRAGOS DE LA MISERIA

Los cantos quinto y sexto de la Odisea narran la llegada del héroe, maltrecho por las fuerzas enemigas del dios del mar, a la acogedora costa de los feacios. Un río desemboca en la costa. Odiseo invoca de este modo a la divinidad fluvial` "Vengo a ti huyendo de Ponto y de las amenazas de Poseidón. Es digno de respeto, aun para los inmortales dioses, el hombre que se presenta errabundo ( ... ) después de pasar muchos trabajos". El río suspende su corriente, apacigua las olas, envía delante de sí la calma y salva a Odiseo en a desembocadura.
Cuando Nausícaa encuentra al héroe, detiene a sus esclavas y les dice: "Éste es un infeliz que viene perdido y es necesario socorrerle, pues todos los forasteros y pobres son de Zeus y un exiguo don que les haga le es grato".
Tras el perfil del extranjero en la cultura del Mediterráneo clásico, un mar que llenaron de mitos, aventuras y comercio los pueblos de su extremo oriental, tanto al norte como al sur, los navegantes y colonizadores griegos y fenicios.

La ley de la hospitalidad es en la cultura mediterránea una ley sagrada, y a tal ley responden los fragmentos citados del poema homérico, así como el final de éste, la sangrienta matanza de los pretendientes que habían violado, precisamente, las leyes de Zeus hospitalario.
"Todos los forasteros y pobres son de Zeus", dice la princesa de los feacios. Nuestra imaginación vive de los mitos que crearon el Mediterráneo como un mar de cultura. ¿Y el mito del extranjero -me pregunto-, el mito de Odiseo, que llega hasta la costa batido por el mar y encuentra en ella benéfica acogida?
El extranjero de la cultura mediterránea actual que queremos mantener en el discurso y en el pensamiento, porque en el fondo quisiéramos exculparnos, en nada responde al mundo mediterráneo originario. Su nombre no es Odiseo; su nombre es el-harrag en árabe dialectal marroquí.
El-harrag es el que no respeta o se salta los semáforos; un término aplicado por extensión a los espaldas mojadas que se arriesgan al paso del Estrecho en las pateras (palabra derivada del español batel) pateras, digo, de la muerte.
Tal es la realidad que hemos de afrontar de cara en los distintos países del Mediterráneo norte si no queremos engañarnos con vagas relaciones culturales de índole gaseosa que contribuyen a la hipócrita ocultación de la hostilidad real, de la escasa o nula disposición de acogida, del temor de ser invadidos o inundados, de todo cuanto nos hace ver al extranjero con un perfil enteramente distinto al de Odiseo en el Mediterráneo clásico y concebirlo como lo radicalmente otro, irreductible -es decir, no recuperable como ciudadano o persona- en la medida en que se resiste y mantiene su absoluta diferenciación.
Creo, en efecto, que toda teoría es gris, y va siendo tiempo de venir a los hechos. Y los hechos nos ponen, sin duda alguna, ante la figura del extranjero malvenido, de el-harrag, nombre que empezó a utilizar la emigración marroquí en el pasado decenio. La prensa española habla de invasión, de ilegales, de capturados, que se presentan con el halo negativo de la delincuencia y del peligro social. Un titular típico de un diario andaluz (La Crónica del Sur, 21 de septiembre de 1991) alarmaba de este modo a la población local: 'Los inmigrantes ilegales invaden nuestras costas'.
La primera oleada de mano de obra agrícola que trabajó en los cultivos del poniente almeriense fueron campesinos de las Alpujarras que emigraron de sus tan bellos lugares, donde llevaban una vida pobre y aislada, y empezaron a trabajar en los incipientes cultivos de invernadero.
El acelerado desarrollo de éstos hizo sentir poco después a los propietarios la necesidad de una nueva mano de obra más numerosa y, sobre todo, de más bajo coste y con menos posibilidades de hacer valer sus derechos ante las autoridades españolas de la zona.
Llega así una primera emigración norteafricana (argelinos y marroquíes, sobre todo) que tropieza de inmediato con la reacción hostil de la ya establecida inmigración interior española.
Los recién llegados, que en el caso de Marruecos proceden fundamentalmente de los puertos del Rif (Nador, Alhucemas, Tetuán, Larache, Tánger), se someten, para huir de la miseria de la que proceden, a condiciones de absoluta explotación. En el infernal espacio de los invernaderos ganan en la actualidad 3.500 pesetas al día, siendo así que el nivel mínimo diario señalado por la ley es de 4.275 pesetas y de cinco jornadas semanales.
De hecho se les obliga, por lo general, a trabajar seis jornadas, cuya duración suele ser de nueve horas. Hay recién llegados, desprovistos de todo tipo de documentación, que perciben por el mismo trabajo salarios de 1.500 pesetas cada jornada. Se calcula entre 8.000 y 9.000 personas el número de trabajadores africados utilizados hoy en los invernaderos del poniente.
No es imposible leer en la prensa española declaraciones de este tenor: "Yo quiero un país ordenado. A España le hace falta una dictadura y que todos los negros se vayan a Africa" (EL PAÍS, 20 de mayo de 1996, a propósito del juicio de un skinhead en Barcelona). Un día antes, la edición andaluza -¿por qué no la nacional?- del mismo periódico publicaba la patética fotografía del cadáver de un emigrante ahogado al pasar el Estrecho en la vecindad de El Chorrito, en las costas de Tarifa.
¿Cuál es la entera historia de esos hechos? En los años 1992 y 1993 se produce con gran intensidad el fenómeno del paso del Estrecho en pateras,embarcaciones de fortuna, botes con capacidad para unas 15 personas, pero en los que se llega a cargar hasta 30 o40.
El paso del Estrecho es difícil; las corrientes, súbitas y poco previsibles. Los que se arriesgan a la travesía, huyendo de la miseria y de la represión, saben que ponen en juego su vida con grandes, muy grandes, probabilidades de perderla. Por ese juego al filo de la muerte han de pagar, para ser embarcados, sumas que van de 100.000 a 300.000 pesetas, lo que representa cantidades enormes -situadas por término medio alrededor de 20.000 dirhams para gentes muy pobres, que padecen condiciones de vida de extraordinaria dureza.
Son muchos los que se ahogan, son muchos los detenidos por la policía en las costas españolas y devueltos a Marruecos; son bastantes, en fin, los que logran infiltrarse, vivir y trabajar como clandestinos o conseguir en el consulado marroquí de Málaga -los que son marroquíes- un pasaporte por el que han de pagar a los intermediarios apostados en las inmediaciones de la oficina consular hasta 50.000 pesetas.
En 1993, para evitar ese tráfico en el Estrecho, España firmó un acuerdo con Marruecos, que situó a su Ejército en el litoral mediterráneo e impuso a sus poblaciones un toque de queda.
En tal situación, los marroquíes hubieron de permanecer en su país, pero a los clandestinos procedentes de países subsaharianos se los inmovilizó sometidos a condiciones deplorables en improvisados campos de concentración, como el de la plaza de toros de Tánger.
En 1995 se intensificó de nuevo el paso clandestino del Estrecho y, una vez más, los emigrantes recurrieron al peligroso cruce en pateras o al viaje -que ofrece mayor seguridad- escondidos en los camiones transportados Por los ferries. Una gran proporción de esa mano de obra -legal o ilegal- trabaja en los invernaderos almerienses de El Ejido, población que en 1970 tenía unos 12.000 habitantes y ha pasado en la actualidad a 50.000, más un número aproximado de 10.000 a 15.000 trabajadores que no viven en el núcleo urbano, pero tienen en los invernaderos de la zona su trabajo diario.
Ese trabajo se efectúa en condiciones de extremado riesgo e incumpliendo todas las normas de protección mínima de la mano de obra. En el interior de los invernaderos los trabajadores pulverizan fertilizantes químicos nocivos sin mascarilla, a cuerpo desnudo y con temperaturas de 50 grados, que pueden ser superiores en los meses de verano.
Son frecuentes los envenenamientos, los suicidios, las lesiones oculares, los cánceres de piel y todo tipo de dermatosis. El servicio correspondiente del hospital de la Seguridad Social de Almería está actualmente sobresaturado de ese tipo de enfermos.
Por añadidura, como una buena parte de los trabajadores, inmigrantes de los invernaderos carecen de documentación, no están protegidos por sistema alguno de seguridad social y en el caso -nada infrecuente- de enfermedades de origen profesional son abandonados a su suerte por los propietarios.
En este medio difícilmente calificable trabaja un número sorprendente de graduados universitarios. He tenido ocasión de re coger personalmente el testimonio de un economista senegalés y de una, licenciada en Derecho originaria de Zaire, pero graduada en una universidad marroquí. Las condiciones son más favorables en las pequeñas explotaciones de la parte más oriental de la provincia, donde la actitud paternalista de los propietarios permite utilizar sin violencia una mano de obra barata.
En la inauguración reciente -17 de mayo pasado, para ser más preciso- de un local habilitado como punto de reunión de la nutrida colonia senegalesa, el alcalde de Roquetas, un nativo escasamente alfabetizado y que apenas llega a hablar de modo comprensible el castellano, recomendó a los africanos que no hiciesen ruido y procurasen pasar desapercibidos para poder integrarse en la vida colectiva.
Tal es la imagen ideal del extranjero en las costas de España, país históricamente constituido por la hibridación de razas, país del radical mestizaje, de convivencia de las tres grandes religiones mediterráneas.
En ese país, al igual que en otros países ricos de la costa mediterránea septentrional, el extranjero es necesario, pero habría de tener como elemento óptimo su posible reducción a la invisibilidad. ¿Hospitalidad mediterránea?
(Fuente: El País, 20-11-1996)



'LA ODISEA
(fragmento)

«¡Ay de mí! ¿De qué clase de hombres es la tierra a la que he llegado? ¿Son soberbios, salvajes y carentes de justicia o amigos de los forasteros y con sentimientos de piedad hacia los dioses? Y es el caso que me rodea un griterío femenino como de doncellas, de ninfas que poseen las elevadas cimas de los montes, las fuentes de los ríos y los prados cubiertos de hierba. ¿O es que estoy cerca de hombres dotados de voz articulada? Pero, ea, yo mismo voy a comprobarlo a intentaré verlo.» (...)

«Forastero, no pareces hombre plebeyo ni insensato. El mismo Zeus Olímpico reparte la felicidad entre los hombres tanto a nobles como a plebeyos, según quiere a cada uno. Sin duda también a ti te ha concedido esto, y es preciso que lo soportes con firmeza hasta el fin. «Ahora que has llegado a nuestra ciudad y a nuestra tierra, no te verás privado de vestidos ni de ninguna otra cosa de las que son propias del desdichado suplicante que nos sale al encuentro. Te mostraré la ciudad y te diré los nombres de sus gentes. Los feacios poseen esta ciudad y esta tierra; yo soy la hija del magnánimo Alcínoo, en quien descansa el poder y la fuerza de los feacios.» 

Así dijo, y ordenó a las doncellas de lindas trenzas: 

«Deteneos, siervas. ¿A dónde huís por ver a este hombre? ¿Acaso creéis que es un enemigo? No existe viviente ni puede nacer hombre que llegue con ánimo hostil al país de los feacios, pues somos muy queridos de los dioses y habitamos lejos en el agitado ponto, los más apartados, y ningún otro mortal tiene trato con nosotros. 

