"La desobediencia a las normas o las órdenes injustas han formado parte de cualquiera de las grandes transformaciones sociales de la historia... Está la importancia del gesto realizado por la capitana Carola Rackete... Por eso, frente a la injusticia, la cobardía y la estupidez, ¡viva la desobediencia!"
"... Quienes nos venden la trampa
de que sigamos mudos y obedientes... ,
son los dueños de todo o casi todo..."
"Jamás he podido respetar esas extrañas leyes... Extrañas leyes en un mundo extraño"
"... la mayoría de legisladores, políticos, juristas, clérigos y funcionarios... son tan susceptibles de servir al mal sin intención, como a Dios"
INSUMISIÓN HUMANITARIA
En su relato del movimiento pacifista paneuropeo que trató de frenar la Primera Guerra Mundial, Adam Hochschild (Para acabar con todas las guerras, Atalaya) destaca un argumento fundamental: en ocasiones, las leyes injustas merecen desobediencia, sea cual sea el coste de incumplirlas. “Muchos ciudadanos visionarios anticiparon lo que reyes y primeros ministros no vieron. (…) Ese número significativo de opositores a la guerra actuaron de acuerdo con sus convicciones y pagaron un precio por ello”. Solo en Reino Unido, más de 6.000 hombres y mujeres fueron encarcelados y humillados en la segunda década del siglo XX, por su oposición a lo que consideraban una guerra de élites regada con sangre del pueblo.
La insumisión constituye una polémica pero formidable herramienta de protesta e influencia política. La desobediencia a las normas o las órdenes injustas han formado parte de cualquiera de las grandes transformaciones sociales de la historia moderna, desde el fin de la esclavitud al sufragio universal y la consolidación de los derechos civiles. El sacrificio individual —que nunca debe ser tomado a la ligera— eleva la trascendencia de una causa, atrae la atención pública y obliga a los responsables políticos a abandonar sus espacios de confort para ofrecer una respuesta de algún tipo. Está la importancia del gesto realizado por la capitana Carola Rackete el pasado 29 de junio, y de otros similares y menos conocidos en el contexto de la crisis desatada en nuestras fronteras. Su decisión de atracar en el puerto de Lampedusa, ignorando la prohibición impuesta por el ministro Salvini, pulveriza la omertá migratoria y demuestra que existe la posibilidad de no ser cómplice en esta catástrofe colectiva. Como declaró con candidez la portavoz de la ONG Sea Watch aquella misma noche, “la comandante Carola no tenía otra opción”. Así de simple. Se trataba de elegir entre las vidas de los 40 migrantes tele-secuestrados por la estrategia electoral de un matón, y las consecuencias penales derivadas de la desobediencia a las autoridades italianas.
Individuos e instituciones han optado por esta vía como mecanismo para denunciar y reformar las políticas migratorias injustas. Los detenidos por operaciones de salvamento en el Mediterráneo forman parte de una larga lista que incluye a las “ciudades santuario” de Estados Unidos, los voluntarios que rescataron y transportaron refugiados desde Grecia o los profesionales sanitarios españoles que desafiaron en algunas comunidades autónomas la exclusión de inmigrantes.
En cada uno de estos casos, la transgresión puede comportar sacrificios reales, cuyas consecuencias permanecen mucho más allá del interés de los medios y la simpatía de una parte de la población. La capitana Rackete se enfrenta a una pena de varios años de cárcel y multas fabulosas por desacato a la autoridad y fomento de la inmigración clandestina. Las sanciones que sobrevuelan a las organizaciones que osan desafiar el bloqueo de algunos países europeos pueden tumbar para siempre a una ONG mediana. Y eso lo saben bien quienes las imponen.
Solo un puñado de héroes o de inconscientes estaría dispuesto a soportar estos castigos ejemplarizantes. Pero su sacrificio es consustancial a la ética de la insumisión y al valor político del gesto. Lo que es más importante, se sitúa a la altura de la causa que han abrazado. Porque lo que está ocurriendo en nuestras fronteras no es una crisis migratoria —esa llegará, no les quepa duda, cuando este continente de prejubilados se enfrente a las consecuencias de un modelo de puerta estrecha y casi siempre cerrada—, sino una crisis humanitaria en toda regla, derivada de la esclerosis política, institucional y ética de Europa.
Es la sensación desesperante de revivir los Balcanes y Ruanda. Las generaciones que nos sucedan echarán la vista atrás sobre nuestra actuación en estos días, con la misma vergüenza e incredulidad con la que recordamos la pasividad europea de entonces. Y todos pagaremos la erosión de la legalidad internacional y del ascendiente europeo en desafíos infinitamente más complejos que la acogida de unos cientos de miles de desesperados.
