"El negocio del sistema es hacernos más pobres...
cada vez más nos excluyen de las decisiones y venden lo que es de todos"
(Arcadi Oliveres)
"Ahora está apareciendo como propuesta un concepto que para mí es muy importante: la necesidad de impulsar un proceso constituyente...
Grupos del 15-M europeos trataron esta cuestión en una reunión en Madrid"
Grupos del 15-M europeos trataron esta cuestión en una reunión en Madrid"
(Celestino Sánchez)
"En cambio cada vez más nos excluyen de las decisiones y venden lo que es de todos. El negocio del sistema, del capitalismo, el negocio en Cataluña es hacernos más pobres. El negocio antes era fabricar coches, estimular el consumo con los créditos, para que yo pudiera tener dinero para comprar coches, y el beneficio era este. Ahora el sistema ha previsto que el negocio en Cataluña, y en España, y en Europa, sea otro: cómo ya no hay posibilidad de dar créditos, entonces te empobrezco y todo lo que tú has hecho en cuarenta, cincuenta, sesenta años, en sanidad, enseñanza… todo aquello público y común, te lo saco y lo privatizo. Este es el negocio. Es un proceso que no se parará.
Esto sólo tiene una ventaja: la gente que todavía no se da cuenta de lo que pasa ahora, al final lo verá. Y no sé si seremos nosotros físicamente los que tendremos la capacidad de construir la alternativa, esta solución diferente, pero si no somos nosotros será otro, porque no se pararán.
Los sindicatos lo dijeron claro, se lo quieren quedar todo. Y esto, que es verdad y es muy negativo para nosotros, a la vez nos da la posibilidad que el proceso de generación de conciencia, por parte de la gente, avance inexorablemente, porque cuando nos saquen las pensiones, nos recorten más en sanidad, la situación se hará insostenible, si ya no lo es, y será evidente para la población el expolio al cual estamos sometidos.
Es difícil de cambiar, porque esto está pasando no sólo en el ámbito catalán o en el ámbito estatal, sino también en el ámbito mundial. Este es el terrible problema de este capitalismo neoliberal, que empezó en los años ochenta y que el señor Milton Friedman predicaba con la intervención del Estado a la vida económica, y que tiene un reflejo importante no solamente con el señor Reagan o la señora Thatcher, sino con todas las otras políticas, empezando por la Unión Europea, que han sacado el sentido de la economía al servicio de las personas para poner la economía al servicio de las finanzas. De unas finanzas que son especulativas, de unas finanzas que quieren un beneficio, que han generado terribles crisis, que acaban llevándose mucho dinero público. Y esto pasa aquí, pero también en Grecia, en Chipre, en Irlanda… Y lo habíamos visto a su momento en Argentina, a las economías latinoamericanas, en Pakistán, en Egipto, en Indonesia… O sea, este capitalismo neoliberal es tan voraz que se lo quiere comer todo. Y lo que es peor: este capitalismo neoliberal se enseña hoy en día aquí en todas las facultades de económicas y en todas las escuelas de negocios. El día que vas a clase y te dicen: “hoy hablaremos de la economía de la empresa”, en lugar de decirte “la empresa es la institución que hace productos para la gente”, lo que te dicen es “la empresa, objetivo: máximo beneficio”. Y el día que vas a clase de macroeconomía, en lugar de decirte que la economía tiene que estar al servicio de los ciudadanos lo que te dicen es que la economía tiene que crecer, pero no puede crecer. Y todo esto es un sistema que se está repitiendo mentalmente para que todos acabemos pensando igual… Por ejemplo, en el ámbito de la universidad, se ha hecho el plan Bolonia, que no es otra cosa que un plan para crear profesionales para el mercado europeo, y que fomenta un único pensamiento, sin desarrollar el espíritu crítico. Por lo tanto, es verdad que aquí hay responsabilidades sindicales, es verdad que aquí hay responsabilidad nuestra, pero este es un proceso que en este momento se está internacionalizando totalmente, lo cual no quiere decir que sea negativo, porque en el ámbito internacional también se produce esta protesta; nosotros lo vemos mal, pero en Grecia también lo ven mal, en Irlanda también y en Islandia incluso se han apartado del tema, o sea, que alguna esperanza tenemos que tener. Pero tenemos que ser conscientes que este es un problema cada vez más global y más general."
(Arcadi Oliveres)