"¿Qué, de la promesa mil veces repetida de que nadie se quedaría atrás? En efecto, no se quedan atrás, se quedan fuera, incluso fuera de la Historia... La violencia institucional, insuficientemente auscultada, es, en estos momentos, atroz"(Millás)
"... Cómo se van a ir al colegio sin nada... mamá, no quedan yogures, no hay galletas, ni magdalenas. Salgo de casa de puntillas..."(Chirbes)
"Va ganando el mal Lo siento mucho pero gana el mal"(N.Vegas)
Colas del hambre, esperando en el banco de alimentos
EL REBOTE
El sistema es ahora mismo una centrifugadora de seres humanos que salen despedidos hacia los márgenes de la normalidad en cantidades insólitas. Te asomas a la ventana y los ves volar como meteoritos, incluso puedes observar cómo sus vidas se incendian al entrar en contacto con la densa atmósfera de la pobreza. Familias enteras: el marido, la esposa, los niños, los abuelos… ahí van intentando alcanzarse las manos para llegar unidos al círculo infernal que la crisis les haya deparado. Hoy estás en la clase media y mañana eres uno de esos objetos volantes que en 24 horas ha pasado de ver la tele cómodamente en el sofá a hacer cola para recibir una bolsa de fruta. No es raro que esas bolsas procedan de asociaciones extraestatales que se han organizado en los bordes de la supervivencia en forma de grumos de solidaridad. ¿Qué fue del ingreso mínimo vital? (el IMV, que sonaba a marca de coche de alto estándar). ¿Qué, de las diferentes ayudas de carácter municipal? ¿Qué, de los dispensadores europeos del dinero grande? ¿Qué, de la promesa mil veces repetida de que nadie se quedaría atrás? En efecto, no se quedan atrás, se quedan fuera, incluso fuera de la Historia (con mayúscula, claro). No ocuparán ni una nota a pie de página de los libros encuadernados en su propia piel.
Y, sin embargo, esas personas viven, desde que se levantan hasta que se acuestan, una peripecia inconcebible, llevan dentro de sí, si pudiéramos escucharlo, un gran relato. ¿O acaso no constituye un ejercicio heroico abandonar las tibias sábanas para enfrentarse a las temperaturas de los dormitorios glaciales en los que han ido a caer? La violencia institucional, insuficientemente auscultada, es, en estos momentos, atroz. ¡Ojo al rebote!
(Fuente: El País, 05-03-2021)
'EN LA ORILLA'
(fragmento)
A qué aspira esta gente, qué creen ellos que puede hacer un hombre cuando tiene la nevera vacía. En el día a día, te atan los niños, la mujer; si no fuera por ellos harías todas las locuras, pero yo creo también que, cuando te ves con la soga al cuello, en ese momento explosivo, acaba pasando al revés: precisamente la mujer y los niños te arrastran a hacer esa locura que antes te impedían hacer. Los que te salvaron te pierden. Te pierdes por culpa de ellos. Eres capaz de tirar de escopeta y sacarle la recaudación al charcutero del barrio para meter en la nevera unas pechugas, carcasas de pollo para el caldo, huesos de tuétanos y un pedazo de morcillo para el cocido; salchichas, hamburguesas, quesitos El Caserío, yogures. Conseguir Ariel para la lavadora, pañales para la niña. No sé lo que puedo o no puedo hacer contra vosotros que tenéis todo, yo tengo una escopeta en casa. (...)