Yo no tendría la valentía de hacer lo que ha hecho la capitana Rackete. Pero eso no me impide admirar profundamente su gesto y apoyarlo política y económicamente. El valor de su compromiso es idéntico al que Hochschild reconoce en los pacifistas de hace un siglo: “Hablaron en un momento en el que hacerlo requería un gran coraje, porque el ambiente estaba impregnado de un nacionalismo ferviente y un desprecio por los disidentes que a menudo se tornaba en violencia”. Por eso, frente a la injusticia, la cobardía y la estupidez, ¡viva la desobediencia!
(Fuente: El País, 11-09-2019)
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(""Meditar, precioso verbo, abierto y fuerte en su final fonético, sonidos inteligentes que llaman mientras se ensanchan y llaman al pensamiento, a volver, si todavía es posible, a la senda del nosotros, de un nosotros todos fuerte y envolvente que no requiera de ningún ellos, los otros, para volverse fieras sin alma, sin nada... Al parecer, la señora vicepresidenta distingue entre ayuda humanitaria y rescate de personas. Lo primero sí lo podía hacer el Open Arms, lo segundo no lo tenían permitido. Supongo que lo que quería decir era que, si veían a alguien que podía ahogarse, podían darle un plátano... pero de ninguna manera podían evitar que se ahogara..."
VENDRÁN TIEMPOS MEJORES PERO NO NOS IMPORTAN,
la vida es el presente, el instante que late,
los minutos de hoy y de mañana.
Quienes nos venden la fábula
de futuros mejores y lejanos,
de aguantar los mordiscos
por un "quizá mañana",
son los de siempre, ellos.
Los que robaron almas, tiempo,
trabajo, besos, vidas y palabras
y nunca saborearon carestías, asperezas,
vacío, pobreza y desamparo.
VENDRÁN TIEMPOS MEJORES PERO SERÁN AHORA,
la vida es estar juntos, el instante en la calle,
los días de encontrarnos y de reconocernos.
Quienes nos venden la trampa
de que sigamos mudos y obedientes,
de aguantar la historia entera
por un "quizá mañana",
son los dueños de todo o casi todo,
Los que mataron a Peter Pan, Corto Maltés, John Silver
y hasta al capitán Ahab y su ballena,
la imaginación de nombrar el porvenir,
la libertad del pan,
el amor a destajo,
la hermandad de los hombres,
las mujeres, los perros, las estrellas.
VENDRÁN TIEMPOS MEJORES PERO HABRÁ QUE LUCHARLOS
como siempre contigo y también con el otro,
la otra, el extranjero, la extraña y el que fuimos,
y brindar con memoria y con buen vino
por el tiempo de hoy, por ti, por mí,
por los que llegan, por la tierra que da,
el aire que regala, el sol que nos conmueve,
y sobre todo por hoy, por no demorar nada,
que la vida es ahora solamente.
Que la vida es ahora, en este año.
Ramón J. Soria
La guerra transforma a los niños en hombres
y a los hombres en bestias.
Ángel Pestime
¿CUÁNTO CUESTA LA costra de uranio emprobrecido
adosado a las vísceras,
que intoxica sus células?
¿Cuánto vale el desgarro de las gargantas
cuando aúllan ardientes
al contemplar amputadas sus piernas?
¿Cuánto mantener la tráquea quemda,
los pulmones empapados de cáncer,
los intestinos agujereados por la dipteria?
¿Cuánto el insomnio de la devastación,
los hospitales desabastecidos, las fuentes contaminadas,
las llanuras resecas de la miseria?
Silencio.
Sólo silencio
extirpando laringes
y enmoheciendo las antenas.
Alberto García-Teresa (de 'Abrazando vertebras')
LETRA:
Jamás he podido respetar esas extrañas leyes.
Jamás lo podré disimular,
Jamás lo podré disimular,
luna vuela y hazme a mi volar.
Estás tan lejos de mí que a veces pienso que nunca te encontré.
Un mundo extraño, dormido, a punto siempre de estallar.
Digo que volveré, primero debo aprender a caminar.
Sin ti sobreviviré, muy lejos tu nombre me acompañará.
Mi patria en mis zapatos, mis manos son mi ejército;
nace luna fría, nace y hazme olvidar.
Mírame, soy provisional;
tú también y nadie te comprenderá.
Quédate un minuto más;
luna azul descansa y hazme descansar.
Correré y gritaré si realmente queda algo que gritar.
Lucharé y conquistaré si en verdad queda algo por conquistar.
