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'ES FÁCIL COMPRENDER', por E. González / 'PATRIAS Y PATRIAS QUE TUVE Y PERDÍ', por M. Rivas / 'PAÍS DE LA AUSENCIA', de Gabriela Mistral / 'BIEN ESTÁ QUE FUERA TU TIERRA', de Luis Cernuda

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"Eran judíos, ladrones, comunistas. O quizá buenas personas. Y qué. Había ya demasiados emigrantes por todas partes... Es fácil mirar hacia otro lado. También es fácil justificarse. ¿Qué puedo hacer yo? Esa frase resulta muy eficaz... No cuesta nada comprender las cosas. Ni entonces, ni ahora. ¿Se ahogan en el Mediterráneo? La culpa es de ellos, por abandonar sus casas y sus países... La ética está hecha de un material muy flexible" (Enric González)
"La palabra contraria, la que nombra las injusticias, ese es el lenguaje común del país de la ausencia"(Manuel Rivas)

"La real para ti no es esa España obscena y deprimente
en la que regentea hoy la canalla..."(Luis Cernuda)

El S.S Saint Louis

ES FÁCIL COMPRENDER

Nos emocionamos con la película La lista de Schindler. Consideramos héroes a diplomáticos como el sueco Raoul Wallenberg y el español Ángel Sanz-Briz, que salvaron la vida a miles de judíos. Admiramos a August Landmesser, que en los astilleros de Hamburgo, rodeado de brazos en alto, se negó a hacer el saludo nazi. Nos estremecemos con la peripecia del Saint Louis, el barco que en 1939 zarpó precisamente de Hamburgo con 937 fugitivos a bordo y destino a La Habana, donde fue rechazado, al igual que en los puertos de Estados Unidos: el buque tuvo que regresar a Europa; poco después, muchos de aquellos viajeros fueron asesinados. No comprendemos por qué el mundo no hizo nada, o casi nada, ante la tragedia colosal de las personas que buscaban refugio, paz, esperanzas de vida.
En realidad, es fácil de comprender. Entre esa gente había delincuentes y tipos muy peligrosos. Bastantes de ellos no habían sufrido siquiera amenazas directas: buscaban simplemente el bienestar del que disfrutaban otros. Cada país tenía suficientes problemas como para agravarlos con esas masas tan inquietantes y difíciles de integrar. Y luego estaba el terrorismo, entonces llamado quintacolumnismo: en un mundo que se aproximaba a un gran conflicto bélico, resultaba absurdo ignorar que entre los fugitivos se ocultaban espías, dispuestos a infiltrarse para sabotear y hacer la guerra desde dentro.
Eran judíos, ladrones, comunistas. O quizá buenas personas. Y qué. Había ya demasiados emigrantes por todas partes.
Nadie ignoraba nada. De vez en cuando se publicaban historias terribles sobre algunas de esas vidas. Unos se enternecían. Otros las descartaban como propaganda de los enemigos, internos o externos. La vida seguía. En 1939 se estrenó la pe­lícula Lo que el viento se llevó, un espléndido drama sobre la guerra civil estadounidense: en Atlanta, más de 300.000 personas salieron a la calle para aplaudir a los actores. Cuántas lágrimas de emoción hubo ese día, 15 de diciembre de 1939. Nunca hubo nada tan conmovedor como la caída heroica de la Confederación. Europa, por entonces, llevaba tres meses en guerra.
Es fácil mirar hacia otro lado. También es fácil justificarse. ¿Qué puedo hacer yo? Esa frase resulta muy eficaz. O se puede apelar a un criterio de ordinalidad: primero resolvamos nuestros problemas (nos faltan viviendas, nos cuesta financiar los servicios públicos, cosas graves) y luego ya nos ocuparemos de los problemas ajenos. Como recurso definitivo, el cinismo, la agresividad, el odio a los que vienen a perturbar nuestras vidas.
No cuesta nada explicarse lo que ocurrió en los años treinta del siglo XX. El mundo, recuerden, sufría las consecuencias de la crisis devastadora de 1929. El desempleo era masivo. Se había perdido la confianza en el sistema. Se buscaban soluciones a la desesperada. Nacionalismo, banderas, fervor patriótico. Y encima estaban ellos, incordiando. Esos judíos. Esos comunistas. O esos que huían del comunismo. Esos harapientos que solo podían traernos violencia y epidemias.
No cuesta nada comprender las cosas. Ni entonces, ni ahora. ¿Se ahogan en el Mediterráneo? La culpa es de ellos, por abandonar sus casas y sus países. La culpa es de las mafias. La culpa es de nadie: el mundo siempre ha sido así.
La ética está hecha de un material muy flexible.
Feliz año.
(Fuente: El País, 30-12-2018)
PATRIAS Y PATRIAS QUE TUVE Y PERDÍ
La globalización, abracadabra del siglo XXI, parece haber sido muy exitosa para el tráfico de dinero, drogas y armas. En cuanto a los seres humanos, ha situado en la agenda política y de forma con frecuencia dramática y perversa la diferencia entre pertenencia a un lugar y la migración. La extrema derecha contagia de inhumanidad al resto conservador e impone un relato que comienza con la contraposición entre nosotros, los de la pertenencia, los de casa, y los otros, los impertinentes, los “nómadas”.
Ese relato, y especialmente en España, es parte de una avería óptica estrepitosa: somos, en el pasado y en el presente, un país de emigrantes. Un país con millones de ausentes y que, en muchos casos, sufren problemas de rechazo e incomprensión por los socios o colegas de “nuestros” cancerberos de fronteras. Por supuesto, la xenofobia que comparten es aporofobia. La raza que no les gusta es la de los pobres.
Así que a estas alturas de siglo podríamos dar un giro positivo a ese dilema peligroso de pertenencia-migración. Podemos encontrarnos en el país de las ausencias. Preguntarnos quiénes faltan y no quiénes sobran.
Hay un poema de Gabriela Mistral que es puro desa­sosiego a compartir: País de la ausencia. Un país de “patrias y patrias que tuve y perdí”.
Hay otro poema inolvidable y muy próximo. El que escribió Luis Cernuda en el exilio, Bien está que fuera tu tierra, en homenaje a Galdós, y que en una estrofa dice más que mil discursos de mano fantasma:
Hoy, cuando a tu tierra ya no necesitas, / aún en estos libros te es querida y necesaria, / más real y entresoñada que la otra: / no ésa, mas aquélla es hoy tu tierra, / lo que Galdós a conocer te diese, / como él tolerante de lealtad contraria, / según la tradición generosa de Cervantes, / heroica viviendo, heroica luchando / por el futuro que era el suyo, / no el siniestro pasado donde a la otra han vuelto.
Ese es todo un programa. Ser tolerante de lealtad contraria. La tradición generosa de Cervantes.
Leo hoy las declaraciones de un hombre que presume de culto, y siento de golpe la ausencia de la tradición generosa de Cervantes. Como un personaje de apropósito de Carnaval, José María Aznar se erige en aduanero del constitucionalismo, y en su paroxismo deprimente expulsa de España a la mitad de España. Para él, que reconoció no haber votado la Constitución, el Partido Socialista se ha situado fuera de la Constitución. He ahí alguien que se considera ajeno a la ley de la gravedad. Sus ideas cotizan hoy al alza, escoran a la derecha hacia su extremo de la balanza histórica, como un déjà vu de todas las pifias de España. ¿Queríais unidad? Pues ahí tenéis la gran secesión. Los separadores atizando el separatismo. Cataluña como disculpa para reproducir la política del enemigo, la mitad de España señalada con el estigma de anti-España.
El padrino Aznar y sus discípulos reclaman e instan al Gobierno central a una nueva aplicación, más dura, sin contemplaciones, del artículo 155, que supondría, en la práctica, la sustracción de la autonomía catalana, en el marco de la recentralización que desde años defiende la FAES aznarista, ese think tank liberal muy subvencionado por el Estado. En la forma en que se plantea, la presunta solución es un Estado de excepción permanente. Solo el antiguo adoctrinamiento de la intolerancia y el autoengaño puede hacer creer que esa política deconstructivista daría lugar a una normalización incruenta. Es de temer que el siguiente paso, con padrino o sin él, sería dejar el país a merced de los aprendices de brujo.
La “tradición generosa de Cervantes” es el diálogo. La escucha. Casi todos los días hay propuestas para crear nuevas materias en la enseñanza. A mí me parece urgente la implantación de la asignatura de saber escuchar. Sobre todo, escuchar la palabra contraria que se rebela ante la injusticia. Hay un libro en forma de opúsculo de Erri de Luca que lleva ese título: La palabra contraria. Una autodefensa escrita cuando fue procesado por su activa oposición a las obras de un tren de alta velocidad que suponía la perforación de montañas de los Alpes repletas de amianto, y que la compañía constructora denunció como incitación al “sabotaje”. Erri de Luca, autor de maravillas como Los peces no cierran los ojos, descerrajó con palabras el montaje para acallarlo. “Voy a ser procesado por ejercer mi derecho a la palabra contraria”, dijo. Y añadió: “Si mi opinión es un delito, no voy a dejar de cometerlo”. La causa, que al principio pintaba mal por la dureza de la fiscalía, fue finalmente sobreseída.
La palabra contraria, la que nombra las injusticias, ese es el lenguaje común del país de la ausencia.
(Fuente: El País Semanal, 30-12-2018)

PAÍS DE LA AUSENCIA
A Ribeiro Couto
País de la ausencia

extraño país,
más ligero que ángel
y seña sutil,
color de alga muerta,
color de neblí,
con edad de siempre,
sin edad feliz.

No echa granada,

no cría jazmín,
y no tiene cielos
ni mares de añil.
Nombre suyo, nombre,
nunca se lo oí,
y en país sin nombre
me voy a morir.

Ni puente ni barca

me trajo hasta aquí,
no me lo contaron
por isla o país.
Yo no lo buscaba
ni lo descubrí.

Parece una fábula

que yo me aprendí,
sueño de tomar
y de desasir.
Y es mi patria donde
vivir y morir.

Me nació de cosas

que no son país;
de patrias y patrias
que tuve y perdí;
de las criaturas
que yo vi morir;
de lo que era mío
y se fue de mí.

Perdí cordilleras

en donde dormí;
perdí huertos de oro
dulces de vivir;
perdí yo las islas
de caña y añil,
y las sombras de ellos
me las vi ceñir
y juntas y amantes
hacerse país.

Guedejas de nieblas

sin dorso y cerviz,
alientos dormidos
me los vi seguir,
y en años errantes
volverse país,
y en país sin nombre
me voy a morir.


BIEN ESTÁ QUE FUERA TU TIERRA

Su amigo, ¿desde cuando lo fuiste?
¿Tenías once, diez años al descubrir sus libros?
Niño eras cuando un día
en el estante de los libros paternos
hallaste aquéllos. Abriste uno
y las estampas tu atención fijaron;
las páginas a leer comenzaste
curioso de la historia así ilustrada.

Y cruzaste el umbral de un mundo mágico,
la otra realidad que está tras esta:
Gabriel, Inés, Amaranta,
Soledad, Salvador, Genara,
con tantos personajes creados para siempre
por su genio generoso y poderoso.
Que otra España componen,
entraron en tu vida
para no salir de ella ya sino contigo.

Más vivos que las otras criaturas
junto a ti tan pálidas pasando,
tu amor primero lo despertaron ellos;
héroes amados en un mundo heroico,
la red de tu vivir entretejieron con la suya,
aún más con la de aquellos tus hermanos,
Miss Fly, Santorcaz, Tilín, Lord Gray,
que, insatisfechos siempre, contemplabas
existir en la busca de un imposible sueño vivo.

El destino del niño esos lo provocaron
hasta que deseó ser como ellos,
vivir igual que ellos
y, como a Salvador, que le moviera
idéntica razón, idéntica locura,
el seguir turbulento, devoto a sus propósitos,
en su tierra y afuera de su tierra,
tantas quimeras desoladas
con fe que a decepción nunca cedía.

Y tras el mundo de los Episodios
luego el de las Novelas conociste:
Rosalía, Eloísa, Fortunata,
Mauricia, Federico Viera,
Martín Muriel, Moreno Isla,
tantos que habría de revelarte
el escondido drama de un vivir cotidiano:
la plácida existencia real y, bajo ella,
el humano tormento, la paradoja de estar vivo.

Los bien amados libros, releyéndolos
cuántas veces, de niño, mozo y hombre.
Cada vez más en su secreto te adentrabas
y los hallabas renovados
como tu vida iba renovándose;
con ojos nuevos los veías,
como iban viendo el mundo.
Qué pocos libros pueden
nuevo alimento darnos
a cada estación nueva en nuestra vida.

En tu tierra y afuera de tu tierra
siempre traían fielmente
el encanto de España, en ellos no perdido,
aunque en tu tierra misma no lo hallaras.
El nombre allí leído de un lugar, de una calle
(Portillo de Gilimón o Sal si Puedes),
provocaba en ti la nostalgia
de la patria imposible, que no es de este mundo.

El nombre de ciudad, de barrio o pueblo,
por todo el español espacio soleado
(Puerta de Tierra, Plaza de Santa Cruz, los Arapiles,
Cádiz, Toledo, Aranjuez, Gerona),
dicho por él, siempre traía,
una doble visión: imaginada y contemplada
conocido por ti el lugar o desconocido,
ambas hermosas, ambas entrañables.

Hoy, cuando a tu tierra ya no necesitas,
aún en estos libros te es querida y necesaria,
más real y entresoñada que la otra:
no ésa, mas aquélla es hoy tu tierra,
la que Galdós a conocer te diese,
como él tolerante de lealtad contraria,
según la tradición generosa de Cervantes,
heroica viviendo, heroica luchando
por el futuro que era el suyo,
no el siniestro pasado donde a la otra han vuelto.

La real para ti no es esa España obscena y deprimente
en la que regentea hoy la canalla,
sino esta España viva y siempre noble
que Galdós en sus libros ha creado.
De aquélla nos consuela y cura ésta.


('Desolación de la quimera')







'¿Y PARA QUÉ SE ESCRIBE?', por Luis Enrique Ibáñez

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"Y creo que por eso intentamos juntar palabras, para que se ensanchen, se abracen y nos obliguen a pensar en los demás, en los míos, en los de todos, en mañana y en después, sólo se trata de eso, y es tanto... Mi hija, los hijos de mis amigas, los hijos de todo, los del Mediterráneo, todos, y siempre contando con las voces antiguas, las vuestras, las de aquí, y ahora...

Volvemos a empezar, ya es algo, y es maravilloso"


¿Y PARA QUÉ SE ESCRIBE?

¿Y para qué se escribe? Últimamente muchos, creo, nos lo planteamos. Nos lo pensamos porque a pesar de que creemos que puede ser útil intentar agitar las últimas ascuas de la conciencia, surge también, mientras uno teclea o coge el bolígrafo, la sombra de la duda, la más terrible, la que te hace conversar contigo mismo para dilucidar por qué escribes, quieres mostrarte, ved mis palabras, o simplemente desahogarte, tienes derecho, pero no está de más pensar sobre ello. Supongo que alguien escribe, habla, porque intenta algo, aunque no sepa exactamente qué, pero lo intenta.

Probablemente, alguien escriba porque añora las palabras, porque quizá quiera ponerlas de pie y mantenerlas vivas, quizá también porque quiere escaparse de la desolación de las despedidas o simplemente, porque intenta respirar, en medio del desconcierto. Vivir.

Decía Millás, otra vez, que era imposible no seguir escribiendo, como si fuera una medicina social, que también, como algo personal, algo que te permitía recordar quién eras. Es probable que se trate de eso, de recordarse a uno para acordarse de todos, incluso en ese momento en el que la despedida alza su su incontestable voz.

Es posible que alguien quiera escribir buscando ese "Sonreír con la alegre tristeza del olivo. Esperar. No cansarse de esperar la alegría. Sonriamos. Doremos la luz de cada día en esta alegre y triste vanidad del ser vivo". Miguel Hernández, él es así, siempre llama al telefonillo.

Y también es posible buscarlo todo, incluso el futuro, ese camión pinchado en la puerta de casa, a la puerta de todo, el que nos llama, aunque tapemos los oídos, aunque mastiquemos los adioses, aunque sigamos siendo nosotros, los de la esquina, los de la palabra oblicua, los del verbo de verdad, el que nos hace posibles, ahí estáis.

Y creo que por eso intentamos juntar palabras, para que se ensanchen, se abracen y nos obliguen a pensar en los demás, en los míos, en los de todos, en mañana y en después, sólo se trata de eso, y es tanto...

Mi hija, los hijos de mis amigas, los hijos de todo, los del Mediterráneo, todos, y siempre contando con las voces antiguas, las vuestras, las de aquí, y ahora. 

Volvemos a empezar, ya es algo, y es maravilloso.

Sólo buscamos hacer de nuestros institutos, de nuestra vida, algo habitable, no es poco, es lo que hay.

Y, de paso, reconstruir el pasado, construir el futuro.









'SIGUE FALTANDO LA NECESARIA REFLEXIÓN', por Luis Enrique Ibáñez

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"Se fueron los destellos de la Navidad. Antes ya se acabaron las elecciones en esta tierra, fue esa convocatoria la que, una vez más, sólo dejó encima de la mesa platos vacíos y un postre demoníaco... la reflexión sobre el quehacer de uno mismo siempre es urgente y, desgraciadamente, yo no la encontré por ningún lado... el lenguaje perdido se escapa por todos los desagües de la ciudad y resulta imposible hablar de un modo distinto en las distintas plazas de la tribu. Las palabras no distinguen de barrios...

Muchos nos repetimos con demasiada frecuencia. Probablemente otros olvidan con demasiada facilidad... "Tal vez si aguantamos despiertos otra vez, haremos de la cuesta de enero nuestra rampa de lanzamientoQue así sea"


SIGUE FALTANDO LA NECESARIA REFLEXIÓN

Se acaba el carrusel, y vuelve la realidad. Se fueron los destellos, y seguimos sin encontrar el camino para escapar. Para escapar de ahí, de esa inercia que al parecer nos obliga a aceptar las premisas quintacolumnistas del sistema, a molestar sólo lo que nos permiten molestar, y a perder, sobre todo, las palabras reales. Hemos vuelto a escuchar el Discurso del Rey, hemos vuelto a comulgar con malditas y antiguas ruedas de molino, hemos vuelto, por qué empezamos, a hacer manitas con los valedores de la estafa, esos que a sí mismos se llaman gente de izquierda, ¿qué es ser de izquierdas, decirlo o actuar en consecuencia?

El lenguaje está totalmente prostituido, y todos somos responsables de que así sea, algunos más. Resulta tan fácil distraernos, atraernos, asimilarnos, diluirnos, convertirnos, desearía que de modo inconsciente, en bomberos de un sistema (sí utilizo la palabra sistema), que nos está matando, nos están ganando de paliza, todos sabéis quién lo dijo. Pero seguimos intentando ser esos comerciales honestos que pretenden repartir con más honestidad las migajas que la realeza financiera les deja, para que juguemos, o para que creamos que estamos participando en el juego, para que nos sintamos útiles.

Se fueron los destellos de la Navidad. Antes ya se acabaron las elecciones en esta tierra, fue esa convocatoria la que, una vez más, sólo dejó encima de la mesa platos vacíos y un postre demoníaco, ese postre que tanto alarma ahora, como si se tratase de algo repentino, nacido de la nada, como si no llevara ya tiempo dejando señales en el camino hacia el bosque.

A los pocos días de aquel 2-12, pude leer artículos de representantes muy señalados en formaciones políticas amigas. Se daba a entender que en esos textos se provocaría la necesaria autocrítica. Sí, ya sabemos que son muchos los factores, la marginación en los medios, la manipulación de esos voceros, el distinto trato en la financiación, la amnesia de la población... muchos, sí. 

Sin embargo, la reflexión sobre el quehacer de uno mismo siempre es urgente y, desgraciadamente, yo no la encontré por ningún lado.

Sólo me topé con frases del tipo "pues nos encontrarán aquí", "no permitiremos nunca que...", "seremos una oposición fuerte..." Pero nada sobre qué hemos hecho mal.

Hace algunos años, el líder de Podemos, en plena efervescencia, afirmó que que Izquierda Unida era necesaria, pero que no se podía estar con ella, porque sostenía al PSOE, aquí en Andalucía. Fue demasiado breve el tiempo que tardó la misma persona en declarar solemnemente que el PSOE era su aliado natural, en flirtear con el guaperas de Pedro Sánchez de manera bochornosa, mientras por el camino las palabras transgresoras caían al suelo, como gotas de lluvia que ni siquiera se oyen.

Todo es demasiado raro o quizá no, la historia se repite tanto.

Alguien podrá pensar que estoy pensando a nivel general, que lo último que ha habido es una contienda autonómica y que lo que se nos viene ahora es una lucha municipal, la más parecida al cuerpo a cuerpo. Sin embargo, no deja de ser cierto que el lenguaje perdido se escapa por todos los desagües de la ciudad y resulta imposible hablar de un modo distinto en las distintas plazas de la tribu. Las palabras no distinguen de barrios. 

Somos nosotros los que intentamos disfrazarlas dependiendo de dónde hablamos.

Hace algunos años, también, las fuerzas políticas que se entienden como transformadoras, ay, no perdían ni una sola ocasión para pronunciar todas las expresiones acuñadas, no sólo al calor de la calle, sino también al abrigo del análisis radical, ese que quiere situarse en la raíz del problema. Expresiones como "derogación de la reforma del 135 de la Constitución", "Deuda Ilegítima" o, al menos, "auditoría de la deuda", "renta básica", "nacionalización de los bancos rescatados con el dinero de todos"... y tantas otras. No se trata de nostalgia, se trata constatar la facilidad con la que el sistema nos diluye.

Muchos nos repetimos con demasiada frecuencia. Probablemente otros olvidan con demasiada facilidad.

Se ha demostrado trágicamente como la suavización del discurso para mostrarse más aceptable, no sólo a los ojos de la sociedad, sino sobre todo (y más grave) al permiso del Poder Real, no ha servido para ganar más espacio, más capacidad de transformación, más poder. Al contrario, da la sensación de que en lugar de ganar los votos discretos, se han perdido los votos más dulces, los más canallas.

Si esto fuera así, tal vez sería mejor intentar mantener siempre en pie el idioma real, no permitir que el significante que antes gritaba sea olvidado, asimilado por la estructura, no ser nunca cómplice en el expolio de los significados profundos.

Salirse de ese lenguaje, de ese "pensamiento grumoso" que según Emilio Lledó sostiene esta "dictadura de la indecencia".

Viene otra cita, y la tenemos aquí también, en nuestra ciudad. Habrá que decidir cuál es traje de combate que cada uno quiere llevar, el de el posiblismo infectado de recelos personales, o el del lenguaje primigenio.

La gente, si no gana, quiere que al menos le cuenten la verdad. Y eso debería ser innegociable.

Fue el poeta y político Solón de Atenas el mismo que hace 26.000 años prohibió los préstamos de los ricos a los pobres porque, decía, estos terminaban siendo esclavos, el que también declaró los políticos debían siembre decir la verdad, no sólo la cotidiana, también la más profunda.

Busquemos al pueblo que falta, hablemos de verdad.

Vuelvo al tema de Vetusta Morla al que aludía en las primeras líneas, "Tal vez si aguantamos despiertos otra vez, haremos de la cuesta de enero nuestra rampa de lanzamiento".

Que así sea.




'TRABAJADORA', por Marta Sanz / 'TIEMPOS MODERNOS (escena) / PROPUESTA DE EXAMEN (según nuevas directrices)

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"Veo gente que busca trabajo con desesperación y se encuentra con que es muy mayor o muy joven; con que es mujer o con que no tiene en regla los papeles. Me tropiezo con la figura de quien trabaja y es pobre.

Hay trabajos que destruyen y trabajos que sacan lo mejor de cada ser humano.... El otro trabajo, el que nos controla, explota, deshumaniza y enferma, nos lleva a anhelar la pronta llegada de los autómatas buenos, sonrientes y sumisos"


TRABAJADORA

Isaac Rosa, abducido por la Sibila de Cumas, vaticinó en La mano invisible la mutación del trabajo en espectáculo. Lo vemos cada vez que, desde el periodismo, la literatura o la política, se realizan aproximaciones hacia la robótica, el cíborg, la clonación o incluso la renta básica. Aunque las transformaciones de las últimas décadas están siendo rapidísimas, todavía no vivimos dentro de la tramoya de la ciencia ficción. Miro y lo que veo son personas que empaquetan a destajo cestas de Navidad; envuelven regalos con manos habilísimas; evisceran pescado; cortan filetes finitos de ternera blanca; reparten comida con sus bicicletas; buzonean; seleccionan fruta en una cadena de producción. Veo gente que busca trabajo con desesperación y se encuentra con que es muy mayor o muy joven; con que es mujer o con que no tiene en regla los papeles. Me tropiezo con la figura de quien trabaja y es pobre. Incluso pluriempleándose es pobre.

También me encuentro con comedores de caridad confesionales que cobran la bolsa de alimentos a 1,20 euros. Entonces sé que aún no debemos preocuparnos por los sentimientos del autómata, por Yo, robot o por el rencor destructivo de los nuevos luditas. Los peligros de la robotización que nos acechan son miradas optimistas, incluso triunfalistas, hacia un futuro que aún no está aquí: pequeñas manos infantiles siguen cosiendo balones de fútbol o recogiendo flores para elaborar perfumes. El actual Gobierno socialista quiere reformar el Estatuto de los Trabajadores para que todo el mundo fiche y se cumpla con un derecho básico: “Conocer la duración y la distribución de su jornada ordinaria de trabajo, así como su horario”. Lo que no hace mucho se entendía como mecanismo de control que, de algún modo, reflejaba la desconfianza en los empleados —las empleadas, también—, se utiliza hoy para frenar la explotación: horas extras no remuneradas, jornadas leoninas, arbitrariedades…
Las circunstancias de quienes trabajamos por cuenta propia no son más halagüeñas. La autonomía es el paraíso de la autoexplotación: no nos permitimos el lujo de acatarrarnos; no descansamos los fines de semana; el ocio se solapa con el trabajo; nuestras conversaciones giran en torno al tema laboral. Describe bien estas situaciones el montaje teatral Elogio de la pereza, de Gianina Carbunariu. En cuanto al prosumo, ese espacio intermedio entre producción y consumo en el que se ubican los cuidados o las tareas domésticas, la mayoría de las veces no se paga. Los oficios vocacionales —profesiones artísticas, docencia, etcétera—, tal como apunta Remedios Zafra en su ensayo El entusiasmo, se precarizan porque el trabajo es castigo divino y lo que no duele —y encima agrada— tendría que ser pagado poco, mal o nunca. Parece que solo el trabajo que nos mecaniza como al Charlot de Tiempos modernos debería ser objeto de remuneración: el problema es que hasta los trabajos vocacionales se convierten en alienantes cuando te hacen echar el bofe y te meten en la ruedecilla infernal de conejito de Indias. También hay un ocio deshumanizador: cada vez que bajo de un avión y he jugado al Bejeweled, veo los destellos de las joyas durante días; lo mismo ocurre cuando apago la tele y, bajo los párpados, se me ha quedado impreso el negativo del rostro de Chabelita. Hay trabajos que destruyen y trabajos que sacan lo mejor de cada ser humano. Porque el trabajo tangible, el que controlamos y comprendemos, es consustancial a nuestra vida. El otro trabajo, el que nos controla, explota, deshumaniza y enferma, nos lleva a anhelar la pronta llegada de los autómatas buenos, sonrientes y sumisos.
(Fuente: El País, 17-12-2018)


PROPUESTA DE EXAMEN 
(según nuevas directrices)

1. Identifique las ideas del texto y exponga esquemáticamente su organización (1,5 puntos). 
2. Indique y explique la intención comunicativa de la autora (0,5 puntos), y comente dos mecanismos de cohesión distintos que refuercen la coherencia textual (1 punto). 

3. ¿Cree usted que las condiciones laborales, actualmente, son correctas en este país? Elabore un discurso argumentativo, entre 150 y 200 palabras, en respuesta a la pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuado (2 puntos).

4a. Identifique la clase de palabra y la función sintáctica que desempeñan las palabras señaladas en el texto (negrita) (1,5 puntos). 

4b. Señale dos marcas de subjetividad presentes en el texto (1 punto). 

5a. Exponga brevemente el siguiente tema: La narrativa española a partir de 1939 (1 punto).

5b. Comente cómo es la relación entre Fernando y Urbano, sus diferencias... en Historia de una escalera (1,5 punto). 
ENTRADAS RELACIONADAS:
("La alarma social es un despertador de las mentes que consiste en hacer sonar una campana para provocar una reacción emocional. Sería un elemento natural en nuestras vidas si no se hubiera convertido en el arma de manipulación ideológica más relevante... La emigración es retratada como la más peligrosa amenaza a las sociedades del bienestar... La sensación que provoca este modelo narrativo es la de inducir en los ciudadanos una idea de desprotección, un deseo de ponerse a salvo... En lugar de presentar datos científicos, exacerba detalles que benefician un discurso enfermo... La calle es mala, la Red es buena. Sufre solo por lo que yo quiero que sufras")
("El Ejido, el municipio almeriense en el que el partido ultraderechista Vox ha obtenido el mayor porcentaje de votos en las últimas elecciones andaluzas, es la mayor población española sin librerías... El caldo de cultivo del racismo, la xenofobia y el miedo al diferente, junto con el temor a perder el nivel económico alcanzado y una incultura ancestral que los coches de alta gama y los relojes de oro macizo no borran, han convertido el mejor de los tiempos de un país en el peor... es la confirmación de que lo que está sucediendo en Europa desde hace tiempo tiene raíces culturales")
("Amplios de espíritu, flexibles, comprensivos, eran Fray Luis de Granada, Fray Luis de León, Melchor Cano. [...] El catolicismo de ahora es cosa muy distinta, está en oposición abierta con esta tradición... «Este es un pueblo feliz -piensa Azorín-; tiene muchos clérigos, tiene muchos militares, van a misa, creen en el demonio, pagan sus contribuciones, se acuestan a las ocho... ¿Qué más pueden desear? Tienen la felicidad de la Fe, y como son católicos y tienen horror al infierno...")


'EL ÁRBOL DE LA LENGUA', por Lola Pons Rodríguez / 'LA PALABRA', de Pablo Neruda

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"Cuando nos demos cuenta de que quien engaña con las palabras va a ser capaz de trampear con las cuentas y las leyes. Cuando dejemos de identificar el cuidado lingüístico con ser políticamente conservador y la creatividad lingüística con ser políticamente progresista... Cuando comprendamos que las lenguas son patrias que cobijan; cuando la lengua no sea ni la jaula ni el ariete...

nuestra cultura lingüística corresponderá a las inmensas capacidades de nuestra lengua... entonces, estaremos como hablantes a la altura de ese árbol gigante que nosotros mismos hemos creado"
EL ÁRBOL DE LA LENGUA

La lengua es un árbol, y su fruto, la palabra; lo decía con términos parecidos a estos a final de la Edad Media esa historia caballeresca entre real e inventada que es el Victorial. Siglos después, seguimos sin percibir la profundidad intelectual de las raíces de ese árbol y las posibilidades infinitas de los frutos que nos ofrece. Advertiremos su magnitud cuando entendamos que la lengua es la mejor herramienta que el ser humano ha sido capaz de crear y alimentar; apreciaremos su grandeza cuando comprendamos que narrar puede hacernos revivir la cólera de Aquiles y que la seducción perfecta es la que se sostiene sobre las palabras; cuando seamos conscientes de que la palabra puede ser la que prende y la que apaga el fuego; cuando leamos por placer y cuando no solo escribamos por obligación; cuando nos esforcemos por hablar con la justeza que cada entorno nos exige, sin confundir pedantería con riqueza lingüística ni imprecisión con llaneza.

Cuando los niños jueguen con el vocabulario y aprendan a usar los diccionarios en papel, saltando por sus páginas como quien picotea eligiendo lo mejor de una cosecha. Cuando nuestros estudiantes no digan no sé explicarme, cuando el desarrollo de la expresión oral y escrita sea un compromiso para todos los docentes, impartan la asignatura que impartan. Cuando sepamos estimar en los centros educativos la potencialidad del plurilingüismo de los migrantes; cuando desde las aulas seamos capaces de entrenar críticamente la sensibilidad del alumnado ante el paisaje lingüístico de las calles. Cuando no observemos la ortografía como corsé, sino como consenso, como el mejor código para que nuestros libros y textos viajen por todo el mundo sin visado previo; cuando la gramática sea un motor de conocimiento y análisis y no el fin último de la enseñanza lingüística.