«Pero este ha llegado aquí como un desdichado después de andar errante, y ahora es preciso atenderle. Que todos los huéspedes y mendigos proceden de Zeus, y para ellos una dádiva pequeña es querida. ¡Vamos!, dadle de comer y de beber y lavadlo en el río donde haya un abrigo contra el viento. » 

Así dijo; ellas se detuvieron y se animaron unas a otras, hicieron sentar a Odiseo en lugar resguardado, según lo había ordenado Nausícaa, hija del magnánimo Alcínoo, le proporcionaron un manto y una túnica como vestido, le entregaron aceite húmedo en una ampolla de oro y lo apremiaban para que se bañara en las corrientes del río.



PREGUNTAS:

1ª Indique las ideas del texto y exponga esquemáticamente su organización.

2ª Indique y explique la intención comunicativa del autor, y comente dos mecanismos de cohesión que refuercen la coherencia textual.

3ª ¿Cree usted que si una ley se podría considerar injusta, inmoral, tendríamos que desobedecerla? Elabore un texto argumentativo, entre 150 y 200 palabras, respondiendo a la pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuada.

(Referencia: detención de la capitana del 'Sea Watch 3', Carola Rackete)

4ªa Explique las relaciones sintácticas que se se dan en las siguientes proposiciones:


Los que se arriesgan a la travesía, huyendo de la miseria y de la represión, saben que ponen en juego su vida con grandes, muy grandes, probabilidades de perderla

4ªb Señale dos marcas de subjetividad presentes en el texto, y comente su efecto.

5ªa La poesía española del siglo XX hasta 1939.

5ªb Explique cómo aparece el tema de España en la obra de Luis Cernuda


'BÉBETE EL DÍA', por Manuel Vicent / 'ODA A LEUCÓNOE', de Horacio / PROPUESTA DE EXAMEN

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"... el carpe diem adopta hoy una variante infame con un efecto devastador... lejos de agarrarse al día para beberlo a pequeños sorbos como un licor exquisito el individuo cede a las leyes del grupo, que le llevan a devorar todas las sensaciones al alcance de la mano con una pulsión salvaje ahora mismo, antes de que sea tarde, como si el fin de la historia fuera a producirse siempre la próxima noche del sábado"

"Sé prudente, buen vino consume de lo añejo
y largo afán no entregues a plazo tan pequeño"

Quinto Horacio Flaco; Venusia, actual Italia, 65 a.C. - Roma, 8 a.C.


BÉBETE EL DÍA

La oda que Horacio dedica a una amiga llamada Leucónoe es un licor de exquisita degustación. En ella le avisa de que no se nos permite conocer el fin que nos tienen reservados los dioses y mejor que consultar a cualquier oráculo será aceptar nuestro destino, sean muchos los inviernos de mar tempestuoso que nos conceda Júpiter o sea este el último verano en el que las olas se tiendan suaves a nuestros pies. Horacio le recomienda a su amiga que sea prudente, que filtre el vino y que adapte al breve espacio de la vida una larga esperanza. Le advierte de que mientras lea estos versos, el tiempo envidioso se le escapará de entre las manos. Hay que agarrarse, Leucónoe, al día de hoy y no fiar la vida al incierto mañana. Sin duda, el carpe diem es una de las cimas del espíritu. Suena como un delicado acorde musical en el que confluyen el placer de los sentidos, la armonía espiritual, el fluir del tiempo y la aceptación estoica de lo inevitable. De este manantial de aguas tan claras han bebido todos los sabios, ascetas o epicúreos. No obstante, el carpe diem adopta hoy una variante infame con un efecto devastador cuando se somete al espíritu de la manada. En este caso, lejos de agarrarse al día para beberlo a pequeños sorbos como un licor exquisito el individuo cede a las leyes del grupo, que le llevan a devorar todas las sensaciones al alcance de la mano con una pulsión salvaje ahora mismo, antes de que sea tarde, como si el fin de la historia fuera a producirse siempre la próxima noche del sábado. Si el mundo puede reventar en cualquier momento, todo exceso está permitido. Tal vez Horacio pensaba que su amiga tenía la mente preparada para disolver el tiempo fugaz con los pequeños placeres de la vida. Queda por saber qué haría hoy esa dulce Leucónoe, en una agónica fiesta de despedida de soltera, enrolada en una pandilla de macarras.

(Fuente: El País, 07-07-2019)



ODA A LEUCONOE

Tu ne quaesieris, scire nefas, quem mihi, quem tibi
finem di dederint, Leuconoe, nec Babylonios
temptaris numeros. Vt melius, quidquid erit, pati,
seu pluris hiemes seu tribuit Iuppiter ultimam,
quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare
Tyrrhenum. Sapias, uina liques et spatio breui
spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit inuida
aetas. Carpe diem, quam minimum credula postero.


No indagues, Leuconoe; vedado está saberlo
qué destino los dioses a ti y a mí nos dieron,
y no de Babilonia consultes los misterios.

Vale más, como fuere, aceptar el decreto,
ya nos conceda Jove contar muchos inviernos,
o ya sea éste el último en que abatirse vemos
contra escollos tenaces las olas del Tirreno.

Sé prudente, buen vino consume de lo añejo
y largo afán no entregues a plazo tan pequeño.
Mientras hablamos huye con la palabra el Tiempo.
¡Goza este día! Nada fíes del venidero.


ENTRADA RELACIONADA:


("Sigue tu deseo y tu felicidad, colma tu destino sobre la tierra. Haz, pues, del día una fiesta, y no te sientas harto. Mira, nadie lleva consigo sus bienes.")


PROPUESTA DE EXAMEN

PREGUNTAS:

1ª Indique las ideas del texto y exponga esquemáticamente su organización.

2ª Indique y explique la intención comunicativa del autor, y comente dos mecanismos de cohesión que refuercen la coherencia textual.

3ª ¿Cree usted que el disfrute de la vida debe ser el principal objetivo de nuestra existencia? Elabore un texto argumentativo, entre 200 y 250 palabras, respondiendo a la pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuada.

4ªa Explique las relaciones sintácticas que se se dan en las siguientes proposiciones:


Horacio le recomienda a su amiga que sea prudente, que filtre el vino y que adapte al breve espacio de la vida una larga esperanza

4ªb Señale dos marcas de subjetividad presentes en el texto, y comente su efecto.

5ªa La novela española del siglo XX hasta 1939.

5ªb Explique, apoyándose en citas, anécdotas, cómo era la relación entre Iturrioz y Andrés Hurtado en 'El árbol de la ciencia'.



ENTRADAS DE APOYO:

ELABORAR UN DISCURSO ARGUMENTATIVO
(El modelo de examen para la prueba de acceso y admisión a la Universidad ha sufrido algunos cambios en la asignatura de Lengua Castellana y Literatura. Uno de ellos ha sido la sustitución del comentario crítico por la elaboración de un discurso argumentativo que responda a una pregunta previamente planteada... algunas pautas que pueden ayudar a la redacción de ese texto. (...) Imaginemos que estamos defendiendo la tesis de que la Educación, el Conocimiento, constituyen los pilares fundamentales de una sociedad. Podríamos acordarnos de Sócrates y apuntar que según el filósofo griego, "La ignorancia es el único mal")

APUNTE SOBRE LA INTENCIÓN COMUNICATIVA

(En las nuevas directrices para PEvVAU en Andalucía, la primera parte de la segunda pregunta dice así: "Indique y explique la intención comunicativa del autor..." Lo primero que podríamos hacer es imaginar que tenemos al autor del texto delante y que le podemos hacer la siguiente pregunta. "Oiga, ¿usted qué pretendía al escribir este texto?El autor se vería obligado a contestar en primer lugar con un verbo en infinitivo: advertir, denunciar, reflexionar... podríamos dividir la respuesta a la pregunta planteada en dos partes...")






















'EL NUEVO GOBIERNO', por M. Vilas / CONSEJOS DE DON QUIJOTE A SANCHO / 'ES LÁSTIMA QUE FUERA MI TIERRA', Cernuda

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Ya pueden Iglesias y Sánchez dejar de hacer el paripé... ahí tienen el nuevo gobierno.

"El presidente del Gobierno tendrá que ser Miguel de Cervantes, que es un escritor de estado, atento al universo... auxiliado en las fatigosas tareas del buen gobierno por don Antonio Machado, hombre cabal y reflexivo, hombre en el que la prudencia se transforma en un arte de vida. . El Ministerio de Asuntos Exteriores no ofrece duda. Nuestro poeta más internacional ocupará esta cartera: Federico García Lorca... A propuesta del vice, se nombra ministro sin Cartera a don Ramón María del Valle-Inclán, espíritu libre que rondará los consejos de ministros ayudando aquí y allá" 

"¿Qué herencia sino ésa recibimos? 
¿Qué herencia sino ésa dejaremos?" (Cernuda)


"De Política Territorial será ministra nuestra poeta gallega Rosalía de Castro, ella es la dama de los territorios del espíritu"

EL NUEVO GOBIERNO

El presidente del Gobierno tendrá que ser Miguel de Cervantes, que es un escritor de estado, atento al universo. No estaría mal que se viera auxiliado en las fatigosas tareas del buen gobierno por don Antonio Machado, hombre cabal y reflexivo, hombre en el que la prudencia se transforma en un arte de vida. Bien, ya tenemos presidente y vicepresidente. El Ministerio de Asuntos Exteriores no ofrece duda. Nuestro poeta más internacional ocupará esta cartera: Federico García Lorca. Vaya, ya van dos poetas en el Gobierno. El ministro de Ciencia será Juan Benet, hombre con un pie en la ingeniería y otro en el humanismo, perfecto. Claro, la cartera de Sanidad la bordará nuestro ilustre médico Pío Baroja, un escéptico necesario, un buen anarquista del alma para entender la salud de todos los españoles.

Se nos está pasando una cartera importante, nada menos que la del Ministerio del Interior, que será ocupada por una mujer. En Interior será nombrada ministra Teresa de Cepeda, más conocida como santa Teresa de Jesús. Aquí se dudó entre Teresa y san Juan de la Cruz, porque el presidente Cervantes prefería a San Juan, pero el vice Machado presionó para que fuera Teresa, y ganó. Volvamos a Justicia, que recaerá en un hombre progresista e ilustrado, es decir, en Gaspar Melchor de Jovellanos.

