"Me gustaría saber cuánto deben a los bancos, incluido el Banco Santander, las grandes empresas de desinformación y los grandes partidos a la familia Botín, y a los bancos en general... Cebrián, ¿por qué no vas a hablar con las decenas de miles de desahuciados de este país, con los familiares de todos los suicidados españoles de estos últimos años, con los emigrantes latinoamericanos que han tenido que volver... y les cuentas a todos, desde tu obsceno púlpito, cuánto deben a Emilio Botín? ¿De qué vas? ¿ Tú qué debes?"
Emilio Botín (a la derecha) dialoga con Juan Luis Cebrián en 2007. / ULY MARTIN (EL PAÍS)
YA NO SE ESCONDEN... TRAS LA MUERTE DE BOTÍN, EL PAÍS (EL DIARIO) RINDE HONORES AL GRAN AMO
Puede que el pueblo español se halle demasiado quieto, si se tiene en cuenta la paliza que le están dando. No obstante, el pueblo español ya no es tan imbécil como siguen creyendo allá en las alturas serviles, servidoras del poder, esclavas del Mal y recompensadas por él, alturas en las que se encuentran los despachos de esos consejos de administración, o de redacción de, pongamos por ejemplo, PRISA y el diario El País.
Existen palabras, expresiones, que hace años podían sonarnos a chino, y sin embargo ahora las conocemos, sabemos qué esconden detrás, las tememos, nos poseen, sí pero sabemos ya quiénes las sostienen. Expresiones como déficit, deuda privada, deuda pública, preferentes, dación en pago, austeridad, estabilidad financiera, rescate bancario, etc. Sobre todas ellas hay una en especial que parece dominar todos los aspectos de nuestra existencia, incluso puede decidir si vivimos, o no: los mercados, "una especie de ente inefable, inaprensible, dotado de connotaciones religiosas, y que cuando habla produce el mismo efecto que los antiguos oráculos, el oráculo ha hablado, los mercados han dicho... la confianza de los mercados, la desconfianza de los mercados, la opinión de los mercados, el diagnóstico de los mercados... Y todos nosotros, los pequeños hombrecillos, esperando aterrados la voz de los mercados. Y parece como si no pudiéramos definirlos, o peor aún, como si estuviese prohibido identificarlos...", escribíamos hace cuatro años. Y para poder aclararnos, acudíamos, como siempre, a las grandes obras clásicas.
Ahora, sí sabemos perfectamente qué significa esa expresión. Ahora, sí tenemos claramente identificados a esos mercados. Los mercados son, fundamentalmente, las grandes empresas y las grandes entidades financieras. Los mercados son, entre otros, el Banco Santander, Teléfonica, El Corte Inglés, Repsol, Endesa, Gas Natural... y otros lobos más de esa calaña, lobos de aquí, y de afuera.
Los mercados son los grandes gobiernos a la sombra, parapetados en una simulación democrática, en una democracia en diferido (¿verdad, Cospe?). Los mercados son los verdaderos hombres de negro que machacan y estafan a la población de forma continuada.
El Banco Santander de la familia Botín forma parte, importante, de esos "mercados". Nunca un apellido fue tan oportuno para una familia.
Y la sombra de esos mercados, su poder, se extiende no sólo a los llamados grandes partidos, sino también a los más poderosos e influyentes medios de comunicación, de este país, y de otros. Porque para poder dominarlo todo, tienen que estar en todos los sitios, también en la Universidad, en consejos de rectores, ofreciendo préstamos para másters, ordenando a la secretaria de Educación que que cambie el sistema de becas por el de préstamos, ahí estarán ellos... practicando esa usura que los define, poniendo eternamente su sucia mano delante de nuestros bolsillos.
No vamos a mencionar los artículos y editoriales de periódicos como El Mundo, La Razón, o ABC, ni mucho menos vamos a dar el nombre (eso es lo que él quiere) de ese mentecato con vocación de inútil incendiario que ha escrito eso de "Que muera un pobre es importante para los familiares pero que muera un rico es trágico para España. Lo fundamental en un país son sus ricos y la turba es intercambiable. Lo que da identidad, elegancia y distinción a un Estado son sus millonarios", ya hay que ser sandio.
