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Channel: Lengua y Literatura de Bachillerato... y otras cosas
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'LO QUE NO ES NOTICIA: "PODEMOS" NO EXISTE PARA LA SER Y EL PAÍS', por Luis Enrique Ibáñez

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¿Cómo puede uno estar en clase hablando de estos temas con los alumnos y, simultáneamente, no pensar en el apagón informativo a que está siendo sometida la candidatura 'Podemos'... en la realidad de El País, de la cadena SER, solo cabe lo que sus dueños quieren que quepa...

si el síntoma es tapado, ignorado, es porque soporta un mensaje oculto que debe ser desvelado.a Y esa es la tarea que debe ser acometida desde el ágora, en la plaza de todos"




LO QUE NO ES NOTICIA: "PODEMOS" NO EXISTE PARA LA 'CADENA  SER' Y 'EL PAÍS'

'Lo que no es noticia' es el título de un artículo que Juan Goytisolo escribió hace ya algún tiempo, precisamente en el diario El País. En él nos apremiaba a estar alerta ante los acontecimientos que no son noticia, pues los medios de comunicación, de alguna forma, crean la realidad desde el momento en que seleccionan aquellos hechos que sí van a ser noticia, mientras desprecian esos otros que pasarán a ocupar los espacios invisibles en las alcantarillas de la información. Por ejemplo, argumentaba Goytisolo, mientras un atentado artesanal en Tel Aviv siempre es noticia, las constantes bombas, las diarias salvajadas cometidas contra la población palestina, dejan de serlo, se esfuman, no están, quizá por eso, porque son constantes y ya, pobres desgraciadas, carecen del pellizco hipócrita de la inmediatez inventada.

En la programación de la asignatura de Lengua, en 2º de Bachillerato, uno de los temas más importantes es el que versa sobre El lenguaje periodístico, y debe servir, entre otras cosas, para fomentar el espíritu crítico en nuestros jóvenes, qué cosas. Cuando trabajamos con él, tenemos que explicar, tenemos que intentar comprender, qué es lo que hace que un suceso llegue a ser noticia. En ese sentido, en el libro de texto (de Salvador Gutiérrez, y otros, editorial Anaya) se afirma: 

"Normalmente, transmitimos hechos que nos parecen importantes. Pero no todo cuanto ocurre se convierte en noticia. Ha de darse un proceso... alguien conoce el asunto, valora y decide si ese hecho es digno de formar una noticia... y por fin se incluye en una cadena informativa... En cada paso hay una persona, un grupo, un punto de vista, que está configurando y de algún modo "manipulando" la noticia... Hay varios factores que convierten un hecho en noticia: la actualidad, lo sorprendente del asunto, los protagonistas y su importancia para la sociedad, la novedad y la trascendencia del tema..."

¿Cómo puede uno estar en clase hablando de estos temas con los alumnos y, simultáneamente, no pensar en el apagón informativo a que está siendo sometida la candidatura 'Podemos' por parte de los grandes medios de ¿información? en este país.

El estallido de 'Podemos' está de plena actualidad, es un asunto algo más que sorprendente, y sus protagonistas, liderados por un grupo de profesores de la Universidad Complutense que intentan extender sus propuestas a toda la ciudadanía, no carecen, es evidente, de esa importancia requerida. En cuanto a la trascendencia del tema, creemos que es una apuesta que quiere, parece, hacer que el sistema chirríe haciendo propuestas tan atrevidas, como necesarias, que liberen del enconsertamiento oficial al sistema político que nos maltrata, no constituye un tema baladí. Su trascendencia es indiscutible.

La candidatura de 'Podemos' consiguió en menos de 48 horas más de 50.000 avales. Sus actos de presentación están siendo multitudinarios, y en todos ellos cientos de personas se están quedando en la calle (sin irse) porque no hay espacio suficiente. Los llamados círculos de participación ciudadana que la estructura de 'Podemos' ha planteado crear ya están consolidados en muchísimas ciudades españoles. Y en la red, las noticias, los eventos, los artículos de opinión sobre este fenómeno político, ciudadano, no paran de pedir y de obtener su hueco en lo que sí es noticia. Si nos plegáramos al tópico, diríamos que Internet está que arde con la plataforma liderada por Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, entre otros.

Entonces, ¿qué ocurre?

Recuerdo que en los albores de este periodo político de la vida de este país, después de la dictadura del general Franco, un día, qué jóvenes e ingenuos éramos, vimos una especie de debate en la televisión. Los protagonistas del mismo eran Juan Luis Cebrián, director de El País, y el director del diario El Alcázar (creo que era Antonio Izquierdo). En un momento del debate, en mitad de la discusión (que giraba en torno a Democracia o Franquismo), Cebrián, agudo e ingenioso, espetó a su interlocutor: 

"La diferencia está en que en el sistema que yo defiendo (la democracia, se entiende), su periódico puede seguir existiendo. Sin embargo, en el suyo, mi periódico no podría salir a la calle". 

Muy bien, Cebrián, estuviste muy bien.

