Para mi tribu.
"... Dibujé en ese papel una hermosa canción que,
asustada, echó a correr, dejándome sólo el estilo incierto
de un fugaz silbido.
Regalar al cenicero pedazos de nostalgia y exigir a cambio
un paseo entre la espesura..."
DIBUJO
Observaba yo cómo las horas se sentaban
alrededor de mi mesa y comenzaban a hablar.
Distraía sus miradas con frases
desordenadas en los bolsillos de su arrogancia.
Dibujé en ese papel una hermosa canción que,
asustada, echó a correr, dejándome sólo el estilo incierto
de un fugaz silbido.
Regalar al cenicero pedazos de nostalgia y exigir a cambio
un paseo entre la espesura.
Volver a mezclarme con los susurros que las luces
roban a una noche caída de golpe.
Negaré a la música insaciable
su capacidad de tortura.
Hablaremos los dos y así
la noche no caerá de golpe.
Suenan los tangos,
los bailes en las fronteras olvidadas,
todo suena, se oye como un relámpago,
y llama, la que está encendida en el pasado que no deja
de ser futuro por construir, llama.
Todo llama a la puerta, los susurros,
la música, la espesura, la nostalgia, la noche, todo,
abramos la puerta.
Estáis todos ahí, entrando.
Bienvenidos.
Kafka y Samuel Beckett me envían mensajes,
no voy a contestar.
Reconforta veros, a vosotros,
en la trinchera común.
Así es.