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Channel: Lengua y Literatura de Bachillerato... y otras cosas
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'NO PASA NADA', por Luis Enrique Ibáñez

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"Dignidad", palabra guerrera que a todos nos llama, palabra refugiada ahora en plataformas como esa, lejos, muy lejos, del discurso oficial, ... habitando en la calle, en la defensa del ser humano, en la colectividad que sabe que sólo queda la lucha, en la solidaridad de abajo, frente a las fechorías de arriba, desobedeciendo esa criminal legalidad que tanto defienden los que nunca quieren que pase nada.


NO PASA NADA

Mientras en la cadena SER mantienen una sesuda e interesantísima tertulia sobre si Pedro Sánchez debe convocar primarias para elegir al candidato de su partido a presidente del Gobierno, el ejército israelí juega a los marcianitos con niños palestinos que patean un balón en una playa olvidada del mundo. Si mueves el dial, te enteras de que esa gran mujer, Susana Díaz, la presidenta no votada de Andalucía, acaba de cerrar un gran acuerdo comercial con el gobierno asesino de Tel Aviv (Díaz y Alon Bar cierran una hoja de ruta para desarrollar actuaciones en sectores como la agroalimentación, la energía solar o la economía digital) Esta mujer, la incansable conseguidora de acuerdos también se jactó hace poco del gran trato obtenido del vampiro Botín, el cual sonreía para dentro mientras besaba, baboso, la mano entregada de esa presidenta tan carismática salida de ningún lugar ('Declaraciones que apestan'). En la noticia sobre su reunión con el embajador de Israel, Alon Bar, nada se dice sobre posibles actuaciones en sectores tan poco estratégicos como los Derechos Humanos.

Por cierto, y volviendo al guaperas de Pedro Sánchez, podría explicarnos, si no es mucha molestia, cómo fueron sus intervenciones, sus votaciones, en las asambleas de Caja Madrid, entre 2004 y 2009, pues, como todos sabemos, en esos años se sembraron las estafas diabólicas (preferentes, compra de Bank of Florida, indemnizaciones supermillonarias a directivos, Bankia, caída de Bankia... pagamos nosotros, ellos... de rositas) que padecemos, y seguiremos padeciendo durante décadas.

No pasa nada. Siguen cayendo, sin ganas, las palabras muertas por las ondas de nuestra pasividad. Ahora las que llegan, fatigadas, vacías de semántica real, son las de los bien pagados eurodiputados que, mientras bostezan, piden "un alto el fuego en el conflicto entre Israel y Palestina", como si se tratase de una guerra entre Rusia y Estados Unidos. Llamar "conflicto" a lo que allí ocurre significa simplemente lavarse las manos para permitir que la matanza continúe. La matanza, la extinción del pueblo palestino iniciada en 1946 mediante indecentes acuerdos de las potencias mundiales, países democráticos que llevan años, y años, permitiendo, justificando, algo que está más cercano al significado de la palabra "genocidio" que a la estupidez huera del vocablo "conflicto". Ya nos lo advertía John Locke en el siglo XVII: "Si pensamos en cuánto deben a las palabras y a su significación incierta o errada las falacias que los hombres se imponen e imponen a los demás... tendremos motivo suficiente para considerarlas un obstáculo nada pequeño para el conocimiento" ('Del abuso de las palabras', Edit. Taurus, lectura muy recomendable, en estos tiempos tan intencionadamente confusos, tan armados de manipulación masiva)

El uso del lenguaje se ofrece tan asesino como las balas y misiles que masacran a la población palestina, pues son esas palabras manipuladas las que permiten que las balas sigan volando, sin obstáculo alguno, hacia esas cabezas indefensas de los niños de Gaza, niños que también son nuestros. Pero no pasa nada, los eurodiputados, muy democráticos ellos, cobrarán sus dietas y sueldos pornográficos y se irán de vacaciones, inmerecidas.


Niño palestino abraza a su hermano muerto tras el bombardeo israelí

No pasa nada. Vuelvo a cambiar el dial. Parece que no ya no hay ninguna duda sobre la contabilidad B del PP, sobre el pago de sobresueldos: Rajoy calla su no pensamiento sobre Palestina y anuncia solemnemente medidas para la regeneración democrática. No es un chiste. Es lo que hay. No pasa nada.