Hablar donde las palabras mueren; mis ojos llegan más allá;
soñar, trabajo de dioses; luna vuela y hazme a mí volar.
Extrañas leyes en un mundo extraño.
Como a una niña de verdad te encontré llorando.
Estás tan lejos de mí que a veces pienso que nunca te encontré.
Un mundo extraño, dormido, a punto siempre de estallar.
Digo que volveré, primero debo aprender a caminar.
Sin ti sobreviviré, muy lejos tu nombre me acompañará.
Mi patria en mis zapatos, mis manos son mi ejército;
nace luna fría, nace y hazme olvidar.
Mírame, soy provisional;
tú también y nadie te comprenderá.
Quédate un minuto más;
luna azul descansa y hazme descansar.
Correré y gritaré si realmente queda algo que gritar.
Lucharé y conquistaré si en verdad queda algo por conquistar.
Hablar donde las palabras mueren; mis ojos llegan más allá;
soñar, trabajo de dioses; luna vuela y hazme a mí volar.
Extrañas leyes en un mundo extraño.
Como a una niña de verdad te encontré llorando.
DESOBEDIENCIA CIVIL, de H. D. Thoreau
(fragmento)
De todo corazón acepto el lema de que "el mejor gobierno es el que gobierna menos", y me gustaría que fuera honrado con más diligencia y sistema. En la práctica significa asimismo, lo cual también creo: "que el mejor gobierno es el que no gobierna en absoluto"; y cuando los hombres estén preparados para él, ese y no otro será el que tendrán. El Gobierno es, a lo más, una conveniencia; aunque la mayoría de ellos suelen ser inútiles, y alguna vez, todos sin excepción, inconvenientes. Las objeciones puestas al hecho de contar con un ejército regular, que son muchas y de peso, y merecen prevalecer, pueden ser referidas en última instancia a la presencia de un Gobierno igual de establecido. El ejército regular no es sino el brazo armado del Gobierno permanente. Este, a su vez, aunque no representa sino el modo elegido por el pueblo de ejecutar su voluntad, es igualmente susceptible de abuso y perversión antes de que aquél pueda siquiera actuar por su mediación. Reparad en la presente guerra mejicana, la obra de un número relativamente escaso de individuos que se valen del gobierno establecido como instrumento; pues, para empezar, el pueblo no habría consentido esta medida. Este gobierno americano ¿qué es sino una tradición, aunque reciente, que trata de transmitirse inalterada a la posteridad, pese a ir perdiendo a cada instante retazos de su decencia? Carece de la vitalidad y la fuerza de un solo hombre vivo, pues éste puede doblegarlo a voluntad. Es como una especie de arma de madera para el pueblo mismo; y si alguna vez al usasen verdaderamente como real unos contra otros, de seguro que se les desharía en astillas. Sin embargo, no por ello deja de serles necesario; pues los individuos han de tener alguna complicada maquinaria que otra y oír su estrépito para satisfacer su idea de gobernar.
(...)
La gran masa de los hombres sirve al Estado, pues así; no sólo como hambres principalmente, sino como máquinas; con su cuerpo. Son ejército permanente y milicia establecida, carceleros, guardias, posee comitatus etc. En la mayoría de casos no existe ejercicio alguno libre, sea del propio juicio o del sentido moral, sino relegamiento al nivel del leño, de la tierra o de las piedras; y quizás puedan construirse algún día hombres que cumplan con igual perfección este cometido. Tales no merecen más respeto que un fantoche o que basura. Su valor raya con el de los caballos y los perros. Sin embargo, incluso se les reputa buenos ciudadanos. Otros, como es el caos de la mayoría de legisladores, políticos, juristas, clérigos y funcionarios, ven al Estado principalmente con la cabeza; y como quiera que raramente establecen distinciones morales, son tan susceptibles de servir al mal sin intención, como a Dios. Unos pocos, muy pocos, muy pocos, héroes, mártires, reformadores - que no reformistas -, y hombres sirven al Estado también con su conciencia, y así, se le resisten las más de las veces; y éste los trata como enemigos. El hombre prudente sólo se revelará útil y no se avendrá a ser "barro" ni a "obturar un agujero para detener al viento", sino que, por lo menos dejará esa tarea a su polvo.
(...)
