"... Ellos aman y respetan a la poesía, no la zarandean porque no creen en el vértigo mentiroso de lo inmediato..."
"... El talento en marcha, sin nombres ni apellidos.
El frío del huido, pisando la escarcha de la mezquindad humana..."
LA POESÍA ESTÁ EN AQUELLA ESQUINA
Últimamente me recreo mucho pensando en esos escritores anónimos, esos que duermen abrazados al pudor, a esa ética del dudar de todo, y me gusta. Son tiempos raros, ahora todo, o al menos mucho, es comida basura y, eso, pensar en esos seres que se pelean con las palabras, que las abrazan, y las destilan como algo que se les ha caído después siempre de ese trabajo imposible, el que sólo puede hacer uno consigo mismo, mirando con mimo los cambios de tonalidad en la luz de cada palabra, pensar en ellos me reconforta.
Son los los que están ahí, ocultos, reales, ahí en esa oscuridad lúcida del que que se atreve a salir al bosque en la noche, son pocos, pero son de verdad, y a mí me resucita toparme con ellos, escuchar su voz tejida lentamente en el silencio primero. Y recuerdo aquellos versos de Juan José Vélez, Conozco a algunos. Escriben solos en la penumbra... Jamás visitaron la Corte, no conocieron mecenas ni frecuentaron fiestas de gozos académicos... Cuando trabajan, sueñan. Esclavos de la letra, de otras actividades comen...
Estos de los que hablo no vienen precedidos por el brillo huero de una red social, están hechos de otra piel, huidos siempre del chispazo sin sentido del ruido mediático, viven, y trabajan, en otro mundo que sí es real, aunque veces se hace necesario soñarlo. Ellos aman y respetan a la poesía, no la zarandean porque no creen en el vértigo mentiroso de lo inmediato. Al contrario, hacen suyas las palabras de Enrique Lihn,
Si se ha de escribir correctamente poesía
en cualquier caso hay que tomarlo con calma.
Lo primero de todo: sentarse y madurar...
Se juega al ajedrez
con las palabras hasta para aullar...
Son ellos, los callados con voz, los que merecen mi más profundo respeto. Y por ello alojamos hoy aquí dos poemas de Francisco Galindo, un poeta.
(Luis Enrique Ibáñez)
AGUARDO
Espero, a que me cuentes.
Aguardo, la llegada de pasos de cualquier parte, moviendo baldosas flotantes.
La vida pasa por aquí, con su prisa sagrada de turnos partidos y sus éticas con lumbares doloridos.
Espero, espero tu llegada, para que me anuncies que ya es hora de volver a casa.
Aguardo tus retos, tu retina mojada, tus manos calladas.
Se van, aquí se van las palabras de la memoria, se convirtieron en palomas emprendiendo viaje alrededor de la tierra...
...se alejan, regresan.
Granada (PTS), 2 de junio de 2021.
FrAn MELguizo (Francisco)
DESPERTAR AL GALLO
El silencio, la nostalgia, la voz del tiempo.
El toque de queda de la tierra.
La obra inacabada.
La prontitud con que una sonrisa nos devuelve a la vida.
La certeza de que no hay nada más invencible, ni más verdadero, que
una sincera muestra de cariño.
El talento en marcha, sin nombres ni apellidos.
El frío del huido, pisando la escarcha de la mezquindad humana.
Retrocediendo, alargando la mano, estrechando nuestros huesos para
pasar por las rendijas y escapar de nuestros propios obstáculos.
Recuperar al niño, que el tiempo no ha querido llevarse, vestirlo de
colores y de sueños, dotarlo de alma y de canto, rotular su pensamiento
y existencia en lo más alto del olimpo.
Perder el miedo a perdernos.
Despertar al gallo para que nos despierte.
Recorrer el tiempo con la mirada abierta.
Hablar con uno mismo, con la lucidez del loco convencido.
Juntar las manos, posar los pies, estirar la espalda, respirar muy hondo,
soltar el aire, mirarnos por dentro con los ojos cerrados...
Y volver a ser..... una partícula visible en el espacio infinito de nuestro
pensamiento.
FraN MELguizo
Sanlúcar de Barrameda, 26 de abril de 2020