Como ya sabéis, el próximo martes contaremos con su presencia en el IES Cristóbal Colón, aquí en Sanlúcar
donde todo es distinto, donde todo es tan tuyo
que tiene el ron de caña a medianoche
el sabor clandestino del beso de tu boca
Es autor de los libros de poemas La Singladura (1984-85), publicado en la colección “Brevior”, Sevilla, en 1994; Cuando venga la luz (Madrid, Ediciones Libertarias, 1994); Apenas si tu nombre (Madrid, Huerga y Fierro editores, 1997); Las cosas por su sombra (Madrid, Rialp [col. “Adonais”], 1999); Tango para engañar a la tristeza (Sevilla, Editorial Renacimiento, 2003); Taberna inglesa (Córdoba, Casa de Galicia/CajaSur, 2006); El tiempo entre los labios [Antología, 1984-2008] (Sevilla, Editorial Renacimiento [col. “Calle del Aire”], 2009); y Al pie de la letra (Sevilla, Ediciones de La Isla de Siltolá [col. “Siltolá-Poesía”], 2011).
Figura en antologías como Poetas en Sevilla (Sevilla, col. “Alameda”, 2002), la Sexta Antología de Adonais (Madrid, Ediciones Rialp, 2004), Poesía viva de Andalucía (Jalisco [México], Universidad de Guadalajara, 2006), Homenaje a la Generación del 27 (Sevilla, Ateneo, 2009) y Poesía para niños de 4 a 120 años [Antología de autores contemporáneos] (Sevilla, Ediciones de la Isla de Siltolá [col. “Agua”], 2010). Ha recibido, entre otros, los premios de poesía Villa de Benasque, Florentino Pérez-Embid de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, Alcaraván, primer accésit del Premio Luis Cernuda del Ayuntamiento de Sevilla, Noctiluca y Rosalía de Castro. También, ha sido finalista en tres ocasiones (1999, 2003 y 2006) del Premio Andalucía de la Crítica. Actualmente, dirige, junto a Francisco Mena Cantero y Enrique Barrero Rodríguez, la colección poética Ángaro.
(Fuente reseña: portaldepoesia.com)
EL COLOR DEL DINERO
He puesto cuanto tengo a plazo fijo,
y renovable por el tiempo
que Dios quiera, en la nueva sucursal
bancaria de mi calle;
que, tal y como están las cosas hoy,
es mucho desaliento para llevarlo encima
y demasiada sombra para tenerla en casa.
Así que, cada dos o tres
melancolías,
me paso por el banco donde
una hermosa muchacha
atiende en ventanilla
e ingreso mi salario
de rutina, reviso el saldo
de mi historia y retiro
una pequeña suma de ilusiones.
Para cubrir mis sueños semanales
me basta con mirar
el color del dinero
de sus ojos.
que Dios quiera, en la nueva sucursal
bancaria de mi calle;
que, tal y como están las cosas hoy,
es mucho desaliento para llevarlo encima
y demasiada sombra para tenerla en casa.
Así que, cada dos o tres
melancolías,
me paso por el banco donde
una hermosa muchacha
atiende en ventanilla
e ingreso mi salario
de rutina, reviso el saldo
de mi historia y retiro
una pequeña suma de ilusiones.
Para cubrir mis sueños semanales
me basta con mirar
el color del dinero
de sus ojos.
( De Las cosas por su sombra, 1999)
PROPÓSITO DE ENMIENDA
Soy un mal profesor -lo reconozco-
que no se adapta, como debe,
a los tiempos que corren.
Confieso que no estuve
hoy a la altura de las circunstancias.
He puesto un parte, leve, de conducta
a tres alumnos que no hacían nada
más que gritar, reírse, levantarse
de su sitio y lanzar aviones de papel.
Por suerte, su tutor,
debidamente actualizado,
me hizo ver al instante
que estaba en un error, que no debemos
sancionar por tan poco, que son jóvenes
y no pueden estar como estuvimos
nosotros en la escuela, sentados y en silencio,
que todo es consecuencia del cansancio
acumulado en estos largos meses -dos meses-,
cansancio que nos lleva al malhumor
y a cierta intolerancia.
Ahora me arrepiento
de mi poca paciencia
de haber coartado, torpemente,
la creatividad
de estos grandes muchachos de altos vuelos,
futuros ingenieros aeronáuticos.
Por suerte, como dije, siempre están
los compañeros,
los buenos compañeros para abrirte los ojos.
(De Al pie de la letra, 2011)
TANGO PARA ENGAÑAR A LA TRISTEZA
A la ausencia, al olvido, a la nostalgia
mi corazón les pone letra y música
de tango algunas noches, tú lo sabes:
veinte años no es nada. Aunque, a las claras,
bien sabe a quién engaña pretendiendo
engañar, como a un necio, a la tristeza.
