"Entre medias de toda esa basura, aparece como pidiendo la palabra, como sacando la mano mientras te ahogas en el mar, la noticia de que ya se ha perdido la cuenta de los niños no refugiados que han muerto de frío por esos campos de concentración que la madrastra Europa ha medio colocado, mientras hablamos del Brexit, hablamos de todo, hablamos de nada... Volver a leer a Gramsci, volver a hablar entre nosotros, para que la única opción sea agruparnos, instruirnos, recuperando el lenguaje, deshabitando el ruido"
"Campos semánticos, campos olvidados, campos..." (Zhivka Baltadzhieva)
"Campos semánticos, campos olvidados, campos..." (Zhivka Baltadzhieva)
TODO ES TAN RARO, O NO
Los viajes cansan, es indiscutible, incluso aunque uno viaje para ver a los que quiere de verdad, a esos que le obligan, qué placer, a reconocer su papel en la vida, a no olvidar, a no perderse, es tan fácil. Pero todavía cansan más los absurdos destellos estupefacientes, estúpidos, de eso que llaman las noticias, la realidad.
Resulta que en el mismo plano de imágenes veo cómo mi torpe Atleti pierde en Sevilla, y a la vez me enveneno mirando el rostro de plástico de Pedro Sánchez siguiendo como un muñeco la estela de esos alaridos del otro muñeco, de Trump. No, no voy a hacer un sesudo análisis de la situación en Venezuela. Yo, hace unos días, pensé que si alguien tenía dudas, sólo tenía que pensar en quién fue el primero en reconocer lo irreconocible, Donald Trump. Y en los que le siguieron después, Bolsonaro, Aznar, González... y ahora todos los muñequitos de coro que cogen el ritmo, sin problemas, de la música que manda.
Y siempre llega la literatura, el inconsciente de la lectura tiene su guasa, y uno se acuerda de aquella novela, 'Un viejo que leía novelas de amor': "Y estaban también los gringos venidos desde las instalaciones petroleras. Llegaban en grupos bulliciosos portando armas suficientes para equipar a un batallón, y se lanzaban monte adentro dispuestos a acabar con todo lo que se moviera. Se ensañaban con los tigrillos, sin diferenciar crías o hembras preñadas, y, más tarde, antes de largarse, se fotografiaban junto a las pieles estacadas. Los gringos se iban, las pieles permanecían pudriéndose hasta que una mano diligente las arrojaba al río, y los tigrillos sobrevivientes se desquitaban destripando reses famélicas.Antonio José Bolívar se ocupaba de mantenerlos a raya, en tanto los colonos destrozaban la selva construyendo la obra maestra del hombre civilizado: el desierto. Pero los animales duraron poco. Las especies sobrevivientes se tornaron más astutas, y, siguiendo el ejemplo de los shuar y otras culturas amazónicas, los animales también se internaron selva adentro, en un éxodo imprescindible hacia el oriente".
Pero también se acuerda uno, otra vez la puta inmediatez, de que trabaja en una asignatura que se llama 'Medios de Comunicación y Sociedad'. Y que torpemente, seguro, intentamos ayudar a que nuestros alumnos se sitúen el mundo, que estén alerta ante la tormenta de manipulación que nos invade, que estén despiertos, es tan difícil.
Y, claro, seguimos pensando en esos mass media, en los temas que nos obligan a rumiar, a digerir sin protector de estómago. Y en esto, volviendo a Venezuela y a nuestra urgente asignatura, llega el lúcido Isaac Rosa abriendo la ventana, "La comunidad internacional reconoce como presidente de Venezuela al líder opositor Juan Guaidó" Es el tuit que más se repite estos días, en la red pero sobre todo en portadas, telediarios, tertulias, ruedas de prensa y, claro, barras de bar y pausas de café. Y qué le vamos a hacer, vivimos en el tiempo de la inmediatez y la brevedad, y lo que no cabe en un tuit se pierde. Por ejemplo, "comunidad internacional" es una fórmula sucinta que nos evita perder tiempo y malgastar palabras en analizar los intereses de Estados Unidos (que en su apresurado reconocimiento de Guaidó arrastró a otros por la lógica de los hechos consumados, tanto a la seguidista Europa como a los nuevos gobiernos reaccionarios de Latinoamérica). Los mismos Estados Unidos que han estado detrás de todas las intervenciones "humanitarias", "en defensa de la democracia y los derechos humanos" o "contra el terrorismo" de las últimas décadas, y que ya sabemos cómo terminaron. Pero todo eso es muy largo para un tuit, como largo es el listado de países que no participa de esa "comunidad internacional" (mejor los metemos a todos en el saco de los malos), así que déjenlo"
Me llegan por varias vías miles de neutrones traviesos, declaraciones de Ana Rosa Quintana, de la nueva vida de Cristiano Ronaldo en Italia, de las últimas gracietas, sí también, de Broncano, y de las últimas gilipolleces del Huffington post. Entre medias de toda esa basura, aparece como pidiendo la palabra, como sacando la mano mientras te ahogas en el mar, la noticia de que ya se ha perdido la cuenta de los niños no refugiados que han muerto de frío por esos campos de concentración que la madrastra Europa ha medio colocado, mientras hablamos del Brexit, hablamos de todo, hablamos de nada.
Y la vida sigue. Y sigue uno observando, torpemente, a su manera cómo todo el lenguaje está viciado. Incluso, qué triste, comprueba cómo el lenguaje, llegan tantas elecciones, sigue contaminado, sigue olvidando su razón de ser. Y estamos ya en esa Edad Media a la que nos han regresado.
Volver a leer a Gramsci, volver a hablar entre nosotros, para que la única opción sea agruparnos, instruirnos, recuperando el lenguaje, deshabitando el ruido.
Será por los que vienen, o no será.
Hagamos que sea.
Mañana volvemos a clase y las páginas de la vida van pasando, mientras, como decía Emilio Lledó, con la que nos están dando...
CAMPOS
Campos semánticos, campos olvidados, campos
de trigo, campos de exterminio, campos deportivos, campos lejanos, campos verdes, campos helados, campos desprovistos, campos radioactivos, campos prehistóricos, campos electromagnéticos, campos de batalla, campos de trabajos forzados, campos
de ensueño,
campos desérticos, campos de la victoria, campos experimentales y etcétera campos
de acampada, de caminata, de espera, de tránsito, de partida, de éxodo, de abandono, de deslealtad, de amor, campos Elíseos de la emoción, de huida, de lágrimas, olvidados, queridos, fugaces campos de desaliento, de retorno, de despedida, de advenimiento, de esplendor
y fracaso,
de un primer paseo bajo el sol,en la brisa, entre flores y flores, bajita, sin peso, y el vestido, estampado por la savia de las hierbas jóvenes y olorosas. Campo balsámicos
hirientes.
de ensueño,
campos desérticos, campos de la victoria, campos experimentales y etcétera campos
de acampada, de caminata, de espera, de tránsito, de partida, de éxodo, de abandono, de deslealtad, de amor, campos Elíseos de la emoción, de huida, de lágrimas, olvidados, queridos, fugaces campos de desaliento, de retorno, de despedida, de advenimiento, de esplendor
y fracaso,
de un primer paseo bajo el sol,en la brisa, entre flores y flores, bajita, sin peso, y el vestido, estampado por la savia de las hierbas jóvenes y olorosas. Campo balsámicos
hirientes.