Cuando nos creamos de verdad que no hay lenguas mejores que otras. Cuando no asociemos la superioridad de una lengua a tener un sistema gráfico ni pensemos que tenerlo convierte a una variedad en una lengua. Cuando no liguemos la capacidad de un idioma a su número de hablantes. Cuando aceptemos que la lengua que no cambie será la próxima dueña del cementerio; cuando respetemos lo recibido de igual forma que valoramos lo creado novedosamente. Cuando consideremos que la pureza lingüística es tan peligrosa como la pureza racial. Cuando asumamos que muchos de los extranjerismos que hoy usamos se irán y que otros muchos se quedarán; cuando nos enteremos, por fin, de que ambos procesos dependen de la voluntad de los hablantes, porque la lengua no existe fuera de nosotros.

Cuando dejemos de creer que lo que no está en el diccionario no existe; cuando admitamos que el diccionario no puede cambiar la realidad sino fotografiarla. Cuando consideremos que los lingüistas no se dedican a perseguir a los hablantes por hablar como hablan; cuando dejemos de pensar que para enseñar una lengua basta con ser nativo. Cuando haya correctores de estilo en las empresas de comunicación y se reconozca el nombre del traductor en todos los libros traídos de otros idiomas. Cuando escribir un artículo científico en inglés dé más visibilidad, pero no más prestigio que hacerlo en español; cuando nuestros políticos se percaten de que investigar sobre lingüística es también hacer ciencia.
Cuando nos demos cuenta de que quien engaña con las palabras va a ser capaz de trampear con las cuentas y las leyes. Cuando dejemos de identificar el cuidado lingüístico con ser políticamente conservador y la creatividad lingüística con ser políticamente progresista. Cuando entendamos que desdoblar el género es una opción personal que no arruina a la lengua y que no desdoblarlo es igualmente una opción personal que no tiene por qué suponer un ataque al feminismo.
Cuando nos olvidemos de la idea de que a un país le ha de corresponder una sola lengua; cuando asimilemos que las comunidades bilingües de España no deben hacerse monolingües, ni de una lengua ni de otra. Cuando respetemos que a esto que escribo unos lo llamen castellano y otros español; cuando comprendamos que, aunque esta lengua nació en Castilla, es mucho más que ese castellano de los orígenes. Cuando conozcamos las variedades del español en el mundo. Cuando hablar con acento del sur no te dé menos posibilidades que hablar con acento del norte, porque seamos conscientes de que ser de un lugar o de otro no garantiza un mejor uso lingüístico. Cuando comprendamos que las lenguas son patrias que cobijan; cuando la lengua no sea ni la jaula ni el ariete.
Entonces, nuestra cultura lingüística corresponderá a las inmensas capacidades de nuestra lengua. Entonces, y solo entonces, estaremos como hablantes a la altura de ese árbol gigante que nosotros mismos hemos creado.
(Fuente: El País, 12-01-2019)

LA PALABRA
...Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan...
Me prosterno ante ellas... Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito... Amo tanto las palabras... Las inesperadas... Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto caen... Vocablos amados.. Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces. son espuma, hilo, metal, rocío... Persigo algunas palabras... Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema... Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes. ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas... Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto... Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola...
 Todo está en la palabra... Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció... Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces... Son antiquísimas y recentísimas... Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada...
 Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos... Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo... Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas...Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra... 
Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes... el idioma. Salimos perdiendo... Salimos ganando... Se llevaron el oro y nos dejaron el oro... Se lo llevaron todo y nos dejaron todo... Nos dejaron las palabras.
(Pablo Neruda, 'Confieso que he vivido')

TAMBIÉN DE LOLA PONS RODRÍGUEZ EN ESTE SITIO:


("Entre los contenidos que los escolares españoles de primaria estudian antes de los nueve años se incluyen conceptos como saber qué es un determinante, qué es la sílaba tónica o qué es un adjetivo. La que firma es una profesora de Lengua a la que esto le parece espeluznante... La hipertrofia del metalenguaje en primaria resulta llamativa... transmitir ese metalenguaje en edades cortas roba tiempo para lo fundamental: aprender a expresarse, a leer con gusto, a saber hablar en público...")





ANTOLOGÍA LUIS CERNUDA

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"El deseo me llevaba hacia la realidad que se ofrecía ante mis ojos como si sólo con su posesión pudiera alcanzar certeza de mi propia vida. Mas como esa posesión jamás la he alcanzado sino de modo precario, de ahí la corriente contradictoria, de hostilidad ante el irónico atractivo de la realidad… Así, pues, la esencia del problema poético, a mi entender, la constituye el conflicto entre la realidad y el deseo, entre apariencia y verdad..."(Luis Cernuda)


ANTOLOGÍA LUIS CERNUDA

INTRODUCCIÓN

Desde 1936, Cernuda reunió sus diversos libros bajo un título común: ‘La realidad y el deseo’, las dos palabras que expresan certeramente el conflicto medular de su vida y de su poesía. Es conflicto enlaza, además, con el teatro trágico de García Lorca: confrontar el principio del placer, de libertad, con el principio de autoridad que definen esas obras universales. Como la pulsión del deseo, de la libertad, se choca con la autoridad, con las convenciones, no sólo religiosas, sociales, las que hacen que nos preguntemos qué es lo que realmente queremos, si realmente el hombre pudiera decir. Pueden ser las mismas que hacían estrellarse en las mismas estrellas de la palabra poética el deseo de Cernuda con esa puñetera realidad que todo lo ordena, que todo lo diluye.

Así lo explica el propio Cernuda:

El instinto poético se despertó en mí gracias a la percepción más aguda de la realidad, experimentando, con un eco más hondo, la hermosura y la atracción del mundo circundante. Su efecto era, como en cierto modo ocurre con el deseo que provoca el amor, la exigencia, dolorosa a fuerza de intensidad, de salir de mí mismo, anegándome en aquel vasto cuerpo de la creación. Y lo que hacía aún más agónico aquel deseo era el reconocimiento tácito de su imposible satisfacción.

A partir de entonces comencé a distinguir una corriente simultánea opuesta dentro de mí: hacia la realidad y contra la realidad, de atracción y de hostilidad hacia lo real. El deseo me llevaba hacia la realidad que se ofrecía ante mis ojos como si sólo con su posesión pudiera alcanzar certeza de mi propia vida. Mas como esa posesión jamás la he alcanzado sino de modo precario, de ahí la corriente contradictoria, de hostilidad ante el irónico atractivo de la realidad… Así, pues, la esencia del problema poético, a mi entender, la constituye el conflicto entre la realidad y el deseo, entre apariencia y verdad, permitiéndonos alcanzar alguna vislumbre de la imagen completa del mundo que ignoramos
(L. Cernuda, en Poesía y Literatura)

En sus primeras poesías, sigue  la línea de poesía pura, con versos cortos y tono adolescente.

Viene después ‘Égloga, elegía y oda’, perfectas asimilaciones de nuestros clásicos, es la sombra de Garcilaso la que principalmente planea sobre esos poemas.

En su estancia en Francia, lee poesía surrealista, corriente “ante la cual–dice- yo no pude, ni quise, permanecer indiferente”. Surge así su libro ‘Un río, un amor’, con poemas sin rima, en versículos, etc., en los que “el malestar y la osadía” que le atraían del surrealismo se mezclan con sus problemas íntimos.

En la misma línea está ‘Los placeres prohibidos’ que contiene algunos de los más bellos poemas de Cernuda.

Sin embargo, abandona el lenguaje surrealista para encontrar su tono más personal en el libro siguiente, ‘Donde habite el olvido’, título inspirado por un desolado verso de Bécquer. Desolado y terrible es, en efecto, todo este libro, que luego produciría a su mismo autor “rubor y humillación”, por su sinceridad desgarrada.

Invocaciones’ cierra su poesía anterior a la guerra. Destacan en él varios largos poemas, como ‘El joven marino’ o el espléndido ‘Soliloquio del farero’, uno de los poemas más hermosos que se hayan escrito sobre el tema de la soledad.

Durante la guerra y los primeros tiempos de su destierro, compone ‘Las nubes’. Hay en este libro algunos poemas inspirados por la realidad del momento: así un poema a la muerte de García Lorca y dos “Elegías españolas”.

Siguen, ya en el exilio, ‘Como quien espera el alba’, ‘Vivir sin estar viviendo’, ‘Con las horas contadas’ y ‘Desolación de la quimera’. Algunos de estos títulos hablan por sí solos de su incurable amargura, pocas veces rota por momentos pasajeros de exaltación o serenidad. A veces, aparece en ellos el tema de la patria perdida, recordada con añoranza o rechazada con desesperación de desarraigado. Otras veces, evoca la Grecia clásica y pagana, mundo edénico que le hubiera sido habitable (temática recogida de los clásicos o de Hölderlin). En estos libros, prosigue la depuración estilística iniciada antes de la guerra y alcanza la plena madurez de una lengua poética fundada, no ya en la riqueza de imágenes, sino en la hondura de las sugerencias.

Algo sobre temas y estilo
Le singulariza, ante todo, el sustrato romántico de su mundo poético. Su centro temático es un doloroso divorcio entre su anhelo de realización personal (el deseo) y los límites impuestos por el mundo que le rodea (la realidad). Sus temas dominantes serán, por ello, la soledad la añoranza de un mundo habitable, el ansia de belleza perfecta y, sobre todo, el amor. Cernuda es uno de nuestros grandes poetas del amor, ya exaltado, ya insatisfecho.

En cuanto a su estilo, él mismo decía que su inconformismo le ayudó “a escapar de las modas”. Ello no es del todo aplicable a sus primeras etapas, semejantes a las de otros miembros de su grupo (poesía pura, imitación de formas clásicas, surrealismo…). Pero sí es cierto que, hacia 1932, se despegará de aquellas “modas” y emprenderá un camino inconfundible y solitario.

Su nueva lengua poética surge de un triple rechazo. Desecha los ritmos demasiado marcados (“Si en el verso hay música, mi preferencia se orientó hacia la música callada”). Rechaza también la rima. Y, sobre todo, huye del lenguaje brillante y rico en imágenes, para ceñirse al “lenguaje hablado y el tono coloquial”. Esto último es, sin duda, lo que más lo distingue. Pero no hay que engañarse: bajo ese tono “coloquial” se esconde una lúcida elaboración y de las lenguas poéticas más densas en sugerencias de nuestra lírica.

También influyeron en él poetas franceses (Baudelaire, Mallarmé) y alemanes (Goethe, Hölderlin), junto a la poesía bíblica y clásica. Además, se percibe la lectura constante de sus dos poetas españoles preferidos: Garcilaso y Bécquer.

(Fuente de apoyo: Literatura española, Vicente Tusón-Fernando Lázaro. Manuales de Orientación Universitaria, Anaya)


Un paréntesis

Antes de pasar a la antología más o menos oficial, y debido a que con cierta frecuencia se minimiza la cara enrabietada de Cernuda ante la realidad social, dejamos aquí dos testimonios de ese dolor social del poeta, uno teórico, otro en forma de poema.

LOS QUE SE INCORPORAN

Llega la vida a un momento en que los juguetes individualistas se quiebran en las manos. La vista busca en torno, no tanto para explicarse la desdicha como para seguir con nueva fuerza el destino. Mas lo que ven los ojos son canalladas y, en todo lugar, indignantes desigualdades en las que siempre resulta favorecido el estúpido. Se queda, pues, en peor situación de espíritu. Este mundo absurdo que contemplamos es un cadáver en cuyos miembros remueven a escondidas los que aún confían en nutrirse con aquella descomposición. Es necesario, es nuestro máximo deber enterrar tal carroña. Es necesario acabar, destruir la sociedad caduca en que la vida actual se debate aprisionada. Esta sociedad chupa, agosta, destruye las energías jóvenes que ahora surgen a la luz. Debe dársele muerte; debe destruírsela antes de que ella destruya tales energías y, con ellas, la vida misma. La vida se salvará así.

('Octubre, artistas y escritores revolucionarios', revista fundada por Rafael Alberti, número 4-5, octubre-noviembre de 1933)


VIENTRES SENTADOS

Con satisfacción
Como quienes saben
Como quienes tienen en su puño la verdad
Bien apresada para que no escape
Y con orgullo
Como vigilantes de vosotros mismos
Domináis a lo largo a lo ancho de la tierra
Vosotros vientres sentados.
No hay gas
No hay plomo
Que tanto levante que tanto lastre proporcione
Como vuestra seguridad deletérea
Esa seguridad de sentir vuestro saco
Bien resguardado por vuestro trasero.
Miráis a un lado y a otro
Sonreís rasgando maliciosamente la hedionda boca
Y desde allí emitís como el antiguo oráculo
Henchidas necedades
Dictámenes que se escurren entre las rendijas como ratas
Alabo el pie vigoroso
El pie juvenil y vigoroso
Que derrumbará bien pronto
Ese saco henchido de fango de maldad de injusticia
Arrastrando consigo vuestro trasero y vientre
Vuestra triste persona que mancha el aire
El aire limpio y justo
Donde hoy nos levantamos
Contra vosotros todos
Contra vuestra moral contra vuestras leyes
Contra vuestra sociedad contra vuestro dios
Contra vosotros mismos vientres sentados
Con una firme espiga
A quien su propia fuerza empuja desde la tierra
Para que se abra al sol
Para que dé su fruto
Fruto de odio y de alegría
Fruto de lucha y de reposo.
La verdad está en lucha y en ella os aguardamos
Vientres sentados
Vientres tendidos
Vientres muertos.

('Octubre', abril de 1934)




ANTOLOGÍA

La Ponencia de Lengua Castellana y Literatura II, tras la sesión de coordinación celebrada con fecha 22/11/2018 en Granada, ha acordado sugerir (pero no fijar) la siguiente antología básica para una aproximación a La realidad y el deseo de Luis Cernuda, lectura recomendada en el anejo III de las “Directrices y orientaciones generales para las pruebas de Acceso y Admisión a la Universidad” (2018-2019)1 , sin perjuicio de que pueda trabajarse con cualesquiera otros textos de dicho poemario. 

DE ‘PRIMERAS POESÍAS’ (1924-1927)

1. ‘LA NOCHE A LA VENTANA’ (XV)

LA LUZ dudosa despierta,
Pero la noche no está;
Hacia las estrellas va,
Sobre el horizonte alerta.
El aire tierno concierta
Con esta candida hora.
¿Qué labio forma sonora
Dio a esa risa? La ventana
Traza su verde persiana
En la enramada a la aurora.


DE ‘ÉGLOGA, ELEGÍA, ODA’ (1927-1928)

2,‘ELEGÍA’

ESTE lugar, hostil a los oscuros
Avances de la noche vencedora,
Ignorado respira ante la aurora,
Sordamente feliz entre sus muros.

Pereza, noche, amor, la estancia quieta
Bajo una débil claridad ofrece.
El esplendor sus llamas adormece
En la lánguida atmósfera secreta.

Y la pálida lámpara vislumbra
Rosas, venas de azul, grito ligero
De un contorno desnudo, prisionero
Tenuemente abolido en la penumbra.

Rosas tiernas, amables a la mano
Que un dulce afán impulsa estremecida,
Venas de ardiente azul; toda una vida
Al insensible sueño vuelta en vano.

¿Vive o es una sombra, mármol frío
En reposo inmortal, pura presencia
Ofreciendo su estéril indolencia
Con un claro, cruel escalofrío?

Al indeciso soplo lento oscila
El bulto langoroso; se estremece
Y del seno la onda oculta crece
Al labio donde nace y se aniquila.

Equívoca delicia. Esa hermosura
No rinde su abandono a ningún dueño;
Camina desdeñosa por su sueño,
Pisando una falaz ribera oscura.

Del obstinado amante fugitiva,
Rompe los delicados, blandos lazos;
A la mortal caricia, entre los brazos,
¿Qué pureza tan súbita la esquiva?

Soledad amorosa. Ocioso yace
El cuerpo juvenil perfecto y leve.
Melancólica pausa. En triste nieve
El ardor soberano se deshace.

¿Y qué esperar, amor? Sólo un hastío,
El amargor profundo, los despojos.
Llorando vanamente ven los ojos
Ese entreabierto lecho torpe y frío.

Tibio blancor, jardín fugaz, ardiente,
Donde el eterno fruto se tendía
Y el labio alegre, dócil lo mordía
En un vasto sopor indiferente.

De aquel sueño orgulloso en su fecundo,
Espléndido poder, una lejana
Forma dormida queda, ausente y vana
Entre la sorda soledad del mundo.

Esta insaciable, ávida amargura,
Flecha contra la gloria del amante,
¿Enturbia ese sereno diamante
De la angélica noche inmóvil, pura?

Mas no. De un nuevo albor el rumbo lento
Transparenta tan leve luz dudosa.
El pájaro en su rama melodiosa
Alisando está el ala, el dulce acento.

Ya con rumor suave la belleza
Esperada del mundo otra vez nace,
Y su onda monótona deshace

Este remoto dejo de tristeza.


DE ‘UN RÍO, UN AMOR’ (1929)


3. ‘NO INTENTEMOS EL AMOR NUNCA’

Aquella noche el mar no tuvo sueño.
Cansado de contar, siempre contar a tantas olas,
quiso vivir hacia lo lejos,
donde supiera alguien de su color amargo.

Con una voz insomne decía cosas vagas,
barcos entrelazados dulcemente
en un fondo de noche,
o cuerpos siempre pálidos, con su traje de olvido
viajando hacia nada.

Cantaba tempestades, estruendos desbocados
bajo cielos con sombra,
como la sombra misma,
como la sombra siempre
rencorosa de pájaros estrellas.

Su voz atravesando luces, lluvia, frío,
alcanzaba ciudades elevadas a nubes,
cielo Sereno, Colorado, Glaciar del infierno,
todas puras de nieve o de astros caídos
en sus manos de tierra.

Mas el mar se cansaba de esperar las ciudades.
Allí su amor tan sólo era un pretexto vago
con sonrisa de antaño,
ignorado de todos.

Y con sueño de nuevo se volvió lentamente
adonde nadie
sabe de nadie.
Adonde acaba el mundo.


4. ‘TODO ESTO POR AMOR’

Derriban gigantes de los bosques para hacer un durmiente,
derriban los instintos como flores,
deseos como estrellas
para hacer sólo un hombre con su estigma de hombre.

Que derriben también imperios de una noche,
monarquías de un beso,
no significa nada;
que derriben los ojos, que derriben las manos como estatuas
vacías.

Mas este amor cerrado por ver sólo su forma,
su forma entre las brumas escarlata,
quiere imponer la vida, como otoño ascendiendo tantas
hojas
hacia el último cielo,
donde estrellas
sus labios dan otras estrellas,
donde mis ojos, estos ojos,
se despiertan en otro.

5 ‘LA CANCIÓN DEL OESTE’

Jinete sin cabeza,
jinete como un niño buscando entre rastrojos
llaves recién cortadas,
víboras seductoras, desastres suntuosos,
navíos para tierra lentamente de carne,
de carne hasta morir igual que muere un hombre.

A lo lejos
una hoguera transforma en ceniza recuerdos,
noches como una sola estrella,
sangre extraviada por las venas un día,
furia color de amor,
amor color de olvido,
aptos ya solamente para triste buhardilla.

Lejos canta el oeste,
aquel oeste que las manos de antaño
creyeron apresar como el aire a la luna;
mas la luna es madera, las manos se liquidan
gota a gota idénticas a lágrimas.

Olvidemos pues todo, incluso al mismo oeste;
olvidemos que un día las miradas de ahora
lucirán a la noche, como tantos amantes,
sobre el lejano oeste,
sobre amor más lejano.



DE ‘LOS PLACERES PROHIBIDOS’ (1931)


6. ‘TELARAÑAS CUELGAN DE LA RAZÓN’

Telarañas cuelgan de la razón
En un paisaje de ceniza absorta;     
Ha pasado el huracán de amor,      
Ya ningún pájaro queda.       

Tampoco ninguna hoja,         
Todas van lejos, como gotas de agua       
De un mar cuando se seca,    
Cuando no hay ya lágrimas bastantes,     
Porque alguien, cruel como un día de sol en primavera,       
Con su sola presencia ha dividido en dos un cuerpo. 

Ahora hace falta recoger los trozos de prudencia,       
Aunque siempre nos falte alguno;   
Recoger la vida vacía   
Y caminar esperando que lentamente se llene,   
Si es posible, otra vez, como antes,
De sueños desconocidos y deseos invisibles.     

Tú nada sabes de ello,  
Tú estás allá, cruel como el día;      
El día, esa luz que abraza estrechamente un triste muro,      
Un muro, ¿no comprendes?, 
Un muro frente al cuál estoy sólo.  


7. ‘NO DECÍA PALABRAS’

No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.

La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.

Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.
Auque sólo sea una esperanza
porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe.


8. ‘SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR’

Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.


9. ‘UNOS CUERPOS COMO FLORES’

Unos cuerpos son como flores,
otros como puñales,
otros como cintas de agua;
pero todos, temprano o tarde,
serán quemaduras que en otro cuerpo se agranden,
convirtiendo por virtud del fuego a una piedra en un
hombre.

Pero el hombre se agita en todas direcciones,
sueña con libertades, compite con el viento,
hasta que un día la quemadura se borra,
volviendo a ser piedra en el camino de nadie.

Yo, que no soy piedra, sino camino
que cruzan al pasar los pies desnudos,
muero de amor por todos ellos;
les doy mi cuerpo para que lo pisen,
aunque les lleve a una ambición o a una nube,
sin que ninguno comprenda
que ambiciones o nubes
no valen un amor que se entrega.


10. ‘LOS MARINEROS SON LAS ALAS DEL AMOR’

Los marineros son las alas del amor,
son los espejos del amor,
el mar les acompaña,
y sus ojos son rubios lo mismo que el amor
rubio es también, igual que son sus ojos.

La alegría vivaz que vierten en las venas
rubia es también,
idéntica a la piel que asoman;
no les dejéis marchar porque sonríen
como la libertad sonríe,
luz cegadora erguida sobre el mar.

Si un marinero es mar,
rubio mar amoroso cuya presencia es cántico,
no quiero la ciudad hecha de sueños grises;
quiero sólo ir al mar donde me anegue,
barca sin norte,
cuerpo sin norte hundirme en su luz rubia.

  
11. ‘TE QUIERO’

Te quiero.

Te lo he dicho con el viento,
jugueteando como animalillo en la arena
o iracundo como órgano impetuoso;

Te lo he dicho con el sol,
que dora desnudos cuerpos juveniles
y sonríe en todas las cosas inocentes;

Te lo he dicho con las nubes,
frentes melancólicas que sostienen el cielo,
tristezas fugitivas;

Te lo he dicho con las plantas,
leves criaturas transparentes
que se cubren de rubor repentino;

Te lo he dicho con el agua,
vida luminosa que vela un fondo de sombra;
te lo he dicho con el miedo,
te lo he dicho con la alegría,
con el hastío, con las terribles palabras.

Pero así no me basta:
más allá de la vida,
quiero decírtelo con la muerte;
más allá del amor,
quiero decírtelo con el olvido.



DE ‘DONDE HABITE EL OLVIDO’ (1932-1933)


12. ‘DONDE HABITE EL OLVIDO’

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.


13. ‘COMO UNA VELA SOBRE EL MAR’

Como una vela sobre el mar
resume ese azulado afán que se levanta
hasta las estrellas futuras,
hecho escala de olas
por donde pies divinos descienden al abismo,
también tu forma misma,
ángel, demonio, sueño de un amor soñado,
resume en mí un afán que en otro tiempo levantaba
hasta las nubes sus olas melancólicas.

Sintiendo todavía los pulsos de ese afán,
yo, el más enamorado,
en las orillas del amor,
sin que una luz me vea
definitivamente muerto o vivo,
contemplo sus olas y quisiera anegarme,
deseando perdidamente
descender, como los ángeles aquellos por la escala de espuma,
hasta el fondo del mismo amor que ningún hombre ha visto.


14. ‘ESPERÉ UN DIOS EN MIS DÍAS’

Esperé un dios en mis días
Para crear mi vida a su imagen,
Mas el amor, como un agua,
Arrastra afanes al paso.
Me he olvidado a mí mismo en sus ondas;
Vacío el cuerpo, doy contra las luces;
Vivo y no vivo, muerto y no muerto;
Ni tierra ni cielo, ni cuerpo ni espíritu.
Soy eco de algo;
Lo estrechan mis brazos siendo aire,
Lo miran mis ojos siendo sombra,
Lo besan mis labios siendo sueño.
He amado, ya no amo más;
He reído, tampoco río.


15. ‘YO FUI’

Yo fui.       
Columna ardiente, luna de primavera.     
Mar dorado, ojos grandes.    

Busqué lo que pensaba;         
pensé, como al amanecer en sueño lánguido,     
lo que pinta el deseo en días adolescentes.        
Canté, subí,        
fui luz un día       
arrastrado en la llama. 

Como un golpe de viento      
que deshace la sombra,
caí en lo negro,   
en el mundo insaciable.

He sido.     


16. ‘ADOLESCENTE FUI EN DÍAS IDÉNTICOS A LAS NUBES’

Adolescente fui en días idénticos a nubes,
cosa grácil, visible por penumbra y reflejo,
y extraño es, si ese recuerdo busco,
que tanto, tanto duela sobre el cuerpo de hoy.

Perder placer es triste
como la dulce lámpara sobre el lento nocturno;
aquél fui, aquél fui, aquél he sido;
era la ignorancia mi sombra.

Ni gozo ni pena; fui niño
prisionero entre muros cambiantes;
historias como cuerpos, cristales como cielos,
sueño luego, un sueño más alto que la vida.

Cuando la muerte quiera
una verdad quitar de entre mis manos,
las hallará vacías, como en la adolescencia
ardientes de deseo, tendidas hacia el aire. 


17. ‘NO ES EL AMOR QUIEN MUERE’

No es el amor quien muere,   
somos nosotros mismos.       

Inocencia primera        
Abolida en deseo,         
Olvido de sí mismo en otro olvido, 
Ramas entrelazadas,    
¿Por qué vivir si desaparecéis un día?      

Sólo vive quien mira    
Siempre ante sí los ojos de su aurora,      
Sólo vive quien besa    
Aquel cuerpo de ángel que el amor levantara.   

Fantasmas de la pena,  
A lo lejos, los otros,     
Los que ese amor perdieron, 
Como un recuerdo en sueños,
Recorriendo las tumbas
Otro vacío estrechan.   

Por allá van y gimen,   
Muertos en pie, vidas tras de la piedra,   
Golpeando la impotencia,     
Arañando la sombra    
Con inútil ternura.       

No, no es el amor quien muere.      


DE ‘INVOCACIONES’ (1934-1935)


18.‘SOLILOQUIO DEL FARERO’

Cómo llenarte, soledad,
Sino contigo misma.

De niño, entre las pobres guaridas de la tierra,
Quieto en ángulo oscuro,
Buscaba en ti, encendida guirnalda,
Mis auroras futuras y furtivos nocturnos,
Y en ti los vislumbraba,
Naturales y exactos, también libres y fieles,
A semejanza mía,
A semejanza tuya, eterna soledad.

Me perdí luego por la tierra injusta
Como quien busca amigos o ignorados amantes;
Diverso con el mundo,
Fui luz serena y anhelo desbocado,
Y en la lluvia sombría o en el sol evidente
Quería una verdad que a ti te traicionase,
Olvidando en mi afán
Cómo las alas fugitivas su propia nube crean.

Y al velarse a mis ojos
Con nubes sobre nubes de otoño desbordado
La luz de aquellos días en ti misma entrevistos,
Te negué por bien poco,
Por menudos amores ni ciertos ni fingidos,
Por quietas amistades de sillón y de gesto,
Por un nombre de reducida cola en un mundo fantasma,
Por los viejos placeres prohibidos,
Como los permitidos nauseabundos,
Útiles solamente para el elegante salón susurrado,
En bocas de mentira y palabras de hielo.

Por ti me encuentro ahora el eco de la antigua persona
Que yo fui,
Que yo mismo manché con aquellas juveniles traiciones;
Por ti me encuentro ahora, constelados hallazgos,
Limpios de otro deseo,
El sol, mi dios, la noche rumorosa,
La lluvia, intimidad de siempre,
El bosque y su alentar pagano,
El mar, el mar como su nombre hermoso;
Y sobre todos ellos,
Cuerpo oscuro y esbelto,
Te encuentro a ti, tú, soledad tan mía,
Y tú me das fuerza y debilidad
Como el ave cansada los brazos de piedra.

Acodado al balcón miro insaciable el oleaje,
oigo sus oscuras imprecaciones,
contemplo sus blancas caricias;
Y erguido desde cuna vigilante
Soy en la noche un diamante que gira advirtiendo a los hombres.
Por quienes vivo, aun cuando no los vea;
Y así, lejos de ellos,
Ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres,
Roncas y violentas como el mar, mi morada,
Puras ante la espera de una revolución ardiente
O rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo
Cuando toca la hora de reposo que su fuerza conquista.

Tú, verdad solitaria,
Transparente pasión, mi soledad de siempre,
Eres inmenso abrazo;
El sol, el mar,
La oscuridad, la estepa,
El hombre y el deseo,
La airada muchedumbre,
¿Qué son sino tú misma?

Por ti, mi soledad, los busqué un día;
En ti, mi soledad, los amo ahora.



DE ‘LAS NUBES’ (1937-1940)


19. ‘ELEGÍA ESPAÑOLA’ (I)

Dime, háblame
Tú, esencia misteriosa
De nuestra raza
Tras de tantos siglos,
Hálito creador
De los hombres hoy vivos,
A quienes veo por el odio impulsados
Hasta ofrecer sus almas
A la muerte, la patria más profunda

Cuando la primavera vieja
Vuelva a tejer su encanto
Sobre tu cuerpo inmenso,
¿Cuál ave hallará nido
y qué savia una rama
Donde brotar con verde impulso?

¿Qué rayo de la luz alegre,
Qué nube sobre el campo solitario,
Hallarán agua, cristal de hogar en calma
Donde reflejen su irisado juego?

Háblame, madre;
y al llamarte así, digo
Que ninguna mujer lo fue de nadie
Como tú lo eres mía.
Háblame, dime

Una sola palabra en estos días lentos.

En los días informes

Que frente a ti se esgrimen

Como cuchillo amargo

Entre las manos de tus propios hijos.

No te alejes así, ensimismada
Bajo los largos velos cenicientos
Que nos niegan tus anchos ojos bellos.
Esas flores caídas,
Pétalos rotos entre sangre y lodo,
En tus manos estaban luciendo eternamente
Desde siglos atrás, cuando mi vida
Era un sueño en la mente de los dioses.

Eres tú, son tus ojos lo que busca
Quien te llama luchando con la muerte,
A ti, remota y enigmática
Madre de tantas almas idas
Que te legaron, con un fulgor de piedra clara,
Su afán de eternidad cifrado en hermosura.
Pero no eres tan sólo
Dueña de afanes muertos;
Tierna, amorosa has sido con nuestro afán viviente,
Compasiva con nuestra desdicha de efímeros.
¿Supiste acaso si de ti éramos dignos?

Contempla ahora a través de las lágrimas:

Mira cuántos cobardes
Lejos de ti en fuga vergonzosa,
Renegando tu nombre y tu regazo,
Cuando a tus pies, mientras la larga espera,
Si desde el suelo alzamos hacia ti la mirada,
Tus hijos sienten oscuramente
La recompensa de estas horas fatídicas.

No sabe qué es la vida
Quien jamás alentó bajo la guerra.
Ella sobre nosotros sus alas densas cierne,
y oigo su silbo helado,
y veo los muertos bruscos
Caer sobre la hierba calcinada,
Mientras el cuerpo mío

Sufre y lucha con unos enfrente de esos otros.

No sé qué tiembla y muere en mí
Al verte así dolida y solitaria,
En ruinas los claros dones
De tus hijos, a través de los siglos;
Porque mucho he amado tu pasado,
Resplandor victorioso entre sombra y olvido

Tu pasado eres tú
Y al mismo tiempo es
La aurora que aún no alumbra nuestros campos.
Tú sola sobrevives.
Aunque venga la muerte;
Sólo en ti está la fuerza
De hacernos esperar a ciegas el futuro

Que por encima de estos yesos muertos
Y encima de estos yesos vivos que combaten,
Algo advierte que tú sufres con todos.
Y su odio, su crueldad, su lucha,
Ante ti vanos son, como sus vidas,
Porque tú eres eterna
Y sólo los creaste
Para la paz y gloria de su estirpe.