Ministro de Defensa será Garcilaso de la Vega, poeta y militar, hombre de acción y de pensamiento. De Política Territorial será ministra nuestra poeta gallega Rosalía de Castro, ella es la dama de los territorios del espíritu. Para ministro de Trabajo otra vez hubo pugna entre el presi y el vice, porque el presi quería que fuese Benito Pérez Galdós y el vice Lope de Vega, el más trabajador de cuantos escritores ha visto nacer la península ibérica. En este caso cedió el vice, y accederá a la cartera de Trabajo el escritor más laborioso de España, es decir, Galdós. En el Ministerio de Cultura estaba claro, una mujer como María Zambrano elevaría el asombro de los españoles ante el pensamiento y la reflexión. Y en Educación se impuso Gloria Fuertes, una mujer para la que pedagogía y poesía se convierten en las únicas puertas giratorias legítimas.
Medio Ambiente será para Gustavo Adolfo Bécquer, que hablaba con las golondrinas y amaba la primavera. Ministro de Transporte será Josep Pla, hombre bregado en los viajes en autobús. Ministro de Turismo, José Ortega y Gasset, que estuvo una par de veces en Alemania y le cundió. Y ministra Portavoz nadie mejor que doña Emilia Pardo Bazán, porque en ella se da un compendio de ilustración, feminismo y cultura. Y a Cervantes le pareció bien, pues al fin y al cabo también Pardo Bazán es novelista, como él. A propuesta del vice, se nombra ministro sin Cartera a don Ramón María del Valle-Inclán, espíritu libre que rondará los consejos de ministros ayudando aquí y allá. No queda mal este Gobierno, dijo Cervantes. Es un buen gobierno, lo mejor que ha dado España, sentenció Machado.
(Fuente: El País, 06-05-2019)
CONSEJOS DE DON QUIJOTE A SANCHO
Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque, viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte; y préciate más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio. Inumerables son aquellos que, de baja estirpe nacidos, han subido a la suma dignidad pontificia e imperatoria; y desta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran. Mira, Sancho: si tomas por medio a la virtud, y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que los tienen de príncipes y señores, porque la sangre se hereda y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale. Siendo esto así, como lo es, que si acaso viniere a verte cuando estés en tu ínsula alguno de tus parientes, no le deseches ni le afrentes; antes le has de acoger, agasajar y regalar, que con esto satisfarás al cielo, que gusta que nadie se desprecie de lo que él hizo, y corresponderás a lo que debes a la naturaleza bien concertada. Si trujeres a tu mujer contigo (porque no es bien que los que asisten a gobiernos de mucho tiempo estén sin las propias), enséñala, doctrínala y desbástala de su natural rudeza, porque todo lo que suele adquirir un gobernador discreto suele perder y derramar una mujer rústica y tonta. Si acaso enviudares, cosa que puede suceder, y con el cargo mejorares de consorte, no la tomes tal, que te sirva de anzuelo y de caña de pescar, y del no quiero de tu capilla, porque en verdad te digo que de todo aquello que la mujer del juez recibiere ha de dar cuenta el marido en la residencia universal, donde pagará con el cuatro tanto en la muerte las partidas de que no se hubiere hecho cargo en la vida. Nunca te guíes por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida con los ignorantes que presumen de agudos. Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia, que las informaciones del rico. Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico, como por entre los sollozos e importunidades del pobre. Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente, que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo. Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia. Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún tu enemigo, aparta las mientes de tu injuria y ponlas en la verdad del caso. No te ciegue la pasión propia en la causa ajena, que los yerros que en ella hicieres, las más veces, serán sin remedio; y si le tuvieren, será a costa de tu crédito, y aun de tu hacienda. Si alguna mujer hermosa veniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera de espacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros. Al que has de castigar con obras no trates mal con pñadidura de las malas razones. Al culpado que cayere debajo de tu juridición considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstratele piadoso y clemente, porque, aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia.
(Don Quijote de la Mancha, capítulo 42, segunda parte, 1615)
ES LÁSTIMA QUE FUERA MI TIERRA
Cuando allá dicen unos
Que mis versos nacieron
De la separación y la nostalgia
Por la que fue mi tierra,
¿Sólo la más remota oyen entre mis voces?
Hablan en el poeta voces varias:
Escuchemos su coro concertado,
Adonde la creída dominante
Es tan sólo una voz entre las otras.

Lo que el espíritu del hombre
Ganó para el espíritu del hombre
A través de los siglos,
Es patrimonio nuestro y es herencia
De los hombres futuros.
Al tolerar que nos lo nieguen
y secuestren, el hombre entonces baja,
¿Y cuánto?, en esa dura escala
Que desde el animal llega hasta el hombre.

Así ocurre en tu tierra, la tierra de los muertos,
Adonde ahora todo nace muerto,
Vive muerto y muere muerto;
Pertinaz pesadilla: procesión ponderosa
Con restaurados restos y reliquias,
A la que dan escolta hábitos y uniformes,
En medio del silencio: todos mudos,
Desolados del desorden endémico
Que el temor, sin domarlo, así doblega.

La vida siempre obtiene
Revancha contra quienes la negaron:
La historia de mi tierra fue actuada
Por enemigos enconados de la vida.
El daño no es de ayer, ni tampoco de ahora,
Sino de siempre. Por eso es hoy.
La existencia española, llegada al paroxismo,
Estúpida y cruel como su fiesta de los toros.

Un pueblo sin razón, adoctrinado desde antiguo
En creer que la razón de soberbia adolece
y ante el cual se grita impune:
Muera la inteligencia, predestinado estaba
A acabar adorando las cadenas
y que ese culto obsceno le trajese
.Adonde hoy le vemos: en cadenas,
Sin alegría, libertad ni pensamiento.

Si yo soy español, lo soy .
A la manera de aquellos que no pueden
Ser otra cosa: y entre todas las cargas
Que, al nacer yo, el destino pusiera
Sobre mí, ha sido ésa la más dura.
No he cambiado de tierra,
Porque no es posible a quien su lengua une,
Hasta la muerte, al menester de poesía.

La poesía habla en nosotros
La misma lengua con que hablaron antes,
y mucho antes de nacer nosotros,
Las gentes en que hallara raíz nuestra existencia;
No es el poeta sólo quien ahí habla,
Sino las bocas mudas de los suyos
A quienes él da voz y les libera.

¿Puede cambiarse eso? Poeta alguno
Su tradición escoge, ni su tierra,
Ni tampoco su lengua; él las sirve,
Fielmente si es posible.
Mas la fidelidad más alta
Es para su conciencia; y yo a ésa sirvo
Pues, sirviéndola, así a la poesía
Al mismo tiempo sirvo.

Soy español sin ganas
Que vive como puede bien lejos de su tierra
Sin pesar ni nostalgia. He aprendido
El oficio de hombre duramente,
Por eso en él puse mi fe. Tanto que prefiero
No volver a una tierra cuya fe, si una tiene, dejó de ser la mía, 
cuyas maneras rara vez me fueron propias,
Cuyo recuerdo tan hostil se me ha vuelto
y de la cual ausencia y tiempo me extrañaron.

No hablo para quienes una burla del destino
Compatriotas míos hiciera, sino que hablo a solas
(Quien habla a solas espera hablar a Dios un día)
O para aquellos pocos que me escuchen
Con bien dispuesto entendimiento.
Aquellos que como yo respeten
El albedrío libre humano
Disponiendo la vida que hoy es nuestra,
Diciendo el pensamiento al que alimenta nuestra vida.

¿Qué herencia sino ésa recibimos?
¿Qué herencia sino ésa dejaremos? 






'DONDE HABITE EL OLVIDO', por José Ángel Valente / 'SER DE SANSUEÑA', de Luis Cernuda

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En 1993 se cumplieron 30 años de la muerte de Luis Cernuda. Estas fueron las palabras que José Ángel Valente le dedicó... seguimos merodeando en el baúl.

"Preñada está de olvido la memoria que, a su vez, sólo de él ha nacido: "Memoria de un olvido", como tan precisamente escribe Cernuda.
Si la materia del canto es la memoria, si incumbe al poeta el poder de recordar, si "la poesía recuerda lo que los pueblos, las naciones y los dioses no recuerdan", acaso nadie haya entrado tan adentro, en lo moderno nuestro, tan adentro, digo, en el espesor o la espesura de la experiencia poética..."
"... Y mientras tanto 
Los gusanos, de ella y su ruina irreparable, 
crecen, prosperan. 
Vivir para ver esto. 
Vivir para ver esto."