Lo malo es que el paso de los años, y la verdad, le han devuelto, invertida, a Juan Luis Cebrian, aquella frase aguijonada. Es el espejo de la realidad el que nos enseña quiénes somos de verdad.

Y en la realidad de Juan Luis Cebrián, en la realidad de El País, de la cadena SER, solo cabe lo que sus dueños quieren que quepa. Lo mismo que en la realidad del diario El Alcázar y del franquismo, sí, no se echen las manos a la cabeza.

De ahí esa despiadada censura informativa a que está siendo sometida la candidatura 'Podemos'.

Una censura que, además de serlo, se muestra como metáfora inteligente del sistema que soportamos. Es como si nos dijeran, "a ver, señores, ustedes pueden pensar desde aquí hasta aquí, y nada más, y también pueden elegir entre estas opciones que nosotros les presentamos, pero sólo entre esas. Otras opciones no son permitidas, es más, están terminantemente prohibidas. Esto es lo que hay".

Ayer, Día de la Radio, en la cadena Ser, sus estrellas mediáticas, sus figuras luminosas, y tan enrolladas ellas, Pepa Bueno, Carles Francino, Angels Barceló, no se cansaron de exprimir hasta la extenuación la sangre del significante violado ya, tantas veces, que habita en las palabras libertad de expresión y derecho a la información. ¿Derecho a qué? Estaban tan borrachos de su progre ego, de sentirse héroes que luchan contra la caverna del Partido Popular, que no podían darse cuenta de que ellos mismos eran los protagonistas de una gran operación inquisitorial. Uno tiene memoria, poca, pero tiene. Y recuerdo, perfectamente, que ya les pasó lo mismo en las semanas previas al 15 de mayo de 2011: cuando ya todos sabíamos que había una convocatoria histórica en Sol, en Madrid, que todo parecía hervir en cuanto encendías el ordenador, ellos sólo hablaron cuando la realidad de los hechos puso en ridículo su complaciente pose colaboracionista. Ahora les está ocurriendo lo mismo.

En las siguientes semanas era patético observar, escuchar, sufrir, la delatora antipatía con la que Montserrat Domínguez hablaba del 15-M, o la soberbia maleducada con la que entrevistaba a algún representante de ese movimiento emancipador, de ese nuevo decir que liberó al lenguaje, y a los ciudadanos, de los grilletes oxidados que les impedían reconocerse, que les mutilaban su significado original, que les enmudecían, como peleles mudos, vacíos, ahogados en la sintaxis oficial que todo lo calla.

¿Y qué ocurre con los famosos, y tantas veces certeros, columnistas de El País? ¿Qué ocurre con Almudena Grandes, Rosa Montero, Elvira Lindo, Manuel Vicent, y sí, también con mi admirado Millás? ¿No han oído hablar de 'Podemos'? ¿Tan irrelevante les parece la dirección, el objetivo, los planteamientos, de esa candidatura? ¿Han recibido alguna sugerencia por parte de la dirección del periódico?

Imposible olvidar cómo salió Maruja Torres del diario El País. ¿O ya nadie se acuerda?

Y es que en el caso que nos ocupa, El País, por ejemplo, ni siquiera ha utilizado el burdo amago de sutileza inútil que supone colocar una información en la más anónima página par, en una esquinita, a la derecha, camuflada, además, entre el ramaje estúpido de la publicidad más alienante. Esa publicidad que prueba, de modo indiscutible, la existencia del definitivo nudo gordiano que atan, felices, grandes entidades financieras y empresariales, medios de comunicación, y partidos políticos, de esos llamados "mayoritarios", esto es, sostenedores del sistema prostituto.

Este artículo, o lo que sea, no ha querido ser, no lo ha sido, una defensa, una adhesión, a la candidatura electoral presentada por 'Podemos'. En todo caso, esa idea estaría sólo por venir, como coqueteando por los alrededores de nuestro pensamiento.

Lo que sí quiere ser es una denuncia, otra más, de los mecanismos censores, inteligentes, programados,  que gobiernan los grandes medios de comunicación en esta mal llamada democracia.

Y es que, al parecer, resulta muy fácil ver de qué van medios como ABC, La Razón, la COPE, etc., y, sin embargo, qué nos cuesta ver el alma, la esencia, de esos medios que algunos califican de progresistas, y otros, todavía más atrevidos, de izquierdas¿Qué ha pasado con esta palabra? ¿En qué momento fue secuestrada por los emisarios negros del capitalismo más arrogante?

En fin, hace unos días el filósofo César Renduéles, autor del libro 'Sociofobia' nos contaba que tenía decenas de argumentos cínicos para estar en contra de 'Podemos', pero que también tenía uno, muy poderoso, para estar a favor: que está funcionando, y que el entusiasmo, lo mismo que el miedo, debe cambiar de bando.

Nosotros añadimos otro: si el síntoma es tapado, ignorado, es porque soporta un mensaje oculto que debe ser desvelado.a Y esa es la tarea que debe ser acometida desde el ágora, en la plaza de todos, en nuestra historia.

Goytisolo abrió una puerta, "Debemos estar atentos al día a día de lo que acaece y que por ello mismo no es noticia"

Ahí estamos.









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