Cientos de estafadores, y banqueros de mano rápida, son perdonados piadosamente, por la gracia de Dios, y toman daikiris en bermudas en lujosos yates a los que apenas llega la brisa amarga de todos los desahuciados, de todos los suicidados, de todos los excluidos, de todos los expulsados de la vida. Simultáneamente, Carlos Cano, activista del 15-M rumia sus pensamientos imposibles en una celda. Cometió el delito de luchar por un país mejor. Lo va a pagar. Lo vamos a pagar. No pasa nada.

Sigo mi viaje por otras emisoras y me topo con la fantástica noticia sobre el extraordinario verano turístico que estamos teniendo en Andalucía. Lo afirman los empresarios del sector. Nada dicen sobre la inexistente mejora en las condiciones laborales de sus trabajadores, cada vez más esclavos, otra vez las palabras reales vienen en nuestra ayuda. Rosell sonríe. No pasa nada.

Me largo y aparezco en otro dial, mi ánimo se levanta: Diego Cañamero y sus valientes del SAT han ocupado la infrautilizada finca de las Turquillas, comienzan a trabajar la tierra, a plantar. Lo han hecho un 18 de julio, para lograr, con inteligencia, que los significantes hablen claro. Serán desalojados, puede que ingresen también en prisión, pero han desnudado, otra vez, las mentiras de un sistema podrido. No pasa nada. Tendremos que ir todos a prisión para que vuelva la calma, el siniestro silencio de los proscritos, el estado mudo, absoluto.

Ahora vuelven a informar, fugazmente, sobre la ofensiva de Israel sobre Gaza. Cientos de muertos. Los que no mueren, pero caen gravemente heridos, no pueden llegar al casi derruido hospital, el fuego de artillería del ejército israelí lo impide: más muertos. La información ha durado exactamente 25 segundos. Ahora llevo más de 6 minutos escuchando consejos para combatir el calor y algunas sugerencias de moda femenina para el otoño. La infoxicación continúa (sí, estamos infoxicados). No pasa nada. El premio Nobel de la Paz, Obama, el mismo que ordenó la caza y asesinato ilegales de Bin Laden, el mismo que ha ordenado tantas fechorías, tantas canalladas, calla y se entretiene con Putin... y algunos equipos de fútbol de primera división ya han empezado a entrenar para preparar la próxima temporada. No pasa nada. La vida, la nuestra, sigue. La de otros, no.

Me agarro con fuerza a la única noticia generosa que quiere regalarme su aliento. Las 86 familias que han ocupado viviendas vacías en Sanlúcar se han constituido como plataforma, organizada y reivindicativa. Su nombre, Corralas por la Dignidad


Familias de Sanlúcar, Corralas por la Dignidad

"Dignidad", palabra guerrera que a todos nos llama, palabra refugiada ahora en plataformas como esa, lejos, muy lejos, del discurso oficial, lejos de las frases mentirosas de los gobiernos, habitando en la calle, en la defensa del ser humano, en la colectividad que sabe que sólo queda la lucha, en la solidaridad de abajo, frente a las fechorías de arriba, desobedeciendo esa criminal legalidad que tanto defienden los que nunca quieren que pase nada.

Algo tiene que pasar.

Porque es cierto lo que dice Vetusta Morla, "... nos queda garganta, puño y pies. No fue un golpe maestro, dejaron un rastro, ya pueden correr. Ya vuelve la sed."

Tenemos que hacer que algo pase, que todo ocurra.


'EL GOLPE MAESTRO', VETUSTA MORLA



LETRA:

Robaron las antenas,
la miel de las colmenas,
no nos dejaron ni banderas que agitar.

Cambiaron paz por deudas,
ataron nudos, cuerdas
y la patrulla nos detuvo por mirar.

Llevaron los finales
a tierra de neutrales,
no nos dejaron líneas ni para empezar.

Fue un atraco perfecto,
fue un golpe maestro
dejarnos sin ganas de vencer.
Fue un atraco perfecto,
fue un golpe maestro
quitarnos la sed.

Robaron las linternas,
la lumbre en las cavernas,
no nos dejaron mapas de la oscuridad.

Vendieron humo y calma,
lingotes de hojalata,
palacios de ceniza y cartas sin marcar.

Fue un atraco perfecto,
fue un golpe maestro
dejarnos sin ganas de vencer.
Fue un atraco perfecto,
fue un golpe maestro
quitarnos la sed.

Fundieron plomo y cobre,
pusieron sal en sobres.
Alerta, hay un testigo.
Nos han dejado vivos.

Fue un atraco perfecto,
excepto por esto:
nos queda garganta, puño y pies.
No fue un golpe maestro,
dejaron un rastro,

ya pueden correr. Ya vuelve la sed.




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