No nos imaginábamos que iba a llegar esta mierda de ahora que ya no sabe uno a quién pedirle prestado, esta vergüenza de andar arrastrándote, y que los conocidos pongan cara de susto cuando te ven venir y se cambien de acera disimulando, porque están convencidos de que vas a darles otro sablazo que les diste hace un par de semanas. Pesa mucho este agobio, todo el día maquinando, dándole vueltas a las cosas, pensando cómo sales adelante con tus cuatrocientos euros de la ayuda familiar (...) echando unas cuentas imposibles de cuadrar, siempre más gastos que ingreso, por muchos equilibrios que hagas, cómo pagar con eso los libros de los niños (...) la ropa de temporada, porque la del año pasado se les ha quedado pequeña y además está destrozada (...) todo eso se convierte en la pesadilla de todas las noches, de la que no te dabas cuenta cuando las cosas iban bien, pero que se vuelve el único tema en cuanto han empezado a ir mal: cómo llenas la nevera. Sólo cuando estás en la ruina descubres que hay que comer todos los días, fíjate qué bobada . Lo que en condiciones normales ni siquiera adviertes, cuando no tienes un euro en el bolsillo se convierte en tu gran aventura: to-dos-los-san-tos-dí-as-hay-que-co-mer: hay que poner en el centro de de la mesa la cazuela, y los niños tienen que llevarse el botecito de zumo al colegio y el bocadillo (...) Me acuesto y pienso que me ahogo y me incorporo dando manotazos y gritando. (...) Cómo se van a ir al colegio sin nada. Se me parte el alma cuando los oigo decirle a mi mujer: mamá, no quedan yogures, no hay galletas, ni magdalenas. Salgo de casa de puntillas, cierro la puerta procurando que no cruja, me meto en el coche (ojo con gastar gasolina, tengo el depósito casi vacío, con qué lo llenaré), me voy al primer descampado, y me echo a llorar. Lloro yo solito. (...)
He participado en cursos de reciclaje para parados de larga duración, o para gente que ha agotado la ayuda familiar, y que, en vez de proporcionarte clases de formación en alguna materia, pretenden ser acicates para que te distraigas durante este tramo del viaje que te adentra en el espacio del no futuro, expresión de un atroz pesimismo: te enseñan cómo presentar un currículum y cómo valorarte tú mismo en él para llamar la atención de los que seleccionan personal; o cómo optimizar el uso del móvil a la hora de solicitar trabajo (así dicen, optimizar); la manera de economizar en transporte a la hora de repartir los currículos por las empresas, y cómo mejorar el tiempo de reparto haciéndote una ruta previa sobre plano, y, ya en el colmo del desánimo, hasta te explican cómo conseguir una dieta equilibrada con los productos de la bolsa de alimentos que te da Cáritas (...) echarle imaginación para mezclar con arte las cosas y preparar un variado con esos pocos ingredientes. Saludable dieta mediterránea.
('En la orilla', de Rafael Chirbes, p. 87-92, Edit. Anagrama, Letras Hispánicas)
'TODOS CONTRA EL CIELO', Nacho Vegas
LETRA:
Lo han dictado desde el ministerio
Lo han dictado desde el ministerio
Directriz de tolerancia cero
Todos en contra del cielo
Es urgente, todos contra el cielo
Sale en la portada de los diarios
Abrirá esta noche el telediario
Hay una corriente antagonista contra el agua
Pero no es minoritaria
Adiós a llevarles la contraria
El miedo es ya nuestra emoción más transversal
La guerra es entre el mal y lo neutral y
Va ganando el mal
Lo siento pero va ganando el mal
Va ganando el mal
Lo siento mucho pero gana el mal
Comenzó en noviembre la negrura
Dan pa' enero la primera hambruna
Orden militar: Quédense en casa
Y no habrá gente dañada
Solo en casa y que no cambie nada
Pero hay una cumbia sonando a lo lejos
Es un trozo de firmamento RESISTIENDO
Ves los comités de autodefensas
Bajo el cielo de norteña
Y esta cumbia gris que suena y suena
Se ha promulgado una ley Pro-Soledad
La guerra es entre el mal y lo neutral y
Va ganando el mal
Lo siento pero va ganando el mal
Va ganando el mal
Lo siento mucho pero gana el mal
Va ganando el mal
Lo siento mucho pero gana el mal