(De Tango para engañar a la tristeza, 2003)
MIRADAS INDISCRETAS
Desde que todo lo controlan,
desde que a todos nos vigilan
y no nos quitan ojo
de encima las muy zorras,
se acabaron sus besos,
sus caricias y abrazos por sorpresa.
La notas diferente
guardando la distancia,
como si las miradas indiscretas,
por mucho que se escondan,
le cortaran el cuerpo,
le cortaran los sueños.
Ahora ni siquiera
te pide que le ayudes
a subir los exámenes, los libros
y sus carpetas al departamento.
Y sé que estás a punto d
de perder los estribos.
Cualquier día, de un golpe,
si nadie lo remedia, tú le partes
la cara a más de una
de las dichosas cámaras.
(De Al pie de la letra, 2011)
TABERNA INGLESA
En la vida hay lugares que te esperan
con la misma paciencia que los puertos.
Lugares en la niebla, ignorados lugares
que, justo a la distancia del asombro,
no sabes que te estaban esperando
hasta que un día vuelves inesperadamente.
Lugares imposibles de encontrar
si nunca te perdiste alguna vez,
si nunca te quemaste
por no jugar con fuego.
Son lugares que tienen
reservado el derecho de admisión
y prohibida la entrada al propio olvido.
Vespertinos, noctámbulos lugares
como este bar de copas
donde tu ausencia sale a recibirme
y me invita a tomar un ron con cola
en el rincón tan íntimo de siempre,
mientras suena de fondo Yesterday
y la nostalgia trae, como si fuera el aire,
tu perfume a jazmín no sé de dónde.
Lugares -tú lo sabes- que son cómplices
de cálidas miradas
que dicen, en silencio, tantas cosas…
Misteriosos lugares como éste,
esta taberna inglesa
donde habita el recuerdo
y, a veces, hace el tiempo un alto en su camino.
Un lugar en el mundo
donde todo es distinto, donde todo es tan tuyo
que tiene el ron de caña a medianoche
el sabor clandestino del beso de tu boca.
(De Taberna inglesa, 2006)
UNA RAYA EN EL AGUA
Ahí los tienes enfrente. Todo el grupo
justo delante de tus ojos.
Tan sólo alguno haciendo lo que debe.
De fiesta los demás, en otras cosas,
como si no estuvieras.
Y te quedas mirando
como quien vuelve a ver una película
después de mucho tiempo
y te ves entre ellos y recuerdas
que tú también tuviste trece años
y, alguna que otra vez, hacías de las tuyas,
que no eras un santo
por mucho que guardaras más las formas.
Charlan, charlan y charlan y no paran
Va subiendo el volumen.
Llamar la atención es necesario
si no quieres que acabe en griterío.
Empiezas a perder
los nervios, la paciencia.
Te pones serio y vas a levantar la voz
para exigir silencio.
pero, al final, bien sabes hoy por qué,
con cierto disimulo sonríes. Y te callas.
Una raya en el agua de tus lamentaciones.
(De Al pie de la letra, 2011)
LA DICHA
Tal vez la dicha sea, entre otras cosas
cotidiana y hermosamente simples,
venir, como esta tarde, a recogerte,
a la salida del colegio, ¿sabes?,
y bajo el sol dorándose en tu pelo,
llevarte de la mano y sorprenderme,
como si del olvido regresara,
de ver que ya me llegas justo al pecho
y de lo mucho que a ella te pareces;
y al aire nuevo de la primavera,
pasear por el parque y de palomas
llenarme el corazón y la mirada
cuando alegre me cuentas que sacaste
un siete en Naturales y que Bea
te ha invitado a su fiesta de cumpleaños.
Acaso sea la dicha, como tú,
una niña traviesa que se esconde
detrás de una caricia o de la puerta
de esta cafetería donde estoy
merendando contigo mientras Laura
Pausini, tu cantante preferida,
se pregunta en estéreo ¿POR QUÉ NO?
( De Las cosas por su sombra, 1999)
OTRA VEZ FIN DE CURSO
Final de curso. Fin de la campaña.
Y una vez más recuerdas, todavía,
los versos de quien siempre te acompaña:
Se apagaron las aulas, los pasillos,
el griterío en la cafetería,
la lumbre oculta de los cigarrillos...
Se olvidaron los temas de memoria,
la Física, el Inglés, la Geografía...
Historia es ya también la misma Historia.
Y el mes de junio. Y las evaluaciones.
Tan sólo el tiempo sigue a cada día
dictando, una por una sus lecciones.
(De Al pie de la letra, 2011)
ENTRADA RELACIONADA:
Los buenos estudiantes tienen mala memoria.
A menudo, te cruzas con ellos por la calle
y siguen, sin mirarte, en sus asuntos...
Y te preguntas
si no te equivocaste y lo sigues haciendo
en las evaluaciones...