"... uno de los recursos de la supervivencia psíquica consiste en acostumbrarse al horror y dejarlo de ver. Los humanos somos criaturas maravillosamente adaptativas, pero eso tiene un precio, y es el de convertirnos en unos miserables...
emigrantes españoles empiezan a ser expulsados de Bélgica, de Alemania"
NO SÉ
No sé si has visto las heridas que las cuchillas de Melilla pueden hacer; googlea “fotos heridas concertinas” y prepara el estómago, porque son más truculentas que la película más gore, carne abierta en canal, laceraciones mutiladoras, obscena casquería. No sé si todavía guardas en la memoria las imágenes del último asalto a la valla (todos los días lo intentan, todos los días aparecen en televisión), esas decenas de personas recortadas en negro sobre el cielo gris como pájaros que se estrellan contra los barrotes de una jaula, individuos tan desesperados que están dispuestos a colgar todo su peso de los alambres afilados, de las cuchillas que les rebanarán ensangrentados filetes de sus cuerpos.
No sé si habrás seguido leyendo este artículo hasta aquí, porque uno de los recursos de la supervivencia psíquica consiste en acostumbrarse al horror y dejarlo de ver. Los humanos somos criaturas maravillosamente adaptativas, pero eso tiene un precio, y es el de convertirnos en unos miserables. ¿De qué manera se va construyendo la ceguera ética de una sociedad? Me recuerda el famoso poema del pastor Niemöller: “Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista…” Cada época tiene su pequeño infierno, un cráter moral ante el que nos medimos los ciudadanos. ¿Vamos a seguir ignorando/permitiendo esas concertinas, esa desolación, esa carnicería que nos haría llorar amargamente si la viéramos en una película? Esta pasividad tiene consecuencias y hace crecer la mezquindad. Por ejemplo: una ONG de extrema derecha repartIó comida en Valencia sólo a los españoles de pedigrí. Pero, por otra parte, los emigrantes españoles empiezan a ser expulsados de Bélgica, de Alemania. “Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar”, como decía Niemöller.
(Fuente: El País, 01-04-2014)
POEMA DE MARTIN NIEMÖLLER
"Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar."
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar."
ESCRIBO EN EL OLVIDO, DE JUAN GELMAN
Escribo en el olvido
en cada fuego de la noche
cada rostro de ti.
Hay una piedra entonces
donde te acuesto mía,
ninguno la conoce,
he fundado pueblos en tu dulzura,
he sufrido esas cosas,
eres fuera de mí,
me perteneces extranjera.
ENTRADAS RELACIONADAS:
("... culpable de haber nacido, de haber nacido al otro lado, en la cara mala del mundo, en la otra orilla. Eres culpable de no soportar tu hambre amarilla, eres culpable de asomarte sin permiso al otro lado, a este lugar prohibido y mentiroso. Eres culpable de creer en los sueños azules, de pensar que una valla es sólo una valla...")
("... los agentes actúan antes de preguntar y de analizar. Arrojan a la persona inmigrante al otro lado de la linde sin saber si está enferma o exhausta, sin decirle ni buenos días, sin saber si es objeto de persecución política o discriminatoria, si ha caído en una red de trata de personas o si huye de un violador... la lavadora de palabras ya se ha puesto en marcha. El poder y su entorno no hablan de "expulsiones en caliente", sino de que se quiere "adecuar la ley a la práctica")
("La ley y el orden, entendidos a la vieja y entrañable usanza, han vuelto con honores de mayoría absolutista, y el noble arte de la política adelgaza hasta la anorexia mientras el poder resplandece de bulimia ciega... Pisamos, pues, un terreno muy peligroso, en donde el ejemplo de la mala conducta crea hábito y la presión ambiental pueden conducirnos a extremos muy refutables. Y uno no sabe que se desliza por la pendiente, hacia el mal absoluto, hasta que es demasiado tarde")
("Para España, su valla fronteriza del sur es un espejo deformante de las fronteras del norte... Siempre hay otro más pobre y más miserable que tú al que puedes humillar, pero nos olvidamos de que otro más rico y más solvente te mirará también desde esa atalaya del desprecio")
("Las fronteras no son espacios naturales, pero matan con frecuencia porque las sociedades, los países, los papeles, se desatan y actúan sin compasión. Las fronteras son un laboratorio en el que el poder experimenta con los que llegan de fuera el trato que tiene reservado para los de dentro...Que se llenen las fronteras de cadáveres. Aquí se ha hecho lo que se tenía que hacer. Los ciudadanos españoles que piden una investigación son desechos de nuestra patria y los inmigrantes son la vileza del mundo")
("En algún lugar, más al sur de Bárcenas y de la Infanta Cristina, al otro lado de la prima de riesgo y de los brotes verdes, alguien creerá que siguen vivos, que lograron llegar al paraíso del norte y que, más temprano que tarde, volverán victoriosos a rescatarles del infierno. En los tiempos que corren, hasta los sin vida son sin papeles")
("El problema está en la política mugrienta que ofrece a la opinión malhumorada un churrasco de miedo con la especie picante de una "avalancha" africana. El miedo de verdad es el menú que come el inmigrante... Los inmigrantes no son un peligro. En su maleta vacía traen la materia prima que más necesita Europa: agallas y esperanza")
("Ahí están las cuchillas, alertando de lo que les aguarda a quienes pretenden saltar la valla de Melilla. ¿Cómo estará Africa para que quieran venir a la Europa de Merkel, a la España de Wert... Lo peor es que no nos damos cuenta de que esas mismas cuchillas apuntan también hacia todos nosotros")
("Algún día, algún adolescente del futuro, nos mirará a la cara y dirá: "Pero tú lo sabías, ¿verdad?... "Sabías que a su desesperación se les oponían dentelladas de acero. ¿Y qué hiciste para impedirlo?"... Las nuestras hieren y matan a los que vienen, pero nosotros, de vallas para adentro, si no gritamos contra este horror es que ya estamos muertos")
("Y, mientras la vida va dejando oleadas de cadáveres y un reguero de sangre a los pies del muro, en el interior de la zona elitista la gente sufre problemas tan extraños...")