DONDE HABITE EL OLVIDO

Me muero (...) satisfecho de no haber llevado una velilla en la trágica mojiganga (Max Estrella, en Luces de bohemia).Murió Luis Cernuda hace 30 años, un día 5 de noviembre, en Coyoacán, Tres Cruces 11, en el mismo lugar donde hace pocos meses me recibió con gratísima hospitalidad Paloma Altoaguirre. Vaya ella, y a todos los amigos mexicanos y no mexicanos que en esa ocasión me acompañaron, mi más viva gratitud.
¿Murió Luis Cernuda entonces o sólo empezó a adentrarse para siempre en la radical supervivencia de su propia palabra? ¿Conmemoramos el aniversario de su muerte o el de su más definitivo nacimiento? Ciertamente es su voz, entre todas las de los poetas españoles de su tiempo, la que con mayor proximidad parecería llegar hasta nosotros.
Habla en el tiempo, pero mucho más allá del tiempo que acaso fuera el suyo, quien tuvo el don de la palabra. No de otro modo sobrenada el tumulto finisecular de las generaciones, con mejor o peor fortuna cocinadas, la voz del autor que nos acompaña en el epígrafe donde encuentran estas líneas su comienzo, Ramón María del Valle-Inclán.
¿Cuál es la razón de la proximidad de esa palabra que oímos con acuidad mayor que el ruido falaz de lo contemporáneo?
Nos convocan estas voces, por encima del tiempo, a lugares que reconocemos como propios, lugares de la memoria común en la que, contra el común olvido, nos reúnen. Reparte el lector en la sorprendente contemporaneidad de lo que Alonso Zamora Vicente escribe a propósito, precisamente, de Luces de bohemia,cuya primera versión es de 1920: "Contemplamos la esquemática alusión a personajes desaparecidos y a personajes vivos, a los malos procedimientos de la administración, a los concursos literarios banales y con resultados de abrumadora mediocridad; asistimos a diálogos sobre la inutilidad de los servicios públicos, los tranvías, las comedias, los malos comediantes, las lecciones académicas. Oímos complacidamente el desajuste inarmónico entre las relaciones sociales (gobernantes en casa de un torero difunto, el ministro con pujos literarios)".
Ciertamente, la palabra poética es un triunfo de la memoria. "La poesía", escribe Maurice Blanchot en L'Entretien infini, "recuerda lo que los pueblos, las naciones y los dioses no recuerdan, aunque circunde su existencia". El poeta canta desde la memoria y asume el poder de recordar. Es así un transmisor del mito primordial de Olvido, el dios, que constituye la inicial presencia de Mnemosyne, la Memoria, la madre de las Musas. El reino del poeta es el configurado por esa genealogía, se extiende del olvido a la memoria, pues sólo en aquél encuentra ésta nacimiento.
De ahí que en el dios primordial y originario tenga su real comienzo una de las más intensas aventuras de la memoria poética en lengua nuestra. Me refiero, por supuesto, a la obra de Luis Cernuda, tan ininterrumpidamente sostenida por esa aventura misma, y a aquel bello libro, temprano e inaugural, que es Donde habite el olvido (1933), donde el poeta inicia realmente su ya definitivo, no renunciable viaje por el reino que delimitan, desde su origen mítico, el olvido y la memoria. "Las siguientes páginas", anuncia el brevísimo texto liminar, "son el recuerdo de un olvido".
Me llevan estas palabras de Cernuda a un lugar al que una vez más acudo, a la meditación de San Agustín sobre la memoria y el olvido en las Confesiones."Cuando recuerdo el olvido", escribe, "dos cosas están presentes, la memoria, con la que recuerdo, y el olvido, que es lo que recuerdo. Sin embargo, ¿qué es el olvido sino la ausencia de la memoria? Cuando está presente no puedo recordar. Entonces, ¿cómo puede estar presente de tal manera que pueda recordarlo? Cierto es que lo que recordamos lo retenemos en nuestra memoria y si también es cierto que, a menos de recordar el olvido, probablemente, no podríamos reconocer el significado de la palabra cuando la oímos, hemos de concluir que el olvido queda retenido en la memoria. Se sigue así que la misma cosa que por su presencia nos hace olvidar ha de estar presente para que la recordemos".
Y, en todo caso, concluye: "Suceda como suceda y sea cual fuere el inexplicable e incomprensible modo en que suceda, cierto estoy de que recuerdo el olvido, aunque el olvido borre todo lo que recordamos".
Preñada está de olvido la memoria que, a su vez, sólo de él ha nacido: "Memoria de un olvido", como tan precisamente escribe Cernuda.
Si la materia del canto es la memoria, si incumbe al poeta el poder de recordar, si "la poesía recuerda lo que los pueblos, las naciones y los dioses no recuerdan", acaso nadie haya entrado tan adentro, en lo moderno nuestro, tan adentro, digo, en el espesor o la espesura de la experiencia poética como el escritor que aquí conmemoramos. Poeta fundamental de la memoria o del olvido, Luis Cernuda.
La inmersión en el magma del personal olvido, del personal recuerdo, tiene momentos de no igualada intensidad en su poesía, sea ésta en prosa o en verso. De Ocnos, ese tan insólito libro, que se abre con la evocación de la infancia sevillana para llegar tan lejos en la tercera edición mexicana de 1963, que ya su autor no pudo ver, es esta inconfundible silueta del poeta tardío o casi póstumo, donde hay un eco de la desnudez machadiana en el borde del definitivo adiós:
"Tu existir es demasiado pobre y cambiante, te dices, escribiendo estas líneas de pie, porque ni una mesa tienes: tus libros (los que has salvado) por cualquier rincón, igual que tus papeles. Después de todo, el tiempo que te queda es poco, y quién sabe si no vale más vivir así, desnudo de toda posesión, dispuesto siempre para la partida".
Momentos de penetración en los territorios del olvido con intensidad no alcanzada por los poetas de su tiempo, de los que finalmente fue Cernuda tan escasamente contemporáneo. Latitud del recuerdo, donde sólo la acción de la memoria da sentido real a lo que ya era olvido. Tal el poema elegiaco a Víctor Cortezo (Desolación de la quimera, 1962), donde la figura del amigo ido sólo es cabalmente percibida en el recuerdo: "Hoy, cuando el tiempo ha pasado lo recuerdas. / Percibiendo el asombro entonces no sentido".
Afirmación radical de la memoria como reino absoluto, donde el poeta en soledad oficia su duro ministerio: "Ahora tú sostienes / sólo la memoria" (Desolación de la quimera).
Entiendo que el tema aquí apuntado tiene su primera formulación nítida en Donde habite el olvido (1933), pero constituye la sustancia medular de toda la obra de madurez de Cernuda. Su presencia es particularmente intensa en libros tan centrales como Las nubes (1940) y Como quien espera el alba (1944). Me refiero a poemas como Elegía anticipada (el hombre quiere caer donde el amor fue suyo un día), a Apología pro vita sua o a la penetrante y total operación de la memoria en el titulado La familia (¡Oh, padre taciturno que no le conociste / Oh, madre melancólica que no le comprendiste!), todos ellos del segundo de los dos libros que acabo de citar.
Pero hay, además, un Cernuda cuya voz nos llama desde el centro mismo de la experiencia colectiva que tantas veces la conveniencia, el remedo camaleónico del medio o la claudicación pactada recluyen en las zonas encubiertas de la infrahistoria o del olvido. "La poesía recuerda lo que los pueblos, las naciones y los dioses no recuerdan, aunque circunde su existencia". Desde ese territorio circundante e irrenunciable surge el poeta, al que acaso prefiriéramos no oír, porque nos desasosiega una voz capaz de despertar a los muertos. Pero esa voz habla, precisamente, contra la muerte y el olvido; inextinguible voz que no podríamos acallar.
Tal es el territorio desde el que, sobre tanto falso o efímero compromiso político, se yergue hoy la palabra de Cernuda en poemas como el titulado, simplemente,1936, donde recuerda, a una distancia de más de 25 años, el encuentro con un antiguo soldado de la Brigada Lincoln: "Veinticinco años hace, este hombre, / sin conocer tu tierra, para él lejana. / Y extraña toda, escogió ir a ella. / Y en ella, si la ocasión llegaba, decidió apostar su vida / juzgando que la causa allá puesta al tablero / entonces, digna era / de luchar por la fe que su vida llenaba".
Potente, no desatendible, presencia de la memoria, implacable memoria, de la que no podríamos huir. Es la voz que resuena duradera en Díptico español y Birds in the night (Desolación de la quimera, 1962), Ser de Sansueña y Un contemporáneo (Vivir sin estar viviendo, 1949), Un español habla de su tierra e Impresión del destierro (Las nubes, 1940).
Pero quizás esa voz terrible, que llega desde la oscuridad del olvido y exige la resurrección de los muertos, nunca se hizo oír con más incisivo e irrecusable acento que en el diagnóstico de la degradación de la historia misma con que se cierra el poema dedicado a Lorca en uno de los textos terminales de la obra total: Ahora la estupidez sucede al crimen.
Sí, la estupidez, esa zona opaca de lo humano donde la operación sustancial de la memoria ya no puede tener lugar.


(Fuente: El País, 08-11-1993)

SER DE SANSUEÑA

Acaso allí estará, cuatro costados
Bañados en los mares, al centro la meseta
Ardiente y andrajosa. Es ella, la madrastra
Original de tantos, como tú, dolidos
De ella y por ella dolientes.

Es la tierra imposible, que a su imagen te hizo
Para de sí arrojarte. En ella el hombre
Que otra cosa no pudo, por error naciendo,
Sucumbe de verdad, y como en pago
Ocasional de otros errores inmortales.

Inalterable, en violento claroscuro,
Mírala, piénsala. Árida tierra, cielo fértil,
Con nieves y resoles, riadas y sequías;
Almendros y chumberas, espartos y naranjos
Crecen en ella, ya desierto, ya oasis.

Junto a la iglesia está la casa llana,
Al lado del palacio está la timba,
El alarido ronco junto a la voz serena,
El amor junto alodio, y la caricia junto
A la puñalada. Allí es extremo todo.

La nobleza plebeya, el populacho noble,
La pueblan; dando terratenientes y toreros,
Curas y caballistas, vagos y visionarios,
Guapos y guerrilleros. Tú compatriota,
Bien que ello te repugne, de su fauna.

Las cosas tienen precio. Lo es del poderío
La corrupción, del amor la no correspondencia;
y ser de aquella tierra lo pagas con no serIo
De ninguna: deambular, vacuo y nulo,
Por el mundo, que a Sansueña y sus hijos desconoce.

Si en otro tiempo hubiera sido nuestra.
Cuando gentes extrañas la temían y odiaban,
y mucho era ser de ella; cuando toda
Su sinrazón congénita, ya locura hoy,
Como admirable paradoja se imponía.

Vivieron muerte, sí, pero con gloria
Monstruosa. Hoy la vida morimos
En ajeno rincón. Y mientras tanto
Los gusanos, de ella y su ruina irreparable,
crecen, prosperan.

Vivir para ver esto.
Vivir para ver esto.

Vivir sin estar viviendo (1949)

ENTRADAS RELACIONADAS:


("Un deseo que choca fundamentalmente contra un mundo no habitable, choca contra los muros de la realidad que se impone. Una realidad terca y arrogante que reprime al yo del sujeto, al yo poético que intenta levantarlo... Pero es un deseo que también choca, y quizá esto sea lo peor, contra la imposiblidad del deseo, "... el deseo es una pregunta cuya respuesta no existe... el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe."  Muchos años más tarde, Juan Perro (Santiago Auserón) lo confirmaría: "El deseo es una flecha disparada, que en la espalda del arquero está clavada." Cernuda, Santiago Auserón, Antonio Vega, Antonio Gala, Manolo Tena...")


(""El deseo me llevaba hacia la realidad que se ofrecía ante mis ojos como si sólo con su posesión pudiera alcanzar certeza de mi propia vida. Mas como esa posesión jamás la he alcanzado sino de modo precario, de ahí la corriente contradictoria, de hostilidad ante el irónico atractivo de la realidad… Así, pues, la esencia del problema poético, a mi entender, la constituye el conflicto entre la realidad y el deseo, entre apariencia y verdad..." (Luis Cernuda)

("Vamos a empezar buceando en el significado que tenía para Cernuda llamar al conjunto de su obra 'La Realidad y el Deseo'... esos dos poemas nos podrían servir para enlazar nuestro trabajo con el teatro de García Lorca, con las tragedias rurales. Confrontar el principio del placer, de libertad, con el principio de autoridad que definen esas obras universales. Como la pulsión del deseo, de la libertad, se choca con la autoridad, con las convenciones, las que hacen que nos preguntemos qué es lo que realmente queremos, si realmente el hombre pudiera decir...)

("Al igual que Baudelaire, Cernuda abomina de la civilización moderna, desmitifica sus valores y se interroga, con pasión y con ira, acerca del papel del poeta en un mundo regido por la codicia de los fuertes y cobardía de los débiles. La conciencia del tiempo, del paso de los años, la vejez y la muerte, la multitud urbana, son asimismo constantes en Cernuda como lo fueron en Baudelaire")


("Imagino a Cernuda tras todas las pancartas, como bajando por la Gran Vía, junto a Vicente Aleixandre, empujado por la riada ciudadana de la proclamación de la República; imagino a Cernuda en pie frente al Congreso, con esa fortaleza de su fragilidad, gritando que “No nos representan”)


(... Tú sola quedas con el deseo, con este deseo que aparenta ser mío y ni siquiera es mío, sino el deseo de todos, malvados, inocentes, enamorados o canallas.) 


("... la dignidad de la conciencia individual es imprescindible “como testigo irrefutable / de toda la nobleza humana”. Son lecciones muy vivas de su poesía, ahora que uno de sus enemigos más poderosos, el capitalismo, extrema la destrucción de las conciencias individuales y de los espacios públicos. El futuro es hoy... el poema es un espacio público, objetivo y su dimensión depende de que sea habitado y vivido por el lector")


("En este momento dramático del mundo, el artista debe llorar y reír con su pueblo… El dolor del hombre y la injusticia constante que mana del mundo y de mi propio cuerpo y mi propio pensamiento, me evitan trasladar mi casa a las estrellas…", Federico García Lorca)










'SI PERDEMOS EL LENGUAJE', por Luis Enrique Ibáñez / 'LAS PALABRAS DEL MUNDO', de José María Merino

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"Nosotros también estamos siendo ahora despojados de lenguaje. Y, simultáneamente, se nos está sustrayendo todo lo demás. Pero, aunque nos alarme más el robo de lo tangible (salarios, vivienda, derechos...), este siempre viene precedido del desahucio de lo más abstracto, del tesoro más valioso: el lenguaje que nos permite pensar y, por tanto, defendernos ante la barbarie... 

El futuro existe, pero es cosa nuestra que así sea. Siempre recuerdo a Miguel Hernández, una de las personas que más sufrió, una de las personas más apostó por seguir, seguir, siempre... pero reconociéndonos... "hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida" Nosotros tenemos jóvenes, tenemos futuro.


SI PERDEMOS EL LENGUAJE

En aquel magnífico relato de José María Merino, 'Las palabras del mundo', el protagonista, un profesor universitario se da cuenta de algo terrible: está empezando a perder la memoria de las palabras, se está quedando sin lenguaje. Resulta aterrador, no sólo por una cuestión de enfermedad mental, sino porque presiente que paralela a la pérdida de las palabras, del lenguaje, va también la pérdida de la vida.

Nosotros también estamos siendo ahora despojados de lenguaje. Y, simultáneamente, se nos está sustrayendo todo lo demás. Pero, aunque nos alarme más el robo de lo tangible (salarios, vivienda, derechos...), este siempre viene precedido del desahucio de lo más abstracto, del tesoro más valioso: el lenguaje que nos permite pensar y, por tanto, defendernos ante la barbarie.

