Belén Aguilar Guerrero, alumna de 4º de ESO en el IES Cristóbal Colón, sugiere este poema a su profesora Lidia Cerro, y esta nos lo hace llegar a nosotros. Resulta emocionante que esta vez, como otras, el origen de la comunicación sea el que es.
"... Como lunas y como soles,
con la certeza de las mareas,
como las esperanzas brincando alto,
así… yo me levanto...
... Puedes dispararme con tus palabras,
puedes herirme con tus ojos,
puedes matarme con tu odio,
y aún así, como el aire, me levanto..."
Maya Angelou
Y AÚN ASÍ, ME LEVANTO
Tú puedes escribirme en la historia
con tus amargas, torcidas mentiras,
puedes aventarme al fango
y aún así, como el polvo… me levanto.
con tus amargas, torcidas mentiras,
puedes aventarme al fango
y aún así, como el polvo… me levanto.
¿Mi descaro te molesta?
¿Porqué estás ahí quieto, apesadumbrado?
Porque camino
como si fuera dueña de pozos petroleros
bombeando en la sala de mi casa…
¿Porqué estás ahí quieto, apesadumbrado?
Porque camino
como si fuera dueña de pozos petroleros
bombeando en la sala de mi casa…
Como lunas y como soles,
con la certeza de las mareas,
como las esperanzas brincando alto,
así… yo me levanto.
con la certeza de las mareas,
como las esperanzas brincando alto,
así… yo me levanto.
¿Me quieres ver destrozada?
cabeza agachada y ojos bajos,
hombros caídos como lágrimas,
debilitados por mi llanto desconsolado.
cabeza agachada y ojos bajos,
hombros caídos como lágrimas,
debilitados por mi llanto desconsolado.
¿Mi arrogancia te ofende?
No lo tomes tan a pecho,
Porque yo río como si tuviera minas de oro
excavándose en el mismo patio de mi casa.
No lo tomes tan a pecho,
Porque yo río como si tuviera minas de oro
excavándose en el mismo patio de mi casa.
Puedes dispararme con tus palabras,
puedes herirme con tus ojos,
puedes matarme con tu odio,
y aún así, como el aire, me levanto.
puedes herirme con tus ojos,
puedes matarme con tu odio,
y aún así, como el aire, me levanto.
¿Mi sensualidad te molesta?
¿Surge como una sorpresa
que yo baile como si tuviera diamantes
ahí, donde se encuentran mis muslos?
¿Surge como una sorpresa
que yo baile como si tuviera diamantes
ahí, donde se encuentran mis muslos?
De las barracas de vergüenza de la historia
yo me levanto
desde el pasado enraizado en dolor
yo me levanto
soy un negro océano, amplio e inquieto,
manando
me extiendo, sobre la marea,
dejando atrás noches de temor, de terror,
me levanto,
a un amanecer maravillosamente claro,
me levanto,
brindado los regalos legados por mis ancestros.
Yo soy el sueño y la esperanza del esclavo.
Me levanto.
Me levanto.
Me levanto
yo me levanto
desde el pasado enraizado en dolor
yo me levanto
soy un negro océano, amplio e inquieto,
manando
me extiendo, sobre la marea,
dejando atrás noches de temor, de terror,
me levanto,
a un amanecer maravillosamente claro,
me levanto,
brindado los regalos legados por mis ancestros.
Yo soy el sueño y la esperanza del esclavo.
Me levanto.
Me levanto.
Me levanto
'YO SÉ POR QUÉ CANTA EL PÁJARO ENJAULADO'
(fragmento)
Leía más que nunca y deseaba más con toda el alma haber nacido chico. Horatio Alger era el mayor escritor del mundo. Sus héroes siempre eran buenos, siempre vencían y siempre eran chicos. Yo habría podido adquirir las dos primeras virtudes, pero llegar a ser un chico había de ser- seguro- difícil, si no imposible.
Los tebeos de los suplementos dominicales me influían y, aunque admiraba a los fuertes héroes que siempre triunfaban al final, me identificaba con Tiny Tim. En el retrete, adonde solía llevarme los periódicos, resultaba engorrososo buscar las páginas deseadas y excluir las que no lo eran, para enterarme de como acabaría burlando a su más reciente adversario. Todos los domingos, lloraba aliviada, cuando, mi héroe eludía a los malos, y, a partir de una aparente derrota, contraatacaba con la misma dulzura y bondad de siempre...
Cuando llegó la primavera a San Luis, me saqué mi primera tarjeta de socia de la biblioteca... pasaba la mayoría de los domingos en ella (sin interrupciones) empapándome con el mundo de los muchachos limpiabotas e indigentes que a base de bondad y perseverancia llegaban a hacerse hombres muy ricos y en las fiestas daban cestas de dulces a los pobres. Las princesitas confundidas con criadas y los niños largo tiempo perdidos y confundidos con expósitos llegaban a ser más reales para mí que nuestra casa, nuestra madre, nuestra escuela o el señor Freeman.
Durante aquellos meses, veíamos a los abuelos y a los tíos, pero siempre hacían la misma pregunta: "¿Habéis sidos niños buenos?". Ni siquiera Bailey se habría atrevido a responder que no.
Cuando llegó la primavera a San Luis, me saqué mi primera tarjeta de socia de la biblioteca... pasaba la mayoría de los domingos en ella (sin interrupciones) empapándome con el mundo de los muchachos limpiabotas e indigentes que a base de bondad y perseverancia llegaban a hacerse hombres muy ricos y en las fiestas daban cestas de dulces a los pobres. Las princesitas confundidas con criadas y los niños largo tiempo perdidos y confundidos con expósitos llegaban a ser más reales para mí que nuestra casa, nuestra madre, nuestra escuela o el señor Freeman.
Durante aquellos meses, veíamos a los abuelos y a los tíos, pero siempre hacían la misma pregunta: "¿Habéis sidos niños buenos?". Ni siquiera Bailey se habría atrevido a responder que no.
SOBRE MAYA ANGELOU:
Escritora, poeta y actriz estadounidense muy conocida por sus retratos de las mujeres afro-americanas. Nació como Marguerite Johnson, en Saint Louis, Missouri, pasó la mayor parte de su infancia con su abuela en una zona rural de Arkansas. A los 16 años se graduó en la escuela superior, dio a luz a su hijo Guy, y empezó a trabajar en los más variados oficios entre los que se incluyen los de cocinera y camarera. Se trasladó en 1940 a casa de su madre en San Francisco. Durante la década de 1950 actuó en clubes nocturnos e inició una carrera de éxito como cantante, bailarina, actriz, directora de revistas, activista de los derechos civiles, poeta y novelista. Su obra más conocida es la serie de novelas autobiográficas que se inaugura con Yo sé porqué canta el pájaro enjaulado (1970), en la que describe las vidas de unos afro-americanos con un lenguaje ingenioso, inteligente y cargado de ritmo y textura. En la mayor parte de su prosa denunció el racismo y exaltó el valor, la perseverancia, la supervivencia y la propia estimación. Angelou recibió muchos premios y títulos honoríficos. En 1993, leyó su poema En el curso de la mañana en la toma de posesión del presidente Bill Clinton.
(Fuente: epdlp)