("Pero nuestra curiosa vergüenza es pasajera y apenas de tanto en tanto oímos los gritos de dolor. Cuando se apacigüe esta tragedia se apaciguará también nuestra conciencia, a la espera de otra nueva que nos impulse, otra vez, a indagar en la neblinosa cadena de las responsabilidades... ... nos decimos, tranquilizadoramente, que nada podemos hacer. Mientras se oye el grito de los que vindican justicia, la cadena de responsabilidades no tiene fin.")
(En estos países, el hombre que se atreve a vivir sin un techo ha de ser detenido y condenado, para que no desencadene el fin del mundo. Y no son los únicos. Hay un montón de países donde no tener una casa donde vivir y carecer de recursos económicos es un delito. Casualmente son los mismos donde un ladrón de guante blanco no es un delincuente”)
EL MENSAJE, por Juan José Millás / 'VENDRÁ LA MUERTE Y TENDRÁ TUS OJOS'
("A lo mejor resulta que nos conmueve más un grito de socorro escrito en un papel que salido de la propia garganta del desventurado... ... ¿Qué diríamos de alguien que frente a una catástrofe natural se pusiera a legislar la catástrofe en vez de acudir en ayuda de los damnificados? Pues eso es lo que están haciendo los políticos")
("A lo mejor resulta que nos conmueve más un grito de socorro escrito en un papel que salido de la propia garganta del desventurado... ... ¿Qué diríamos de alguien que frente a una catástrofe natural se pusiera a legislar la catástrofe en vez de acudir en ayuda de los damnificados? Pues eso es lo que están haciendo los políticos")
Preguntas guía para el comentario:
1ª ¿Cómo está organizado el texto? (Estructura)
2ª ¿Qué tesis defiende el autor? (Ver Orientaciones para determinar el tema...)
3ª ¿Podrías resumir brevemente el texto con tus propias palabras?
(Las tres primeras preguntas corresponden, evidentemente, a las preguntas de Selectividad, ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS, TEMA Y RESUMEN. A partir de la cuarta pregunta comenzaría -es sólo una propuesta- el COMENTARIO CRÍTICO)
4ª ¿Qué tipo de texto es? Si es un texto literario, ¿a qué momento histórico pertenece, está "encuadrado" en algún movimiento literario?
5ª ¿Es un tema actual? ¿Crees que hay alguna idea "secundaria" importante?
6ª ¿Es un tema polémico?
7ª ¿Es un tema local/universal
8ª ¿Qé argumentos utiliza el autor para defender su tesis?
9ª ¿Es objetivo en sus planteamientos, o es subjetivo?
10ª ¿Cuáles son las “marcas lingüísticas” de su supuesta subjetividad? ¿Cuáles son las expresiones más impactantes, más significativas? Coméntalas.
11ª ¿Es un tema original?
12ª Si no lo es, ¿lo es, al menos su tratamiento, su enfoque?
13ª ¿Cuál es tu opinión?
14ª ¿Qué argumentos añadirías?
15ª ¿Qué argumentos opondrías a los del autor?
16ª ¿Puedes relacionar el texto, su tema principal, con otros textos, noticias… que conozcas?
17ª Teniendo en cuenta la intención del autor, ¿crees que ha sido eficaz? ¿Qué funciones del lenguaje predominan?
18ª ¿Cómo concluyes tu análisis, tu comentario?