Y creo que esa pérdida que estamos sufriendo está teniendo lugar en tres niveles diferentes, sí, diferentes, pero que convergen en el mismo y siniestro resultado final, quedarnos desnudos de inteligencia, a la intemperie, sin mimbres para trenzar razonamientos activos, sosteniendo solo aquellos grumos pegajosos de los que hablaba Emilio Lledó.

En el primer estadio estarían, simplemente, todas las palabras prohibidas, enterradas, aquellas que con la cara triste se han convertido en tabúes, se han ido por el desagüe del idioma oficial. No resulta difícil encontrar ejemplos que nos arruinen la mirada, ahí están palabras como suicidios, esclavitud, explotación... han sido borradas del sistema porque, precisamente, están ahí, sosteniendo el sistema de arriba. Existen otras que, por lo visto, ruborizan las conciencias, y la mirada, estoy pensando en clases sociales, lucha de clases. Ya está mal visto utilizarlas cuando, en realidad, están más presentes que nunca, la guerra de clases ya es un escarnio y Ellos, como ya dijo alguien, están ganando de paliza, y esas clases son sólo dos, los del 1%, y los demás... por no hablar de tercera clase, que es la misma, la de los desheredados de la Tierra, los No Refugiados, los habitantes muertos del Mediterráneo... qué bonitas son nuestras puestas de sol.

En el segundo nivel estarían las palabras y las expresiones obligadas a su desgraciada prostitución, siguen ahí, pero ya no son ellas. ¿Qué significa hoy la palabra liberal? Radical significaba buscar la esencia desde la raíz, ¿ahora? Esta estrategia es ya demasiado vieja, pero muchos no parecen advertirlo. Como nos recordaba el catedrático Pedro Álvarez de Miranda, estudiando el léxico de la Ilustración en España, la facción de los antiilustrados, de los de Arriba,  "más que cultivar un vocabulario propio, practicó una doble estrategia consistente, unas veces, en apropiarse del léxico de sus oponentes, y otras, en someterlo a un proceso de deformación, mistificación o, en ocasiones ridiculización de su sentido". ¿Qué significan hoy expresiones como optimización de recursos, como derechos inalienables, espíritu emprendedor, empleado, trabajador... futuro? ¿Qué significan hoy palabras como soberanía y democracia? Con respecto a esta última, Gustavo Martín Garzo lo dejó más que apuntado, "... la última pregunta de Perceval sería si esto que tenemos es realmente una democracia."

El tercer escalón es el más grave, simplemente consiste en el robo, la pérdida, del tiempo del lenguaje, del aposento del pensamiento, de la necesidad de la obligada calma, la siempre clarividente lentitud del estar, del hablar. 

Pareciera que nos hemos perdido en en la inmediatez del vértigo, de la velocidad. Lo único que cuenta es que los mensajes sean rápidos, cortos, estamos despreciando el tiempo de la reflexión... gentes que dicen "mira este vídeo, son sólo dos minutos... te mando este artículo, no es demasiado largo... pero míralo, te lo he mandado yo". Rapidito, y a otra cosa, no me hagas pararme, no me hagas pensar y, sobre todo, no me hagas leer más de la cuenta. 

Llevo días repasando repasando artículos de opinión de hace 40 años (es lo bueno que tiene la tecnología). Eran extensísimos, suculentos, como para saborearlos cuatro o cinco veces, José Ángel Valente, Eugenio Trías, Luis Landero... y muchos más. Y sé que ahora son simplemente imposibles de aceptar, son muy largos... tengo un mensaje, me están llamando, he quedado... pero luego te mando algo... nos damos un toque...

Alguien le espetó a Jean Paul Sartre que el existencialismo, al final, se quedaba en un pesimismo paralizador. Él replicó que en absoluto, que se trataba de reconocerse en el terreno para desde ahí empezar a andar.

El futuro existe, pero es cosa nuestra que así sea.

Siempre recuerdo a Miguel Hernández, una de las personas que más sufrió, una de las personas más apostó por seguir, seguir, siempre... pero reconociéndonos...

"Soy una abierta ventana que escucha.
por donde va tenebrosa la vida.
Pero hay un rayo de sol en la lucha
que siempre deja la sombra vencida"

Pues habrá que seguir.

Al final del relato de José María Merino aludido al principio, el protagonista desapareció "súbitamente, esfumándose en el aire del mismo modo que se había extinguido y esfumado su última memoria de las palabras"

No permitamos que nos pase lo mismo, tenemos jóvenes, tenemos futuro.

LAS PALABRAS DEL MUNDO

La gente malévola de la facultad asegura que, salvo la ayudante Celina Vallejo, ninguno de los miembros del departamento a que pertenecía el profesor Granda manifestó signo alguno de pesar cuando se produjo su desaparición. Los más maliciosos señalan incluso que la pesadumbre de la ayudante Vallejo no se debió tanto a un sentimiento amistoso —o amoroso— como al hecho de que el desaparecido fuese director de su tesis doctoral, que quedaba así huérfana de tutela en el presente y de valimiento en el futuro. Mas lo cierto es que Celina Vallejo se mostró abatida durante bastante tiempo. También es verdad que su interés en el extraño asunto pareció extinguirse definitivamente, y que tal cambio de actitud había coincidido con la decisión del catedrático, don José Dodero, de asumir la dirección de la tesis interrumpida. Pero durante las semanas que sucedieron a la desaparición del profesor Granda, la ayudante Vallejo realizó numerosas gestiones con el fin de conocer en lo posible los extremos del suceso, se desplazó a la Costa de Finisterre. por su cuenta, para entrevistarse con el comandante del destacamento de la Guardia Civil que redactara el atestado, y hasta logró recuperar el cuadernillo en que figuran los postreros testimonios del presunto suicida.

La desaparición de Carlos Granda remató el cúmulo de anomalías y rarezas de comportamiento que el infortunado había manifestado a lo largo del último curso académico. Los maledicentes atribuyen aquellos desórdenes de su conducta a desequilibrios psicológicos, cuyo causante mediato sería el propio doctor Dodero; empeñado en mantenerse como único catedrático de su departamento, el doctor Dodero no propicia —es más, obstaculiza e impide— la dotación de nuevas cátedras, suscitando en el ánimo de sus colaboradores la convicción amarga de que allí nunca adquirirán esa superior condición académica y docente que, sin embargo, compañeros de otros departamentos, con menor antigüedad e inferiores méritos, han logrado ya en diversas universidades de provincias, y hasta en la Complutense, de la mano de catedráticos menos celosos de su poder y protagonismo.

La injusticia sería flagrante en el caso del doctor Granda, pues llevaba en la facultad 19 años —15 de ellos como doctor— y obtuvo su plaza de profesor adjunto —que ahora se denomina profesor titular— hacía 12, con el primer número. Además, fue autor de numerosas publicaciones en su especialidad, que le hicieron acreedor de consideración entre sus colegas de las universidades más importantes, y, sin embargo, resultaba ser el único profesor de su oposición, y acaso de su generación, que no era todavía catedrático. Pues el doctor Dodero ha advertido y advierte, pertinaz e implacable, que hasta que él mismo se jubile —lo que no sucederá antes de dos lustros, como poco— no existirá otro catedrático en aquel departamento.

Algunos compañeros recomendaban al profesor Granda el traslado a otra universidad, i al como estaban ias cosas, y considerando sus méritos, no le sería difícil acceder a una cátedra en cualquier universidad de provincias; en cuanto a los posibles trastornos de su vida no era previsible que, siendo soltero, un cambio de tal naturaleza le crease otras incomodidades que la búsqueda de vivienda. Pero el profesor Granda era persona de hábitos rígidos, estaba acostumbrado a los usos y servicios de su facultad de tantos años, vivía en un antiguo y enorme piso cercano a Tirso de Molina —un lugar que le resultaba especialmente grato— y habia acumulado en su casa cerca de 8.000 libros, en espacios holgados que no era fácil de sustituir. Sordo a las sugerencias de un traslado que le haría catedrático, iba, no obstante, alimentando el resentimiento creciente de no serlo y desequilibrándose por ello. Tal fue la interpretación más usual sobre el origen de sus desvaríos.

Los problemas del profesor Granda comenzaron el mismo día de la apertura del anterior curso. Era cumplidor con los ritos académicos, y aunque en aquel principio de noviembre no habían empezado todavía las ciases y él se encontraba absorto en la elaboración de un trabajo sobre fonología —del que era parte sustantiva un prolijo inventario de variantes de fonemas—, acudió disciplinadamente al paraninfo, dispuesto a oír la lección magistral que debía pronunciar un catedrático de Historia Económica sobre las postrimerías de la agricultura tradicional. Mientras escuchaba la conferencia, en la mente del profesor Granda persistían algunos interrogantes de su investigación. Le interesaban en particular aquellos días determinados aspectos de la pronunciación de los fonemas be, de y ge, que permitían analizarlos desde perspectivas diferentes de las utilizadas en los estudios habituales, y siguió el discurso con avidez, comparando las variantes que los fonemas mostraban en la pronunciación del conferenciante a lo largo de su lección.

Mas hubo un momento —según se sabe por declaraciones del propio profesor Granda— en que fue consciente de una extraña percepción: pues algunas de las palabras del discurso, escuchadas por él con toda claridad, perdían de pronto su sentido y llegaban a los límites de su entendimiento tan extrañamente descompuestas que sólo por el sentido de los vocablos que las acompañaban era capar de comprenderlas. Esto sucedió con la palabra ganadería, que, tras oír repetidamente, se fue transformando en sus oídos en gan-ad-erí-a, hasta llegar a convertirse en una confusa serie de fonemas en que sólo resaltaban las vocales a-e-i entre un inescrutable revoltijo de sonidos guturales, nasales, alveolares, que enmascaraban definitivamente el significado último de la palabra. Le sucedió claramente con ganadería, cultivo y vías agropecuarias, y sólo extremando su atención consiguió que no le sucediese con algunas otras. Un esfuerzo que le dejó exhausto al final de la lección, pues le obligó a acechar cada palabra en el momento en que el conferenciante la pronunciaba, intuyendo casi su sentido para fijarlo de inmediato, conforme a los fonemas que la iban construyendo, de modo que pudiese asumir y comprender el vocablo antes de que se perdiese en la pura sucesión de los sonidos.
Aquella experiencia desazonó mucho al profesor Granda. Desgraciadamente para él, el problema se repitió cuando comenzaron las clases: le resultaba cada vez más difícil comprender, ya no el significado de las preguntas de sus alumnos, sino la misma forma conceptual de los vocablos que las componían. La clase asistía a su desconcierto con asombro, que fue volviéndose irrisión; pero, tras los días primeros de diciembre, llegaron las vacaciones, y el profesor, que se indignaba cada año con aquella prematura holganza, la recibió esta vez con alivio. Fue entonces cuando sus compañeros y colaboradores conocieron el caso, pues el profesor Granda se encontraba muy angustiado y les relató su problema desde los orígenes, confesando que, a aquellas alturas, tenía ya gran dificultad para interpretar cualquier conversación cotidiana, pues el más elemental “buenos días” se convertía, para su percepción, en una incomprensible amalgama fónica. Añadió que, para comprender los mensajes que se le dirigían oralmente, empezaba a ser imprescindible que se le pusiesen por escrito, ya que sólo las palabras escritas o impresas seguían conservando para él su rotundo significado, sin ambigüedad, confusión ni error.