20. ‘IMPRESIÓN DEL DESTIERRO’

Fue la pasada primavera,
Hace ahora casi un año,
En un salón del viejo Temple, en Londres,
Con viejos muebles. Las ventanas daban,
Tras edificios viejos, a lo lejos,
Entre la hierba del gris relámpago del río.
Todo era gris y estaba fatigado
Igual que el iris de una perla enferma.

Eran señores viejos, viejas damas,
En los sombreros plumas polvorientas;
Un susurro de voces allá por los rincones,
Junto a mesas con tulipanes amarillos,
Retratos de familias y teteras vacías.
La sombra que caía
Con un olor a gato,
Despertaba ruidos en cocinas.

Un hombre silencioso estaba
Cerca de mí. Veía
La sombra de su largo perfil algunas veces
Asomarse abstraído al borde de la taza,
Con la misma fatiga
Del muerto que volviera
Desde la tumba a una fiesta mundana.

En los labios de alguno,
Allá por los rincones
Donde los viejos juntos susurraban,
Densa como una lágrima cayendo,
Brotó de pronto una palabra: España.
Un cansancio sin nombre
Rodaba en mi cabeza.
Encendieron las luces. Nos marchamos.

Tras largas escaleras casi a oscuras
Me hallé luego en la calle,
Y a mi lado, al volverme,
Vi otra vez a aquel hombre silencioso,
Que habló indistinto algo
Con acento extranjero,
Un acento de niño en voz envejecida.

Andando me seguía
Como si fuera solo bajo un peso invisible,
Arrastrando la losa de su tumba;
Mas luego se detuvo.
¿España?, dijo.Un nombre.
España ha muerto. Había
Una súbita esquina en la calleja.
Le vi borrarse entre la sombra húmeda.


21. ‘GAVIOTAS EN LOS PARQUES’

Dueña de los talleres, las fábricas, los bares,
Todas piedras oscuras bajo un cielo sombrío,
Silenciosa a la noche, los domingos devota,
Es la ciudad levitica que niega sus pecados.

El verde turbio de la hierba y los árboles
Interrumpe con parques los edificios uniformes,
Y en la naturaleza sin encanto, entre la lluvia,
Mira de pronto, penacho de locura, las gaviotas.

¿Por qué, teniendo alas, son huéspedes del humo,
El sucio arroyo, los puentes de madera de estos parques?
Un viento de infortunio o una mano inconsciente,
De los puertos nativos, tierra adentro las trajo.

Lejos quedó su nido de los mares, mecido por tormentas
De invierno, en calma luminosa los veranos.
Ahora su queja va, como el grito de almas en destierro.
Quien con alas las hizo, el espacio les niega.


22. ‘UN ESPAÑOL HABLA DE SU TIERRA’

Las playas, parameras
Al rubio sol durmiendo,
Los oteros, las vegas
En paz, a solas, lejos;
 
Los castillos, ermitas,
Cortijos y conventos,
La vida con la historia,
Tan dulces al recuerdo,
 
Ellos, los vencedores
Caínes sempiternos,
De todo me arrancaron.
Me dejan el destierro.
 
Una mano divina
Tu tierra alzó en mi cuerpo
Y allí la voz dispuso
Que hablase tu silencio.
 
Contigo solo estaba,
En ti sola creyendo;
Pensar tu nombre ahora
Envenena mis sueños.
 
Amargos son los días
De la vida, viviendo
Sólo una larga espera
A fuerza de recuerdos.
 
Un día, tú ya libre
De la mentira de ellos,
Me buscarás. Entonces
¿Qué ha de decir un muerto?  


DE ‘COMO QUIEN ESPERA EL ALBA’ (1941-1944)


23.‘TIERRA NATIVA’

Es la luz misma, la que abrió mis ojos
Toda ligera y tibia como un sueño,
Sosegada en colores delicados
Sobre las formas puras de las cosas.

El encanto de aquella tierra llana,
Extendida como una mano abierta,
Adonde el limonero encima de la fuente
Suspendía su fruto entre el ramaje.

El muro viejo en cuya barda abría
A la tarde su flor azul la enredadera,
Y al cual la golondrina en el verano
Tornaba siempre hacia su antiguo nido.

El susurro del agua alimentando,
Con su música insomne en el silencio,
Los sueños que la vida aún no corrompe,
El futuro que espera como página blanca.

Todo vuelve otra vez vivo a la mente.
Irreparable ya con el andar del tiempo,
Y su recuerdo ahora me traspasa
El pecho tal puñal fino y seguro.

Raíz del tronco verde, ¿quién la arranca?
Aquel amor primero, ¿quién lo vence?
Tu sueño y tu recuerdo, ¿quién lo olvida,
Tierra nativa, más mía cuanto más lejana?


24. 'GÓNGORA’

El andaluz envejecido que tiene gran razón para su orgullo,
El poeta cuya palabra lúcida es como diamante,
Harto de fatigar sus esperanzas por la corte,
Harto de su pobreza noble que le obliga
A no salir de casa cuando el día, sino al atardecer, ya que las sombras,
Más generosas que los hombres, disimulan
En la común tiniebla parda de las calles
La bayeta caduca de su coche y el tafetán delgado de su traje;
Harto de pretender favores de magnates,
Su altivez humillada por el ruego insistente,
Harto de los años tan largos malgastados
En perseguir fortuna lejos de Córdoba la llana y de su muro excelso,
Vuelve al rincón nativo para morir tranquilo y silencioso.

Ya restituye el alma a soledad sin esperar de nadie
Si no es de su conciencia, y menos todavía
De aquel sol invernal de la grandeza
Que no atempera el frío del desdichado,
Y aprende a desearles buen viaje
A príncipes, virreyes, duques altisonantes,
Vulgo luciente no menos estúpido que el otro;
Ya se resigna a ver pasar la vida tal sueño inconsistente
Que el alba desvanece, a amar el rincón solo
Adonde conllevar paciente su pobreza,
Olvidando que tantos menos dignos que él, como la bestia ávida
Toman hasta saciarse la parte mejor de toda cosa,
Dejándole la amarga, el desecho del paria.

Pero en la poesía encontró siempre, no tan sólo hermosura, sino ánimo,
La fuerza del vivir más libre y más soberbio,
Como un neblí que deja el puño duro para buscar las nubes
Traslúcidas de oro allá en el cielo alto.
Ahora al reducto último de su casa y su huerto le alcanzan todavía
Las piedras de los otros, salpicaduras tristes
Del aguachirle caro para las gentes
Que forman el común y como público son arbitro de gloria.
Ni aun esto Dios le perdonó en la hora de su muerte.

Decretado es al fin que Góngora jamás fuera poeta,
Que amó lo oscuro y vanidad tan sólo le dictó sus versos.
Menéndez y Pelayo, el montañés henchido por sus dogmas,
No gustó de él y le condena con fallo inapelable.

Viva pues Góngora, puesto que así los otros
Con desdén le ignoraron, menosprecio
Tras del cual aparece su palabra encendida
Como estrella perdida en lo hondo de la noche,
Como metal insomne en las entrañas de la tierra.
Ventaja grande es que esté ya muerto
Y que de muerto cumpla los tres siglos, que así pueden
Los descendientes mismos de quienes le insultaban
Inclinarse a su nombre, dar premio al erudito,
Sucesor del gusano, royendo su memoria.
Mas él no transigió en la vida ni en la muerte
Y a salvo puso su alma irreductible
Como demonio arisco que ríe entre negruras.

Gracias demos a Dios por la paz de Góngora vencido;
Gracias demos a Dios por la paz de Góngora exaltado;
Gracias demos a Dios, que supo devolverle (como hará con nosotros),
Nulo al fin, ya tranquilo, entre su nada.


25. ‘EL INDOLENTE’

Con hombres como tú el comercio sería
Cosa leve y tan pura que, sin sudor ni sangre
De ninguno comprada, dejaría a la tierra
Intactos sus veneros. Pero a tu pobreza
El comercio podría allanarle un camino.

Durante las tardes meridionales del verano,
A través de una clara ciudad, solas las calles,
Llevaría en cestillo guirnaldas de jazmines,
Y magnolias, por un nido fragante de hojas verdes
oculto su blancor, como alas de paloma.

Tras de las rejas bajas, si una mujer quisiera
Para su gracia oculta tal vez la fresca gala
De una flor, y prenderla en su pelo o en su pecho.
Donde ha de parecer nieve sobre la tierra,
Una moneda a cambio dejaría en tus manos.

Así, al ponerse la tarde, tú podrías
De un vino trasparente beber el calor rubio,
Mordiendo la delicia de un pan y de una fruta,
Y luego silencioso, tendido junto al río,
Ver latir en la honda noche las estrellas.


26. ‘AMANDO EN EL TIEMPO’

El tiempo, insinuándose en tu cuerpo,
tal la nube de polvo en fuente pura,
aquella gracia antigua desordena
y clava en mí una pena silenciosa.

Otros antes que yo vieron un’ día,
y otros luego verán, cómo decir
la amada forma esbelta, recordando
de cuánta gloria es cifra un cuerpo hermoso.

Pero la vida sólo la aprendemos,
y placer y dolor se ofrecen siempre
tal mundo virgen para cada hombre.
Así mi pena inculta es nueva ahora.

Nueva como lo fuese al primer hombre,
que cayó con su amor del paraíso
cuando viera, tal cielo ya vencido
por sombra, envejecer el cuerpo amado.



DE ‘VIVIR SIN ESTAR VIVIENDO’ (1944-1949

27. ‘LA SOMBRA’

Al despertar de un sueño, buscas
Tu juventud, como si fuera el cuerpo
Del camarada que durmiese
A tu lado y que al alba no encuentras.

Ausencia conocida, nueva siempre,
Con la cual no te hallas. Y aunque acaso
Hoy tú seas más de lo que era
El mozo ido, todavía

Sin voz le llamas, cuántas veces;
Olvidado que de su mocedad se alimentaba
Aquella pena aguda, la conciencia
De tu vivir de ayer. Ahora,

Ida también, es sólo
Un vago malestar, una inconsciencia
Acallando el pasado, dejando indiferente
Al otro que tú eres, sin pena, sin alivio.


28. ‘SER DE SANSUEÑA’

Acaso allí estará, cuatro costados   
Bañados en los mares, al centro la meseta         
Ardiente y andrajosa. Es ella, la madrastra       
Original de tantos, como tú, dolidos        
De ella y por ella dolientes.   

Es la tierra imposible, que a su imagen te hizo  
Para de sí arrojarte. En ella el hombre     
Que otra cosa no pudo, por error naciendo,      
Sucumbe de verdad, y como en pago       
Ocasional de otros errores inmortales.     

Inalterable, en violento claroscuro, 
Mírala, piénsala. Árida tierra, cielo fértil,
Con nieves y resoles, riadas y sequías;    
Almendros y chumberas, espartos y naranjos   
Crecen en ella, ya desierto, ya oasis.        

Junto a la iglesia está la casa llana, 
Al lado del palacio está la timba,    
El alarido ronco junto a la voz serena,     
El amor junto alodio, y la caricia junto    
A la puñalada. Allí es extremo todo.        

La nobleza plebeya, el populacho noble,  
La pueblan; dando terratenientes y toreros,      
Curas y caballistas, vagos y visionarios, 
Guapos y guerrilleros. Tú compatriota,   
Bien que ello te repugne, de su fauna.      

Las cosas tienen precio. Lo es del poderío         
La corrupción, del amor la no correspondencia;
y ser de aquella tierra lo pagas con no serIo      
De ninguna: deambular, vacuo y nulo,     
Por el mundo, que a Sansueña y sus hijos desconoce.

Si en otro tiempo hubiera sido nuestra.   
Cuando gentes extrañas la temían y odiaban,    
y mucho era ser de ella; cuando toda       
Su sinrazón congénita, ya locura hoy,      
Como admirable paradoja se imponía.    

Vivieron muerte, sí, pero con gloria
Monstruosa. Hoy la vida morimos 
En ajeno rincón. Y mientras tanto  
Los gusanos, de ella y su ruina irreparable,       
crecen, prosperan.        

Vivir para ver esto.      
Vivir para ver esto.      


29. ‘VIENDO VOLVER’

Irías, y verías
Todo igual, cambiado todo,
Así como tú eres
El mismo y el otro. ¿Un río
A cada instante
No es él y diferente?

Irías, en apariencia
Distraído y aburrido
En secreto, mirando,
Pues el mirar es sólo
La forma en que persiste
El antiguo deseo.

Mirando, estimarías
(La mirada acaricia
Fijándose o desdeña
Apartándose) irreparable todo
Ya, y perdido, o ganado
Acaso, quién lo sabe.

Así, con paso indiferente,
Como llevado de una mano,
Llegarías al mundo
Que fue tuyo otro tiempo,
Y allí le encontrarías,
Al tú de ayer, que es otro hoy.

Impotente, extasiado
Y solo, como un árbol,
Le verías, el futuro
Soñando, sin presente,
A espera del amigo,
Cuando el amigo es él y en él le espera.

Al verle, tú querrías
Irte, ajeno entonces,
Sin nada que decirle,
Pensando que la vida
Era una burla delicada,
Y que debe ignorarlo el mozo hoy.


DE ‘CON LAS HORAS CONTADAS’ (1950-1956)


30. ‘NOCTURNO YANQUI’

La lámpara y la cortina
al pueblo en su sombra excluyen.
Sueña ahora,
si puedes, si te contentas
con sueños, cuando te faltan
realidades.
Estás aquí, de regreso
del mundo, ayer vivo, hoy
cuerpo en pena.
Esperando locamente,
alrededor tuyo, amigos
y sus voces.
Callas y escuchas. No. Nada
oyes, excepto tu sangre,
su latido
incansable, temeroso;
y atención prestas a otra
cosa inquieta.
Es la madera, que cruje;
es el radiador, que silba.
Un bostezo.
Pausa. Y el reloj consultas:
todavía temprano para
acostarte.
Tomas un libro. Mas piensas
que has leído demasiado
con los ojos,
y a tus años la lectura
mejor es recuerdo de unos
libros viejos,
pero con nuevo sentido.
¿Qué hacer? Porque tiempo hay.
Es temprano.
Todo el invierno te espera,
y la primavera entonces.
Tiempo tienes.
¿Mucho? ¿Cuánto? ¿Y hasta cuándo
el tiempo al hombre le dura?
“No, que es tarde,
es tarde”, repite alguno
dentro de ti, que no eres.
Y suspiras.
La vida en tiempo se vive,
tu eternidad es ahora,
porque luego
no habrá tiempo para nada
tuyo. Gana tiempo. ¿Y cuándo?
Alguien dijo:
“El tiempo y yo para otros
dos”. ¿Cuáles dos? ¿Dos lectores
de mañana? Mas tus lectores, si nacen,
y tu tiempo, no coinciden.
Estás solo
frente al tiempo, con tu vida
sin vivir.
Remordimiento.
Fuiste joven,
pero nunca lo supiste
hasta hoy, que el ave ha huido
de tu mano.
La mocedad dentro duele,
tú su presa vengadora,
conociendo
que, pues no le va esta cara
ni el pelo blanco, es inútil
por tardía.
El trabajo alivia a otros
de lo que no tiene cura,
según dicen.
¿Cuántos años ahora tienes
de trabajo? ¿Veinte y pico
mal contados?
Trabajo fue que no compra
para ti la independencia
relativa.
A otro menester el mundo,
generoso como siempre,
te demanda.
Y profesas pues, ganando
tu vida, no con esfuerzo,
con fastidio.
Nadie enseña lo que importa,
que eso ha de aprenderlo el hombre
por sí solo.
Lo mejor que has sido, diste,
lo mejor de tu existencia,
a una sombra:
al afán de hacerte digno,
al deseo de excederte,
esperando
siempre mañana otro día
que, aunque tarde, justifique
tu pretexto.
Cierto que tú te esforzaste
por sino y amor de una
criatura,
mito moceril, buscando
desde siempre, y al servirla,
ser quien eres.
Y al que eras le has hallado.
¿Mas es la verdad del hombre
para él solo,
como un inútil secreto?
¿Por qué no poner la vida
a otra cosa?
Quien eres, tu vida era;
uno sin otro no sois,
tú lo sabes.
Y es fuerza seguir, entonces,
aun el miraje perdido,
hasta el día
que la historia se termine,
para ti al menos.
Y piensas
que así vuelves
donde estabas al comienzo
del soliloquio: contigo
y sin nadie.
Mata la luz, y a la cama.


31. ‘IN MEMORIAM A.G’

Con él su vida entera coincidía,
Toda promesa y realidad iguales,
La mocedad austera vuelta apenas
Gozosa madurez, tan demoradas
Como día estival. Así olvidaste,
Amando su existir, temer su muerte.

Pero su muerte, al allegarle ahora,
Calló la voz que cerca nunca oíste,
A cuyos ecos despertaron tantos
Sueños del mundo en ti nunca vividos,
Hoy no soñados porque ya son vida.

Cuando para seguir nos falta aliento,
Roto el mágico encanto de las cosas,
Si en soledad alzabas la cabeza,
Sonreír le veías tras sus libros.
Ya entre ellos y tú falta de sombra,
Falta su sombra noble ya en la vida.

Usándonos a ciegas todo sigue,
Aunque unos pocos, como tú, os digáis:
Lo que con él termina en nuestro mundo
No volverá a este mundo. Y no hay consuelo,
Que el tiempo es duro y sin virtud los hombres.
Bien pocos seres que admirar te quedan.


32. ‘OTRA FECHA’

Aires claros, nopal y palma,
En los alrededores, saben,
Si no igual, casi igual a como
La tierra tuya aquella antes.
También tú igual me pareces,
O casi igual, al que antes eras:
En él casi sólo consiste,
De ayer a hoy, la diferencia.
En tu hoy más que precario
Nada anterior echas de menos,
Porque lo ido está bien ido,
Como lo muerto está bien muerto.
El futuro, a pesar de todo,
Usa un señuelo que te engaña:
El sí y el no de azar no usado,
El no sé qué donde algo aguarda.
Tú lo sabes, aunque tan tibio
Es tu vivir entre la gente,
Pues si nada crees, aun queriendo,
Aun sin querer crees a veces.


33. ‘SOMBRA DE MÍ’

Bien sé yo que esta imagen    
Fija siempre en la mente        
No eres tú, sino sombra        
Del amor que en mí existe     
Antes que el tiempo acabe.    
Mi amor así visible me pareces,      
Por mí dotado de esa gracia misma
Que me hace sufrir, llorar, desesperarme 
De todo a veces, mientras otras      
Me levanta hasta el cielo en nuestra vida,
Sintiendo las dulzuras que se guardan     
Sólo a los elegidos tras el mundo.   
y aunque conozco eso, luego pienso         
Que sin ti, sin el raro    
Pretexto que me diste,  
Mi amor, que afuera está con su ternura, 
Allá dentro de mí hoy seguiría        
Dormido todavía y a la espera        
De alguien que, a su llamada,
Le hiciera al fin latir gozosamente.  
Entonces te doy gracias y te digo:   
Para esto vine al mundo, y a esperarte;    
Para vivir por ti, como tú vives      
Por mí, aunque no lo sepas,  
Por este amor tan hondo que te tengo.


34. ‘PRECIO DE UN CUERPO’

Cuando algún cuerpo hermoso,
como el tuyo, nos lleva
tras de sí, él mismo no comprende,
solo el amante y el amor lo saben.
(Amor, terror de soledad humana.)

Esta humillante servidumbre,
necesidad de gastar la ternura
en un ser que llenamos
con nuestro pensamiento,
vivo de nuestra vida.

El da el motivo,
lo diste tú; porque tú existes
afuera como sombra de algo,
una sombra perfecta
de aquel afán, que es del amante, mío.

Si yo te hablase
cómo el amor depara
su razón al vivir y su locura,
tú no comprenderías.
Por eso nada digo.

La hermosura, inconsciente
de su propia celada, cobró la presa
y sigue. Así por cada instante
de goce, el precio está pagado:
este infierno de angustia y de deseo.


DE ‘DESOLACIÓN DE LA QUIMERA’ (1956-1962)


35. ‘BIRDS IN THE NIGHT’

El gobierno francés, ¿o fue el gobierno inglés?, puso una lápida
En esa casa de 8 Great College Street, Camden Town, Londres,
Adonde en una habitación Rimbaud y Verlaine, rara pareja,
Vivieron, bebieron, trabajaron, fornicaron,
Durante algunas breves semanas tormentosas.
Al acto inaugural asistieron sin duda embajador y alcalde,
Todos aquellos que fueran enemigos de Verlaine y Rimbaud cuando vivían.

Con la tristeza sórdida que va con lo que es pobre,
No la tristeza funeral de lo que es rico sin espíritu.
Cuando la tarde cae, como en el tiempo de ellos,
Sobre su acera, húmedo y gris el aire, un organillo
Suena, y los vecinos, de vuelta del trabajo,
Bailan unos, los jóvenes, los otros van a la taberna.

Corta fue la amistad singular de Verlaine el borracho
Y de Rimbaud el golfo, querellándose largamente.
Mas podemos pensar que acaso un buen instante
Hubo para los dos, al menos si recordaba cada uno
Que dejaron atrás la madre inaguantable y la aburrida esposa.
Pero la libertad no es de este mundo, y los libertos,
En ruptura con todo, tuvieron que pagarla a precio alto.

Sí, estuvieron ahí, la lápida lo dice, tras el muro,
Presos de su destino: la amistad imposible, la amargura
De la separación, el escándalo luego; y para éste
El proceso, la cárcel por dos años, gracias a sus costumbres
Que sociedad y ley condenan, hoy al menos; para aquél a solas
Errar desde un rincón a otro de la tierra,
Huyendo a nuestro mundo y su progreso renombrado.

El silencio del uno y la locuacidad banal del otro
Se compensaron. Rimbaud rechazó la mano que oprimía
Su vida; Verlaine la besa, aceptando su castigo.
Uno arrastra en el cinto el oro que ha ganado; el otro
Lo malgasta en ajenjo y mujerzuelas. Pero ambos
En entredicho siempre de las autoridades, de la gente
Que con trabajo ajeno se enriquece y triunfa.

Entonces hasta la negra prostituta tenía derecho de insultarlos;
Hoy, como el tiempo ha pasado, como pasa en el mundo,
Vida al margen de todo, sodomía, borrachera, versos escarnecidos,
Ya no importan en ellos, y Francia usa de ambos nombres y ambas obras
Para mayor gloria de Francia y su arte lógico.
Sus actos y sus pasos se investigan, dando al público
Detalles íntimos de sus vidas. Nadie se asusta ahora, ni protesta.

“¿Verlaine? Vaya, amigo mío, un sátiro, un verdadero sátiro.
Cuando de la mujer se trata; bien normal era el hombre,
Igual que usted y que yo. ¿Rimbaud? Católico sincero, como está demostrado”.
Y se recitan trozos del “Barco Ebrio” y del soneto a las “Vocales”.
Mas de Verlaine no se recita nada, porque no está de moda
Como el otro, del que se lanzan textos falsos en edición de lujo;
Poetas mozos de todos los países hablan mucho de él en sus provincias.

¿Oyen los muertos lo que los vivos dicen luego de ellos?
Ojalá nada oigan: ha de ser un alivio ese silencio interminable
Para aquellos que vivieron por la palabra y murieron por ella,
Como Rimbaud y Verlaine. Pero el silencio allá no evita
Acá la farsa elogiosa repugnante. Alguna vez deseó uno
Que la humanidad tuviese una sola cabeza, para así cortársela.
Tal vez exageraba: si fuera sólo una cucaracha, y aplastarla.


36. ‘NIÑO TRAS UN CRISTAL’

Al caer la tarde, absorto
Tras el cristal, el niño mira
Llover. La luz que se ha encendido
En un farol contrasta
La lluvia blanca con el aire oscuro.

La habitación a solas
Le envuelve tibiamente,
Y el visillo, velando
Sobre el cristal, como una nube,
Le susurra lunar encantamiento.

El colegio se aleja. Es ahora
La tregua, con el libro
De historias y de estampas
Bajo la lámpara, la noche,
El sueño, las horas sin medida.

Vive en el seno de su fuerza tierna,
Todavía sin deseo, sin memoria,
El niño, y sin presagio
Que afuera el tiempo aguarda
Con la vida, al acecho.

En su sombra ya se forma la perla.


37. ‘PREGUNTA VIEJA, VIEJA RESPUESTA’
¿
Adónde va el amor cuando se olvida?
No aquel a quien hicieras la pregunta
      Es quien hoy te responde.
Es otro, al que unos años más de vida
Le dieron la ocasión, que no tuviste,
      De hallar una respuesta.
Los juguetes del niño que ya es hombre,
¿Adónde fueron, di? Tú lo sabías,
      Bien pudiste saberlo.
Nada queda de ellos: sus ruinas
Informes e incoloras, entre el polvo,
      El tiempo se ha llevado.
El hombre que envejece, halla en su mente,
En su deseo, vacíos, sin encanto,
      Dónde van los amores.
Mas si muere el amor, no queda libre
El hombre del amor: queda su sombra,
      Queda en pie la lujuria.
¿Adónde va el amor cuando se olvida?
No aquel a quien hicieras la pregunta
      Es quien hoy te responde.


38. ‘PEREGRINO’

¿Volver? Vuelva el que tenga,
Tras largos años, tras un largo viaje,
Cansancio del camino y la codicia
De su tierra, su casa, sus amigos,
Del amor que al regreso fiel le espere.

Mas, ¿tú? ¿Volver? Regresar no piensas,
Sino seguir libre adelante,
Disponible por siempre, mozo o viejo,
Sin hijo que te busque, como a Ulises,
Sin Ítaca que aguarde y sin Penélope.

Sigue, sigue adelante y no regreses,
Fiel hasta el fin del camino y tu vida,
No eches de menos un destino más fácil,
Tus pies sobre la tierra antes no hollada,
Tus ojos frente a lo antes nunca visto.


39. ‘DESPEDIDA’

Muchachos
Que nunca fuisteis compañeros de mi vida,       
Adiós.       
Muchachos
Que no seréis nunca compañeros de mi vida,    
Adiós.       

El tiempo de una vida nos separa   
Infranqueable:     
A un lado la juventud libre y risueña;      
A otro la vejez humillante e inhóspita.     

De joven no sabía        
Ver la hermosura, codiciarla, poseerla;    
De viejo la he aprendido        
y veo a la hermosura, mas la codicio inútilmente        

Mano de viejo mancha 
El cuerpo juvenil si intenta acariciarlo.    
Con solitaria dignidad el viejo debe
Pasar de largo junto a la tentación tardía.

Frescos y codiciables son los labios besados,    
Labios nunca besados más codiciables y frescos aparecen.  
¿Qué remedio, amigos? ¿Qué remedio?    
Bien lo sé: no lo hay.   

Qué dulce hubiera sido 
En vuestra compañía vivir un tiempo:     
Bañarse juntos en aguas de una playa caliente, 
Compartir bebida y alimento en una mesa.       
Sonreír, conversar, pasearse 
Mirando cerca, en vuestros ojos, esa luz y esa música.        

Seguid, seguid así, tan descuidadamente, 
Atrayendo al amor, atrayendo al deseo.   
No cuidéis de la herida que la hermosura vuestra y vuestra gracia abren
En este transeúnte inmune en apariencia a ellas.         

Adiós, adiós, manojos de gracias y donaires.    
Que yo pronto he de irme, confiado,        
Adonde, anudado el roto hilo, diga y haga        
Lo que aquí falta, lo que a tiempo decir y hacer aquí no supe.      

Adiós, adiós, compañeros imposibles.     
Que ya tan sólo aprendo       
A morir, deseando       
Veros de nuevo, hermosos igualmente     
En alguna otra vida.



MATERIAL COMPLEMENTARIO:

'PARA EMPEZAR CON CERNUDA'


("Vamos a empezar buceando en el significado que tenía para Cernuda llamar al conjunto de su obra 'La Realidad y el Deseo'... esos dos poemas nos podrían servir para enlazar nuestro trabajo con el teatro de García Lorca, con las tragedias rurales. Confrontar el principio del placer, de libertad, con el principio de autoridad que definen esas obras universales. Como la pulsión del deseo, de la libertad, se choca con la autoridad, con las convenciones, las que hacen que nos preguntemos qué es lo que realmente queremos, si realmente el hombre pudiera decir...)

("Al igual que Baudelaire, Cernuda abomina de la civilización moderna, desmitifica sus valores y se interroga, con pasión y con ira, acerca del papel del poeta en un mundo regido por la codicia de los fuertes y cobardía de los débiles. La conciencia del tiempo, del paso de los años, la vejez y la muerte, la multitud urbana, son asimismo constantes en Cernuda como lo fueron en Baudelaire")


("Imagino a Cernuda tras todas las pancartas, como bajando por la Gran Vía, junto a Vicente Aleixandre, empujado por la riada ciudadana de la proclamación de la República; imagino a Cernuda en pie frente al Congreso, con esa fortaleza de su fragilidad, gritando que “No nos representan”)


(... Tú sola quedas con el deseo, con este deseo que aparenta ser mío y ni siquiera es mío, sino el deseo de todos, malvados, inocentes, enamorados o canallas.) 


("... la dignidad de la conciencia individual es imprescindible “como testigo irrefutable / de toda la nobleza humana”. Son lecciones muy vivas de su poesía, ahora que uno de sus enemigos más poderosos, el capitalismo, extrema la destrucción de las conciencias individuales y de los espacios públicos. El futuro es hoy... el poema es un espacio público, objetivo y su dimensión depende de que sea habitado y vivido por el lector")


("En este momento dramático del mundo, el artista debe llorar y reír con su pueblo… El dolor del hombre y la injusticia constante que mana del mundo y de mi propio cuerpo y mi propio pensamiento, me evitan trasladar mi casa a las estrellas…", Federico García Lorca)














FRAGMENTO DEL LIBRO RECOMENDADO 'LOS ASQUEROSOS', de Santiago Lorenzo/ ENTREVISTA A SANTIAGO LORENZO, por Ramón Vendrell

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"La intimidad del portal acendró los ánimos del policía. Lanzó a Manuel contra el mural de buzones y cargó de impulso el hombro del atrapado. Le iba a pegar porque sí...

En julio de 2015 había entrado en vigor un nuevo corpus jurídico que redefinía las relaciones de los ciudadanos con las fuerzas de seguridad... la nueva ley dictaba sanciones esquilmadoras y penas de prisión engordecidas sólo por mor de un simple vocablo, una sencilla fotografía, una diferencia de pareceres... el texto convertía a los policías en jueces armados cuyo mero testimonio gozaba de rango de prueba"

Santiago Lorenzo, autor de 'Los asquerosos'

La reivindicación no era en el portal, no suele serlo. Allí no había nada que dispersar. Pero el agente cerró tras de sí. Dio por hecho que Manuel, que nunca llegó a saber qué se demandaba en la protesta, era un manifestante que buscaba cobijo. Le susurró el pareado "chavalito, callandito" con rabia indisimulada, y aludió ofensiva y amenazadoramente a su corta estatura.

La intimidad del portal acendró los ánimos del policía. Lanzó a Manuel contra el mural de buzones y cargó de impulso el hombro del atrapado. Le iba a pegar porque sí. O porque le recordaba a alguien, o por convicción moral, o por celo profesional. Por lo que fuera. El individuo llevaba la expresión de peligrosote de quien luego no sabe rellenar un formulario en una ventanilla.

Manuel, que en momentos de sobresalto solía verse invadido por complicado léxico, se figuró en su cabeza las retorcidas expresiones "¿A santo de qué me irrumpe este?" y "¿A fuer de qué me prorrumpe?". Un camuflado le iba a partir por la mitad por el delito flagrante de estar saliendo de su portal para comprar una churrera.

Entrevió cómo iba a acabar el episodio si no tomaba medidas. No con un garroatazo encima, sino con una alquitranosa conciencia de que el estado de derecho iba a posar su afán de desderecho sobre él. Dudaba de que si admitía el porrazo y luego se iba a la ferretería de Delicias como si nada, pudiera sobrellevar la carga de haber entrado en la rueda sin radios del despropósito. Quería comerle el espacio un servidor público retribuido mensualmente para defendérselo.

Por la diferencia de volúmenes, el policía lo podía fulminar. Pero acomentiendo contra el más sucinto, el funcionario mílite se había equivocado de medio a medio. Manuel se iba a defender de una agresión injustificada perpetrada a manos de un oponente que jugaba con demasiada ventaja.

Empuñaba dentro del bolsillo su destornillador amuleto. Lo llevaba siempre encima desde el día de la lámpara recompuesta. Lo sacó a resorte y embistió a punta de herramienta sobre el cuello desnudo de su inminente atacante. Le acertó. El policía soltó la porra y se llevó las manos al pescuezo.