Sí vamos a mencionar, por eso de que se trata de un periódico progresista, la artillería de artículos babosos y vergonzantes con los que El País ha querido insultar a nuestra inteligencia al día siguiente de la muerte del Presidente del Gobierno, perdón, ha sido un lapsus, del Presidente del Banco Santander.
En el editorial('Un gran innovador') de El País se dice, "Con Emilio Botín desaparece uno de los banqueros más importantes de Europa, protagonista destacado de la transformación del sistema financiero español de los últimos 30 años; un banquero a tiempo completo, conocedor del oficio...". ¿Qué significa para El País"uno de los banqueros más importantes de Europa, protagonista bla, bla, bla"? ¿Esto qué es? ¿Transformador del sistema financiero español? Ya se qué es, protagonista principal de la toma del poder público por parte del sistema financiero español.
Juan Luis Cebrián, presidente ejecutivo del grupo PRISA, se atreve, qué vergüenza, a citar en el mismo diario (¿o es de la familia Botín) al escritor Mark Twain ('Los paraguas del banquero'), y, sin que le tiemble el pulso, sin ningún pudor, escribe, "Es famosa la frase de Mark Twain según la cual “un banquero es alguien que te presta un paraguas cuando hace sol y te lo quita cuando llueve”. Si el brillante escritor americano hubiera conocido a Emilio Botín hubiera aceptado que hay siempre excepciones que confirman la regla".
Cebrián, ¿cuánto le debe PRISA, o El País, al Banco Santander para meter a alguien como Mark Twain en el puchero de Emilio Botín? ¿Has leído a Mark Twain? ¿Sabes de lo que hablaba?
Otra frase de Cebrián sobre su presunto amo que tampoco tiene desperdicio, "Descuellan su contribución y apoyo al desarrollo universitario y su discreta aunque poderosa influencia en la configuración de nuestra democracia". La Universidad como templo de libertad, democracia y saber, ha muerto. Y lo ha hecho, entre otras cosas, porque los usureros han metido sus garras en las facultades, no sólo para vender más préstamos, sino, sobre todo, para instalar la cultura del negocio rápido, directo y eficaz, pero exclusivo para las élites dominadoras que van a lanzar, lanzan ya, al descampado al resto de la población. El concepto Botín está en la matriz de ese proceso, Cebrián, y mis alumnos ya lo están comprobando.
Cebrián -me dan arcadas- también afirma que "España y América Latina le deben mucho..."
Cebrián, ¿por qué no vas a hablar con las decenas de miles de desahuciados de este país, con los familiares de todos los suicidados españoles de estos últimos años, con los emigrantes latinoamericanos que han tenido que volver, y que les buscan para que paguen con lo que no tienen una casa que ya tampoco tienen, con los ancianos de aquí que buscan dinero en sus monederos para pagar su medicación... y les cuentas a todos, desde tu obsceno púlpito, cuánto deben a Emilio Botín? ¿De qué vas? ¿ Tú qué debes?
En el mismo diario, en el mismo día, José María Lasalle, secretario de Cultura del actual lacayo, perdón, gobierno de España, afirma "Botín consideraba que los negocios debían revertir en la sociedad promoviendo la cultura, la formación y las bellas artes". ('Un mecenas')
¿Revertir en la sociedad, Lasalle? Ah, ya, te refieres a cuando Botín puso un montón de dinero sucio para financiar la visita del Papa organizada por Rouco Varela y, de paso, a lo mejor, quién sabe, obtener suculentas desgravaciones fiscales. Lasalle, eres demasiado joven para creerte lo que dices.
Para que el coro insoportable del diario El País no se quedara falto de nada, invitan también a alguien tan neutral, tan intelectual, tan ecuánime, tan equilibrado, tan limpio, tan lúcido, como Luis de Guindos, actual ministro de Economía y Competitividad, pero, en realidad, según afirman muchos, infiltrado eficaz del poder financiero que se ha orinado en la democracia que creemos tener, ya saben, antes de ser ministro en esta colonia que habitamos trabajaba, o lo que sea, en Lehman Brothers (también perteneció al consejo de Administración de Endesa, qué cosas). Y este hombre afirma, sin vomitar, que Don Vito, perdón, me he equivocado, que Botín le dijo "Tú sabes lo que tienes que hacer, y yo te apoyaré sobre el rescate". Creo que esta frase no necesita explicación... si alguien la necesita, que la trabaje.