Su anomalía le cambió ligeramente la manera de hablar. Elevaba el tono como los sordos, y su angustiada perplejidad le ponía en la voz un quiebro ansioso, que colgaba de las frases como una banderola. Por fin, acabaría optando por hablar sólo lo imprescindible y por comunicarse principalmente mediante la escritura, pues hasta las palabras habladas por él se tornaban un cúmulo de sonidos absurdos - al resonar en su interior cuando las decía. Llevaba siempre consigo un cuaderno en que apuntaba sus preguntas y respuestas, y solicitaba del interlocutor la misma manera de comunicarse. Celina Vallejo, la profesora ayudante cuya tesis dirigía, conserva varios de tales cuadernillos. A lo largo del tiempo en que se valió de ellos para la comunicación con los demás, el profesor apuntó también algunas reflexiones que dan idea de le que pudieran ser graves perturbaciones psicológicas.

Aunque el profesor Granda intentó acometer animosamente la continuación del curso, el primer día de mediados de enero en que se reanudaron las clases su lección concluyó entre una gran algarabía, pues no pudo entenderse con los alumnos. Muy deprimido, el profesor Granda acudió entonces al médico, y éste le prescribió la inmediata interrupción de su trabajo, por un plazo no inferior a cuatro meses, y le aconsejó que se retirase a descansar a algún lugar tranquilo. Buscó entonces la solitaria placidez de un pueblo serrano y alternó allí sus trabajos científicos con largas caminatas por el monte. Residía en una fonda que servía también de albergue para un veterinario y dos jóvenes maestras, y era considerado por todos con extraordinario respeto. Pero ni la quietud del paisaje ni la estima de sus convecinos ayudaron a su curación, e incluso parece que allí fue donde su dolencia alcanzó irremediable gravedad, comenzando a presentar los rasgos de una pérdida progresiva de la razón.

En una carta que la ayudante Vallejo conserva, el enfermo le relató la experiencia, para él terrible, de haber descubierto que el murmullo interminable de las aguas, en los limpios arroyos que descendían por el monte, tenía los mismos elementos sonoros que las palabras humanas. En aquellos días, cuando su percepción de los sonidos hablados era incapaz de darles el correspondiente significado, resultaba que algunos ruidos de la naturaleza, también ininteligibles, resonaban de idéntica manera y se iban sucediendo con la misma alternancia fónica que los vocablos de un discurso.

Señalaba en su carta que esto le había hecho recapacitar, con horror, en que o bien los murmullos del arroyo estaban también constituidos por un código lingüístico ordenado, susceptible de análisis científico —lo que no era admisible—, o bien las palabras humanas pertenecían al campo de los puros sonidos naturales y carecían, como el ruido del arroyo, de cualquier sentido. Más adelante, apuntaba una hipótesis que sobresaltó a Celina Vallejo, al considerar que tal razonamiento no podía provenir sino de una mente desequilibrada: sintiéndose envuelto en un silencio doblemente angustioso, el profesor Granda aventuraba que las palabras, elemento fundamental que la especie humana ha construido para comunicarse, sobreviven solamente por un permanente y violento esfuerzo de la memoria, mantenido sin desfallecimiento en lo más intimo de cada ser humano que va conociendo los primeros rudimentos de la lengua. Un desfallecimiento de esa secreta voluntad y el súbito olvido hará que todo el gigantesco castillo de las palabras, artificioso, ficticio, pierda su imposible coherencia y se desmorone. Sin duda, decía, era eso lo que a él había sucedido: había dejado de esforzarse, en lo más íntimo de si mismo, en e¡ fondo de su ánimo, por recordar y coordinar algo tan ajeno como tos ruidos del habla, que sólo pertenecían al territorio irracional de los sonidos naturales, como el murmullo de las fuentes, el restallido del trueno o eí rugir de los motores.

Una carta posterior, que la ayudante Vallejo conserva también, ofrece mas datos de la grave perturbación que iba aquejando a Carlos Granda. Pues éste venía a decir que también las palabras escritas eran, sin duda, producto de una voluntad poderosa e inconsciente, que reflejaba en el interior de cada uno el propósito colectivo de que aquellos signos gráficos tuviesen un significado que trascendía inmensamente su forma, un significado que, al convertirlas en una denominación reconocible y aceptada, era no sólo la verdadera señal de la existencia de las cosas del mundo, sino el propio emblema mágico que las hacía existir. “En las palabras escritas está el único indicio de las cosas’’, escribía el profesor. “Las cosas sólo se sostienen en letras”. “Sólo son las cosas que tienen nombre”. “Las palabras: el mundo”.

Alarmada por aquellas cartas, Celina Vallejo visitó al profesor Granda, desplazándose hasta la sierra en su cochecito. Era un día lluvioso de abril, pero ambos, al resguardo de un paraguas, pasearon largo tiempo entre las jaras colmadas de flores. Algunas gotas de lluvia han difuminado las cinco o seis, páginas del cuaderno en que quedó anotada su conversación. Allí, el profesor Granda ha dejado, manuscritas. declaraciones que señalan el rumbo anormal de su pensamiento: “Sólo lo escrito existe". “Fonemas: agua que corre". Y una frase, previa a la despedida de su visitante, que parece denotar inclinaciones morbosas en el profundo desarreglo de su razón : “ No olvidar las letras o todo desaparecerá”.

El profesor Granda abandonó súbitamente su retiro en la sierra y regresó sin decírselo a nadie. Fue también Celina Vallejo quien conoció el cambio, unos días más tarde, después de una conversación telefónica con la fonda. Se acercó entonces a casa de Granda, y sólo tras mucha insistencia en sus llamadas consiguió que éste le diese acceso. El profesor Granda era hombre de hábitos ordenados, que mantenía también escrupuloso atildamiento en el cuidado de su persona. Sin embargo. la ayudante Vallejo se encontró frente a un desbarajuste de muebles, libros desparramados y un hombre que, vestido sólo con un arrugado pijama y presentando gran desaliño, fijaba en ella una mirada temerosa. El suelo de la gran habitación que el profesor destinaba a parte principal de su extensa biblioteca estaba cubierto de numerosas hojas de papel llenas de palabras manuscritas. Celina Vallejo tomó un cuaderno del escritorio, buscó una página en blanco y anotó: “¿Está usted bien?”. Pero el profesor Granda no hizo ademán de responder. Estaba allí delante, inmóvil, mirándola con un pasmo que, como ella relataría más tarde a personas de su confianza, le producía una sensación a la vez de pena y de miedo. El profesor se dejó caer sentado en un sillón, con un ademán de abatimiento. Ella insistía, en su gesto de alargarle el cuaderno y el bolígrafo, pero él tardó un rato en responder. Tomó al fin el bolígrafo y el cuaderno, y ella comprendió que aquel hombre había sufrido —estaba sufriendo— una nueva transformación, pues en lugar de escribir con la precisión y rapidez con que acostumbraba, comenzó a hacerlo con torpeza y lentitud que recordaban el esfuerzo de un escolar que elaborase sus primeros palotes. Al cabo de un tiempo, le mostró el mensaje, hecho con letras deformes y temblequeantes: “Me cuesta mucho”, decía. Como si recuperase el aliento y reuniese sus fuerzas, esperó un tiempo antes de continuar. Se inclinó por fin otra vez sobre el cuaderno: “Olvido las letras. Es el fin".

La ayudante Vallejo se fue muy afectada. Aquella misma semana, el profesor se ausentó sin dejar señal alguna. Y casi un mes más tarde llegó la noticia de su extraña desaparición en la llamada costa de muerte, al borde de una playa apartada. donde había sido localizado su automóvil y dentro de él, ropas y objetos que le pertenecían. Cuando la policía tuvo testimonios de la peculiar conducta del profesor Granda en los últimos meses, supuso que él mismo había sido el causante de su desaparición, posiblemente dando fin a su vida entre aquellas olas turbulentas, aunque su cuerpo no hubiese sido hallado todavía entonces, como no lo ha sido hasta la fecha. La noticia desazonó tanto a Celina Vallejo que emprendió enseguida el largo viaje a las tierras gallegas. Recuperar los cuadernos que el desaparecido llevaba consigo le costó algunos prolijos trámites, pero al fin se los entregaron. En cuanto a la cartera y los cheques de gasolina, así como la ropa —arrebujada en una bolsa de plástico—, deben esperar, para su entrega, una tramitación más compleja.

Celina Vallejo quiso conocer el lugar donde había aparecido el automóvil. Le acompañó un muchachito rubicundo, hijo del patrón del albergue, que le iba indicando, meticuloso, todos los accidentes de la pista de tierra que bordea las playas. La mar estaba agitada en un vertiginoso hervor de espumas y, entre las rocas negras y ásperas, las olas se vertían en grandes avalanchas, luciendo al sol súbitas crestas neblinosas. Ella detuvo el coche en el lugar indicado por su joven acompañante. Todavía permanecían, marcadas en la humedad de la tierra, unas huellas de neumático, que el muchacho señaló sin hablar. Bordeaba el camino un escaso repecho vegetal, y luego el nivel del terreno ofrecía un abrupto descenso, prolongado hasta el agua un largo declive cubierto de pedruscos redondeados y blanquecinos como calaveras. En la orilla las olas sacudían su fuerza estrepitosa. Celina Vallejo contempló durante bastante tiempo aquellas aguas bravas, los roquedales que penetraban en el mar como oscuros cuchillos, el horizonte ensombrecido por un agrupamiento de nubes plomizas. Relataría luego a sus amistades que aquel paisaje tenía apariencia especialmente inhumana y que tanto los elementos sólidos del lugar —la palidez de los cantos, la negrura de los roquedales— como la violencia del mar —las olas bramantes— se acomodaban perfectamente a las extremosidades de cualquier delirio.

Allí mismo hojeó los cuadernos del profesor Granda: dos de ellos estaban sin estrenar, pero el otro ofrecía bastantes muestras de escritura. En él se relacionaban, sin duda, los sucesos más recientes, pues figuraban —en sus primeras páginas— frases sucesivas que denotaban la necesidad de comunicación del profesor en los avatares de su viaje: “Super. 2.000 pesetas”. “Sopa de pescado y bisté con patatas”, "Botellín". “Otro botellín”, “Dónde está el W.C.”, "Café solo y sacarina” y otras similares, escritas todas con la torpeza casi infantil en que había venido a dar su escritura, antes tan clara y simétrica. Aquellas frases encaminadas a la comunicación ocupan las tres o cuatro primeras hojas del cuaderno; viene luego una copiosa sucesión de páginas en que el alfabeto —desde la a hasta la z— está repetido una y otra vez, incansablemente, con el cuidado —dentro de la tosquedad de la expresión— de un ejercicio caligráfico. Celina Vallejo pasó aquellas hojas hasta topar con otra parte en que el inhábil escribiente había repetido también en incontable número, cúmulos y agrupaciones de sílabas que recordaban los modelos de antiguos -catones: “Lo, la, ala, ola, solo", "so, sa, osa, soso”, “la losa, la fosa”, “lla, llo, ya, yo”, “ llevo la llave”, “aro, faro, oro", "mano dolorida”, "rayo luminoso”, “arena dorada". Hay luego una serie de frases que recordaron a la ayudante Vallejo algunos de los disparatados razonamientos manifestados por el profesor en aquella ocasión, bajo la lluvia primaveral: "Sólo lo escrito es", "Sólo es lo que tiene nombre", "No olvidar las letras del mundo", "Olvidar: no es", "Olvido: no existo". Estas frases, escritas con letras grandes y contrahechas, preceden a la parte final de la escritura: aquella que. a su juicio, había sido elaborada por el profesor Granda ante la salvaje vista marina. En ella se suceden palabras que tienen como referencia exclusiva el paisaje: "mar'', "olas", "peñas", "cantos", "arena", "azul", "gris", "luz", "sombra", "tarde", "lucero". A través de vocablos aislados. el profesor Granda había inventariado pormenorizadamente el tiempo de su permanencia en aquel lugar, posiblemente una jornada completa: árboles, hierbas, matorrales, humos, gaviotas, sonidos y brillos, un carro que chirría, un perro que pasa, restallan las olas, el parpadeo del faro, un fuego lejos, la amplitud de las playas, el alba, la pleamar que avanza.