De un respingo acelerado, Manuel retomó la vertical y cruzó el portal sin conocer el alcance de su punción. No sabía si la herida infligida era grave o leve, superficial o mortal de necesidad. (...)

En julio de 2015 había entrado en vigor un nuevo corpus jurídico que redefinía las relaciones de los ciudadanos con las fuerzas de seguridad. Sobre el papel sonaba a música, pero la nueva ley dictaba sanciones esquilmadoras y penas de prisión engordecidas sólo por mor de un simple vocablo, una sencilla fotografía, una diferencia de pareceres o un un leve contacto físico entre dedos.

En la práctica, el texto convertía a los policías en jueces armados cuyo mero testimonio gozaba de rango de prueba. Lo que le hacía poco menos que intocables, como si el gobierno promulgador lisonjeara a la fuerza pública para ver de transformarla en su guardia pretoriana. Había más motivos para evitar a la policía en 2015 que a los quinquis en los setenta, a los que por edad tuve ocasión de tratar. Los chirleros de robar 100 pesetas sólo iban a dejarle a uno un bolsillo aligerado, pero ningún requerimiento penitenciario ni sanciones onerosamente agigantadas.

El suceso del portal quedaría adscrito al ámbito del atentado contra agente de la autoridad. Si por una palabra, un gesto o un toque en un brazo ya le embargaban a un las cuentas y lo arrojban a mazamorras sin mucho más atestado, qué decir de una agresión a sangre, por muy fundamentada que esta fuera. Según el desgarro causado, y en virtud de la la nueva letra, el delito tardaría entre 15 y 20 años en prescribir. En concepto de multa, le iban a quitar a Manuel los chines que había recabado en dos años, el coche de saldo y odo duro que fabricara hasta que muriera. Por haberse defendido.


"Posiblemente se escriban tesis doctorales demostrando que en efecto las cosas están yendo para atrás en materia de libertades. Es muy penoso porque uno ha vivido épocas de una libertad envidiable. Es evidente. Siempre se demanda más libertad pero es que en este caso se están demandando cotas muy bajas"

ENTREVISTA A SANTIAGO LORENZO, por Ramón Vendrell
Manuel, el protagonista de 'Los asquerosos', se ve obligado a huir de Madrid con lo puesto y encuentra refugio en un pueblo abandonado. Allí le coge el gusto a tener todo el tiempo del mundo para hacer lo que le venga en gana, a apañárselas cual hombre primitivo (aunque con dos o tres herramientas, eso sí) y a la soledad. Solo Santiago Lorenzo podía convertir tan magra trama en una tronchante, rabiosa y poética novela sociopolítica.  
¿Puede describir el lugar desde donde habla?
Estoy en una casa de una pedanía de un pueblo muy pequeño en la provincia de Segovia. Es una casa que se me queda un poco grande y que está bastante desangeladita.
¿Qué ve?
Tengo el ordenador delante con posibles respuestas a posibles preguntas que me hagas.
¡Una entrevista con trampa!
No, es que tienes el dudoso honor de hacerme la primera entrevista por 'Los asquerosos' y necesito un poco de apoyatura. Detrás mío tengo un montón de maquetas y delante tengo una montaña muy bonita.
Si el consumo es una religión, ¿qué es 'Los asquerosos'?
En función de eso, sería una nueva propuesta para relacionarnos con la austeridad. Con la austeridad como elección propia, no impuesta por las asquerosas circunstancias.
¿Es de natural austero?
Sí, majo, sí. Qué le vamos a hacer.
¿Siente simpatía por la figura del ermitaño?
Un ermitaño puro, un ermitaño que está metido en su gruta, será siempre una persona que será imposible que te dé la paliza.
¿Cree que el Estado es cada vez más represor y que asistimos a un retroceso de las libertades?
No es una opinión decir que sí. Posiblemente se escriban tesis doctorales demostrando que en efecto las cosas están yendo para atrás en materia de libertades. Es muy penoso porque uno ha vivido épocas de una libertad envidiable. Es evidente. Siempre se demanda más libertad pero es que en este caso se están demandando cotas muy bajas. Si uno se dedicara a la sociología y la politología saldría una tesis muy sencillita de hacer.
¿Qué opina de la educación actual de los niños, no tanto por parte de la escuela como de la familia?
Yo es que no tengo hijos y no me puedo imaginar en la tesitura de tenerlos, de forma que vivo bastante de espaldas a la infancia. Imagino que me lo preguntas por lo que sale en la novela.
Por eso y porque tiene ojos.
La misión de viejos como yo es quejarnos de las generaciones que nos suceden y la obligación de las generaciones que nos suceden es quejarse de nosotros. Así que yo he cumplido con mi parte. Siempre encuentro cosas en materia de deseducación de los hijos que me sacan de quicio y entonces es una gozada sacarse de encima ese desquicie escribiéndolas en una ficción.
¿Qué le desquicia de la deseducación de los niños?
El Actimel, el 'cuidado que no te toquen que te contagian', la necesidad de que las casas estén a 25 grados en invierno y a 18 en verano. Tú necesitas correr riesgos físicos para aprender a evitarlos. Desde mi ignorancia me da la sensación de que hay una hiperprotección que creo que va a ser muy perjudicial de cara a la supervivencia de nuestros pequeños cuando se hagan adultos. 
Hay en 'Los asquerosos' una crueldad inédita en usted cuando se refiere a 'La Mochufa'.
Hay que expresar tus sentimientos en las novelas. Me gusta que me lo digas porque significa que estoy tocando sentimientos que no había tocado antes, que estoy completando mi obra o algo así. La verdad es que sí hay una crueldad y un sadismo con 'La Mochufa' pero mejor expresarlo en un libro que ponerlo en práctica. El nuestro es un sádico que utiliza armas muy elementales. Había un enfado en esta novela que igual no había en otras. Un amigo me decía 'no te pases', pero es que pasarse es una gozada, al menos en la ficción. 
Las trampas que les prepara parecen de 'Solo en casa'.
Esa película la vi en un autobús. A mí lo que me admira es la gente capaz de hacer cosas eficaces con pocos recursos. Lo importante de las agresiones de Manuel no son tanto los resultados sino el hecho de que las fabrica con cuatro elementos que encuentra por casa. Emparentaría a Manuel con esas películas de kungfú en las que un tío con un palito es capaz de derrotar a 50 samuráis.
¿Alguna vez ha llevado ropa con la marca bien grande?
Creo poder jurar que no. No cuenta el hecho de que la etiquetita del tejano se ve porque no puedes ir con la mano en el culo, ¿no? Entonces creo poder jurar que no. Pero sí confieso que incluso habiendo escrito esto en ocasiones me he sentido orgulloso de ir con unos zapatos y no con otros. O sea que de esas gilipolleces también me acuso.
¿Le parece que no sabemos qué hacer con el tiempo libre?
Posiblemente ha pasdado siempre. El tiempo libre cunde en la medida en que tú tengas ganas de hacer cosas con él. Siempre ha habido gente que no sabe qué demonios hacer. Tengo un vecino que se ha jubilado y está todo el día mirando la pared y da mucha pena. Un comentario: cierta prensa se está metiendo siempre con el cine español y a esa gente le quitas la televisión y se muere del asco. Hay individuos que no saben qué hacer con el tiempo y otros a los que les falta tiempo y estos suelen ser más interesantes.
¿Nunca se ha aburrido en soledad sin nada que hacer?
Sí. Pero es que yo tengo toneladas de tiempo libre y además desde hace muchísimo tiempo. Entonces en ocasiones sí me encuentro a mí mismo con una especie de angustia que me dura unos 30 segundos porque no tengo nada que hacer ni nada que me apetezca hacer. Por fortuna solo dura 30 segundos. Luego vuelvo a hacer mis cositas, que uno es lo suficientemente tonto para entretenerse con una tiza.
Leyéndole parece que se lo pasa bomba escribiendo. Que el sufrimiento del llamado proceso creativo no va con usted.
Yo si no me voy a divertir mucho no me pongo a escribir. Lo del sufrimiento escribiendo no lo puedo entender. Es como si sufres comiéndote una 'escudella'. Pues no te la comas y ya está. No debes escribir si no te mueres absolutamente de ganas de hacerlo. Hay otras cosas que puedes hacer. Leer lo que otros han escrito, por ejemplo. Solo se debe escribir cuando o escribes o te disparas en la cabeza. El miedo ante la página en blanco... Tira la página y juégate unos marcianos en el ordenador o haz unos sudokus. 
¿Qué está leyendo o ha leído últimamente?
El último libro que he acabado es uno de Ian Gibson que tiene 38 años de antigüedad y es un intento de biografía de José Antonio Primo de Rivera ['En busca de José Antonio']. Es muy bonito leer textos de historia que ya son historia. Me excita mucho. Hace poco leí un artículo interesante sobre la yihad publicado en una revista de historia de mayo del 2001, cuando todavía no había sido el 11-S. También he leído recientemente un libro de David Solar sobre los errores militares en la segunda guerra mundial. Y uno que me ha encantado sobre la guerra ruso-japonesa, en concreto sobre la batalla de Tsushima, sobre el viaje desastroso que le toca hacer a la escuadra rusa del Báltico en 1904 para ir del Báltico a Japón bordeando África. Un tostón horroroso para que una vez llegan a Japón la escuadra japonesa les fría. Qué bien haberse perdido esa discoteca
¿De dónde sale la palabra 'Mochufa'? 
Ya apareció en 'Las ganas'. Es una absoluta invención, me sonaba a onomatopeya del cuerpo social al que me refiero y que queda descrito con cierta exactitud en la novela o eso se ha intentado. Decía Joaquín Vidal, el crítico taurino, que hay una palabra en castellano que al pronunciarla seas finlandés o seas de Córdoba entiendes perfectamente lo que significa, que era la palabra cabestro, llamarle a uno cabestro. Pues aquí yo aspiro a que pase lo mismo con 'Mochufa'. Es una juntura de fonemas en la que estuve concentrado meses y meses. Ya me puedo morir si se autoexplica como cabestro.
¿Qué le queda de haber ido a un colegio del Opus Dei?
Amigos. Tuve la suerte de que pasé diez años en un colegio del Opus y luego cuatro en un instituto público. Espero que me hayan quedado influencias no del Opus sino de esa juntura de contrarios. Aunque he tenido novias que me han denunciado que tenía más rémoras del Opus de lo que yo me pensaba.
¿Es posible una revuelta anticonsumista?
Sí, siempre que sea puramente individual. Los intentos individuales están llamados al triunfo pero desconfío de los colectivos. Es tan íntimo el anticonsumo que con que sea individual basta. Yo sigo manejando billetes en vez de tarjeta y tengo problemas pero es mi problema superarlos. Te miran mal, parece que eres un narcotraficante cuando vas a comprar, 'mira, el tío de los billetes, ya vienen otra vez'.
¿Echa el freno con el vocabulario alguna vez para que el lector no tenga que leerle con un diccionario al lado?
El día que has aprendido una palabra y la quieres meter en una novela, te das cuenta de que es un movimiento muy ilegítimo porque tú no la conocías hasta hacía un minuto. No seas hipócrita y no la metas ahora exigiendo a la gente que se la sepa. Yo ahora a un arquitecto en un mail le he llamado alarife pero porque él es arquitecto y sabrá que un alarife es un arquitecto, pero no se me ocurre meter alarife en una novela. Vamos, creo que no aparece en 'Los asquerosos'.
¿Quiénes son exactamente los asquerosos del título?
La teoría del libro es que todos somos susceptibles de serlo pero se fija especialmente en los caseros gorrones, los funcionarios que aporrean con exceso de celo, las empresas tramposas y La Mochufa. 
¿Ha utilizado mucho la chuleta?
No he mirado en ningún momento el ordenador.
(Fuente: elperiodico.com, 02-10-2018)











'OTRAS COSAS', por Juan José Millás / ACTIVIDADES

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"Quizá la realidad está tan impregnada de información que no es preciso dedicarle espacios específicos... En el recibo del gas o del teléfono, además de la información económica, te dan una teórica sobre el capitalismo rampante y la temperatura de nuestra democracia, que es más o menos la que va a haber este invierno en nuestra casa: fría...

De modo que cuando se suprime un telediario se clausura un programa de entretenimiento que no funcionaba"

OTRAS COSAS

La noticia es que Cuatro dejará de emitir informativos, suponemos que por falta de demanda. O por exceso de oferta, no estamos seguros. Quizá la realidad está tan impregnada de información que no es preciso dedicarle espacios específicos. Hay información en el tejido (y en la etiqueta) de la camisa que te has comprado en las rebajas. La hay en los manteros con los que has tropezado a la salida de los grandes almacenes. También en el coche de la policía que los ha obligado a huir de forma precipitada con sus bultos al hombro. En las comidas y cenas familiares de las recientes fiestas navideñas recibiste más información de la que serás capaz de digerir en los próximos meses acerca de las dificultades laborales y habitacionales de sobrinos, hijos de amigos y parientes varios. Recibes información sobre la vida cada vez que te acercas a los chinos a comprar la lechuga que olvidaste coger en el supermercado. En el recibo del gas o del teléfono, además de la información económica, te dan una teórica sobre el capitalismo rampante y la temperatura de nuestra democracia, que es más o menos la que va a haber este invierno en nuestra casa: fría. Si eres usuario del autobús o del metro, sabes perfectamente en qué punto se halla la epidemia de gripe y cuánto tiempo hace que la gente no se compra unos zapatos nuevos.

En algunos establecimientos públicos dicen a veces por la megafonía que permanezcamos atentos a las pantallas porque carecen de megafonía. En algunos informativos deberían advertir que carecen de información, de información sobre nuestro vuelo al menos. Cierto es que la política está también en otras cosas. De modo que cuando se suprime un telediario se clausura un programa de entretenimiento que no funcionaba.

(Fuente: El País, 11-01-2019) 

ACTIVIDADES:

1. Identifique las ideas del texto y exponga esquemáticamente su organización. 

2. Indique y explique la intención comunicativa de la autora, y comente dos mecanismos de cohesión distintos que refuercen la coherencia textual. 

3. Análisis sintáctico: 

"En algunos establecimientos públicos dicen a veces por la megafonía que permanezcamos atentos a las pantallas porque carecen de megafonía"

4. Explique el significado de las expresiones señaladas en el texto (negrita).






'UNA GENERACIÓN EMPROBRECIDA', por H. Resano / 'LA VISITA DE DIOS', de L.Cernuda / PROPUESTA DE EXAMEN

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"Tengo al lado a una adolescente hecha un mar de dudas que busca respuestas en una sociedad que cada vez es más desleal con quienes apuestan por el esfuerzo, por el trabajo bien hecho, por alcanzar oportunidades ganadas a base de compromiso y horas de estudio o trabajo... El paro juvenil empieza a ser crónico... un desempleo galopante entre los más jóvenes, con unos sueldos míseros y una situación laboral tan precaria... hay tantos ejemplos, tantas historias de gente con muchísimo talento que no puede avanzar que frustra"

"Estoy en la ciudad alzada para su orgullo por el rico, adonde la miseria oculta canta por las esquinas o expone dibujos que me arrasan de lágrimas los ojos..."


UNA GENERACIÓN EMPROBRECIDA

Admito que hay días que me cuesta mucho lograr ver luz en todo esto. Creo que hay veces que tengo demasiada información como para poder ser mínimamente optimista. Tengo al lado a una adolescente hecha un mar de dudas que busca respuestas en una sociedad que cada vez es más desleal con quienes apuestan por el esfuerzo, por el trabajo bien hecho, por alcanzar oportunidades ganadas a base de compromiso y horas de estudio o trabajo. Sí, me cuesta porque demasiadas veces lo he visto o lo he vivido. Ella busca que la vida le diga por dónde tirar, le dé alguna señal, le inspire y le ayude a encontrar su camino. Y no lo consigue. Nosotros estamos ahí, a su lado, intentando responder a sus preguntas, resolver sus dudas y ayudándole, abriéndole puertas para que encuentre su camino. Pero no es fácil.

Hace unos meses escribía aquí lo complicado que le estaba resultando decidir con sus 15 años qué quería estudiar, si ciencias, si letras, si tirar por una FP. El sistema les obliga a definirse en un momento de su vida en el que lo último que quieren o pueden es precisamente definirse. Pero esto es lo que hay y llega junio, y después de haber hecho una matrícula deciden cambiarla en el último momento y tirar por lo más o menos establecido. El sistema les encorseta tanto que las costuras empiezan a abrirse enseguida, en cuanto arranca el curso y ven que no todo lo que les interesa se puede enmarcar en unas ciencias puras o en unas letras puras. Y surgen, de nuevo, las dudas. Y llega esa misma reflexión que muchos nos hicimos a su edad y que ellos repiten, 30 años después: “¿Esto tiene salidas? ¿Con esto puedes vivir?”. Ayyyyy. Y buscas respuestas en los datos, vas a las cifras, lo más frío que puede existir a la hora de decidir un futuro laboral. Y no hay mucho que ofrecer. Y le pides que no decida qué quiere ser en base a salidas, sino en base a motivaciones, a lo que le gusta, a lo que le apasiona, sabiendo que esa tampoco es la solución. Porque su realidad es otra. 

El sistema les obliga a definirse en un momento de su vida en el que lo último que quieren o pueden es precisamente definirse

El paro juvenil empieza a ser crónico. La noticia no es nueva, cierto. Pero las consecuencias de esa realidad sí y asustan. El Consejo de la Juventud ha hecho la radiografía de cuáles son las consecuencias de un desempleo galopante entre los más jóvenes, con unos sueldos míseros y una situación laboral tan precaria que les es imposible planificar su vida más allá de dos meses vista. Los resultados son exclusión social y pobreza. Sí, pobreza. 1 de cada 4 jóvenes de entre 16 y 29 años viven en una situación de pobreza, tienen problemas para llegar a final de mes y apenas pueden vivir con lo que ganan. Ellos, siempre lo hemos dicho, son nuestro futuro. Y nuestro futuro, el que debe de construir y tomar el relevo de aquí a unos 10 años, está destruido por las condiciones laborales que les estamos ofreciendo.

Gente que trabaja ocho horas y que apenas llega a cobrar 900 euros. Con eso tiene que pagar una casa de alquiler que cada día es más cara, vivir con unos precios que cada día suben más y lograr construirse el futuro que ellos elijan: tener o no hijos, independizarse, formar una familia, viajar. En mi entorno hay tantos ejemplos, tantas historias de gente con muchísimo talento que no puede avanzar que frustra: Clara, Nerea, Raquel, Daniel, Marcos…. Gente que no ha llegado a los 30 y que viven de forma muy precaria. El Consejo de la Juventud alertaba de las consecuencias de esta realidad, de una generación que no consigue progresar y que supone un caldo de cultivo para que cuajen los mensajes populistas, las ideologías más extremas.

Los que podemos cambiar esto no lo estamos haciendo, ni ejerciendo cuidados paliativos ni tampoco entrando con el bisturí y cambiando un sistema que no les ayuda a encontrar salidas laborales reales. Sentémonos a debatir cómo cambiar esto. No podemos permitirnos que la siguiente generación a ésa a la que el Consejo de Juventud ha desahuciado socialmente, repita exactamente los mismos errores.

(Fuente: infolibre, 20-12-2018)


LA VISITA DE DIOS

Pasada se halla ahora la mitad de mi vida.
El cuerpo sigue en pie y las voces aún giran
y resuenan con encanto marchito en mis oídos,
mas los días esbeltos ya se marcharon lejos;
sólo recuerdos pálidos de su amor me han dejado.
Como el labrador al ver su trabajo perdido
vuelve al cielo los ojos esperando la lluvia,
también quiero esperar en esta hora confusa
unas lágrimas que aviven mi cosecha.
Pero hondamente fijo queda el desaliento,
como huésped oscuro de mis sueños.
¿Puedo esperar acaso? Todo se ha dado al hombre
tal distracción efímera de su existencia;
a nada puede unir esta ansia suya que reclama
una pausa de amor entre la fuga de las cosas.
Vano sería dolerse del trabajo, la casa, los amigos perdidos
en aquel gran negocio demoníaco de la guerra.
Estoy en la ciudad alzada para su orgullo por el rico,
adonde la miseria oculta canta por las esquinas
o expone dibujos que me arrasan de lágrimas los ojos.
Y mordiendo mis puños con tristeza impotente
aún cuento mentalmente mis monedas escasas,
porque un trozo de pan aquí y unos vestidos
suponen un esfuerzo mayor para lograrlos
que el de los viejos héroes cuando vencían
monstruos, rompiendo encantos con su lanza.
La revolución renace siempre, como un fénix
llameante en el pecho de los desdichados.
Esto lo sabe el charlatán bajo los árboles
de las plazas, y su baba argentina, su cascabel sonoro.
silbando entre las hojas, encanta al pueblo
robusto y engañado con maligna elocuencia,
y canciones de sangre acunan su miseria.
Por mi dolor comprendo que otros inmensos sufren
hombres callados a quienes falta el ocio
para arrojar al cielo su tormento. Mas no puedo
copiar su enérgico silencio, que me alivia
este consuelo de la voz, sin tierra y sin amigo,
en la profunda soledad de quien no tiene
ya nada entre sus brazos, sino el aire en torno,
lo mismo que un navío al alejarse sobre el mar.
¿Adónde han ido las viejas compañeras del hombre?
Mis zurcidoras de proyectos, mis tejedoras de esperanzas
han muerto. Sus agujas y maderas reposan
con polvo en un rincón, sin la melodía del trabajo.
Como una sombra aislada al filo de los días,
voy repitiendo gestos y palabras mientras lejos escucho
el inmenso bostezo de los siglos pasados.
El tiempo, ese blanco desierto ilimitado,
esa nada creadora, amenaza a los hombres
y con luz inmortal se abre ante los deseos juveniles.
Unos quieren asir locamente su mágico reflejo,
mas otros le conjuran con un hijo
ofrecido en los brazos como víctima,
porque de nueva vida se mantiene su vida
como el agua del agua llorada por los hombres.
Pero a ti, Dios, ¿con qué te aplacaremos?
Mi sed eras tú, tú fuiste mi amor perdido,
mi casa rota, mi vida trabajada, y la casa y la vida
de tantos hombres como yo a la deriva
en el naufragio de un país. Levantados de naipes,
uno tras otro iban cayendo mis pobres paraísos.
¿Movió tu mano el aire que fuera derribándolos
y tras ellos en el profundo abatimiento, en el hondo vacío,
se alza al fin ante mí la nube que oculta tu presencia?
No golpees airado mi cuerpo con tu rayo;
si el amor no eras tú, ¿quién lo será en este mundo?
Compadécete al fin, escucha este murmullo
que ascendiendo llega como una ola
al pie de tu divina indiferencia.
Mira las tristes piedras que llevamos
ya sobre nuestros hombros para enterrar tus dones:
la hermosura, la verdad, la justicia, cuyo afán imposible
tú solo eras capaz de infundir en nosotros.
Si ellas murieran hoy, de la memoria tú te borrarías
como un sueño remoto de los hombres que fueron.
('Las nubes', 1937-1940)
 
PROPUESTA DE EXAMEN 
(según nuevas directrices)

1. Identifique las ideas del texto y exponga esquemáticamente su organización (1,5 puntos). 
2. Indique y explique la intención comunicativa de la autora (0,5 puntos), y comente dos mecanismos de cohesión distintos que refuercen la coherencia textual (1 punto). 

3. ¿Cree usted que el futuro de los jóvenes de este país es tan negro como algunas personas vaticinan? Elabore un discurso argumentativo, entre 150 y 200 palabras, en respuesta a la pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuado (2 puntos).

4a. Identifique la clase de palabra y la función sintáctica que desempeñan las palabras señaladas en el texto (negrita) (1,5 puntos). 

4b. Señale dos marcas de subjetividad presentes en el texto (1 punto). 

5a. Exponga brevemente el siguiente tema: El teatro español partir de 1939 (1 punto).

5b. Explique el origen y el significado del título del libro de Luis Cernuda 'Donde habite el olvido' (1,5 punto). 

ENTRADA RELACIONADA:
(El modelo de examen para la prueba de acceso y admisión a la Universidad ha sufrido algunos cambios en la asignatura de Lengua Castellana y Literatura. Uno de ellos ha sido la sustitución del comentario crítico por la elaboración de un discurso argumentativo que responda a una pregunta previamente planteada... algunas pautas que pueden ayudar a la redacción de ese texto. (...) Imaginemos que estamos defendiendo la tesis de que la Educación, el Conocimiento, constituyen los pilares fundamentales de una sociedad. Podríamos acordarnos de Sócrates y apuntar que según el filósofo griego, "La ignorancia es el único mal")





'HOLA, MI NOMBRE ES PEDRO SÁNCHEZ', por Luis Enrique Ibáñez / 'VALS NEGRO', de Juan Carlos Mestre

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"Es curioso también comprobar que los que compiten con nosotros se distraen con enorme facilidad... entran al trapo en los señuelos que lanzamos y olvidan las cuestiones fundamentales... compiten con nosotros desde el vacío... Incluso así, yo, que soy muy chulo, voy soltando alguna medida de apariencia social para que nada se mueva... "migas en las mesa para que nadie recuerde el hambre", que decía lúcido el poeta Juan Carlos Mestre...

ustedes y nosotros, terminamos dedicando nuestro tiempo perdido a esa mala cosa de la que hablaba Benjamín Prado, "Mala cosa cuando la gente de abajo en lugar de tratar de salir a la superficie se conforma con tener limpio el fondo del pozo"


HOLA, MI NOMBRE ES PEDRO SÁNCHEZ

Hola, mi nombre es Pedro Sánchez. Nos sorprende, a los de mi bando, que no terminen de pillarlo, a veces nos da la risa cuando comprobamos lo fácil que resulta embaucarles, nublar su pensamiento. Constantemente, hacemos trucos de magia, en los que nosotros, los valedores de todo, nos sentimos ridículos. Pero resulta que luego funcionan, es un gustazo ver cómo ustedes, o lo que sean, se lo tragan todo.

El estado español tiene una Deuda Pública, me dicen, del 98,3% del PIB, unos  1.160.976 millones, perdonen, yo con esas cifras me pierdo un poco. He decidido que el Tesoro Público (el Estado) conceda un préstamo a la Seguridad Social (el Estado) de 15.000 millones para poder pagar las pensiones, qué coñazo, qué lastre constituyen tantos mayorcitos que no dan un palo al agua. 

Simultáneamene, también he decidido subirme el sueldo a mí mismo, a los expresidentes de gobierno y a las casas reales. ¿A que soy majo?

Sin embargo, no he tenido demasiadas ganas de meterle mano de verdad al enorme fraude fiscal cometido por las grandes empresas, ese que según los Técnicos del Ministerio de Hacienda asciende a 47.000 millones al año, que triplica el cometido por pymes y autónomos y que supone un 71.8% del total de fraude en España. ¿Que por qué no lo hecho? Coño, porque son los míos. Recuerden, si no, cómo la mayoría de nosotros acabamos en los consejos de administración de esas empresas.

Cuando empecé a mandar también me pegué un buen pasote. Había por ahí, creo que era en el Mediterráneo, un barco cargado de refugiados, o inmigrantes, yo qué sé. Resulta que ningún país de nuestro entorno (me encanta cómo pronuncio estas palabras, "país de nuestro entorno"), quería acogerlos, recibirlos. Fue entonces cuando yo, el guaperas, me miré al espejo y me dije ahí lo tienes, no lo dudes, pega un cojonudo fogonazo mediático, dile al universo que tú los acoges. Fue una pasada.

Pero a pesar del exitazo, ustedes comprenderán que se trataba simplemente de una puesta en escena. 

A mí el tema de esa gente como que me importa poco. Sé perfectamente que todos los días mueren niños de frío mientras huyen de Siria y de otros lugares, pero a ver... Yo estoy aquí para lo que estoy, ¿me entienden? Creo que no, pero da igual, al menos a mí me da igual. 

Del mismo modo, cuando tuve que decidir si permitía vender armas a un estado medieval, tirano, que no respeta ningún derecho humano, y que mata con nuestras armas, las de las empresas a las que me debo, seguro que tampoco me entienden, utilicé argumentos tan peregrinos que todavía sigo muerto de la risa al ver cómo colaron, ustedes, plebe, no dejan de sorprenderme, perdón voy a por mi copa de vino.

Disculpen mi osadía, también he querido, ya iba lanzado, sacar a Franco del Valle de los Caídos. Pero, ay, no es tan fácil como yo creía, a veces no mido bien y me paso de frenada. Y es que, además, no imaginan el yuyu que da tratar con esa familia. También acojona, en serio, negociar con el prior de ese Valle, entras allí, cruzas las primeras palabras con él, y te entra un frío por el cuerpo que me río yo de 'El exorcista'. Así que ahí sigue el hombre. De todas formas da igual, ustedes ya se han olvidado del asunto, a otra cosa.

Deben saberlo, aunque sean incapaces de retenerlo: tratar cualquier asunto con la Iglesia se torna en una tarea imposible. Uno parece tener claro su pensamiento, pero cuando me llega el momento de coger mi extraordinaria pluma y echar una firma para quitar tantos y tan obscenos privilegios a esa institución... no sé explicarlo, pero siempre hay algo que me detiene, una especie de miedo antiguo que todo lo paraliza. Por eso, aunque en mi empresa, perdón en mi partido, firmamos la autofinanciación de la Iglesia Católica (ustedes no se acuerdan, lo sé), nunca hemos hecho nada para que sea real.

Ocurre algo parecido con la Monarquía. Por ello, cuando hace poco alguno de nuestros aliados pretendió debatir sobre esa institución, sobre la inviolabilidad del rey, ordené a una de mis ministras que pronunciara la siguiente: "la Constitución no se toca". Y punto. Esa mujer se refería, lógicamente, al punto 3 del artículo 56 de la Constitución, "La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad". Nótese que he dicho "mis ministras", porque yo, presidente, tengo más mujeres en el gobierno que nadie en el mundo. No me digan que no soy enrollado.

También tengo un ministro de Universidades que es astronauta. No dice nada sobre cómo el actual sistema de grados y másteres está partiendo la sociedad en dos, pero es astronauta. ¿A que mola?

Al principio les hablé de Deuda Pública. Es sabido, deberían leer más, que economistas de indudable prestigio han demostrado que un enorme porcentaje de esa deuda procede de deudas privadas, convertidas, porque sí, porque son los nuestros, en deuda pública. Ya lo dijo El Roto, "Todo lo que dé dinero debe ser privado, y lo que arroje pérdidas, público", ¿lo comprenden?. Yo sí, se trata de defender a los míos. Por ello, colaboré en la reforma de la Constitución (ahora sí se toca), concretamente el artículo 135, ya saben, qué van a saber, conseguimos en unas horas lo que los de Arriba nos ordenaron,  sellar con sangre el techo del déficit y, sobre todo, otorgar prioridad absoluta al pago de esa Deuda Ilegítima. Y no pasa nada. 

Esa reforma les convierte a la mayoría de ustedes en los nuevos esclavos modernos, sumisos y obedientes.

Por cierto, no me acordaba. Al parecer colaboré, como consejero en Caja Madrid, en la emisión de esa fantástica estafa de las preferentes... si es que dónde no haya estado yo, soy la hostia.

Presumo, cómo no, de la creación de empleo. Del mismo empleo que antes criticaba por considerarlo, no precario, estúpida palabra, sino esclavo. Lo que ocurre es que ahora soy yo el encargado oficial de sostener la mierda. Y sin ningún problema me visto de Humpty Dumpty y entonces también soy yo el que decide el significado de las palabras. Así de fácil.

Además, dije que me iba a cargar la Reforma Laboral... y, si no recuerdo mal, creo que dije algo parecido sobre la Ley Mordaza. Comprenderán que esta última, la verdad, viene de puta madre.

Podría seguir contándoles cosas de mí, porque siempre es una garantía la capacidad de olvido que ustedes constantemente regalan. Además, para garantizar su bondadosa amnesia, mis dueños, los del Poder Real, también son dueños de los Medios de Comunicación, encargados, oficialmente, de la idiotización general.

Es curioso también comprobar que los que compiten con nosotros por ser los respresentantes del Poder Real se distraen con enorme facilidad. Enseguida entran al trapo en los señuelos que lanzamos y olvidan las cuestiones fundamentales que atañen a lo social, es decir, compiten con nosotros desde el vacío, claro, están compitiendo con nosotros ahí, no pueden hacer otra cosa. 