Si alguien fuere a decirme que el presente es un mal gobierno porque gravó ciertos artículos extranjeros arribados a sus puertos, lo más probable es que me quedara impertérrito puesto que puedo pasarme perfectamente sin ellos: todas las máquinas poseen roces. Y posiblemente ello resulte en bien suficiente para contrarrestar el mal. En cualquier caso, es mal mayor el soliviantarse por ello. Pero, cuando los roces buscan máquina en que alojarse, y la opresión y el robo se organizan, yo digo: desprendámonos de esta máquina inmediatamente. En otras palabras, cuando la sexta parte de la población de un país que se ha arrogado el título de país de la libertad la componen los esclavos, y toda una nación es injustamente arrollada y conquistada por un ejército extranjero y sometida a la ley marcial, creo que no es demasiado temprano para que los hombres honrados se rebelen y hagan la revolución. Y lo que hace este deber tanto más urgente es el hecho de que el país así arrollado no es el nuestro, y sí lo es, en cambio, el ejército invasor.
(...)
Quienes no conocen fuentes de verdad más puras, que no han seguido el curso de ésta hasta cotas más elevadas, se atienen prudentemente a la Biblia y a la Constitución y beben de ellas con reverencia y humildad; pero quienes reparan por dónde brotan aquellas gota a gota para alimentar ese lago o aquella laguna, se fajan fuertemente la cintura y siguen su peregrinación en busca del manantial primero. No ha habido hombre alguno de genio legislador en América. Son raros en la historia del mundo. Abundan los oradores, los políticos, los hombres especialmente elocuentes, se cuentan por miles; pero no ha abierto aún la boca aquel orador capaz de resolver los numerosos y muy vilipendiados problemas que nos acucian hoy. Nos gusta la elocuencia por sí misma y no por la verdad de que pueda ser portadora o por el heroísmo que pueda inspirar.
(...)
Nunca podrá haber un Estado realmente libre e iluminado hasta que no reconozca al individuo como poder superior independiente del que derivan el que a él le cabe y su autoridad, y, en consecuencia, le dé el tratamiento correspondiente. Me complazco imaginándome un Estado, al fin, que puede permitirse el ser justo con todos los hombres y acordar a cada individuo el respeto debido a un vecino; que incluso no consideraría improcedente a su propio reposo el que unos cuantos decidieran vivir marginados, sin interferir con él ni acogerse a él, pero cumpliendo sus deberes de vecino y prójimo. Un Estado que produjere esta clase de fruto y acertare a desprenderse de él tan pronto como hubiere madurado prepararía el camino hacia otro más perfecto y glorioso, que también he soñado, pero del que no se ha visto aún traza alguna.
(...)
La gran masa de los hombres sirve al Estado, pues así; no sólo como hambres principalmente, sino como máquinas; con su cuerpo. Son ejército permanente y milicia establecida, carceleros, guardias, posee comitatus etc. En la mayoría de casos no existe ejercicio alguno libre, sea del propio juicio o del sentido moral, sino relegamiento al nivel del leño, de la tierra o de las piedras; y quizás puedan construirse algún día hombres que cumplan con igual perfección este cometido. Tales no merecen más respeto que un fantoche o que basura. Su valor raya con el de los caballos y los perros. Sin embargo, incluso se les reputa buenos ciudadanos. Otros, como es el caos de la mayoría de legisladores, políticos, juristas, clérigos y funcionarios, ven al Estado principalmente con la cabeza; y como quiera que raramente establecen distinciones morales, son tan susceptibles de servir al mal sin intención, como a Dios. Unos pocos, muy pocos, muy pocos, héroes, mártires, reformadores - que no reformistas -, y hombres sirven al Estado también con su conciencia, y así, se le resisten las más de las veces; y éste los trata como enemigos. El hombre prudente sólo se revelará útil y no se avendrá a ser "barro" ni a "obturar un agujero para detener al viento", sino que, por lo menos dejará esa tarea a su polvo.
(...)
Si alguien fuere a decirme que el presente es un mal gobierno porque gravó ciertos artículos extranjeros arribados a sus puertos, lo más probable es que me quedara impertérrito puesto que puedo pasarme perfectamente sin ellos: todas las máquinas poseen roces. Y posiblemente ello resulte en bien suficiente para contrarrestar el mal. En cualquier caso, es mal mayor el soliviantarse por ello. Pero, cuando los roces buscan máquina en que alojarse, y la opresión y el robo se organizan, yo digo: desprendámonos de esta máquina inmediatamente. En otras palabras, cuando la sexta parte de la población de un país que se ha arrogado el título de país de la libertad la componen los esclavos, y toda una nación es injustamente arrollada y conquistada por un ejército extranjero y sometida a la ley marcial, creo que no es demasiado temprano para que los hombres honrados se rebelen y hagan la revolución. Y lo que hace este deber tanto más urgente es el hecho de que el país así arrollado no es el nuestro, y sí lo es, en cambio, el ejército invasor.
(...)