Los mercados son los grandes gobiernos a la sombra, parapetados en una simulación democrática, en una democracia en diferido (¿verdad, Cospe?). Los mercados son los verdaderos hombres de negro que machacan y estafan a la población de forma continuada.
El Banco Santander de la familia Botín forma parte, importante, de esos "mercados". Nunca un apellido fue tan oportuno para una familia.
Y la sombra de esos mercados, su poder, se extiende no sólo a los llamados grandes partidos, sino también a los más poderosos e influyentes medios de comunicación, de este país, y de otros. Porque para poder dominarlo todo, tienen que estar en todos los sitios, también en la Universidad, en consejos de rectores, ofreciendo préstamos para másters, ordenando a la secretaria de Educación que que cambie el sistema de becas por el de préstamos, ahí estarán ellos... practicando esa usura que los define, poniendo eternamente su sucia mano delante de nuestros bolsillos.
No vamos a mencionar los artículos y editoriales de periódicos como El Mundo, La Razón, o ABC, ni mucho menos vamos a dar el nombre (eso es lo que él quiere) de ese mentecato con vocación de inútil incendiario que ha escrito eso de "Que muera un pobre es importante para los familiares pero que muera un rico es trágico para España. Lo fundamental en un país son sus ricos y la turba es intercambiable. Lo que da identidad, elegancia y distinción a un Estado son sus millonarios", ya hay que ser sandio.
Sí vamos a mencionar, por eso de que se trata de un periódico progresista, la artillería de artículos babosos y vergonzantes con los que El País ha querido insultar a nuestra inteligencia al día siguiente de la muerte del Presidente del Gobierno, perdón, ha sido un lapsus, del Presidente del Banco Santander.
En el editorial('Un gran innovador') de El País se dice, "Con Emilio Botín desaparece uno de los banqueros más importantes de Europa, protagonista destacado de la transformación del sistema financiero español de los últimos 30 años; un banquero a tiempo completo, conocedor del oficio...". ¿Qué significa para El País"uno de los banqueros más importantes de Europa, protagonista bla, bla, bla"? ¿Esto qué es? ¿Transformador del sistema financiero español? Ya se qué es, protagonista principal de la toma del poder público por parte del sistema financiero español.
Juan Luis Cebrián, presidente ejecutivo del grupo PRISA, se atreve, qué vergüenza, a citar en el mismo diario (¿o es de la familia Botín) al escritor Mark Twain ('Los paraguas del banquero'), y, sin que le tiemble el pulso, sin ningún pudor, escribe, "Es famosa la frase de Mark Twain según la cual “un banquero es alguien que te presta un paraguas cuando hace sol y te lo quita cuando llueve”. Si el brillante escritor americano hubiera conocido a Emilio Botín hubiera aceptado que hay siempre excepciones que confirman la regla".
Cebrián, ¿cuánto le debe PRISA, o El País, al Banco Santander para meter a alguien como Mark Twain en el puchero de Emilio Botín? ¿Has leído a Mark Twain? ¿Sabes de lo que hablaba?
Otra frase de Cebrián sobre su presunto amo que tampoco tiene desperdicio, "Descuellan su contribución y apoyo al desarrollo universitario y su discreta aunque poderosa influencia en la configuración de nuestra democracia". La Universidad como templo de libertad, democracia y saber, ha muerto. Y lo ha hecho, entre otras cosas, porque los usureros han metido sus garras en las facultades, no sólo para vender más préstamos, sino, sobre todo, para instalar la cultura del negocio rápido, directo y eficaz, pero exclusivo para las élites dominadoras que van a lanzar, lanzan ya, al descampado al resto de la población. El concepto Botín está en la matriz de ese proceso, Cebrián, y mis alumnos ya lo están comprobando.
Cebrián -me dan arcadas- también afirma que "España y América Latina le deben mucho..."