Y así, ustedes y nosotros, terminamos dedicando nuestro tiempo perdido a esa mala cosa de la que hablaba Benjamín Prado, "Mala cosa cuando la gente de abajo en lugar de tratar de salir a la superficie se conforma con tener limpio el fondo del pozo"

Incluso así, yo, que soy muy chulo, voy soltando alguna medida de apariencia social para que nada se mueva, medidas chiquititas que parecen algo, pero que no son nada comparadas con la magnitud de la estafa, voy dejando "migas en las mesa para que nadie recuerde el hambre", que decía lúcido el poeta Juan Carlos Mestre.

A ver si se enteran, seguro que no, aquí mandan los bancos y las grandes empresas. También lo dijo Benjamín Prado, "Los poderosos son los que dan las órdenes a los que mandan".

Bueno, les dejo, tengo que coger el avión.

Ah, se me olvidaba: sigo afirmando con convicción que yo soy el genuino representante de la izquierda.

Lo que soy es muy gracioso, ¿no?



VALS NEGRO

La precariedad mira a los desconocidos, dice allí está la vida de espaldas, dice buscarás inúltimente lo maravilloso, os equivocaréis como dos locos, nunca seréis inocentes, da igual lo que hagáis, no serás el destinatario de la parábola ni os será dado el encantamiento, por ejemplo, saldréis a buscarme, pero el caballo habrá envejecido y sin dientes no podréis alejaros de la fiesta de la muerte, vaya optimismo el de esta música de mierda, patas de escarabajo para que nadie olvide el enigma, migas en la mesa para que nadie recuerde el hambre. A eso vienen la precariedad y el miedo y las copulaciones de la precariedad, a domesticar a los dolientes con las sobras de la duración, tu parte en la cosecha del buitre, su limosna desde la ventanilla del tren para el hollín de las células.

('La poesía ha caído en desgracia', editorial Calambur)












'COMO EL VIENTO', DEPEDRO Y SANTIAGO AUSERÓN

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"Siempre pienso que  tienes para todos los que están y los que tienen que llegar pero me pregunto cuánto para ti te va a quedar...

Espero que todo, Aisa....Porque esta es la historia,  la historia de un camino que no tiene final, la que nos mece, la que nos obliga, como el viento obliga, como el viento habla y convocar todas las voces que quieren hablar..."


COMO EL VIENTO

Resulta que Depedro cumple años y no se le ocurre otra cosa que llamar a sus colegas para celebrarlo, está bien. Llama, entre otros, al mío, a Santiago Auserón, ese fantasma amigo que no sé dónde está, porque siempre está en la frontera, en esa ribera en la que nadie puede ser reconocido, el lugar ideal.

Y los dos empiezan a cantar, como el viento, meciendo mi cuerpo, consiguiendo que palabras normales se levanten de modo especial, es la música, es sólo eso, es tanto. Es especialmente cercana si uno quiere abrazar las palabras.

Tantas mañanas, Aisa, te has vestido de felicidad, como quiero pensar,  como todos los días desde que te veo caminar, no lo será, pero ahí está el deseo, también lo real, que nunca está escrito. Es obligado recordar que basta tu aliento, para que me sienta como el viento, rompiendo el aire, sumergido en tus dudas, en las mías, menos aún que sumergido en tu risa, sólo contigo, sólo soy feliz si yo te miro.

Siempre viéndote luchando entre toda esta mediocridad, qué gustazo de imagen, es como diferir de todo, preguntar por todo, discutirlo todo, mecida en el viento, en el viento de la palabra.

El Perro y Depedro también se mecen. Hay unos segundos en los que la segunda voz del can se transforma en un viento atávico que también mece el mensaje, el mensaje de lo que en principio sólo parece una de tantas canciones de amor. No lo es.

Tienes para todos los que están y los que tienen que llegar pero me pregunto cuánto para ti te va a quedar no guardas nada, todo para todos y para ti ná esta es la historia de un camino que no tiene final.

No lo hagas, no lo hagamos así. Si no queda nada para ti, para nosotros, tampoco quedará nada para los demás.

Siempre pienso que  tienes para todos los que están y los que tienen que llegar pero me pregunto cuánto para ti te va a quedar...

Espero que todo.

Porque esta es la historia,  la historia de un camino que no tiene final, la que nos mece, la que nos obliga, como el viento obliga, como el viento habla y convoca a todas las voces que quieren hablar. 

Buscaremos entre todos el lugar que la palabra demanda.

(Luis Enrique Ibáñez)




LETRA:

Sólo contigo, 
sólo soy feliz si yo te miro 
basta tu aliento 
para que me sienta como el viento. 
Como el viento, como el viento... 
mece mi cuerpo 

Esta mañanita te has vestido de felicidad 
como todos los días desde que te veo caminar 
siempre luchando entre toda esta mediocridad 
siempre aguantando a los que te quieren pisar 

Sólo contigo, 
sólo soy feliz si yo te miro 
basta tu aliento 
para que me sienta como el viento 
Como el viento, como el viento... 
mece mi cuerpo 

Tienes para todos los que están 
y los que tienen que llegar 
pero me pregunto cuánto para ti te va a quedar 
no guardas nada, todo para todos y para ti ná 
esta es la historia 
de un camino que no tiene final 

Sólo contigo, 
sólo soy feliz si yo te miro 
basta tu aliento 
para que me sienta como el viento. 
Como el viento, como el viento... 
mece mi cuerpo.



ENTRADAS RELACIONADAS:


("... Diciembre todo lo cierra, y todo lo abre. Y es ahí, en esa terca ambigüedad, en esa ubicación imposible, donde la melancolía habita emboscada, al acecho. Allí se juntan los recuerdos para hablar de sus cosas y para disfrutar de nuestra cara de asombro...")





'AYER, HOY, MAÑANA', por Almudena Grandes / 'PEREGRINO’, de Luis Cernuda

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"Hace ahora 80 años se produjo una emergencia humanitaria de proporciones gigantescas. Más de medio millón de personas se vieron forzadas a abandonar su tierra y sus hogares... Huyeron para salvar sus vidas... Huyeron de las violaciones y de la cárcel, del hambre y de las epidemias, de las palizas y los trabajos forzados... Huyeron del paredón... 

Quienes cruzaron ríos a nado, y treparon por alambradas, y peregrinaron por el mundo como parias desposeídos, privados de cualquier derecho, maltratados, explotados, humillados, se apellidaban García, Martínez..."

La Guerra Civil española provocó un éxodo masivo

AYER, HOY,  MAÑANA

Es un buen momento para recordarlo.
Hace ahora 80 años se produjo una emergencia humanitaria de proporciones gigantescas. Más de medio millón de personas se vieron forzadas a abandonar su tierra y sus hogares, sus pertenencias y sus medios de vida, a sus padres, a sus hijos, a sus amigos, para intentar cruzar una frontera. Huyeron para salvar sus vidas, ante una situación de inseguridad jurídica tan atroz que ninguno de ellos podía considerar garantizada su supervivencia. Huyeron de las redadas nocturnas de brigadas incontroladas que sacaban de sus camas a personas vivas cuyos cadáveres nunca aparecían al día siguiente. Huyeron de procesos sumarios en tribunales donde los acusados no tenían derecho a elegir a sus abogados, y los que actuaban de oficio reclamaban su ejecución con tanta energía como el fiscal. Huyeron de las violaciones y de la cárcel, del hambre y de las epidemias, de las palizas y los trabajos forzados que aguardaban a los derrotados. Huyeron del paredón que acabó convirtiéndose en un rasero capaz de igualar muchas vidas, muchas ideas, muchas trayectorias diferentes. Ese fue el destino que alcanzó a, al menos, decenas de miles de sus compatriotas, que no pudieron huir porque vivían en zonas ocupadas desde el principio del conflicto, o demasiado lejos de las fronteras, o en ratoneras naturales, cercadas completamente por el enemigo.
Era imposible escapar, pero aun así, muchos lo intentaron. Salieron andando de sus ciudades, de sus pueblos, para formar grandes columnas de desesperados. Aunque resulte difícil de creer, alguna de estas larguísimas filas de civiles desarmados, casi en su totalidad mujeres, ancianos y niños, fue bombardeada simultáneamente desde el cielo, desde el mar, desde miradores situados en altura sobre cerros y montes. Quienes no fueron exterminados por el camino, siguieron avanzando por los bordes de las carreteras llevando a cuestas a sus hijos pequeños y todo lo que eran capaces de cargar. Maletas, baúles, bolsas se fueron quedando tiradas en los arcenes con todo lo que contenían. Sus propietarios, exhaustos, se desprendían de su peso cuando se quedaban sin fuerzas para acarrearlo, y seguían andando, intentando llegar a un puesto fronterizo, a un puerto, a un paso sin vigilancia por el que salir de su país. Allí, a un paso de la salvación, se quedaron. Allí, cuando todo parecía tan fácil como negociar con un oficial de policía, subirse a un barco, trepar por un monte, expiró su sueño. Porque las verjas no se abrieron, los barcos no llegaron, las autoridades de los países vecinos los devolvieron al suyo sin atender a sus explicaciones. Porque su suerte no le importó a nadie. Porque ningún Estado extranjero se interesó por ellos. Porque el mundo entero escogió mirar hacia otro lado.
Algunos, muy pocos, consiguieron subirse a algún barco. Cuando llegaron a lo que parecía un puerto seguro, no les dejaron desembarcar. Cuando lograron pisar tierra, no les dejaron dirigirse a ningún lugar. Cuando los reunieron detrás de una alambrada, los llevaron a otro recinto cerrado, un campo de trabajo donde les hicieron trabajar en condiciones penosas y sin recibir ningún salario a cambio. Muchos murieron de agotamiento, de desnutrición. Otros compartieron durante años la misma vida de aquellos que no habían logrado culminar la hazaña de escapar de su país. Habían sido tantos que también hubo muchos que tuvieron suerte, y llegaron a países hospitalarios donde pudieron rehacer su vida, labrarse un futuro lejos de su tierra, encontrar otro oficio, otro hogar, otra familia. Pero, en proporción, los afortunados de entonces fueron pocos. Tan pocos como los afortunados de ahora.
Han pasado 80 años. Quienes salieron de sus casas para echar a andar por una carretera no eran hondureños. Quienes surcaron el Mediterráneo en barcos abarrotados para no obtener permiso de desembarcar en puerto alguno no eran africanos. Quienes cruzaron ríos a nado, y treparon por alambradas, y peregrinaron por el mundo como parias desposeídos, privados de cualquier derecho, maltratados, explotados, humillados, se apellidaban García, Martínez, Fernández, López.
Habrían podido ser sus abuelos, o los míos. 
(Fuente: El País Semanal, 20-01-2019)
'PEREGRINO’

¿Volver? Vuelva el que tenga,
Tras largos años, tras un largo viaje,
Cansancio del camino y la codicia
De su tierra, su casa, sus amigos,
Del amor que al regreso fiel le espere.

Mas, ¿tú? ¿Volver? Regresar no piensas,
Sino seguir libre adelante,
Disponible por siempre, mozo o viejo,
Sin hijo que te busque, como a Ulises,
Sin Ítaca que aguarde y sin Penélope.

Sigue, sigue adelante y no regreses,
Fiel hasta el fin del camino y tu vida,
No eches de menos un destino más fácil,
Tus pies sobre la tierra antes no hollada,
Tus ojos frente a lo antes nunca visto.


(De 'Desolación de la quimera', 1956-1962)





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("De tanto en tanto llegan imágenes y noticias de algunos terribles acontecimientos que suceden muy lejos de aquí. Hay guerras y un montón de gente tiene que abandonar sus casas, y huir... Ahí están las fotografías que recogen algunas de estas tragedias. Se publican una y otra vez hasta el punto de que casi pierden significado... No es fácil expresar el dolor, verbalizarlo, darle forma... En las imágenes que recogen los periódicos de los dramas del otro lado del mundo, ese dolor queda mudo")

'CARTA ABIERTA', de Santiago Agrelo...

("Yo he visto emigrantes mutilados, porque han perdido un ojo, o un brazo, o un pie. Yo los he visto golpeados –brechas abiertas en la cabeza, golpes en cualquier parte del cuerpo-, los he visto mordidos por los perros, ateridos de frío, hambrientos y sucios y enfermos y descalzos y andrajosos. He enterrado emigrantes en fosas comunes... Ustedes saben que, en esta guerra contra los pobres, la primera víctima es la verdad. Yo les pido que digan lo que hay, como intento decirlo día a día...")

(""Culpable de haber nacido en la orilla equivocada, de no soportar  el hambre, de hablar con otras palabras, culpable... de las bombas y los gritos, los escombros y las lágrimas, culpable... Culpable, limpio culpable de tu inalcanzable dignidad, culpable de nuestra sucia mirada, culpable de tu risa, de tu valentía, culpable por creer que somos humanos...")
("A veces confundimos salir del infierno con alcanzar la gloria, pero no es lo mismo... me sorprendió mucho el mutismo de los líderes europeos... Por extrañarme, me extrañé hasta del mío..." "La mayoría de los europeos... ha optado por no enterarse de lo que pasa a su alrededor, por divertirse mientras el cuerpo aguante... Fue lo que hicieron los romanos mientras su imperio se desmoronaba y el Mediterráneo se convertía en esa fosa común que no ha dejado de ser desde entonces a pesar de su apacibilidad")

'CARNE HUMANA', por David Torres / 'CANCIÓN PRIMERA', de Miguel Hernández

("... el fascismo consiste precisamente en la certidumbre de que hay seres humanos cuya vida no vale la pena salvar... Lo más terrible de todo no es escuchar a gente que sostiene con argumentos lógicos y éticos (“hay que acabar con las mafias que trafican con personas”) la triste necesidad de que miles de personas se ahoguen en el mar. Lo más terrible de todo es que esta tragedia ya ha sucedido montones de veces...  el fascismo nunca se fue y va a traernos de nuevo grandes cosas" "... He regresado al tigre. Aparta, o te destrozo. Hoy el amor es muerte, y el hombre acecha al hombre")

'MALTRATAR A LOS NIÑOS PARA DISUADIR A LOS PADRES'
("Los dos minutos y medio de la grabación en la que escuchamos a niños de dos, tres, seis años, llorando y pidiendo que les lleven junto a sus papás, conmueve hasta el dolor... separar a los niños de sus padres, cualquiera que sea su edad. El sistema es tan perverso, que nadie sabe por cuánto tiempo. Tampoco hay garantías de reencuentro. Nadie sabe nada. Nadie explica nada... Los guardias que los custodian se burlan del llanto contagioso de los niños: “Tenemos una orquesta, nos falta el director”, bromean")

'DÍAS DE PLAYA', por Ana Merino / 'HOGAR', de Warsan Shire (traducción de Juan José Vélez Otero)
("Son hombres y mujeres de países en ruinas, de lugares olvidados, heridos, masacrados, destruidos... Contemplamos la desesperación de la humanidad desde nuestras sombrillas, tumbonas y toallas; vemos con estupor el paisaje del sufrimiento humano golpeado por las olas del mar" "... nadie abandona su hogar a menos que su hogar sea la boca de un tiburón sólo corres hacia la frontera cuando ves que toda la ciudad hace lo mismo...")

EXTRAÑO EQUIPAJE',  por Juan José Millás / 'APÁTRIDA', de Zhivka Baltadzhieva
("No hay etiqueta que se resista a un misil atinado. Quizá el hombre de la imagen, al remover entre los escombros de lo que fue su casa, en busca de dos camisas y un par de retratos con los que huir de Guta, encontró al niño llorando en un rincón de lo que en otro tiempo había sido una escalera y lo incluyó deprisa y corriendo en el breve equipaje de la fuga..." "... fuera de la Red y las navegaciones temerarias / en la intimidad virtual / con su Gran Portal para todos, / melancólico y fiero...", Zhivka Baltadzhieva)

("No van a resucitar, nunca, ni siquiera dentro de dos mil años, todos los muertos del Mediterráneo, no... Imposible no preguntarse qué diría él hoy celebrado si estuviera aquí viendo tanta muerte silenciada, viendo tanta emoción por él... Tampoco habrán resucitado hoy los más de 13.000 suicidados en En España... desde que estalló esta estafa, pero no importa, hoy ellos no han podido lucir esos lindos trajes, ya sabían que nadie hablaría de ellos cuando estuvieran muertos" "...no tú, quien al esclavo dictas rezar, someterse, y le nutres hasta la tumba con falsas esperanzas...", 'Mi plegaria', Hristo Botev)

'A VER SI LE DEJAN CRECER', por Juan José Millás / 'MI RAZÓN DE SER', por Bahía Mahmud Awah / 'SER VALIENTE', Depedro y Vetusta Morla

("¿Qué lugar es este?, parece preguntarse. No ese lugar concreto, sino el mundo en general. ¿Qué lugar es el mundo? Crecerá, si no le alcanza antes una bomba, y acabará acostumbrándose o fingiendo que se acostumbra. Es lo que tarde o temprano hacemos todos" (Millás) "... Mientras que yo sigo simplificando esa razón con los que intentan situarme a la deriva, y convertirme de ser en no ser..." (Bahia Mahmud Awah) "... y veo a esa gente reír ante el olvido que arriesga su cielo saltando al futuro..."


'LAS GUERRAS LEJANAS', por Almudena Grandes / 'PRIMERA EVOCACIÓN', de Ángel González 

("Alguna vez habrá que empezar a llamar a las cosas por su nombre, reconocer que los peores monstruos del siglo XX, aquellos a los que creímos derrotar y enterrar para siempre, han resucitado y viven entre nosotros. Las guerras pequeñas, lejanas, permiten que Occidente aplique una política de exterminio sin mancharse las manos" "Ni la lluvia  pudo borrar las huellas de la sangre. Perdido para siempre lo perdido, atrás quedó definitivamente  muerto lo que fue muerto")

("Carecen de actualidad rabiosa los miles de cadáveres que han flotado en la espuma sucia de nuestros amaneceres junto a la costa que no pudieron pisar. La causa es el hambre, la guerra, el deseo de vivir, pero también unas leyes de extranjería que asumen sin vergüenza la separación entre los derechos democráticos de la ciudadanía y los derechos humanos... Tan pendientes estamos de la rabiosa actualidad que se nos olvidan las verdades de siempre... Hay un momento en el que las banderas dan asco y en el que las lágrimas de los patriotas producen escalofríos... Este naufragio rompe por dentro la palabra Nosotros")
("Lo que soy, ya pueden empezar a darme, es alguien que odia las banderas, sobre todo las de ahora, las que pretenden tapar la desvergüenza, la infamia, las que quieren, y al parecer lo están consiguiendo, que olvidemos la Gran Estafa... Qué razón tenían los chicos de Vetusta Morla, "...vienen decididos a arrancar de cada expresión su significado... todas las palabras del lugar se han intoxicado...". Ley, Democracia, Pueblo, Patria, Nación, Nosotros, Vosotros... Ellos..., ahora ya todas producen un siniestro escalofrío, ahora ya todas dan miedo")


("Los No Refugiados han conseguido algo impensable, bajar un escalón más, ahora ya se pueden sentir satisfechos, son palestinos, esto es, ya no se habla de ellos. Es más, cuando alguno seguimos sacando el tema, en la conversación, en el trabajo, en la vida, notamos la mirada displicente, indolente, de aquellos con los que creíamos que podíamos contar. Es así. Todos somos extranjeros, ¿verdad Zhivka?")


("¿Se han planteado mandar a los concursantes a un campo de refugiados durante varios meses? Vivir el día a día, por ejemplo, con esos miles de personas abandonadas a su suerte que deambulan por las fronteras de Europa... Administrarse los escasísimos recursos y desesperarse junto a los que lo han perdido todo... un campo de refugiados es el escenario que más se acerca al espíritu puro de la supervivencia precaria y robinsona... Tengo verdadera curiosidad por conocer el día a día de los que habitan sin nada en tierra de nadie")


("Lamentablemente, un año y medio después nada se ha sabido de esos 10.000 niños perdidos... su destino ha sido el más trágico: la muerte, el secuestro, el abuso sexual, la explotación laboral, la esclavitud; en la mayoría de los casos, de manera organizada... Hagamos el duro ejercicio de pensar en cada una de esas niñas como si fueran nuestra sobrina. Nos resulta insoportable. Y nos hace muy difícil seguir con nuestra vida cotidiana, seguir como si eso no les estuviera pasando a esos niños y niñas que algún día también fueron los hijos, las sobrinas y los nietos de alguien")

'GUERRA' (VÍDEO JORNADAS NO REFUGIADOS IES CRISTÓBAL COLÓN)

("Los que trabajamos en esta profesión, la más hermosa del mundo (a pesar de todo, y a pesar de Ellos) sabemos perfectamente que la única recompensa que podemos recibir no es otra que el trabajo de nuestros alumnos, su decir, su ver, su palabra, y a esa palabra es a lo único que nos podemos agarrar los que seguimos creyendo en esto")

REFUGIADOS, EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA EN EL IES CRISTÓBAL COLÓN

(Y los espacios inquietos del IES Cristóbal Colón se colmaron de denuncia, de información, de la necesaria solidaridad. Creamos, alumnos, padres y profesores, un escenario nuevo, un lugar en el que reconocernos a nosotros y a todos los olvidados, a los que sufren, a los que mueren, a los No Refugiados...)



("Mis pensamientos gritan por la desesperación de no poder ser hablados. Por ello te hablo cada noche antes de intentar dormir. A ti que llevas cinco meses dentro de mí... Quiero que no veas las personas en color, sino en estados de la música y sepas diferenciar con esto, la armonía del ruido... si algún día, mi niño, llegas lejos no olvides de dónde vienes... Eres un rayo de luz en los ojos de una ciega. Una flor en el desierto")

 SUEÑOS ROTOS

 ("Mi madre mejoró rápidamente, sufrió migrañas por el estrés del viaje. Ahora que nos encontramos en el campamento de Lesbos dudo que mi vida vuelva a la normalidad. Nos dan largas cuando preguntamos por el permiso de residencia... Yo, que imaginaba que iba a cambiar mi país, que lucharía por la igualdad y la democracia. Yo, que ahora estoy derrotada y con todos los sueños rotos")  




("Sanlúcar, 30 de enero de 2017. Mediodía. Cerca de 400 alumnos, vestidos de negro y acompañados de sus profesores, atraviesan, ante la mirada atónita de los transeúntes, la Calle Ancha. Lo hacen con la cara alta, orgullosos de saber que están haciendo algo importante, algo que seguro recordarán cuando el tiempo pase...")



("Protestan contra el muro que Donald Trump quiere levantar... gentes de todas las ideologías... protestan hasta personas que durante años no han dicho ni mú del muro que ya existe entre Estados Unidos y México... muros hay y se siguen haciendo por todo el planeta... Ello si no consideramos un gran muro, que lo es, ese mar Mediterráneo en cuya travesía pierden la vida centenares de personas cada año... el muro que divide el mundo en dos es más mental que real... Lo dijo ya hace unos años Eduardo Haro Tecglen... desde que cayó el muro de Berlín ya no hay ideologías, sólo hay pobres y ricos")


("... otro niño ha muerto ahogado y su cuerpo ha sido descubierto en una playa no menos turística, en este caso de Barbate, en Cádiz. Se llamaba Samuel, tenía seis años y su familia se lo había llevado consigo huyendo de los horrores del Congo... Un niño tan desamparado como Aylan, que interpela a las conciencias lo mismo que los demás ahogados en el Mediterráneo, pero cuya muerte pasa a ser una cifra en el macabro conteo" "...  Tu cuerpo, con la sombra violeta de mis manos, ra, muerto en la orilla, un arcángel de frío" (García Lorca)


("No hay día sin que en las páginas de la prensa, que algunos llaman escaparate, aparezca un cadáver sirio. O dos. O una docena... Unas veces los vemos entre cascotes, otras en el medio del campo, y en ocasiones de pie, con los ojos abiertos... Estos pobres, en cambio, se van con menos de lo que trajeron y se van pronto porque la esperanza de vida, en su barrio, es nula. Esperamos sin mala conciencia la próxima fotografía con alguna curiosidad de carácter étnico")


("Perdiendo la calma, ¿dónde está exiliada? Voces silenciadas, la muerte anunciada Y tú, la espina clavada que nos saca del mapa... Cruzando horizontes de lengua extranjera... Vidas obligadas a ser refugiadas cruzan la frontera. Nadie es profeta en su tierra, solo es portadores de vergüenza ajena.... Si me ves volver será para arrancar del labio la mordaza. Quitar el pan de quien nos quiere mal traer con sus migajas... Esto es el canto de la gente desterrada")


("... Miran y miran al otro lado de la alambrada. Nadie quiere verlos nadie. Dejaron sus muertos atrás para ir a ningún sitio. Ellos los mil nadie...)





("Se han encontrado cadáveres de inmigrantes congelados en las fronteras de Europa y nadie lleva la cuenta, pero las muertes por los efectos del frío en los campamentos son muchas más de las que aparecen en las estadísticas... Esas imágenes nos hablan de la miseria moral de una Europa insensible ante el dolor de los demás, de unos dirigentes políticos que miran para otro lado... Hoy son ellos, mañana podemos ser nosotros los abandonados" "... Desplazados y deshonrados / Enfrentados a las fronteras de otros / Extraviados y erráticos / Sin otra salida que la de huir...")

(Fuente: Refugio del Sonido, por Javier Limón, Mar de Libia, El País)

("... la palabra 'asistencia' monta un número esperpéntico en mi cerebro, y me lleva, otra vez, a las fronteras de Grecia, de Turquía, de Serbia... Intento adentrarme en el significado profundo de esa palabra, y lo único que encuentro es soledad, la soledad infinita de todos esos seres humanos que han sido tachados de nuestros ordenadores... esa niña, perdida, sola y sin palabras, me da una acogedora colleja diciéndome, ¿de qué estás hablando?")


'HUMILLADOS', por Jorge M. Reverte / Poema 'HOGAR', de Warsan Shire / PROPUESTA DE EXAMEN (según PAU)

("... me siento humillado cada vez que veo una foto en el periódico de inmigrantes pasando frío, o hundidos en el barro, o huyendo de las explosiones... leamos enteras las noticias, las que explican que la gente hace cola para conseguir una sopa a una temperatura ambiente de veinte grados bajo cero. Y entonces, apartamos ligeramente el café humeante que tenemos en la barra del bar, y nos imaginamos que alguno de nuestros hijos está ahí, esperando la sopa...")


'REFUGEE BLUES', ADAPTACIÓN MUSICAL DEL POEMA DE W.H. AUDEN

("El cónsul golpeó la mesa y dijo: “Si no hay pasaporte están oficialmente muertos”: pero aún vivimos, querida, aún estamos vivos... Fui a un mitin público; el orador se puso de pie y dijo: “Si los dejamos entrar se robarán el pan”; hablaba de nosotros, querida, hablaba de nosotros...")


("... el año terminará esta noche... con las luminarias y las campanadas de siempre, con la alegría repetitiva y artificial de todos los años, esa que nos sirve a todos para engañar a nuestras conciencias... sobre la Tierra brillarán también en la noche mezclándose con sus luces las almas de los anónimos miles de muertos de las guerras de Siria y de Irak, las de los desaparecidos en el Mediterráneo, esa insaciable fosa común... Por cada uno de ellos yo arrojo una rosa negra que nadie verá caer")


("... Respiro el aire que respiras y bebo el agua que tú bebes. Si piso el mismo suelo que tú pisas, dime por qué tanto duele  la dulce y silenciosa forma en la que tú me miras...")

("Nació como nacimos todos pero a él le tocó el lado negro del mar... hay tantos ahogados que hasta el oceano se va a secar... Peor que matar a un hombre es cerrarle el camino mucho peor es ahogar su destino. El mundo es de todos tienen que pasar aquí entramos todos")



("...unos versos de León Felipe describen la expresión monótona con la que los lectores y en cierto modo sepultureros de la prensa diaria observamos este tipo de fotografías antes de pasar la página en dirección a las farmacias de guardia o a la lista de los fallecidos ayer en nuestra ciudad. Nada nos impresiona ya ni nos conmueve..." "Sensibles a todo viento... poetas, nunca cantemos la vida de un mismo pueblo ni la flor de un solo huerto. Que sean todos los pueblos y todos los huertos nuestros" (León Felipe)



("De eso trata Astral...echarse al mar a salvar vidas de esa olla gigante y voraz que se las traga a puñados mientras Europa bosteza... Nos habla a nosotros. Nos pregunta por qué no hacemos más, por qué no hacemos nada, por qué no nos hemos plantado para exigir a nuestros gobiernos que actúen. Ya. Ahora.... Los que vengan detrás nos preguntarán por qué no hicimos nada para detener el genocidio, si lo estábamos viendo, y tendremos que bajar la cabeza porque no sabremos qué contestar")

EL VIENTO

("¿Cuándo aceptaremos que somos nosotros los que nos ahogamos en el mar frente a las costas de Europa junto con los inmigrantes desesperados? ¿Cuándo aceptaremos que ningún armamento es inocente y somos nosotros los que bombardeamos hospitales, familias, niños en Alepo?... La respuesta, amigos, como canta Bob Dylan, está flotando en el viento, pero no por eso dejamos de ser culpables")


("En Turquía el régimen de Erdogan hacina en campos de prisioneros a refugiados y opositores sin que nadie diga una palabra... En el mar los muertos se cuentan por miles porque siguen huyendo a millones de la guerra y la muerte, como haríamos usted y yo, mientras un país rico como España, con su gobierno a la cabeza, sólo ha sido capaz de acoger a un centenar de refugiados. Esa es la realidad. No va a desaparecer por mucho que la quitemos de los telediarios" "... Todo vive condenado a ser mostrado y mengua..." (Zhivka Baltadzhieva)

("Cuánto es demasiado, cuánto es suficiente... El mundo, la verdad, no parecía muy conmovido: no hubo explosiones de indignación, no hubo escándalo en los noticieros, y días después nadie recordaba el episodio... la humanidad se habitúa rápido a moverse en la mugre, a convivir con la basura en su ojo de cíclope hasta que la basura se hace callo y el ojo queda confortablemente ciego")
("Pasa como con las palabras, los sentimientos también se desgastan... La humanidad de las personas está en poder empatizar con el dolor de los otros, en ponerse en el lugar de los otros... Ese acomodamiento nos hace daño a nosotros, y también a los otros... hace daño a los otros, porque nuestra actitud los deja totalmente vulnerables ante la injusticia")


("Los refugiados (y en general los pobres) son en cierto modo los restos de la combustión de una parte de esa economía, las cenizas que expulsa la maquinaria del sistema... Es costoso deshacerse de las cenizas, sí, pero gracias a esas cenizas se ha movido, por poner un solo ejemplo, el tráfico de armas, cuya industria constituye una de las locomotora de la economía global...)


("... culpable de haber nacido, de haber nacido al otro lado, en la cara mala del mundo, en la otra orilla. Eres culpable de no soportar tu hambre amarilla, eres culpable de asomarte sin permiso al otro lado, a este lugar prohibido y mentiroso. Eres culpable de creer en los sueños azules, de pensar que una valla es sólo una valla...")



("Viendo a esos miles de refugiados que, después de haber cruzado el mar jugándose la vida (y viendo cómo otros la perdían, muchos de ellos niños aún), son obligados de nuevo a cruzarlo contra su voluntad... ¿Qué sentimientos albergarán hacia nosotros después de haber visto cómo los expulsábamos contradiciendo nuestras propias leyes? ¿Pensarán que todos participamos en su expulsión o distinguirán entre unos y otros?" "... No conozco ya los nombres de un mundo que me niega...")