Quienes no conocen fuentes de verdad más puras, que no han seguido el curso de ésta hasta cotas más elevadas, se atienen prudentemente a la Biblia y a la Constitución y beben de ellas con reverencia y humildad; pero quienes reparan por dónde brotan aquellas gota a gota para alimentar ese lago o aquella laguna, se fajan fuertemente la cintura y siguen su peregrinación en busca del manantial primero. No ha habido hombre alguno de genio legislador en América. Son raros en la historia del mundo. Abundan los oradores, los políticos, los hombres especialmente elocuentes, se cuentan por miles; pero no ha abierto aún la boca aquel orador capaz de resolver los numerosos y muy vilipendiados problemas que nos acucian hoy. Nos gusta la elocuencia por sí misma y no por la verdad de que pueda ser portadora o por el heroísmo que pueda inspirar.
(...)
Nunca podrá haber un Estado realmente libre e iluminado hasta que no reconozca al individuo como poder superior independiente del que derivan el que a él le cabe y su autoridad, y, en consecuencia, le dé el tratamiento correspondiente. Me complazco imaginándome un Estado, al fin, que puede permitirse el ser justo con todos los hombres y acordar a cada individuo el respeto debido a un vecino; que incluso no consideraría improcedente a su propio reposo el que unos cuantos decidieran vivir marginados, sin interferir con él ni acogerse a él, pero cumpliendo sus deberes de vecino y prójimo. Un Estado que produjere esta clase de fruto y acertare a desprenderse de él tan pronto como hubiere madurado prepararía el camino hacia otro más perfecto y glorioso, que también he soñado, pero del que no se ha visto aún traza alguna.
(Fuente: epdlp.com)
PROPUESTA DE EXAMEN
PREGUNTAS:
1ª Indique las ideas del texto y exponga esquemáticamente su organización.
2ª Indique y explique la intención comunicativa del autor, y comente dos mecanismos de cohesión que refuercen la coherencia textual.
3ª ¿Cree usted que cuando una ley es injusta el deber de un ciudadano es desobedecerla? Elabore un texto argumentativo, entre 200 y 250 palabras, respondiendo a la pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuada.
4ªa Explique las relaciones sintácticas que se se dan en las siguientes proposiciones:
Su decisión de atracar en el puerto de Lampedusa pulveriza la omertá migratoria y demuestra que existe la posibilidad de no ser cómplice en esta catástrofe colectiva
4ªb Señale dos marcas de subjetividad presentes en el texto, y comente su efecto.
5ªa La Generación del 27: etapas y autores
5ªb Explique la relación entre estos dos poemas de Luis Cernuda: 'Si el hombre pudiera decir' y 'Donde habite el olvido'.
ENTRADAS DE APOYO:
ELABORAR UN DISCURSO ARGUMENTATIVO
(El modelo de examen para la prueba de acceso y admisión a la Universidad ha sufrido algunos cambios en la asignatura de Lengua Castellana y Literatura. Uno de ellos ha sido la sustitución del comentario crítico por la elaboración de un discurso argumentativo que responda a una pregunta previamente planteada... algunas pautas que pueden ayudar a la redacción de ese texto. (...) Imaginemos que estamos defendiendo la tesis de que la Educación, el Conocimiento, constituyen los pilares fundamentales de una sociedad. Podríamos acordarnos de Sócrates y apuntar que según el filósofo griego, "La ignorancia es el único mal")
(El modelo de examen para la prueba de acceso y admisión a la Universidad ha sufrido algunos cambios en la asignatura de Lengua Castellana y Literatura. Uno de ellos ha sido la sustitución del comentario crítico por la elaboración de un discurso argumentativo que responda a una pregunta previamente planteada... algunas pautas que pueden ayudar a la redacción de ese texto. (...) Imaginemos que estamos defendiendo la tesis de que la Educación, el Conocimiento, constituyen los pilares fundamentales de una sociedad. Podríamos acordarnos de Sócrates y apuntar que según el filósofo griego, "La ignorancia es el único mal")
APUNTE SOBRE LA INTENCIÓN COMUNICATIVA
(En las nuevas directrices para PEvVAU en Andalucía, la primera parte de la segunda pregunta dice así: "Indique y explique la intención comunicativa del autor..." Lo primero que podríamos hacer es imaginar que tenemos al autor del texto delante y que le podemos hacer la siguiente pregunta. "Oiga, ¿usted qué pretendía al escribir este texto?" El autor se vería obligado a contestar en primer lugar con un verbo en infinitivo: advertir, denunciar, reflexionar... podríamos dividir la respuesta a la pregunta planteada en dos partes...")