Cebrián, ¿por qué no vas a hablar con las decenas de miles de desahuciados de este país, con los familiares de todos los suicidados españoles de estos últimos años, con los emigrantes latinoamericanos que han tenido que volver, y que les buscan para que paguen con lo que no tienen una casa que ya tampoco tienen, con los ancianos de aquí que buscan dinero en sus monederos para pagar su medicación... y les cuentas a todos, desde tu obsceno púlpito, cuánto deben a Emilio Botín? ¿De qué vas? ¿ Tú qué debes?
En el mismo diario, en el mismo día, José María Lasalle, secretario de Cultura del actual lacayo, perdón, gobierno de España, afirma "Botín consideraba que los negocios debían revertir en la sociedad promoviendo la cultura, la formación y las bellas artes". ('Un mecenas')
¿Revertir en la sociedad, Lasalle? Ah, ya, te refieres a cuando Botín puso un montón de dinero sucio para financiar la visita del Papa organizada por Rouco Varela y, de paso, a lo mejor, quién sabe, obtener suculentas desgravaciones fiscales. Lasalle, eres demasiado joven para creerte lo que dices.
Para que el coro insoportable del diario El País no se quedara falto de nada, invitan también a alguien tan neutral, tan intelectual, tan ecuánime, tan equilibrado, tan limpio, tan lúcido, como Luis de Guindos, actual ministro de Economía y Competitividad, pero, en realidad, según afirman muchos, infiltrado eficaz del poder financiero que se ha orinado en la democracia que creemos tener, ya saben, antes de ser ministro en esta colonia que habitamos trabajaba, o lo que sea, en Lehman Brothers (también perteneció al consejo de Administración de Endesa, qué cosas). Y este hombre afirma, sin vomitar, que Don Vito, perdón, me he equivocado, que Botín le dijo "Tú sabes lo que tienes que hacer, y yo te apoyaré sobre el rescate". Creo que esta frase no necesita explicación... si alguien la necesita, que la trabaje.
Me gustaría saber, en fin, cuánto deben a los bancos, incluido el Banco Santander, las grandes empresas de desinformación y los grandes partidos a la familia Botín, y a los bancos en general.
A Botín, sí, ese hombre que, cuando el número de suicidios en España alcanzaba cuotas increíbles, afirmaba "vivimos un momento fantástico", ese hombre que decía que había que reformar el sistema de pensiones... probablemente para obligarnos a todos a contratarle un sistema de pensiones privado después de haber trabajado 38 años, y después de haber puesto nuestro dinero para que ellos no redujeran sus pornográficas ganancias, ese hombre del que todavía no sabemos cómo coño se las apañó, con Hacienda, para salirse de rositas con esa cosita, nada, de su evasión fiscal.
Que acabe Vicenç Navarro, catedrático de la Pompeu Fabra, quiero decir que no es un perroflauta,
"... Es como si una persona robara dinero a otra y luego tuviera la osadía de prestarle el dinero robado (porque no había dinero disponible de ninguna otra fuente) a la persona robada, a unos intereses elevadísimos. El ladrón robaría dos veces a la persona robada. Esto es lo que la banca ha hecho." ('Por qué la deuda pública no debe pagarse')
La banca es la familia Botín.
P.D. Me gustaría que mis admirados, de verdad, colaboradores del diario El País, Juan José Millás, Gustavo Martín Garzo, incluso Juan Goytisolo, escribieran, nos regalaran, una semblanza del banquero ido, y una reflexión oportuna sobre los artículos de opinión de ese diario aparecidos hoy en ese periódico que les paga.
Sólo si puede ser.
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UN DEPREDADOR MENOS
("Se fue, pero dejó un paisaje desolado con millones de damnificados bajo su imperio de opresión e injusticia... En su día, el Tribunal Supremo, en referencia al caso de “cesiones de crédito”, por el que tenía que haber ingresado en prisión, dijo de él que “su actuación transgrede la ética y repugna socialmente”. No pasó nada... Para eso era el jefe... Ojalá Emilio Botín fuera el último de su calaña; pero eso, además de un deseo, no deja de ser una utopía")
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