("Esta es una larga historia, que comenzó con la destrucción de algunos países bajo las bombas humanitarias... La mayoría de los que escapan del desastre no tenían, cinco años atrás, planes de fuga.... Su plan ahora... escapar, llegar al norte, sacrificarse hasta la última gota de sudor para que sus descendientes tengan una perspectiva decente. Este es el único plan de un emigrante" "Llovió el invierno a mares lodos, hambre. Navegó la miseria a plena vela... Hubo más muertos. Pero nunca, jamás, la violencia" "... perdimos la verdad, perdimos las palabras")
("Las más auténticas procesiones de Semana Santa de este año son las de refugiados por las fronteras de espinas envueltas en bruma de Europa. Desde que falleció ahogado Aylan Kurdi, han muerto más de quinientos niños en este éxodo... México, hizo infinitamente más en un año por los españoles que lo que España ha hecho por todos los refugiados durante años en el Mediterráneo" "-Ni demasiado tarde ni demasiado lejos. La isla “Aquí” está en todos lados... El ambiente se volvió incómodo, cayó el silencio. Las verdades generales tienen ese problema")

NO ME LLAMEN EUROPEO, por Luis Enrique Ibáñez
("No, no me llamen europeo. Yo soy africano, y llegué aquí hace miles de años, lo mismo que ustedes... hemos cometido el imperdonable pecado de olvidar, de amputar, el significado de las palabras que nos fundaron... hospitalidad, justicia... belleza... No me llamen europeo... dolor, culpabilidad, complicidad, lo dócilmente sometido, imperio de la apatía, placer de la esclavitud, extravío de las palabras, lenguaje invisible. idioma disfrazado, de mentira, de asco, de nada")

'IR Y QUEDARSE, Y CON QUEDAR PARTIRSE', DE LOPE DE VEGA / 'COPENHAGUE', VETUSTA MORLA

("Ir y quedarse, y con quedar partirse...fuego en el alma, y en la vida infierno""... El valor para marcharse,el miedo a llegar...Ella duerme tras el vendaval No se quitó la ropa.Sueña con despertar en otro tiempo y en otra ciudad"

'LA HISTORIA NOS JUZGARÁ' Luis Gonzalo / 'SOBRE LA DENOMINACIÓN DE EMIGRANTES', Bertolt Brecht

("... seremos juzgados como genocidas y las próximas generaciones se avergonzarán de nuestro comportamiento. Seremos un ejemplo en las clases de historia sobre la inhumanidad de nuestra sociedad y la violación constante de los derechos humanos... Estudiarán cómo invadimos países para convertirlos en estados fallidos y arrebatarles sus recursos en una nueva forma de colonialismo""... Cada unode los que vamos con los zapatos rotos entre la multitudla ignominia mostramos..." (Brecht)
("Europa renuncia a sus principios éticos y fundacionales, consagra las devoluciones en caliente y se entrega a un régimen corrupto gobernado por un sátrapa que cierra periódicos críticos y oprime a la disidencia. Nos han vendido por un puñado de euros...  casi todos los países han incumplidos sus promesas de acogida y les tratan como prisioneros de guerra y animales... Los mismos que lloraban la muerte de Aylán, provocan su muerte" "No aceptes lo habitual como cosa natural"   (Bertolt Brecht)

'LA SERPIENTE', por Julio Llamazares / 'DEVOCIONES PARA OCASIONES EMERGENTES', de John Donne

("Un numeroso grupo de vecinos de Bautzen celebró el incendio... de un antiguo hotel habilitado para acoger a refugiados extranjeros al tiempo que estorbaba las labores de extinción... ¿A qué les suenan estas escenas? ¿Acaso no les recuerdan a aquéllas que describían los años previos a la ascensión del nazismo...?""... Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta...")

("Compartiremos las injurias, los reproches, las necias burlas resistiremos... el destino penoso del ser humano" (Hristo Botev) "¿Cuántas voces son necesarias para no entender el mundo?" (Zhivka Baltadzhieva) 

("Da lo mismo, el asunto no se aborda. Significa que el hombre, además de chillar a los suyos, nos interpela a nosotros. Lleva casi cinco meses gritándonos bajo la tormenta: –¡Joder, haced algo, que llevo a una criatura encima!... ahí lo tienen, en pie, gritándole al mundo civilizado que, joder, le eche una mano. El mundo civilizado, como el que oye llover" (J.J. Millás) "... Han muerto todas las ideas capaces de sostener un sueño... La única raza ha desahuciado al inquilino en el propio domicilio de su cráneo..." (Juan Carlos Mestre) 


("Ante el orden existente...)


("Sesenta o setenta personas son las dueñas de un mundo en el que la mayoría pasa hambre, sed, frío y un sinfín de calamidades. Es lo que llamamos estabilidad... No precisan de un ejército porque tienen a su disposición los de todo el mundo, ni de una policía porque todas están a sus órdenes... Menos mal que nos quedan las rastas y el amamantamiento como materia para el análisis político riguroso" (J.J. Millás) "la globalización de los hambrientos es el aperitivo de los amos" (M. Benedetti)










'NIEBLA, MI CAMARADA', por L. García Montero / 'A NIEBLA, MI PERRO', de R. Alberti / 'LA LLUVIA', de J.L. Borges

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"Alberti había asumido a lo largo de su obra el conflicto histórico que hay en los sentimientos y el valor rebelde de la belleza, la verdad y la música. La verdad no siempre es bella, pero hay emociones propias que convierten la verdad descarnada en una forma de belleza... Un buen poema nunca es un panfleto, aunque el poeta baje a la calle..."

"... aunque tú no lo sabes, nos queda todavía, en medio de esta heroica pena bombardeada, la fe, que es alegría, alegría, alegría" (Alberti)


"... La mojada Tarde me trae la voz, la voz deseada, De mi padre que vuelve y que no ha muerto" (Borges) 


NIEBLA, MI CAMARADA

He estado dos días en Burdeos para participar en un curso sobre Rafael Alberti que organizaron la Université Bordeaux Montaigne y el Instituto Cervantes. La lluvia minuciosa del invierno francés caía este jueves sobre el año 1990. La lluvia es una cosa que sin duda sucede en el pasado, escribió Borges en un soneto memorable.


Hace casi 30 años acompañé a Rafael Alberti a Burdeos con motivo del Doctorado Honoris Causa que le concedió la Universidad. La lluvia de esta semana, después de tanta vida y tanta muerte, caía sobre las plazas de Burdeos caminadas en 1990, y sobre las aguas del río Garona en el que la memoria pudo bañarse por segunda vez, y sobre la casa en la que Goya vivió hasta su muerte, acompañado de Leocadia Weiss, la mujer con la que huyó del absolutismo de Fernando VII.


La lluvia es minuciosa, empapa el pasado y penetra hasta sus últimas habitaciones. La lluvia caía también sobre los cristales de muchas ventanas de El Puerto de Santa María, Cádiz, Granada, Madrid, Barcelona, Turín, Praga y otras ciudades que compartí con mi maestro. Caía sobre un viejo amor, sobre la Residencia donde fuimos una mañana a despedirnos de María Teresa León poco antes de su muerte desmemoriada. Caía sobre el aula de la Universidad donde leí en 1986 la tesis doctoral dedicada a sus libros escritos antes del exilio, entre 1924 y 1939. Y caía sobre las playas de un verano de 1977 en el que yo, estudiante universitario y joven con aspiraciones de poeta, aprendí con él a elegir palabras y guardar silencios como un marinero en tierra dispuesto a mezclarse con los ángeles hasta bajar al infierno.


En una ciudad y en una gota de lluvia caben muchas cosas. Vivo como la lluvia, Rafael Alberti es uno de los grandes poetas del siglo XX, aunque muchos prejuicios de carácter político y literario hayan querido cubrirlo de sombras. Frente a la pulcritud de los mediocres, los riesgos asumidos por su temeridad conquistaron esa antología de poemas imprescindibles que convierten una voz en un lugar decisivo. Un estilo de estar ante los estilos, esa fue la lección que nos dejó Rafael mientras leía todas las tradiciones con ojos de vanguardia.

Cuando yo empecé a escribir, me ayudó a comprender que el compromiso político no era incompatible con Garcilaso o Baudelaire. Cuando algunos camaradas disciplinados te acusaban de revisionista o pequeño burgués por escribir palabras heridas de intimidad, Alberti daba un buen ejemplo: había asumido a lo largo de su obra el conflicto histórico que hay en los sentimientos y el valor rebelde de la belleza, la verdad y la música. La verdad no siempre es bella, pero hay emociones propias que convierten la verdad descarnada en una forma de belleza. Un buen poema nunca es un panfleto, aunque el poeta baje a la calle y caiga a veces en la tentación de escribir panfletos de emociones retóricas. La retórica suena a falso si pierde la compañía honesta de su intimidad.

El abrazo entre poesía y realidad tiene mucho que ver con la alianza entre la vida y la historia. Los poemas de guerra se llenan de himnos, generales, insultos al enemigo y promesas de gloria eterna a los caídos bajo las banderas propias. Los mejores poemas escritos por Rafael Alberti en la guerra civil no están dedicados a un general victorioso, sino a unos soldados dormidos en una hora de calma, a una noche de amor en medio de un asedio o a un perro desorientado por un bombardeo. Rafael Alberti es un poeta decisivo porque puede tocar la vida que late por debajo de las metáforas y las consignas. Se mira a los ojos y se pregunta quién soy.

Pablo Neruda le regaló un perro durante los meses más duros de la defensa de Madrid. María Teresa y Rafael le llamaron Niebla, porque había aparecido en medio de la niebla. El poeta Javier Egea y yo recitamos muchas veces con Rafael los últimos versos de un poema que le dedicó en 1937: “Niebla, mi camarada, / aunque tú no lo sabes, nos queda todavía, / en medio de esta heroica pena bombardeada, / la fe, que es alegría, alegría, alegría”.

La verdad es que no tengo mucha fe, pero mi escepticismo y mi desorientación en la niebla de hoy se empeñan en conservar valores. Soy un escéptico con creencias. Por eso la lluvia que cae sobre 2019 moja en mi memoria años del pasado y del futuro. Y por eso recuerdo a un poeta comprometido que me enseñó a no olvidarme de la vida bajo las consignas de los comisarios políticos, más dañinos siempre que los indiferentes ante el dolor ajeno. Quien aprende a mojarse con la lluvia de la vida puede bañarse muchas veces en el mismo río.


(Fuente: infolibre.es, 20-01-2019)

A NIEBLA, MI PERRO

«Niebla», tú no comprendes: lo cantan tus orejas,
el tabaco inocente, tonto, de tu mirada,
los largos resplandores que por el monte dejas,
al saltar, rayo tierno de brizna despeinada.

Mira esos perros turbios, huérfanos, reservados,
que de improviso surgen de las rotas neblinas,
arrastrar en sus tímidos pasos desorientados
todo el terror reciente de su casa en ruinas.

A pesar de esos coches fugaces, sin cortejo,
que transportan la muerte en un cajón desnudo;
de ese niño que observa lo mismo que un festejo
la batalla en el aire, que asesinarle pudo;

a pesar del mejor compañero perdido,
de mi más que tristísima familia que no entiende
lo que yo más quisiera que hubiera comprendido,
y a pesar del amigo que deserta y nos vende;

«Niebla», mi camarada,
aunque tú no lo sabes, nos queda todavía,
en medio de esta heroica pena bombardeada,
la fe, que es alegría, alegría, alegría.

(Capital de la Gloria,1938)




LA LLUVIA


 Bruscamente la tarde se ha aclarado 
Porque ya cae la lluvia minuciosa. 
Cae o cayó. La lluvia es una cosa 
Que sin duda sucede en el pasado. 

Quien la oye caer ha recobrado 
El tiempo en que la suerte venturosa 
Le reveló una flor llamada rosa 
Y el curioso color del colorado. 

Esta lluvia que ciega los cristales 
Alegrará en perdidos arrabales 
Las negras uvas de una parra en cierto 

Patio que ya no existe. La mojada 
Tarde me trae la voz, la voz deseada, 
De mi padre que vuelve y que no ha muerto.









'SALA DE ESPERA', por Cristina Grande / 'MUCHAS VUELTAS', de Cristina Grande / 'SALAS DE ESPERA', Vetusta Morla / PROPUESTA DE EXAMEN

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"Los enfermos no hablaban con sus acompañantes, ni hablaban entre sí... Incluso las mujeres de edad avanzada, como mi madre, que no usa apenas el móvil sino para llamar a su hermana, han aprendido a contenerse ante los desconocidos. A mi madre tampoco le hablaba yo porque está sorda perdida y me daba vergüenza que el resto de la sala siguiera nuestra conversación...

Está bien la discreción, pensé, no molestar a los desconocidos con preguntas o comentarios incómodos... Pero tampoco está tan mal entrometerse un poco, observar y actuar en el círculo que abarca tu mirada"


SALA DE ESPERA

Pasé la mañana en una sala de espera del Hospital Miguel Servet. A mi madre le hacían una pequeña intervención en la columna. Los pacientes han de ir acompañados aunque se trate de una cirugía sin ingreso. Como no era la primera vez, llevé lectura suficiente para no aburrirme. Estábamos unas 30 personas en la sala de espera. Solo tres mujeres teníamos un libro entre las manos. Un hombre leía las esquelas del periódico. Otro hacía sudokus en un cuadernillo comprado para la ocasión. El resto enredaba con sus teléfonos móviles, o miraban al vacío sin más. Lo que más me extrañó fue el silencio. Los enfermos no hablaban con sus acompañantes, ni hablaban entre sí. Me extrañó más tratándose de una ciudad como Zaragoza, a la que llegué en 1980 cuando era normal que los desconocidos entablasen conversación en las paradas de autobús, en las colas del banco, en un puesto del mercado, en el centro de salud, o en cualquier otro espacio público. Esa confianza, que al principio me parecía un poco excesiva pero me hacía gracia, se ha desvanecido casi por completo a día de hoy. Incluso las mujeres de edad avanzada, como mi madre, que no usa apenas el móvil sino para llamar a su hermana, han aprendido a contenerse ante los desconocidos. A mi madre tampoco le hablaba yo porque está sorda perdida y me daba vergüenza que el resto de la sala siguiera nuestra conversación.
Una enfermera salía cada cierto tiempo a nombrar a los pacientes. Un tal Petru apareció después de ser nombrado varias veces. Venía solo. ¿Y su acompañante? Ahora viene, dijo Petru con acento rumano. Yo me sumergí en mi lectura durante más de una hora y me olvidé del resto del mundo. Cuando volví a la realidad, me pareció que ya deberían haberme llamado desde la sala de recuperación para ayudar a mi madre a vestirse y todo eso. Por unos momentos sentí una punzada de mala conciencia, como si me hubiese desentendido de mis obligaciones, como si la lectura fuese un mal vicio que arrastrara al solipsismo. La enfermera salió en ese momento y preguntó por el acompañante de Petru. Entonces, una mujer mayor dijo que ella sabía que la hija de Petru estaba afuera, que la había visto en el pasillo con un cochecito de niño. Efectivamente, la joven mamá andaba algo despistada. Hablaba un castellano perfecto. Dejó al niño con la señora desconocida, encantada de hacer de niñera, y entró a por su padre. Al poco rato salió Petru con su hija. El niño, de unos dos años, corrió a los brazos de su abuelo y la señora desconocida sonrió satisfecha, igual que yo.
Está bien la discreción, pensé, no molestar a los desconocidos con preguntas o comentarios incómodos. Está bien que cada cual vaya a lo suyo, y a los suyos, sí. Pero tampoco está tan mal entrometerse un poco, observar y actuar en el círculo que abarca tu mirada. De alguna forma, esa señora desconocida —que para mí resultaba absolutamente familiar pues podría ser cualquiera de mis tías— tan solo pretendía poner orden en el caos, atar cabos, poner voz al silencio, y me la imaginaba quitando piedras del campo que heredó de su padre, o visitando a una vecina, y también me la imaginaba atando un palito a un cactus torcido que su madre plantó en una tinaja.
Mi lectura, La isla de los conejos, de Elvira Navarro, estaba llegando a su fin, igual que la de mi vecina de asiento, que tendría unas 900 páginas (muy a mi pesar no pude averiguar cuál era el libro en cuestión).
Por fin me llamaron. Mi madre estaba recuperándose. Le ofrecieron un café o un zumo. Me apetecería un caldito, dijo ella. Oí una risa al otro lado de la sala. Era la mujer desconocida, que en ese momento acompañaba a su marido, y mirando a mi madre dijo “qué maja”. Todos rieron, menos yo. El traumatólogo dijo que, como otras veces, la cosa había ido bien. Tenemos una sanidad estupenda, dijo mi madre, pero no pienso pasar más veces por esta tortura. Siempre dices lo mismo, mamá, pero luego vuelves.
A la salida del vestuario coincidimos con la mujer desconocida y su marido que, por cierto, era francamente antipático, aunque lo más seguro es que no se sintiera bien el hombre. Estuve tentada de dirigirme a ella, de agradecerle el gesto que había tenido con Petru en la sala de espera donde nadie se preocupaba por nadie que no fuese de su familia. Pero creo que la habría asustado o me habría tomado por loca si le hubiese dicho: “Gracias a personas como usted, que permanecen atentas, el mundo continúa funcionando”. Así que me limité a sonreír, y llevando a mi madre del brazo noté que nos seguía con la mirada.
(Fuente: El País, 24-01-2019)
MUCHAS VUELTAS
La vida da muchas vueltas, como las lavadoras. Cuando era pequeña me quedaba hipnotizada viendo cómo giraba el tambor de acero inoxidable. Del bolsillo de un pantalón vaquero me ha salido un billete arrugado de 50 euros. No sé si es por despiste o es que me parece feo registrar los bolsillos antes de poner a lavar la ropa, el caso es que siempre sale algo. Con los 50 euros he comprado un bolsón enorme con muchos bolsillos. He puesto dentro todo lo que llevaba en el bolso anterior, pero con más orden. El pasaporte y la cartilla del banco en el bolsillo más interior. Las llaves de mi casa y de la casa de mi madre en un monedero que va enganchado con una cuerda en una esquina del fondo. La tarjeta del bus y el móvil en los bolsillos exteriores. Y aún me ha quedado sitio para la cámara de fotos, las gafas, un pequeño neceser con lo más imprescindible, e incluso para el ordenador en un momento dado. Lo he comprobado cuando mis amigas me han llamado para intercambiarnos las fotos del viaje que hicimos juntas a Estambul. He bajado con el ordenador en el bolso a un bar cercano a mi casa.
Mientras veíamos las fotos, nuestros móviles no han parado de sonar. Pero no por ello hemos perdido el hilo de la conversación. Marcia recordaba algunas fotos que yo había hecho desde el avión y que no aparecían en el archivo correspondiente. La explicación que se me ha ocurrido es que al descargarlas las mandase a archivos equivocados. Ha sido así como hemos acabado viendo las fotos de mi infancia, diapositivas que mandé escanear hace un par de años, cuando mi hermana ya estaba muy enferma. Algunas de las imágenes son del día de mi comunión. Los tres hermanos aparecemos juntos todo el rato, mi hermano y yo un poco más juntos si acaso. Mi hermana siempre un poco apartada, más mayor, más seria. Y yo con mis ojeras de siempre y mi sonrisa apretada, siempre anticipando las desgracias. He visto que mis amigas se entristecían por mí. Fingiendo una gran naturalidad he cerrado el ordenador, bajando con suavidad la tapa. Nos hemos puesto a fumar y yo he pedido tres gin tonics, aunque todavía no fuesen las cinco de la tarde. He recordado que mi tía Aurora suele decirme que el gin tonic produce melancolía, y me lo he bebido muy deprisa, casi en dos tragos.
Al salir del bar, nos hemos abrazado las tres. Nos ha entrado la risa floja y yo he notado que una esquina del ordenador se me estaba clavando en un costado.
(Fuente: unoyceroediciones.com)
... En la sala de espera
de este otoño sin respiración,
cada rostro es la cruz
de un pastor sin rebaño...


LETRA:


En la sala de espera 
de estos ojos cerrados
hay atada una flor 
a un cordel muy, muy largo. 

En la sala de espera
de este otoño sin respiración,
cada rostro es la cruz
de un pastor sin rebaño.

Pasan por aquí, quieren olvidar
su condición de marionetas;
un artista más en el Festival de la Paciencia.

En las salas de espera 
de entrevistas e infartos, 
de estaciones ausentes, 
nadie es de ningún lado.

Pasan por aquí, quieren olvidar
su condición de marionetas:
un artista más en el Festival de la Paciencia.
Pasan por aquí, van a subastar
calma, control y noches en vela.
No pueden salir, nadie quiere entrar;
no hay ida y vuelta.

En la sala de espera 
ya no hay sillas ni bancos.
Sólo hay voces urgentes,
nadie aguarda sentado. 

Pasan por aquí, van a subastar
calma, control y noches en vela;
otro artista más en el Festival de la Paciencia.
Pasan por aquí, quieren recordar
cómo y por qué se vieron en ésta.
No pueden salir, nadie quiere entrar;
no hay ida y vuelta.


PROPUESTA DE EXAMEN 
(según nuevas directrices)

1. Identifique las ideas del texto y exponga esquemáticamente su organización (1,5 puntos). 
2. Indique y explique la intención comunicativa de la autora (0,5 puntos), y comente dos mecanismos de cohesión distintos que refuercen la coherencia textual (1 punto). 

3. ¿Cree usted que a pesar de la enorme conectividad artificial que gozamos, cada vez nos comunicamos menos entre nosotros? Elabore un discurso argumentativo, entre 150 y 200 palabras, en respuesta a la pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuado (2 puntos).

4a. Explique las relaciones sintácticas que se dan entre las proposiciones propuestas (1,5 puntos). 

A mi madre tampoco le hablaba yo porque está sorda perdida y me daba vergüenza que el resto de la sala siguiera nuestra conversación

4b. Señale dos marcas de subjetividad presentes en el texto (1 punto). 

5a. Exponga brevemente el siguiente tema: La narrativa española hasta 1939 (1 punto).

5b. Comente cómo aparece el tema de la Educación en la España de posguerra en 'Los girasoles ciegos' (1,5 punto). 

ACERCA DE CRISTINA GRANDE:
Cristina Grande Marcellán (Lanaja, 1962). Pasó su infancia en Haro (La Rioja). Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Zaragoza, cursó estudios de posgrado de Cine y Televisión. También estudió Fotografía en la Galería Espectrum.
Autora de los libros de relatos La novia parapente, Dirección noche, con el que fue finalista del Premio Setenil en 2006, y Tejidos y novedades. Fue nombrada Nuevo Talento Fnac por su novela Naturaleza infiel, que obtuvo una mención especial del jurado del Premio Ciudad de Barcelona.  Agua quieta, Lo breve, Flores de calabaza reúnen selecciones de sus columnas publicadas en Heraldo de Aragón, donde colabora semanalmente desde 2002.
Ha participado en diversas antologías de cuentos: Más por menos, Pequeñas Resistencias 3Mar de pirañasAntología del microrrelato español, entre otras. En 2016 ha publicado con otras once autoras aragonesas el libro de relatosHablarán de nosotras. Vive en Zaragoza.
(Fuente: escueladeescritores.com)
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("La alarma social es un despertador de las mentes que consiste en hacer sonar una campana para provocar una reacción emocional. Sería un elemento natural en nuestras vidas si no se hubiera convertido en el arma de manipulación ideológica más relevante... La emigración es retratada como la más peligrosa amenaza a las sociedades del bienestar... La sensación que provoca este modelo narrativo es la de inducir en los ciudadanos una idea de desprotección, un deseo de ponerse a salvo... En lugar de presentar datos científicos, exacerba detalles que benefician un discurso enfermo... La calle es mala, la Red es buena. Sufre solo por lo que yo quiero que sufras")
("El Ejido, el municipio almeriense en el que el partido ultraderechista Vox ha obtenido el mayor porcentaje de votos en las últimas elecciones andaluzas, es la mayor población española sin librerías... El caldo de cultivo del racismo, la xenofobia y el miedo al diferente, junto con el temor a perder el nivel económico alcanzado y una incultura ancestral que los coches de alta gama y los relojes de oro macizo no borran, han convertido el mejor de los tiempos de un país en el peor... es la confirmación de que lo que está sucediendo en Europa desde hace tiempo tiene raíces culturales")
("Amplios de espíritu, flexibles, comprensivos, eran Fray Luis de Granada, Fray Luis de León, Melchor Cano. [...] El catolicismo de ahora es cosa muy distinta, está en oposición abierta con esta tradición... «Este es un pueblo feliz -piensa Azorín-; tiene muchos clérigos, tiene muchos militares, van a misa, creen en el demonio, pagan sus contribuciones, se acuestan a las ocho... ¿Qué más pueden desear? Tienen la felicidad de la Fe, y como son católicos y tienen horror al infierno...")







'SÓLO ESTOY VIVO SI ESTOY AMANDO... CERNUDA' , por Luis Enrique Ibáñez

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"Un deseo que choca fundamentalmente contra un mundo no habitable, choca contra los muros de la realidad que se impone. Una realidad terca y arrogante que reprime al yo del sujeto, al yo poético que intenta levantarlo... Pero es un deseo que también choca, y quizá esto sea lo peor, contra la imposiblidad del deseo, "... el deseo es una pregunta cuya respuesta no existe... el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe."  Muchos años más tarde, Juan Perro (Santiago Auserón) lo confirmaría: "El deseo es una flecha disparada, que en la espalda del arquero está clavada."

Cernuda, Santiago Auserón, Antonio Vega, Antonio Gala, Manolo Tena..."


'SÓLO ESTOY VIVO SI ESTOY AMANDO... CERNUDA'


Sólo estoy vivo si estoy amando, vivir no es otra cosa que amar. Este es el concepto de existencia que de forma tajante establece Luis Cernuda. Nada es más importante para definir la existencia humana que la consecución del deseo. Y ese destino vital se constituye como el único afán que el hombre, si de verdad pudiera confesarlo, persigue, anhela... "Si el hombre pudiera decir lo que ama... que no se llama gloria, fortuna o ambición,sino amor o deseo". Lo demás serían distracciones que nos vacunan, que nos confunden y que nos apartan de lo que realmente nos importa... "Pero el hombre se agita en todas direcciones, sueña con libertades, compite con el viento" ('Unos cuerpos como flores')

Aunque el verbo poético de Cernuda va cambiando a lo largo de su viaje, siempre buscando su propio idioma, su alejarse de las modas, atrapando su propio estilo en lo natural, a veces hasta en lo coloquial, magistralmente elaborado... aunque ello es así, su principal objeto poético, el deseo y su propia imposibilidad, no desaparece nunca. 

Un deseo que a veces aparece añorado al recordar cómo se presentaba tropezando en aquellas arenas movedizas de la adolescencia, "Adolescente fui en días idénticos a nubes, cosa grácil, visible por penumbra y reflejo,y extraño es, si ese recuerdo busco,que tanto, tanto duela sobre el cuerpo de hoy...Cuando la muerte quiera una verdad quitar de entre mis manos,las hallará vacías, como en la adolescencia ardientes de deseo, tendidas hacia el aire" ('Adolescente fui en días idénticos a las nubes').

Siempre el deseo, como un tirano amable que decide el pensamiento, al principio y al final, pero siempre presente, como decidiendo quién eres, de eso, creemos, hablaba el poeta, "Inocencia primera Abolida en deseo, Olvido de sí mismo en otro olvido, Ramas entrelazadas, Por qué vivir si desaparecéis un día?" ('No es el amor quien muere').

Y luego, más allá, cuando Cernuda proclama esa oda a la soledad, al refugio del ya no, apuntando lo que después firmara, vuelve a acordarse, "Que yo mismo manché con aquellas juveniles traiciones; Por ti me encuentro ahora, constelados hallazgos, Limpios de otro deseo... Como el ave cansada los brazos de piedra" ('Soliloquio del farero')

El deseo del adolescente, lleno de temblores, de tropiezos, de placeres prohibidos por venir. El mismo que Juan Perro recuerda, como si se tratase de la luz de sus huesos, "Cuando me acerco A tu portal El universo Ya se podría apagar No me da miedo La obscuridad Que soy como un pueblo Blanco de cal Como la savia Hacía la flor Va mi deseo A provocar tu rubor"





LETRA:

Luz de mis huesos
Ciega pasión
Hecho cenizas
Me dejas el corazón
Sopla en el fuego
Y hazlas volar
Que brilla en tus ojos la eternidad
Cuando me acerco
A tu portal
El universo
Ya se podría apagar
No me da miedo
La obscuridad
Que soy como un pueblo
Blanco de cal
Como la savia
Hacía la flor
Va mi deseo
A provocar tu rubor
Va mi deseo
Igual que un tren
Cruzando la noche
Hacía tu andén
Luz de mis huesos
Ciega pasión
Dame tus besos

Y hazme perder la razón
Y hazme perder la razón


Un deseo que choca fundamentalmente contra un mundo no habitable, choca contra los muros de la realidad que se impone. Una realidad terca y arrogante que reprime al yo del sujeto, al yo poético que intenta levantarlo.

Pero es un deseo que también choca, y quizá esto sea lo peor, contra la imposiblidad del deseo, "... el deseo es una pregunta cuya respuesta no existe... el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe."('No decía palabras') Muchos años más tarde, Juan Perro (Santiago Auserón) lo confirmaría: "El deseo es una flecha disparada, que en la espalda del arquero está clavada." Y otra vez Cernuda, "... De sueños desconocidos y deseos invisibles" ('Telarañas cuelgan de la razón')



LETRA:

Unas veces voy subiendo
otras veces voy bajando
las estrellas de neón se están riendo
y en la noche un arco iris va girando.

Suena, suena, valsecito
las monedas caen rodando
viene el coro de muchachas dando un grito
y las aguas de la vida van pasando.

El placer de madrugada
por el día estoy pagando
el deseo es una flecha disparada
que en la espalda del arquero está clavada.

Se quedó el ferial dormido
y la luna está llorando
en la hierba lagrimitas de rocío
porque el astro rey ya viene calentando.

Soy igual que el asno viejo olisqueando
algún rastro ya perdido en la memoria
y en el centro negro el eje rechinando
mientras sigo dando vueltas a la noria.

Se quedó el ferial dormido
y la luna está llorando
el placer de madrugada
por el día estoy pagando.

Suena, suena, valsecito
las monedas caen rodando
unas veces voy subiendo
otras veces voy bajando. 


Lo que es evidente, creemos, es lo expresado desde el principio, sólo la satisfacción del del deseo podría definirnos, constituirnos como sujetos que se definen humanos, Cernuda lo subraya, tantas veces. Por ello, ya lo sabíamos, insiste una y otra vez en el tópico que para él renace, el de la cárcel de amor, "Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío; alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina por quien el día y la noche son para mí lo que quiera" ('Si el hombre pudiera decir...'). 

El deseo, la existencia, quedan definidos, por eso uno no muere si no ha vivido, si sólo ha atisbado un precario eco de lo que era la satisfacción del deseo, "Tú justificas mi existencia: si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido".

Esa idea se abraza con aquel soneto de Antonio Gala que justifica y explica eso de "Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío". Soneto musicado por el añorado Antonio Vega, las aguas de la vida van pasando, y las teclas de la emoción siempre conectando... "No quiero yo tormento que se acabe y de acero reclamo mi condena..."


LETRA:

A trabajos forzados me condena 
mi corazón del que te di la llave. 
No quiero yo tormento que se acabe 
y de acero reclamo mi condena. 

No concibe mi alma mayor pena 
que libertad sin beso que la trabe, 
ni castigo concibe menos grave 
que una celda de amor contigo llena. 

No creo en más infierno que tu ausencia. 
Paraíso sin ti yo lo rechazo. 
Que ningún juez declare mi inocencia. 

Porque en este proceso a largo plazo, 
buscaré solamente la sentencia 
a cadena perpetua de tu abrazo. 
A cadena perpetua de tu abrazo. 
A cadena perpetua, perpetua de tu abrazo. 

No creo en más infierno que tu ausencia. 
Paraíso sin ti yo lo rechazo. 
Que ningún juez declare mi inocencia.


El soneto de Antonio Gala musicado por Antonio Vega,

CONDENA
A trabajos forzados me condena 

mi corazón, del que te di la llave. 

No quiero yo tormento que se acabe, 

y de acero reclamo mi cadena. 



Ni concibe mi mente mayor pena 

que libertad sin beso que la trabe, 

ni castigo concibe menos grave 

que una celda de amor contigo llena. 



No creo en más infierno que tu ausencia. 
Paraíso sin ti, yo lo rechazo. 
Que ningún juez declare mi inocencia, 

porque, en este proceso a largo plazo 
buscaré solamente la sentencia 
a cadena perpetua de tu abrazo. 


Cómo no entender, y pensar entendiendo que el poeta decidiera situarse allí, donde habite el olvido, con las palabras más fuertes y sinceras que se pueden pronunciar, "Donde habite el olvido, En los vastos jardines sin aurora; Donde yo sólo sea Memoria de una piedra sepultada entre ortigas Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios". 

Y cómo no acordarse, es lo que tiene el tiempo, de Manolo Tena, "Digo adiós a la pasión, adiós a la emoción del amor y su abrazo. Ya ves, yo que fui tanto, pongo punto y aparte. Adiós al sueño aquel de amor a flor de piel tan lejos del deseo. Hoy viajo como el viento, hacia ninguna parte".

Queda el deseo, también la realidad, pero el deseo, imposible, sigue estando ahí.



LETRA:



Ahora que he perdido mi último descarte en la gran partida, me
queda la huida a ninguna parte. Cerca del olvido, donde no
encontrarte en un lunes negro, tan lejos del fuego, tan lejos de
amarte. 

