"Pero qué poca vergüenza tiene usted, bocetillo ridículo de dictador bananero...
...esos trabajadores sinvergüenzas que se permiten el lujo de caer en desgracia cuatro veces al año, ¿no sería mejor pegarles un tiro directamente?"
JOSÉ DE LA CAVADA
Este señor (o lo que sea) propone penalizar a los trabajadores con más de cuatro bajas laborales en el mismo año, y critica los cuatro días de permiso por defunción familiar "porque los viajes no se hacen en diligencia".
En cuanto a lo primero, a lo de esos trabajadores sinvergüenzas que se permiten el lujo de caer en desgracia cuatro veces al año, ¿no sería mejor pegarles un tiro directamente, y así evitarnos engorrosos trámites burocráticos?
Y con respecto a esos mimosos llorones que, cuando se les muere alguien lejos, exigen, hay que ver, poder desplazarse para estar con su familia, como plañideras hipócritas, aprovechemos las nuevas tecnologías: que se les mande por whatsapp una foto con el ataúd abierto, con su familiar dentro, y ya está, ya tienen bastante, con eso ya podrán rezar todo lo que quieran... esos vagos indecentes.
En cuanto a lo primero, a lo de esos trabajadores sinvergüenzas que se permiten el lujo de caer en desgracia cuatro veces al año, ¿no sería mejor pegarles un tiro directamente, y así evitarnos engorrosos trámites burocráticos?
Y con respecto a esos mimosos llorones que, cuando se les muere alguien lejos, exigen, hay que ver, poder desplazarse para estar con su familia, como plañideras hipócritas, aprovechemos las nuevas tecnologías: que se les mande por whatsapp una foto con el ataúd abierto, con su familiar dentro, y ya está, ya tienen bastante, con eso ya podrán rezar todo lo que quieran... esos vagos indecentes.
Usted, no es que no tenga vergüenza, que no la tiene, usted no tiene alma, aunque sería una estupidez pensar que eso fuera posible.
Mire usted, infame señor de Arriba, cuando mi padre murió, mi madre además de quedar muy mal psíquicamente (supongo que usted esto no lo comprenderá, pero es que, mire, los de Abajo todavía tenemos sentimientos... ya se les ocurrirá algo a ustedes, ¿no?), también lo estaba físicamente. Tenía las caderas y las rodillas destrozadas, prácticamente no podía moverse. Tuvimos que buscar infiltraciones especiales, consultas de urgencia, etc. Y después de cuatro días de papeles, médicos, tanatorios, registros, bancos (qué buenos ellos, qué bien nos atendieron... lo malo es que, al cabo de un tiempo, descubrimos que a mi padre le habían largado, qué bromistas estos banqueros, unas preferentes de puta madre), después de cuatro días, digo, los cuatro hijos abandonamos a mi madre. Distancias: 100 km., 400 km., 1000 km. y 1715 km., es que somos muy caprichosos, y nos fuimos tan lejos por pura tontería, nunca por necesidad.
No piense mal, idiota. Ella no estaba en condiciones de viajar. Los hijos fuimos pidiendo días sin sueldo para poder ir a verla, a atenderla, a abrazarla.
Y, además, como somos unos rácanos de mierda, nuestros coches son muy normalitos. Seguro que usted, macabro y lerdo señor medieval, tiene coches mejores.
Yo trabajo como profesor en un instituto, qué vulgaridad, ¿verdad?. Y también padezco artrosis crónica. Los médicos me han ido aconsejando que intentara alargar la operación lo más posible. ¿Que a usted que le importa? Escuche, tirano de papel.
Durante años he ido al instituto soportando dolores muy intensos en algunos momentos, qué imbécil. Y eso lo hacía cuando no me robaban mi dinero por estar enfermo.
Ahora también soporto dolores, no ya por el estúpido voluntarismo de antes, ahora es, simplemente, porque si no lo hago, me quitan MI dinero y, entonces, la cena de mi hija podría peligrar.
Por cierto, usted fue condenado a pagar 25.000 euros, porque la Inspección de Trabajo determinó que usted era culpable de acoso laboral, una infracción "muy grave" por el "trato humillante" y las prácticas "irrespetuosas", "ofensivas" y hasta "intimidatorias" a las que sometió a sus empleados durante más de un año. Según el documento de la Inspección, "Los testimonios son contundentes, reiterados, coincidentes y claros"( http://www.eleconomista.es/interstitial/volver/acierto-abril/empresas-finanzas/noticias/2496253/10/10/Multa-de-25000-euros-al-director-de-Relaciones-Laborales-de-la-CEOE-por-acoso-laboral.html)
¿Que a qué viene esto? Viene a lo que a mí me da la gana.
Qué majo debe de ser usted. Me muero de ganas por conocerle. Charlar con usted sería, estoy seguro, como vivir en el interior de un cuento de Navidad.
Dice usted (o lo que sea) que el absentismo de los trabajadores provoca grandes pérdidas de dinero al Estado.
Pero qué poca vergüenza tiene usted, bocetillo ridículo de dictador bananero.
¡Acabemos con los trabajadores que cobran todos los meses! Que cobren solo cuando los empresarios bonachones, como usted, decidan que realmente se lo han ganado... a que se está relamiendo de gusto.
Pero antes aclaremos algunos asuntillos.
Como, por ejemplo, ¿qué es eso de que su coleguilla Arturo Fernández, vicepresidente de la CEOE, pagaba en negro a sus empleados?
Si es así, nos debe dinero a todos los españoles... ay granujillas.
¿Qué pasó con ese otro miembro de su equipazo, con Díaz Ferrán? ¿Lo utilizamos en las clases para explicar a nuestros alumnos lo que es la ética, lo que es la ingeniería empresarial? ¿Tiene algún dinerillo por ahí fuera?
Si lo tiene, ese dinero es de sus antiguos trabajadores, y del Estado.
Y lo más grave. Ustedes no son nadie para dirigirse a nosotros.
El 94% de las empresas del Ibex elude impuestos en paraísos fiscales. Eso sí que es hacer perder dinero al Estado, ¿no le parece, abominable justiciero de las hormigillas absentistas? Desde el 2009 la presencia de grandes empresas españolas en paraísos fiscales se ha incrementado en un 60%. En el informe del Observatorio RSC, la mayoría de esas empresas suspende en transparencia y en respeto a los derechos humanos (http://www.publico.es/dinero/454897/el-94-de-las-empresas-del-ibex-elude-impuestos-en-paraisos-fiscales).
Y es que ustedes, grandes empresarios y grandes banqueros, con la lacaya complicidad de la mayoría de la casta política, ustedes van a saco, ya no quieren parar, lo quieren todo, hasta la última gota de sangre de los de Abajo...y en esta guerra, hay que admitirlo, ustedes, orcos sin alma, van ganando, de paliza.
Declaraciones como las suyas hubieran sido impensables tan solo hace unos años. Ahora no. Ahora ya casi han conseguido regresarnos a todos a la Edad Media, a una sociedad futurista formada por dos estamentos: Señores y Esclavos.
Pero la culpa es nuestra, de los de Abajo. Hemos permitido, y seguimos permitiendo, demasiado.
Aunque, quizá haya que agradecerle sus palabras. Puede que de una maldita vez hagan despertar la conciencias adormecidas, esclavas.
Y, entonces, puede que el necesario estallido social, y la urgente desobediencia civil, dejen de ser relatos de ciencia-ficción.
Váyase al infierno, señor José de la Cavada.