Son 22 hojas en que los conceptos se repiten y se acumulan. Progresivamente, va aumentando la deformidad de la escritura, hasta que las letras pierden por fin su forma y cruzan de modo decidido la leve frontera que las separa del garabato. Y los garabatos se van sucediendo: inescrutables rayones de trazado helicoidal, al principio agrupados en series longitudinales, conservando aún la linealidad propia de una escritura, pero dispersos luego, cada vez más grandes, hasta convertirse en una única línea enrevesada que, partiendo del centro de cada hoja, titubea y se ensancha, buscando a ciegas distintos rumbos, hasta semejar el dibujo de una tela de araña. El resto de las hojas está en blanco.

Por la tarde. en la comandancia, la ayudante Vallejo habló con el cabo: un hombre bajo y ancho cuyo modo de hablar denotaba procedencias regionales alejadas de aquellos contornos. Era uno de los mismos guardias que, por denuncia de un pescador, habían investigado aquel automóvil solitario, abandonado al parecer en un lejano recodo de la costa, frente a la mar de Trece. El automóvil llevaba seis o siete días allí, estacionado al borde del sendero, en posición ligeramente oblicua. La llave del encendido estaba colocada en su sitio. Sobre el asiento inmediato al del conductor se encontraban los cuadernos, un billetero con 20.000 pesetas, algo de calderilla, un paquete de pañuelos de papel y un talonario con cheques de gasolina. En el lugar del conductor había ropa. Y era precisamente la disposición de la ropa lo que había extrañado al cabo, hombre que aparentaba no tener demasiada capacidad de sorpresa.

El cabo tenía el prurito de redactar los atestados de modo que reflejasen con veracidad los sucesos tal corno fueron, o que transmitiesen lo más certeramente posible los datos de la realidad. Por eso se preocupó de reseñar con minuciosidad ¡as ropas abandonadas sobre aquel asiento. Pero cuando comenzó a hacerlo descubrió que había en ellas un orden misterioso. Los zapatos, colocados simétricamente en el suelo, según la postura lógica en unos pies calzados —el izquierdo, a la izquierda, y el derecho, a la derecha—, tenían sus cordones cuidadosamente anudados. Dentro, y a lo largo de cada zapato, los calcetines estaban extendidos desde la puntera, e insertas las mangas respectivas en la correspondiente abertura inferior de cada pernera del pantalón, que tenía cerrada la cremallera de la bragueta y el cinturón abrochado. Dentro del pantalón, colocado en la misma forma que debe mantener vistiendo un cuerpo, había un calzoncillo; y, a partir de la cintura, aunque reposando en el respaldo, se extendía una camisa abotonada, cuyos faldones se refugiaban en el pantalón. Sobre las ropas había un reloj de pulsera, abrochado como si abrazase una muñeca. Dentro de la camisa apareció, también abrochada, una cadena de plata, con la placa que solía llevar el profesor Granda colgando del cuello, indicativa de su nombre y grupo sanguíneo.

Dijo el cabo que las ropas, ordenadas como si vistiesen a una persona —aunque era evidente que no había nadie dentro— y sin volumen que les diese forma, recordaban, sin embargo, vagamente un ademán humano. A él, aquella disposición le había parecido la señal de una macabra humorada, indicio probable de una decisión desgraciada por parte del desconocido propietario. Sin embargo, la descripción de aquel orden incomprensible suscitó en Celina Vallejo un borroso pavor y, como contó a los compañeros de su mayor intimidad —aunque a la larga hemos llegado a saberlo todos—, recordó de pronto la figura del profesor Granda con toda precisión y le imaginó desapareciendo súbitamente, esfumándose en el aire del mismo modo que se había extinguido y esfumado su última memoria de las palabras, mientras aquellas ropas se iban arrugando lentamente, hasta quedar desplomadas sobre el asiento del automóvil, como testimonio indescifrable de la desaparición.

Fue una imagen absurda, demente, que Celina Vallejo se apresuró a desarraigar lo más pronto posible de su ánimo. La impresión de la pérdida le duró todavía cinco o seis meses, pero al cabo recuperó el buen humor y las ganas de trabajar, y ahora está entregada afanosamente a la tarea de rematar su tesis doctoral.

LA SOLEDAD: 'ELEANOR RIGBY', por Luis Enrique Ibáñez

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"Parece imposible imaginar una fotografía que refleje con tan hiriente exactitud la soledad. La boda ha concluido, los seres felices se han marchado, la iglesia se halla en penumbra y una pobre limpiadora recoge del suelo el arroz, recoge las cenizas que la felicidad de otros le han dejado, granos sucios que en voz baja le dicen: "estás sola"...

Puede que sólo cuando permitimos que nuestra fragilidad se muestre sea cuando mejor exhibimos toda nuestra fortaleza"


LA SOLEDAD: 'ELEANOR RIGBY'

Eleanor Rigby es un texto que nos inquieta, nos araña por dentro, porque nos obliga a reconocer la soledad, la nuestra. Y también nos fuerza a levantar la vista de nuestros estúpidos asuntos y mirar de frente a todos esos seres tan solitarios, tan excesivamente solos.

¿De dónde vienen? ¿A qué lugar pertenecen? Vienen de cualquier parte. Pueden venir de la miseria más profunda, pero también de la más insulsa comodidad. Vienen de una patria común, la soledad ese territorio global que todos en algún momento tocamos. Esos seres vienen de lejos y también de aquí. A veces no los miramos porque nos dan miedo los espejos.

Eleanor Rigby recoge el arroz en la iglesia donde se ha celebrado una boda

Parece imposible imaginar una fotografía que refleje con tan hiriente exactitud la soledad. La boda ha concluido, los seres felices se han marchado, la iglesia se halla en penumbra y una pobre limpiadora recoge del suelo el arroz, recoge las cenizas que la felicidad de otros le han dejado, granos sucios que en voz baja le dicen: "estás sola".

El padre Mckenzie escribe las palabras de un sermón que nadie escuchará.

Escritura y soledad. Fundir el vacío de una existencia con el hecho de la escritura es como asomarse a un abismo. Palabras para nadie que se siguen escribiendo. Frases fantasma que aspiraban sin fe a convertirse en sermón, a vestirse de doctrina, orden huera que se deshace en el aire antes de llegar a ningún lugar... nowhere Man in Nowhere Land, making plans for nobody... He's as blind as he can be, just sees watches he wants to see... isn't he a little bit like you and me... el hombre de Ningún lugar haciendo planes para nadie... Está tan ciego como puede, sólo ve lo que desea ver, ¿no es un poco como tú y como yo?

Siempre que uno de ellos se asoma, son los dos temas de los Beatles (Eleanor Rigby y Nowhere Man) los que terminan bailando lento en mi cerebro, como esbozando una sonrisa imposible.

Eleanor Rigby murió en la iglesia, nadie se acercó... el padre Mckenzie sacude la tierra de sus manos y se aleja de la tumba... nadie fue salvado...

Parece que sí, que la soledad sí era esto, el hombre solo se aleja de la tumba sola de una mujer que murió sola.

Nowhere Man y Eleanor Rigby nos sitúan en el suelo de lo enigmático de nuestra existencia, sirven para retratar esa inmensa soledad en medio de la multitud, del ruido. Tal vez definen, de alguna manera, cómo es, en parte, el hombre de nuestro tiempo. Obligan a admitir que todos hemos estado en algún momento allí, en el pueblo siempre en sombra de la soledad. Y eso, quizá, sea bueno, ayude a nuestro renocimiento, a un volver a saber de qué materia estamos hechos, son muchas esas materias, también la soledad... y otras, la risa siempre busca moverse por ahí.

Puede que sólo cuando permitimos que nuestra fragilidad se muestre sea cuando mejor exhibimos toda nuestra fortaleza. 

Creo, Álvaro, que tendremos que adentrarnos y hablar allí, entre los versos de 'La Fragilité', de Dominique A, ¿quedamos?


LETRA:


Ah, look at all the lonely people

Ah, look at all the lonely people
Eleanor Rigby picks up the rice in the church 

Where a wedding has been
Lives in a dream
Waits at the window wearing the face 
That you keep in a jar by the door
Who is it for?

All the lonely people

Where do they all come from?
All the lonely people
Where do they all belong?

Father McKenzie writing the words of a sermon 

That no one will hear
No one comes near
Look at him working
Darning his socks in the night 
When there's nobody there
What does he care?

All the lonely people

Where do they all come from?
All the lonely people
Where do they all belong?

Ah, look at all the lonely people

Ah, look at all the lonely people
Eleanor Rigby died in the church 

And was buried along with her name
Nobody came
Father McKenzie wiping the dirt from his hands 
As he walks from the grave
No one was saved

All the lonely people

Where do they all come from?
All the lonely people
Where do they all belong?

Y ahora Ray Charles raja la melodía, la transforma en dulcemente bronca, se trata de lo mismo, la misma soledad, pero también de una nueva propuesta para además de gritarla, o de asumirla, ofrecerla, en fin, en distintos grados de temperatura, ninguno mejor, pero sí gustosos, siempre... siempre dan gusto las diferentes lecturas del mismo poema, se trata, simplemente, de la vida, ¿no?






'ORACIONES SUBORDINADAS', por Juan José Millás / 'EL INNOMBRABLE', de Samuel Beckett (fragmentos)

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"Las oraciones subordinadas están completamente prohibidas en la tele. No hay nada que perjudique tanto a la audiencia como la subordinación gramatical. De entre las subordinadas, las condicionales son las más perseguidas por alguna razón que nadie ha conseguido explicarme... la televisión, en su afán por conquistar un grado de simpleza semejante al de la oligofrenia, se ha puesto muy, muy complicada. Si alguien dice cosas inteligentes (oración condicional) lo toman por tonto"


Decíamos hace unos días que, casi sin darnos cuenta, estamos corriendo el peligro de perder el lenguaje, "que nos hemos perdido en en la inmediatez del vértigo, de la velocidad. Lo único que cuenta es que los mensajes sean rápidos, cortos, estamos despreciando el tiempo de la reflexión..." ('Si perdemos el lenguaje'). Hace casi 15 años, Juan José Millás apuntaba cómo esa inercia ya se había asentado, la la de la obligación de lo breve, la de la prohibición de lo complejo...

ORACIONES SUBORDINADAS

Coincidí en un acto social con una periodista de televisión que me contó la evolución del medio en los últimos tiempos:

-Hasta hace dos años -me dijo- en mi programa podía entrevistar a escritores. Se aceptaba que tenían algo que decir, aunque lo dijesen en un cuarto de hora. Hoy es imposible. Un cuarto de hora de televisión es una eternidad. Tienes que cambiar de asunto, de personaje, de enfoque cada quince segundos. Has de darlo todo muy picado.