Digo adiós a la pasión, adiós a la emoción del amor y
su abrazo. Ya ves, yo que fui tanto, pongo punto y aparte.
Adiós al sueño aquel de amor a flor de piel tan lejos del deseo.
Hoy viajo como el viento, hacia ninguna parte. 

¿Por qué perdí la
llave de un tiempo en que buscarte era mi único empeño?
Al fin seré mi dueño, allá en ninguna parte.
Y ya encontré la clave de mi último descarte en este lunes ciego.
Tan lejos del fuego, tan lejos de amarte. 

Digo adiós a la pasión,
adiós a la emoción del amor y su abrazo.
Ya ves, yo que fui tanto, pongo punto y aparte.
Adiós al sueño aquel de amor a flor de piel tan lejos del deseo.
Hoy viajo como el viento, voy a ninguna parte.





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(""El deseo me llevaba hacia la realidad que se ofrecía ante mis ojos como si sólo con su posesión pudiera alcanzar certeza de mi propia vida. Mas como esa posesión jamás la he alcanzado sino de modo precario, de ahí la corriente contradictoria, de hostilidad ante el irónico atractivo de la realidad… Así, pues, la esencia del problema poético, a mi entender, la constituye el conflicto entre la realidad y el deseo, entre apariencia y verdad..." (Luis Cernuda)

("Vamos a empezar buceando en el significado que tenía para Cernuda llamar al conjunto de su obra 'La Realidad y el Deseo'... esos dos poemas nos podrían servir para enlazar nuestro trabajo con el teatro de García Lorca, con las tragedias rurales. Confrontar el principio del placer, de libertad, con el principio de autoridad que definen esas obras universales. Como la pulsión del deseo, de la libertad, se choca con la autoridad, con las convenciones, las que hacen que nos preguntemos qué es lo que realmente queremos, si realmente el hombre pudiera decir...)

("Al igual que Baudelaire, Cernuda abomina de la civilización moderna, desmitifica sus valores y se interroga, con pasión y con ira, acerca del papel del poeta en un mundo regido por la codicia de los fuertes y cobardía de los débiles. La conciencia del tiempo, del paso de los años, la vejez y la muerte, la multitud urbana, son asimismo constantes en Cernuda como lo fueron en Baudelaire")


("Imagino a Cernuda tras todas las pancartas, como bajando por la Gran Vía, junto a Vicente Aleixandre, empujado por la riada ciudadana de la proclamación de la República; imagino a Cernuda en pie frente al Congreso, con esa fortaleza de su fragilidad, gritando que “No nos representan”)


(... Tú sola quedas con el deseo, con este deseo que aparenta ser mío y ni siquiera es mío, sino el deseo de todos, malvados, inocentes, enamorados o canallas.) 


("... la dignidad de la conciencia individual es imprescindible “como testigo irrefutable / de toda la nobleza humana”. Son lecciones muy vivas de su poesía, ahora que uno de sus enemigos más poderosos, el capitalismo, extrema la destrucción de las conciencias individuales y de los espacios públicos. El futuro es hoy... el poema es un espacio público, objetivo y su dimensión depende de que sea habitado y vivido por el lector")


("En este momento dramático del mundo, el artista debe llorar y reír con su pueblo… El dolor del hombre y la injusticia constante que mana del mundo y de mi propio cuerpo y mi propio pensamiento, me evitan trasladar mi casa a las estrellas…", Federico García Lorca)





'JULEN Y EL PERIODISMO', por Pascual Serrano / 'TAMBIÉN ES CULPA DE LA GENTE', por Luis Enrique Ibáñez

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"Periodistas en rebaño que solo pueden contar lo mismo y que se dedican a recoger testimonios obvios de vecinos cuando no a reproducir al unísono las declaraciones del portavoz oportuno de la Administración o de los ingenieros... Antena 3 y La Sexta colocaron una pequeña pantalla emitiendo imágenes en directo del rescate bajo el sensacionalista titular: "A 3 metros de Julen"... La periodista de RTVE Ana Ruiz Echauri no podía aguantar la náusea y así decía... ¿Hasta dónde vamos a llegar en lo morboso, "compañeros"?"

"¿En serio era necesario mostrar nuestro pesar en la plaza pública? Quizá, la inconfesable verdad no es otra que la inevitable y sucia necesidad de mostrarnos a nosotros mismos"


JULEN Y EL PERIODISMO

A la semana del accidente, el corresponsal de un medio holandés que estaba en Totalán cubriendo los trabajos de rescate de Julen contaba que esta noticia había desplazado en las televisiones de su país a las informaciones sobre el Brexit. Todos sabemos el impacto que tienen en la sociedad las noticias de interés humano y el caso Julen tiene muchos de esos elementos: tragedia, niño, cercanía, lucha contra el tiempo, incertidumbre del desenlace, movilización de recursos e infraestructura...
Según pasaban los días nos estábamos dando cuenta de que la tragedia de Julen tenía todos los ingredientes para explotar lo más miserable de los medios de comunicación. Unos medios que dejarían para un segundo plano las noticias racionales y de trascendencia pública para centrarse en la emocionalidad y la sentimentalidad del caso Julen.
Lo contaba ya Almudena Grandes el 21 de enero, "si en España no pasara nada más, no me quejaría. Pero en España pasan muchas cosas, aparte de Vox y de Cataluña. Por ejemplo, que el presidente del BBVA, Francisco González, pagara a un delincuente, el excomisario Villarejo, para que espiara y, llegado el caso, chantajeara o destruyera la reputación de una serie de personas que amenazaban su poder". El resultado, dice la escritora, es que los micrófonos persiguen más a los ingenieros y mineros del pozo que a los directivos de un banco que contratan a mafiosos.
El panorama resultaba desolador, mientras suceden cosas graves, las señoras viven en la zozobra por la vida de niño, los cuñaos desde los bares y en las redes dan lecciones de ingeniería y en los actos de los partidos se lanzan consignas a la familia gritando que ese partido está con ellos, como hizo el padre de Mari Luz, la niña de cinco años asesinada en 2008, y cuyo papel muchas voces han considerado despreciable y como menos de un protagonismo y un uso político desproporcionado. "Julen, desde el pozo tan oscuro donde estás metido, el PP y España entera está contigo", dijo en la convención del PP en la que defendía la presión permanente revisable.
En Totalán se apostaron decenas de periodistas; por cierto, atendidos por Protección Civil y alojados en casas de vecinos solidariamente, parece que la cobertura les salió barata a los medios. Periodistas en rebaño que solo pueden contar lo mismo y que se dedican a recoger testimonios obvios de vecinos cuando no a reproducir al unísono las declaraciones del portavoz oportuno de la Administración o de los ingenieros.
Puestos a tratar el asunto podían haber ido buscando dónde se encuentran  el millón de pozos ilegales, similares al que ha caído Julen, antes de que caiga otro niño, aunque eso tenga menos morbo que cuando hay un niño dentro.
Como desgraciadamente era de prever, el final resultó aposteósico para las televisiones. Telecinco modificó su parrilla televisiva, levantó "Pasapalabra" y "Volverte a ver" por un especial de Ana Rosa Quintana en la tarde del viernes y la mañana del sábado. Antena 3 y La Sexta colocaron una pequeña pantalla emitiendo imágenes en directo del rescate bajo el sensacionalista titular: "A 3 metros de Julen", lo que despertó numerosas críticas. No importa que tu quisieras saber lo que pasaba en Venezuela, el conflicto del los taxistas o simplemente desconectar con el concurso que emitiesen, Julen era omnipresente.
La periodista de RTVE Ana Ruiz Echauri no podía aguantar la náusea y así decía en un tuit: No hemos aprendido NADA de otras desgracias anteriores. Vamos sin freno hacia el asco infinito. ¿Hasta dónde vamos a llegar en lo morboso, "compañeros"?
El veterano periodista Arsenio Escolar  ponía el dedo en la llagaseñalando que "mejor nos hubiera ido a todos como país si esta atención extrema al rescate de Julen la hubiéramos prestado en su día los medios al expolio de las cajas, los recortes del Estado del Bienestar, la corrupción de todos los colores, la burbuja inmobiliaria, la desigualdad extrema...".
El  Consejo Audiovisual de Andalucía ha anunciado que analizará el tratamiento mediático del 'caso Julen' en televisión ante una posible vulneración de derechos fundamentales de la familia. El Consejo reclamó a las televisiones que huyan del amarillismo y de la espectacularización de estos casos y recordaba la aprobación de diversas recomendaciones específicas sobre la aparición de menores en emisiones relativas a sucesos luctuosos o dramáticos, la Guía de buenas prácticas para el tratamiento informativo de las desapariciones, o la Guía para el tratamiento de procesos judiciales en la que se incluye un apartado sobre los menores de edad.
La recomendación no solo llega tarde, sino que es inútil en la medida en que su capacidad de intervención se limita a eso, a una "recomendación".
Recurro de nuevo a las palabras de Almudena Grandes, la tragedia de Julen "es terrible, es atroz, causa un dolor infinito a sus padres, estremece a cualquiera que haya tenido hijos pequeños", pero abandonar la actualidad para dedicar tertulias, aperturas de informativos y decenas de periodistas a explotar la tensión de una espera no debería ser el objetivo del buen periodismo.
Esos mismos medios que reservan el calificativo de populismo en tono peyorativo para los políticos nos están mostrando que a populismo facilón no les gana nadie.
(Fuente: eldiario.es, 26-01-2019)
TAMBIÉN ES CULPA DE LA GENTE
Sí, también es culpa de la gente, sin ninguna duda. Dicen que vivimos en una sociedad de consumo, también habitamos, con la sangre caliente, la sociedad del espectáculo. Todo está obligado a convertirse en espectáculo, hasta la información sobre el tiempo. Se da el mismo tratamiento de reality show tanto a la última estupidez de Belén Esteban, como a la espera de un rescate imposible. Ni la familia, ni los que ayudaban, merecían semejante circo mediático.

Pascual Serrano lo explica muy bien, con las referencias necesarias. Sin embargo, pensamos que es imprescindible poner el foco, no sólo en esos medios impresentables, sino también en la gente normal, en todas esas personas del día a día que, además de aceptar con gusto la lluvia tóxica, participan de modo más que activo en el mantenimiento de ese juego podrido. Todos hemos sido testigos durante estos días de conversaciones entre personas normales que hablaban de la cobertura informativa como si fuera normal.

Entrabas en un bar y podías encontrarte, de repente, con varios expertos sobre ingeniería, otros sobre la increíble capacidad del ser humano para resistir. Algunos, incluso amigos, eran capaces de analizar profundamente, como realizando una tesis doctoral, el lenguaje gestual del padre del niño o, ya sin palabras, la inefable omnipresencia del padre de aquella niña. No, no han sido sólo los medios. También han sido las personas en principio normales las que han alimentado a la bestia, las que consumían y comentaban a la vez toda esa carnaza ofrecida en platos de plástico sucio, como su pensamiento, como su estar ante las imágenes.

De las redes sociales en este tema, casi sería mejor ni hablar. Pareciera como si una ley no escrita obligara a un montón de gente a mostrar su dolor, su sentimiento ante la tragedia, alimentando el morbo, nublándolo todo. ¿En serio era necesario mostrar nuestro pesar en la plaza pública? Quizá, la inconfesable verdad no es otra que la inevitable y sucia necesidad de mostrarnos a nosotros mismos.

Se hablaba en en 'Las estrategias de manipulación masiva' de fomentar el gusto por lo vulgar, por la incultura. Es cierto, no para de hacerse. Y al mismo tiempo se fomenta, y se acepta, la premeditada confusión entre la esfera pública y el ámbito privado. Confusión y circo se constituyen en palabras clave. Confusión, para que no sepas dónde debes mirar, qué debes atender, qué debes respetar. Circo para que mientras te pierdes y otros ganan, tú estés entretenido, aunque sea con el dolor ajeno.

No, no son sólo los medios, también es culpa de la gente.

En nuestro instituto, el IES Cristóbal Colón, tenemos una asignatura optativa en 2º de Bachillerato: 'Medios de Comunicación y Sociedad'. Cada vez tengo más claro que se trata de una materia absolutamente necesaria, urgente.

Y en las próximas semanas trabajaremos, para mirar al futuro, sobre toda la bazofia que nos acaban de regalar. Porque, aunque la gente se cree libre de la infección, aquel veneno del que hablaba Vicent se sigue inoculando, y de qué manera, "Nuestra conciencia largamente intoxicada acepta con normalidad el veneno diario que recibe en lo que uno lee, oye, contempla, huele y respira, de forma que el ciudadano se comporta con toda naturalidad en la vida, creyéndose sano y libre, sin saber que está envenenado".

Hay mucho trabajo por hacer, no sólo con nuestros alumnos, también con nosotros mismos.






' LA DESIGUALDAD QUE TENEMOS Y LA QUE VENDRÁ (SI NO HACEMOS NADA)', por C. Monge / 'LAMENTO Y ESPERANZA', de L. Cernuda

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"... hoy la pobreza y la riqueza se heredan mucho más que antes de la crisis, es decir, que los niños y niñas que están naciendo en familias pobres tienen mucho más difícil dejar de serlo. ¿Dónde ha quedado el ascensor social que era la educación? Y con ello, tantas cosas… sólo el año pasado se incrementaron en 16.500 los hogares en los que no entró ningún tipo de ingreso, alcanzando los 617.000...  Los “ultramillonarios” aumentaron en un 4%, llegando a la cifra récord de 1.690 personas"

"Un continente de mercaderes y de histriones, Al acecho de este loco país, está esperando Que vencido se hunda..."(Cernuda)


LA DESIGUALDAD QUE TENEMOS Y LA QUE VENDRÁ (SI NO HACEMOS NADA)

No descubro nada nuevo si insisto, una vez más, en que una de las herencias que nos dejó la crisis iniciada en 2008 fue el incremento de la desigualdad. En unos países más que otros, es cierto, pero es una constante que aparece prácticamente en todas las sociedades occidentales con alguna honrosa excepción. 

Hace unos días, con motivo del Foro de Davos, Oxfam Intermón en España hacía público su informe “Desigualdad 1 - Igualdad de Oportunidades 0. La inmovilidad social y la condena de la pobreza”, en el que retrata una imagen de España que no puede dejar indiferente a nadie, por mucho que la idea general se intuya de forma cada vez más clara. Algunas de las cifras más llamativas: se estima que uno de cada seis hogares considerados de clase media entró en situación de pobreza durante la crisis. Lejos de lo que nos cuentan, y quizá por eso las noticias sobre la recuperación son recibidos con manifiesta incredulidad, el informe afirma que la pobreza aumentó durante la crisis 4 veces más de lo que se ha reducido con la posterior expansión. Eso es así porque el crecimiento económico que se ha producido durante la fase de recuperación ha beneficiado a las rentas altas. Los “ultramillonarios” –personas cuyos activos netos equivalen o superan los 40 millones de euros– aumentaron en un 4%, llegando a la cifra récord de 1.690 personas. Mientras tanto, sólo el año pasado se incrementaron en 16.500 los hogares en los que no entró ningún tipo de ingreso, alcanzando los 617.000. Los más pobres, por tanto, están peor que al inicio de la crisis, y la clase media española tiene en la actualidad 10 puntos menos de la renta nacional en comparación con el año 2000. A esto hay que añadir que hoy la pobreza y la riqueza se heredan mucho más que antes de la crisis, es decir, que los niños y niñas que están naciendo en familias pobres tienen mucho más difícil dejar de serlo. ¿Dónde ha quedado el ascensor social que era la educación? Y con ello, tantas cosas…


El fundador del foro de Davos apuntó en el inicio de su reunión anual tres grandes amenazas: el cambio climático, el nuevo orden multipolar en permanente tensión y la creciente desigualdad. En el mismo foro, acertó Pedro Sanchez cuando eligió este asunto como eje de su intervención. La reunión en la que se dan cita las grandes personalidades del mundo económico y político debe escuchar estas reflexiones y avanzar en lo que de ellas se deriva, y a ser posible intentar encontrar alguna solución. Lo hemos formulado muchas veces y de muchas maneras, pero en el fondo la pregunta es, ¿cuánta desigualdad pueden soportar las democracias? O como titula Joaquín Estefanía, citando al creador del foro de Davos, podemos estar ante El colapso de la democracia.


Este tipo de desigualdad, con las características propias del momento actual, la tenemos identificada, estudiada y conocemos bastantes de sus efectos, como el énfasis que se hace últimamente en la gravedad de la pobreza infantil. En este artículo encontrarán datos interesantes.

Lo que no tenemos tan estudiado es la desigualdad que viene, esa que vemos aún como un futurible aunque cada día lo es menos. En sus 21 lecciones para el siglo XXI (Debate), Yuval Noah Harari recuerda que “… la historia del siglo XX se centró en gran medida en la reducción de la desigualdad entre clases, razas y géneros. Aunque el mundo del año 2000 tenía todavía su cuota de jerarquías, era un lugar mucho más igualitario que el mundo de 1900”. Esta tendencia no sólo se ha revertido, sino que amenaza con empeorar.

El auge de la inteligencia artificial y los desarrollos en biotecnología son, para el historiador israelí, dos de los principales factores. En virtud del primero, tan sólo aquellos que accedan a las mayores cotas de conocimiento y creatividad, con una formación constante a lo largo de la vida y una enorme capacidad de adaptación a entornos en cambio constante y cada vez más rápido, podrán beneficiarse del bienestar conseguido gracias a empleos cualificados y complejos.

Por otro lado, la desigualdad económica podría verse rápidamente traducida en desigualdad biológica, como apuntan ya algunos datos. Si los nuevos tratamientos para generar órganos a partir de células madre, para mejorar las condiciones físicas y cognitivas y en definitiva para alargar y mejorar la vida, se producen en este paradigma de creciente desigualdad, la salud pasará a ser un bien de consumo. ¿Quién podrá pagar un nuevo riñón que le libre de la diálisis y posiblemente de un ataque al corazón?  En El ser neoliberal (Gedisa), Christian Laval, Pierre Dardot y Enric Berenguer afirman que esta lucha ya se está librando, y recuerdan que en el año 2013 Google fundó una sociedad de biotecnología llamada Calico, con el objetivo de investigar contra el envejecimiento. ¿Qué dice de esto –mejor dicho, qué hace con esto– esa joya que –aún– tenemos en España y que se llama sistema público de salud? ¿Y los de otros países europeos con filosofías más o menos similares? ¿Qué propone cada uno de los partidos políticos para afrontar esta situación?

La historia no está escrita y mucho menos en tiempos tan fluidos y veloces como los que vivimos, pero conviene hacer escenarios de futuro que incorporen posibilidades cada vez más cercanas para anticiparse y poder abordarlas. Esta debería ser hoy la prioridad de cualquier partido político y de todo líder que se precie de serlo.

Avances científicos en el campo de la biotecnología o la incorporación de la inteligencia artificial a buena parte de nuestras actividades pueden ser, sin duda, pasos importantes en la mejora de la calidad de vida de las personas y del planeta. Pueden abrir un enorme conjunto de oportunidades que nos lleven a un mundo mejor. O, por el contrario, pueden confirmar una distopía ya muchas veces descrita en la ciencia ficción.

¿De qué depende? Entre otras cosas, de que la política no permanezca ajena a estos desafíos, que incorpore estos retos en sus reflexiones y que tome la iniciativa para marcar el camino por el que quiere transitar. 
(Fuente: infolibre.es, 28-01-2019)

LAMENTO Y ESPERANZA


Soñábamos algunos cuando niños, caídos
En una vasta hora de ocio solitario
Bajo la lámpara, ante las estampas de un libro,
Con la revolución. Y vimos su ala fúlgida
Plegar como una mies los cuerpos poderosos.

Jóvenes luego, el sueño quedó lejos
De un mundo donde desorden e injusticia,
Hinchendo oscuramente las ávidas ciudades,
Se alzaban hasta el aire absorto de los campos.
Y en la revolución pensábamos: un mar
Cuya ira azul tragase tanta fría miseria.

El hombre es una nube de la que el sueño es viento.
¿Quién podrá al pensamiento separarlo del sueño?
Sabedlo bien vosotros, los que envidiéis mañana
En la calma este soplo de muerte que nos lleva
Pisando entre ruinas un fango con rocío de sangre.

Un continente de mercaderes y de histriones,
Al acecho de este loco país, está esperando
Que vencido se hunda, solo ante su destino,
Para arrancar jirones de su esplendor antiguo.
Le alienta únicamente su propia gran historia dolorida.

Si con dolor el alma se ha templado, es invencible;
Pero, como el amor, debe el dolor ser mudo:
No lo digáis, sufridlo en esperanza. Así este pueblo iluso
Agonizará antes, presa ya de la muerte,
Y vedle luego abierto, rosa eterna en los mares.





TEXTO ARGUMENTATIVO DE CARMEN ALBA (alumna del IES Cristóbal Colón)

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"Entiendo perfectamente que esos ciudadanos piensen que tienen libertad de opinión, aunque realmente esto no sea cierto... En definitiva, creo que podemos asimilarnos con los prisioneros de la caverna de Platón, ya que estos veían la realidad a través de sombras. Somos, por tanto, esclavos de la sociedad en la que nacemos y, a la vez, crecemos y nos educamos encadenados a los medios de comunicación"(Carmen Alba Gavira, alumna de 2º de Bto. en el IES Cristóbal Colón)


En nuestro instituto estamos trabajando, con la intensidad que podemos, el entrenamiento en la elaboración de textos argumentativos, no sólo en 2º de Bachillerato (obligados por la nueva normativa de Selectividad, o cómo se llame), sino también desde otros niveles, como 4º de ESO. Estamos fomentando, ya lo habíamos decidido antes de los nuevos vientos legales, la cultura del debate. Y estamos realizando actividades que contribuyan a ello. A modo de ejemplo, alumnos de 4º se juntaron con alumnos de 2º de Bachillerato para mantener un debate sobre el tema de la mujer hoy. Lo hicieron tomando como excusa válida el 'Día de las mujeres escritoras'. Previamente, habían preparado distintas dramatizaciones, trabajos multimedia, que partían de fragmentos seleccionados por el Departamento de Lengua, y que buscaban bucear en el concepto de mujer a través de la historia de la Literatura, Bocaccio, Ibsen, Moratín, Cervantes, García Márquez, Dulce Chacón...

Volviendo a las pruebas de acceso a la Universidad, estamos intentando que adquieran ciertos automatismos, destrezas que les ayuden a afrontar la redacción de un texto argumentativo.

Poco a poco iremos dejando por aquí muestras del trabajo que están realizando, hoy dejamos la primera. 

Lo que nos interesa, a pesar de las posibles carencias, es que fijen su atención en algunas pautas fundamentales, tener clara la tesis que se va a defender, el modelo de estructura de texto, los argumentos a utilizar, fundamentar bien la cohesión del texto, su clara organización, su rigor, con los oportunos mecanismos, etc.

El texto base para reflexión fue 'Los encanallamientos', de Luis García Montero. La pregunta para provocar la argumentación, 

'¿Cree usted que los ciudadanos son realmente libres para tener su una opinión propia?'

Y este es el texto de Carmen Alba (nos hemos permitido, por si pudiera servir de ayuda a otros, fijar -en rojo- las herramientas utilizadas por nuestra alumna).

TEXTO ARGUMENTATIVO

En primer lugar (conector organización, cohesión), cabe decir que es difícil hablar de una ciudadanía libre para tener una opinión propia, cuando estamos totalmente sumidos en un mundo manipulado.

Como Noam Chomsky (argumento de autoridad), en "Las diez estrategias de manipulación de masas", todos los medios de comunicación utilizan una teoría de distracción para impedir que los ciudadanos tengamos conocimientos y mantenernos ocupados con informaciones insignificantes, sin tiempo  para pensar, haciéndonos volver a una granja como a todos los animales, retrocediendo a eras pasadas.

Algunos piensan (argumento de anticipación, enlazado con siguiente argumento de autoridad) que en realidad no es tan grave, sin embargo, según afirma Manuel Vicent en su artículo "Veneno", dichos medios ya han logrado intoxicar nuestra conciencia, haciendo que el ciudadano se comporte con toda naturalidad en la vida, creyéndose sano, sin estar envenenado, pero perdiendo toda su capacidad crítica.

Entiendo (argumento de concesión) perfectamente que esos ciudadanos piensen que tienen libertad de opinión, aunque realmente esto no sea cierto. Sin embargo, opino que antes de todo, deberían reflexionar sobre la verdadera intención de los mass media, con el fin de ser independientes de todo y ser críticos.

En definitiva (conector de organización, cohesión), creo que podemos asimilarnos con los prisioneros de la caverna de Platón, ya que estos veían la realidad a través de sombras. Somos, por tanto, esclavos de la sociedad en la que nacemos y, a la vez, crecemos y nos educamos encadenados a los medios de comunicación.


ENTRADA RELACIONADA:


(El modelo de examen para la prueba de acceso y admisión a la Universidad ha sufrido algunos cambios en la asignatura de Lengua Castellana y Literatura. Uno de ellos ha sido la sustitución del comentario crítico por la elaboración de un discurso argumentativo que responda a una pregunta previamente planteada... algunas pautas que pueden ayudar a la redacción de ese texto. (...) Imaginemos que estamos defendiendo la tesis de que la Educación, el Conocimiento, constituyen los pilares fundamentales de una sociedad. Podríamos acordarnos de Sócrates y apuntar que según el filósofo griego, "La ignorancia es el único mal")






'EL POZO MÁS GRANDE DEL MUNDO', por Gemma Almagro (se incluyen entradas relacionadas)

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"... cientos de niños se caían en él y se morían pero no había cámaras y a las máquinas y a los barcos gigantes no les dejaban
salvar niños ni grandes pero no era importante porque las personas en su sofá no podían verlo... y así todo el mundo podía ser feliz porque los niños muertos no entraban en sus casas ni en sus oídos y se morían discretos, sin hacer ruido..."

Precisamente en estos días se cumplen dos años de las Jornadas sobre Refugiados celebradas (vaya verbo) en nuestro instituto, el IES Cristóbal Colón. Al curso siguiente, dedicamos las jornadas de carácter social al tema de la Pobreza Infantil. En este nos dirigimos, como dice nuestra compañera Lidia, a nuestro próximo destino, a Doñana, hay tanto por decir, por descubrir... por denunciar. Abajo dejamos todas las entradas relacionadas con el tema de los No Refugiados, ese tema que ya  se ha hecho, otra vez, tabú.



EL POZO MÁS GRANDE DEL MUNDO



Había una vez un pozo
muy grande
que no tenía arena
sino agua
y cientos de niños
se caían en él
y se morían
pero no había cámaras
y a las máquinas
y a los barcos gigantes
no les dejaban
salvar niños ni grandes
pero no era importante
porque las personas en su sofá
no podían verlo
y los señores que mandan
miraban hacia tierra firme
para no tener que ver
el mar,
y si de algo se enteraban
hacían como si nada
y así todo el mundo
podía ser feliz
porque los niños muertos
no entraban en sus casas
ni en sus oídos
y se morían discretos,
sin hacer ruido,
solitos
en el agua.
Entre las olas.
Entre los gritos papá y mamá.
Con la ropa mojada.
Se morían los niños.
Se morían despacio.
Porque no sabían nadar.
Porque eran invisibles.
Pero no pasaba nada.
(Fuente: gemmaalmagro.wordpress.com, web altamente recomendable)
A fin de cuentas, al final, trágicamente, sólo se trata de dónde ha nacido cada uno,
ENTRADAS RELACIONADAS:
("Periodistas en rebaño que solo pueden contar lo mismo y que se dedican a recoger testimonios obvios de vecinos cuando no a reproducir al unísono las declaraciones del portavoz oportuno de la Administración o de los ingenieros... Antena 3 y La Sexta colocaron una pequeña pantalla emitiendo imágenes en directo del rescate bajo el sensacionalista titular: "A 3 metros de Julen"... La periodista de RTVE Ana Ruiz Echauri no podía aguantar la náusea y así decía... ¿Hasta dónde vamos a llegar en lo morboso, "compañeros"?" 
"¿En serio era necesario mostrar nuestro pesar en la plaza pública? Quizá, la inconfesable verdad no es otra que la inevitable y sucia necesidad de mostrarnos a nosotros mismos")
("Culpable de haber nacido en la orilla equivocada, de no soportar el hambre, de hablar con otras palabras, culpable... de las bombas y los gritos, los escombros y las lágrimas, culpable... Culpable, limpio culpable de tu inalcanzable dignidad, culpable de nuestra sucia mirada, culpable de tu risa, de tu valentía, culpable por creer que somos humanos...")

("... culpable de haber nacido, de haber nacido al otro lado, en la cara mala del mundo, en la otra orilla. Eres culpable de no soportar tu hambre amarilla, eres culpable de asomarte sin permiso al otro lado, a este lugar prohibido y mentiroso. Eres culpable de creer en los sueños azules, de pensar que una valla es sólo una valla...")

("Hace ahora 80 años se produjo una emergencia humanitaria de proporciones gigantescas. Más de medio millón de personas se vieron forzadas a abandonar su tierra y sus hogares... Huyeron para salvar sus vidas... Huyeron de las violaciones y de la cárcel, del hambre y de las epidemias, de las palizas y los trabajos forzados... Huyeron del paredón... Quienes cruzaron ríos a nado, y treparon por alambradas, y peregrinaron por el mundo como parias desposeídos, privados de cualquier derecho, maltratados, explotados, humillados, se apellidaban García, Martínez...")

("De tanto en tanto llegan imágenes y noticias de algunos terribles acontecimientos que suceden muy lejos de aquí. Hay guerras y un montón de gente tiene que abandonar sus casas, y huir... Ahí están las fotografías que recogen algunas de estas tragedias. Se publican una y otra vez hasta el punto de que casi pierden significado... No es fácil expresar el dolor, verbalizarlo, darle forma... En las imágenes que recogen los periódicos de los dramas del otro lado del mundo, ese dolor queda mudo")

'CARTA ABIERTA', de Santiago Agrelo...

("Yo he visto emigrantes mutilados, porque han perdido un ojo, o un brazo, o un pie. Yo los he visto golpeados –brechas abiertas en la cabeza, golpes en cualquier parte del cuerpo-, los he visto mordidos por los perros, ateridos de frío, hambrientos y sucios y enfermos y descalzos y andrajosos. He enterrado emigrantes en fosas comunes... Ustedes saben que, en esta guerra contra los pobres, la primera víctima es la verdad. Yo les pido que digan lo que hay, como intento decirlo día a día...")

("A veces confundimos salir del infierno con alcanzar la gloria, pero no es lo mismo... me sorprendió mucho el mutismo de los líderes europeos... Por extrañarme, me extrañé hasta del mío..." "La mayoría de los europeos... ha optado por no enterarse de lo que pasa a su alrededor, por divertirse mientras el cuerpo aguante... Fue lo que hicieron los romanos mientras su imperio se desmoronaba y el Mediterráneo se convertía en esa fosa común que no ha dejado de ser desde entonces a pesar de su apacibilidad")

'CARNE HUMANA', por David Torres / 'CANCIÓN PRIMERA', de Miguel Hernández

("... el fascismo consiste precisamente en la certidumbre de que hay seres humanos cuya vida no vale la pena salvar... Lo más terrible de todo no es escuchar a gente que sostiene con argumentos lógicos y éticos (“hay que acabar con las mafias que trafican con personas”) la triste necesidad de que miles de personas se ahoguen en el mar. Lo más terrible de todo es que esta tragedia ya ha sucedido montones de veces...  el fascismo nunca se fue y va a traernos de nuevo grandes cosas" "... He regresado al tigre. Aparta, o te destrozo. Hoy el amor es muerte, y el hombre acecha al hombre")

'MALTRATAR A LOS NIÑOS PARA DISUADIR A LOS PADRES'
("Los dos minutos y medio de la grabación en la que escuchamos a niños de dos, tres, seis años, llorando y pidiendo que les lleven junto a sus papás, conmueve hasta el dolor... separar a los niños de sus padres, cualquiera que sea su edad. El sistema es tan perverso, que nadie sabe por cuánto tiempo. Tampoco hay garantías de reencuentro. Nadie sabe nada. Nadie explica nada... Los guardias que los custodian se burlan del llanto contagioso de los niños: “Tenemos una orquesta, nos falta el director”, bromean")

'DÍAS DE PLAYA', por Ana Merino / 'HOGAR', de Warsan Shire (traducción de Juan José Vélez Otero)
("Son hombres y mujeres de países en ruinas, de lugares olvidados, heridos, masacrados, destruidos... Contemplamos la desesperación de la humanidad desde nuestras sombrillas, tumbonas y toallas; vemos con estupor el paisaje del sufrimiento humano golpeado por las olas del mar" "... nadie abandona su hogar a menos que su hogar sea la boca de un tiburón sólo corres hacia la frontera cuando ves que toda la ciudad hace lo mismo...")

EXTRAÑO EQUIPAJE',  por Juan José Millás / 'APÁTRIDA', de Zhivka Baltadzhieva
("No hay etiqueta que se resista a un misil atinado. Quizá el hombre de la imagen, al remover entre los escombros de lo que fue su casa, en busca de dos camisas y un par de retratos con los que huir de Guta, encontró al niño llorando en un rincón de lo que en otro tiempo había sido una escalera y lo incluyó deprisa y corriendo en el breve equipaje de la fuga..." "... fuera de la Red y las navegaciones temerarias / en la intimidad virtual / con su Gran Portal para todos, / melancólico y fiero...", Zhivka Baltadzhieva)

("No van a resucitar, nunca, ni siquiera dentro de dos mil años, todos los muertos del Mediterráneo, no... Imposible no preguntarse qué diría él hoy celebrado si estuviera aquí viendo tanta muerte silenciada, viendo tanta emoción por él... Tampoco habrán resucitado hoy los más de 13.000 suicidados en En España... desde que estalló esta estafa, pero no importa, hoy ellos no han podido lucir esos lindos trajes, ya sabían que nadie hablaría de ellos cuando estuvieran muertos" "...no tú, quien al esclavo dictas rezar, someterse, y le nutres hasta la tumba con falsas esperanzas...", 'Mi plegaria', Hristo Botev)

'A VER SI LE DEJAN CRECER', por Juan José Millás / 'MI RAZÓN DE SER', por Bahía Mahmud Awah / 'SER VALIENTE', Depedro y Vetusta Morla

("¿Qué lugar es este?, parece preguntarse. No ese lugar concreto, sino el mundo en general. ¿Qué lugar es el mundo? Crecerá, si no le alcanza antes una bomba, y acabará acostumbrándose o fingiendo que se acostumbra. Es lo que tarde o temprano hacemos todos" (Millás) "... Mientras que yo sigo simplificando esa razón con los que intentan situarme a la deriva, y convertirme de ser en no ser..." (Bahia Mahmud Awah) "... y veo a esa gente reír ante el olvido que arriesga su cielo saltando al futuro..."


'LAS GUERRAS LEJANAS', por Almudena Grandes / 'PRIMERA EVOCACIÓN', de Ángel González 

("Alguna vez habrá que empezar a llamar a las cosas por su nombre, reconocer que los peores monstruos del siglo XX, aquellos a los que creímos derrotar y enterrar para siempre, han resucitado y viven entre nosotros. Las guerras pequeñas, lejanas, permiten que Occidente aplique una política de exterminio sin mancharse las manos" "Ni la lluvia  pudo borrar las huellas de la sangre. Perdido para siempre lo perdido, atrás quedó definitivamente  muerto lo que fue muerto")

("Carecen de actualidad rabiosa los miles de cadáveres que han flotado en la espuma sucia de nuestros amaneceres junto a la costa que no pudieron pisar. La causa es el hambre, la guerra, el deseo de vivir, pero también unas leyes de extranjería que asumen sin vergüenza la separación entre los derechos democráticos de la ciudadanía y los derechos humanos... Tan pendientes estamos de la rabiosa actualidad que se nos olvidan las verdades de siempre... Hay un momento en el que las banderas dan asco y en el que las lágrimas de los patriotas producen escalofríos... Este naufragio rompe por dentro la palabra Nosotros")
("Lo que soy, ya pueden empezar a darme, es alguien que odia las banderas, sobre todo las de ahora, las que pretenden tapar la desvergüenza, la infamia, las que quieren, y al parecer lo están consiguiendo, que olvidemos la Gran Estafa... Qué razón tenían los chicos de Vetusta Morla, "...vienen decididos a arrancar de cada expresión su significado... todas las palabras del lugar se han intoxicado...". Ley, Democracia, Pueblo, Patria, Nación, Nosotros, Vosotros... Ellos..., ahora ya todas producen un siniestro escalofrío, ahora ya todas dan miedo")


("Los No Refugiados han conseguido algo impensable, bajar un escalón más, ahora ya se pueden sentir satisfechos, son palestinos, esto es, ya no se habla de ellos. Es más, cuando alguno seguimos sacando el tema, en la conversación, en el trabajo, en la vida, notamos la mirada displicente, indolente, de aquellos con los que creíamos que podíamos contar. Es así. Todos somos extranjeros, ¿verdad Zhivka?")


("¿Se han planteado mandar a los concursantes a un campo de refugiados durante varios meses? Vivir el día a día, por ejemplo, con esos miles de personas abandonadas a su suerte que deambulan por las fronteras de Europa... Administrarse los escasísimos recursos y desesperarse junto a los que lo han perdido todo... un campo de refugiados es el escenario que más se acerca al espíritu puro de la supervivencia precaria y robinsona... Tengo verdadera curiosidad por conocer el día a día de los que habitan sin nada en tierra de nadie")


("Lamentablemente, un año y medio después nada se ha sabido de esos 10.000 niños perdidos... su destino ha sido el más trágico: la muerte, el secuestro, el abuso sexual, la explotación laboral, la esclavitud; en la mayoría de los casos, de manera organizada... Hagamos el duro ejercicio de pensar en cada una de esas niñas como si fueran nuestra sobrina. Nos resulta insoportable. Y nos hace muy difícil seguir con nuestra vida cotidiana, seguir como si eso no les estuviera pasando a esos niños y niñas que algún día también fueron los hijos, las sobrinas y los nietos de alguien")

'GUERRA' (VÍDEO JORNADAS NO REFUGIADOS IES CRISTÓBAL COLÓN)

("Los que trabajamos en esta profesión, la más hermosa del mundo (a pesar de todo, y a pesar de Ellos) sabemos perfectamente que la única recompensa que podemos recibir no es otra que el trabajo de nuestros alumnos, su decir, su ver, su palabra, y a esa palabra es a lo único que nos podemos agarrar los que seguimos creyendo en esto")

REFUGIADOS, EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA EN EL IES CRISTÓBAL COLÓN

(Y los espacios inquietos del IES Cristóbal Colón se colmaron de denuncia, de información, de la necesaria solidaridad. Creamos, alumnos, padres y profesores, un escenario nuevo, un lugar en el que reconocernos a nosotros y a todos los olvidados, a los que sufren, a los que mueren, a los No Refugiados...)



("Mis pensamientos gritan por la desesperación de no poder ser hablados. Por ello te hablo cada noche antes de intentar dormir. A ti que llevas cinco meses dentro de mí... Quiero que no veas las personas en color, sino en estados de la música y sepas diferenciar con esto, la armonía del ruido... si algún día, mi niño, llegas lejos no olvides de dónde vienes... Eres un rayo de luz en los ojos de una ciega. Una flor en el desierto")

 SUEÑOS ROTOS

 ("Mi madre mejoró rápidamente, sufrió migrañas por el estrés del viaje. Ahora que nos encontramos en el campamento de Lesbos dudo que mi vida vuelva a la normalidad. Nos dan largas cuando preguntamos por el permiso de residencia... Yo, que imaginaba que iba a cambiar mi país, que lucharía por la igualdad y la democracia. Yo, que ahora estoy derrotada y con todos los sueños rotos")  




("Sanlúcar, 30 de enero de 2017. Mediodía. Cerca de 400 alumnos, vestidos de negro y acompañados de sus profesores, atraviesan, ante la mirada atónita de los transeúntes, la Calle Ancha. Lo hacen con la cara alta, orgullosos de saber que están haciendo algo importante, algo que seguro recordarán cuando el tiempo pase...")



("Protestan contra el muro que Donald Trump quiere levantar... gentes de todas las ideologías... protestan hasta personas que durante años no han dicho ni mú del muro que ya existe entre Estados Unidos y México... muros hay y se siguen haciendo por todo el planeta... Ello si no consideramos un gran muro, que lo es, ese mar Mediterráneo en cuya travesía pierden la vida centenares de personas cada año... el muro que divide el mundo en dos es más mental que real... Lo dijo ya hace unos años Eduardo Haro Tecglen... desde que cayó el muro de Berlín ya no hay ideologías, sólo hay pobres y ricos")


("... otro niño ha muerto ahogado y su cuerpo ha sido descubierto en una playa no menos turística, en este caso de Barbate, en Cádiz. Se llamaba Samuel, tenía seis años y su familia se lo había llevado consigo huyendo de los horrores del Congo... Un niño tan desamparado como Aylan, que interpela a las conciencias lo mismo que los demás ahogados en el Mediterráneo, pero cuya muerte pasa a ser una cifra en el macabro conteo" "...  Tu cuerpo, con la sombra violeta de mis manos, ra, muerto en la orilla, un arcángel de frío" (García Lorca)


("No hay día sin que en las páginas de la prensa, que algunos llaman escaparate, aparezca un cadáver sirio. O dos. O una docena... Unas veces los vemos entre cascotes, otras en el medio del campo, y en ocasiones de pie, con los ojos abiertos... Estos pobres, en cambio, se van con menos de lo que trajeron y se van pronto porque la esperanza de vida, en su barrio, es nula. Esperamos sin mala conciencia la próxima fotografía con alguna curiosidad de carácter étnico")


("Perdiendo la calma, ¿dónde está exiliada? Voces silenciadas, la muerte anunciada Y tú, la espina clavada que nos saca del mapa... Cruzando horizontes de lengua extranjera... Vidas obligadas a ser refugiadas cruzan la frontera. Nadie es profeta en su tierra, solo es portadores de vergüenza ajena.... Si me ves volver será para arrancar del labio la mordaza. Quitar el pan de quien nos quiere mal traer con sus migajas... Esto es el canto de la gente desterrada")


("... Miran y miran al otro lado de la alambrada. Nadie quiere verlos nadie. Dejaron sus muertos atrás para ir a ningún sitio. Ellos los mil nadie...)





("Se han encontrado cadáveres de inmigrantes congelados en las fronteras de Europa y nadie lleva la cuenta, pero las muertes por los efectos del frío en los campamentos son muchas más de las que aparecen en las estadísticas... Esas imágenes nos hablan de la miseria moral de una Europa insensible ante el dolor de los demás, de unos dirigentes políticos que miran para otro lado... Hoy son ellos, mañana podemos ser nosotros los abandonados" "... Desplazados y deshonrados / Enfrentados a las fronteras de otros / Extraviados y erráticos / Sin otra salida que la de huir...")

(Fuente: Refugio del Sonido, por Javier Limón, Mar de Libia, El País)

("... la palabra 'asistencia' monta un número esperpéntico en mi cerebro, y me lleva, otra vez, a las fronteras de Grecia, de Turquía, de Serbia... Intento adentrarme en el significado profundo de esa palabra, y lo único que encuentro es soledad, la soledad infinita de todos esos seres humanos que han sido tachados de nuestros ordenadores... esa niña, perdida, sola y sin palabras, me da una acogedora colleja diciéndome, ¿de qué estás hablando?")


'HUMILLADOS', por Jorge M. Reverte / Poema 'HOGAR', de Warsan Shire / PROPUESTA DE EXAMEN (según PAU)

("... me siento humillado cada vez que veo una foto en el periódico de inmigrantes pasando frío, o hundidos en el barro, o huyendo de las explosiones... leamos enteras las noticias, las que explican que la gente hace cola para conseguir una sopa a una temperatura ambiente de veinte grados bajo cero. Y entonces, apartamos ligeramente el café humeante que tenemos en la barra del bar, y nos imaginamos que alguno de nuestros hijos está ahí, esperando la sopa...")


'REFUGEE BLUES', ADAPTACIÓN MUSICAL DEL POEMA DE W.H. AUDEN

("El cónsul golpeó la mesa y dijo: “Si no hay pasaporte están oficialmente muertos”: pero aún vivimos, querida, aún estamos vivos... Fui a un mitin público; el orador se puso de pie y dijo: “Si los dejamos entrar se robarán el pan”; hablaba de nosotros, querida, hablaba de nosotros...")


("... el año terminará esta noche... con las luminarias y las campanadas de siempre, con la alegría repetitiva y artificial de todos los años, esa que nos sirve a todos para engañar a nuestras conciencias... sobre la Tierra brillarán también en la noche mezclándose con sus luces las almas de los anónimos miles de muertos de las guerras de Siria y de Irak, las de los desaparecidos en el Mediterráneo, esa insaciable fosa común... Por cada uno de ellos yo arrojo una rosa negra que nadie verá caer")


("... Respiro el aire que respiras y bebo el agua que tú bebes. Si piso el mismo suelo que tú pisas, dime por qué tanto duele  la dulce y silenciosa forma en la que tú me miras...")

("Nació como nacimos todos pero a él le tocó el lado negro del mar... hay tantos ahogados que hasta el oceano se va a secar... Peor que matar a un hombre es cerrarle el camino mucho peor es ahogar su destino. El mundo es de todos tienen que pasar aquí entramos todos")



("...unos versos de León Felipe describen la expresión monótona con la que los lectores y en cierto modo sepultureros de la prensa diaria observamos este tipo de fotografías antes de pasar la página en dirección a las farmacias de guardia o a la lista de los fallecidos ayer en nuestra ciudad. Nada nos impresiona ya ni nos conmueve..." "Sensibles a todo viento... poetas, nunca cantemos la vida de un mismo pueblo ni la flor de un solo huerto. Que sean todos los pueblos y todos los huertos nuestros" (León Felipe)



("De eso trata Astral...echarse al mar a salvar vidas de esa olla gigante y voraz que se las traga a puñados mientras Europa bosteza... Nos habla a nosotros. Nos pregunta por qué no hacemos más, por qué no hacemos nada, por qué no nos hemos plantado para exigir a nuestros gobiernos que actúen. Ya. Ahora.... Los que vengan detrás nos preguntarán por qué no hicimos nada para detener el genocidio, si lo estábamos viendo, y tendremos que bajar la cabeza porque no sabremos qué contestar")

EL VIENTO

("¿Cuándo aceptaremos que somos nosotros los que nos ahogamos en el mar frente a las costas de Europa junto con los inmigrantes desesperados? ¿Cuándo aceptaremos que ningún armamento es inocente y somos nosotros los que bombardeamos hospitales, familias, niños en Alepo?... La respuesta, amigos, como canta Bob Dylan, está flotando en el viento, pero no por eso dejamos de ser culpables")


("En Turquía el régimen de Erdogan hacina en campos de prisioneros a refugiados y opositores sin que nadie diga una palabra... En el mar los muertos se cuentan por miles porque siguen huyendo a millones de la guerra y la muerte, como haríamos usted y yo, mientras un país rico como España, con su gobierno a la cabeza, sólo ha sido capaz de acoger a un centenar de refugiados. Esa es la realidad. No va a desaparecer por mucho que la quitemos de los telediarios" "... Todo vive condenado a ser mostrado y mengua..." (Zhivka Baltadzhieva)

("Cuánto es demasiado, cuánto es suficiente... El mundo, la verdad, no parecía muy conmovido: no hubo explosiones de indignación, no hubo escándalo en los noticieros, y días después nadie recordaba el episodio... la humanidad se habitúa rápido a moverse en la mugre, a convivir con la basura en su ojo de cíclope hasta que la basura se hace callo y el ojo queda confortablemente ciego")
("Pasa como con las palabras, los sentimientos también se desgastan... La humanidad de las personas está en poder empatizar con el dolor de los otros, en ponerse en el lugar de los otros... Ese acomodamiento nos hace daño a nosotros, y también a los otros... hace daño a los otros, porque nuestra actitud los deja totalmente vulnerables ante la injusticia")


("Los refugiados (y en general los pobres) son en cierto modo los restos de la combustión de una parte de esa economía, las cenizas que expulsa la maquinaria del sistema... Es costoso deshacerse de las cenizas, sí, pero gracias a esas cenizas se ha movido, por poner un solo ejemplo, el tráfico de armas, cuya industria constituye una de las locomotora de la economía global...)



("Viendo a esos miles de refugiados que, después de haber cruzado el mar jugándose la vida (y viendo cómo otros la perdían, muchos de ellos niños aún), son obligados de nuevo a cruzarlo contra su voluntad... ¿Qué sentimientos albergarán hacia nosotros después de haber visto cómo los expulsábamos contradiciendo nuestras propias leyes? ¿Pensarán que todos participamos en su expulsión o distinguirán entre unos y otros?" "... No conozco ya los nombres de un mundo que me niega...")

("Esta es una larga historia, que comenzó con la destrucción de algunos países bajo las bombas humanitarias... La mayoría de los que escapan del desastre no tenían, cinco años atrás, planes de fuga.... Su plan ahora... escapar, llegar al norte, sacrificarse hasta la última gota de sudor para que sus descendientes tengan una perspectiva decente. Este es el único plan de un emigrante" "Llovió el invierno a mares lodos, hambre. Navegó la miseria a plena vela... Hubo más muertos. Pero nunca, jamás, la violencia" "... perdimos la verdad, perdimos las palabras")
("Las más auténticas procesiones de Semana Santa de este año son las de refugiados por las fronteras de espinas envueltas en bruma de Europa. Desde que falleció ahogado Aylan Kurdi, han muerto más de quinientos niños en este éxodo... México, hizo infinitamente más en un año por los españoles que lo que España ha hecho por todos los refugiados durante años en el Mediterráneo" "-Ni demasiado tarde ni demasiado lejos. La isla “Aquí” está en todos lados... El ambiente se volvió incómodo, cayó el silencio. Las verdades generales tienen ese problema")

NO ME LLAMEN EUROPEO, por Luis Enrique Ibáñez
("No, no me llamen europeo. Yo soy africano, y llegué aquí hace miles de años, lo mismo que ustedes... hemos cometido el imperdonable pecado de olvidar, de amputar, el significado de las palabras que nos fundaron... hospitalidad, justicia... belleza... No me llamen europeo... dolor, culpabilidad, complicidad, lo dócilmente sometido, imperio de la apatía, placer de la esclavitud, extravío de las palabras, lenguaje invisible. idioma disfrazado, de mentira, de asco, de nada")

'IR Y QUEDARSE, Y CON QUEDAR PARTIRSE', DE LOPE DE VEGA / 'COPENHAGUE', VETUSTA MORLA

("Ir y quedarse, y con quedar partirse...fuego en el alma, y en la vida infierno""... El valor para marcharse,el miedo a llegar...Ella duerme tras el vendaval No se quitó la ropa.Sueña con despertar en otro tiempo y en otra ciudad"

'LA HISTORIA NOS JUZGARÁ' Luis Gonzalo / 'SOBRE LA DENOMINACIÓN DE EMIGRANTES', Bertolt Brecht

("... seremos juzgados como genocidas y las próximas generaciones se avergonzarán de nuestro comportamiento. Seremos un ejemplo en las clases de historia sobre la inhumanidad de nuestra sociedad y la violación constante de los derechos humanos... Estudiarán cómo invadimos países para convertirlos en estados fallidos y arrebatarles sus recursos en una nueva forma de colonialismo""... Cada unode los que vamos con los zapatos rotos entre la multitudla ignominia mostramos..." (Brecht)
("Europa renuncia a sus principios éticos y fundacionales, consagra las devoluciones en caliente y se entrega a un régimen corrupto gobernado por un sátrapa que cierra periódicos críticos y oprime a la disidencia. Nos han vendido por un puñado de euros...  casi todos los países han incumplidos sus promesas de acogida y les tratan como prisioneros de guerra y animales... Los mismos que lloraban la muerte de Aylán, provocan su muerte" "No aceptes lo habitual como cosa natural"   (Bertolt Brecht)

'LA SERPIENTE', por Julio Llamazares / 'DEVOCIONES PARA OCASIONES EMERGENTES', de John Donne

("Un numeroso grupo de vecinos de Bautzen celebró el incendio... de un antiguo hotel habilitado para acoger a refugiados extranjeros al tiempo que estorbaba las labores de extinción... ¿A qué les suenan estas escenas? ¿Acaso no les recuerdan a aquéllas que describían los años previos a la ascensión del nazismo...?""... Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta...")

("Compartiremos las injurias, los reproches, las necias burlas resistiremos... el destino penoso del ser humano" (Hristo Botev) "¿Cuántas voces son necesarias para no entender el mundo?" (Zhivka Baltadzhieva) 

("Da lo mismo, el asunto no se aborda. Significa que el hombre, además de chillar a los suyos, nos interpela a nosotros. Lleva casi cinco meses gritándonos bajo la tormenta: –¡Joder, haced algo, que llevo a una criatura encima!... ahí lo tienen, en pie, gritándole al mundo civilizado que, joder, le eche una mano. El mundo civilizado, como el que oye llover" (J.J. Millás) "... Han muerto todas las ideas capaces de sostener un sueño... La única raza ha desahuciado al inquilino en el propio domicilio de su cráneo..." (Juan Carlos Mestre) 


("Ante el orden existente...)


("Sesenta o setenta personas son las dueñas de un mundo en el que la mayoría pasa hambre, sed, frío y un sinfín de calamidades. Es lo que llamamos estabilidad... No precisan de un ejército porque tienen a su disposición los de todo el mundo, ni de una policía porque todas están a sus órdenes... Menos mal que nos quedan las rastas y el amamantamiento como materia para el análisis político riguroso" (J.J. Millás) "la globalización de los hambrientos es el aperitivo de los amos" (M. Benedetti)








'MAMÁ', por Juan J. Millás / PROPUESTA DE EXAMEN (se incluyen entradas relacionadas)

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Y Juan José Millás vuelve a explicarnos qué es esa cosa, la literatura...

"El proceso por el que la materialidad de la letra impresa se convierte en una sustancia mental, capaz de transformarse a su vez en imágenes que lo mismo nos llevan a la intimidad de una alcoba que a la cubierta de un ballenero, es un enigma semejante al del misterio eucarístico... en la novela, gracias a un conjunto de sustantivos, adjetivos, etcétera, adecuadamente combinados, el lector abandona su identidad para transformarse
en uno de los personajes de la peripecia narrativa, a veces en el mismísimo protagonista"


'Mujer leyendo' (1931) de Henri Matisse (Óleo sobre lienzo.
Musée National d'Art Moderne. París)

MAMÁ

Un libro es un paisaje: el que contemplas con asombro a izquierda y derecha mientras progresas por las oraciones gramaticales que lo componen como por una senda abierta en el bosque. El proceso por el que la materialidad de la letra impresa se convierte en una sustancia mental, capaz de transformarse a su vez en imágenes que lo mismo nos llevan a la intimidad de una alcoba que a la cubierta de un ballenero, es un enigma semejante al del misterio eucarístico, pues si en la misa, mediante las palabras pronunciadas por el cura, el pan y el vino se convierten en el cuerpo y en la sangre de Cristo, en la novela, gracias a un conjunto de sustantivos, adjetivos, etcétera, adecuadamente combinados, el lector abandona su identidad para transformarse en uno de los personajes de la peripecia narrativa, a veces en el mismísimo protagonista.

Lees, por ejemplo, esta frase: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”, y eres arrancado del sofá, o del asiento del autobús, o de la cama en la que te encuentras con Cien años de soledad entre las manos. Lees “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”, y eres arrebatado, como el profeta Elías, por un carro de fuego.

Ayer abrí las páginas de una novela que comenzaba así: “Mi madre ya no llora con esas cartas”, y salí volando del vagón del metro en el que viajaba, para ingresar en una absorbente aventura existencial que, aunque no hablaba de mí, me concernía como le concernirá a usted, créaselo, cuando acometa su lectura. Se titula Mamá y su autor es un argentino de origen español llamado Jorge Fernández Díaz. Buen viaje.

(Fuente: El País, 01-02-2019) 

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(“leer, según el retrato de Chardin, es un acto silencioso y solitario”. ¿Y a quién puede interesarle ese recogimiento en una sociedad tan vibrante como la nuestra, tan volcada hacia delante, tan hiperconectada gracias a las nuevas tecnologías? ¿Qué diablos pinta, en verdad, un tipo con sombrero pasando las hojas de un libro cuando con un clic la Red te sirve cualquier tipo de conocimiento de manera instantánea?...Eso sí... “hay muchos que se creen a sí mismos seres emancipados cuando lo único que han hecho ha sido desabotonarse la ropa”



'A MÍ, DE ADOLESCENTE, ME PROHIBIERON LAS NOVELAS', por Juan José Millás / 'UN LECTOR', de J.L. Borges

("El libro ha tenido siempre algo de callejón frecuentado por personas huidizas con tendencia, como decíamos, a la clandestinidad... el joven verdaderamente peligroso es aquel que un viernes o un sábado por la noche se queda en casa leyendo Madame Bovary... Ese individuo que se queda a leer Madame Bovary, les aseguro, es una bomba... Porque la realidad está hecha de palabras, de modo que quien domina las palabras domina la realidad... invito siempre a los alumnos a preguntarse hasta qué punto es real la realidad")

CELEBRACIÓN DE LA LECTURA, ELOGIO DE LA LENTITUD



("... ¿quién tiene tiempo hoy para zambullirse en una novela o para liarse en los vericuetos de un ensayo o para andarse con un montón de versos que tratan de vanos amoríos o del desastre de vivir? leer no es más que eso: apartarse del ruido y entrar en otro mundo habitado por palabras. Siempre toca hacerlo solo y con tiempo, eligiendo la lentitud frente a la velocidad de nuestras circunstancias. Merece la pena. Ese “acto silencioso y solitario” está tan lleno de riquezas y placeres que quizá tenían razón aquellos antiguos cuando se esforzaban en arreglarse para vivir un momento tan especial")




("... Justo en el momento en el que Tolstoi parece haber suspendido ligeramente la intriga, Anna se coloca en las rodillas un almohadón... Después, pide a Aniuska una linterna, que sujeta en el brazo de la butaca, y saca de su bolsita roja un cortapapeles y una novela inglesa... toda lectura activa contiene el gesto más profundamente democrático que conozco. Es el gesto de quien sabe abrirse al mundo y a las verdades relativas del otro... Si se exige talento a un escritor, debe exigírsele también al lector... Los escritores fallan a los lectores, pero también ocurre al revés")


("Los profesores nos quejamos sin cesar, y más ahora que Bolonia nos “obliga” a organizar seminarios y prácticas que suelen requerir lectura. No leen libros, no son capaces de seguir un artículo académico; por no leer muchos ni siquiera se acercan a una novela. Sin embargo, en secundaria y en bachillerato sí lo hacen: es obligatorio... Ahora pretendemos que los alumnos aprendan en cuatro meses lo que antes procesaban en ocho. La primera víctima de esta recorte fue la lectura sosegada, solitaria y fecunda de libros académicos")




("No es el aprendizaje de un idioma lo que su padre le otorga. Lo que está ante sus ojos es el extraordinario advenimiento en el lenguaje. No se trata de un conocimiento que necesite ser inventariado. Se trata de dejarse invadir dulcemente por el lenguaje que, a partir de ese momento, hablará a través de ella. Ella será su enviada")

PROPUESTA DE EXAMEN 
(según nuevas directrices)


1. Identifique las ideas del texto y exponga esquemáticamente su organización (1,5 puntos). 

2. Indique y explique la intención comunicativa de la autora (0,5 puntos), y comente dos mecanismos de cohesión distintos que refuercen la coherencia textual (1 punto). 



3. ¿Cree usted que el uso de las nuevas tecnologías influye en la pérdida del hábito lector? Elabore un discurso argumentativo, entre 150 y 200 palabras, en respuesta a la pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuado (2 puntos).


4a. Identifique la función sintáctica de las palabras señaladas en el texto (negrita)


4b. Señale dos marcas de subjetividad presentes en el texto (1 punto). 



5a. Exponga brevemente el siguiente tema: La novela desde 1939 hasta los años 70: tendencias [existencial-tremendista, social y experimental], autores y obras representativos (1 punto).



5b. Explique por qué se se habla de 'Historia de una escalera' como una historia circular (1,5 punto). 



ELABORAR UN DISCURSO ARGUMENTATIVO 

ACERCA DE MATISSE:

  Pintor francés líder del fauvismo. Está considerado como una de las grandes personalidades en la configuración del arte del siglo XX, maestro a la hora de expresar sentimientos a través del uso del color y la forma. Matisse nació en Le Cateau-Cambrésis, en el norte de Francia, el 31 de diciembre de 1869, en el seno de una familia de clase media. Estudió derecho en París entre 1887 y 1889. Comenzó a ejercer como abogado, sin embargo, en 1890, mientras se recuperaba de una apendicitis, se sintió atraído por la pintura. En 1892 abandonó su carrera de abogado y fue admitido en la Escuela de Bellas Artes de la capital francesa. Su primera formación la realizó dentro de la tradición académica y conservadora, por lo que su primer estilo consistía en una forma convencional de naturalismo, realizando numerosas copias de los cuadros de los maestros clásicos. A su vez, estudió el arte contemporáneo, sobre todo el de los impresionistas, comenzando su propia experimentación, que le valió una reputación de miembro rebelde en las clases del estudio. La verdadera liberación artística de Matisse, en términos del uso del color como configurador de formas y planos espaciales, se produjo bajo la influencia de Paul Gauguin, Paul Cézanne y Vincent van Gogh, cuya obra estudió con detenimiento desde 1899 aproximadamente. Más tarde, entre 1903 y 1904, Matisse se enfrentó a la pintura puntillista de Henri Edmond Cross y Paul Signac. Ambos estaban experimentando con la yuxtaposición de pequeñas pinceladas (a menudo puntos) de pigmento puro para crear fuertes vibraciones visuales de color intenso sobre la superficie del cuadro. Matisse adoptó esta técnica pero la modificó aplicando pinceladas más amplias. Hacia 1905 había producido unas imágenes cuya audacia cromática rompía con todo lo anterior. Entre estas obras destaca Raya verde (Madame Matisse, 1905, Museo Estatal de Arte, Copenhague), un retrato con notas expresionistas de su mujer. El título deriva de la amplia pincelada de verde brillante que define la frente y la nariz de su esposa. Ese mismo año Matisse expuso junto a pintores de la misma tendencia como André Derain y Maurice de Vlaminck. Como consecuencia de esta exposición, el grupo es bautizado como les fauves (literalmente las bestias salvajes) por su uso estridente del color, distorsión de las formas y su sentido expresionista en la captación de emociones. El bodegón representó un papel central en la maduración pictórica de Matisse. Su primer cuadro fue una Naturaleza muerta con libros. En 1902, año de ejecución de Las flores amarillas (Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza), atravesaba lo que algunos han calificado como el periodo oscuro, que acabó en 1904, periodo de obras de enorme energía que estallaría en las pinturas fauves de 1905. A medida que fue considerado como el cabecilla del radicalismo artístico, Matisse se ganó la aprobación de la crítica influyente y de los coleccionistas, como la de la escritora estadounidense Gertrude Stein y su familia.

Entre los encargos más importantes que recibió se encuentra el del coleccionista ruso que le pidió unos paneles murales ilustrando temas de danza y música, La Música y La Danza (acabados ambos en 1911, hoy en el Ermitage, San Petersburgo). Sus figuras de bailarines, y, en general, todas sus figuras humanas, responden, en primer lugar, a la expresividad de la forma, y sólo secundariamente a los detalles anatómicos. Este principio se extiende a otros campos como el de las esculturas en bronce, dibujos y obras en diversos medios gráficos. Matisse, junto al contenido intelectual, siempre destacó la importancia del instinto y la intuición en su producción artística. Afirmaba que un artista no tiene un completo dominio sobre formas y colores, sino que son las propias formas, líneas y colores los que deben dictar al artista sensible el modo en que deben ser combinadas. A menudo aludía al gozo que experimentaba al abandonarse al juego de las fuerzas del color y el diseño, y explicaba las formas rítmicas pero distorsionadas de muchas de sus figuras en términos de la revelación de una armonía pictórica total. Desde 1920 hasta su muerte, Matisse pasó mucho tiempo en el sur de Francia, sobre todo en Niza, pintando escenas locales de colorido fluido y brillante. Cuando contaba con una edad avanzada se le encargó la decoración de la capilla de Santa María del Rosario en Vence (cerca de Cannes), que terminó entre 1947 y 1951. Durante sus últimos años, debido a la dificultad a la hora de manejar el pincel y a su estado a menudo de postración, se entregó al découpage (técnica de papeles gouacheados y recortados), creando obras de un brillante colorido. Matisse murió en Niza el 3 de noviembre de 1954. A diferencia de otros artistas, tuvo un reconocimiento internacional durante su vida, gozando del favor de los coleccionistas, críticos de arte y de la generación de artistas más jóvenes. En 1952 se inauguró el Museo Matisse en su ciudad natal.


(Fuente: epdlp.com) 





 







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