Al principio no entendí la expresión "muy picado". Creí que se refería a una cuestión relacionada con las cámaras, pero no, "muy picado" significaba muy picado, o sea, lo que hacemos con la carne para darle forma de hamburguesa. Quiere decirse que la redacción se reúne, decide los contenidos y después los pasa por la túrmix, para que el usuario no tenga que esforzarse en masticar. A mí me gusta picar mucho el ajo y la cebolla en los sofritos, para que no se noten. Pero un guiso no es un programa de actualidad (aunque los programas de cocina tienen mucho éxito). No estoy seguro de que sea tan necesario picarlo todo tanto. Aunque es cierto que un día que estuve en la tele, no hace mucho, el entrevistador me dijo:

-Procura no dar respuestas de más de diez segundos y di frases muy cortas, muy directas, porque la gente, si no, se marcha a otro canal.

Comencé la entrevista aterrado, pues a veces, sin querer, me salen oraciones subordinadas. Las oraciones subordinadas están completamente prohibidas en la tele. No hay nada que perjudique tanto a la audiencia como la subordinación gramatical. De entre las subordinadas, las condicionales son las más perseguidas por alguna razón que nadie ha conseguido explicarme. Si estás en la tele y no tienes más remedio que introducir una oración subordinada, procura que sea temporal. Verbi gratia (con perdón): "Cuando yo me afeito, mis mujer se pone las medias". El caso es que la televisión, en su afán por conquistar un grado de simpleza semejante al de la oligofrenia, se ha puesto muy, muy complicada. Si alguien dice cosas inteligentes (oración condicional) lo toman por tonto.

(Fuente: La Opinión de Málaga, 22-04-2006)

'EL INNOMBRABLE', de Samuel Beckett (fragmentos)

1.Notar, antes de ir más lejos, de pasar adelante, que digo aporía sin saber lo que quiere decir. ¿Se puede ser eféctico si no es queriendo? Lo ignoro. Los síes y los noes, eso es otra cosa, se me volverán a presentar a medida que avance, y el modo de ciscarse encima, antes o después, como un pájaro, sin olvidarse de uno solo. Se dice eso. El hecho parece ser, si en la situación en que me encuentro se puede hablar de hechos, no sólo que voy a tener que hablar de cosas de las que no puedo hablar, sino también lo que aún es más interesante, que yo, lo que aún es más interesante, que yo, ya no sé, lo que no importa. Sin embargo, estoy obligado a hablar. No me callaré nunca. Nunca.

2.Él sabe que se trata de palabras, no sabe si son las suyas, así empieza esto, nadie se detuvo nunca en tan buena vía, un día se los hará suyos, creyéndose solo, lejos de todos, fuera del alcance de cualquier voz, y llegará un día en que ellos le hablen. Sí, sé que son palabras, hubo un tiempo en que lo ignoraba, como sigo ignorando que se trata de las mías. Pueden, pues, esperar. De ser ellos me bastaría saber lo que sé, no quisiera saber nada más que lo que oigo, que no es elruido inocente y forzado de las cosas mudas en su necesidad de persistir, sino el aterrorizado parloteo de los condenados al silencio.

3. ... soy palabras, estoy hecho de palabras, de palabras de los demás, ¿qué demás?, el sitio también, el aire también, las paredes, el suelo, el techo, palabras, todo el universo está aquí, conmigo, yo soy el aire, las paredes, lo emparedado, todo cede, se abre, cae, regolfa, copos, soy todos esos copos que se entrecruzan, se unen, se separan, donde quiera que vaya me vuelvo a hallar, me abandono, voy hacia mí, vengo de mí, nunca más que yo, que una partícula de mí, recobrada, perdida, fallada, palabras, soy todas esas palabras, todas esas extrañas palabras, este polvo de verbo, sin suelo en el que posarse, sin cielo en el que disiparse, reuniéndose para decir, huyéndose para decir, que yo las soy todas, las que se unen, las que se separan, las que se ignoran, que soy eso y no otra cosa, sí, cualquier otra cosa, que soy otra cosa cualquiera, una cosa muda, en un lugar duro, vacío, cerrado, seco, limpio, negro, en el que nada se mueve, nada habla, y que escucho, y que oigo, y que busco, como un animal nacido en una jaula de animales nacidos en jaula de animales nacidos en jaula de animales nacidos en jaula de animales nacidos en jaula de animales nacidos en jaula de animales nacidos y muertos en jaula de animales nacidos y muertos en jaula de animales nacidos en jaula, muertos en jaula, nacidos y muertos, nacidos y muertos en jaula en jaula nacidos y después muertos, nacidos y después muertos, como un animal digo, dicen ellos, un animal semejante, que busco como un animal semejante, con mis pobres medios...









'EL EPICENTRO DE LA INJUSTICIA', por M. Rivas / 'HIJOS DEL SOL Y DEL VIENTO' y 'LÁGRIMAS DE ARENA', de MOHAMED SALEM ABDELFATAH

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"El pequeño planeta se posó en la hamada, que significa a la vez desierto y vacío. Laboriosamente, hicieron del deslugar un lugar de lugares. Reprodujeron en lo inhabitable la cartografía de una matria... el Sáhara continúa siendo, según el derecho internacional, territorio bajo tutela española... ¿por qué no dicen nada de los españoles saharianos condenados a marchitarse en el epicentro de la injusticia?

esta temporada podemos ver un filme excepcional, 'Hamada'... —¿Qué día es hoy? —El mismo que ayer. 
Es un diálogo que mantiene una pareja de muchachos saharauis en Hamada"

Campamentos de Tindouf

EL EPICENTRO DE LA INJUSTICIA

Me llega un interesante recado sobre la ética periodística: “Si una persona dice que llueve y otra dice que no, tu trabajo como periodista no es darle la razón a ambas. Es abrir la jodida ventana y ver si está lloviendo”. Lo agradezco. Pero busco el matiz. La verdad está, muchas veces, en lo que no puede verse. Hay ventanas que no pueden abrirse. Por ejemplo, hoy día, desde España, la ventana del Sáhara.
La primera vez que estuve allí, en la diáspora de Tinduf, me llamaron la atención aquellas construcciones de forma circular, no demasiado apartadas de las casas. Ruinas del futuro. Corrales de cabras levantados con chatarra. Los animales se acercaron. Husmeaban ansiosas por los huecos de la herrumbre. Busqué alrededor. No había nada, ni un troncho de nostalgia que ofrecerles. Pero las cabras, impacientes, estaban interesadas en algo. Lo único que yo llevaba conmigo era un periódico doblado bajo el brazo. Por probar, le ofrecí a la cabra más vanguardista un trozo de prensa. Lo disputaron. Lo relamían. Al principio, iba despacio, con mala conciencia. Pero las cabras devoraban las noticias con un entusiasmo que los lectores humanos habían perdido. Cómo saboreaban los grandes titulares. Y las páginas salmón de economía. Y la política internacional. Creo que disfrutaron mucho con los obituarios culturales. Es lo que tiene la cultura, que sabe mejor cuando está de pompas fúnebres.
Allí se quedó entero el periódico. Recuerdo aquel festín de las cabras, ahora que el Sáhara Occidental, la tierra ocupada por el Estado invasor marroquí, y también el territorio liberado en la hamada, ha desaparecido de los grandes medios informativos. Se lo han comido.
Voy a abrir la ventana a ver si tengo suerte y puedo contar lo que vi, lo que veo.
Lo primero es el golpe de calor.
Hay días en que el calor deambula como un asesino y solo puedes vivir mimetizado en sombra. De estar en el infierno, tendría que ir por una manta para abrigarme.
Tanta literatura de ciencia-ficción, y he aquí un planeta desconocido en el planeta Tierra. Si ahora mismo aterrizase allí una nave espacial de la Nasa, los tripulantes lo vivirían como una alucinación, donde la gente atesora sombra y habla sin parar del mar. Un niño, con el ingenio del Principito, señala con el índice: “¿El mar? ¡Está ahí al lado, hombre!”. Nunca lo ha visto, nunca se ha bañado en él. Entre el mar y el muchacho hay un muro infranqueable de 2.720 kilómetros de longitud. Pero él lo siente, al mar. Se ríe a carcajadas, y da una voltereta en la arena, jugando con las olas.
El pequeño planeta se posó en la hamada, que significa a la vez desierto y vacío. Laboriosamente, hicieron del deslugar un lugar de lugares. Reprodujeron en lo inhabitable la cartografía de una matria.
El Sáhara del Éxodo, ese planeta republicano de los campamentos de Tinduf, habitado al menos por 150.000 personas, familias con ciudadanía española según el censo de 1974, resiste desde hace 45 años. Resistió la persecución del invasor marroquí, los bombardeos de fósforo. Y resiste desde 1991, año en que se acordó la paz para la celebración de un referéndum, auspiciado por las Naciones Unidas, como derecho en el proceso de descolonización, y saboteado por el reino de Marruecos. Porque el Sáhara es uno de los escasos lugares no oficialmente descolonizados en el mundo. Oigan, bien, disculpen, perdonen, no me linchen, el Sáhara continúa siendo, según el derecho internacional, territorio bajo tutela española. Voy a reprimirme, no quiero dejar en ridículo a los aguerridos políticos que hablan del peligro “moro”. Pero ¿por qué no dicen nada de los españoles saharianos condenados a marchitarse en el epicentro de la injusticia?
Levanto la ventana y lo que veo es que ese epicentro de la injusticia es un vivero de esperanza. Pese al bloqueo informativo, esta temporada podemos ver un filme excepcional, Hamada, dirigido por un emigrante cineasta gallego, Eloy Domínguez, con producción sueca, que cuenta la vida de jóvenes nacidos en esa cartografía del éxodo, donde se levantaron escuelas, donde se aprende y estudian los idiomas hasanía y español. Lo admirable de este filme, el asombro que causa, es el humor. La protagonista es una muchacha saharaui que quiere aprender a conducir en un lugar donde no se va a ninguna parte. Y el protagonista, un joven que quiere ser combatiente, pero que emigra para ayudar a su madre gravemente enferma.

—¿Qué día es hoy?
—El mismo que ayer.

Es un diálogo que mantiene una pareja de muchachos saharauis en Hamada. Abro la ventana, decidme: ¿Es hoy el mismo día que ayer? ¿No hay nadie capaz de mover el calendario?

(Fuente: El País Semanal, 21-07-2019)

HIJOS DEL SOL Y DEL VIENTO

Aún vivimos en las esquinas
de la nada
entre el norte y el sur de las estaciones.

Seguimos durmiendo
abrazando almohadas de piedra
como nuestros padres.

Perseguimos las mismas nubes
y reposamos bajo la sombra de las acacias desnudas.

Nos bebemos el té a sorbos de fuego
caminamos descalzos para no espantar el silencio.

Y a lo lejos
en las laderas del espejismo
todavía miramos, como cada tarde
las puestas de sol en el mar.

Y la misma mujer que se detiene
sobre las atalayas del crepúsculo
en el centro del mapa nos saluda.

Nos saluda y se pierde
en los ojos de un niño que sonríe
desde el regazo de la eternidad.

Aún esperamos la aurora siguiente
para volver a comenzar.


LÁGRIMAS DE ARENA

Tiempo de escombros
que se derrama
sobre la miseria infantil.

El pan se fosiliza
en un horno fantasma
y la leche se evapora
en los pechos secos del espejismo.

El agua emigra hacia el norte
y un niño pregunta por el mar.

Las lágrimas de arena
surcan el rostro del viento.

Una madre sin esperanza
comienza a llorar
y un padre de impotencia
vuelve los ojos hacia La Meca
y se pone a rezar.


 (Fuente poemas: um.es/tonosdigital)















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